Está en la página 1de 34

TERAPIA OCUPACIONAL EN PSIQUIATRÍA

TEMA 1: Objetivos generales de la Terapia Ocupacional en psiquiatría

TEMA 2: Departamento de Terapia Ocupacional en psiquiatríaç

TEMA 3: Dinámica de ingresados

TEMA 4: Dinámica de la Unidad de Día


-indicaciones para ingresar en la Unidad de Día
-enfoque de la actividad en la Unidad de Día

TEMA 5: Factores que influyen en la persona como individuo al ingresar en


un servicio psiquiátrico

TEMA 6: Indicaciones clínicas que hacen necesario el ingreso en un


servicio psiquiátrico

TEMA 7: Importancia de la comunicación en el paciente psiquiátrico:


-definición
-características de la comunicación humana
-como se comunica el paciente mental

TEMA 9: Importancia de la familia en el paciente psiquiátrico:


-patología familiar en la depresión y manía
-patología familiar en la esquizofrenia

TEMA 10: Recibimiento del paciente en Terapia Ocupacional


TEMA 1

OBJETIVOS GENERALES DE LA TERAPIA OCUPACIONAL EN

PSIQUIATRÍA

El terapeuta ocupacional debe marcarse como objetivo primordial el


lograr la independencia psíquica, social y laboral del enfermo mental.

Será también objetivo el mantener la independencia en las AVD en el


caso de que no hayan sido perdidas por la enfermedad mental, o
rehabilitarlas en el caso de que haya habido deterioro. Se entrenará al
enfermo al esfuerzo laboral, así como se le reintegrará a su ámbito
familiar.

El terapeuta ocupacional contribuirá, junto con el resto del equipo


terapéutico, a que no se prolongue la estancia del paciente más de lo
necesario. Será indispensable que el enfermo colabore, de lo que se
desprende la importancia de la relación que tiene que existir entre el
enfermo y el terapeuta ocupacional.

Siempre se trabajará con un potencial rehabilitador o capacidad


residual del enfermo que el terapeuta ocupacional tiene que ser conocedor
para exigir lo justo en el tratamiento.

El tratamiento del enfermo mental siempre va a tener que ser orientado


a la integración del individuo en un grupo, aunque en un primer momento
sea necesario el tratamiento individual.

Es importante que el enfermo tenga una integración de su esquema


corporal y capacidades expresivas, de ahí que el terapeuta ocupacional
deba trabajar estos aspectos en profundidad.

Estos son a grandes rasgos los objetivos generales que el terapeuta


ocupacional debe buscar cuando realice un tratamiento a un enfermo
mental.
TEMA 2

DEPARTAMENTO DE TERAPIA OCUPACIONAL EN

PSIQUIATRÍA

Debería estar situado en un lugar del servicio de fácil acceso por


parte de los enfermos y del resto de los componentes del equipo
terapéutico.
Será únicamente para uso exclusivo de Terapia Ocupacional sin tener
que compartirlo como comedor o sala de estar.
No debe estar muy cerca de las habitaciones, pues puede molestar a los
enfermos que estén en cama. Lo ideal sería en la planta baja con acceso a
jardines.
La amplitud va siempre relacionada con el número de enfermos que vayan
a recibir el tratamiento.
La falta de espacio físico sirve de excusa a muchos pacientes que
tienen resistencia a asistir a Terapia Ocupacional. Nunca un terapeuta
ocupacional debe admitir en el departamento a más pacientes de los que
pueda tratar, ya que puede convertirse en un lugar de estar más que un
departamento donde se acude a recibir un tratamiento.
El número máximo de pacientes por terapeuta ocupacional debe ser de 10
a 15, para poder realizar la tarea, y un buen trabajo terapéutico, ya que
tener 30 o 40 pacientes nos convierte en monitores y dar trabajo para
mantenerlos ocupados pero sin un fin terapéutico y lo más importante, sin
posibilidades de ir viendo la evolución del sujeto ni cómo introyecta la
actividad, ni tiempo de establecer una relación terapeuta-paciente que en
resumidas cuentas es lo más importante.
El departamento debe ser amplio, a ser posible una sala entera sin
divisiones ni compartimentos debido a que éste tipo de pacientes deben
estar siempre a la vista. Debe tener luz natural y los medios necesarios
para poder aplicar el tratamiento. Un cuarto para guardar el material,
armarios, mesas y sillas cómodas que faciliten el trabajo.
La distribución ser hará de acuerdo al estado psicopatológico y
actividad, más que al diagnóstico. En Terapia Ocupacional se hacen
tratamientos individuales pero se tiende al final al tratamiento en
grupo.
TEMA 3

DINÁMICA DE INGRESADOS

La unidad de internamiento es el elemento básico de la unidad de


psiquiatría, ya que su propia misión asistencial hace posible también el
funcionamiento eficaz de otras formas dentro del circuito terapéutico de
la unidad psiquiátrica.
Un servicio de ingresados debe organizarse teniendo en cuenta siempre
el destinatario de los servicios y su misión fundamental, que es el
tratamiento intensivo del enfermo mental.
Es importante tener en cuenta siempre el diseño y decoración, tratando
de crear un ámbito cálido y hogareño.
Hay que considerar que el paciente psiquiátrico no está confinado en
la cama, sino participando adecuadamente en su programa terapéutico.
El sector de internamiento se caracteriza por absorber la mayor parte
de los recursos del personal de todos los niveles (psiquiatras,
terapeutas ocupacionales, ATS, asistentes sociales, auxiliares y
celadores, aparte de los distintos alumnos de las escuelas).
La duración de la estancia será según el diagnóstico, pero por regla
general no pasa de los dos meses, considerándose estancia de 15 a 30
días. Esto debe preocupar a los responsables de la asistencia, ya que la
prolongación innecesaria trae consigo inevitablemente los riesgos de
dependencia hospitalaria, regresión emocional, ganancia secundaria,
aparte de la repercusión económica y sobrecarga asistencial que esto
ocasiona.
El equipo al tomar la decisión del alta debe alejarse de dos posturas
erróneas:
-la fantasía de curación total
-la utópica reestructuración de la personalidad

