Está en la página 1de 49

CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

SUSCITADA ENTRE EL TERCER Y


CUARTO TRIBUNALES COLEGIADOS
AMBOS EN MATERIA CIVIL DEL
SEGUNDO CIRCUITO.

PONENTE: MINISTRO JUAN N. SILVA MEZA.


SECRETARIO: MANUEL GONZÁLEZ DÍAZ.

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día
quince de octubre de dos mil ocho.

V I S T O S; y,
R E S U L T A N D O:
COTEJADO.
PRIMERO. Mediante el oficio 60/2008, de catorce de mayo
de dos mil ocho, dirigido al Ministro Presidente de la Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, recibido en la
Oficina de Certificación Judicial y Correspondencia de este Alto
Tribunal, el veintitrés de mayo del propio año, y en la Secretaría
de Acuerdos de la Primera Sala el treinta de mayo de la aludida
anualidad, el Magistrado Presidente del Tercer Tribunal Colegiado
en Materia Civil del Segundo Circuito denunció la posible
contradicción de criterios, entre el sustentado por tal órgano
colegiado el veintinueve de abril de dos mil ocho, al resolver el
amparo directo 199/2008, en el cual sostuvo que para el ejercicio
de la acción plenaria de posesión, si el actor exhibe un contrato
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

privado, es menester que acredite que el justo título para poseer,


utilizado como base de la acción, es de fecha cierta.

En concepto del referido Tribunal Colegiado de Circuito


denunciante, su criterio era contrario al sustentado por el Cuarto
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, en la
ejecutoria de veintinueve de noviembre de dos mil cuatro, al
resolver el amparo directo 811/2004, el cual emitió la tesis del
siguiente rubro: “ACCIÓN PLENARIA DE POSESIÓN. PARA SU
PROCEDENCIA NO ES NECESARIO QUE EL JUSTO TÍTULO
SEA DE FECHA CIERTA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
MÉXICO)”.

SEGUNDO. En el acuerdo de cuatro de junio de dos mil


ocho, el Presidente de esta Primera Sala admitió a trámite la
referida denuncia de criterios, ordenó formar y registrar el
expediente relativo a la posible contradicción de tesis, bajo el
número 73/2008-PS, y dispuso que se girara oficio al Presidente
del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo
Circuito, a efecto de que remitiera el expediente del amparo
directo 811/2004, o copia certificada de la ejecutoria respectiva,
así como de los asuntos en los que haya sustentado un criterio
similar y que informara a la Primera Sala si en alguna ejecutoria
posterior se apartó del citado criterio.

Asimismo, solicitó al Presidente del Tercer Tribunal


Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, para que
remitiera los asuntos más recientes en los que hubiera emitido un
criterio similar al sustentado en el amparo directo 199/2008.

2
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

TERCERO. Una vez recibidas las copias certificadas de las


referidas sentencias, así como la información solicitada a los
indicados Tribunales Colegiados de Circuito, en proveído de
dieciocho de agosto de dos mil ocho el Ministro Presidente de la
Primera Sala consideró que estaba integrado el presente asunto,
y ordenó dar vista con los autos del expediente de denuncia de
contradicción de tesis, al titular de la Procuraduría General de la
República, para que dentro del plazo de treinta días expusiera su
parecer, si así lo estimare conveniente.

En el propio acuerdo ordenó turnar los autos a la ponencia


del señor Ministro Juan N. Silva Meza, para su estudio y para que
en su oportunidad diera cuenta con el proyecto de resolución que
correspondiera.

La agente del Ministerio Público de la Federación designada


para intervenir en este asunto formuló pedimento en el sentido de
que sí existe la contradicción de tesis denunciada, y que debe
prevalecer el criterio relativo a que “para que proceda la acción
plenaria de posesión es necesario que el justo título sea de
fecha cierta”.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación es legalmente competente para conocer del
presente asunto, de conformidad con lo dispuesto en los artículos
107, fracción XIII, de la Constitución Federal; 197-A, de la Ley de
Amparo; y 21, fracción VIII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial

3
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

de la Federación, en relación con los puntos Segundo y Cuarto


del Acuerdo General Plenario 5/2001, publicado en el Diario
Oficial de la Federación el veintinueve de junio de dos mil uno, ya
que se trata de una denuncia sobre una posible contradicción de
criterios de Tribunales Colegiados de Circuito, en asuntos de
naturaleza civil, de la competencia de esta Primera Sala.

SEGUNDO. La presente denuncia de contradicción de tesis


proviene de parte legítima, pues la realizó el Magistrado
Presidente del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Segundo Circuito, órgano jurisdiccional del que proviene uno de
los criterios en posible contradicción, con fundamento en lo
dispuesto por el párrafo primero del artículo 197-A de la Ley de
Amparo.

TERCERO. La postura del Cuarto Tribunal Colegiado en


Materia Civil del Segundo Circuito, contenida en la ejecutoria del
veintinueve de noviembre de dos mil cuatro, dictada en el amparo
directo 811/2004, derivó de las siguientes consideraciones:

Que por justo título debe entenderse el acto mediante el cual


legalmente se transfiere y se adquiere el dominio de una cosa,
por lo que es el título que legitima la detentación que se tiene de
un inmueble “sin tomar en cuenta el vicio o defecto (ignorado)
del que adolece el documento”, pues constituye la causa
legítima o de buena fe de la tenencia o posesión de la cosa.
Añadió que los posibles vicios que contenga el título no le restan
“la noción de lo justo”.

4
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

Por las citadas razones, el mencionado Tribunal Colegiado


juzgó que para que proceda la acción plenaria de posesión, en
términos del artículo 2.6 del Código de Procedimientos Civiles del
Estado de México, no es necesario que el título en que se
sustente sea de fecha cierta, sino que el juzgador debe
examinar si el documento exhibido por el actor como justo título,
es aquel que resulta suficiente para que se crea fundadamente
que se le transmitió el dominio del bien controvertido.

De dichas consideraciones derivó la tesis que a continuación


se transcribe:

Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: XXI, marzo de 2005
Tesis: II.4o.C.20 C
Página: 1057

“ACCIÓN PLENARIA DE POSESIÓN. PARA SU


PROCEDENCIA NO ES NECESARIO QUE EL JUSTO
TÍTULO SEA DE FECHA CIERTA (LEGISLACIÓN
DEL ESTADO DE MÉXICO). La acción publiciana es
una acción real que compete al poseedor civil de
una cosa contra el que la posee sin título o con
otro, pero de menor derecho, para que sea
restituida con sus frutos, accesiones y abonos de
menoscabos, estando sujeta dicha acción a que
quien la ejercite sea poseedor en derecho de la
cosa que reclama; que aquel contra quien se dirija,
carezca de derecho para retenerla o sea inferior al

5
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

de su denunciante, y que se acompañe el justo


título en que la acción se funde. En este orden de
ideas, es importante destacar que por justo título
debe entenderse como el que es o el que se cree
bastante para transferir el dominio; de ahí que la
noción de justo título comprenda dos supuestos: a)
Aquel que transmite el dominio y que, por tanto,
constituye un título de propiedad y b) Aquel que en
principio sería apto para trasmitir el dominio, pero
que debido a un vicio ignorado por el adquirente,
sólo le transmite la posesión; por tanto, el justo
título es el que legalmente basta para transferir el
dominio de la cosa, es decir, el que produce la
transmisión y adquisición del dominio, y constituye
la circunstancia que permite la entrega de la cosa
una vez que se declare que se tiene un mejor
derecho a poseer. Ahora bien, en el artículo 2.6 del
Código de Procedimientos Civiles del Estado de
México se establece que la acción plenaria de
posesión o publiciana compete al adquiriente con
justo título y de buena fe, para que se le restituya el
bien con sus frutos y accesiones en términos del
Código Civil del Estado de México, por lo que el
actor debe acreditar que tenía la posesión o la tenía
quien le transmitió el bien, aun cuando no se
hubiere consumado la usucapión; de ahí que esta
acción se dé contra el poseedor de mala fe, o que
teniendo título de igual calidad ha poseído por
menos tiempo que el actor. Lo anterior permite

6
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

considerar que para la procedencia de la acción


plenaria de posesión o publiciana, no es necesario
que el título basal sea de fecha cierta, sino que el
juzgador sólo debe examinar, como primer
elemento de la acción, si el documento exhibido
por el actor, como justo título, es aquel que resulta
suficiente para que su tenedor crea fundadamente
que se le transmitió el dominio del bien y decidir
quién tiene mejor derecho, con base en la
valoración de los títulos, adminiculados con los
demás elementos aportados”.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 811/2004. (**********). 29 de


noviembre de 2004. Unanimidad de votos. Ponente:
José Martínez Guzmán. Secretario: Francisco
Peñaloza Heras.

