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Pedagogía y Saberes N.º 28. Universidad Pedagógica Nacional. Facultad de Educación, 2008, pp. 143 -146
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escenario de interlocución crítica, regida completado el cuadro de condiciones tesis, se toca un tema crucial, que hoy
por la argumentación y la documenta- requeridas para que un determinado mo- sigue siendo objeto de debate: el papel
ción propias del ámbito académico, es delo de sociedad se reproduzca como de la psicología en el campo pedagó-
en síntesis el contenido de un Proyecto «por arte de magia»” (p. 23). gico. Si bien muchos de los currículos
Pedagógico destinado a la formación de formación de maestros tienen una
de maestros. El autor va configurando así un modo fuerte dosis de formación psicológica, la
de entender la formación docente, co- psicología es aquí un insumo más de la
No se trata aquí de una cultura en la menzando por las condiciones sociales, cultura pedagógica, pero no el único ni
cual habría que formar a cualquier culturales y económicas para formarse el más importante. Es necesaria, pero
ser humano en unas condiciones de como maestro, y pasando por las distin- no aporta el conocimiento suficiente
existencia de manera general. Se trata, ciones fundamentales entre los concep- para establecer el sentido y la manera
como el autor denomina en una acertada tos de educación y de pedagogía (que se de dirigir el desarrollo de los procesos
metáfora sociológica con Bourdieu, de profundiza en capítulos posteriores), el pedagógicos. Contra algunas concep-
preguntarse cómo formar en una cultura tipo de relación que instituye la relación ciones generales y universales de la
pedagógica a este tipo de hombre ─en el pedagógica, y el tipo de prácticas inte- educación, o del ser humano, muchas
sentido general de la especie humana─ lectuales requeridas para ser maestro, de éstas sustentadas en la psicología, el
particular: el homo pedagogicus: “Sólo como la reflexión y el espíritu crítico, que autor nos recuerda que el desarrollo hu-
una persona cultivada en y por la cultura deben constituir un habitus para apren- mano no está preinscrito en un progra-
pedagógica puede llegar a desarrollar der a “mirar el mundo escolar”. ma genético; es más bien el resultado
esa actitud del espíritu que permite de un desarrollo “culturalmente dirigido”.
distinguir a un pedagogo entre mil pro- Esta formación no puede estar alejada De ahí la necesidad de recurrir a otras
fesionales: el estilo pedagógico. Algo de la comprensión del sistema educati- ciencias que permitan comprender
más que su identidad profesional. Una vo y de su propia historia. ¿Es posible ampliamente el sentido y la manera de
cierta predisposición para reaccionar a formar maestros comprometidos con el orientar la educación de un ser humano:
la manera pedagógica. Si el estilo es el cambio, sin la sensibilidad histórica re- la antropología, la historia, la filosofía, la
hombre, el estilo pedagógico es el aire querida para identificar las raíces de mu- sociología de la educación, entre otras,
de distinción de un pedagogo” (p, 21). chos de nuestros problemas educativos? como campos de conocimiento, no para
se pregunta el autor. Y se responde con llegar a dominar cada disciplina, sino
Pero hablar de una cultura pedagógi- Durkheim: la historia de la enseñanza o para convertirlas en conocimientos útiles
ca nos sitúa, indefectiblemente, en el por lo menos de la enseñanza nacional que permitan agenciar los propósitos
escenario de lo social. Por ello el tema es la primera de las propedéuticas para formativos de un educador.
de las condiciones socio-económicas una cultura pedagógica. Ello implica el
de los maestros es abordado aquí en estudio de la historia de la educación El módulo dos desarrolla el tema de
la perspectiva de señalar que el re- universal y de la educación del país, la educación como trabajo sobre la
conocimiento que esta sociedad hace comprender la historia de la escuela (en cultura. Organizado a su vez en siete
a los maestros está muy por debajo tanto institución) y de las concepciones capítulos, muchos de los cuales reiteran
del que tiene en otras sociedades. El pedagógicas que le subyacen en dife- o desarrollan algunas de las tesis ya
maestro en formación debe saberlo, rentes momentos y contextos históricos planteadas en el módulo uno, el autor
afirma el autor, porque es desde allí, es y culturales en los cuales han surgido, profundiza en perspectiva sociológica
decir, desde su proceso formativo, que dado que tanto los sistemas educativos en torno al sentido y la validez de la
debe incorporarse a las luchas por la como las corrientes pedagógicas son pregunta ¿qué significa pedagogía? y
dignidad y el estatus de su profesión. producto de la historia. más allá del significante, se pregunta por
Problemas como la inestabilidad laboral, el tipo de actividad social que constituye
la inequidad en el salario con respecto Ello, entre otras cosas, porque no es la pedagogía, lo que la caracteriza y la
a sus necesidades, el desconocimiento posible construir alternativas pedagó- distingue de otras actividades socia-
del trabajo extraclases (preparación, gicas desde el desconocimiento de les. Cuál es el modo de actuar (modus
corrección de evaluaciones, elaboración una tradición en ese mismo campo. agendi) que permite diferenciar e iden-
de apuntes, reuniones, etc.) como parte De hecho sabemos bien que tanto en tificar a ese actor llamado pedagogo en
integral de su trabajo, son, entre otros, las humanidades, como en las artes, o el sistema social y cuál es el modo de
la evidencia de un modelo de desarrollo en el conocimiento científico y técnico, saber (modus sciendi) que le permite a
neoliberal que amordaza el espíritu crí- toda nueva producción es efecto de un ese actor comprender lo que hace. Ello
tico y se reproduce sin molestias; pues acumulado en esos campos. No sucede conduce necesariamente a plantearse
en esas condiciones, señala el autor, algo distinto con la pedagogía. un problema epistemológico que permite
no hay tiempo para pensar: “cuando la identificar de un lado, las formaciones
costumbre se convierte en yugo, cuando De otro lado, pero en la misma relación discursivas que a lo largo de la historia
los hábitos degeneran en automatismo de la pedagogía con otros saberes y dis- se han desarrollado como concepciones
maquinal, y cuando la inteligencia se ve ciplinas, y siguiendo la línea durkheimia- pedagógicas y, de otro, la naturaleza
forzada a abdicar ante la rutina, hemos na que respalda el desarrollo de cada invariante de esa actividad llamada pe-