El enfermo que ingresa está en periodo de su enfermedad, por lo cual


el objetivo de ingreso es la eliminación total o parcial de los síntomas
APRA una vuelta próxima a su medio social, utilizando todos los medios
terapéuticos necesarios a su alcance. Por lo que puede ocurrir, en una
gran mayoría de casos que el paciente sea dado de alta en una total
remisión de la enfermedad para continuar el tratamiento con otras formas
de asistencia ya que a veces está contraindicado el continuar ingresado.
Los medios terapéuticos con los que cuenta una unidad de ingresados
son los siguientes:
-farmacológicos
-electroconvulsivos
-Terapia Ocupacional
-socioterapia
-psicoterapia
-redes sociales
-terapia familiar
TEMA 4

DINÁMICA DE LA UNIDAD DE DÍA

La Unidad de Día constituye una de las innovaciones más interesantes y


prometedoras de la asistencia psiquiátrica en las últimas décadas. No se
concibe como un elemento únicamente de transición, sino como un centro de
tratamiento psiquiátrico caracterizado por el mantenimiento de los
vínculos familiares del paciente, y por el énfasis en las actividades
terapéuticas de grupo.
Está basada en los principios fundamentales de la comunidad
terapéutica: remotivación y reactivación de las capacidades y recursos
del paciente, atmósfera terapéutica, cooperación paciente-equipo
asistencia. El elemento básico de la acción terapéutica está representad
por el club socio-terapéutico.
Es básicamente un centro de asistencia psiquiátrica activa, completa y
continuada y no simplemente un centro de rehabilitación, club socio-
terápico o centro de asistencia social.
Las ventajas de la Unidad de Día, formando parte del departamento de
psiquiatría, pero con personalidad propia, son las siguientes:
1)permite el tratamiento de pacientes cuyo internamiento no está
indicado, en los que la asistencia ambulatoria no ofrece buenas
perspectivas

2)facilita una mejor valoración de las dificultades de adaptación del


paciente y del papel desempeñado por los factores ambientales

3)favorece la rehabilitación y reinsercción posterior en la comunidad


del paciente psicótico tras el tratamiento intensivo en régimen de
internamiento

4)hace posible el tratamiento de pacientes que no pueden eludir


totalmente sus responsabilidades familiares

5)contribuye a disminuir el riesgo de dependencia hospitalaria y la


aparición de pautas regresivas de conducta
6)posibilita el tratamiento activo de aquellos pacientes que rechazan
la hospitalización completa

7)promueve la colaboración y responsabilización de la familia en el


programa terapéutico, evitándose la desinserción del enfermo del
núcleo familiar

8)permite a la Unidad de Internamiento dar altas más precoces como


paso intermedio para el alta definitiva

9)desde el punto de vista económico, los gastos de mantenimiento son


menores

INDICACIONES PARA INGRESAR EN LA UNIDAD DE DÍA


El diagnóstico no es un criterio determinante en la selección del
enfermo, influyendo otros factores en la decisión:
-intensidad de la alteración patológica
-existencia de una cierta introspección y responsabilidad por parte
del paciente en el tratamiento
-la posibilidad de supervisión y soporte familiar
-disponibilidad de transporte

La Unidad de Día no debe ocuparse de la rehabilitación de pacientes


crónicos, epilépticos deteriorados, síndromes psicoorgánicos o de la
readaptación laboral de enfermos clínicamente recuperados. Por otra parte
las limitaciones que presente la hospitalización parcial excluyen los
siguientes casos:
-paciente con riesgo suicida
-alcoholico inmotivado, ya que puede beber en cuanto lo desee
-delirante agudo
-agitado
-toxicómano (riesgo de tráfico)
-pscópata con graves reacciones antisociales
-paciente que carece de familia o soporte familiar adecuado
La Unidad de Día puede ofrecer mejores condiciones de tratamiento en
los siguientes casos:
-psicóticos: tras la remisión reciente de un episodio psicopatológico
agudo, y con riesgo de incremento de los síntomas de enfrentarse con
sus obligaciones familiares, laborales y sociales.
En estos casos una asistencia relativamente breve con la Unidad de
Día, estación intermedia entre el hospital y la sociedad, permite la
transición gradual a la integración plena en la comunidad, facilita la
colaboración familiar en el tratamiento y acelera el proceso de
rehabilitación.

-pacientes con reacciones emotivas graves y trastornos


caracteriológicos tras el fracaso de un tratamiento ambulatorio: la
Unidad de Día proporciona la oportunidad de establecer relaciones
interpersonales múltiples que pueden ser observadas, analizadas y
constituir el material básico de tratamiento.

El ingreso a la Unidad de Día tiene lugar preferentemente de la sala


de internamiento o desde la consulta externa, aunque también pueden ser
derivados de otros centros asistenciales.
El programa terapéutico es principalmente activo, de carácter
multidimensional y dentro de una atmósfera de comunidad terapéutica.
Junto a la terapia biológica-orgánica-farmacológica, ocupan lugar
preferente la Terapia Ocupacional, club socio-terápico, psicoterapias de
apoyo, de grupo, terapia familiar y redes sociales.
La organización interna de la Unidad de Día deberá tener un carácter
eminentemente social, condición necesaria para la creación de una
transferencia positiva.
el grupo de asistencia está formado por lo general por psiquiatras,
terapeutas ocupacionales, asistentes sociales, ATS y auxiliares de
clínica.
El objetivo principal de la Unidad de Día es la resocialización y
reinsercción del enfermo mental en la sociedad.
ENFOQUE DE LA ACTIVIDAD EN UNIDAD DE DÍA
En Unidad de Día tampoco deberíamos encontrarnos con pacientes
crónicos, el enfermo es agudo pero en un periodo de su enfermedad en el
que el síntoma, si no se ha eliminado, ha mejorado, pero necesitan un
tratamiento a más largo plazo que en ingresados ya no pueden recibir.
La actividad irá enfocada a:
-dentro de una jornada lo más parecida a la laboral, realizar
ocupaciones que mantengan al enfermo ocupado y gratificado: en Unidad
de día si nos interesa el grado de capacidad que el paciente tiene de
ver su problemática y la necesidad que tiene de recibir un tratamiento
ambulatorio, ya que al ser voluntaria la asistencia, es decir, al
paciente se le explica el funcionamiento y a lo que se compromete al
asistir, se necesita un mínimo de conciencia por parte del enfermo de
lo que le pasa y necesita.
La Terapia Ocupacional será lo más dinámica posible, se harán en una
jornada de trabajo todas las actividades que sean necesarias para que
el paciente esté activo continuamente. Mezclaremos actividades
individuales, recreativas, de grupo, de evasión, gratificantes,...
fomentaremos al máximo la iniciativa, independencia, la creatividad,
haremos competiciones en que al paciente se le comprometa a rendir,
dar de sí mucho, fomentaremos la auto-expresión por medio de grupos de
discusión, grupos de pinturas en que intenten por medio del dibujo
expresar su conflictividad.
Potenciaremos la parte sana del enfermo, es decir, teniendo siempre en
cuenta la posible secuela de la enfermedad (empobrecimiento afectivo,
invalidismo, inhibición,...), utilizaremos su parte sana para intentar
una resocialización lo más efectiva posible.

