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QUIMERA

/dadme ahora de beber en las vasijas


adornadas con rápsodas/

Dadme
del cáliz de las historias
la mirada inasible
de lo humano y lo ajeno

y que ese vino


corra por mis venas

EUGENIA MARINA ANDREANI


Doña Epifania Si dispusiéramos de una Fantástica,
me hace llegar como disponemos de una Lógica,
revelaciones se habría descubierto
lo turbio se aclara el arte de inventar
Novalis
prefiero llamarlas así esta tensión
y no darle crédito nos tiene en vilo
a toda la terapia desde
trabajo y paciencia que la humanidad
hay algo de gracioso es lo que conocemos
en que venga la magia que,
/véan si no a derren brown seguro,
que fue quien asesinó a lewis carroll/ primero fue otra cosa
pero sabemos quién cuenta la historia
la doña y hoy
sentada con un repasador en la falda eficiencia
en el patio de afirmado los androides
la doña sueñan
calla rebeliones más nobles
y en sus ojitos minúsculos
se revela y a nosotros
que soy una Fantástica
una buena mezcla nos resulta inexplicable:
de agua fria y caliente como la generosidad,
como revolucionaria
nos resulta
la ternura
un toro
rústico viril
memoria de minotauro
perdimos, de trabajos forzados
bonobos de granjas y molinos
la empatía
un toro,
hemos claudicado condenado por estirpe
a lo peor de nosotros a la tortura antes de nacer

mostrarse desarmado de mirada noble


era el comienzo y lánguida
de todo solo se suicida
cuando le incendian los cuernos
las pequeñas líneas en mi mano
que callan un final
la forma de juntar las migas
Ariadna las arrugas
del aprendido gesto de la risa

Hay que recordar Son aquellas


el crujir de huesos vírgenes imperceptibles
saber de miles de años las cosas que
de silencio no puedo
soledad sin encierro como un traje
y esperarla de emperador desnudo
sacarme

son
las que
respiran en mí
/ya nadie sabe ser feliz Byron/ no estuvo nunca tan solo/ como esta
a costa del despojo/ anciana sentada en la farmacia,/ un sábado a
las cuatro de la tarde,/ esperando la inyección.
tus ojos Jorge Aulicino
hacen mejor el mundo
ojos
en el fondo de las cosas
¿era soleado el sábado, Jorge?
prestame la quimera ¿en qué mano el bastón? ¿y la pierna?
invitame a tu mirada Esta anciana,
de tierra roja tan tuya tan ajena
palmeras Tan sola
¿Ve nublado
a sentir en celeste opaco?
la brisa del mar No me dejes así
a soñar sin saber si el sol iluminó
la tarde triste
los años veinte siempre de lo invisible
fueron felices
Olimpo moderno
Colonia Valdense que habitan
Turismo y Exchange
En tu mano panteón divino
puntitos y letras de vacuidad y alienación
y esa sonrisa contagiosa.
Olimpo
Me mostrás fotos de que has hecho espacio
Josué para hertz airbus y
que va a ser lo que apátridas hotel y taxi
no pudieron los otros
y del padre, que se ahorcó que nos consiente ver
para no caer adentro otra vez y juzgar y condenar
y de la abuela sin entender
que ya
-tan lejos, tan cerca-
regaló del perfume Oh, nuevos dioses
el frasco vacío otra vez déspotas
e irracionales
/Podría decir lluvia y que llover sólo fuera eso/
Sandra Pasquini

y no la delgada desolación
en hebras plateadas /los peces se asustan creyendo ahogarse/

no el frío que cala aún no sabe


ni los muertos que quedan atrás tantos años
ni los recuerdos ajados nada respira vuela
tantos años
podría decir lluvia y ni una pista
y no saciedad de para dónde
en medio de la tormenta huir
cuando hagan olas
podría decir lluvia
y que ésta
en vez de ser
de las últimas

