Está en la página 1de 6

FUNDAMENTOS DE PEDAGOGÍA.

Hacia una comprensión del saber


pedagógico
Rafael Ávila Penagos.

Bogotá: cooperativa editorial Magisterio, 2007

Pedagogía para principiantes o Principios de Formación del homo pedagogicus

Una invitación para conversar en torno socioeconómicas para ejercer el ma-


a los problemas propios de la formación gisterio. Aparece entonces el supuesto
de maestros y maestras es la apertura de que todo aquel que se forma como
que hace el autor a un libro organizado maestro ha elegido esta opción profesio-
en tres módulos de trabajo que conserva nal, previo el análisis de otras alterna-
en sus discursos las intenciones formati- tivas profesionales, es decir, ha optado
vas de la época en la que fueron escritos por una identidad social que, según la
y el sentido mismo de su escritura: ser orientación sociológica del autor, corres-
un material de soporte para pensar la ponde a una “cierta imagen de sí mismo
formación de maestros sobre la base de ante el resto de la sociedad”. Así, “la
una serie de reflexiones y planteamien- identidad profesional es una especie de
tos elaborados en un marco institucional identidad social”.
concreto: la Universidad Pedagógica
Nacional y la década de 1988 a 1998. Aunque este elemento identitario es
esencial y, como supuesto, es práctica-
No obstante, una lectura transversal, y mente un deber ser, no es sin embargo
también paso a paso, de sus tres mó- suficiente para el ejercicio del magiste-
dulos constitutivos ─¿Qué es pedago- rio. Un proceso lento y prolongado de
gía?; la educación como trabajo sobre formación en una cultura específica que
la cultura; y, la relación entre el oficio y el autor denomina cultura pedagógica es
el saber─ que se transforman en sendos condición sine qua non para ejercer con
Si bien no podríamos describir cada una
capítulos, podrían dar cuenta de la ac- idoneidad e inteligencia esta práctica
de éstas, pues excede el propósito de
tualidad y la vigencia del pensamiento profesional en contextos específicos.
esta reseña, es preciso señalar grosso
pedagógico salvaguardado en el mundo
modo que una a una van colocando
de lo impreso de este libro. Es así que el tipo de representaciones,
sobre el plano de la discusión algunos
elementos, características, principios valoraciones, actitudes y disposiciones
A manera de un conjunto de proposicio- y supuestos que van perfilando el pro- requeridas para formar un maestro, en
nes o premisas fundamentales, como las pósito inicial de ese módulo, pero que tanto componentes concretos de esta
denomina el autor, sobre lo que consi- bien podría ser el del conjunto íntegro cultura pedagógica, pasa a ser, según
dera podrían ser los cimientos de una del libro: se trata, en la perspectiva del el profesor Ávila, un motivo de debate
cultura pedagógica, y de allí la posibili- autor, de aportar elementos de juicio y de preocupación constante en los
dad de hacer de la pedagogía un saber para crear consenso sobre “la manera ámbitos propios de las instituciones
disciplinado, se presentan en el primer como entendemos que debería formarse formadoras de maestros. Así mismo,
capítulo 25 tesis fundamentales que un pedagogo”. construir y reconstruir de manera per-
otrora aparecieran compiladas bajo el manente esta cultura, entendida como
título ¿Qué es Pedagogía? (1988). un “sistema complejo de discursos teó-
De ahí que, entre otros, se mencionen
algunas condiciones socioculturales y ricos y políticos sobre el ser humano y
sus condiciones de existencia”, en un