-actividades de socioterapia en las que la comunicación ocupa el


primer plano: la socioterapia implica una serie de actividades cuyo
primer objetivo es la comunicación y relación del enfermo con su
grupo.
Todas estas actividades se hacen en grupo y como ejemplo:
·grupos de discusión
·proyecciones
·murales
·grupos pedagógicos
·juegos en general
En pacientes crónicos la Terapia Ocupacional tiene como finalidad más
que una ayuda es la eliminación del síntoma, la conservación de
aquellas partes de la personalidad que la enfermedad ha respetado.
Así mismo tiene también como finalidad combatir el deterioro con
actividades, ocupaciones que puedan ser remunerativas para el
paciente.
TEMA 5

FACTORES QUE INFLUYEN EN LA PERSONA COMO

INDIVIDUO AL INGRESAR EN UN SERVICIO

PSIQUIÁTRICO

Este apartado lo debemos de tener en cuenta a la hora de recibir al


paciente en nuestra área de trabajo, al hacer una valoración preliminar
del paciente y ante el planteamiento del tratamiento que le vayamos a
dar.
Ante un primer ingreso indudablemente la actitud de la persona es
diferente que en los posteriores en que ya se conoce el entorno en donde
se va a permanecer.
Al ingresar incurren los siguientes factores:
-existe una interrupción real de las relaciones sociolaborales: el
enfermo abandona el núcleo familiar para pasar a vivir en un ambiente
desconocido, es decir abandona la seguridad del hogar para encontrar
la inseguridad de lo desconocido. el miedo a lo desconocido lo
poseemos todos en momentos determinados de nuestra existencia. Si el
paciente mental sufre por causa de la enfermedad, insuficiencia de las
relaciones interpersonales y empobrecimiento afectivo, al ingresar y
perder los medios de comunicación a los que está acostumbrado sufre
una doble pérdida en su área social. De aquí la importancia también de
la motivación en el paciente mental de fomentar sus relaciones
interpersonales.

-existe una fractura en su proyecto existencial: todos sus propósitos


existenciales de trabajo, estudios, hobbies realizados se ven
interrumpidos y los previstos aplazados sin una seguridad de volver a
recuperarlos.

-miedo a la incurabilidad: esto ocurre en los ingresos de todas las


especialidades médicas, pero en psiquiatría se une el temo ry respeto
a la locura
-inseguridad al no ser aceptado por su enfermedad mental por el resto
de la sociedad: esto es una realidad. Sabemos multitud de casos en que
se han visto marginados por una falta de información y comprensión de
la enfermedad mental.

-se tiene una pérdida de la libertad física: no pueden salir cuando


quieren, sino cuando se les deja y existen rejas por todos los lados.
Muchos pacientes sin clara conciencia de enfermedad manifiestan
sentirse en la cárcel.

-se pasa a convivir con personas desconocidas: a dormir en


habitaciones de más de dos personas, a compartir el cuarto de baño,
tienen que levantarse a una hora determinada, cumplir una serie de
normas, es decir, perder las costumbres adquiridas y acomodarse a unas
nuevas en régimen de comunidad.

Todos estos factores condicionan de alguna forma la conducta de la


persona. lo debemos tener en cuenta y valorarlo:
-luego nos vamos a encontrar también con el paciente que no quiere
ingresar e ingresa engañado. Esto se da en los esquizofrénicos sin
ninguna conciencia de enfermedad; por ejemplo un esquizofrénico con un
delirio de creerse ser Dios, como va a querer ingresar en un hospital;
o también en un paciente con fase maniaca que se siente tan bien, tan
satisfecho y feliz, sin ninguna inhibición, tampoco con conciencia de
estar enfermo, cómo se le convence que necesita ingresar en
psiquiatría.
Esto influye a la hora de rendir en Terapia Ocupacional ya que no
necesitan según ellos ningún tipo de tratamiento y su resistencia
puede llegar a tal punto que a veces es mejor esperar a que los
psicofármacos comiencen a hacer efecto.

-por el contrario hay enfermos que no oponen ninguna resistencia al


ingreso como son los neuróticos y los rentistas, que a veces incluso
buscan el ingreso como medio de conseguir una ganancia secundaria.
También encontramos drogadictos que ingresan voluntariamente para
deshabituarse y luego comprobamos que van a tener al poco tiempo algún
juicio por delinquir y a estar ingresados en psiquiatría la pena puede
ser menor.
-luego encontramos los que no quieren ingresar porque ya conocen lo
que significa un ingreso por haber pasado por ello otras veces. Desde
nuestra área de trabajo debemos intentar crear un ambiente de
seguridad al paciente que nos facilite el trabajo y resulte a la larga
más terapéutico.
TEMA 6

INDICACIONES CLÍNICAS QUE HACEN NECESARIO EL

INGRESO EN UN SERVICIO PSIQUIÁTRICO

La eficacia del servicio de internamiento psiquiátrico ante todo, de


la acertada selección de los enfermos admitidos.
La indicación de hospitalización del paciente mental, en las salas de
psiquiatría, se hace fundamentalmente, en la evaluación bajo un doble
criterio:
-clínico: de la sintomatología psicopatológica bajo todas sus formas
de expresión

-pronóstico: estimación de que con los recursos terapéuticos


disponibles en la unidad, puede remitir la sintomatología tras una
corta estancia

El primer criterio, el clínico, se amplia con toda justificación en


cosas que necesitan un estudio más profundo, una observación más
cuidadosa o una aplicación de técnicas especiales de diagnóstico.
El segundo criterio, el pronóstico, también se puede modificar, en
casos de hospitales universitarios, en que por razones de docencia, se
admiten ingresos de crónicos o de diagnósticos desfavorables.
Luego en nuestros departamentos de Terapia Ocupacional, nos vamos a
encontrar con los siguientes diagnósticos: brotes esquizofrénicos, fases
maniaco-depresivas, delirantes, psicosis alcohólicas agudas,
drogadicciones, agudizaciones de desarrollos delirantes crónicos, estados
crepusculares epilépticos, trastornos de conducta en epilépticos,
episodios confusionales de base arterioesclerosa y reacciones vivenciales
anormales.
Respecto al paciente con manifestaciones neuróticas, en general, la
mayoría de los autores les aconsejan el ingreso para evitar el posible
reforzamiento de los mecanismos neuróticos que se potencien con el
internamiento, la ganancia secundaria que puede suponerles, regresión
emocional y contaminación ambiental.
Existen algunas excepciones siendo terapéutico un internamiento en:
-existe una descompensación neuróticoa de morfología autoagresiva o
psicomotriz, tras el fracaso manifiesto de la actuación del médico de
urgencia

-pacientes con neurosis obsesiva o fóbica, tras el fracaso total de


todos los intentos de tratamiento ambulatorio. Una vez internado debe
hacerse una remisión de la terapia utilizada para proyectar un nuevo
modo de actuación.

