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Conalep poza rica 177

Módulo: filosofía.

Prof. Miguel ángel zumaya Román

Víctor rodríguez badillo

Grupo 6105; telecomunicaciones

Actividad de evaluación 3.1.1: elabora un ensayo de las ideas


principales de la filosofía moderna considerando los
planteamientos de descartes, Kant, Hegel Locke y hume.

Observaciones:

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Índice

Pág 3: Introducción.

Pág 4: Desarrollo del tema: Identificación de ideas principales.

5: Método cartesiano y reglas para el conocimiento.

6: Sustancia y realidad en Descartes.

8: Límites y condiciones del conocimiento.

9: Formación de las ideas y los principios del conocimiento.

11: Condiciones y límites del conocimiento en Kant.

12: La dialéctica

Pág 13: Conclusión.

Pág 14: Bibliografía.

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Introducción.

En el presente documento, describiré las ideas principales de la filosofía moderna,


considerando los planteamientos de filósofos como Descartes, Kant, Hegel, Locke y Hume.

Explicaré también al entendimiento y la sensibilidad como principios del conocimiento,


conociendo así un par de conceptos nuevos y a relación que puede haber entre éstos.
Abarcando el concepto de conocimiento, observaremos también cómo es que cada uno de
los autores anteriores aborda el problema del conocimiento, a partir de varios métodos.

Uno de esos métodos a investigar será el método cartesiano y las reglas para el
conocimiento, también observaremos la sustancia y realidad en Descartes. En base a Locke,
conoceremos acerca de los límites y las condiciones del conocimiento, por otro lado y según
Hume leeremos acerca de la formación de las ideas y los principios del conocimiento,
también las condiciones y límites del conocimiento según Kant. En Hegel, observaremos la
dialéctica, su realidad y método según este filósofo.

Por último, expresaré una crítica ante cada uno de los puntos anteriores, una vez que los
hayamos analizado.

El propósito de este texto es brindar conocimientos acerca de las principales ideas de la


filosofía moderna y los métodos, además de las opiniones sustentadas por los filósofos
modernos, mencionados anteriormente, para que, posteriormente podamos expresar una
opinión crítica y reflexiva acerca de la filosofía de nuestros tiempos y el cómo han
evolucionado desde los tiempos socráticos hasta nuestros días. Sustentando así una
posición propia y personal antes cada uno de los temas que trataremos a continuación.

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Identificación de ideas principales.

Primeramente, expresaremos al entendimiento y la sensibilidad como los principios del


conocimiento, no existe una única definición de conocimiento, sin embargo existen muchas
perspectivas desde las que se puede considerar el conocimiento, siendo la consideración de
su función y fundamento, un problema histórico de la reflexión filosófica y de la ciencia. La
rama de la filosofía que estudia el conocimiento es la epistemología o teoría del
conocimiento. La teoría del conocimiento estudia las posibles formas de relación entre el
sujeto y el objeto. Se trata por lo tanto del estudio de la función del entendimiento propia de
la persona.

Ahora deberemos entender los significados de entendimiento y sensibilidad por separado, el


entendimiento se considera como la facultad de pensar mientras que la sensibilidad puede
entenderse de diferentes maneras, entre las que destacamos a la sensibilidad como la
facultad de sentir, o algunos de sus sinónimos en otro aspecto, sería el ser empático y
humano.

¿Cómo podemos decir que el entendimiento y la sensibilidad son principios del


conocimiento?, analicemos esto, el conocimiento, como leímos al inicio se dice que existen
muchas perspectivas para definir este concepto, por lo que, desde la mía, he de mencionar al
conocimiento como el conjunto de ideas e información tanto empírica como científica
añadidas a nosotros a lo largo de nuestra existencia, el entendimiento entonces, lo considero
como la facultad para aprender toda esa información que a nosotros llega, por otro lado la
sensibilidad se define como el principio del conocimiento que nos hace actuar en base a lo
que hemos aprendido.

A continuación, analizaremos cómo es que cada uno de los autores observa el problema del
conocimiento.

