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¿Cómo usar Oráculo Matemágico en el

aula?1
Ahora que ya sabemos cómo usar la aplicación Oráculo Matemágico, es tiempo de
pensar cómo podemos integrarla en nuestra dinámica pedagógica del día a día, de
manera que podamos potenciar los procesos de enseñanza- aprendizaje dentro de
nuestras aulas de clase.
Las posibilidades son muchas, y como docente creemos que será capaz de crear gran
variedad de situaciones para aprovechar el recurso de esta app; sin embargo, nos
gustaría ofrecerle aquí, como una forma de pequeña introducción, algunas ideas de
uso tanto para sus cursos de Matemática, como para Historia, Lenguaje y Arte.
Asimismo, en cada una de las aplicaciones que se comentan a continuación se
discuten algunas buenas prácticas de la dinámica de interacción docente- alumno que
creemos que le serán provechosas (por ejemplo, el fomentar la discusión acerca de
distintos métodos de resolución de un mismo problema matemático, o el saber
aprovechar los errores de los alumnos para crear aprendizajes significativos, entre
otros). Estos principios de interacción, si bien se presentan en una sección
determinada de este texto, tienen valor para cualquier otra sección, y en general,
sirven para cualquier dinámica de la labor pedagógica cotidiana.
Sin más introducción, empecemos por las aplicaciones de Oráculo Matemágico en los
cursos de Matemática. Se proponen cinco aplicaciones: tarea para la casa, proyecto
anual, trabajos grupales, competencias en el aula y evaluaciones antes y/o después de
clase. Revisemos una por una.

1. Tarea para casa


Una primera posibilidad de uso de la aplicación Oráculo Matemágico es dejarla como
tarea para la casa. Supongamos que usted ha estado trabajando el tema de fracciones
con sus alumnos; más específicamente, fracciones equivalentes. Una buena
posibilidad sería dejarles como tarea a sus alumnos que trabajen algunos ejercicios
relacionados al tema en Oráculo Matemágico. Pero, ¿dónde ubicar esos problemas?

1
Documento de trabajo elaborado por la Pontificia Universidad Católica del Perú para el curso
virtual del proyecto “Oráculo Matemágico”.
1
Ubicando el paquete de tareas adecuado
Si volvemos a la organización básica del app, recordará que hay dos grandes
secciones en esta: la sección Entrenamiento y la sección Aventura.

Sobre la segunda de estas secciones volveremos más adelante; por el momento,


concentrémonos en la primera. La sección Entrenamiento cuenta con seis
subsecciones: Numeromagia, Mente Poderosa, Intuición Mágica, Práctico Matemagia,
Esquemas Matemágicos y Solidomancia. Cada una de estas subsecciones representa
un área temática y en su interior se encuentran paquetes de tareas, cada uno de los
cuales contiene ejercicios sobre un tema específico de matemática.

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Así, por ejemplo, la subsección Práctico Matemagia trabaja los temas de fracciones,
decimales y porcentajes, y si usted ingresa a esta subsección encontrará paquetes de
tareas relacionados a este tema general. Uno de esos paquetes de tareas tiene por
nombre Fracciones (2) y trabaja el tema de fracciones equivalentes. Entonces, si
volvemos al ejemplo con el que iniciamos esta sección, si usted quisiera dejar a sus
alumnos una tarea para el tema de Fracciones Equivalentes que acaba de trabajar,
este sería el paquete indicado para usted.

Corrigiendo la tarea
Lo más conveniente al momento de que los alumnos realicen su tarea es que los
procedimientos los realicen en su cuaderno, y luego marquen su respuesta en la
aplicación. Esto es importante ya que muchos de los problemas que se presentan en
el app son difíciles de realizar de manera mental y porque así usted como docente
puede corroborar que el alumno realmente reflexionó sobre los problemas (y que no
respondió al azar). Finalmente, de este modo es posible corregir la tarea. Pero, ¿cuál
es el mejor modo de realizar la corrección de la tarea?
En ocasiones, los alumnos pueden temer el momento de la corrección de la tarea,
porque están acostumbrados a que si han cometido algún error en la resolución de sus
problemas entonces serán penalizados. Por ello, pasa mucho que los alumnos se
frustran cuando no “les sale” un problema, y empiezan a copiarse la tarea, como si el
fin de esta fuera poder presentar sus ejercicios correctamente desarrollados, y no el

