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Evidencia y práctica clínica de los probióticos para el

profesional de la salud

conforma nuestra principal área de comunica-


Tema de revisión Adultos ción con el medio externo. A su vez, la barrera
El sistema inmune de las mucosa incluye una fina capa interna compues-
ta por mucinas y glucolípidos de membrana, y
mucosas una capa externa compuesta de mucinas, in-
munoglobulina A y péptidos antibacterianos no
específicos. Bajo la barrera mucosa distingui-
Virginia Robles Alonso y Francisco Guarner mos la membrana epitelial, formada por una
Aguilar monocapa de células epiteliales unidas entre
sí por uniones estrechas y con los apéndices
Introducción de las células dendríticas extruyendo entre las
mismas. El epitelio intestinal se caracteriza
además por la presencia de linfocitos intraepi-
La superficie del aparato digestivo forma la pri- teliales, localizados entre los enterocitos, cuyo
mera barrera de contacto con el medio externo, perfil fenotípico se describe más adelante.
donde permanentemente tomamos contacto con
infinidad de antígenos, muy diferentes entre sí, El sistema inmune de las mucosas perte-
desde nutrientes básicos hasta patógenos bacte- nece al denominado tejido linfoide asocia-
rianos. Es por ello que, a nivel intestinal, existe do a mucosas (GALT), que tapiza las su-
un extenso tejido inmunológico destinado a la perficies respiratoria y digestiva. (Figura 1)
defensa y mantenimiento de la homeostasis
del medio interno. Por un lado, este tejido habrá
de desarrollar una adecuada respuesta inmuno-
lógica protectora frente a patógenos bacterianos,
pero a la par, debe de ser capaz de distinguir an-
tígenos inocuos, como proteínas alimentarias y
nuestra propia flora comensal, fenómeno que ha
venido a denominarse tolerancia oral. En virtud
de una adecuada discriminación entre patóge-
nos y antígenos inocuos, tendrá lugar un ade-
cuado balance entre desarrollo de inmunidad o
tolerancia, y no así el desarrollo de alergias ali-
mentarias o respuestas inflamatorias exacerba-
das. En este complejo proceso de desarrollo de
fenómenos inmunológicos que comienza desde
el mismo momento del nacimiento, intervienen
diversos factores, entre los que nuestra mi-
SED: subepithelial dome; TDA: thymus –dependent área Mowat, 2003.
crobiota desempeña un papel fundamental.

Estructura del tejido linfoide Figura 1. Representación esquemática de los elementos linfoi-

asociado a mucosas (GALT) des que componen el sistema inmune intestinal. El tejido linfoi-
de organizado en las placas de Peyer y en los nódulos linfáticos
mesentéricos está implicado en la inducción del sistema inmune y
la tolerancia, cuyo lugar de inducción está disperso a través de la
lámina propia y el epitelio de la mucosa. Tanto las placas de Peyer
La barrera intestinal, compuesta por la cobertu- como la lámina propia de las vellosidades son drenados por va-
ra de moco y la membrana epitelial subyacente, sos linfáticos aferentes hacia los nódulos linfáticos mesentéricos.

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Se distribuye a lo largo de todo el tubo digesti- liferación clonal. A continuación pasa a la circula-
vo, entre el estrato epitelial y la lámina propia. ción sistémica y retorna de nuevo a la mucosa in-
Podemos distinguir dos formas de tejido; testinal, donde tendrá lugar la respuesta inmune.
por un lado, las placas de Peyer, (figura 2)

Inmunidad innata

El sistema inmune, en el desarrollo de su papel de-


fensivo puede ejercer dos tipos de respuesta: la in-
munidad innata y la inmunidad adaptativa o adqui-
rida. Ambas actúan de forma integrada y sinérgica.