Pedagogía y Saberes N.º 28. Universidad Pedagógica Nacional. Facultad de Educación, 2008, pp. 143 -146
143
escenario de interlocución crítica, regida completado el cuadro de condiciones tesis, se toca un tema crucial, que hoy
por la argumentación y la documenta- requeridas para que un determinado mo- sigue siendo objeto de debate: el papel
ción propias del ámbito académico, es delo de sociedad se reproduzca como de la psicología en el campo pedagó-
en síntesis el contenido de un Proyecto «por arte de magia»” (p. 23). gico. Si bien muchos de los currículos
Pedagógico destinado a la formación de formación de maestros tienen una
de maestros. El autor va configurando así un modo fuerte dosis de formación psicológica, la
de entender la formación docente, co- psicología es aquí un insumo más de la
No se trata aquí de una cultura en la menzando por las condiciones sociales, cultura pedagógica, pero no el único ni
cual habría que formar a cualquier culturales y económicas para formarse el más importante. Es necesaria, pero
ser humano en unas condiciones de como maestro, y pasando por las distin- no aporta el conocimiento suficiente
existencia de manera general. Se trata, ciones fundamentales entre los concep- para establecer el sentido y la manera
como el autor denomina en una acertada tos de educación y de pedagogía (que se de dirigir el desarrollo de los procesos
metáfora sociológica con Bourdieu, de profundiza en capítulos posteriores), el pedagógicos. Contra algunas concep-
preguntarse cómo formar en una cultura tipo de relación que instituye la relación ciones generales y universales de la
pedagógica a este tipo de hombre ─en el pedagógica, y el tipo de prácticas inte- educación, o del ser humano, muchas
sentido general de la especie humana─ lectuales requeridas para ser maestro, de éstas sustentadas en la psicología, el
particular: el homo pedagogicus: “Sólo como la reflexión y el espíritu crítico, que autor nos recuerda que el desarrollo hu-
una persona cultivada en y por la cultura deben constituir un habitus para apren- mano no está preinscrito en un progra-
pedagógica puede llegar a desarrollar der a “mirar el mundo escolar”. ma genético; es más bien el resultado
esa actitud del espíritu que permite de un desarrollo “culturalmente dirigido”.
distinguir a un pedagogo entre mil pro- Esta formación no puede estar alejada De ahí la necesidad de recurrir a otras
fesionales: el estilo pedagógico. Algo de la comprensión del sistema educati- ciencias que permitan comprender
más que su identidad profesional. Una vo y de su propia historia. ¿Es posible ampliamente el sentido y la manera de
cierta predisposición para reaccionar a formar maestros comprometidos con el orientar la educación de un ser humano:
la manera pedagógica. Si el estilo es el cambio, sin la sensibilidad histórica re- la antropología, la historia, la filosofía, la
hombre, el estilo pedagógico es el aire querida para identificar las raíces de mu- sociología de la educación, entre otras,
de distinción de un pedagogo” (p, 21). chos de nuestros problemas educativos? como campos de conocimiento, no para
se pregunta el autor. Y se responde con llegar a dominar cada disciplina, sino
Pero hablar de una cultura pedagógi- Durkheim: la historia de la enseñanza o para convertirlas en conocimientos útiles
