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Marco Teórico

Los trastornos del aprendizaje son problemas que afectan la capacidad del niño de
recibir, procesar, analizar o almacenar información. Éstos pueden causarle
dificultades para leer, escribir, deletrear o resolver problemas matemáticos.
Las discapacidades del aprendizaje abarcan todo un espectro de trastornos que
afectan la forma en que el cerebro procesa la información. Eso hace que el entender
algunos conceptos resulte difícil. Este tipo de trastorno puede ser leve o grave.
La mayoría de los niños con trastornos del aprendizaje tienen una inteligencia
normal o superior al promedio. Sin embargo, se les dificultan determinadas áreas
de aprendizaje. Quizás les sea fácil reconocer las letras del alfabeto de manera
individual, pero les resulte confuso agruparlas para leer. O tal vez no puedan
solucionar un ejercicio de matemáticas simple o armar un rompecabezas.
La primera descripción de u trastorno equivale a la dislexia data de 1877, año en el
que Kussmaul público el caso de un paciente que había perdido su capacidad
lectora a pesar de conservar la visión, la inteligencia y el lenguaje. A este trastorno
le aplico el nombre de ceguera verbal.
Morgan en 1896, reporto la historia de un muchacho de 14 años, que, a pesar de
ser inteligente, tenía una capacidad casi absoluta para manejarse con el lenguaje
escrito. En el año de 1900 Hinshelwood, un cirujano de Glasgow, s intereso por los
niños que no podían aprender a leer.
La dislexia ha recibido durante lo que llevamos del siglo una diversas
denominaciones; Orton propuso el nombre de estrefosimbolia en 1928, el mismo
autor en 1937 cambio este nombre por alexia del Desarrollo. Hallgren en 1950 la
denomino Dislexia Constitucional. No fue hasta 1875 en que la Federación de
Neurología Mundial utilizo por vez primera el termino Dislexia del Desarrollo
Actualmente algunos medios, según Paulo Freiré existen dos grandes, el ambiente
del hogar y desempeño del maestro que mantienen actitudes opuestas al uso del
termino dislexia; se dan a conocer dos opiniones diferentes por una parte los que
niegan la misma existencia del trastorno; y por otra los que consideran que hay una
continuidad sin limites claros en la dificultas severa por la lectura y la normalidad”
Durante la década de los 60, coincidiendo con la corriente antipsiquiátrica y la
pedagogía activa, se minimizaron los aspectos biológicos de la dislexia, bajo una
comprensión psicodinámica o pedagógica de la dificultad lectora según, esta línea
de pensamiento estaría en problemas emocionantes.
Otros problemas en la actualidad son la disgrafía: dificultad para escribir (omisión,
confusión e inversiones de letras y palabras); disintaxia: dificultad en la redacción,
disortografía: errores y falta de ortografía, discaligrafía: mala letra por dificultades
psicomotoras, dislalia: deficiencia en la pronunciación, disortria: trastorno de los
movimientos articulares de las palabras, sin perturbación de los movimientos
articulatorios aislados.
Diferentes autores como Vitor Da Fonseca, Kawi y Pasamanick, Julie Dockrell junto
con John McShane, López y García, por último Marilyn Friend y William Bursuck
nos hablan acerca de aquellos factores que las originan. Vítor Da Fonseca, (2004)
y Marilyn Friend y William Bursuck, (1999) argumentan que la causa principal por
la cual los alumnos tienen dificultades de aprendizaje se debe a una lesión cerebral,
revelando así complicaciones para aprender a leer y, comprender el lenguaje
escrito, por lo que su impacto puede llegar a ser permanente y significativo. Mientras
que Kawi y Pasamanick (1958), concluyen que los niños con DA vienen de hogares
con madres que experimentaron complicaciones en el embarazo, tuvieron partos
prolongados, eran de niveles sociales bajos y fueron nacimientos prematuros. En
cambio Julie Dockrell junto con John McShane (1992) las dificultades de lenguaje
son una manifestación de una alteración general en el aprendizaje y en el
funcionamiento cognitivo, también se debe a la existencia de una causa, como una
pérdida auditiva, que por ende afecta a la comprensión del lenguaje. Por otro lado
López y García (1997) los déficits atencionales adquieren un papel esencial ya que
se consideran como síntomas primarios de determinados trastornos y problemas de
conducta, esto da como resultado que los alumnos no llegan a obtener rendimientos
acorde a sus capacidades, encontrándonos con problemas de aprendizaje y de
rendimiento escolar. Es así como se observan diferentes causas que originan las
DA.
El estudio de la Isla de Wight (Isle of Wight Study), elaborado por Rutter, Tizard y
Whitemore (1970) (citado por Vitor Da Fonseca, 2004) es probablemente el estudio
epidemiológico más notable acerca de los niños deficientes. En él, se integró a 2300
niños de los 9 a los 12 años, estudiados exhaustivamente en exámenes
neurológicos, médicos, educacionales, psicológicos y psiquiátricos. Se eligieron a
todos niños sin distinción de que si eran deficientes o no, para lo cual se definió un
criterio de selección de niños con DA con base en el coeficiente intelectual superior
o igual a 70 que se fijó como medida “arbitraria”, fuera de la categoría de “atraso
intelectual” (intellectual retardation).
Rutter concluyó en su estudio que entre los 9 y los 12 años, 7.9% de la población
era deficiente mental y educacionalmente atrasada, mientras que 16.1% eran
multideficientes (mental, educacional, psiquiátrica y medicamente, etc…).El estudio
concluye que el niño con DA (Dificultad de Aprendizaje) no es un niño deficiente,
ve y oye bien, comunica y no posee una inferioridad mental global. Si bien, presenta
problemas de comportamiento, discrepancias en el lenguaje y en la psicomotricidad,
aprende a un ritmo lento y no se puede beneficiar mucho de los programas
escolares regulares, por lo que muchas veces no alcanza las exigencias y los
objetivos educacionales mínimos. Si no se identifican esos casos, la escuela con su
propio criterio selectivo y de rendimiento puede influir y reforzar la inadaptación lo
que culmina muchas veces con el atraso mental, en la delincuencia o en sociópatias
múltiples.
En el caso de la dislexia es necesario recordar que no se ha podido encontrar la
causa (Politzer, 1974).Por este motivo (Vitor Da Fonseca, 2004) la dislexia revela
una dificultad para aprender a leer o para comprender el lenguaje escrito, como
consecuencia de una lesión cerebral.