La respuesta inmune innata se caracteriza por


ser rápida e inespecífica, ya que no depende de
la activación de linfocitos, y se produce en res-
puesta a una serie de antígenos de estructuras
Figura 2 Cortesía de Thomas T. MacDonald comunes a las células procariotas, como son los
lipopolisacáridos (LPS) y los peptidoglicanos. Es-
tos antígenos se denominan Pathogen-Associated
formadas por agregados de 5 o más folículos, y por Molecular Patterns (PAMP) (Takeuchi y Akira,
otro los folículos linfoides aislados (figura 3). 2010) y se unen a unos receptores denominados
Pattern Recognition Receptors (PRR). Se conocen
cuatro clases de PRR: RIG-I-like receptors, que
reconocen ARN viral; receptores para leptina tipo
C, que reconocen estructuras fúngicas; NOD-like
receptors (NLR); y la familia de los toll-like recep-
tors (TLR), implicados en el reconocimiento de es-
tructuras bacterianas. Mientras que los NLR y los
RIG-I-like receptors se localizan en el citoplasma,
los TLR son receptores transmembrana, asocia-
Figura 3 Cortesía de Per Brandzaeg dos a la membrana plasmática o a la membrana
del compartimento endolisosomal. Los receptores
Ambas estructuras se distribuyen a lo largo del in- para leptina tipo C suelen localizarse a nivel de la
testino delgado; sin embargo, a nivel del intestino membrana de los lisosomas. Dichos receptores
grueso encontramos únicamente folículos linfoides son expresados tanto por células inmunes como
aislados. Ambas estructuras contienen fundamental- no inmunes. Una vez que un patógeno o antí-
mente precursores de linfocitos B, T y células pre- geno atraviesa la barrera epitelial, las células
sentadoras de antígeno. Cada folículo se asocia a fagocíticas como los neutrófilos, monocitos o
un epitelio especializado suprayacente que contie- macrófagos son capaces de liberar una serie de
ne células M (que no secretan enzimas digestivos) citocinas que, a su vez, inducen el reclutamien-
y que se encarga de transportar los antígenos a to de neutrófilos al lugar de la inflamación. Las
su través hasta contactar con las células inmunes. células dendríticas, otro tipo de células fagocíti-
Una vez que tiene lugar la exposición antigénica, cas, que actúan como células presentadoras de
el linfocito es activado, y migra hasta los ganglios antígenos, son capaces de inducir una respuesta
linfáticos mesentéricos, donde tiene lugar su pro- inmunológica adquirida al presentar antígenos a

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células T naive. Por tanto, se trata de la primera T helper da lugar a linfocitos helper de distinto fe-
línea de defensa frente a patógenos, rápida e ines- notipo: Th1, Th2, Th17, Tr1 o T reguladoras se-
pecífica, y se encuentra coordinada con la respues- gún el perfil de citocinas que expresen (figura 4).
ta inmune adquirida (Hooper y Macpherson, 2010).

Inmunidad adquirida

La inmunidad adquirida es específica contra el


antígeno y genera memoria inmunológica, es
decir, una defensa reproducible a lo largo del
tiempo cuando tiene lugar el contacto con el an-
tígeno que indujo la inmunización. Sus princi- GATA3: GATA-binding protein 3; MAF: macrophage-activating factor;
RORγt: retinoic acid receptor-related orphan receptor-γt; TGFβ:
pales efectores son los linfocitos B y T, gene-
transforming growth factor-β
radores de respuestas humorales y celulares
respectivamente. Tanto las células B como las T
son capaces de reconocer antígenos mediante Figura 4. Subpoblaciones celulares de los linfocitos T CD4+. Los linfo-
citos T CD4+ se diferencian en subpoblaciones en respuesta a señales
receptores específicos (receptores BCR para las
inducidas por citocinas, mediadas a su vez por factores de transcrip-
células B y receptores TCR para las células T). ción característicos. Cada subpoblación de linfocitos CD4+ produce un
perfil de citocinas determinado. La interleucina 23 favorece la función
efectora de la subpoblación T helper 17 (Th 17), pero por sí misma no
La célula plasmática, que se origina mediante la determina la diferenciación hacia Th17. Los dos tipos de linfocitos CD4+
diferenciación de los linfocitos B activados, es la reguladores, T reg y TR1, se caracterizan por la presencia de o ausencia
célula efectora de la respuesta humoral. Secreta de expresión del factor de transcripción forkhead box P3 (FOX3), res-
pectivamente. Aunque tradicionalmente las subpoblaciones de linfocitos
inmunoglobulinas, que serán Ig G o Ig M a nivel sis- CD4+ se han considerado finalmente diferenciadas, existe evidencia
témico, o Ig A si se excretan a la luz de las mucosas. de conversión de linfocitos Th17 hacia Th1, y posiblemente desde cé-
lulas T reg hacia Th17, lo que sugiere plasticidad entre subpoblaciones.
La IgA neutraliza los virus y bacterias, impidiendo la
adherencia y colonización de las superficies muco-
sas. Por otro lado, la Ig A no activa el complemen- Así, la respuesta Th1 a través de la producción de
to, induciendo poca respuesta inflamatoria local. IFN-γ, produce respuestas de hipersensibilidad re-
tardada y activación de macrófagos, siendo efec-
En el proceso de reconocimiento inmunitario, los tivas en el aclaramiento de patógenos intracelula-
antígenos procesados por células presentadoras res. La respuesta Th2 produce interleucinas IL-4,
de antígeno desde la luz intestinal, se presentan IL-5, IL-13 e IL-25, es una reacción de importancia
a los linfocitos T a través del complejo mayor de en la síntesis de IgE e induce una respuesta alér-
histocompatibilidad (CMH). Los linfocitos se sub- gica, actuando en la eliminación de parásitos. Con
dividen en linfocitos citotóxicos (CD8+) y helper posterioridad, se han descrito la existencia de una
(CD4+), que reconocen moléculas del CMH tipo 1 tercera vía de diferenciación Th17 (Weaver, Ha-
y tipo 2, respectivamente, produciendo su activa- rrington et al. 2006), fundamental en favorecer la
ción y expansión clonal dependiente de antígeno protección del huésped contra bacterias extrace-
en los ganglios linfáticos mesentéricos (Hooper lulares y hongos, para los que las vías Th1 y Th2
y Macpherson, 2010). A continuación se distribu- no resultan efectivas. Por otro lado, estas células
yen por la circulación sistémica y retornan a la son también mediadoras de respuestas autoin-
membrana basal de la mucosa intestinal, donde munes. Los linfocitos CD4+ Th17 sintetizan fun-
tendrá lugar la respuesta inmune, sea de toleran- damentalmente IL-17. Las células T reguladoras
cia o de rechazo. La expansión clonal de células permiten el fenómeno de inmunotolerancia gracias