CUARTO. El criterio del Tercer Tribunal Colegiado en


Materia Civil del Segundo Circuito, se sustentó al resolver el
veintinueve de abril de dos mil ocho el amparo directo 199/2008,
en cuya ejecutoria consideró lo siguiente:

Que no cualquier documento privado es apto para demostrar


la propiedad o posesión de un bien, ya que para que surta efectos
contra terceros requiere la calidad de fecha cierta; y que para
que proceda la acción plenaria de posesión prevista en el
artículo 2.6 del Código Civil para el Estado de México, es
necesario el requisito de que los documentos exhibidos como
justo título para poseer (base de la acción) sean de fecha cierta.

7
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

Por último, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del


Segundo Circuito expresó que no compartía el criterio del Cuarto
Tribunal Colegiado en Materia Civil del mismo circuito “donde en
lo fundamental estima que el justo título para poseer no
requiere tener fecha cierta” y que debía denunciarse la posible
contradicción de tesis.

La parte considerativa de la ejecutoria del Tribunal


Colegiado de Circuito en cita, que guarda relación con la
posible contradicción de tesis, es la que a continuación se
transcribe:

“Así, debe reiterarse que la acción plenaria de


posesión ejercitada por la parte actora, prevista en
el artículo 2.6 del Código Civil vigente, requiere
para su procedencia el acreditamiento de los
siguientes elementos: 1. Que tiene justo título para
poseer; 2. Que es de buena fe. 3. Que el
demandado posee el bien a que se refiere el título;
y, 4. Que es mejor el derecho del actor para poseer
que el que alega el demandado.
(…)
En esa tesitura, el principio que sin duda
proporciona certidumbre respecto de la buena fe de
la operación es su fecha cierta, pues si bien es
cierto el asiento registral proporciona total
certidumbre sobre la fecha del documento, así
como la intervención de un fedatario público; la
doctrina y la jurisprudencia han reconocido

8
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

también que la fecha cierta tiene lugar cuando ante


un funcionario en razón de su oficio se ha
presentado el contrato respectivo, o cuando se
acredita el fallecimiento de alguno de los
contratantes que intervino en dicho negocio, o
cuando dicho documento es presentado ante el
Registro Público de la Propiedad.

Con base en lo anterior debe concluirse que no


cualquier documento privado es susceptible de
demostrar que se tiene la propiedad o posesión de
un bien, pues ciertamente para que surta efectos
contra terceros requiere la calidad de fecha cierta,
pues si cualquier documento privado pudiera servir
para ello, entonces se vería afectada la seguridad
jurídica de los terceros. Ello es así, porque en los
documentos privados existe cierta facilidad de
alterar los documentos y antefecharlos, con la
finalidad de obtener algún beneficio.
(…)
Derivado de la consideración anterior, relativa a
que para la procedencia de la acción plenaria de
posesión es requisito que el justo título sea de
fecha cierta, no pasa inadvertido para este Tribunal
Colegiado, que el Cuarto Tribunal Colegiado en
Materia Civil de este Circuito, emitió la tesis aislada
identificada con el número II.4o.C.20 C, que aparece
publicada en el Tomo XXI, de marzo de 2005,

9
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

página 1057, y registro número 179,141, del IUS del


rubro, texto y precedente siguientes:

‘ACCIÓN PLENARIA DE POSESIÓN. PARA SU


PROCEDENCIA NO ES NECESARIO QUE EL JUSTO
TÍTULO SEA DE FECHA CIERTA (LEGISLACIÓN
DEL ESTADO DE MÉXICO). La acción publiciana es
una acción real que compete al poseedor civil de
una cosa contra el que la posee sin título o con
otro, pero de menor derecho, para que sea
restituida con sus frutos, accesiones y abonos de
menoscabos, estando sujeta dicha acción a que
quien la ejercite sea poseedor en derecho de la
cosa que reclama; que aquel contra quien se dirija,
carezca de derecho para retenerla o sea inferior al
de su denunciante, y que se acompañe el justo
título en que la acción se funde. En este orden de
ideas, es importante destacar que por justo título
debe entenderse como el que es o el que se cree
bastante para transferir el dominio; de ahí que la
noción de justo título comprenda dos supuestos: a)
Aquel que transmite el dominio y que, por tanto,
constituye un título de propiedad y b) Aquel que en
principio sería apto para trasmitir el dominio, pero
que debido a un vicio ignorado por el adquirente,
sólo le transmite la posesión; por tanto, el justo
título es el que legalmente basta para transferir el
dominio de la cosa, es decir, el que produce la
transmisión y adquisición del dominio, y constituye

10
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

la circunstancia que permite la entrega de la cosa


una vez que se declare que se tiene un mejor
derecho a poseer. Ahora bien, en el artículo 2.6 del
Código de Procedimientos Civiles del Estado de
México se establece que la acción plenaria de
posesión o publiciana compete al adquiriente con
justo título y de buena fe, para que se le restituya el
bien con sus frutos y accesiones en términos del
Código Civil del Estado de México, por lo que el
actor debe acreditar que tenía la posesión o la tenía
quien le transmitió el bien, aun cuando no se
hubiere consumado la usucapión; de ahí que esta
acción se dé contra el poseedor de mala fe, o que
teniendo título de igual calidad ha poseído por
menos tiempo que el actor. Lo anterior permite
considerar que para la procedencia de la acción
plenaria de posesión o publiciana, no es necesario
que el título basal sea de fecha cierta, sino que el
juzgador sólo debe examinar, como primer
elemento de la acción, si el documento exhibido
por el actor, como justo título, es aquel que resulta
suficiente para que su tenedor crea fundadamente
que se le transmitió el dominio del bien y decidir
quién tiene mejor derecho, con base en la
valoración de los títulos, adminiculados con los
demás elementos aportados.’

Por ello, con relación con lo sustentado en la


presente ejecutoria, este Tercer Tribunal Colegiado,

11
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

no comparte el criterio sostenido por el Cuarto


Tribunal Colegiado en Materia Civil de este propio
Segundo Circuito, en la anterior tesis, donde en lo
fundamental estima que el justo título para poseer
no requiere tener fecha cierta.

En esa virtud, con fundamento en el artículo 197-A


de la Ley de Amparo, debe denunciarse la posible
contradicción de tesis por conducto del presidente
de este Tribunal Colegiado”.

QUINTO. Con el propósito de verificar si en el presente caso


existe contradicción entre los criterios sustentados por los
Tribunales Colegiados contendientes, que amerite ser resuelta
por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se tiene presente
el contenido de la jurisprudencia siguiente, del Pleno de este Alto
Tribunal:

Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: XIII, abril de 2001
Tesis: P./J. 26/2001
Página: 76

“CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES


COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS PARA
SU EXISTENCIA. De conformidad con lo que
establecen los artículos 107, fracción XIII, primer
párrafo, de la Constitución Federal y 197-A de la
Ley de Amparo, cuando los Tribunales Colegiados

12
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

de Circuito sustenten tesis contradictorias en los


juicios de amparo de su competencia, el Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación o la Sala
que corresponda deben decidir cuál tesis ha de
prevalecer. Ahora bien, se entiende que existen
tesis contradictorias cuando concurren los
siguientes supuestos: a) que al resolver los
negocios jurídicos se examinen cuestiones
jurídicas esencialmente iguales y se adopten
posiciones o criterios jurídicos discrepantes; b)
que la diferencia de criterios se presente en las
consideraciones, razonamientos o interpretaciones
jurídicas de las sentencias respectivas; y, c) que
los distintos criterios provengan del examen de los
mismos elementos”.

