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Existen diferentes maneras de evaluar el estado funcional del SE. Cada una de ellas propone una
manera clínica sistematizada de recabar información, y que en conjunto con un buen historial
médico-odontológico, constituyen el camino para determinar el estado de salud del SE o
diagnosticar cualquier patología en sus componentes. Las patologías a considerar son las
presentadas en la clasificación de Trastornos Temporomandibulares (TTM) de Jeffrey Okeson y
que están descritas con profundidad en otro documento anexo.
El sistema estomatognático (SE) puede ser sometido a 2 niveles de exámenes:
Monitorización: compuesto por la toma de un breve historial y un examen clínico sencillo.
Exhaustivo: el historial y examen clínico en todas las estructuras del SE es más completo y
minucioso.
Generalmente, se comienza por un examen de monitorización. Si hay evidencia patológica clara,
procederemos a realizar un examen exhaustivo.
El instrumento “Examen Funcional Estomatognático (EXFUNES)” (ver Fig.No.1), es una propuesta
de fácil manejo y comprensión con fines de monitorización, basado en los lineamientos para la
valoración, diagnostico y manejo de dolor orofacial de la Academia Americana de Dolor Orofacial,
para ser utilizado en los procedimientos diagnósticos rutinarios de la Facultad de Odontología de
la Universidad de El Salvador y en la práctica clínica privada.
Movimientos Mandibulares
Alteraciones en la medición del rango de movimiento y sus características, proporcionan
información muy valiosa para el diagnostico de TTM. Los movimientos a evaluar son la apertura
mandibular, lateralidad izquierda y derecha, para los que se consideraran los siguientes 4
aspectos:
1. Longitud de movimiento, medido en mm. Utilizando como referencia anatómica a los bordes
incisales de los incisivos centrales superiores e inferiores, se considera 53-58 mm como valor
normal para la apertura mandibular máxima no asistida; el valor dependerá del sexo,
complexión física y edad del paciente: las mujeres, complexión pequeña y ancianos abren
menos la boca. Existen 2 tipos de apertura mandibular máxima:
No asistida: cuando se le pide al paciente que abra por si solo lo mas que pueda.
Asistida: cuando el odontólogo por medio de una maniobra llamada “end feel” (maniobra
no estudiada en este documento y que se recomienda informarse de ella en el libro
“Tratamiento de la Oclusión y Afecciones Temporomandibulares”, 5 edición del Dr. Jeffrey
Okeson), logra abrir la boca unos mm más de la apertura máxima no asistida.
Valores menores a 40 mm en apertura máxima no asistida se consideran indicio de TTM.
Utilizando las líneas medias de los incisivos centrales superiores e inferiores como referencia
anatómica, se considera de 7-9 mm como valor normal para las lateralidades mandibulares.
Un valor menor a 5 mm, se considera indicio de TTM.
2. Presencia de dolor al movimiento: la declaración expresa o algun gesto de molestia en el
paciente, se tomará como dolor.
3. Facilidad de movimiento. Existen 3 subcategorias para clasificar la facilidad de movimiento:
Normal: el movimiento es solventado en su total extensión, fluida y rápidamente.
Disfunción: el movimiento es solventado en su total extensión, de una manera lenta y
cuidadosa como respuesta a un daño tisular.
Bloqueo: el movimiento no es solventado en su total extensión, deteniéndose en algun
punto sin poder continuar.
4. Dirección de movimiento (aplicable solo para la apertura mandibular). Observando las líneas
medias de los incisivos centrales superiores e inferiores como referencia en la trayectoria de la
apertura mandibular, existen 3 subcategorias para clasificar la dirección de movimiento:
Normal: la trayectoria mandibular es recta de principio a fin.
Desviado: la trayectoria mandibular inicia recta, luego se desvía a la izquierda o derecha y
casi al finalizar el movimiento recupera su dirección rectilínea.
Deflexionado: la trayectoria mandibular inicia recta, luego se desvía a la izquierda o
derecha y continúa en su desviación hasta el final del movimiento.
La información recolectada será vaciada en el cuadro de la Fig. No.2.
Fig. No.2: Cuadro para vaciar información sobre los movimientos mandibulares. En la columna de
“mm” se colocará la medida de la longitud del movimiento. En la columna de “Facilidad” se escribirá
si el movimiento es normal, disfunción o bloqueo. En la columna de “Dolor” se escribirá si o no. En la
columna de “Dirección” se escribirá si es normal, desviado o deflexionado; en el caso de las últimas
dos, especificar hacia donde cambia la dirección del movimiento.
Palpación y Auscultación:
La palpación del componente neuromuscular se efectúa siguiendo los lineamientos especificados
por el RCD-TMD (Reseach Criteria of Diagnosis for TemporoMandibular Disorders):
1. Utilizar la yema de los dedos índice/medio con una presión estandarizada, buscando
áreas/bandas dolorosas, puntos gatillos o hipertonicidad muscular.
2. Se palpan los músculos de un lado con una mano mientras se estabiliza la cabeza con la otra
mano.
3. La mandíbula debe estar en PDF con los músculos en reposo.
4. Solicitar al paciente que informe si le duele o ha dolido en el área que se está palpando,
proporcionando información sobre las características del dolor.
Como el EXFUNES es un examen de monitorización, se palpan solamente los músculos masetero y
el haz anterior del temporal en toda su extensión; si no hay dolor, no habrá necesidad de
continuar con la palpación de los demás músculos masticatorios.
