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MARIANA M. OTAROLA(*)
I - INTRODUCCIÓN
En el verano de 2014, con posterioridad a la sanción de la ley 26773 (BO: 26/10/2012) y antes de que
esta se reglamentara a través del decreto 472/2014 (BO: 11/4/2014), se sancionó el decreto 49/2014, el que
agregó tres nuevas patologías al listado de enfermedades profesionales contenido en el decreto 658/1996 (BO:
27/6/1996). Este trabajo explicará por qué dicha incorporación, si bien fue de trascendencia, luego de su
pormenorizado análisis, se extrae que se quedó a medio camino, contrariamente a lo que parecía ser.
II - ANTECEDENTES DE LA NORMA
Antes de iniciar el examen de las incorporaciones al listado de enfermedades a través del decreto 49/2014,
cabe mencionar la originaria ley 24557 (BO: 4/10/1995), más precisamente su artículo 6, el que trata de las
contingencias. Su inciso 2) refiere a las enfermedades profesionales, las que no se encuentran definidas, ni
conceptualizadas, sino que solo la norma efectúa una remisión: “Se consideran enfermedades profesionales
aquellas que se encuentran incluidas en el listado de enfermedades profesionales que elaborará y revisará el
Poder Ejecutivo anualmente, conforme al procedimiento del artículo 40, apartado 3, de esta ley. El listado
identificará agente de riesgo, cuadros clínicos y actividades, en capacidad de determinar por sí la enfermedad
profesional”.
El listado de enfermedades se halla en el decreto 658/1996, el que debía, según la letra original, revisarse
anualmente. Revisión que no contó con la periodicidad que indicaba la norma.
Es por ello que a través del decreto 1278/2000 (BO: 3/1/2001) se modificó el inciso 2) del artículo 6 de la
ley 24557 en relación con, en lo que aquí interesa, la revisión anual del listado por el Poder Ejecutivo Nacional.
Ahora bien, hasta nuestros días, solo dos decretos ensancharon el listado de enfermedades profesionales.
El primero fue el decreto 1167/2003 (BO: 3/12/2003), el cual incorporó dos enfermedades: Hantavirus y Mal
de Chagas (Trypanosoma cruzi).
El segundo, con once años de distancia, fue el decreto en análisis, Nº 49/2014, el que incluyó la hernia
inguinal, las várices y la hernia discal.
Nótese que las patologías incorporadas son las enfermedades más reclamadas para quienes observan -
como la suscripta- reclamos a diario dentro del sistema.
Dichos problemas en la salud estaban por fuera del listado, por lo que quienes eran portadores de tales
enfermedades debían o reclamar con fundamento en el derecho común(1) o enlistar las mismas a través de un
reclamo judicial pidiendo la inconstitucionalidad del trámite por las Comisiones Médicas y del artículo 6.2.b, ley
24557, que legisla el modo en que debe llevarse a cabo el enlistamiento de una enfermedad profesional.
La incorporación de estas tres enfermedades fue celebrada en su oportunidad por los especialistas del
tema. Pero leyendo la letra chica y haciendo una interpretación de esta, tanto médica como legal, adelanto a
decir que dichas incorporaciones fueron solo para la tapa de los diarios. Esto debe quedar claro a los
operadores del derecho laboral, ya que no cualquier hernia inguinal, ni dolencia varicosa, ni problema
columnario forman parte del listado de enfermedades profesionales de la ley 24557, como se verá a
continuación.
El decreto indica que los valores límites de las tareas habituales en relación con el peso y tiempo de
ejecución durante la jornada laboral son los referidos en las tablas 1, 2 y 3 del Anexo I de la resolución
(MTESS) 295/2003.
Asimismo, ordenó a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo dictar las normas complementarias
tendientes a definir los valores límites de las tareas habituales en relación con el peso y tiempo de ejecución
para aquellos movimientos (traslado, empuje o arrastre de objetos pesados) no contemplados en la resolución
citada.
Es así que la resolución (SRT) 886/2015 unificó los criterios para la prevención de las enfermedades
profesionales relacionadas con los trastornos musculoesqueléticos, hernias inguinales directas, mixtas y
crurales, hernia discal lumbosacra con o sin compromiso radicular que afecte a un solo segmento columnario y
várices primitivas bilaterales desde una metodología de abordaje de origen multicausal.
De tal modo incorporó el uso de un protocolo estandarizado para facilitar la evaluación de los factores de
riesgo, el estudio ergonómico y la identificación de las medidas correctivas y preventivas, conformado por
cuatro planillas a los fines de: a) identificar factores de riesgo; b) evaluar inicialmente los factores de riesgo; c)
identificar las medidas preventivas generales y específicas; d) efectuar un seguimiento de las medidas
correctivas y preventivas.
Por su parte el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social dictó la resolución 3345/2015 sobre
cargas máximas.