De esta jurisprudencia se advierte que para la configuración


de una contradicción de tesis, que deba dilucidar la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, se requiere que haya una
disparidad de criterios de los tribunales, en donde se reúnan los
siguientes requisitos:

1. Que hayan analizado, en esencia, iguales cuestiones


jurídicas, y adopten posturas divergentes;

2. Que la diferencia de criterios se presente en las


consideraciones o interpretaciones jurídicas realizadas en la
sentencia que cada tribunal dicte; y,

13
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

3. Que los distintos criterios provengan del examen de


elementos coincidentes; lo que implica que deben partir del
análisis esencial de semejantes supuestos.

SEXTO. En este asunto sí se satisfacen los supuestos


mencionados, que condicionan la existencia de la contradicción
de tesis.

Para constatar la referida contradicción es menester


señalar primeramente los siguientes elementos coincidentes:

1.- Tanto el criterio del Cuarto Tribunal Colegiado en


Materia Civil, como el del Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Civil, ambos del Segundo Circuito, derivaron de sentencias
pronunciadas en sendos juicios de amparo directo, en los que se
reclamaron sentencias definitivas pronunciadas en los respectivos
juicios de origen, donde se ejerció la acción plenaria de posesión
prevista en el artículo 2.6 del Código de Procedimientos Civiles
del Estado del México.

2.- Tanto en uno como en otro juicio de origen se discutió lo


referente al justo título y a la fecha cierta del documento base
de la acción plenaria de posesión de un bien inmueble, y
ambos analizaron el mismo precepto legal, 2.6 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de México, que es del siguiente
tenor:

“Artículo 2.6.- Compete acción al adquirente con


justo título y de buena fe, para que se le restituya el

14
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

bien con sus frutos y accesiones en términos del


Código Civil. El actor también debe acreditar que
tenía la posesión, o la tenía quien le transmitió el
bien, aún cuando no se hubiere consumado la
usucapión.

Se da esta acción contra el poseedor de mala fe, o


que teniendo título de igual calidad ha poseído por
menos tiempo que el actor”.

3.- No obstante que ambos tribunales se ocuparon de una


misma cuestión jurídica y examinaron elementos coincidentes,
sustentaron criterios divergentes, pues el Cuarto Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, determinó que
para que proceda la acción plenaria de posesión, en términos
del artículo 2.6 del Código de Procedimientos Civiles del Estado
de México, no es necesario que el título base de la acción
sea de fecha cierta, sino que el juzgador debe examinar si el
documento exhibido por el actor como justo título, es aquél que
resulta suficiente para que su tenedor crea fundadamente que
se le transmitió el dominio del bien, y poder decidir quien tiene
mejor derecho, con base en la valoración de los títulos
adminiculados con los demás elementos probatorios aportados
al juicio.

Por su parte, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil


del Segundo Circuito, determinó que no cualquier documento
privado es apto para demostrar la propiedad o posesión de un
bien, ya que para que surta efectos contra terceros requiere la

15
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

calidad de fecha cierta y que para que proceda la acción


plenaria de posesión prevista en el artículo 2.6 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de México, es necesario
el requisito de que los documentos exhibidos como justo título
para poseer (base de la acción) sean de fecha cierta.

Con esos datos se satisfacen los requisitos que presuponen


la existencia de la contradicción de tesis, básicamente los
relativos a que en las consideraciones de las sentencias de los
Tribunales, hubieren analizado iguales cuestiones jurídicas y
elementos coincidentes, y que cada uno de ellos haya adoptado
posturas divergentes, como las que ya se reseñaron,
consistentes en: según el criterio de uno de los Tribunales
Colegiados de Circuito para que proceda la acción plenaria de
posesión es necesario que el documento exhibido como justo
título (base de la acción) sea de fecha cierta; mientras que en
opinión del otro tribunal para la procedencia de la referida acción
no es necesario el requisito de que el título base de la acción sea
de fecha cierta.

De lo asentado respecto a la existencia de la contradicción


denunciada, el tema de la presente contradicción de tesis consiste
en determinar si para la procedencia de la acción plenaria de
posesión, prevista en el artículo 2.6 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de México, es un
requisito necesario o no, el relativo a que el documento
exhibido como justo título sea de fecha cierta.

16
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

SÉPTIMO.- Debe prevalecer con carácter de jurisprudencia


el criterio de esta Primera Sala, que enseguida se establece.

Para la resolución adecuada de la presente contradicción de


tesis es conveniente realizar primeramente el examen del artículo
2.6 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de
México, ya que el tema de la referida contradicción de tesis
estriba en determinar si para la procedencia de la acción
plenaria de posesión, prevista en el artículo 2.6 del Código de
Procedimientos Civiles de mérito, es un requisito necesario o
no, el relativo a que el documento exhibido como justo título
sea de fecha cierta.

El mencionado artículo (2.6) está comprendido en el Libro


Segundo del Código Procesal indicado, que se refiere a la función
jurisdiccional, y se localiza en el Título Primero de dicho Libro
Segundo, que regula lo relativo a las acciones y excepciones.

En el Capítulo I del citado Título Primero se ubica el artículo


2.6 que tiene como encabezado: “Acción Plenaria de
Posesión”, la cual, según el texto de este numeral, compete o
está reservada a favor del adquirente con justo título y de buena
fe del bien materia de la acción, como se demuestra con su
transcripción:

“Artículo 2.6.- Compete acción al adquirente con


justo título y de buena fe, para que se le restituya el
bien con sus frutos y accesiones en términos del
Código Civil. El actor también debe acreditar que

17
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

tenía la posesión, o la tenía quien le transmitió el


bien, aún cuando no se hubiere consumado la
usucapión.

Se da esta acción contra el poseedor de mala fe, o


que teniendo título de igual calidad ha poseído por
menos tiempo que el actor”.

Del citado numeral se advierte que puede promover la


acción plenaria de posesión, aquel sujeto que se ubique
necesariamente en los siguientes tres presupuestos:

1.- El primero consistente en que el actor sea adquirente


del bien, por lo que la acción no se concede sólo a favor de quien
sea comprador de la cosa, por compraventa, sino que puede
ejercerla todo aquél que la haya adquirido, sea mediante
donación, por testamento, dación en pago, adjudicación,
prescripción, permuta o por resolución judicial, etcétera, pero
no es menester que acredite en estricto sentido el derecho de
propiedad, de manera perfecta, porque lo que protege esa acción
es la posesión, y no la propiedad, como se verá posteriormente
con mayor detalle.

2.- El segundo presupuesto concierne a que el sujeto que


haya hecho la referida adquisición la hubiere realizado con justo
título; y,

3.- La tercera condición necesaria para el ejercicio de la


acción, estriba en que el título base de la acción no sólo debe

18
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

reunir la exigencia de la adquisición del bien, sino además que


ésta se haya hecho de buena fe.

A propósito de la buena fe, de conformidad con el artículo


5.44 del Código Civil del Estado de México, es poseedor de
buena fe el que entra en la posesión en virtud de un título
suficiente para darle derecho de poseer. También lo es el que
ignora los vicios de su título que le impiden poseer con
derecho, y se entiende por título la causa generadora de la
posesión. Asimismo, por indicación del artículo 5.45 de esa
legislación la buena fe se presume siempre, salvo prueba en
contrario.

Conforme a esas directrices, para que un sujeto pueda


intentar la acción plenaria de posesión, no basta con que haya
adquirido de buena fe el bien, sino que para que proceda la
acción debe contar también con un justo título que le permita la
posesión.