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poder desarrollar en ellos mismos sus habilidades matemáticas. Como docente, está
en sus manos evitar este tipo de actitudes, y el formato de Oráculo Matemágico le
ofrece una vía para esto. Veamos cómo.
Supongamos que Richi vuelve a casa del colegio y empieza a realizar su tarea de
matemáticas. Encuentra un primer ejercicio de su paquete de tareas y empieza a
desarrollarlo en su cuaderno. Cuando ya lo ha acabado marca su respuesta en el app
y entonces descubre que se equivocó. Sin embargo, la aplicación no le dice por qué.
Entonces, revisa su ejercicio en el cuaderno y cree encontrar el error. ¿Debería borrar
el ejercicio anterior y corregirlo encima? La opción que le ofrecemos es que no lo
haga, sino que escriba debajo lo que él cree ahora que es lo que debió hacer. La razón
es la siguiente: en su próxima clase de matemáticas, usted como docente revisará con
su salón de clases la tarea, y fomentará que los alumnos que se equivocaron en un
problema expliquen cuál creen que fue su error y cómo creen que este error puede
corregirse (no importa si el alumno se equivoca por segunda vez, en este caso usted lo
ayudará a notar su error: lo importante es que el alumno lo intente). No haga que se
sientan penalizados por ello: al contrario, ¡felicítelos! El ejercicio de auto-corregirse
demuestra que el alumno piensa y reflexiona sobre el ejercicio, y esto crea un
aprendizaje significativo que hace más duradero el aprendizaje. Asimismo, el alumno
no solo repite un procedimiento mecánico, sino que, al comprender en qué consistió su
error, va entendiendo las razones de ese procedimiento.

2. Proyecto Anual
Una segunda posibilidad de uso de la aplicación Oráculo Matemágico es proponer a
los estudiantes un desafío que deben superar para fin de año. ¿Cómo funcionaría
esto?

Sección Aventura en Oráculo Matemágico


Decíamos líneas arriba que en la organización básica de Oráculo Matemágico
podemos encontrar dos grandes secciones: la sección Entrenamiento y la sección
Aventura. Recordemos que la segunda de estas secciones nos lleva al juego de cartas
de Oráculo, que es justamente uno de los atractivos principales de la aplicación, y lo
que la hace tan divertida para los estudiantes. En este juego de cartas, los estudiantes
tienen que enfrentarse a diferentes personajes históricos relacionados a las
matemáticas: a medida que avanzan en el juego, los estudiantes tendrán que

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enfrentarse a personajes cada vez más poderosos.

Sin embargo, antes de cada partida de cartas que los alumnos jueguen, estos deben
pasar por una etapa de “canalización”. En esta etapa, los estudiantes deben
desarrollar cinco ejercicios de matemáticas: mientras más ejercicios desarrollen
correctamente, tendrán más puntos matemágicos, los cuales luego les serán de
utilidad en el juego. Por tanto, mientras más jueguen los alumnos, ¡más practican
matemáticas!
Lo que le proponemos aquí, entonces, es que desafíe a sus estudiantes a que, para
final de año, todos hayan ganado el juego completo de Oráculo Matemágico (es decir,
todos hayan vencido a todos los personajes del juego de cartas). Para esto, pueden
ponerse metas bimestrales o mensuales: por ejemplo, puede ponerse como meta que
para el final del bimestre todos hayan vencido a dos personajes, y se va evaluando el
avance de los estudiantes, para que no vayan a retrasarse, etc.

Discutiendo los distintos métodos de resolución de un


problema
Mientras avanzan en el juego, los estudiantes irán notando que al enfrentarse a un
problema matemático algunos de ellos usan un método determinado, pero otros usan
métodos distintos. Es natural que esto suceda: los problemas de matemáticas pueden
abordarse de distintas maneras, si bien en el salón de clase un docente puede
priorizar un método determinado.
Piense por ejemplo en la operación de sumar, digamos 415 + 235. En el aula de clase,
donde contamos con lápiz y papel, suele priorizarse el procedimiento de sumar

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primero las unidades (y llevamos una decena), luego las decenas y finalmente las
centenas, en orden de derecha a izquierda. Pero, ¿qué pasa cuando estamos, por
ejemplo, en la calle y debemos realizar la operación mentalmente? Para muchas
personas, en este caso resulta más cómodo realizar la suma empezando por las
centenas, luego las decenas y finalmente las unidades, en orden de izquierda a
derecha. Ambos métodos son válidos, y cada uno acentúa operaciones cognitivas y
habilidades distintas.
Es importante, por esta razón, que al momento que los estudiantes se enfrenten a
problemas de matemáticas, les sea dada la libertad de buscar sus propios métodos de
resolución del problema, y no que se les imponga un único método o procedimiento.
En algunas ocasiones, si el alumno sólo se enfoca en utilizar un único procedimiento
impuesto, puede olvidarse de pensar en el problema, entenderlo, etc., y solo se dedica
a repetir el procedimiento de modo mecánico. De otro lado, si se le da la libertad de
usar sus propios métodos, esto obligará al estudiante a darle sentido al problema y
reflexionar sobre este.
Si usted nota que algunos estudiantes están usando de modo exitoso métodos
diferentes de resolver un problema, invítelos a mostrárselos al resto del salón: juntos,
conversen sobre esos métodos, compárenlos, resuelvan otros ejercicios usando
ambos métodos e invite a sus estudiantes a ver cuál de esos métodos les resulta más
cómodo y por qué.