Tampoco puede dejarse de lado que en el artículo 3, decreto 49/2014, a fin amalgamar lentamente las
nuevas enfermedades, se ordenó que “el costo de las prestaciones otorgadas por enfermedades que se
incluyan a partir de la fecha de vigencia de la presente incorporación en el listado previsto en el artículo 6,
apartado 2.a), de la ley 24557 serán abonadas por el Fondo Fiduciario de Enfermedades Profesionales
[conforme art. 2, inc. c), D. 590/1997 y su reforma por D. 1278/2000]; en un ciento por ciento el primer año y
un cincuenta por ciento el segundo año, a contar desde su inclusión en el Listado de Enfermedades
Profesionales. A partir del tercer año, las prestaciones estarán íntegramente a cargo de las aseguradoras de
riesgos del trabajo”.
Por lo que, ya en estos días, las aseguradoras de riesgos estarían haciéndose cargo de los pagos en su
integralidad de las prestaciones médicas y dinerarias.
VI - CONCLUSIONES
En síntesis, no podemos decir que todos los casos de hernias inguinales, patologías columnarias y várices
han sido incluidos en el año 2014. Sino que, para que cada patología se coteje con el listado de las
enfermedades del sistema, deberán darse varios requisitos y, en caso de que uno falle la enfermedad deberá
reclamarse por otro medio (lo que acarrea un plus probatorio) y no por el administrativo.
Como se advierte, lo que se ha incluido a través del decreto 49/2014 en la mayoría de los casos no es lo
usual, sino que se han quedado afuera las hernias cervicales, la afección a las vértebras L4-L5 y las hernias
indirectas.
Ante un caso de enfermedad profesional, entonces, se aconseja verificar de qué patología estamos
hablando, cotejarla con el listado y verificar que todos los extremos que solicita el decreto estén dados, si no,
se deberá “enlistar” de modo administrativo o judicial.
Hay avances legislativos, pero a paso lento. La normativa internacional contempla conceptos amplios y
conviene con los países la posibilidad de emplear políticas de seguridad en el trabajo y Argentina no puede
hacer caso omiso porque ha ratificado los convenios de la OIT sobre el tema. Pero hasta hoy no ha modificado
el listado ni el concepto de enfermedad profesional.
Asimismo, se deberá seguir aguardando que las patologías mentales cuyo agente de riesgo sea el
ambiente hostil de trabajo y el consecuente estrés laboral sean contempladas por la legislación y de tal modo
resguardar aún más al trabajador, de tener las intenciones, desde todos sus frentes.
Notas:
(*) Abogada relatora de la Cámara de Apelación en lo Laboral de Rosario, Sala II. Especialista en Derecho del Trabajo,
UNR
(1) “Silva, Facundo c/Unilever de Argentina SA” - CSJN - 18/12/2007 - Cita digital IUSJU064466B
(2) Duque Ramírez, Luis Guillermo y Rubio Vanegas, Humberto: “Semiología médica integral” - 1ª ed. - Editorial
Universidad de Antioquia - 2006 - Consultado el 9/2/2018
(3) Chávez Tapia, Norberto C.; Ornelas Arroyo, Sofía y Uribe, Misael: “Apuntes de gastroenterología” - 1ª ed. - 2015 -
Consultado el 9/2/2018
(4) Herrera Fernandez, Fernando (Coord.): “Cirugía. Manual de mapas conceptuales” - El Manual Moderno -
Universidad de Sonora - México - 2013 - Consultado el 9/2/2018
(5) Crovari Eulufi, Fernando (Ed.) y Manzor Veliz, Manuel (Coed.): “Manual de patología quirúrgica” - Facultad de
Medicina - Ediciones Universidad Católica de Chile - 2014 - Consultado el 10/2/2018
(6) www.enciclopediasalud.com/definiciones/varices (consultado el 10/2/2018)
(7) www.doctissimo.com/ar/salud/diccionario-medico/varice (consultado el 10/2/2018)
(8) “Aguilera, Irma E. c/Denhoff, Teovaldo s/indemnización” - CAL Rosario - Sala II - 1/4/2008
(9) “Paglialunga, Norberto c/Asociart ART SA s/cobro de pesos” - CAL Rosario - Sala II - 21/4/2016
(10) www.fisioterapia-online.com (consultado el 11/2/2018)
(11) www.spine-health.com (consultado el 11/2/2018)
(12) Schick, Horacio: “Las enfermedades laborales y la reparación extrasistémica en el contexto de vigencia de la ley
26773”
(13) López Rosetti, Daniel: “Estrés: epidemia del siglo XXI. Cómo entenderlo, entenderse y vencerlo” - Ed. Lumen - 3ª
ed., cit. por Schick, Horacio: “Mobbing, discriminación y hostigamiento como causante de enfermedad laboral
extrasistémica y justificante de injuria laboral” - DT - enero/2014 - 147