El método cartesiano también conocido como el discurso del método es aquel que consiste
en la aplicación de una duda metódica, es decir que se trata de dudar sobre toda o cualquier
verdad que es exhibida frente a nuestros sentidos para así lograr reconocer las verdades que
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toleran la duda metódica, las cuales son aquellas verdades mayores sobre las que debe
erigirse una idea de la realidad. Y de esta manera es que funciona el método cartesiano
fomentando o impulsando la duda que yace en cada una de las realidades sensibles por
hacer prueba de la inconsciencia de todos los sentidos del individuo. Y al ocurrir esto, el
dudar de todas esas realidades sensibles, solo se mantienen en pie todas aquellas
realidades internas geométricas y matemáticas.

Este método puede aplicarse a diferentes temas o cuestiones, y solo posee cuatro reglas
importantes, que son:

1. Regla de la evidencia, no se admite nada como verdadero a menos que sea evidente.

2. Regla del análisis, dividir en diferentes partes el problema, para resolver más fácilmente
aquello que se está estudiando

3. Regla de la síntesis, una vez que se estudian todas las partes, se hace una síntesis, una
puesta en común de todo lo que hemos obtenido estudiando las diferentes partes.

4. Regla de las comprobaciones, al terminar la síntesis, enumerar todo y revisarlo por si se


omite algo.

Sustancia y realidad en Descartes.

Descartes descubre una verdad: “pienso, luego existo”, criterio de toda verdad futura.
Deduce de ella las demás ideas claras y distintas, que son “innatas”, y no son “adventicias”,
ni “ficticias”. Estas ideas son: la idea de Yo pensante, la idea de Ser Perfecto y la idea de
Extensión.

A éstas tres ideas las llama “sustancias” : “una cosa que existe y que no requiere más que de
sí misma para existir” (referida a Dios). Descartes piensa que se debe aplicar de forma
análoga: primero a Dios y después a las criaturas.

Lo que conocemos son atributos de las sustancias, con lo cual a cada sustancia le
corresponde un atributo principal, que identificó luego con la sustancia misma: a la “res
cogitans” el pensamiento, a la “res infinita” la perfección, u a la “res extensa” la extensión.

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Descartes ha descubierto un criterio de verdad, pero tal criterio no se puede aplicar
directamente, porque puede haber un dios que me engañe acerca de mis propias evidencias.
Por tanto tiene que recurrir y probar la existencia de un Ser Perfecto y Veraz que me
garantice la correspondencia entre mis ideas y su existencia real. En las tres pruebas se
parte de la Idea de Dios como un ser perfecto.

a) Yo tengo la idea de Dios como ser perfecto, pero yo soy finito; y como lo más no puede
provenir de lo menos, sólo una sustancia infinita puede ser la causa de la idea de ser infinito
que hay en mí.

b) La segunda prueba

c) La tercera prueba, “argumento ontológico”. Tengo la idea de un ser sumamente perfecto.


Su existencia es inseparable de su esencia, como es inseparable de la esencia de un
triángulo el cual la suma de sus tres ángulos sea igual a dos rectos.

Según Descartes, si yo soy una sustancia “cuya naturaleza toda es pensar” y si el cuerpo no
piensa, parece seguirse que puede concebir el pensamiento como distinto e independiente
del cuerpo.

Esta independencia plantea a Descartes el problema de la comunicación de las sustancias.


Pero como quiera que haya una relación entre ellos, Descartes encontró un punto de
interacción en la glándula pineal situada en el cerebro.

La única idea clara y distinta que compete a los cuerpos es la de extensión, es decir, la de
tener figura, número, cantidad y partes componentes.

Los cuerpos humanos no se diferencian de los animales, no tienen alma, son autómatas,
combinaciones de partes extensas en movimiento.

La idea de reducir los cuerpos a la cualidad de la extensión tiene algunas consecuencias en


la física y no sólo en la fisiología o en la psicología cartesianas. Descartes da por primera vez
una definición rigurosa y explícita del principio de inercia. Por otra parte no admite la
existencia del vacío: El movimiento es siempre un desplazamiento local de partículas, se
mantiene constante a través de los choques e interrelaciones en el conjunto del universo.
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Pero la física de Descartes, aunque errónea, dio lugar a una mentalidad científico-filosófica,
el mecanicismo, que tendrá gran importancia en el desarrollo del pensamiento científico.

Los límites y las condiciones del conocimiento en Locke.

Locke coincide con Descartes en interponer la idea entre la mente y la cosa; dicho de otra
forma: el conocimiento es siempre conocimiento de ideas. Las ideas son el objeto de nuestro
conocimiento, su contenido mismo: todo lo que conocemos son ideas. Pero he aquí la
primera diferencia fundamental: todas las ideas que tenemos no puede provenir sino de mi
misma experiencia.

