Está en la página 1de 4

ENTREVISTA

Esplá: “Cuando sonrío


lo hago con ironía y a
veces con cierta maldad”
Lamenta pertenecer a una sociedad que mantiene una relación extremadamente alejada con la muerte, que ha desterrado
la idea del sufrimiento y en consecuencia tolera cada vez menos que un hombre padezca en una plaza de toros. Asegu-
ra que las imperfecciones conforman la esencia de nuestra personalidad y que no existe peor enemigo que el miedo que
genera el propio individuo. Ha toreado ochenta y cuatro tardes en Madrid, lleva treinta y dos años como matador de al-
ternativa y aún no tiene sucesor. Es ameno, mordaz e inteligente, y tiene la cabeza llena de pájaros cuerdos. La de 2008
puede ser su última Feria de San Isidro.

Texto: José Ignacio de la Serna Miró


Fotos: David Coredero y Archivo de 6toros6

Pregunta | Dicen que el desenfado es


cosa de la inteligencia.
Respuesta | En mi caso ha tenido mucho que
ver con aquello que me inculcaron cuando era
pequeño de la difícil facilidad. Lo que ocurre
es que en ocasiones distorsionaron su mensaje
y lo interpretaron como una falta de respeto,
y no es eso. Es algo que me enseñaron cuan-
do empezaba y pertenece a los toreros de los
años cincuenta y sesenta. No es aportación
mía, simplemente plagié el espíritu de otras
generaciones.

El desenfado y la suficiencia pueden ocul-


tar el peligro del toro.
Sin duda alguna. Lo que ocurre es que en la
plaza siempre me preocupé por mantener el
orden. Entendí la lidia como algo perfecta-
mente ordenado y que además ese orden pa-
sara desapercibido, sin incidir en él, porque
corres el riesgo de asesinar la esencia de su
planteamiento. Mostrar las dificultades de un
toro acarrea un grave desconcierto en la lidia.
Desgraciadamente, la gente necesita ver ese
desbarajuste para contrastar el peligro del
toro.

En alguna ocasión ese planteamiento le


habrá jugado una mala pasada.
Pues la verdad es que no lo sé. Pero mostrar
el esfuerzo es algo que va en contra de mi for-
ma de entender el toreo. Los toreros deben re-
zumar suficiencia y facilidad.

Aunque es un torero muy expresivo y


gestual, creo que en ocasiones no ha sido
fácil descifrar lo que estaba sintiendo.
En ese sentido creo que he sido bastante sin-

18
cero. Cuando no estaba a gusto se me notaba el que la estética ejerce su hegemonía y prima rie de premisas, y una de ellas es el toro pro-
rápidamente, lo mismo que cuando era feliz. por encima de otros aspectos fundamentales. porcionado y de determinados hierros.
Menos mal que luego viene José Tomas y de vez
Me refiero a cuando dibuja una leve son- en cuando nos sacude y nos dice que sí, que ¿Qué lugar ocupa la imperfección en el
risa en los tragos amargos. la estética es importante pero tiene que estar toreo?
Lo hago con ironía y a veces hasta con cierta sostenida por la emoción. Él tiene más clase Una vez leí a una escritora brasileña que los
maldad. Pero creo que sé a lo que te refieres. que valor, y mira si tiene valor. No se por qué defectos conforman la parte que nos diferen-
Mira, cuando empecé en esto me propuse no se empeña en trascender como un torero va- cia del resto. En las imperfecciones se en-
dejarme arrastrar ni por el triunfo ni por el liente. cuentra la esencia de la personalidad, son los
fracaso, porque la euforia que provoca el rasgos que nos distinguen, los que con el tiem-
triunfo es tan dañina como la depresión que Continúe… po consolidan un toreo diferente. Belmonte
genera el fracaso. Desde el principio busqué La estética ha cautivado al espectador más que puede ser el paradigma de esto. Sin embargo
la felicidad en un equilibrio emocional, de ma- nunca y por eso hoy más que nunca la gente los toreros se afanan en pulir sus defectos y ter-
nera consciente y controlada. acude a la plaza a no sufrir. ¿Por qué? Porque minan padeciendo una crisis de identidad. Se
es una sociedad que ha marginado el sufri- empeñan en extirpar un órgano que resulta
¿El triunfo puede crear una sensación de miento, no está educada en el esfuerzo y no vital para su toreo.
vacío? aprueba que alguien padezca en una plaza de
Si no tiene una finalidad concreta, sí. Cuan- toros. ¿Por qué a los de arte se les perdonan las
do eres esclavo de la necesidad de triunfar pue- imperfecciones?
des terminar sintiendo una angustia tre- Pero es una sociedad familiarizada con la Porque no se espera de ellos que soluciones los
menda y traicionarte a ti mismo. El éxito no tragedia. problemas del toro. Se les perdonan sus li-
debe servir sólo para alimentar la vanidad. El Ya, pero lo hace a través de un cristal y en- mitaciones a condición de que sean fieles a su
problema es que, a veces, cuando nos damos tonces el drama aparece como algo lejano y vir- lenguaje. Lo que decepciona de un artista es
cuenta, es demasiado tarde. tual. Esta sociedad tiene una relación extre- que no sea fiel a si mismo.

