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Pedro Nel Gómez

Pedro Nel Gómez Agudelo (Anorí, Antioquia, 4 de julio de 1899


- Medellín, 6 de junio de 1984) fue
un ingeniero, urbanista, filósofoy escultor colombiano y uno de los
más importantes muralistas americanos del siglo XX junto a Diego
Rivera y David Alfaro Siqueiros.
Innovador de la plástica en Colombia, visionario de la expresión
artística como medio para valorar la identidad cultural de la nación
colombiana. Decía que el arte debía servir a las gentes del porvenir,
de tal manera que pintaba para el futuro lo que veía del pasado y del
presente de su pueblo. Plasmó su obra en una gran variedad de
disciplinas artísticas como la arquitectura, la acuarela y la pintura, en
especial la pintura mural, siendo el máximo muralista que haya tenido
Colombia.

Muralista[]
En 1930 fue elegido director de la Escuela de Bellas Artes de Medellín. Sus exposiciones le
ganaron gran prestigio artístico que poco a poco lo llevaron a decorar edificios públicos y a
realizar proyectos urbanos. Entre estos edificios estuvo el antiguo Palacio Municipal, en donde
actualmente funciona el Museo de Antioquia, donde desarrolló sus primeros murales. El
contenido del mural de Las fuerzas migratorias desató gran polémica. Este mural estuvo pintado
en el despacho del alcalde y en él se expuso la migración de campesinos a las grandes urbes,
víctimas del desplazamiento. Estos murales se convirtieron en su obra más reconocida.

obras

Pedro Nel Gómez. Pedro Nel Gómez. La


sensualidad del trópico. Fragmento del
mural Homenaje al pueblo antioqueño, 1940,
Estudio del Artista, Casa Museo Pedro Nel
Gómez.

El maestro Pedro Nel Gómez fue


contratado por el Banco Popular para
decorar La sede del Banco en Medellín, en
la cual realizó una de sus obras maestras:
un mural pintado con técnica al fresco.
“Historia del desarrollo económico e
industrial del departamento de Antioquia”,
Fernando Botero
Fernando Botero Angulo (Medellín, 19 de abril de 1932) es
un pintor, escultor y dibujante colombiano, domiciliado en
Pietrasanta (Italia), París (Francia), Ciudad de Mónaco y Nueva York
(Estados Unidos de América).1
Las creaciones artísticas de su autoría llevan impresa una sui
generis e irreverente interpretación del estilo figurativo, denominado
por algunos como «boterismo», el cual impregna de una identidad
inconfundible a las iconográficas obras, reconocibles no solo por la
crítica especializada, sino también por el gran público, incluyendo
niños y adultos por igual,2 constituyéndose en una de las principales
manifestaciones del arte contemporáneo a nivel global; la original
interpretación que da el artista a un variopinto espectro de temas se caracteriza desde lo plástico
por una volumetría exaltada que impregna a las creaciones de un carácter tridimensional, así
como de fuerza, exuberancia y sensualidad, junto a una concepción anatómica particular,
una estética que cronológicamentepodría encuadrarse en los años cuarenta en occidente
aplicada a tramas que pueden ser actuales o pretéritas, locales pero con vocación universal
(mitología griega y romana; el amor, costumbres, vida cotidiana, naturaleza, paisajes, muerte,
violencia, mujer, sexo, religión y política en Latinoamérica y Europa occidental, así como
bodegones, reinterpretación de obras clásicas, retratos y autorretratos, entre otras),
representadas con un uso vivaz y magistral (desde el punto de vista técnico) del color,
acompañadas de finos y sutiles detalles de crítica mordaz e ironía en cada obra. Es considerado
el artista latinoamericano vivo más cotizado actualmente del mundo.34

obras
La Mano es una escultura del artista colombiano Fernando
Botero que representa una mano humana. Esta obra no es un
regalo del escultor a la ciudad de Madrid a diferencia de La Mujer
con Espejo de Botero, sino que fue adquirida por Telefónica y
posteriormente cedida al Ayuntamiento de Madrid, si bien
Telefónica sigue conservando su propiedad. Se encuentra en
el Paseo de la Castellana, en Madrid, España.Es de grandes
proporciones, aproximadamente es tan alta como una persona de
pie. El ademán airoso y grácil de todo ese conjunto de dedos lo
convierten en una obra singular.1

Mujer con espejo es una escultura urbana del


artista colombiano Fernando Botero situada
en Madrid al final de la Calle Génova donde ésta
desemboca en la plaza de Colón, punto de
intersección entre el Paseo de la Castellana y
el Paseo de Recoletos
Una voluptuosa mujer está situada a los pies de
las Torres de Colón y da la espalda a la calle
Génova. Está tumbada en el suelo, boca abajo y mira distraída en dirección a la plaza de
Colón. Tiene un espejo en su mano y se sujeta el pelo, quizás en un gesto de coquetería. Su
rostro tiene un gesto indiferente y pensativo.
Diana Ordóñez “LEDANIA”
—Marzo 31 de 2012—
Diana Ordóñez “LEDANIA” es una de las artistas
más destacadas de la escena bogotana. Su
trabajo es notorio en fotografía, diseño gráfico,
publicidad, maquillaje artístico y grafiti, así como
en la aplicación de su obra a objetos de
decoración, ropa y accesorios. LEDANIA ha
desarrollado un lenguaje reconocido en el
movimiento gráfico de su ciudad, y por eso no sorprende ir por las calles de Chapinero y ver
elementos suyos en cualquier esquina, en una estación de TransMilenio, o al entrar a una
tienda de diseño y encontrar accesorios que ella ha diseñado y que seguramente el
caminante querrá adquirir. LEDANIA cumple su palabra, y cuando dijo que le haría el amor a
las hojitas, a las paredes y a la tela, se lo tomó de manera tan seria que hoy es ampliamente
admirada en el campo del diseño gráfico, el arte y la ilustración.

OBRAS
Comencé pintando en blanco y negro,
porque en esa época hacía metáforas
hacia el pasado. Llegó el punto en
que la gente me conocía
principalmente por estos dos tonos.
Un día me desperté con ganas de
cambiar de técnica e irme por un
estilo distinto. Así llegó el color.
Estos cambios los aplico a todo: mi trabajo, mi vestimenta, mi cabello y mis
tatuajes. Me aburro de las cosas y después las retomo. Ahora estoy trabajando
mucho con el blanco y negro de nuevo.

Eso salió cuando fui a una exposición de arte en donde


había personas mayores trabajando con vitrales. Vi el
trabajo de ellas y me gustó. Fue una etapa muy corta,
pero la gente siguió recordándome por eso, hasta mi
papá tenía diversas opiniones, porque creía que este
trabajo con muchas puntas era bastante agresivo. Dejé
de hacerlo porque me parecía que mucha gente me
estaba imitando y este estilo se estaba convirtiendo en una moda.

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