Partiendo de que todas nuestras ideas proceden de la experiencia, Locke se dedicó al


estudio de su génesis, intentando comprender los mecanismos a través de los cuales
pensamos. Por lo tanto el plantemiento es en cierta forma cartesiano, en cuanto a que trata
sobre ideas, pero, al mismo tiempo, se aleja de la postura de Descartes, al entrar en una
postura psicologista acerca de los contenidos mismos del pensamiento.

Toda idea procede de la experiencia, tiene en ella su origen y fundamento. Pero las ideas se
pueden originar de dos formas distintas: bien por sensación (a través de la experiencia
directa de los sentidos: surgen así ideas tales como "rojo" o "calor"), o bien por la reflexión
posterior que hacemos sobre lo que captamos directamente a través de los sentidos. De esta
forma llegamos a las ideas más elaboradas, y al observar las operaciones de nuestra mente
sobre las ideas de sensación podemos llegar a plantearnos cuestiones sobre la "duda" o el
mismo "pensamiento".

Ahora bien, hasta las ideas que podamos considerar como más abstractas tienen que
provenir en última instancia de la experiencia. El objetivo de la filosofía consiste en
establecer la génesis, la naturaleza y el valor mismo del conocimiento humano. Y para ello
tenemos que estudiar al sujero que piensa, pero centrándonos en sus capacidades y, por lo
tanto, en sus propias limitaciones. La filosofía de Descartes es un claro ejemplo del
absolutismo de la Razón, que todo lo puede (o al menos eso pretende: incluso demostrar que
Dios existe). La filosofía empirista de Locke es mucho más modesta, pues se centra en la
función de la mente, en su ejercicio y resultados.

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La formación de las ideas y los principios del conocimiento en Hume.

Es evidente que hay un principio de conexión entre los distintos pensamientos o ideas de la
mente y que, al presentarse a la memoria o a la imaginación, unos introducen a otros con un
cierto grado de orden y regularidad.

La capacidad de la mente para combinar ideas parece ilimitada, nos dice Hume. Pero por
poco que nos hayamos detenido a reflexionar sobre la forma en que se produce esta
combinación de ideas podremos observar cómo "incluso en nuestras más locas y errantes
fantasías, incluso en nuestros mismos sueños", esa asociación se produce siempre
siguiendo determinadas leyes: la de semejanza, la de contigüidad en el tiempo o en el
espacio, y la de causa o efecto.

Cuando la mente se remonta de los objetos representados en una pintura al original, lo hace
siguiendo la ley de semejanza. Si alguien menciona una habitación de un edificio difícilmente
podremos evitar que nuestra mente se pregunte por, o se represente, las habitaciones
contiguas; del mismo modo, el relato de un acontecimiento pasado nos llevará a
preguntarnos por otros acontecimientos de la época; en ambos casos está actuando la ley de
asociación por contigüidad: en el espacio, el primer caso; y en el tiempo, en el segundo caso.
El caso de pensar en un accidente difícilmente podremos evitar que venga nuestra mente la
pregunta por la causa, o por las consecuencias del mismo, actuando en este caso la ley de la
causa y el efecto.

Según Hume, pues, son estas tres leyes las únicas que permiten explicar la asociación de
ideas, de tal modo que todas las creaciones de la imaginación, por delirantes que puedan
parecernos, y las sencillas o profundas elaboraciones intelectuales, por razonables que sean,
les están inevitablemente sometidas

Tanto en el Tratado como en la "Investigación sobre el entendimiento humano" Hume


comienza la presentación de su filosofía con el análisis de los contenidos mentales. A
diferencia de Descartes, para quien todos los contenidos mentales eran "ideas", Hume
encuentra dos tipos distintos de contenidos: las impresiones y las ideas. La diferencia que
existe entre ambas es simplemente la intensidad o vivacidad con que las percibimos, siendo
las impresiones contenidos mentales más intensos y las ideas contenidos mentales menos
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intensos. Además, la relación que existe entre las impresiones y las ideas es la misma que la
del original a la copia: "o, para expresarme en un lenguaje filosófico, todas nuestras ideas, o
percepciones más endebles, son copias de nuestras impresiones o percepciones más
intensas". Es decir, las ideas derivan de las impresiones; las impresiones son, pues, los
elementos originarios del conocimiento; de esta relación entre las impresiones y las ideas
extraerá Hume el criterio de verdad: una proposición será verdadera si las ideas que contiene
corresponden a alguna impresión; y falsa sino hay tal correspondencia.