”C
Asumir ese compromiso acarrea grandes
broncas.

on José Tomas ocurre lo mismo


La bronca invita a la reflexión, el éxito no.

que con lo del milagro, que vas al santo


Volvamos al toro
El toro ha perdido su ‘animalidad’, un estado

y le pides y si no te concede el deseo te


salvaje consustancial a los seres que no han
sido manipulados por la mano del hombre. Al

cagas en sus muertos, pero sigues


faltar esta condición, la lidia ha perdido ma-
tices y se ha empobrecido y, en consecuencia,

pidiendo el milagro”.
el espectáculo carece de una parte de su di-
namismo y vitalidad. Ese ápice de manse-
dumbre que tenían los toros les hacía dosifi-
carse en el castigo; ahora acusan menos los te-
¿Por qué para una gran parte del público madamente alejada con la muerte. Ya nadie rrenos y las querencias y no es determinante
el torero es siempre sospechoso de algo? amortaja, ni toca, ni vela a sus muertos en matar en la suerte contraria o en la natural,
Porque es necesario, y a la vez absurdo. En cual- casa. Se contrata el servicio de unos profe- por esa uniformidad de la que hemos habla-
quier otro ámbito el espectador que sale de- sionales para que los maquillen, los llenen de do. Sin embargo, gracias a esto hoy se torea con
cepcionado de un espectáculo asume esa de- flores y los coloquen en una salita, para que una perfección que no ha existido nunca.
cepción como un error suyo, por no haber sa- los veamos a través del cristal, como un gran
bido elegir adecuadamente. Sin embargo preservativo. La autenticidad de este espectá- Los toreros de ahora van por libre.
cuando acude a una plaza de toros automá- culo choca frontalmente con esta nueva men- El ritmo que impone la sociedad estimula la
ticamente traslada la causa de su decepción talidad. dispersión. Ahora sólo se reúnen para la ‘ope-
al torero, como único responsable. Y entonces ración polvorón’.
su decepción se convierte en bronca. ¿Eso es bueno o malo?
Pues no lo sé, pero a eso lo llaman evolución ¿Sabe cuántas tardes ha toreado en
¿Son necesarias? y algún día lo lamentaremos. No podemos de- Madrid?
Absolutamente, entre otras cosas porque de- jar de alimentarnos de las tradiciones. Lo desconozco.
muestran que hay fuerza en el espectáculo,
que hay carácter y temperamento. Esas fluc- Sin embargo, una de las razones por las Ochenta y cuatro.
tuaciones en picos de sierra son necesarias que la gente quiere ver a José Tomas es por ¡Joder! Una de las cosas que te acojonan cuan-
para la fiesta. Ahora el público entiende me- el drama que en ocasiones representa. do oyes eso datos es pensar la cantidad de ve-
nos que antes, pero es más bondadoso. Con él ocurre lo mismo que con lo del mila- ces que has tenido que pasar por delante de
gro, que vas al santo y le pides y si no te con- la cara de un toro para dejar un par de ban-
¿Y qué me dice del toro? cede el deseo te cagas en sus muertos, pero si- derillas. Que no me haya pasado nada y que
Que como resultado de un laborioso proceso gues pidiendo el milagro. Ahora quieren ver- ahora estemos aquí hablando me agota.
de selección manifiesta una gran uniformidad lo dando el doble tirabuzón, con el toro serio
en su comportamiento, lo que implica una ma- y de imponente trapío. Pero en esta profesión ¿Por qué?
yor uniformidad en el planteamiento de las al final la lógica impone su ley y nos de- Porque los toros que te hacen daño y erosio-
faenas. Además, atravesamos un momento en muestra que para triunfar hacen falta una se- nan tu mente son los que no te han herido,

19
ENTREVISTA

pero pudieron hacerlo. Lo que de verdad te des-


gasta es la posibilidad de la cornada.