El no estar indicado la inclusión en ingresados de las neurosis


obsesivas como primera medida se basa en que el internamiento no va a
modificar el síntoma.
También la mayoría de los autores insisten en que no debe ser causa de
internamiento los siguientes apartados:
-para valorar y resolver factores socio-económicos
-para satisfacer las fantasías de algunos médicos sobre la
omnipotencia de la hospitalización psiquiátrica
-para ser automáticamente el último recurso en la escala terapéutica
tras el fracaso de otras alternativas asistenciales.

En la realidad no se cumplen todas estas normas a la hora de hacer un


ingreso. Cuando el médico de urgencia se encuentra, por ejemplo, con un
intento de suicidio, en una paciente histérica, que se rodea de unas
ciertas características como pueden ser:
-no ser el primer intento
-no ser un verdadero intento serio
-realizado en un momento en que la paciente sabía de antemano que iba
a ser ayudada y no corría verdadero riesgo
-tener más ingresos por la misma causa

Sabe que no debe hacerse el ingreso, pero al ser coaccionado por los
familiares que fuerzan el ingreso, o por su propia inseguridad, o por
miedo ante las amenazas del paciente de otros intentos, puede terminar
realizando el ingreso, resultando, que ya desde el principio esa paciente
recibe un tratamiento no terapéutico, pues al ingresar se refuerzan sus
mecanismos neuróticos.
Respecto a si una razón social no debe ser motivo de ingreso, también
hay más de un criterio. En teoría no es competencia de la psiquiatría, si
por ejemplo, un viejo denunciado al que no se le encuentra residencia y
crea problemas en la familia por su conducta, se le ingresa. La realidad
es, que la conducta se puede modificar con la farmacología actual, pero
la causa ni es psiquiátrica ni tiene solución.
Se hacen multitud de ingresos no indicados que entorpecen el
funcionamiento del servicio, pero tenemos que contar en la práctica con
la falta de recursos que existen en España, que es lo que en realidad
motiva mucho de estos ingresos.
TEMA 7

IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN EN EL PACIENTE

PSIQUIÁTRICO

DEFINICIÓN
Las comunicaciones pueden definirse como el proceso a través del cual
se unen las partes discontinuas entre sí del mundo viviente. Una señal es
un impulso en tránsito. Si una señal es capaz de actuar sobre
determinadas estructuras del receptor, genera una respuesta. Para que las
señales sean inteligibles deben estar dispuestas en un determinado orden
y esta disposición se denomina código. Cuando el habla se utiliza como
señal, el código se conoce como lenguaje.

CARACTERÍSTICAS DE LA COMUNICACIÓN HUMANA


Las operaciones comunicativas del hombre se basan en dos sistemas
diferentes de comunicación fundamentalmente diferentes y denominadas
analógica y digital.
La comunicación digital es lo verbal puro, es la comunicación pro
medio del lenguaje, es el contenido de la comunicación.
La comunicación analógica es virtualmente todo lo que no es
comunicación verbal, por ejemplo: las posturas, los gestos, la expresión
facial, la inflexión de la voz, la secuencia, el ritmo y cualquier otra
manifestación no verbal que el organismo sea capaz de generar.
Lo analógico define una relación, es decir, un tono de voz, un gesto,
cargan de significado el contenido de la comunicación. Lo analógico es
previo a la palabra, tiene sus raíces en periodos más arcaicos de la
evolución y por lo tanto encierra una validez más general que la
comunicación verbal. Esta es una adquisición mucho más reciente del
hombre. La comunicación analógica no tiene negativo, por ejemplo: no hay
forma de decir desde el cuerpo “no te atacaré”. Debemos estar traduciendo
continuamente de lo analógico a lo digital y viceversa. En los encuentros
humanos la comunicación es analógica-digital simultáneamente.
Es imposible no comunicarse. Toda actitud constituye un comunicación,
hasta el silencio, el retraimiento y la inmovilidad (silencio postural)
nos está comunicando algo. Esto lo debemos tener muy en cuenta al
trabajar con pacientes psiquiátricos.
Toda comunicación implica un compromiso y por lo tanto define la
relación, porque por un lado se transmite información y por otro impone
conductas. Ejemplo: A le pregunta a B en una fiesta ¿Son auténticas esas
perlas? En un principio parece una petición de información, pero por otro
lado, en el tono de voz, el gesto, el acento, indicará una relación
amistosa, competitiva, de envidia,... Conteste lo que conteste B, va a
ver con la redefinición.
Las relaciones las podemos definir de dos maneras: simétricas y
complementarias.
Las relaciones simétricas están basadas en la igualdad, por ejemplo:
un grupo de alumnos.
Las relaciones complementarias se basan en la diferencia, por ejemplo:
madre-hijo, terapeuta-paciente.

COMO SE COMUNICA EL PACIENTE MENTAL


El enfermo mental se está comunicando continuamente. Cada uno de sus
síntomas nos está transmitiendo una señal que nos informa y compromete a
dar una respuesta. Ante el paciente debemos observar como se comunica
analógica y digitalmente, los dos medios de comunicación nos van a dar
muchos datos y nos van a ayudar a comprenderlo y a tratarlo cuando le
tengamos en el departamento de Terapia Ocupacional.
El entender su comunicación analógica, es decir, sus gestos, expresión
facial, manera de vestir, tono de voz,... nos ayuda con aquellos
pacientes que digitalmente no pueden comunicarse.
La comunicación digital que hagan es de sumo valor, pues nos informa
de su problemática, contenido del delirio si lo hay,...

En las depresiones la comunicación en general está inhibida.