ca nos sitúa, indefectiblemente, en el por lo menos de la enseñanza nacional que permitan agenciar los propósitos
escenario de lo social. Por ello el tema es la primera de las propedéuticas para formativos de un educador.
de las condiciones socio-económicas una cultura pedagógica. Ello implica el
de los maestros es abordado aquí en estudio de la historia de la educación El módulo dos desarrolla el tema de
la perspectiva de señalar que el re- universal y de la educación del país, la educación como trabajo sobre la
conocimiento que esta sociedad hace comprender la historia de la escuela (en cultura. Organizado a su vez en siete
a los maestros está muy por debajo tanto institución) y de las concepciones capítulos, muchos de los cuales reiteran
del que tiene en otras sociedades. El pedagógicas que le subyacen en dife- o desarrollan algunas de las tesis ya
maestro en formación debe saberlo, rentes momentos y contextos históricos planteadas en el módulo uno, el autor
afirma el autor, porque es desde allí, es y culturales en los cuales han surgido, profundiza en perspectiva sociológica
decir, desde su proceso formativo, que dado que tanto los sistemas educativos en torno al sentido y la validez de la
debe incorporarse a las luchas por la como las corrientes pedagógicas son pregunta ¿qué significa pedagogía? y
dignidad y el estatus de su profesión. producto de la historia. más allá del significante, se pregunta por
Problemas como la inestabilidad laboral, el tipo de actividad social que constituye
la inequidad en el salario con respecto Ello, entre otras cosas, porque no es la pedagogía, lo que la caracteriza y la
a sus necesidades, el desconocimiento posible construir alternativas pedagó- distingue de otras actividades socia-
del trabajo extraclases (preparación, gicas desde el desconocimiento de les. Cuál es el modo de actuar (modus
corrección de evaluaciones, elaboración una tradición en ese mismo campo. agendi) que permite diferenciar e iden-
de apuntes, reuniones, etc.) como parte De hecho sabemos bien que tanto en tificar a ese actor llamado pedagogo en
integral de su trabajo, son, entre otros, las humanidades, como en las artes, o el sistema social y cuál es el modo de
la evidencia de un modelo de desarrollo en el conocimiento científico y técnico, saber (modus sciendi) que le permite a
neoliberal que amordaza el espíritu crí- toda nueva producción es efecto de un ese actor comprender lo que hace. Ello
tico y se reproduce sin molestias; pues acumulado en esos campos. No sucede conduce necesariamente a plantearse
en esas condiciones, señala el autor, algo distinto con la pedagogía. un problema epistemológico que permite
no hay tiempo para pensar: “cuando la identificar de un lado, las formaciones
costumbre se convierte en yugo, cuando De otro lado, pero en la misma relación discursivas que a lo largo de la historia
los hábitos degeneran en automatismo de la pedagogía con otros saberes y dis- se han desarrollado como concepciones
maquinal, y cuando la inteligencia se ve ciplinas, y siguiendo la línea durkheimia- pedagógicas y, de otro, la naturaleza
forzada a abdicar ante la rutina, hemos na que respalda el desarrollo de cada invariante de esa actividad llamada pe-