Deduzco que el último percance que sufrió


en Ceret el 15 de agosto no ha dejado hue-
lla en su ánimo, aparte del costurón que
adorna su rostro.
En ese sentido estoy sereno y tranquilo y este
año vuelvo a Ceret, por muchos motivos.
Pero insisto en que el toro que te desgasta es
el que se pasa la tarde amenazándote y no te
hiere. A veces la cuadrilla ni lo percibe, pero
tú sabes que el muy ‘hijo puta’ está deseando
partirte por la mitad. Cuando llegas al hotel
notas que ha acabado contigo, precisamente
porque no te ha hecho nada. Esa suposición
y esa angustia que has vivido en la plaza es
como un gusanito que se te mete en el esto-
mago y te come poco a poco.

”L a bronca
invita
a la reflexión,
el éxito no”.

¿Cómo se supera la angustia?


La tienes que metabolizar. No hay nada más
dañino que los miedos que genera el propio
individuo. No tienen un fundamento racional,
porque pertenecen al mundo del incons-
ciente. Antes de torear en Madrid te chupan
hasta la sangre. A veces estoy tranquilito sen-
tado en el salón de casa y de repente los hijos
de puta parecen salir de las costuras del sofá.

Este año actúa dos tardes en Las Ventas…


Por favor, no metas a la ‘bestia’ en casa.

¿Cuándo empezó a matar corridas duras?


Lo hice cuando tuve fuerza en los despachos
y sin que nadie me obligara. A lo mejor fue un
error de táctica, pero me ha permitido estar
treinta y dos años en la profesión. yo con la técnica. En esa reunión y en ese her- si fueran una gran excursión, sé donde voy a
manamiento que hace que nos fundamos el dormir y sobre todo qué botella de vino me voy
Si podía elegir, ¿por qué lo hizo? uno con el otro reside el milagro del toreo. a beber.
Porque tenía veinte años y era un romántico.
Eso sí, esas corridas las mataba con dignidad, ¿Le preocupa el paso del tiempo? ¿Antes de torear?
y la ‘dignidad’ en el toreo se llama don dinero. Me preocupa envejecer sin tener otras ambi- No, no, sólo el día antes y después de la corrida,
ciones, nuevos proyectos. En ese aspecto soy un por la noche. Lo más importante es vivir la vida
El dinero no sería lo más importante. afortunado, pues he ido creando alternativas con intensidad, que nadie te robe el mes de
En esta vida lo que me ha interesado de ver- paralelas al toro. abril, como dice la canción de Sabina. Vivir la
dad, en las relaciones con los animales y con vida y estar con mis hijos ha sido incluso más
las personas, ha sido la aportación voluntaria Le cuesta trabajo salir de casa para ir a la importante que mi profesión. Nunca fui un
del individuo. No me seduce la idea del so- plaza. mercenario de esto, y en ocasiones lo he pa-
metimiento. Por eso cuando estoy delante de No es ningún sacrificio porque torear no me gado. Sin embargo, como contrapartida te diré
un toro no se bien hasta dónde está él apor- supone un trauma, al contrario. Además, que pocos toreros se han preparado con la vo-
tando en un muletazo y qué parte soluciono desde hace tiempo planifico los viajes como cación que lo he hecho yo.

