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El documento discute los efectos negativos de la televisión en los niños. Aunque algunos canales educativos pueden transmitir valores positivos, la mayoría de programación y anuncios promueven valores como el consumismo y objetificación de mujeres. Estudios muestran que los niños están constantemente expuestos a estos mensajes dañinos. Por lo tanto, se recomienda que instituciones independientes creen códigos éticos para salvaguardar a la audiencia y preservar valores positivos en la televisión.
El documento discute los efectos negativos de la televisión en los niños. Aunque algunos canales educativos pueden transmitir valores positivos, la mayoría de programación y anuncios promueven valores como el consumismo y objetificación de mujeres. Estudios muestran que los niños están constantemente expuestos a estos mensajes dañinos. Por lo tanto, se recomienda que instituciones independientes creen códigos éticos para salvaguardar a la audiencia y preservar valores positivos en la televisión.
El documento discute los efectos negativos de la televisión en los niños. Aunque algunos canales educativos pueden transmitir valores positivos, la mayoría de programación y anuncios promueven valores como el consumismo y objetificación de mujeres. Estudios muestran que los niños están constantemente expuestos a estos mensajes dañinos. Por lo tanto, se recomienda que instituciones independientes creen códigos éticos para salvaguardar a la audiencia y preservar valores positivos en la televisión.
Algunos modelos educativos reclaman la televisión, a pesar de sus
consecuencias perjudiciales, como un camino para transmitir valores positivos. La televisión satelital y por cable incluye canales que saben educar recurriendo a la ternura fantástica y del juego de la niñez, por ejemplo Discovery Kids y Disney Channel pueden ser una muestra clara. Lamentablemente, lo negativo parece que siempre predomina, dado que diversos estudios hechos alrededor del mundo demuestran que los niños son expuestos constantemente a mensajes televisivos que determinan algunos de los “defectos” de nuestra sociedad, por ejemplo, las mujeres hermosas son siempre, y solamente, objetos de admiración; la felicidad y el amor se consiguen gracias a “medios empleados hábil y mañosamente” de ciertos productos; el modelo ideal de padre, el de aquel que brinda una serie de lujos a su familia, etc. En ese sentido, ¿estos mensajes no son precisamente elaborados para lograr su máximo fin de la televisión que viene a ser vender lo que ofrecen los anunciantes? Hace unos años atrás, un destacado analista de telecomunicaciones de los Estados Unidos, resumió ese punto de la siguiente manera: “Todo lo que se produce y transmite en la televisión tiene un solo sentido: vender bienes… Así los mismos valores de consumo y placer que se infunden a través de los comerciales son impuestos también a través de la programación…” En definitiva, creo que es recomendable, por ello, la creación de instituciones independientes que se preocupen por preservar los valores positivos, creando códigos de ética y moral televisiva para salvaguardar a la audiencia.