Por tanto, si albergamos la sospecha de que un término filosófico se emplea sin significado o
idea alguna (como ocurre con demasiada frecuencia), no tenemos más que preguntarnos de
qué impresión se deriva la supuesta idea, y si es imposible asignarle una; esto serviría para
confirmar nuestra sospecha.

Las impresiones, por su parte, puede ser de dos tipos: de sensación, y de reflexión. Las
impresiones de sensación, cuya causa es desconocida, las atribuimos a la acción de los
sentidos, y son las que percibimos cuando decimos que vemos, oímos, sentimos, etc; las
impresiones de reflexión son aquellas que van asociadas a la percepción de una idea, como
cuando sentimos aversión ante la idea de frío, y casos similares. Además, las impresiones
pueden clasificarse también como simples o complejas; una impresión simple sería la
percepción de un color, por ejemplo; una impresión compleja, la percepción de una ciudad.

Las condiciones y límites del conocimiento según Kant.

Si la necesidad y universalidad de nuestros conocimientos no puede proceder de la


experiencia, el conocimiento no podrá explicarse como una adecuación del espíritu, del
sujeto, a los objetos, tal como habían supuesto los filósofos hasta entonces. Por el contrario,
hemos de suponer que son los objetos quienes tienen que adecuarse a nuestro
conocimiento. En esta inversión del papel que juegan el sujeto y el objeto en el conocimiento
radica la llamada "revolución copernicana" de Kant . El entendimiento no es una facultad
pasiva, que se limite a recoger los datos procedentes de los objetos, sino que es pura
actividad, configuradora de la realidad.

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Se ha supuesto hasta ahora que todo nuestro conocer debe regirse por los objetos. Sin
embargo, todos los intentos realizados bajo tal supuesto con vistas a establecer a priori,
mediante conceptos, algo sobre dichos objetos -algo que ampliara nuestro conocimiento-
desembocaban en el fracaso. Intentemos, pues, por una vez, si no adelantaremos más en las
tareas de la metafísica suponiendo que los objetos deben conformarse a nuestro
conocimiento, cosa que concuerda ya mejor con la deseada posibilidad de un conocimiento a
priori de dichos objetos, un conocimiento que pretende establecer algo sobre éstos antes de
que nos sean dados. Ocurre aquí como con los primeros pensamientos de Copérnico. Este,
viendo que no conseguía explicar los movimientos celestes si aceptaba que todo el ejército
de estrellas giraba alrededor del espectador, probó si no obtendría mejores resultados
haciendo girar al espectador y dejando las estrellas en reposo.

Si el entendimiento está sometido a ciertas categorías que determinan a los objetos,


entonces podemos saber a priori que no ocurrirá nada en el campo de la experiencia humana
que no esté sometido a tales categorías. En consecuencia, el sujeto adquiere un papel
configurador de la realidad, en lugar de ser el mero receptor pasivo de una supuesta realidad
objetiva a la que se debe someter.

¿Cuáles son las condiciones que posibilitan la determinación de los objetos por el sujeto?
Kant las estudiará en la Estética Trascendental y en la Analítica Trascendental.

La dialéctica: realidad y método en Hegel.

Nos proponemos en estas pocas páginas trazar las líneas maestras del sistema hegeliano en
torno a los conceptos de realidad y dialéctica, esenciales para comprender su filosofía del
espíritu y su visión de la historia, que suponen la culminación de su sistema o idealismo
absoluto. También suponen la culminación de la metafísica racionalista moderna.

La filosofía de Hegel es rica y compleja y, desde luego, una de las más difíciles. Sin
embargo, toda ella puede resumirse en estas tres líneas esenciales:

1ª) La realidad en cuanto tal es espíritu infinito.

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2ª) La realidad es dialéctica. La estructura o la vida misma del espíritu (y por tanto
el procedimiento a través del cual se desarrolla el saber filosófico) es la dialéctica.