En otros términos, tampoco es suficiente para tener esa


facultad procesal con que el interesado exhiba un justo título y
haya tenido la posesión de buena fe, sino que además de estos
dos requisitos debe igualmente ser adquirente del bien (no
necesariamente comprador), ya que la referida acción compete: al
adquirente (1), con justo título (2), y de buena fe (3), como lo
revela el artículo 2.6 del Código de Procedimientos Civiles para el
Estado de México.

19
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

Podría creerse que tampoco se le permitiría ejercer la acción


tan sólo porque fuera adquirente del bien, con justo título, sino
que debiera probar que tanto la adquisición como el justo título de
la posesión son de buena fe; sin embargo, esta prueba de la
buena fe no es indispensable, pues como se ha señalado, el
artículo 5.45 previene que la buena fe se presume siempre,
salvo prueba en contrario.

Dicha acción tiene como objeto la restitución al actor de un


bien con sus frutos y accesiones, en términos del Código Civil
respectivo, en este caso el del Estado de México.

En cuanto a la posesión, para que prospere esa acción es


necesario que el actor acredite que tenía la posesión del bien,
o que la tenía quien se lo transmitió.

Asimismo, se debe promover en contra del poseedor de


mala fe, el cual, de acuerdo con lo que indica el artículo 5.44 del
Código Civil de la Entidad señalada, es aquél que entra a la
posesión sin título alguno para poseer, lo mismo que el que
conoce los vicios de su título que le impiden poseer con derecho;
o en contra también de quien aunque tenga un título de igual
calidad que el del actor, ha poseído por menos tiempo que este
último, tal como se desprende del texto del artículo 2.6 del
Código de Procedimientos Civiles del Estado de México, que para
efectos de claridad y precisión conviene nuevamente transcribir:

“Artículo 2.6.- Compete acción al adquirente con


justo título y de buena fe, para que se le restituya el

20
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

bien con sus frutos y accesiones en términos del


Código Civil. El actor también debe acreditar que
tenía la posesión, o la tenía quien le transmitió el
bien, aún cuando no se hubiere consumado la
usucapión.

Se da esta acción contra el poseedor de mala fe, o


que teniendo título de igual calidad ha poseído por
menos tiempo que el actor”.

Por otra parte, el mencionado precepto 2.6, que regula los


requisitos de procedencia de la acción plenaria de posesión, se
encuentra relacionado con el diverso artículo 2.7 del citado
ordenamiento procesal, el cual prevé los casos en los que no
procede la referida acción plenaria de posesión.

Dicho numeral de improcedencia es del siguiente texto:

“Artículo 2.7.- No procede la acción plenaria de


posesión, en los casos en que ambas posesiones
fuesen dudosas o el demandado tuviere su título
registrado y el actor no, así como contra el legítimo
dueño”.

De conformidad con este último texto legal existen tres


casos específicos previstos de manera expresa en esta norma, en
los que no resulta procedente la acción plenaria de posesión, y
son los siguientes:

21
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

1.- Si ambas posesiones, tanto del actor como del


demandado, fuesen dudosas.

2.- Si el demandado tuviere su título registrado y el actor no


lo tuviere; y,

3.- No procede la mencionada acción en contra del legítimo


dueño del bien materia de la posesión, ya que la acción
publiciana no se estableció para privar de la posesión al
propietario de la cosa, sino para lograr la restitución a favor de su
adquiriente (obtenida por los diversos medios que la ley
establece), en contra del poseedor de mala fe o que haya poseído
por menos tiempo que el actor.

El examen que antecede de los artículos 2.6 y 2.7 del


Código de Procedimientos Civiles del Estado de México no es
suficiente para dar una respuesta satisfactoria a la cuestión que
se pretende dilucidar en esta contradicción de tesis, toda vez que
ninguna referencia expresa se contiene en esos numerales sobre
el concepto de la fecha cierta de los documentos constitutivos
del justo título (título que fundadamente se cree bastante para
transferir el dominio, pero que debido a un vicio ignorado por el
adquirente sólo le transmite la posesión), que debe utilizar el actor
al ejercer dicha acción.

Por ello a la cuestión de la fecha cierta del documento que


pudiera considerarse como justo título, también es importante
dedicarle una parte del estudio en esta ejecutoria, ya que se
relaciona con el tema de la presente contradicción de tesis,

22
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

relativo a determinar si para la procedencia de la acción


plenaria de posesión, prevista en el artículo 2.6 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de México, es un
requisito necesario o no, el relativo a que el documento
exhibido como justo título sea de fecha cierta.

En primer término, respecto del concepto de justo título,


esta Primera Sala en la ejecutoria pronunciada el once de febrero
de mil novecientos noventa y ocho, al resolver la contradicción de
tesis 50/95, de la ponencia del señor Ministro Humberto Román
Palacios, fallada por unanimidad de cinco votos, determinó que la
acción plenaria de posesión fue instituida en el sistema romanista
por el Pretor Publicius, quien para proteger al poseedor (civil) de
buena fe, concedió una acción a todo aquél que hubiese recibido
una cosa con justo título, cuando perdiera la posesión antes de
haber adquirido la propiedad por prescripción.

La sentencia que se pronunciaba en el juicio respectivo se


limitaba a resolver acerca del mejor derecho de posesión, sin
prejuzgar sobre los derechos de propiedad ni hacer alguna
declaración de dominio.

En la referida ejecutoria de la Primera Sala, se asentó que


durante la edad media, frecuentemente se confundió la acción
plenaria de posesión o publiciana, con la reivindicatoria, y ello
trajo como consecuencia que desapareciera de numerosas
legislaciones europeas, entre las que se encuentran el Código
Civil Español, el Francés y el Italiano. La fuerte influencia de estas
legislaciones sobre el derecho mexicano, propició que la acción

23
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

publiciana no fuera contemplada en los Códigos Civiles del


Distrito y Territorios Federales de 1879, 1884 ni aun en el de
Procedimientos Civiles de 1883. Posteriormente, el Código
Federal de Procedimientos Civiles y para el Distrito Federal de
1931, incorporó de manera expresa la acción plenaria de
posesión en los términos de su artículo 9°, el cual fue recogido
más adelante por la mayoría de las legislaturas adjetivas locales.

La noción de “justo título” contenida en varios preceptos


de las legislaciones federal y local, entre ellos, el artículo 2.6 del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado de México, que
fue empleada en el Código Civil de 1870, así como en el referido
Código de 1884, para establecer el primer requisito de la
prescripción positiva, desapareció como tal en el Código Civil de
1928 y fue sustituida por la noción de “poseedor en concepto de
propietario”. Sin embargo, como una reminiscencia de la
acepción y fiel a la tradición romanista, el artículo 9° del Código
de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal de 1931, acogió
el concepto de “justo título”. De ahí que la connotación de dicho
término debe entenderse a la luz de la definición que de él se
proporciona en los Códigos Civiles de 1870 y 1884.

En efecto, el artículo 1188 del Código Civil de 1870,


establecía que se llama justo título el que es bastante para
transferir el dominio. Por su parte, el artículo 1080 del Código
Civil de 1884, aclaró el concepto al establecer que se llama justo
título el que fundadamente se cree bastante para transferir el
dominio.

24
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

De lo anterior se concluye, que el justo título comprende


dos supuestos, a saber: a) Aquél que transmite el dominio y que
por tanto, constituye un título de propiedad; y, b) Aquél que en
principio sería apto para transmitir el dominio, pero que
debido a un vicio ignorado por el adquirente, sólo le
transmite la posesión.

Cabe apuntar, que la práctica hizo caer en desuso la


primera de las hipótesis mencionadas (a)), pues quien prescribía
un bien evidentemente lo hacía porque carecía de un título que le
transmitiera el dominio.

Adicionalmente, es pertinente advertir que el elemento de


justo título no pugna con la definición que se contiene en el
artículo 5.44 del Código Civil del Estado de México, el cual
establece: “Se entiende por título la causa generadora de la
posesión”, porque es claro que la acepción de justo título, en sus
dos aspectos, da origen a la posesión, y por ello encuadra dentro
de lo previsto por el artículo 5.44 del citado ordenamiento.