fuera de las primeras


Santiago

tres tristes tigres


ven, azorados, como plantan un cadaver
ven al ciego, rodeado de policías forcejeando En un mundo
y ven, más allá de lobos travestidos
a Walt Disney y tribunales inquisidores
reivindico mi derecho
son tigres, no hablan a guardar silencio
pero estan tristes y trabajar
y ser tres para el amor
y saberse tristes y la tribu
no les mengua el sentimiento
En los días más oscuros
algunas veces
uno se anima /sean breves y crueles, antropófagos/
a dejar el traje,
disfraz, como una bandada de aves oscuras
y salir así como gitanos bailando enardecidos
desnudito
Que
con el corazón en la mano sea como una fiesta
las cosas se ven claras el dia implacable
fluyen de la justicia
los nudos, en que,
solitos ceden, maldición árabe
y dios mismo
si lo hubiera Coseches todo lo que siembras
pensaría
que así
le hubiera gustado
que fueran las cosas
como una balsita
rio abajo
a la alcantarilla
va Bachicha. Cada parte
Como una cáscara de nuez pierde
sin timón su con el todo
a la deriva
esperando La cohesión
en el brillo aceitoso es un ruido
caer inexorablemente sordo
comunión con el universo
Aylán /ni la leche al plato alcanza/
daniel quintero

bultos abandonados
en una playa Ni el hilo
irresponsable ni el hambre
el sueño al párpado
Sirenas
guarden ese candor No alcanza el fin al mes
en la espuma el frio a la estufa
no alcanza la quietud
Volverá Ulises el desprecio
a buscarlo
Obituario a las tres

Pero llegará el día Me quito lo que me queda grande


/y voy a afilarme la rabia para pegar/ el saco de tweed
donde lo que no es mío
una rueda nueva y me veo
en engranajes oxidados chúcara
llegará el día donde el tren por fin tan yo
haga camino qué no puedo creer encontrarme
haciendo pucheros

como el trigo
que va a ser
pan
podés
cambiar de hemisferio
de país
podés creer
que algo cambia
/primavera, Termini/ No se entierra al muerto para no verlo más
Si no para seguir mirándolo
podés Florencia Lobo
sentir que tu tiempo
es finito
y
spread the word
comunidad / socialismo la tierra se niega a cubrir
lo que lluvia y flores
podés la vida entera siguiendo encima

porque el centro subsiste el pobre en la ficción


sigue puesto en la voluntad, que jamás lo dejará
en la acción individual descansar en paz
pero

qué pasa con la palabra

¿podés encontrar un lugar


dónde todavía tenga valor?
/hablaba el ruso en quince lenguas/
Julia kristeva

y ninguna
ni una
de las quince esta incertidumbre de barcaza
servía, bien, nunca aprender de
para decir samovar, calma, terruño
o nieve sucia saciedad
o el vientito que sopla de Siberia en primavera Este vagar,
sin sosiego,
ninguna este fénix
de todas las lenguas me lo tenía que olvidar pero
dibujaba en su piel
como ésa
del morocho Gabino,
escalofríos
/vos encajas en mí
como un anzuelo en un ojo/
Margaret Atwood
Por qué me torques bárbara tan mente
Lope de Vega

¿por qué tan tanto cada parte


qué habré hecho en donde no va
mere tan cido el codo en la flexión de mi hueco poplíteo.
por qué desgarras Encajás donde no hay
desde el donde no necesito
púlpito-amor-adentro
por qué con palabras bellas pero no hay encaje o placer
cuando mis manos no hay distensión
en tu piel sumidas cosquilla
por qué no dijiste escalofrío.
y ahora
amparado
barbara tan mente? no
hay
nada
de terciopelo corría él
me envuelve con ella al hombro
I've sinned a lot, y los montes corrían hacia atrás
escondo la cara en esa intimidad pasto amarilleado en el alba
gesto enjuto
tu voz poca palabra
es el mundo como si Orfeo en esos campos
donde querría
llegar corría el amor con
ellos solos y la noche
la voz de los muertos el destino
es mi casa zincalés
vexed again, perplexed again no estaba aún escrito
cantame
cantame toda has elegido
es lo único que quiero la maldición que te condena
Censu El mundo atribuye sus infortunios a las
quizás tengan razón y esta canción sea conspiraciones y maquinaciones
pero te escribí con ella y de grandes malvados.
Entiendo que se subestima la estupidez.
/hace mil años, A. Bioy Casares
alguien me dijo que marcara
con rojo lo que no veía mío
en esa carta natal
lo ajeno
termina siendo de buenas intenciones
lo que y no maldoror
de cinismo
la escucho por vez y no de Sade
la canto mentalmente, de miedo
nunca me oíste y tampoco es que importe resentimiento
porque en el fondo de represión

no me escribiste un poema hermoso ni fui tu agarrá el horror


ni seré hervilo, hacete una sopita
más que juntá valor
que la ternura
El tiempo es tan largo. es más dura de lo que parece
la muerte tiene los ojos de vidrio
la muerte viene y se enrieda en un palo,
discursiva
en un palo

Dale con amor, mátala ya

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