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El documento describe cómo el estudio en la Orden Dominicana tiene como objetivo cultivar el "instinto de la fe" que motiva la predicación, según Santo Tomás. El estudio debe apuntar a desarrollar un saber teológico que surja de la estructura de la fe, la cual implica un "pensar con asentimiento" sobre un misterio que supera las capacidades de la razón humana. De esta manera, el estudio teológico corresponde a la misión doctrinal y sacerdotal de la Orden de dar a conocer las riquez
El documento describe cómo el estudio en la Orden Dominicana tiene como objetivo cultivar el "instinto de la fe" que motiva la predicación, según Santo Tomás. El estudio debe apuntar a desarrollar un saber teológico que surja de la estructura de la fe, la cual implica un "pensar con asentimiento" sobre un misterio que supera las capacidades de la razón humana. De esta manera, el estudio teológico corresponde a la misión doctrinal y sacerdotal de la Orden de dar a conocer las riquez
El documento describe cómo el estudio en la Orden Dominicana tiene como objetivo cultivar el "instinto de la fe" que motiva la predicación, según Santo Tomás. El estudio debe apuntar a desarrollar un saber teológico que surja de la estructura de la fe, la cual implica un "pensar con asentimiento" sobre un misterio que supera las capacidades de la razón humana. De esta manera, el estudio teológico corresponde a la misión doctrinal y sacerdotal de la Orden de dar a conocer las riquez
ASOCIACIN INTERNACIONAL DE FIELES DE DERECHO PONTIFICIO
FUNDADOR Y PRESIDENTE
El estudio en la Orden Dominicana
Dada a los Frailes del Convento San Alberto Magno O. P.; 30/04/1993.-
I.- El estudio segn nuestras Constituciones.
(Cfr. Const. Fundamental, VI; Missio Ordinis: est participatio missionis Christi; y apostolorum=evangelizatio omnium gentium (Cfr. C. F. IV y VI; 98 ; 108). Esta Missio le confiere a la Orden su propia configuracin, en cuanto que es una Doctrinalis- Cfr. C. O. P. 77-83; 89-90;
MISSIO
Sacerdotal
Lo original de nuestra MISIN es que Santo Domingo con no pequea
innovacin insert profundamente en el ideal de su Orden el ESTUDIO dirigido al MINISTERIO DE SALVACIN (Cfr. C. O. P. 76), o sea que la MISIN sacerdotal en la que participan tambin los hermanos cooperadores y las diversas partes de la familia dominicana, y que en trminos generales la definimos como: apostolado, evangelizacin, ministerio de la Palabra, predicacin, para nuestra Orden tiene siempre una significacin DOCTRINAL. Esto es lo que da una formalidad especial a nuestro estudio. Quisiera detenerme a analizar este aspecto del estudio en la Orden.
II.- El estudio como MISIN DOCTRINAL.
Santo Toms, en el comentario a Isaas (In Expositione super Isaiam), se puede ver la referencia a este texto en la Tabula Aurea, dice: Ad praedicandum movent tria scilicet: instinctus fidei stimulus zeli magnitudo praemii Veamos esta primera consideracin: Qu significa este instinctus fidei? Descartamos que la referencia mire a esa aestimatio de la naturaleza, que est en el orden de lo animal. Este instinto de la fe debemos colocarlo en la lnea de los dones de SABIDURA y CIENCIA que constituyen una cierta perfeccin de la mente humana, segn la cual, la mente se dispone a seguir el instinto del Espritu Santo, en el conocimiento de las cosas divinas y humanas. (Cfr. I II, 68, 5, ad 1; II II, 8, 5, c).
