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Instrumentos de

evaluación: La lista de
cotejo
16/11/2016
|

Mario Reyes Flores

Definición

Es una lista de palabras, frases u oraciones que señalan con precisión las tareas, acciones,
procesos y/o actitudes que se desean evaluar.

Su nombre en inglés es checking list y se entiende básicamente como un instrumento de


verificación. Funciona como un mecanismo de revisión que se lleva a cabo durante el proceso
de enseñanza-aprendizaje, para ciertos indicadores prefijados, indicando su logro o la
ausencia del mismo.

Al aplicar esta herramienta, se puede evaluar cualitativa o cuantitativamente, según


el enfoque que se le otorgue. Así también, permite ajustar el grado de precisión o de
profundidad con que se evalúa.

Otra característica de la lista de cotejo, es que brinda al docente la opción de intervenir


durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, para propiciar un mejor logro de los objetivos
curriculares. Esto gracias a la visualización del estado de avance que el instrumento ofrece.

Por todo lo anterior, las listas de cotejo poseen un amplio rango de aplicaciones, y pueden
ser fácilmente adaptadas a cada situación.
Presentación

La lista de cotejo, por lo general se organiza en una tabla en la que se consideran los
aspectos relacionados con las partes relevantes del proceso o producto a
evaluar, ordenados conforme a la secuencia de realización correspondiente.

En la primera columna, se escribe el listado de aspectos a evaluar, ya sean contenidos,


habilidades, conductas, etc. A continuación, se añade un espacio junto a cada aspecto, para
registrar un tic ("O" para indicar "visto bueno", o una "X" si la conducta es "no lograda", por
ejemplo), un puntaje, una nota o un concepto.

De manera alternativa, es posible emplear una escala con niveles de logro ("realizado",
"parcialmente realizado" y "no realizado", por ejemplo), comúnmente ubicada en la parte
superior de la tabla. Esto confiere a la lista de cotejo un grado de precisión mayor, en caso
de que así convenga al proceso o producto a evaluar.

De lo anterior se desprende entonces, que las listas de cotejo poseen al menos dos
componentes: a) un listado de indicadores, y b) un rango de criterios de evaluación (logrado,
no logrado; puntajes; notas; conceptos; etc.), que se pueden agrupar en una sola columna o
en varias, si el caso así lo amerita.

Si bien es cierto que el ideal es producir in situ los indicadores, en tanto que sólo trabajando
directamente en el aula se puede saber qué y cuánto se requiere evaluar; también es posible
tomar en préstamo indicadores ya formulados. Ello permite trabajar con indicadores que han
sido previamente diseñados en un contexto didáctico, lo cual posibilita tomarlos como
modelos o ejemplos para la formulación de nuevos indicadores o bien, reformularlos,
adaptándolos a los requerimientos de la práctica pedagógica que se esté llevando a cabo.

Tal como se aprecia, los indicadores de evaluación apuntan a aspectos de carácter cualitativo
y no poseen una calificación en sí mismos. Por lo tanto, una vez definidos, se tendrá que
resolver qué categorías se usarán para calificar estos indicadores. Si bien, tradicionalmente
se utilizan categorías antónimas y excluyentes ("sí – no"; "logrado – no logrado"; "correcto
– incorrecto"; etc.), no se descarta la posibilidad de optar si se requiere, por una escala
de verificación del avance ("concluido", "en proceso", "sin realizar"). En cualquier caso, hay
que cuidar que estas categorías reflejen efectivamente el aspecto que se esté midiendo, ya
que de lo contrario, el instrumento no ofrecerá una retroalimentación satisfactoria a los
propósitos de la evaluación.

A manera de ejemplo: Suponiendo que las categorías utilizadas fuesen conceptos, tales como
"logrado" y "no logrado", lo adecuado sería construir una tabla de doble
entrada. Si además supusiéramos que sólo interesa verificar un resultado, correspondería
utilizar un tic o visto bueno para cada casilla cuando corresponda.

En síntesis, las listas de cotejo pueden ser herramientas de gran ayuda para evaluar bajo
criterios cualitativos o cuantitativos; siempre y cuando el diseño de las mismas corresponda a
los requerimientos que planteen las situaciones reales de aula que se estén evaluando.

Material consultado

SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN BÁSICA (2012). Las estrategias y los instrumentos


de evaluación desde el enfoque formativo. Secretaría de Educación Pública. Ciudad de
México.
Temas:

Análisis del desempeño

Técnicas e instrumentos de evaluación

Estrategias de evaluación

Instrumentos de
evaluación: La rúbrica
14/11/2016
|
Mario Reyes Flores

Definición

La rúbrica (en ocasiones también llamada matriz de valoración o de evaluación) es un


instrumento de evaluación basado en una serie de indicadores, que sirven de guía para ubicar
de manera precisa el nivel de desarrollo de los conocimientos, habilidades y actitudes o
valores observados por el docente, en las producciones de los estudiantes, de acuerdo a una
determinada escala.