No obstante, cabe señalar que el concepto de causa


generadora de la posesión es más amplio que el de justo título,
pues si bien la posesión puede originarse en éste, también lo es
que no es la única forma en que se puede generar la posesión, ya
que ésta aun cuando no sea originaria puede producirse por un
título que no sea ni se crea bastante para transmitir el dominio,
como en el caso del usufructo, del comodato o del arrendamiento.
Es decir, el justo título, no es más que uno de los géneros
que conforman la clase causa generadora de la posesión.

25
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

En este orden de ideas, se arriba a la conclusión de que el


concepto de justo título, si bien en principio puede constituir la
causa generadora de la posesión, también es cierto que su
significado no se restringe a los títulos viciados, sino que además
comprende a los diversos títulos que transmiten el dominio, tal
como lo consignaron expresamente los mencionados códigos de
1870 y 1884.

Es de añadir que uno de los principios que rigen la acción


plenaria de posesión, es el referente a que no se trata de una
acción declarativa, mucho menos respecto de la propiedad o del
legítimo dueño del bien controvertido, sino que es de condena a
su restitución, pues en la acción publiciana no pueden
discutirse los derechos de propiedad que pudieran tener las
partes, sino el mejor derecho de posesión que les pueda
asistir; por lo cual en términos del artículo 2.6 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de México, la acción plenaria
de posesión se limita a condenar al demandado a devolver la
cosa con sus frutos y accesiones, atento a que tiene como
propósito que se restituya el bien controvertido en favor del
adquirente con justo título y de buena fe, y no que se declare
que el actor es el propietario del aludido bien.

Sobre este particular, es pertinente citar las tesis aislada y


jurisprudencial sustentadas por la Tercera Sala de la anterior
integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
publicadas la primera en el Semanario Judicial de la Federación,
Sexta Época, Cuarta Parte, Tomo XXXII, página 21; y la segunda

26
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

en el propio semanario, Octava Época, Tomo 74, febrero de 1994,


3ª./J. 1/94, página 15 que, respectivamente, a la letra dicen:

“ACCIÓN PLENARIA DE POSESIÓN. ES DE


CONDENA, NO DECLARATIVA. La acción plenaria
de posesión compete al poseedor civil de una cosa,
contra el que posee sin título o con otro, pero con
menor derecho, para que le sea restituida; por
tanto, si la actora afirmó en su demanda inicial que
ella tiene la posesión del predio objeto del debate y
así lo admitió como cierto la demandada, la acción
intentada no se identifica con la plenaria de
posesión por no haberse demandado la restitución
del predio, ni de sus frutos y accesiones, que es el
objeto de esa acción, de conformidad con el
artículo 9 del Código de Procedimientos Civiles; tal
acción es de condena y no declarativa”.

Amparo directo 7385/56. (**********). 15 de febrero de


1960. Unanimidad de cuatro votos. Ponente:
Mariano Ramírez Vázquez.

“ACCIÓN PUBLICIANA O PLENARIA DE


POSESIÓN. PUEDE SER INTENTADA TANTO POR
EL PROPIETARIO COMO POR EL POSEEDOR DE
LA COSA. Las acciones publiciana o plenaria de
posesión y reivindicatoria, son acciones reales; la
primera protege la posesión y la segunda protege
la propiedad; en ambas la sentencia tiene efectos

27
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

de condena pues el demandado debe restituir la


cosa con sus frutos y accesiones, ambas competen
a quien no está en posesión de la cosa a la cual
tiene derecho a poseer, por justo título, aun cuando
no lo acredite como propietario en la publiciana; y
en la reivindicatoria por tener la propiedad de la
cosa; así, en aquella el actor debe acreditar ser
adquirente con justo título y buena fe y en ésta
tener el dominio. En tales condiciones, el
propietario puede intentar la acción publiciana
cuando no quiera que se cuestione la propiedad y
esté en condiciones de probar que es adquirente
con justo título, lo cual se requiere para la
procedencia de dicha acción y logrará la restitución
de la cosa con sus frutos y accesiones, aun cuando
no se declare que tiene el dominio de la misma,
pues esto es efecto exclusivo de la reivindicatoria,
lo que la diferencia de la publiciana o plenaria de
posesión”.

Para contar con mayores elementos sustentantes de esta


resolución, debe aludirse al motivo por el cual la acción plenaria
de posesión puede promoverla tanto el propietario de una cosa
como el poseedor de ésta, que aún no sea su legítimo dueño,
sino simplemente adquiriente de buena fe, para lo cual es útil
referirse a la acción reivindicatoria, con la que está relacionada
aquélla, y de manera simultánea pueden subsistir, ya que ambas
acciones tienen por objeto hacer valer derechos de restitución
sobre algún bien.

28
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

Sin embargo, las demás características de una y otra acción


no pueden considerarse equivalentes entre sí, y esa diferencia
permite comprender de manera sobresaliente los aspectos que
aquí interesa abordar y destacar, para dilucidar el tema de esta
contradicción de tesis, así como para sustentar con mayores
elementos de juicio el criterio que debe prevalecer, pues a fin de
que alguien pueda demandar la acción plenaria de posesión
debe ser adquirente, en el aspecto de que la adquisición
significa en términos generales la obtención o incorporación de
una cosa o de un derecho a la esfera patrimonial de una persona,
cuya adquisición no siempre se logra hacer en propiedad
desde el momento de su realización, pues no
necesariamente se traslada legalmente el dominio de algo
desde el principio del acto jurídico.

Por esta razón, la adquisición con justo título y de buena fe


señalada en el artículo 2.6 en estudio, no implica que sea un
requisito indispensable para el ejercicio de la acción posesoria
tener la propiedad del bien, como en cambio sí lo requiere
ineludiblemente la acción reivindicatoria.

En efecto, no es estrictamente necesario que el actor que


ejerza la acción plenaria de posesión tenga el carácter de
propietario del bien materia del litigio, como se exige en la acción
reivindicatoria, ya que la propiedad de los bienes, como derecho
real consiste en el dominio que se ejerce sobre la cosa
poseída, y en cambio aquella acción sólo protege la posesión.

29
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

El anterior concepto de propiedad se corrobora con lo


establecido en los artículos 5.19 y 5.65 del Código Civil del
Estado de México:

“Artículo 5.19.- Son bienes propiedad de los


particulares los que les pertenecen legalmente y no
puede aprovecharse ninguno sin su
consentimiento o autorización de la ley.”

“Artículo 5.65.- El propietario de un bien puede


gozar y disponer de él con las limitaciones y
modalidades que fijan las leyes.”

Además, en el derecho mexicano, la doctrina ha


considerado que la propiedad es “el poder que una persona
ejerce en forma directa e inmediata sobre una cosa para
aprovecharla totalmente en sentido jurídico, siendo oponible
este poder a un sujeto pasivo universal, por virtud de una
relación que se origina entre el titular y dicho sujeto”.

Esto es, el derecho de propiedad consiste en la facultad de


usar libremente una cosa con exclusión de cualquier otra persona
(sujeto pasivo universal); es un derecho real por excelencia, que
crea entre las personas y las cosas una relación directa e
inmediata.

De manera que si en la acción plenaria de posesión no se


dilucida si el bien o la cosa materia del juicio pertenecen
legalmente al actor, se deduce entonces que no es indispensable

30
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

para ejercer esa acción que el demandante sea propietario de la


cosa que pretenda recuperar, sino que basta con que tenga una
cuasi propiedad o una propiedad presunta, incompleta, en
tanto que no se discute en esta acción la verdadera propiedad, lo
cual se corrobora con el hecho de que en el artículo 2.6 del
Código procesal de referencia se indican los aspectos que el actor
debe acreditar, y enseguida se señala: “aun cuando no se
hubiere consumado la usucapión”, lo que permite deducir que
el bien controvertido puede estar en vías de prescribir y que el
interesado en la acción aún no ha obtenido la propiedad por
prescripción.