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Este instinto de la fe, como fruto de los dones, ilumina la conciencia en
cuanto acto que aplica la ciencia en orden a instigar lo que debemos hacer o no hacer (Cfr. I, 79, 13, 0; De Ver. Q. 17, 1, c). Creo que podemos sacar una primera conclusin: si la misin de la Orden es DOCTRINAL y SACERDOTAL, el ESTUDIO est dirigido (o insertado como dicen las Constituciones) al MINISTERIO DE SALVACIN, el ESTUDIO en un DOMINICO debe apuntar a darle a ese instinto de la fe que mueve, al decir de Santo Toms, la predicacin. Cmo se cultiva este instinto? Por el saber teolgico. Nos preguntamos entonces acerca de las caractersticas de este SABER. Recordemos esas dos definiciones de la Teologa: la anselmiana: intelectus fidei, y la agustiniana: fides quaerens intelectum, la inteligencia de la fe. Las dos definiciones, cada una a su manera, expresan lo que es, en s misma, la fe teologal y su relacin intrnseca a la inteligencia, al conocimiento. Negativamente ellas significan que no hay oposicin entre CREER y CONOCER; Positivamente, dan a entender que la FE genera el SABER. Si esto es as, es porque la fe abre el acceso al MISTERIO DE DIOS. La VERDAD DIVINA es el objeto de la fe. Para llegar a este objeto, hay que recorrer un camino que nos permite encontrarnos con este objeto y adherir a l. Esta es la estructura del acto de FE. Santo Toms, en la II II, q.2, a.1 (cfr. De Ver. Q. XIV, a. 1) distingue las diversas formas de conocimiento segn su grado de oscuridad. Se pregunta Santo Toms, acerca del acto interior de la fe, en el artculo 1: Utrum credere sit cum assentione cogitare. Si creer es pensar con asentimiento. En el c del artculo distingue, siguiendo a San Agustn, tres modos de pensar (cogitare): 1) Comn: cualquier consideracin actual del entendimiento; 2) Propio: la consideracin del entendimiento que importa cierta bsqueda (indagacin) antes de llegar a la perfecta inteligencia por la certeza de la visin. Y esto es propiamente COGITARE. 3) COGITARE: el movimiento de la MENTE que delibera, an no acabado por la plena VISIN de la verdad. Este modo PROPIO de pensar puede versar sobre: Intenciones UNIVERSALES= el pensar intelectivo
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Representaciones PARTICULARES= parte sensitiva.
Si COGITARE lo tomamos en el sentido COMN, la definicin cum assensione cogitare no expresa toda la esencia de la fe, pues tambin piensa asintiendo el que considera las cosas que conoce o entiende. Si COGITARE lo tomamos en el segundo sentido, o propio, o sea la consideracin del entendimiento que importa cierta bsqueda antes de llegar a la perfecta inteligencia por la certeza de la VISIN, aqu est toda la esencia del acto de creer. Veamos: de los actos del entendimiento: Algunos incluyen: Firme asentimiento sin COGITARE, como cuando se consideran las cosas que se conocen o entienden. La CONSIDERACIN ya est formada. Otros actos tienen una deliberacin informe, sin asentimiento firme: Duda: no inclina a ninguna de las partes; Sospecha: inclina ms a una parte, aunque por leves indicios; Opinio: inclina a una parte cum formidine errandi. El acto de Fe entraa adhesin firme a una sola PARTE: y en esto el ACTO DE FE conviene con: el que conoce; el que entiende. El acto de FE no tiene conocimiento perfecto, por visin clara del objeto, y en esto conviene con: el que duda; el que sospecha, el que opina. Y por eso lo propio del ACTO DE FE sea CUM ASSENSIONE y COGITARE. Este COGITARE desde un asentimiento es lo que define propiamente al acto de Fe. Aqu se constituye el SABER TEOLGICO. Es a partir de la estructura de la Fe, que se comprende la Fe Teologal que constituye el medio propio del SABER TEOLGICO. La CERTEZA de la Fe Teologal es una certeza sin EVIDENCIA. La ausencia de evidencia hace que la Fe Teologal no elimine del espritu una cierta inquietud porque es de la naturaleza del espritu el apoyar sus certezas en la EVIDENCIA, inmediata o mediata.
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Por eso, al no existir la atraccin de la evidencia, para que se de la adhesin se
requiere un acto de la voluntad movida por la GRACIA. La adhesin de la fe, movida por la voluntad, debe, sin embargo estar fundada en la razn. No se trata de un acto arbitrario. Presupone los motivos de credibilidad. Pero, tomemos en consideracin el hecho de la NO EVIDENCIA DEL OBJETO. Esto significa una SUPERINTELIGIBILIDAD del objeto divino en s mismo, que supera las fuerzas de la razn humana. De este misterio suprainteligible, el Hijo nico que est in sinu Patris tiene la plenitud de la evidencia y por eso nos la puede revelar. La fe, a partir de la revelacin, y en su oscuridad misma, accede a un misterio suprainteligible, fuente de toda luz y, por eso mismo, capaz de abarcar, en su claridad soberana, el conjunto de las verdades que son objeto de la razn humana. A partir de aqu, la fe es el principio de una arquitectura ordenada del conjunto del conocimiento. La intuicin de esta funcin principal de la fe es la base no solamente de la teologa, sino ms an, de un edificio del SABER del cual la teologa constituye la clave. Precisamente, en cuanto al objeto de la fe es misterio de luz, es por lo cual el espritu del creyente est llevado a penetrar las profundidades de este objeto, a escrutar su riqueza. Existe, por lo tanto, una relacin de convivencia entre el misterio y la inteligencia humana que aspira a VER. Explicitar, ayudndose de los recursos de la razn, las riquezas de luz a las cuales, en la noche, la fe debe adherir, tal es la obra de la teologa, y este operar teolgico corresponde a una exigencia inscripta en la inteligencia misma del creyente. Aqu se genera el SABER TEOLGICO. A eso apunta el estudio en la Orden.