3. Trabajos grupales
Una tercera forma de usar Oráculo Matemágico dentro del aula de clases es dividir a
los estudiantes en grupos y pedirles que resuelvan de modo colaborativo un paquete
de tareas de la aplicación.
La dinámica puede seguir la siguiente pauta: se divide a los estudiantes por grupos
(preferentemente equilibrando los grupos: los equipos deberían tener tanto alumnos
que tienen facilidad como alumnos que tienen dificultad con el tema que se trabajará) y
se les entrega varios papelógrafos a cada uno; luego, se le indica a todos los grupos
que deben trabajar un paquete de tareas (idealmente, relacionado al tema que se ha
venido trabajando en clase durante la última semana) y se les da un tiempo para
realizarlo, de manera que en cada papelógrafo se copie y resuelvan uno o más
problemas del paquete de tareas. Si una respuesta de los ejercicios que resuelve el
grupo resulta estar equivocada, el grupo marca ese ejercicio para ser revisado
posteriormente.

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Durante el tiempo que toma la actividad, el docente va monitoreando los grupos,
viendo que todos participen y discutan la resolución de los problemas. Acabada la
actividad, los grupos presentan al salón sus ejercicios: en este momento, el docente
puede aprovechar para comparar las metodologías usadas por cada grupo, o discutir
con todo el salón por qué un ejercicio de algún grupo resultó errado (aquí, conviene
seguir las recomendaciones dadas líneas arriba acerca del papel del error en el
aprendizaje, o del uso de distintas metodologías para resolver un problema).

El valor de los trabajos grupales en el aula


¿Por qué fomentar el trabajo grupal en el aula? ¿Tiene algunas ventajas respecto del
trabajo individual?
Tanto el trabajo individual como el trabajo grupal son beneficiosos para el proceso de
aprendizaje del estudiante, y un equilibrio adecuado entre ambos tipos de actividad
puede potenciar esta meta final. Sin embargo, por razones de espacio nos gustaría
limitarnos ahora a indicar dos razones muy específicas de por qué es valioso el trabajo
grupal en el aula.
Una de estas razones se deriva de una teoría psico-pedagógica de la que estamos
seguros usted ha oído: es la teoría socio-cultural de Lev Vygotsky. Si bien extensa y
compleja, una de las bases elementales de la teoría de Vygotsky sostiene que el
desarrollo de conocimientos en el ser humano se da siempre en interacción social, ya
que el sujeto no puede conocer al mundo directamente, sino que requiere de
instrumentos sociales que le sirvan de “mediadores” entre el mundo y su propia
cognición. Así, por ejemplo, el lenguaje vendría a ser un mediador social, que nos
permite apropiarnos de las cosas del mundo al darles nombres (nombres que,
además, no son solamente palabras aisladas, sino que están asociadas a conceptos
que en ocasiones pueden ser muy complejos). Otros instrumentos sociales pueden
ser, por ejemplo, el lenguaje matemático (signos de suma, resta, multiplicación,
división, porcentaje…), conceptos matemáticos (qué es una fracción, qué es un
número decimal, qué es una división y un cociente…), entre otros.
Siguiendo con esta teoría, en la medida que un alumno va mejorando sus capacidades
de resolver un problema, alcanza cierto nivel de desarrollo; sin embargo, esta
capacidad puede alcanzar niveles ligeramente mejores cuando el alumno trabaja en
colaboración con alguien más capacitado que él. La teoría explica esto indicando que
el alumno está logrado mejorar su capacidad de usar los instrumentos sociales
(mediadores), pero aún necesita la tutela de alguien más experimentado para usar

