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Las Escuelas Modernas Del Derecho
Las Escuelas Modernas Del Derecho
Holandesa
Angloamericana
Italiana
ESCUELA HOLANDESA:
ESCUELA ANGLOAMERICANA:
ESCUELA ITALIANA:
Desde la óptica de los que no comparten su tesis ésta doctrina ha sido criticada
en primer lugar porque no es exacto que la soberanía del Estado sea, ante
todo, personal accesoriamente territorial. En efecto, en los estados modernos,
la soberanía se ejerce tanto sobre un territorio como sobre cierto número de
personas, sin que pueda invocarse ninguna razón plausible para establecer
una jerarquía entre estas dos manifestaciones de la soberanía.
Fueron sin duda, todas estas razones las que llevaron a las legislaciones
internas a abandonar los postulados de Manzini. Brasil, por ejemplo, reemplazo
en 1942 el sistema de la nacionalidad por el sistema del domicilio en su nueva
Ley de Introducción al Código Civil Brasileño.
Los tratados de la Haya perdieron su validez y el Código de Bustamante no
puede dar preferencia a la nacionalidad como determinante de la ley personal;
esto último puede apreciarse claramente en el Art. 9 del citado código.
ESCUELA DE PILLET:
Para la solución del problema de los conflictos de leyes, del que hemos
expuesto doctrinas formuladas por las escuelas antes citadas, Pillet, el mas
original de los juristas franceses ha creado una teoría nueva para la solución de
tan intrincado asunto jurídico, la cual calificamos de bastante personal e
ingeniosa. Su sistema quedó definitivamente expuesto en su obra “Principios
de Derecho Internacional Privado”, y dice “un Estado que reconoce a otro
Estado le considera no sólo como una comunidad de hecho existente fuera de
él, sino como una comunidad jurídica semejante a la suya, como un soberano
que ejerce las funciones que él reivindica para sí. Tal es la consecuencia
directa de la igualdad de los Estados y de la penetración recíproca de sus
soberanías por medio del comercio internacional. Para una mayor claridad de
su teoría diremos que para él, el Derecho Internacional Privado “reposa sobre
el respeto de las soberanías, las soberanías del orbe son independientes unas
de otras, y entre mas lo sean, más necesidad habrá de que se respeten. Afirma
que las leyes son un instrumento de autoridad indispensable al poder social en
sus relaciones con los miembros de la agrupación cuyos destinos gobierna y
sus preceptos generales deben ser obligatorios para todos los que habitan el
Estado”; pero se impone preguntarnos: ¿Qué leyes tienen un efecto
extraterritorial? Pillet, al efecto, comienza por hacer un estudio minucioso de las
características de la ley interna para determinar como estos rasgos se
proyectan en el plano internacional. Un ejemplo, nos ilustra más, por ello,
supongamos que nace una relación de derecho que tiene puntos de contacto
con diferentes países y surge naturalmente la duda acerca de la legislación que
debe regular esa relación. La solución perfecta para Pillet, consistiría en
asegurar a la ley, en las relaciones internacionales de orden privado, la misma
plenitud de efectos que posee en las relaciones interiores entre ciudadanos; y
como juzga tal solución caso imposible, estima que el ideal a que debemos
acercarnos, será considerar como más satisfactorio, la que conserve a la ley,
en aquella clase de relaciones, a la mayor suma de efectos de los que surte en
las relaciones entre nacionales de un mismo Estado.
Para llegar a esta conclusión conviene desde luego fijar los caracteres
indispensables de la ley interna y según Pillet, los rasgos característicos son: la
permanencia y la generalidad; el primero significa que ella se aplica a los
individuos, desde el día en que se promulga y hasta su derogación, incesante e
interrumpidamente, de una manera constante, sin solución de continuidad. El
segundo, significa que ella se aplica a todos los individuos y a todas las
relaciones jurídicas en el territorio del Estado que las ha dictado.
En el derecho interno, la ley conserva siempre esos caracteres; pero al
proyectarse en la “pantalla del derecho internacional”, debe perder uno de
ellos, porque si conserva los dos, sería imposible la aplicación extraterritorial de
la ley. Decir que la ley es permanente, significa que debe aplicarse de una
manera constante y que las personas a quienes rige deben estar en ella
sometidas toda su vida, en donde quiera que se encuentren. Por consiguiente,
el CARÁCTER DE PERMANENCIA IMPLICA EL DE
EXTRATERRITORIALIDAD. Ahora bien, ¿Con qué criterio se va a determinar
que las relaciones de derecho internacional privado conserven uno u otro
carácter? Pillet soluciona la pregunta diciendo que se determina si una ley es
general o permanente, territorial o extraterritorial, por EL FIN SOCIAL de la
misma. El fin social lo fija el legislador, según se haya propuesto proteger a la
sociedad, proteger a las personas, proteger a los bienes, etc.
Por otra parte, la doctrina de Pillet significó un avance importante porque no dio
soluciones extremas basadas en la sola territorialidad o en la sola
personalidad, sino que se colocó en un terreno ecléctico y abordó la solución
de los distintos problemas tratando de mantener un justo y satisfactorio
equilibrio entre ambos sistemas.
ESCUELA DE SAVIGNY:
Savigny, rompiendo con los principios sentados por las teorías anteriores a él,
formuló las suyas sobre otras bases, orientándola en sentido diverso, de donde
para él, la comunidad de civilización de los pueblos de occidente impone la
obligación de cada Estado de permitir la aplicación de la ley de los otros, en tal
formas que se obtengan soluciones uniformes, cualquiera que sea el lugar del
juicio.
Por lo tanto, si de acuerdo con la condición especial de la relación jurídica que
ha producido el conflicto es competente una ley extranjera, ésta debe ser
aplicada obligatoriamente por el Juez. Las leyes extranjeras se aplican, en
consecuencia, en virtud de una obligación jurídica impuesta por la comunidad
originada por la herencia del derecho romano y del cristianismo, y no por
cortesía.
Busca para cada relación de derecho el dominio jurídico a que esta relación
pertenezca por su naturaleza. Ello equivale a asignar a cada relación un lugar o
asiento determinado para que así sea también aplicable un determinado
derecho local. En otras palabras, Savigny localiza las relaciones de derecho
según su naturaleza en categorías de conexión, a saber:
a) El derecho de las personas, según Savigny, debe ser conectado con la ley
de su domicilio. En consecuencia, el derecho propio del individuo se determina
no por su origen, sino por el lugar de su domicilio.