144 Pedagogía y Saberes N.º 30 2009


dagogía, que es el origen y fuente de Así, mientras que por definición histórica orientadora de la acción, la tipología de
esas concepciones pedagógicas. la educación comprende “un conjunto Jurgen Habermas destaca el compo-
de prácticas e instituciones que se han nente hermenéutico-crítico del cual se
Es la invariante, es decir, el sustantivo y organizado lentamente en el decurso del deriva la posibilidad de comprender la
no el adjetivo o genitivo del que va acom- tiempo, como respuesta a necesidades pedagogía “como disciplina referida a
pañada la pedagogía lo que interesa sociales diferentes, solidarias de condi- la interacción, los contextos y el sentido
en principio al autor, en tanto reconoce ciones de tiempo y lugar bien concretos, de la educación” (p. 132).
que pueden identificarse a lo largo de la y conduciendo a la formación de tipos
historia características propias que ha- diferentes de hombre” (p. 113), la peda- La actividad está definida entonces
cen diferenciables unas pedagogías de gogía se va perfilando como un conjunto en el marco de la acción educativa y
otras, bien sea por su perspectiva disci- de modos de concebir esa educación, formadora del maestro y la naturaleza
plinar o su naturaleza ideológica (peda- una cierta manera de reflexionar sobre de su saber comprende entonces “una
gogía liberadora, pedagogía socialista, los asuntos educativos. No es la prác- categoría englobadora de un conjunto
para citar un ejemplo) o por los autores tica de la educación en sí, pero tiene de saberes socialmente usados para el
que la han concebido (pedagogía de razón de ser no sólo en la teoría sino en ejercicio de la función magisterial, o so-
Rousseau, pedagogía montessoriana, la acción pedagógica misma. cialmente pertinentes para la formación
pedagogía freiriana, etc.). de maestros” (p. 122).
Ello no quiere decir que su naturaleza
Es entonces en la distinción entre edu- sea sólo prescriptiva, pero necesaria- Lejos está dicha perspectiva de enten-
cación y pedagogía que se va perfilando mente está ligada al deber ser, a los derse como una reducción de la pedago-
la naturaleza de la actividad propia del fines, a la idea de una teoría de la prác- gía al campo de un recetario normativo o
pedagogo. Por ello recurriendo, como tica. La tradición norteamericana de la metodológico, lo cual no quiere decir que
punto de partida y como anclaje, a las Policy science (Ciencia de las políticas) se rehúya el diseño de procedimientos y
distinciones históricas y categoriales sugiere aquí un camino probable para cursos de acción. No hay prospección
propuestas por Durkheim, el autor con- pensar la pedagogía, en tanto ésta pri- sin análisis ni explicación. Como tam-
cibe la educación como un proceso de mera produce un tipo de saber a partir poco hay posibilidades emancipadoras
comunicación entre dos generaciones, de la investigación interdisciplinaria, sin conocimiento y conciencia reflexiva
es decir, en sentido pleno, como un acto con el propósito de elaborar cursos de y crítica.
de tradición por el cual la cultura asegu- acción para resolver problemas especí-
ra su continuidad. ¿Qué se comunica? ficos. Los conocimientos producidos son Tampoco se trata, en esta perspectiva,
Los resultados de la experiencia, en insumos para resolver problemas espe- de luchar por un campo diferenciado y
relación con la naturaleza, codificados cíficos en la práctica profesional. Ello autónomo con respecto a otros, pues es
en las ciencias naturales, y en relación sitúa este campo de conocimiento en las bien sabido que gran parte de lo que se
con los seres humanos, codificados en denominadas ciencias prospectivas. A produce discursivamente en la pedago-
las ciencias sociales y humanas. diferencia de las disciplinas convencio- gía ha sido retomado de diversas fuen-
nales, que construyen explicaciones de tes científicas o disciplinares. Se trata de
Por el contrario, la pedagogía apare- lo fáctico, los marcos prospectivos se pensar en el núcleo teórico, conceptual
ce como un producto de la conciencia aventuran en el dominio de lo probable y categorial, y en la dimensión práctica
reflexiva ligada a una función social o lo aleatorio. que estructura la pedagogía como un
que, por efectos de la transición de una saber disciplinado, con el fin de precisar
sociedad teocrática a una sociedad de- El autor señala una relación de estas y ahondar en los componentes centrales
mocrática, tiende a convertirse en una ciencias prospectivas con el interés de una cultura pedagógica. Es el cam-
actividad especializada. Es en el paso práctico, a diferencia del interés técnico po de conocimiento o conocimientos de
de una cosmovisión religiosa a una proveniente de las ciencias empírico- una práctica profesional y no el de una
cosmovisión secular, y en el nacimiento analíticas, recurriendo también a la pers- disciplina científica el que se intenta di-
de los estados-nación europeos, cuyos pectiva de Habermas sobre la relación lucidar aquí. Ello implica para el autor
orígenes se remontan al Renacimiento entre las ciencias y el interés que guía una estrategia interdisciplinaria en la vía
y a la Ilustración, en donde tiene lugar la producción de su conocimiento. Esta de la reconstrucción del conocimiento
la aparición de la escuela normante. Y analogía no es casual e intenta situar disciplinar en función de una práctica
con ella el diseño y la creación de un la pedagogía en el camino de las dis- social ejercida por los maestros.
conjunto de operadores homogenei- ciplinas prospectivas, guiada más bien
zantes que cohesionan un sistema de por la lógica y el interés de las ciencias Implica también reconocer que el saber
formación de educadores bajo un mismo históricas y hermenéuticas, e incluso pedagógico es un saber sedimentado,
espíritu de cuerpo: Le Corps Enseignant, del interés de las ciencias críticas, más que tiene una memoria discursiva, que
nos lo dice en francés el autor, el cual que por el interés técnico. Mientras los sugiere formar en una tradición herme-
corresponde a lo que hoy conocemos aportes de Durkheim permiten relievar néutica, no carente de rigor científico,
como gremio magisterial. la pedagogía como teoría práctica o para develarlo, construirlo, reconstruirlo
teoría de la práctica referida a la función y para interrogarlo. Implica comprender