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esos instrumentos adecuadamente. Esta persona más capacitada, por supuesto,
puede ser el docente, aunque en ocasiones también puede ser un compañero con más
experiencia. Entonces, ¿por qué en ocasiones puede ser conveniente que el guía de
un alumno sea otro alumno y no siempre el docente?
Las razones pueden ser varias. Por un lado, en ocasiones el docente puede no darse
abasto para ayudar y guiar a todos sus alumnos, por lo que puede ser conveniente que
se apoye en algunos de sus alumnos. Pero, por otro lado, también puede darse el
caso de que, en ocasiones, los alumnos entiendan mejor que el docente las
dificultades de comprensión de sus compañeros. Ya que el docente comprende bien
los temas de matemáticas que enseña, y los ha explicado tantas veces, en ocasiones
puede volverse difícil para él entender por qué un alumno no entiende un tema, o un
problema; mientras tanto, un estudiante que recién está viendo un tema, o que recién
lo ha comprendido, podría entender mejor las dificultades que uno de sus compañeros
está teniendo con un tema, y por tanto puede hacérsele más fácil explicarle un
problema a su compañero. Atendiendo a la posibilidad de estos casos, por tanto,
resulta conveniente realizar trabajos grupales de tanto en tanto. ¡Es un recurso que un
buen docente sabe aprovechar!

4. Competencias en el aula
Una cuarta posibilidad en el uso de Oráculo Matemágico en el aula es usarla para
hacer competencias. Esto podría darse al acabar un tema o una unidad de la clase de
matemática: se les indica a los alumnos que ingresen a un paquete de tareas
determinado y se les anima a contestar las preguntas de ese paquete lo más rápido
que puedan y sin cometer ningún error. El alumno que acabe antes sin equivocarse
puede recibir algún tipo de incentivo.
Si se quiere hacer más justa la competencia, atendiendo al hecho de que es probable
que algunos alumnos destaquen más que otros en un determinado tema, se puede
dividir al salón en grupos según cómo les ha ido en ese tema durante el bimestre, y
realizar la competencia al interior de cada uno de esos grupos. Sin embargo, aquí será
importante recordarles a los alumnos que si bien a algunos les puede haber ido mejor
en ese tema durante ese bimestre, a otros les puede haber ido mejor en otro tema, o
les puede ir mejor en otras materias. No todos tienen por qué ser los mejores en
matemáticas: cada uno tiene sus puntos fuertes y sus posibilidades de mejora.

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5. Evaluaciones antes y/o después de clase
La quinta posibilidad que queremos sugerirle en este documento es el uso de Oráculo
Matemágico para realizar evaluaciones antes y/o después de una clase. Supongamos
que se encuentra trabajando el tema de ángulos complementarios y suplementarios
con sus alumnos. Este probablemente sea un tema que requiera tomar unas cuantas
clases para abordarlo adecuadamente. Por tanto, luego de una clase usted podría
necesitar identificar el nivel de comprensión que sus alumnos han tenido del tema, de
manera que pueda saber qué tanto necesita retomar los temas de esta clase en su
siguiente sesión; o quizá esta información le ayude a pensar modos alternativos de
abordar el tema (ejemplos distintos, ejercicios que sean más adecuados para reforzar
los puntos que a sus alumnos no les han quedado del todo claro, etc.).
Alternativamente, puede en la segunda o tercera sesión en la que se está tratando el
tema usted considere que es conveniente aplicar una evaluación de entrada: esta
información le podría proveer indicadores de qué tanto se está consolidando el tema
entre sus alumnos o qué tanto han estudiado; por otro lado, quizá esta información le
sea útil para poder saber qué puntos reforzar de manera rápida antes de continuar con
el desarrollo del tema desde donde se quedó la clase pasada.
Como vemos, las razones para tomar una evaluación antes y/o después de una clase
son varias, y Oráculo Matemágico le ofrece la posibilidad de realizar estas
evaluaciones rápidamente. Si, como proponíamos, se encontraba usted trabajando el
tema de ángulos complementarios y suplementarios, simplemente ingresa a la sección
Entrenamiento; allí, dirige a sus alumnos a la pestaña de Esquemas Matemágicos y
tiene como opciones los paquetes de tareas “Ángulos 1” o “Ángulos 2”, que, como
notará si revisa su tabla temática, abordan los temas de ángulos complementarios y
ángulos suplementarios, respectivamente. Puede pedir que sus alumnos trabajen tres
o cuatro de los ejercicios de esos paquetes de manera individual, grupal, sacando a
algunos estudiantes a la pizarra o trabajándolos de manera conjunta con usted.