En cambio, conviene subrayar que en la acción


reivindicatoria no sólo se persigue ese fin posesorio, sino también
el reconocimiento de la propiedad sobre el bien, es decir, el
reconocimiento judicial del poder que la persona ejerce en forma
directa e inmediata sobre el mismo, para aprovecharlo en sentido
jurídico, con exclusión del llamado “sujeto pasivo universal”.

Por ello, es importante enfatizar que de conformidad con el


artículo 2.2 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de
México, la acción reivindicatoria únicamente puede ejercerla
el propietario del bien que se pretenda reivindicar, que no tenga
su posesión, y su efecto es declarar que el actor tiene el dominio
sobre el mismo, y que el demandado debe entregárselo, por lo
que esta acción es al mismo tiempo declarativa y de condena,
como lo constata el texto del referido precepto que en seguida se
transcribe:

31
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

“Artículo 2.2.- La reivindicación compete a quien no


está en posesión del bien, del cual tiene la
propiedad, y su efecto es declarar que el actor tiene
dominio sobre él y se lo entregue el demandado
con sus frutos y accesiones en los términos del
Código Civil.”

A partir del estudio de las citadas diferencias entre las


mencionadas acciones, se puede colegir que si bien no es
indispensable que quien demande la acción plenaria de
posesión sea el propietario del bien, sino que basta con que sea
un adquirente con justo título y de buena fe, ello no impide que
la persona propietaria de la cosa pueda promover la citada
acción, por una lado porque no lo prohíbe la legislación, y por
otro lado porque el propietario puede intentar la acción publiciana
de mérito cuando no quiera que se cuestione la propiedad y esté
en condiciones de probar que es adquirente con justo título de la
cosa controvertida, a efecto de que le sea restituida.

Inclusive, el propietario puede promover tanto la acción


reivindicatoria como la acción plenaria de posesión, pues es
lógico que quien tiene la propiedad de un bien también tiene la
posesión jurídica del mismo, y por esas razones mediante aquella
acción se trata de proteger la propiedad, mientras que con esta
última se busca preservar el derecho de posesión del bien; lo cual
se corrobora con la segunda de las tesis invocadas en las páginas
27 y 28 de esta ejecutoria, y la tesis que se transcribe enseguida:

Quinta Época

32
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

Instancia: Tercera Sala


Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo CXIX
Página: 1403

“ACCIÓN REIVINDICATORIA Y PLENARIA DE


POSESIÓN. Las acciones reivindicatoria y plenaria
de posesión no son contradictorias, esto es, no son
acciones que se destruyan entre sí, puesto que de
manera simultánea pueden subsistir, ya que al
mismo tiempo que se puede tener la posesión a de
dominio (sic), también se puede ser el propietario,
verbigracia, por tenerse una posesión a título de
dueño con el tiempo y las condiciones necesarias
para prescribir.

Amparo civil directo 253/53. (**********). 1o. de


marzo de 1954. Unanimidad de cinco votos.
Ponente: Gabriel García Rojas.

Asimismo, debe acentuarse que para la procedencia de esta


acción, no es indispensable la demostración de que el
promovente tenía la posesión material del bien, dado que la
acción plenaria de referencia protege la posesión jurídica de los
bienes, y no la material, lo que se reafirma con el contenido de la
tesis jurisprudencial que enseguida se reproduce:

Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo VII, marzo de 1998
Tesis: 1a./J. 13/98

33
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

Página: 99

“ACCIÓN PLENARIA DE POSESIÓN. NO ES


REQUISITO DEMOSTRAR HABER DISFRUTADO DE
LA POSESIÓN MATERIAL DEL BIEN. Para que se
declare fundada la acción publiciana deben
acreditarse los siguientes elementos: a) tener justo
título para poseer; b) que ese título se haya
adquirido de buena fe; c) que el demandado posee
el bien a que se refiere el título; y d) que es mejor el
derecho del actor para poseer materialmente, que
el que alegue el demandado. Por lo que el juzgador
debe examinar únicamente la existencia de tales
requisitos, sin que deba exigir la comprobación de
que el actor tuvo la posesión material del bien, ya
que, de acuerdo con las circunstancias especiales
del caso, lo dejaría en estado de indefensión, a
pesar de contar con los elementos anteriores, al ser
improcedentes la reivindicación, por no tener el
dominio de la cosa, y los interdictos posesorios
que proceden, dentro de un año, cuando se ha sido
despojado de la posesión material del bien, o existe
perturbación en la posesión; de tal manera que la
acción publiciana protege la posesión jurídica y no
la material”.

Así, en virtud de que al tenor del artículo 2.6 del Código de


Procedimientos Civiles para el Estado de México, para que
prospere la acción plenaria de posesión el actor debe acreditar

34
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

que es adquirente y que tenía la posesión del bien, o que la


tenía quien le transmitió el bien, y se promueve en contra del
poseedor de mala fe, o contra el que haya poseído por menos
tiempo que el actor aunque tenga título de igual calidad, resulta
pertinente abordar las notas distintivas de dicha posesión.

La posesión ha sido definida por diversos autores jurídicos


como un poder físico y material o un estado de hecho que se
ejerce sobre una cosa, sin embargo la posesión no puede
concebirse únicamente en este aspecto, ya que también consiste
en el goce de un derecho, como lo definía el artículo 822 del
Código Civil de 1884, al decir que ésta es “ . . . la tenencia de
una cosa o el goce de un derecho por nosotros mismos, o
por otro en nuestro nombre”, definición que fue modificada por
el Código Civil de 1928, que en su articulo 790 ya no habla de la
posesión, sino del poseedor al decir: “Es poseedor de una cosa
el que ejerce sobre ella un poder de hecho . . . Posee un
derecho el que goza de él”.

Luego, en el derecho sustantivo mexicano no sólo se


reconoce a la posesión material o de hecho que se ejerce sobre
una cosa, sino también al derecho que se tiene para gozar de
ella, la cual se identifica como posesión civil o jurídica, que es
precisamente la que protege actualmente la acción plenaria de
posesión, cuyo fin consiste en lograr a favor del actor la entrega
material de la cosa (que desde el punto de vista doctrinario se
identifica como restitución, debido a que en sus orígenes tuvo ese
propósito), precisamente por contar con justo título, adquirido de

35
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

buena fe, y tener mejor derecho para poseer jurídicamente, que el


demandado.

En los artículos 5.28 y 5.29 del Código Civil del Estado de


México, se contienen los conceptos jurídicos de posesión, la cual
puede ser originaria o derivada. Conforme al primer precepto es
poseedor de un bien el que ejerce sobre él un poder de hecho, y
posee un derecho el que lo goza.

En cuanto a la posesión originaria, el segundo de los


mencionados preceptos refiere que existe posesión originaria
cuando alguien posee un bien a título de propietario; mientras que
la posesión derivada es aquélla que se concede sólo
temporalmente y no en forma definitiva.

En atención a que conforme a lo expuesto en líneas


anteriores, se deduce que la acción publiciana o plenaria de
posesión protege la posesión jurídica del bien que se haya
adquirido de buena fe mediante un justo título, y su finalidad es
la incorporación de la posesión material de la cosa a los derechos
del actor, sea porque el demandado era poseedor de mala fe, o
porque aunque tenía título de igual calidad que el del
demandante, la había poseído por menos tiempo que éste, lo
conducente es, de acuerdo al tema de esta contradicción de tesis,
establecer si el justo título de referencia debe ser de fecha cierta.

El concepto de fecha cierta no se define en el Código Civil


del Estado de México, pero sí es posible encontrarlo en el Título
Tercero, de la transmisión de las obligaciones, Capítulo I, de la

36
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

cesión de derechos, del Código Civil Federal, que comprende


los artículos 2029 a 2050.

Para una mejor intelección de aquel concepto, debe


señalarse que en el primero de esos preceptos se indica que
existe cesión de derechos cuando el acreedor transfiere a otro
los que tenga contra su deudor.

El artículo 2030 concede al acreedor la posibilidad de ceder


su derecho a un tercero, en ciertos casos, sin el consentimiento
del deudor.