Como causas fundamentales podemos señalar las siguientes:


• Inmadurez sensorial
• Inmadurez psicomotora
• Privación cultural
• Mala calidad de vida familiar
• Falta de oportunidades pedagógicas
• Trastornos en el desarrollo psicobiológico
• Discrepancia en las conductas habituales, etc.
De una manera más didáctica, tenemos causas externas al niño (exógenas), donde
la participación es predominante, y las causas del niño mismo (endógenas), donde
aquellas se reflejan en términos de desarrollo poco armonioso y con dificultades
para procesar la información.
Dentro de las causas exógenas podemos destacar:
• Pobre asistencia escolar.
• Orientación pedagógica deficiente.
• Inexistencia de una enseñanza preprimaria.
• Problemas de motivación cultural, etcétera.
Dentro de las causas endógenas podemos destacar:
• Carencias instrumentales.
• Dificultades para procesar información visual y auditiva.
• Desarrollo deficiente del lenguaje (expresión limitada, vocabulario reducido,
construcción sintáctica pobre, problemas de comunicación verbal).
• Problemas orgánicos y genéticos que se pueden reflejar en la dificultad de
aprendizaje, como son, por ejemplo, diabetes, anomalías enzimáticas, anomalías
genéticas de los elementos constituyentes de la sangre.