Digitalmente les cuesta hablar e incluso puede dejar de hacerlo por
completo. Entonces lo que analógicamente nos está comunicando es
importantísimo para nosotros que lo tenemos la mayoría del tiempo en el
departamento. La expresión facial, el rictus de la boca, la tristeza de
la mirada, el silencio postural o inmovilidad, la apatía ante la
ocupación, la lentitud de sus movimientos, la dejadez de su aspecto
personal, todo nos está indicando el estado de ánimo. La valoración de
todos estos datos y su evolución tenemos que hacerla para planear el
tratamiento e ir graduándolo según mejoría.

En un paciente eufórico, la comunicación también está alterada. Los


síntomas son contrarios que en los depresivos, existe una desinhibición
en general que afecta por completo su comunicación. El lenguaje es
verborreico y su pensamiento es más rápido que su palabra, atropellándose
al hablar y saltando de un tema a otro. Es otra manera de aislarse
socialmente, ya que en estas condiciones tampoco puede mantener unas
relaciones interpersonales apropiadas. Analógicamente podemos observar la
gran alegría que sienten por su forma de vestir, de colores alegres,
pintadas si son mujeres, con adornos, cantando, con expresión facial de
alegría, con gran movimiento corporal y tono de voz alto, o irritable e
incluso a veces agresivo.
La remisión de estos signos que van cediendo gradualmente nos va a ir
expresando gradualmente la vuelta progresiva a la normalidad, hasta que
de igual manera que con los depresivos podamos entablar una comunicación
más completa y normal.

En los pacientes neuróticos suele ocurrir que lo que nos comunica


analógicamente se contradice con lo que nos dice. Por ejemplo en un
paciente con trastornos de carácter, tendencia al hospitalismo que nos
dice que se encuentra muy mal, no duerme o se siente incapaz de hacer
nada, luego observamos que en el departamento rinde adecuadamente, no se
queja tanto y mantiene más o menos bien unas relaciones interpersonales
adecuadas.

En los pacientes esquizofrénicos la comunicación está virtualmente


alterada. Se puede comunicar a lo mejor únicamente a través de su
delirio, que en la mayoría de los casos carece de significado para los
demás.
Puede vivir con extrañeza todo lo que le rodea que adquiere un
significado diferente para él y contrae como resultado una respuesta
incomprensible para nosotros. En el mundo que vive, mundo creado con su
delirio, existe una interrupción de todos sus canales de comunicación,
con la consiguiente fractura de sus relaciones socio-laborales.
El paciente esquizofrénico piensa y razona en sus propios términos y
según su lógica. Puede ser muy inteligente pero sus procesos de
pensamiento son extraños y no conducen a conclusiones basadas en la
realidad. Para el esquizofrénico, el lenguaje es más un medio de
autoexpresión que un medio de comunicación. La capacidad del
esquizofrénico para comunicarse es inferior a la del resto de las
personas.
Ocasionalmente el esquizofrénico cuando no tiene palabras para
expresar un concepto, crea un neologismo, es decir, inventa palabras que
tienen significado especial para él.
También puede presentar ecolalia en determinados momentos, es decir,
repiten en sus respuestas las preguntas del entrevistador.
En estados de mucha regresión pueden presentar reverberación, es
decir, la repetición sin sentido de las mismas palabras durante mucho
tiempo. El esquizofrénico también presenta alteración en el área de la
conducta. La mayoría da sensación de torpeza o rigidez. Puede presentar
manierismo en el habla y en el movimiento, con muecas faciales
características, sonrisa insulsa, sin sentido. Movimientos superfluos e
inútiles que complican los actos normales de la vida diaria (expresión
facial que no corresponde con el estado afecto).
En el estado estuporoso el esquizofrénico deja de comunicarse
digitalmente (autismo) e incluso puede llegar a dejar de moverse, de
comer. El caso contrario lo presenta el esquizofrénico con agitación
psicomotriz que puede llegar a ser de tal magnitud que por el cansancio
puede producirse colapso.
También nos podemos encontrar con un paciente esquizofrénico que
presente negativismo; es la incapacidad del paciente a cooperar sin que
aparentemente exista razón alguna, e incluso pueden llegar a hacer lo
contrario de lo que se les pida.
Con todas estas alteraciones de la comunicación en el esquizofrénico,
las relaciones interpersonales se comprende que estén disminuidas,
bloqueadas o totalmente alteradas. Puede llegar un momento en que queden
totalmente marginados de la sociedad terminando con un gran
empobrecimiento afectivo resultando a veces materialmente imposible su
resocialización.
TEMA 8

EQUIPO TERAPÉUTICO

En un servicio de psiquiatría, para dar una verdadera asistencia


terapéutica es necesario la existencia de una coordinación entre todos
los componentes del equipo.
Si consideramos el equipo como un sistema, es decir, como un conjunto
de objetos relacionados entre sí, el equipo estará integrado por una
serie de personas entre las que existe una circularidad dentro de un
mismo contexto; es decir, personas relacionadas entre sí, en que la
actuación de una de ellas repercute en todo el conjunto. Se tiene
diferente función y formación pero un mismo objetivo, en este caso la
recuperación del paciente.
La Teoría General de los Sistemas dice que “cualquier sistema dado es
más que la suma de los objetos que lo componen”, de esta manera define
que es imposible conocer y comprender un objeto parte de un sistema
viéndolo separado de él. Si aplicamos este postulado al equipo
terapéutico no podremos conocer y comprender en toda su amplitud la
función de cada profesional del equipo, su actuación y repercusión, si lo
vemos por separado; habrá que observar a todo el equipo en su conjunto
para entender el motivo de esa conducta y comprenderla. En esto se basa
la importancia de la coordinación.
El vehículo que mantiene unido al equipo es la comunicación. la
actuación del equipo terapéutico repercute en el paciente, por lo que lo
incluimos dentro del círculo.
El que todo el equipo tenga una misma línea de conducta ante el
paciente psiquiátrico, puede explicarse por la forma en que la enfermedad
actúa sobre el individuo. El trastorno mental actúa sobre la personalidad
y carácter del individuo, por lo cual varía en mayor o menor grado su
conducta, afectando sus áreas familiar, social y laboral; se hace
necesaria una misma actuación por parte de todos, base de una posible
recuperación del enfermo.
En la valoración de estado del paciente y en la toma de decisiones, en
sentido amplio, interviene todo el equipo asistencial, que además del
contacto informal permanente, se debe reunir una vez por semana para
intercambiar información y discutir la evolución de la totalidad de los
casos. Igual pasa con la fecha del alta o permisos, que emite cuidadosa
valoración del estado del paciente, en donde cada profesional desde su
área de trabajo debe aportar su impresión.