En el artículo 2034 del mencionado Código Civil Federal se


permite hacer en escrito privado la cesión de créditos civiles
que no sean a la orden o al portador, excepto cuando la ley exija
que el título de crédito cedido conste en escritura pública.

En cuanto a la cesión de créditos, excepto a la orden o al


portador, que consten en documento privado, el artículo 2034,
fracción III, del código de referencia, sólo autoriza que produzca
efectos contra tercero, desde que su fecha deba tenerse por
cierta, en los siguientes tres supuestos:

1.- Desde el día en que se incorpore o inscriba en un


registro público.

2.- Desde la muerte de cualquiera de los que lo firmaren; y,

37
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

3.- Desde la fecha en que se entregue a un funcionario


público por razón de su oficio.

Como se aprecia, el concepto de los documentos privados


de fecha cierta está referido en el Código Civil Federal
fundamentalmente a las operaciones de cesión de créditos, en
las relaciones de acreedor-deudor que generan derechos
personales, los que a su vez dan origen a las acciones personales
que tienen por objeto hacer efectivo algún derecho personal, ya
que a cada derecho de esta índole corresponde de manera
correlativa una obligación a cargo del deudor en favor del
acreedor.

Expuesto en diversos términos, cuando el sujeto realiza su


actividad económica en grado de colaboración, esto es, con la
ayuda de otro u otros, la relación jurídica que surge recibe el
nombre de derecho personal, y puesto que el ligamen jurídico se
compone de sujetos, objeto y una vinculación, en el derecho
personal los sujetos reciben el nombre de acreedor y deudor.

De crédito y de obligación es el objeto de la relación entre el


acreedor y el deudor, pues la finalidad de su vinculación puede
consistir en un dar, en un hacer o en un no hacer.

En la antigüedad se podían identificar los derechos


personales con los derechos de crédito, porque la vinculación
entre acreedor y deudor no consiste en una cosa corpórea, sino
en la actividad de una persona y por esa razón se estableció que
el objeto de la obligación es una prestación.

38
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

Los derechos personales se encuentran protegidos por una


acción personal, así llamada porque puede dirigirse únicamente
contra el sujeto de una relación jurídica.

Esa situación es una cuestión diversa de la posesión de


bienes, que genera derechos reales, en virtud de los cuales una
cosa se encuentra sometida mediante una relación directa al
poder de una persona; tal como lo ha reconocido la doctrina
encabezada por Bonnecase, al afirmar que la posesión es un
“Hecho jurídico consistente en un señorío ejercitado sobre
una cosa mueble o inmueble, que se traduce por actos
materiales de uso, de goce o de transformación, llevados a
efecto con la intención de comportarse como propietario de
ella o como titular de cualquier otro derecho real”.

De modo que al derivar la acción plenaria de posesión de un


derecho real, y no de un derecho personal, no puede regirse
ineludiblemente por las reglas de los documentos de fecha cierta.

En torno de los referidos documentos de fecha cierta, la


jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
establecido en criterios jurisprudenciales algunas reglas que
esencialmente coinciden con las previstas en el indicado artículo
2034, fracción III, del Código Civil Federal.

Respecto a ese tema la extinta Tercera Sala de este Alto


Tribunal básicamente ha establecido que los documentos de
fecha cierta son aquéllos que han sido incorporados o inscritos en
un registro público, los que se han presentado ante algún

39
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

funcionario público, por razón de su oficio, y que también se


consideran de fecha cierta los documentos a partir de la muerte
de cualquiera de sus firmantes, es decir, a partir de cuando muera
una de las personas que los hayan firmado.

Sexta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Cuarta Parte, XL
Página: 113

“DOCUMENTOS PRIVADOS, FECHA CIERTA DE


LOS.- Los documentos privados son de fecha cierta
desde el día en que hayan sido incorporados o
inscritos en el Registro Público; desde la muerte de
cualquiera de las personas firmantes, o desde que
hayan sido entregados a un funcionario público,
por razón de su oficio.”

Sexta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Cuarta Parte, XLVIII
Página: 178

“DOCUMENTOS PRIVADOS, FECHA CIERTA DE


LOS.- Los documentos privados sólo pueden
perjudicar a terceros, desde su fecha que debe
tenerse por cierta, lo cual acontece, desde el día en
que se incorpore o inscriba en un Registro Público;
desde la muerte de cualquiera de los que lo

40
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

firmaron, o desde la fecha en que se entregue a un


funcionario público por razón de su oficio.”

Por consiguiente, en términos generales cuando los


documentos carezcan de fecha cierta, ello imposibilitaría
determinar si todo reclamo que se realice a terceros es derivado
de actos anteriores o posteriores a la adquisición del derecho o
crédito litigioso, por lo que con la figura de la fecha cierta se
garantizaría la legalidad y certeza jurídica, a las que deben
sujetarse las operaciones jurídicas como la cesión de créditos.

Debe destacarse que si bien el tema a resolver en esta


contradicción de tesis es si para la procedencia de la acción
plenaria de posesión, prevista en el artículo 2.6 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de México, es un
requisito necesario o no, el relativo a que el documento
exhibido como justo título sea de fecha cierta; ello no implica
prejuzgar sobre la eficacia probatoria del documento exhibido
como base de la acción, al resolverse el fondo de la cuestión
planteada, una vez que se confronte con el título de la parte
demandada.

En ese tenor, en lo relativo a la eficacia probatoria de la


fecha de un documento privado, cabe distinguir entre las partes y
los terceros. Entre las partes, esto es, entre las personas que
intervinieron en el acto jurídico consignado en la escritura privada
y por extensión a sus representantes y herederos, la fecha se
reputa verdadera mientras no se demuestre su falsedad.

41
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

Con relación a los terceros, la fecha contenida en el


documento privado carece de toda fuerza probatoria, a menos
que se haya hecho cierta por los modos indicados en la ley; o por
otras vías equivalentes, capaces de eliminar la sospecha de una
fecha falsa, esto es, anterior o posterior a la verdadera.

Entre esos terceros quedan comprendidos los


causahabientes que en virtud de la escritura de fecha anterior a la
adquisición de un derecho real o equiparado al real, resentirán un
perjuicio, y que por ende, están interesados en pretender la
certeza de la fecha; así como los acreedores quirografarios, dado
que ejercitan un derecho propio, como sucede cuando impugnan
un acto realizado en fraude de sus derechos.

De lo anterior se puede colegir que el contenido del


documento privado es elaborado por las partes que intervienen en
el acto jurídico; por lo mismo no puede igualmente dar fe ni crear
la convicción de la eficacia de la fecha que consta en el mismo,
respecto de terceros, por tanto, al ocurrir cualquiera de los tres
casos de la fecha cierta señalados anteriormente, deriva la
presunción clara de que al menos existió en esos momentos, con
lo cual ese instrumento se envuelve de un principio de prueba que
necesariamente orienta esa conclusión, como se infiere de la
siguiente tesis:

Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo XXI, junio de 2005
Tesis: 1a./J. 44/2005

42
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

Página: 77

“DOCUMENTO PRIVADO DE FECHA CIERTA. PARA


CONSIDERARLO COMO TAL ES SUFICIENTE QUE
SE PRESENTE ANTE NOTARIO PÚBLICO Y QUE
ÉSTE CERTIFIQUE LAS FIRMAS PLASMADAS EN
EL.- La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
sostenido que la fecha cierta de un documento
privado es aquella que se tiene a partir del día en
que tal instrumento se inscriba en un Registro
Público de la Propiedad, desde la fecha en que se
presente ante un fedatario público, y a partir de la
muerte de cualquiera de los firmantes. De no darse
estos supuestos, no puede otorgársele valor
probatorio al instrumento privado con relación a
terceros, pues tales acontecimientos tienen como
finalidad dar eficacia probatoria a la fecha que
consta en él y con ello certeza jurídica. Esto es, las
hipótesis citadas tienen en común la misma
consecuencia que es dar certeza a la materialidad
del acto contenido en el instrumento privado a
través de su fecha, para tener una precisión o un
conocimiento indudable de que existió, con lo que
se evita la realización de actos fraudulentos o
dolosos, como sería que se asentara una fecha
falsa. Por tanto, el solo hecho de que se presente
un instrumento privado ante un fedatario público y
que éste certifique las firmas plasmadas en él, es
suficiente para que produzca certeza sobre la fecha

43
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

en la que se realizó su cotejo, ya que tal evento


atiende a la materialidad del acto jurídico a través
de su fecha y no de sus formalidades”.