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a la secreción de citocinas reguladoras, de carác- el papel de la colonización bacteriana como


ter antiinflamatorio como la IL-10 o el TGF-beta motor fundamental de la inducción del sis-
(Murphy y Reiner, 2002) en respuesta a antígenos tema inmunitario adquirido y de sus meca-
que se reconocen como no patógenos, contra- nismos de regulación. Los animales criados
rrestando las otras respuestas Th1, Th2 y Th-17. en condiciones de asepsia estricta (germ-free)
presentan una atrofia no sólo del sistema in-
Habitualmente, a nivel de la barrera intesti- munitario a nivel de las mucosas con la expre-
nal, predomina un ambiente de inmunoto- sión de folículos linfoides de pequeño tamaño,
lerancia probablemente mediado por célu- escasez de linfocitos intraepiteliales y de la lá-
las T reguladoras, permitiendo la exposición mina propia, sino también del sistema inmuni-
continua a los antígenos derivados de la die- tario sistémico (ganglios linfáticos de menor ta-
ta y a nuestra propia flora comensal, sin de- maño, nivel bajo de inmunoglobulinas) (Pollard
sarrollo de respuesta inmune antiinflamatoria. y Sharon, 1970; Hooper, 2004). Por otro lado,
es también conocido que los animales criados
en condiciones asépticas presentan menor to-
Tolerancia oral y desarrollo de lerancia oral a los antígenos de la dieta. Todos
estos cambios son reversibles tras la coloniza-
inmunidad ción de los ratones germ-free con flora intestinal.

Gran parte de la información de la que dispo-


El tejido linfoide asociado a la mucosa se localiza en pri- nemos en relación a la interacción microbiota-
mera línea de contacto con el tubo digestivo, y por tanto, mucosa intestinal se basa en estudios in vitro
está en contacto permanente con antígenos alimen- con bacterias aisladas, y no frente a una comu-
tarios y bacterianos procedentes del medio externo. nidad ecológica. En estudios con ratones (Iva-
nov, Atarashi et al., 2009) se ha puesto de mani-
Frente a los antígenos del medio externo, podemos fiesto cómo determinadas bacterias, en concreto
encontrar dos tipos de respuesta, la falta de res- las llamadas segmented filamentous bacteria
puesta sistémica específica (tolerancia oral) o bien (SFB) son capaces de interactuar con las cé-
el desarrollo de inmunidad frente a los mismos. Ha- lulas epiteliales a través de la capa de moco,
bitualmente, la primera tiene lugar ante antígenos ali- de forma que estimulan las respuestas de la vía
mentarios o flora comensal, y la segunda frente a pa- reguladora mediante la secreción de citocinas
tógenos. Existen distintos factores que determinan la tales como IL-17 e IL-22. Dicha respuesta pa-
respuesta, como son la carga genética, la naturaleza rece ser protectora frente a la infección intesti-
del antígeno, la dosis y frecuencia de administra- nal de algunos patógenos como C. rodentium.
ción del mismo, y la edad de la primera exposición.
Bacteroides fragilis (Mazmanian, Round et
al., 2008), a través de su polisacárido A,
Papel de la microbiota intesti- provee al huésped de capacidad antiinfla-
nal en el desarrollo del siste- matoria, ya que ha demostrado evitar la in-
flamación en modelos animales de colitis
ma inmune de las mucosas desencadenada por Helicobacter hepaticus.