Un ejemplo de actuación coordinada es el siguiente: nos ingresa un


paciente de 23 años, trasladado de puerta de Hierro a donde lo llevó la
policía por encontrarlo de noche tirado en la calle y sin conocimiento.
Se comprueba que este paciente había pedido el alta voluntaria del
servicio de psiquiatría del hospital porque allí no le trataban bien;
también se nos informa de que su situación laboral es “dado de baja por
incapacidad”, estando a la espera de la incapacidad total, lo cual le
convertiría a los 23 años en inútil ya que la incapacidad absoluta es
irreversible.
Se le hacen las pruebas médicas necesarias que nos informan de que no
existe ningún problema orgánico que justifique sus síntomas.
La actitud y conducta que presenta el paciente es la siguiente: no se
levanta de la cama porque está, según nos dice muy débil y enfermo.
Cuando se le obliga a levantarse y asistir a Terapia Ocupacional empieza
a tener fuertes vómitos que le hacen imposible levantarse e incluso el
comer durante varios días. Cuando mejora y se le vuelve a levantar,
llevándolo de nuevo a Terapia Ocupacional, intentando que realice una
vida hospitalaria lo más parecida a la real, comienza con crisis
psicógenas, convulsiones y rigidez muscular, que le impiden de nuevo
moverse.
Es un paciente con una grave afectación neurótica, personalidad
inmadura, que con su actitud intenta:
-una ganancia secundaria, en este caso la incapacidad absoluta
-llamar la atención sobre sí mismo con los síntomas que cara al
exterior dan la sensación de ser realmente graves, motivando que
incluso el resto de los pacientes lo cuiden
-no trabajar en Terapia ocupacional algo sencillo de realizar, no
puede trabajar tampoco fuera

Primeramente debemos partir de la base que sí es realmente un enfermo,


podemos incluso decir que es un simulador pero todo a nivel inconsciente,
es decir que no es consciente de que sus síntomas no están motivados por
una enfermedad mental ni orgánica, por lo cual de nada nos sirve
descubrirle o desenmascararle, ya que con ello agravaríamos el síntoma.
Nuestra línea de conducta sería no darle opción a conseguir la ganancia
secundaria que buscaba con el ingreso, la incapacidad absoluta.
Entonces ante este caso:
MÉDICO:
-hacer un diagnóstico y poner tratamiento
-indica pautas a seguir de comportamiento ante él
-asistir diariamente a Terapia ocupacional
-obligarle a mantener una ocupación
-no facilitarle una estancia permisiva y agradable que fomente más el
hospitalismo
-no dar más importancia que la estrictamente necesaria a sus síntomas
orgánicos

TERAPEUTA OCUPACIONAL:
-hacer un estudio del paciente y plasmar y planear el tratamiento
-controlar que asista todos los días
-no permitir llamadas de atención en el departamento delante del resto
de los pacientes, como vómitos, desmayos, posturas de víctima
-mantener informados a todo el equipo de la evolución del paciente

A.T.S.:
-mantener contacto con el paciente en horas en que no está en Terapia
Ocupacional
-observar comportamiento con personal sanitario a su cargo
-controlar las tomas de medicamentos
-mantener informado al resto del equipo de cualquier incidencia

AUXILIAR Y CELADORES:
-hacer que el paciente asista a todas sus actividades aseado y a su
hora. Esta labor es muy importante ya que tendrá que vencer la
resistencia de éste a levantarse

Todo equipo desde su área de trabajo debe intentar que a través de la


relación, el paciente sea consciente de su actitud hacia la enfermedad y
sociedad.
Si la conducta con este paciente no es la misma por parte de todo el
equipo repercute en todo el sistema terapéutico planeado, por ejemplo: si
el celador no levanta al paciente por las mañanas, bien porque no ve la
necesidad, se compadece de él, porque no le importa, o porque no insiste
ante la resistencia de él, está de manera indirecta fomentando el
síntoma, ya que éste parece haber hecho su efecto ante la conducta
expuesta por el celador; también da entender al paciente que puede
manejar al personal sanitario.
Si el paciente no se levanta no asiste a Terapia Ocupacional, no
cumple el horario de trabajo establecido que intenta hacer de su estancia
en el hospital una vida lo más parecida dentro de lo posible a la vida
real. Por otra parte no podemos luchar contra el síntoma que presenta ni
contrarrestrar su función, en este caso mantener posturas de invalidismo.
En otros pacientes a lo mejor no es tan esencial que se cumpla tan
estrictamente el plan prescrito, pero en este caso la conducta de uno del
equipo puede hacer fallar la base del tratamiento planteado.

FUNCIÓN DEL TERAPEUTA OCUPACIONAL DENTRO DEL EQUIPO TERAPÉUTICO


-aplicar el tratamiento de Terapia Ocupacional que implica
-informar clínica y social del paciente
-valoración de su estado global, físico y psíquico
-planificación del tratamiento
-seguimiento de la evolución del paciente en sus áreas de trabajo
-asistir a las reuniones de quipo, si no existiesen exigirlas
-informaciones periódicas, escritas o habladas al equipo
-información de cómo evoluciona en áreas de trabajo de otros
componentes del equipo
-no interferir en las funciones del resto del equipo, pero sí cooperar
-asistencia a las sesiones clínicas, seminarios y cualquier otra
actividad que ayuden a su continua formación
TEMA 9

IMPORTANCIA DE LA FAMILIA EN EL PACIENTE

PSIQUIÁTRICO

La familia es la unidad primaria universal y por lo tanto debe ocupar


una posición central en cualquier consideración de la psiquiatría social.
El primer ambiente social para todos los seres humanos es la familia
biológica o sustitutos; en consecuencia la familia es una institución
socio-cultural importante, la base de la sociedad.
Sólo en los últimos 25 años ha existido un interés rápidamente
incrementado desde el punto de vista científico y clínico, sobre la
familia como fuerza social más significativa en el desarrollo humano,
específicamente en el desarrollo de la personalidad. Por lo tanto la
familia no es sólo la base de la sociedad, sino que también es la clave
para la comprensión de la humanidad, de los seres humanos incluyendo sus
fracasos como tales, sean éstos llamados psicopatología, desviación
social o alineación.
Un aspecto importante que a nosotros nos interesa es la reacción de la
familia ante la enfermedad de uno de sus miembros. Si se trata de
enfermedad psiquiátrica y sobre todo si requiere internamiento, la
familia necesita atención por tres razones:
-puede ser que la familia esté involucrada en la génesis de la
enfermedad y ésta debe ser comprendida por todo el equipo asistencial
para poder ayudar al paciente