Con base en las precisiones expuestas, entre ellas el


rigorismo del concepto de fecha cierta de los documentos
privados, esta Primera Sala concluye que no es requisito
indispensable que el documento exhibido como justo título
sea de fecha cierta, para que proceda la acción plenaria de
posesión prevista en el artículo 2.6 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de México, por lo
siguiente:

1.- La acción plenaria de posesión fue instituida para


proteger al poseedor (civil) de buena fe, que hubiese recibido una
cosa con justo título, cuando perdiera la posesión antes de
haber adquirido la propiedad por prescripción. La sentencia
que se pronunciaba en el juicio respectivo se limitaba a resolver
acerca del mejor derecho de posesión, sin prejuzgar sobre los
derechos de propiedad ni hacer alguna declaración de dominio.

Por ello, para demandar la acción plenaria de posesión no


es requisito indispensable que el actor sea propietario del bien,
pues no es menester acreditar el derecho de propiedad, porque lo
que protege esa acción es la posesión; en la acción publiciana no
pueden discutirse los derechos de propiedad que pudieran tener
las partes, sino el mejor derecho de posesión que les pueda
asistir.

44
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

2.- El documento exhibido como justo título para ejercer


la acción prevista en el artículo 2.6 del Código de Procedimientos
Civiles para el Estado de México, no debe confundirse con el
documento que acredite el dominio del bien, sino que alude a la
causa justa de su tenencia o posesión, que sólo da derecho a
poseerlo, dado que la demostración de la propiedad es propia
de la acción reivindicatoria.

3.- La acción plenaria de posesión se instituyó a favor del


adquirente de buena fe del bien. Se trata de una acción posesoria
porque tiende a proteger la posesión legítima de una cosa, de la
que no se tiene todavía el documento que acredite la propiedad,
pero que está en vías de adquirirse por prescripción, y el artículo
5.44 del Código Civil del Estado de México consigna que es
poseedor de buena fe el que entra en la posesión en virtud de
un título suficiente para darle derecho de poseedor, así como el
que ignora los vicios de su título que le impiden poseer con
derecho, y por indicación del artículo 5.45 de esta última
legislación la buena fe se presume siempre, salvo prueba en
contrario.

4.- En el concepto de justo título se comprende a aquél que


en principio sería apto para transmitir el dominio, pero que debido
a un vicio ignorado por el adquirente, sólo le transmite la posesión
del bien; lo cual resulta incompatible con el formalismo de los
documentos de fecha cierta, que son aquéllos que han sido
incorporados o inscritos en un registro público, los que se han
presentado ante algún funcionario público, por razón de su oficio,
y también se consideran de fecha cierta los documentos a partir

45
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

de la muerte de cualquiera de sus firmantes, de lo cual resulta


inconcuso que no es requisito indispensable que el
documento exhibido como justo título sea de fecha cierta,
para que proceda la acción plenaria de posesión prevista en
el artículo 2.6 del Código de Procedimientos Civiles para el
Estado de México.

5.- Esta conclusión se corrobora con lo que establece el


artículo 5.36 de la legislación civil sustantiva del Estado de
México, en el sentido de que la posesión da al que la tiene, la
presunción de propietario; que el que posee en virtud de un
derecho personal o de un derecho real distinto de la propiedad, no
se presume propietario; pero si es poseedor de buena fe, tiene
a su favor la presunción de haber obtenido la posesión del
propietario del bien o derecho poseído; por lo que el juzgador
debe examinar como primer elemento de la acción, si el
documento exhibido por el actor, como justo título, resulta
suficiente para creer fundadamente que adquirió de buena fe el
bien y decidir quién de las partes contendientes tiene mejor
derecho para poseerlo.

Consiguientemente, debe prevalecer con carácter de


jurisprudencia en el presente conflicto de criterios, la tesis de esta
Primera Sala que enseguida se precisa:

ACCIÓN PLENARIA DE POSESIÓN. PARA SU


PROCEDENCIA NO ES INDISPENSABLE QUE EL
DOCUMENTO EXHIBIDO COMO JUSTO TÍTULO SEA DE
FECHA CIERTA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO).

46
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

Conforme al artículo 2.6 del Código de Procedimientos Civiles del


Estado de México, la acción publiciana protege la posesión
jurídica del bien adquirido de buena fe (la cual se presume
siempre, salvo prueba en contrario, según el numeral 5.45 del
Código Civil de dicha entidad federativa) mediante un justo título y
su finalidad es incorporar la posesión material de la cosa a los
derechos del actor, sea porque el demandado es poseedor de
mala fe o porque aun teniendo título de igual calidad que el
demandante, la ha poseído por menos tiempo que éste. Por ende,
si se toma en cuenta, por un lado, que la acción indicada no
protege la propiedad sino la posesión legítima de los bienes
adquiridos por el demandante respecto de los cuales aun cuando
todavía no tiene el documento que acredite la propiedad, está en
vías de adquirirla por prescripción y, por el otro, que el artículo
5.36 del mencionado Código Civil señala que la posesión hace
presumir la propiedad, se concluye que para la procedencia de la
acción plenaria de posesión no es indispensable que el
documento exhibido como justo título sea de fecha cierta; de
manera que como primer elemento de la acción, el juzgador debe
examinar si el documento exhibido por el actor como justo título
es suficiente para creer fundadamente que adquirió de buena fe el
bien, y decidir a cual de las partes contendientes le asiste el mejor
derecho para poseerlo.

Finalmente, en acatamiento a lo dispuesto en el artículo 195


de la Ley de Amparo, la tesis de jurisprudencia que se sustenta
en este fallo deberá identificarse con el número que le
corresponda, y remitirse a la Dirección General de la
Coordinación de Compilación y Sistematización de Tesis para su

47
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

publicación en el Semanario Judicial de la Federación y su


Gaceta, así como al Tribunal Pleno y a la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, a los Tribunales de
Circuito y a los Juzgados de Distrito para su conocimiento.

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO.- Sí existe la contradicción de tesis a que este


expediente se refiere, en los términos del considerando sexto de
esta resolución.

SEGUNDO.- Debe prevalecer, con carácter de


jurisprudencia, el criterio sustentado por esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, conforme a la tesis
redactada en el último considerando del presente fallo.

TERCERO.- Dése publicidad a la tesis de jurisprudencia que


se sustenta en la presente resolución, en términos del artículo 195
de la Ley de Amparo.

Notifíquese; con testimonio de la presente resolución y, en


su oportunidad, archívese el presente toca como asunto
concluido.

Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, por unanimidad de cuatro votos de los
señores Ministros: José Ramón Cossío Díaz, Juan N. Silva Meza
(Ponente), Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente
Sergio A. Valls Hernández. Ausente: el señor Ministro José de
Jesús Gudiño Pelayo.

48
CONTRADICCIÓN DE TESIS 73/2008-PS.

Firman el Ministro Presidente de la Sala y el Ministro


Ponente, con el Secretario de Acuerdos, que autoriza y da fe.

PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA:

MINISTRO SERGIO A. VALLS HERNÁNDEZ.

PONENTE:

MINISTRO JUAN N. SILVA MEZA.

SECRETARIO DE ACUERDOS
DE LA PRIMERA SALA:

LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES.

“En términos de lo previsto en el artículo 3º, fracción II, de la Ley Federal de


Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión
pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o
confidencial que encuadra en ese supuesto formativo”.

MGD/rvh.

49

También podría gustarte