20
¿Por qué después de treinta y dos años de ¿A qué se refiere?
alternativa Luis Francisco Esplá aún no tie- Había un periodista que me pegaba a diario
ne sucesor? sin argumentos y además lo hacía con mal
Porque no es rentable. estilo, entrando de lleno en el terreno per-
sonal. Hasta que un buen día lo cogí por el
¿A lo mejor es que llevar a la práctica su brazo y le dije que podía decir, si lo pensaba,
tauromaquia es más difícil de lo que pa- que era el torero más zafio de la historia,
rece? pero que jamás volviera a meterse con mi
Lo que es difícil es ponerse en el sitio donde edad y mucho menos con mis hijas, porque
se pone José Tomas. Además, el que quiera se- entonces le ‘explicaría’, no el torero, sino el
guirme tiene que hacerlo matando las mismas padre de familia, lo dura que es esta profe-
corridas que yo, y eso es harina de otro costal. sión. Se le cayeron al suelo las gafas y el te-
Mi concepto sólo tiene sentido con ese tipo de léfono móvil…
material, y hacerlo todos los días es ingrato.
Unos nadan a sus anchas en una piscina ¿Se acuerda de cuando aparecía en pú-
olímpica y otros nadamos en una taza de cho- blico con una camiseta del ratón Mickey
colate espeso. Además, el público que asiste a Mouse? Los taurinos no lo entendían…
estas corridas es tacaño con el torero. Y para su tranquilidad empecé a pasearme en
pijama. Se volvían locos.
Pienso que la vistosidad de su toreo es-
conde una gran dificultad técnica: la co-

”L
ordinación de movimientos en la cara del
toro como resultado de un largo conoci-

a posibilidad
miento de las suertes.
Estoy de acuerdo, el toreo sobre las piernas en-

de sufrir una
cierra una gran dificultad porque hay que bus-
carle al toro los ‘costaos’, y no todos lo per-

cornada es como
miten. En las suertes más esenciales hay una
trayectoria predefinida en el toro. Sin em-

un gusanito
bargo, no ocurre lo mismo con otras que exi-
gen estar muy pendiente de los desplaza-

que se te mete
mientos del animal.

en el estomago
Donde le pegaron la bronca de su vida.
En Pamplona. Tenía una par de banderillas en

y te come
la mano y me lanzaron una botella de cham-
pán que me pasó rozando la cabeza. Me fui de-

poco a poco”.
recho a los tendidos de sol con la botella en la
mano y les dije: “Eso no se hace y esto se ha aca-
bado”. Tiré la botella y las banderillas al ca-
llejón y me di la vuelta muy despacio. No veas
la que se formó, fue algo fabuloso. ¿En pijama?
Y con chancletas. En aquella época toreaba
Continúe… muy seguido y para aligerar los viajes después
Recuerdo que al abandonar la plaza Alfonso de la corrida bajaba al vestíbulo del hotel en
Navalón pasó a mi lado y me aconsejó que pijama y me subía al coche. Recuerdo que un
saliera corriendo porque me iban a matar. día organice una que causó conmoción en Se-
No había terminado de hablar cuando apa- villa.
reció un ‘navarrico’ más grande que un ca-
ballo percherón. Venía abriéndose paso a Cuente, cuente…
En la plaza siempre transmitió una gran codazos diciendo que dónde estaba ese ca- Una noche llamaron a la habitación de mi
seguridad. brón, que lo iba a matar. Cuando lo tuve en- hotel dos aficionados muy conocidos en Se-
Es algo que me inculcaron cuando era pe- frente le miré fijamente a los ojos, me quite villa que además eran hermanos, pregun-
queño. Un torero nunca debe transmitir la sen- la montera y se la di a mi banderillero di- tándome si podían subir a saludarme. Yo me
sación de impotencia ni dar pena. Por eso no ciendo: “Toma, que este señor me va a he pasado media vida en pelotas, porque me
anunciaré mi retirada. matar”. Puse las manos detrás de la espalda ha gustado y porque nunca le he dado im-
y pensé en la ‘ostia’ que me iba a pegar… portancia a algo que es natural. Pero no
Hace poco Joselito decía lo mismo en Oye, y el tío se cagó. Enmudeció y se vino todos pensamos lo mismo. Así que cuando
esta revista. abajo. abrí la puerta les ofrecí mi mano a tan dis-
Si lo merezco, necesito que el público me tinguidos señores como Dios me trajo al
diga bien fuerte que soy un ‘hijo de puta’. ¡Joder qué divertido…! mundo. Por lo visto, aquello debió generarles
A un torero no se le puede perdonar, si eres Uno tiene que ser consecuente con sus actos cierta incomodidad, pues a los pocos días lo
capaz de evocar ese sentimiento en la y asumir lo que venga detrás. Desgraciada- sabía toda Sevilla.
plaza, es mejor que no vuelvas a vestirte de mente, muchos toreros se quedan sin cojones
torero. cuando se quitan el vestido de torear. Maestro, ha sido un placer.

21

También podría gustarte