-si esto es así el paciente no debería volver al seno de la familia


hasta que haya sido modificada o por lo menos se haya conseguido que
la familia se transforme en algo que sirva para ayudar y apoyar sus
influencias patógenas

-el momento de la hospitalización de un miembro de la familia es una


crisis que afecta a todos los miembros de la familia y que exige, por
tanto, consideraciones terapéuticas. Tenemos que tener claro que la
circunstancia más próxima está involucrada en la génesis de la
enfermedad del paciente, habría que hacer ver la obligación que tienen
y la necesidad terapéutica de que formen parte en el tratamiento que
el paciente identificado necesite. El paciente es un miembro del
sistema familiar y de igual manera que el equipo terapéutico no se
puede valorar la actuación de uno de sus componentes sin ver a todo el
conjunto, en la familia por lo general no se comprende la enfermedad
de uno de sus miembros hasta que no se ve la totalidad de sus
componentes juntos. A veces en nuestros organismos tenemos que
investigar que funciona mal para poder poner remedio a cualquier
dolencia de una parte del él; pues en la familia ocurre lo mismo.

La familia tiene por costumbre desentenderse del paciente una vez


ingresado. Deja a la institución toda la responsabilidad, nada menos, que
sobre la salud de uno de sus miembros, creyendo que ocupándose únicamente
del ingreso cumple con sus deberes familiares. En muchas familias supone
un verdadero alivio el momento en que se hace necesario internar al
paciente identificado, bien por los problemas que plantea en el seno
familiar, bien porque supone una descarga de las responsabilidades.
Podrían evitarse muchos ingresos que siempre son traumáticos, que
infieren en el internado un carisma de “enfermo mental” o loco, si se
prepara a la familia para afrontar o intervenir en los primeros momentos
de la enfermedad sin esperar a que el grado de psicopatología se haga tan
evidente que es irremediable el ingreso.
También ocurre por lo general que es la familia la que impone la
etiqueta de “enfermo mental” al paciente, y una vez ya etiquetado es muy
difícil hacer consciente a la familia que una vez superada la crisis del
paciente no debe ser tratado como enfermo, cosa que no ayuda en absoluto
a la remisión de éste en el seno de la sociedad incluyendo al núcleo
familiar como base de la sociedad que es. Ayuda, la familia, en este caso
a la postura de individualismo que tan frecuente nos encontramos en
psiquiatría. La familia protege al enfermo demasiado no dejándolo
realizarse adecuadamente o por el contrario también ocurre que se
desentiende totalmente de él no atendiendo las necesidades que como
miembro de la familia requiere.
En los dos casos encontramos intervenciones negativas para la salud
del paciente que influyen notablemente en la evolución y reinserción de
este en la sociedad.

Para actuar correctamente:


-hay que hacer consciente a la familia, primero de que al ingresar uno
de sus miembros sucede una interrupción de las relaciones familiares,
tanto en el ingresado como en el resto de los componentes

-que tienen que seguir muy de cerca la evolución de la enfermedad del


paciente identificado tratando de cooperar a todos los niveles que les
sea solicitado por el equipo terapéutico

-una vez dada el alta, mantengan una actitud sana hacia el miembro de
la familia enfermo ayudando a su reincorporación después de la crisis
pasada

La familia necesita información clara y precisa por parte de todo el


equipo asistencial sobre la conducta a seguir con el paciente. Cada
componente del equipo desde su función terapéutica deberá informar a la
familia de las necesidades del paciente y de los problemas que puede
encontrar durante la evolución y vuelta al seno familiar.
Desde nuestra función de terapeutas ocupacionales nos interesa una vez
ingresado el paciente, mantener una pequeña entrevista con alguno de los
familiares que nos informa de qué forma ha afectado la enfermedad en las
áreas laboral, de relaciones interpersonales y las AVD.
Luego, durante la evolución de la enfermedad, cómo ha respondido el
paciente en los permisos de fin de semana que se le han concedido. Si le
notan más activo, más comunicativo, si comienza a valerse por sí solo, y
qué actividades ha realizado.
Una vez sea dado de alta el terapeuta debe saber cómo va a responder
el paciente en estas áreas una vez incorporado a su medio ambiente,
dependiendo del diagnóstico, estado psicopatológico al ser dado de alta y
debería informar a la familia y al propio paciente de lo que es capaz de
hacer, debe hacer, necesita y se le debe exigir.
En resumen, al paciente mental no se le debe tratar, en la medida que
los medios nos lo permitan, como un ser aislado sino en relación directa
con la familia, responsabilizando a ésta y al mismo tiempo orientándola.
PATOLOGÍA FAMILIAR EN LA DEPRESIÓN Y MANÍA
Aparte de los factores biológicos y hereditarios que afectan a la
incidencia de estas enfermedades, desde el punto de vista dinámico, los
padres excesivamente ambiciosos en los logros de sus hijos, sobre todo en
los padres que manifiestan aspiraciones sociales del tipo de prestigio,
suelen pertenecer al pasado de estos pacientes. estas actitudes en los
progenitores son introyectadas y predisponen al niño a una ambivalencia
intensa y a la sensación de ser valorado y amado sólo cuando es capaz de
realizar tareas y logros de una forma superlativa. Por el contrario se
presentan actitudes de resentimiento y de castigo hacia el propio “yo”
cuando se produce el fracaso.

