Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Curso: Literatura
Sección: “A”
“Fragmentos de Obras”
integrantes: Claves:
Josefina Ajquichí Poz 3
Sofía Lucrecia Bixcul Guarcax 7
Marta Chiroy 12
Vanessa Yosebeth Cuxulic Rodas 14
Astrid Janina Flores García 15
Esta exageración
es la palabra de la que sólo podemos abusar
de la que no podemos hacer uso -curiosidad vergonzante-, ni mucho menos aún
cuando se nos emplaza a ello
en el tribunal o en la fiesta de cumpleaños
Y siempre a punto de caer en el absurdo total
habladores silentes como esos hombrecillos del cine mudo -que en paz descansen-
cuyas espantosas tragedias parodiaban la vida:
miles de palabras por sesión y en el fondo un gran silencio glacial
bajo un solo de piano de otra época
alternativamente frenético o dulce hasta la naúsea
Una zorra buscaba a un maestro para que le enseñe las técnicas de caza a su
pequeño hijo, y para ello visito a un lobo para que le enseñase a casar. El lobo no
tuvo problemas en aceptar al pequeño zorro como su alumno, así que la madre se
volvió tranquila a su cueva.
El lobo para comenzar a enseñar a su alumno, lo llevo a unos corrales de ovejas
para robar una de ellas, pero la mala suerte no estaba de su lado, los perros,
sintieron al lobo y al pequeño zorro, y no tuvieron más alternativa que salir huyendo.
Cansado el lobo, subió a un cerro con su discípulo y le dijo – hemos tenido mala
suerte y estoy cansado, así que vas a vigilar desde aquí si las ovejas o cualquier
otro rebaño salen a pastar, cuando salieren me despiertas, para ver si podemos
cazar alguna.
El pequeño zorro, se quedó vigilando desde lo alto del cerro, y cuando vio a unas
vacas, hablo al lobo para avisarle, el cuál respondió – ¿Qué quieres? Dijo el lobo,
el pequeño zorro respondió – ahí abajo hay unas vacas – déjalas dijo el lobo, son
muy peligrosas, además los pastores son muy fuertes, y los perros son grandes y
tienen pinta de ser muy bravos, si las atacamos nos van a perseguir y nos van a
matar. Después de decir esto se dio la vuelta y siguió durmiendo.
El discípulo siguió vigilando desde la cima y después de un rato vio a unas yeguas
y le hablo nuevamente al lobo.
Señor, ahí abajo en el prado hay un grupo de yeguas – oyendo esto el lobo – se
levantó y bajo con mucha cautela donde estaban las yeguas – agarro por las narices
una de las más gordas y la ahogo – luego se la devoraron.
El pequeño discípulo creyendo que ya estaba preparado para cazar por su cuenta,
le dijo a su maestro – señor, ya se lo suficiente para buscarme la vida, así que quiero
licenciarme para irme de aquí y volver con mi madre.
El pequeño zorro volvió con su madre para decirle que ya estaba preparado para
salir de caza; cuando la zorra vio a su hijo le pregunto qué ¿Por qué, se había vuelto
tan pronto?, el hijo le respondió que ya estaba instruido en el arte de la caza y que
se lo iba a demostrar con hechos y para ello se llevó a su madre a un establo donde
estaban unas ovejas, pero no pudieron llevarse ninguna porque los perros que las
vigilaban se dieron cuenta de la presencia de ellos y los hicieron huir.
Luego el hijo llevo a la madre a la cima de un cerro y le dijo que se quedase vigilando
hasta que apareciera un rebaño. La madre hace caso a su hijo y se queda vigilando,
después de una rato ve a un grupo de vacas y despierta a su hijo. Este se levanta
y le dice que las vacas son muy fuertes, y que además están acompañadas por los
pastores y tienen perros grandes, así que le dice mejor otro rebaño.
La madre se queda vigilando nuevamente hasta que aparecen un grupo de yeguas,
habla a su hijo, el cual se despierta y le dice que le va a demostrar lo que aprendió
con el lobo. Baja hasta el prado donde estaban las yeguas, y ataca a una de las
más gordas, cogiéndola por las narices, para ahogarla.