El propósito de la evaluación en el proceso de aprendizaje


Según lo que comentáramos líneas arriba, se desprende entonces que el propósito de
estas evaluaciones de entrada o de salida son brindar información al docente como al
estudiante acerca de qué tanto se han consolidado ciertos aprendizajes. Esta
información, como también viéramos líneas arriba, es de gran valor, pues permite al
profesor tomar decisiones acerca de qué puntos de una clase anterior debe retomar,

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qué aspectos deben corregirse, qué problemas sería más conveniente revisar con sus
alumnos, etc: en suma, permite tomar decisiones para mejorar los aprendizajes de los
estudiantes.
Sin embargo, es muy común que los estudiantes les teman a las evaluaciones, y esto
tiene sentido si reconocemos que en gran medida la evaluación ha sido utilizada en el
ámbito educativo como medio para penalizar al estudiante. En primer lugar, se suele
asumir que toda evaluación debe ir de la mano de una calificación (lo cual no
necesariamente es así); en segundo lugar, se suele asumir que una calificación baja
indica desinterés del estudiante por el curso, dejadez y poca disposición al estudio (lo
cual no siempre es cierto). No es de extrañar, entonces, que el plagio se vuelva tan
común: si un estudiante se enfoca más en sacar una buena nota que en ponerse a
prueba a sí mismo y ver qué tanto ha aprendido (y qué aprendizajes le falta consolidar
para adquirir mejores habilidades matemáticas), es probable que este comportamiento
deplorable aparezca.
El tipo de evaluación que le proponemos aquí es distinto: las evaluaciones de entrada
o salida que le sugerimos no necesitan tener calificaciones: sirven únicamente como
indicadores de qué aspectos de un tema se han consolidado adecuadamente, y de
cuáles aspectos requieren reforzarse antes de proseguir con el tema. Si se le indica al
estudiante cuál es el objetivo de este tipo de evaluación, el nivel de estrés que este
experimentará será menor, y aumentará su disposición a retarse a sí mismo y
descubrir cuánto ha aprendido, favoreciendo su propio proceso de aprendizaje.

6. Aplicaciones en otros cursos


Además de aplicaciones en el área de Matemáticas, Oráculo Matemágico puede ser
usado con ingenio en otros cursos de la malla curricular. Dado lo atractivo que resulta
con los estudiantes, puede servir como un recurso motivacional en esos cursos,
potenciando los procesos de enseñanza-aprendizaje, y dinamizando las clases. Aquí
hacemos unas pequeñas sugerencias para Historia, Lenguaje y Arte.

Historia
Oráculo Matemágico hace referencia a cinco matemáticos importantes de la historia:
Hipatia de Alejandría, Liu Hui, Leonardo Fibonacci, Sofia Kovalévskaya y Alan Turing.
Una actividad interesante podría ser pedir a los estudiantes que investiguen acerca de
estos matemáticos, y expongan sus hallazgos ante el resto de sus compañeros. Luego

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de esto, pueden realizarse actividades interesantes para potenciar el pensamiento
histórico de los estudiantes: por ejemplo, puede pedirse a los estudiantes que
investiguen acerca de la época histórica y la cultura de cada uno de los matemáticos, y
para ello pueden sugerirse las siguientes preguntas: de qué época fueron estos
personajes, en qué parte del mundo vivieron, cómo era la cultura de su región, cómo
era el estilo de vida en esa época, cuáles eran los medios de comunicación que había,
cómo vestían las personas, qué inventos habían y cuáles no, cuáles eran las creencias
de la época, etc.

Lenguaje
Oráculo Matemágico sugiere toda una historia para cada uno de los personajes de su
juego. Asimismo, el estudiante interpreta también un personaje, que debe enfrentarse
contra varios de estos personajes. Así, las posibilidades para echar a volar la
imaginación son infinitas, lo cual puede aprovecharse para explotar los recursos de
lectura y escritura de nuestros estudiantes. Un medio para ello es pedirles que
redacten una historia haciendo uso de uno, varios o todos los personajes de Oráculo
Matemágico. Esto puede hacerse pidiéndoles una tarea corta para una semana, o
incluso puede formar parte de un proyecto de largo plazo (digamos, por ejemplo, todo
un bimestre), donde deben crear una historia un poco más larga, realizando entregas
semanales hasta que acaben su historia. Aún más, puede emparejarse a los
estudiantes, para que cada compañero deba leer las entregas del otro y corregir los
errores de ortografía y redacción, luego de lo cual pueden discutir esas correcciones
entre ambos.

Arte
Ya la propuesta anterior de Lenguaje abordaba temas de arte, pero aquí podemos
hacer una propuesta adicional relacionada al dibujo y pintura: los estudiantes pueden
realizar copias de algunos de los personajes que aparecen en Oráculo Matemágico, o
pueden crear sus propios personajes y dibujarlos.

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