PATOLOGÍA FAMILIAR EN LA ESQUIZOFRENIA


Esta psicosis ha sido investigada de manera muy intensiva con respecto
a la patología familiar y los hallazgos más sobresalientes son que las
familias que tienen una descendencia esquizofrénica evidencian una
estructura y un funcionamiento defectuoso en casi todos los parámetros de
las tareas familiares esenciales.
Desde el punto de vista de la comunicación entre el paciente
esquizofrénico y un componente de la familia, como puede ser la madre por
ejemplo, se ha observado que en innumerables ocasiones se ha llamado
“doble vínculo o doble mensaje”, por ejemplo, una madre va a visitar a su
hijo esquizo al hospital y cuando el hijo la va a abrazar, la madre se
detiene y le hace un gesto de rechazo, el hijo se frena y entonces la
madre dice ¿es que ya no me quieres?. En esta comunicación madre-hijo
observamos que haga lo que haga el hijo sale perdiendo, ya que si se
acerca a abrazar a su madre es rechazado y si se frena es porque ya no la
quiere. La madre está mandando un doble mensaje y creando confusión en el
hijo.
Ante un doble vínculo continuo y persistente el resultado se llama
esquizofrenia.
Otro ejemplo claro de doble vínculo es un señor que su esposa le
regala dos corbatas, una verde y otra azul, el señor se pone la verde y
la esposa le dice “sabía que no te iba a gustar la azul”, él se cambia la
corbata y la esposa le dice “sabía que no te iba a gustar la verde”, la
opción es que se ponga las dos a la vez = loco.
El receptor de doble vínculo haga lo que haga sale siempre perdiendo.
También se ha observado que la madre de un paciente esquizo, en
incidencia muy alta es sumamente proteccionista, se preocupa
excesivamente por todo lo que puede ocurrir a su hijo pero afectivamente
es distante y fría.
TEMA 10

RECIBIMIENTO DEL PACIENTE EN TERAPIA OCUPACIONAL

Para que la relación entre el terapeuta ocupacional y el paciente sea


positiva y terapéutica, durante la estancia que éste tenga en el hospital
el primer contacto que se mantenga y la forma en que sea introducido en
el departamento tiene mucha importancia:
-el paciente debe llegar a Terapia Ocupacional con una primera
información hecha por el médico de que ha de asistir a Terapia
Ocupacional para recibir un tratamiento por medio de actividades de
trabajo y ocupacionales, que no es un entretenimiento, aunque se
realicen actividades recreativas y que forman parte de un programa
terapéutico. En esto debemos insistir mucho ya que por regla general
el enfermo mental no se siente capacitado para trabajar y nos
encontraremos con muchos que nos dicen “yo he venido al hospital,
porque estoy enfermo, no para trabajar” o “ya he trabajado mucho en mi
vida” por lo que al paciente le debe quedar bien claro que es un
tratamiento más, que ha de recibir como el farmacológico,
psicoterapéutico,...

-el paciente debe ser presentado por cualquier componente del equipo
terapéutico, esto es demostrar ante el paciente que se le tiene en
cuenta, valora y que no es uno más entre todos los pacientes

-el terapeuta ocupacional deberá recordar para los siguientes


encuentros su nombre, pues aunque parezca una tontería el ser
reconocido da sensación de ser atendido y no llamarlo por el número de
cama, como frecuentemente ocurre. Puesto que los pacientes pueden
estar alterados, inquietos y pueden encontrar difícil el hablar,
nuestra actitud debe ser tranquilizadora, cortés, interesada,
respetuosa, considerada y tolerante, de esta forma ayudamos al
paciente a sentirse cómodo
-debemos dar importancia al desarrollo de una buena relación puesto
que la relación determina en un alto grado las respuestas del paciente
ante nuestras exigencias terapéuticas

-hay que evitar aparentar tener prisa, puesto que una actitud así
inhibe al paciente. Una actitud afectada, distante o fría y las
manifestaciones de inquietud, enojo o indiferencia alienan al
paciente. podemos desarrollar simpatía, intentándonos poner
conscientemente en el lugar del paciente

-necesitamos mantener la mente abierta y evitar colocar al paciente en


alguna determinada categoría

-generalmente una buena manera de empezar es preguntando que tal se


encuentra y que problema le ha llevado al hospital, así el paciente se
puede sentir animado a hablar

-el escuchar cuidadosamente es un gran ingrediente. Cuando el paciente


tiene toda la atención del terapeuta ocupacional esto le estimula. Por
lo general cuando se le pregunta con tacto no se contraría al paciente

-EL SECRETO DEL CUIDADO DEL PACIENTE ESTÁ EN TENERLE CARIÑO. Entonces
entablamos una interrelación positiva dando facilidades al enfermo
para tener confianza en nosotros y poder pedirnos ayuda cuando la
necesite.

-tiene que existir una comprensión y confianza entre el terapeuta y el


paciente. Con la relación el paciente siente que el terapeuta lo
acepta y reconoce sus cualidades. Frecuentemente nos hallamos con
pacientes que nos cuentan cosas que son incapaces de contárselas al
médico. Esta confianza no puede, ni debe ser traicionada, el
sentimiento de que alguien le conoce, comprende y acepta es una fuente
de fortaleza para el paciente.

-si nos desagrada un paciente, este nos lo va a notar, pues la emoción


engendra contraemoción. Por ejemplo si el terapeuta es hostil, el
paciente se hará más hostil, entonces el terapeuta se siente
predispuesto hacia él y la relación se deteriora, dando lugar a una
situación negativa y nuestras posibilidades de dar una buena
asistencia terapéutica se vendrán abajo

-si el terapeuta puede pasar por alto esta moción y puede tratar al
paciente con ecuanimidad, puede haber una victoria en la relación
interpersonal y el paciente se puede convertir en una persona leal y
cooperativa. Es normal que el terapeuta se sienta inclinado
emocionalmente por ciertas personalidades o enfermedades, pero es
importante conceder una gran cantidad de comprensión

-si se siente antagonismo el terapeuta deberá evaluar la razón de este


sentimiento

-se necesita simpatizar con el paciente, pero no hasta el punto de


asumir sus cargas, se debe ser capaz de dejar los problemas de los
pacientes cuando se sale del hospital

-cuando un paciente llega nuevo al departamento para saber como se va


a desarrollar en un principio la relación: si llega con grandes
inhibiciones, se deberá hacer que se sienta cómodo y hablar
libremente, una actitud receptiva por nuestra parte resultará útil, si
el paciente hace preguntas deberemos responderlas sinceramente.
Se deben dar explicaciones teniendo en cuenta la capacidad del
paciente para comprender: factores como la inteligencia, el fondo
cultural y educacional y grado y tipo de enfermedad deben influir en
el vocabulario y contenido de las respuestas del terapeuta.
Se debe hacer esfuerzos por transmitir al paciente comprensión y
tolerancia. Si el paciente no quiere respondernos, es aconsejable no
insistir y continuar en otro momento.
Si está deprimido nuestro primer contacto será breve, pero
profundamente interesados por él. Se le ubicará en el departamento y
dejará tranquilo, pero preocupándonos por él de vez en cuando.
Si está maniaco, nuestra actitud será tranquilizarlo y apaciguarlo. si
delira tratar de empatizar con él, dándole a entender que cualquier
cosa que necesite nos lo comunique.

También podría gustarte