La colonización de ratones germ-free con co-


Se sabe que la microbiota nos provee de funcio- munidades bacterianas complejas estimu-
nes tróficas, metabólicas y defensivas. En cuan- la la expresión epitelial de RegIIIã, un pép-
to a las funciones tróficas, hay que destacar tido antibacteriano que se une a las bacterias

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a través de peptidoglicanos, sin activación del Los mecanismos a través de los cuales los pro-
complemento, y limita la adhesión bacteria- bióticos interactúan con la inmunidad del hués-
na al epitelio (Cash, Whitham et al., 2006). ped pueden agruparse a nivel molecular en tres
categorías: inhibición de patógenos, homeos-
Y no sólo las bacterias ejercen una estimula- tasis de la mucosa y efecto inmunomodulador.
ción del sistema inmune; sus productos me-
tabólicos, como los ácidos grasos de ca- La inhibición de patógenos consiste en la
dena corta derivados de la fermentación competencia directa que establece el pro-
sacarolítica (butirato, acetato y propiona- biótico con otros patógenos por la adheren-
to) poseen importantes propiedades anti- cia al epitelio intestinal, junto con la produc-
inflamatorias, tanto en estudios in vitro como ción de sustancias antibacterianas, como
revirtiendo la inflamación en modelos muri- son el ácido láctico y las bacteriocinas.
nos de colitis (Okamoto, Sasaki et al., 2000).
En relación a la homeostasis de la mucosa, los
Por lo tanto, parece que la presencia de la mi- probióticos actúan inhibiendo expresión de ge-
crobiota, así como su actividad metabólica en el nes proinflamatorios a nivel de las células epite-
intestino, ejercen un papel decisivo en el desa- liales de la mucosa. Por otro lado, favorecen el
rrollo y la maduración del sistema immunitario. “efecto barrera” intestinal al inducir la síntesis de
mucinas (Mack, Ahrne et al., 2003), o favorecien-
do las tighjunctions, uniones intercelulares late-
Probióticos rales fundamentales para el mantenimiento del
citado efecto barrera (Ukena, Singh et al., 2007).

Una vez demostrado el hecho de que la micro- Por último, se ha demostrado el papel de ce-
biota es un factor necesario para el desarrollo pas probióticas como inmunomoduladoras de
y homeostasis del sistema inmune, tanto local la respuesta inmune de la mucosa al aumen-
como sistémico, junto con su papel en la mo- tar la secreción de citocinas proinflamatorias.
dulación del mismo, se ha planteado la posibi-
lidad de que los probióticos -microorganismos A nivel clínico, se han utilizado los probióticos
vivos que, cuando se administran en cantidades con el objetivo de mejorar las infecciones adqui-
adecuadas, confieren un beneficio a la salud del ridas por vía gastrointestinal. De esta forma se
consumidor (Guarner y Schaafsma, 1998)- sean sabe, por ejemplo, que la administración de
capaces de estimular el sistema inmune o re- distintas cepas de Lactobacillus mejora la
ducir la respuesta en función de la necesidad evolución de la diarrea infecciosa en niños,
del individuo. En diferentes estudios, tanto en producida en la mayor parte de los casos por ro-
animales como en humanos, distintas cepas de tavirus, disminuyendo el tiempo la duración y la
microorganismos probióticos han demostrado su frecuencia de la diarrea, así como el tiempo de
capacidad para modular respuestas inmunológi- hospitalización (Van Niel, Feudtner et al., 2002).
cas cuando son administrados por vía oral. Los
probióticos son capaces de producir una estimu- Otro ejemplo de gran importancia clínica es el
lación de la inmunidad innata y de la inmunidad empleo de probióticos como profilaxis para dis-
adquirida o específica, confiriendo al huésped un minuir la diarrea por Clostridium difficile. Existe
aumento potencial en la resistencia a microor- un metaanálisis (Johnston, Ma et al., 2012) en el
ganismos patógenos (Cross, 2002), o bien pue- que se demuestra que la profilaxis con probió-
den inducir una inhibición del sistema inmune ticos disminuye la incidencia de diarrea por
en situaciones de hiperestimulación del mismo. Clostridium difficile, aunque de forma discreta,