Los músculos maseteros y el haz anterior del temporal son los más grandes y potentes del SE. Por
su importancia y extensión, si ellos manifiestan síntomas dolorosos, con seguridad existe algun
tipo de TTM. Sin embargo, según sea la significancia clínica y la preocupación del paciente, se
continuará a una palpación más exhaustiva de todos los músculos masticatorios.
Si el paciente refiere sintomatología dolorosa pero la palpación del masetero y haz anterior del
temporal no evidenciaron dolor, habrá que continuar con una palpación más exhaustiva de todos
los músculos masticatorios porque probablemente el problema resida en alguno de los no
palpados inicialmente.
Al momento de registrar la sintomatología dolorosa, habrá que utilizar la terminología correcta
para referirse a sus características. El Dr. Jorge Learreta presenta la siguiente lista de
características del dolor:
a) Intensidad:
Leve cuando no afecta la vida diaria.
Moderado cuando producen incapacidad laboral transitoria.
Severa cuando impide la capacidad laboral o de vida.
Variable cuando la intensidad no es constante.
b) Localización: determinar el territorio del dolor.
Intraoral - extraoral.
Arco superior - inferior.
Unilateral o bilateral.
Cruza la línea media de la cabeza.
Localizado - referido.
Indeterminado cuando no se logra ubicar el lugar específico.
Indefinido cuando aparece de forma errática.
Difuso cuando no se manifiesta en un punto sino en una región del cuerpo.
c) Carácter: cómo se siente el dolor.
Palpitante: comparado con latidos del corazón.
Pulsante: intensifica de forma progresiva.
Punzante: sensación similar a un elemento clavado en el cuerpo.
Paroxístico: aparece intempestivamente desapareciendo enseguida.
Agudo: aparece bruscamente.
Sordo: profundo, poco preciso y constante.
Presión: sensación similar a un cuerpo que aplica su peso sobre una parte del cuerpo.
Eléctrico: sensación dolorosa rápida que desencadenada intempestivamente.
Picazón.
Quemante.
Hormigueo.
d) Frecuencia:
Constante cuando sucede todos los días.
Intermitente cuando sucede varias veces en la semana, en el mes, de vez en cuando, con
periodos de reposo entre medio.
Repetitivo cuando aparecen condiciones comunes de tiempo y circunstancias similares,
Ocasional cuando no existe un patrón de repetición,
Duración: minutos, horas, días, semanas, meses o variable si no hay un patrón específico.
e) Patrones de referencia: sitios hacia donde se extiende el dolor, otros dientes, maxilares, ATM,
nariz, oídos, ojos, sienes, frente, cabeza, cuello.
f) Factores disparantes o agravantes: función mandibular, movimiento de la cabeza, contacto
ligero en la piel, exposición a clima helado.
g) Factores de mejoría: disminución de la función mandibular, descanso, medicamentos, terapia
física etc.
h) Signos y síntomas asociados: se acompaña de congestión nasal, rubor, lagrimeo, sensación de
calor, mareo, vértigo, aturdimiento, etc.
Los datos sobre la palpación muscular serán registrados en el diagrama de la Fig. No.3.
El cuadro de la Fig. No.4 está dedicado al componente articular y es una combinación de palpación
y auscultación de las proximidades de la ATM.
El dolor a la provocación articular es una prueba en donde se coloca al paciente un rodete de
algodón doblado a nivel de los caninos del lado izquierdo y se le pide que lo muerda con fuerza. La
ATM del lado izquierdo es sometida a una compresión para lo cual esta preparada. Al contrario, la
ATM derecha (contralateral) es sometida a tracción para la cual no está preparada a recibir, de tal
forma que si hay dolor, sería una manifestación de daño articular acumulado a causa de factores
etiológicos de TTM. La prueba se realiza de la misma manera en el lado derecho. En el cuadro se
marcara una “x” si existe dolor en la ATM contralateral a la prueba.
Las demás pruebas de palpación y auscultación articular se realizan de la manera acostumbrada,
recordando de marcar con una “x” si hay respuesta o hallazgo positivo a la prueba; en caso de
normalidad, se deja en blanco los cuadros.
Estado oclusal
Como el estado oclusal de los dientes presentes es evaluado con mayor detenimiento en otros
momentos del proceso diagnostico general o durante exámenes exhaustivos, el EXFUNES no
pretende registrar esta información con detalle y precisión. Recordemos que es un examen de
monitorización.
No hay necesidad de llevar al paciente a relación céntrica o desprogramarlo para realizar las
observaciones. Todo se realiza a partir de máxima intercuspidación.
En el diagrama presentado en la Fig. No.5 se marcan las guías e interferencias durante cada uno de
los movimientos excéntricos mandibulares.
Bibliografia
1. Okeson, J. Tratamiento de Oclusión y Afecciones Temporomandibulares. Editorial Elsevier España. 5
edición. 2003.
2. De Leeuw R. Orofacial Pain. Guidelines for assesment, diagnosis and management. Quintessence Books.
4 edition. 2008.
3. Wright E. Manual of Temporomandibular Disorders. Blackwell Munksgaard. 2005.
4. Manfredini D. Current Concepts on Temporomandibular Disorders. Quintessence Books. 2010.
5. RDC-TMD. Disponible en www.rdctmdinternational.com.
6. Learreta J, Arellano J, Yavich L, La Valle M. Compendio sobre diagnostico de las patologías de la ATM.
Artes Medicas Latinoamérica. 2004.
7. Manns A, Biotti J. Manual práctico de oclusión dentaria. AMOLCA. 2 edición. 2006.