Pedagogía y Saberes N.º 30 2009 145


que ese saber es un saber diferenciado tes. La discusión sobre los núcleos de en filosofía de la educación, en historia,
de las ciencias naturales y humanas, formación para una cultura pedagógica antropología y sociología educativa, en
pero relacionado de múltiples maneras en la que se forman los maestros, en psicología del desarrollo, en historia del
con ellas. Implica reconocer que lo que programas iniciales o de formación con- arte y la cultura, etc., que otrora fueron
se produce en la teoría cobra sentido en tinua, sigue siendo un tema relevante componentes de los planes de estudio
el quehacer práctico. Que se construye no sólo en la Universidad Pedagógica en las Normales y en las licenciaturas,
la práctica a partir del conocimiento, Nacional sino en todas las instituciones a los Núcleos del saber pedagógico que
pero que también se construye conoci- formadoras de maestros. aún no hemos podido dilucidar en qué
miento a partir de la práctica. se tradujeron. Luego vino el lenguaje
Estamos en mora de evaluar los efectos de las “competencias”, que permitió de
Implica finalmente reconocer que la de esas políticas en tales programas, paso a los profesionales de distintas dis-
formación de un pedagogo está en el desde la reestructuración de las Es- ciplinas y profesiones, ser maestros. Se
intersticio entre un campo de conoci- cuelas Normales, que pasaron de una trata ahora de ser competentes, sobre
miento de naturaleza interdisciplinaria formación pedagógica general a una todo laboralmente, lo cual no significa
que produce un saber, y un campo de especificidad en un énfasis o saber dis- ser un sujeto social reconocido en el
trabajo social y cultural que se concreti- ciplinar. De la definición por decreto de campo de una profesión (la profesión
za en la educación. Los maestros, nos unos núcleos del saber pedagógico para docente) y con un saber específico (el
dice el autor, son entonces trabajadores la formación docente tanto en dichas es- saber pedagógico).
de la cultura en sentido pleno. La edu- cuelas normales como en las licenciatu-
cación es una práctica reguladora de ras, que inicialmente reglamentaron las El escenario se ha complejizado, y las
la cultura, y es en el oficio de maestro, nuevas disposiciones sobre formación condiciones adversas para los maestros
es decir, en su capacidad de desplegar docente en Colombia y que se derivaron en formación y los maestros en ejerci-
una lógica de la reflexión, que valora, de la Ley General de Educación (Ley 115 cio, y para todo aquel que esté en este
que analiza, que enjuicia, que interroga de 1994). Nos referimos a los efectos del campo de la educación no son descono-
y que propone alternativas de acción, Decreto 3012 de 1997 y el Decreto 272 cidas. Por ello las preguntas que el pro-
en el que esta comunidad profesional de 1998. Y de ahí, sin evaluación de fesor Ávila esbozaba en aquel entonces,
adquiere su estatus, su reconocimien- impacto y sin certezas sobre la cultura pensando en tres problemas de sentido
to y su lugar dentro de la sociedad. pedagógica que se promovió a partir para la formación docente, resurgen
Esto es lo que evidencia finalmente el del escenario de la Acreditación, que como un nuevo punto de partida para
módulo III con el que se cierra el libro, supone la aplicación de las normas y interrogar las condiciones de posibili-
pero se abre a la posibilidad de pensar decretos prescritos, al paso de una nue- dad de ser maestro hoy: “¿Educar a los
la relación entre el oficio del maestro y va reforma: la derogación del 272 por el jóvenes para cuál sociedad?, ¿formar
el saber pedagógico. 2563 de 2003 que introduce el lenguaje maestros para cuál sociedad? ¿ges-
de las competencias, para estar a tono tionar escuelas para cuál sociedad?”.
Es preciso señalar que, aun cuando con los vaivenes de la reforma y con las Podemos empezar a conversar.
estos planteamientos tienen un espa- exigencias de la política internacional.
cio de reflexión y una época concreta,
en el marco actual de nuestro sistema Así pasamos de la abdicación de proyec- Nylza Offir García Vera
educativo y de las políticas que lo rigen, tos formativos que contemplaban dentro Profesora Universidad pedagógica
su vigencia y su pertinencia son eviden- de los planes de estudio la formación
nacional

146 Pedagogía y Saberes N.º 30 2009

También podría gustarte