Éste es un instrumento que cobra auge en los sistemas de distintos niveles de educación, con
la necesidad y pertinencia de evaluar la adquisición de competencias en la ejecución de tareas
específicas.

Acorde al enfoque actual de educación, la rúbrica amplía el concepto de evaluación


tradicional, en el que se valora el grado de aprendizaje del alumno, mediante la asignación
de números o letras.

Como instrumento de evaluación formativa, facilita la valoración de áreas consideradas


subjetivas, complejas o imprecisas; mediante criterios que cualifican progresivamente el
logro de aprendizajes, conocimientos y competencias.

Presentación

La rúbrica, por lo general se presenta como una tabla, en cuya primer columna (eje vertical)
incluye los aspectos a evaluar (indicadores de logro), mientras que en la fila superior (eje
horizontal), la escala de valoración (niveles de desempeño), misma que puede ser descriptiva,
numérica o alfabética, aludiendo al nivel de logro alcanzado.

En las celdas centrales se justifican los niveles de desempeño de los estudiantes, para
cada aspecto (indicador de logro) a evaluar; mediante criterios específicos sobre
su rendimiento, de acuerdo con el logro de los objetivos curriculares y las expectativas del
docente.
En ciertos casos, podrá convenir al profesor compartir el instrumento con sus estudiantes,
previo a la realización de la actividad. Al hacerlo, les permitirá identificar con claridad la
relevancia de los contenidos y los objetivos de las tareas programadas.

Elementos

Sintetizando: los componentes de una rúbrica, sugeridos por la mayoría de los autores son:

 Aspectos a evaluar (indicadores de logro)


 Escala de valoración (niveles de desempeño)
 Criterios de evaluación (justificación o argumentación de cada nivel de desempeño, para
cada aspecto a evaluar)

Elaboración y aplicación

Para elaborar y aplicar una rúbrica es necesario:


1. Seleccionar un proceso o producto a evaluar.
2. Identificar los aprendizajes esperados.
3. En la primera columna, redactar los indicadores de logro (aspectos a evaluar) con base en
los aprendizajes esperados.
4. En la fila superior, indicar los niveles de desempeño (escala de valoración) que aludirán a
los aspectos o rubros del producto o proceso a evaluar. Se sugiere definir de tres a cinco
niveles, tales que podrán ser descriptivos (excelente, bueno, regular, etc.), numéricos (5, 4,
3, 2 , 1) o alfabéticos (E, D, C, B, A). La escala de valor que se elija deberá ser fácil de
comprender y utilizar.
5. Describir en las celdas centrales, los criterios de evaluación para cada indicador de logro,
procurando redactarlos con la mayor claridad y precisión posible.
6. Comparar la ejecución de cada alumno con los criterios de evaluación establecidos y
seleccionar el nivel que mejor describa el desempeño de cada estudiante, anotándolo en el
formato correspondiente.
7. Interpretar los resultados y reflexionar sobre el impacto educativo del proceso o producto
evaluado.
Cualquier rúbrica debe considerar las siguientes premisas: ser coherente con los objetivos
educativos que se persiguen; apropiada ante el nivel de desarrollo de los estudiantes; y
establecer niveles con términos claros.
Ventajas y desventajas

La rúbrica como instrumento de evaluación, ofrece las siguientes ventajas:

 Identifica claramente los objetivos, las metas y los pasos a seguir del proceso o producto
evaluados.
 Señala los criterios a considerar para medir el desempeño del estudiante.
 Permite al docente describir cualitativamente los distintos niveles de logro de los
estudiantes.
 Permite a los estudiantes, conocer los criterios de calificación con que serán evaluados.
 Permite que el estudiante evalúe y haga una revisión final a su trabajo, antes de entregarlo
al profesor.
 Brinda a los estudiantes, retroalimentación sobre sus fortalezas y áreas de oportunidad.
 Provee al docente información de retorno sobre la efectividad del proceso de enseñanza que
está utilizando.
 Disminuye la subjetividad de la evaluación.
 Permite la autoevaluación y la coevaluación.
 Facilita la calificación del desempeño, en áreas que son complejas, imprecisas o subjetivas.

Desventajas:

 Su elaboración demanda cierto tiempo.


 Es necesario que el docente investigue o se capacite en cuanto al diseño y uso de éste
instrumento, la primera vez que lo implemente.

Material consultado

SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN BÁSICA (2012). Las estrategias y los instrumentos


de evaluación desde el enfoque formativo. Secretaría de Educación Pública. Ciudad de
México.
Temas:
Análisis del desempeño

Estrategias de evaluación
Técnicas e instrumentos de evaluación

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