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y sin aconsejar una cepa concreta, si bien se ob-


servan buenos resultados con S. boulardii y con
Bibliografía
una mezcla de cepas de L. acidophilus y L. casei.
Cash HL, Whitham CV et al. Symbiotic bacte-
Una aplicación muy útil, aunque todavía en fase ria direct expression of an intestinal bacterici-
de desarrollo, consiste en el empleo de probió- dal lectin. Science 2006; 313(5790): 1126-30.
ticos como agentes potenciadores de vacu-
nas, aprovechando sus efectos en el aumento de Cross ML. Microbes versus microbes: immune sig-
células B secretoras de inmunoglobulinas espe- nals generated by probiotic lactobacilli and their role
cíficas y de Ig A en suero. Un ejemplo ha sido el in protection against microbial pathogens. FEMS
empleo de Lactobacillus GG como potenciador de Immunol Med Microbiol. 2002; 34(4): 245-53.
la vacuna contra el rotavirus, que ha demostrado
favorecer la seroconverión (Isolauri, Joensuu et De Vrese M, Rautenberg P et al. Probio-
al., 1995). De Vrese et al. apreciaron un aumen- tic bacteria stimulate virus-specific neutrali-
to significativo de los anticuerpos neutralizan- zing antibodies following a booster polio vac-
tes al combinar L. rhamnosus GG y L. paracasei cination. Eur J Nutr. 2005; 44(7): 406-13.
CRL431 junto con la vacuna atenuada oral del vi- Guarner F, Schaafsma GJ. Probiotics.
rus de la polio (de Vrese, Rautenberg et al., 2005). Int J Food Microbiol. 1998; 39(3): 237-8.
Las enfermedades alérgicas, entre las que se inclu-
yen la alergia alimentaria, la dermatitis atópica o el Hooper LV. Bacterial contributions to mammalian gut
asma, son reflejo de una exacerbada e inadecua- development. Trends Microbiol. 2004; 12(3): 129-34.
da respuesta inmune local y/o sistémica en las que
pudiera existir un nicho terapéutico para el uso de Hooper LV, Macpherson AJ. Immune adaptations
probióticos, dado el efecto inmunomodulador. Se that maintain homeostasis with the intestinal mi-
han empleado diferentes cepas, fundamentalmen- crobiota. Nat Rev Immunol. 2010; 10(3): 159-69.
te de Lactobacillus y Bifidobacterium, aunque por
el momento es necesaria más evidencia para re- Isolauri E, Joensuu J et al. Improved immunogeni-
comendar su empleo sistemático (Ozdemir, 2010). city of oral D x RRV reassortant rotavirus vaccine by
Lactobacillus casei GG. Vaccine 1995; 13(3): 310-2.
Como conclusión, es interesante resaltar el
papel del sistema inmune de las mucosas Ivanov II, Atarashi K et al. Induction of in-
como órgano inmune implicado tanto en res- testinal Th17 cells by segmented filamen-
puestas inmunológicas de rechazo frente tous bacteria. Cell 2009; 139(3): 485-98.
a agresiones externas como en la toleran-
cia a elementos de la dieta o la propia flora. Johnston BC, Ma SS et al. Probiotics for the pre-
vention of Clostridium difficile-associated dia-
En el desarrollo de este tejido inmune que tapiza rrhea: a systematic review and meta-analy-
el tubo digestivo es fundamental el papel de pri- sis. Ann Intern Med. 2012; 157(12): 878-88.
mado que ejerce la microbiota intestinal, sin cuya
estimulación los órganos inmunocompetentes Mack DR, Ahrne S et al. Extracellular MUC3 mucin se-
permanecerían atróficos tanto a nivel local como cretion follows adherence of Lactobacillus strains to in-
sistémico. Emerge un lugar de aplicación poten- testinal epithelial cells in vitro. Gut 2003; 52(6): 827-33.
cial (y en algunos casos, ya real) de los probióti-
cos como moduladores del sistema inmune, ayu- Mazmanian SK, Round JL et al. A microbial
dando tanto a la prevención como al tratamiento symbiosis factor prevents intestinal inflam-
de distintas enfermedades infecciosas y alérgicas. matory disease. Nature 2008; 453(7195): 620-5.

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