3ª) El rasgo peculiar de esta dialéctica, que la diferencia de todas las anteriores, es
lo que Hegel denominó con el término técnico de elemento especulativo, auténtica clave de
nuestro filósofo.

La comprensión plena de estos tres puntos requeriría un conocimiento del


desarrollo del sistema hegeliano hasta su culminación; es decir, recorrer todo el camino hasta
el final (y, por tanto, las tres partes de su filosofía: Lógica, Filosofía de la naturaleza y
Filosofía del espíritu). Pues, como dice el propio Hegel, en filosofía no hay atajos que acorten
el camino. Aquí queremos aludir, sobre todo y en primer lugar, a la concepción dialéctica de
la realidad que tiene Hegel para referirnos luego, en un segundo apartado, a las líneas
maestras de su teoría (igualmente dialéctica) del conocimiento. Dicho con brevedad, la lógica
se ocupa de pensar el ser (el absoluto) tal como es en sí mismo. La filosofía de la naturaleza
lo considera en su exteriorización o manifestación física (alienación del absoluto), esto es, el
ser fuera de sí. Por último, la filosofía del espíritu nos muestra el retorno del espíritu a sí
mismo, la plena toma de conciencia del espíritu con respecto a sí mismo: el ser en sí y para

Adopción de una postura personal ante las distintas concepciones.

Ahora es momento de expresar un juicio personal, como podemos observar, el tema del
“Conocimiento” es muy debatido entre todos los anteriores filósofos modernos, estableciendo
diferentes métodos de entendimiento o basándose en otros conceptos para establecer
principios o reglas para entender el conocimiento.

En mi opinión, he de decir que algunos de éstos son muy revueltos y casi inservibles o al
menos desde mi perspectiva, porque se establecen tantos conceptos o teoremas para
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entender algo que al final resulta ser demasiado simple, algo que sí funcionó, por ejemplo es
Kant con sus dos conceptos (entendimiento y sensibilidad) para entender el concepto de
conocimiento o las reglas establecidas por Locke para lo mismo.

Cabe mencionar también que muchos otro autores y filósofos antes también habían intentado
lo mismo o formado algo igual para el entendimiento de lo mismo, y señalo que los que se
basaron en esos pensamientos Platónicos o de Aristóteles hicieron una buena contribución a
lo que estos filósofos habían ya plateado, dejando así más en claro lo que ellos desde un
principio querían lograr.

Conclusión

A partir del texto anterior y el análisis de cada tema, me he formado también un concepto
propio y he llegado a entender el porqué de algunas cosas, analizándolas desde las
diferentes perspectivas como varios de los filósofos modernos anteriores mencionaron.

Mi concepción de conocimiento es ahora:

Conjunto de ideas e información tanto empírica como científica añadidas a nosotros a lo


largo de nuestra existencia.
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Por otro lado, menciono que el hecho de haber escrito este ensayo me ha brindado muchos,
diferentes y nuevos conocimientos, que espero que todo aquel que lea este documento los
adquiera también, o bien se forme sus propios conceptos, porque al final es uno de los
objetivo de actividades como ésta.

En conclusión, he de mencionar que el concepto de conocimiento es algo que tiene


muchísimas explicaciones así como también diferentes conceptos dependiendo de quién lo
analice y desde qué punto de vista lo haga, por lo que es difícil que más de alguno llegue a
concordar con otro o bien, lo entienda de manera correcta, aunque para ellos existen los
modelos y/o conceptos que se han formado a lo largo de los años y tras muchas
investigaciones, para poder comprender el concepto antes mencionado.

Bibliografía.

http://www.buenastareas.com/ensayos/Los-Limites-Del-Conocimiento/417687.html

http://e-
ducativa.catedu.es/44700165/aula/archivos/repositorio/3750/3991/html/21_la_teora_del_cono
cimiento_en_locke.html

http://html.rincondelvago.com/teoria-del-conocimiento-en-hume.html

http://www.webdianoia.com/moderna/hume/hume_conoc.htm

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http://www.filosofia.net/materiales/sofiafilia/hf/soff_9_1b.html

http://www.webdianoia.com/moderna/kant/kant_fil_conoc.htm

http://www.luventicus.org/articulos/03U012/kant.html

http://boehmiano.blogia.com/2012/041901-realidad-y-dialectica-en-hegel.php

http://boehmiano.blogia.com/2012/041901-realidad-y-dialectica-en-hegel.php

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