El estudio realizado por Kawi y Pasamanick (1958), es actualmente considerado


clásico en el campo de las Dificultades de Aprendizaje. En este trabajo, los autores
evaluaron la relación entre las complicaciones del embarazo y la capacidad de
lectura en una población de 205 niños blancos (que se encuentran en una zona
urbana, perteneciendo a un nivel medio). La selección de la muestra consideró a un
grupo experimental y a un grupo de control, con base en el siguiente criterio: CI
(mayor o igual a 85) definió a los niños sin atraso en la lectura, mientras una
puntuación menor identificó a los niños con atraso en lectura. En ese mismo estudio,
se identificaron 104 complicaciones en el embarazo en las madres del grupo
experimental, mientras que solo se encontraron 50 en las madres del grupo de
control. Las madres de los disléxicos presentaban, por lo menos, una complicación
en 37.6%, mientras que las madres de los niños no disléxicos presentaban
21.5%.Pero 16.6% de las madres de los disléxicos y tan solo 1.5% de las de los no
disléxicos habían sufrido por lo menos dos complicaciones durante el embarazo. La
presencia de más de una complicación parece relevante; drástica en relación con
los factores de desarrollo que predisponen a las Dificultades de Aprendizaje. Las
complicaciones más frecuentes en la población de niños con Dificultades de
Aprendizaje fueron preclamsia, hipertensión y hemorragia vaginal.
También se estudió el nacimiento prematuro, definido por un peso de nacimiento
(cerca de 2.5 kg), del que se obtuvo la siguiente proporción: 11.5% para los niños
con DA y 4.6% para los niños de grupo de control. Finalmente, también se
encontraron algunas alteraciones pre y perinatales, de las que se obtuvo una
proporción de 45.4% para los niños con DA y 28.2% para los otros niños. El parto
prolongado fue más frecuente en las madres de niños con DA que en las otras
madres. Por último, 67.2% de las familias de niños con DA estaban en la mitad
inferior de la escala socioeconómica, mientras que solo 56.3% de las familias de los
niños control entraban en la misma categoría. En síntesis, los niños con DA vienen
de hogares con madres que experimentaron complicaciones en el embarazo,
tuvieron partos prolongados, eran de niveles sociales bajos y fueron nacimientos
prematuros.
De acuerdo con López y García (1997) (citado por Julio Antonio González-Pineda y
José Carlos Núñez Pérez, 1998) los trastornos atencionales han sido objeto de
estudio e interés durante las últimas décadas, ya que se debe a tres razones
básicas:
1. Porque la referencia a déficits o disfunciones atencionales es un síntoma,
tanto en trastornos mentales como conductuales. Aunque, los déficits atencionales
no son síntomas básicos que definan dicho trastorno, sino que suelen ser síntomas
asociados a los síntomas primarios. Así, por ejemplo, en numerosos trastornos o
dificultades globales del aprendizaje (retraso mental, trastornos severos del
desarrollo, trastornos motóricos con lesión cerebral, etc.), encontramos una
disminución de la atención, por lo que la capacidad de concentración de los alumnos
es baja.
2. En otras ocasiones, algunos problemas atencionales se consideran como
síntomas primarios de determinados trastornos, como, por ejemplo, en el Síndrome
de Neglect (alteración de la atención como consecuencia de una lesión en el
hemisferio cerebral derecho). También, en trastornos infantiles los déficits
atencionales adquieren un papel esencial como síntomas primarios en trastornos y
problemas de conducta, y a veces también en problemas de aprendizaje.

3. Otras veces, lo que subyace no es un sistema o conducta específica, sino un


conjunto de síntomas o conductas, y entonces estamos ante un trastorno por déficits
de atención, también conocido como ADD (attention, déficit disorder).

En relación con los trastornos por déficit de atención (ADD) suelen aparecer entre
los 4 y 7 años de edad en niños que tienen un CI normal y no presentan evidencias
de trastornos neurológicos graves. Se trata de niños en general inquietos, que
cambian continuamente de actividad, hiperactivos, etc., y en cuanto al aprendizaje
escolar y sus trastornos, los niños con déficits atencionales se caracterizan porque
tienen dificultades para concentrarse en tareas o ante estímulos relevantes.
Además, tienden a dejar sin terminar las tareas escolares, su control atencional es
bastante bajo y demuestran baja capacidad o nivel de concentración en general.
Desde esta perspectiva antes mencionada tenemos que los alumnos con déficits o
problemas atencionales no llegan a obtener rendimientos acordes a sus
capacidades, encontrándonos con problemas de aprendizaje y de rendimiento
escolar.

Bursuck, M. F. (1999). Alumnos con Dificultades: Guía práctica para su


detección e integración. Argentina: Troquel S.A.
Fonseca, V. D. (2004). Dificultades de Aprendizaje. México: Trillas.
McShane, J. D. (1997). Dificultades de Aprendizaje en la infancia:un enfoque
cognitivo. Barcelona: Páidos.
Pérez, J. A. (1998). Dificultades del Aprendizaje Escolar. Madrid: Pirámide.

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