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FILOSOFÍA MEDIEVAL

La filosofía medieval se caracteriza por su estrecha relación con la teología y la


recepción de la filosofía clásica, especialmente la filosofía de Platón y Aristóteles. Esta
se desarrolló dentro del contexto de las instituciones eclesiásticas, como las
universidades y los monasterios.
La tarea de la filosofía medieval consistió en armonizar la fe cristiana con la razón
filosófica abordando cuestiones teológicas y metafísicas como entender la naturaleza
de Dios, el ser humano y el mundo.
De este modo, los filósofos medievales creían que la razón humana, correctamente
empleada, podría conducir a una comprensión más profunda de la verdad revelada
por la fe cristiana.

SAN AGUSTÍN

Para San Agustín la unidad de lo diverso se da en las ideas o razones eternas que se
encuentran en la mente divina. Estas ideas son los arquetipos de cada cosa existente
y responden al plan divino de la creación.
Por eso la unidad última y suprema se fundamenta en Dios creador y autor del plan
divino. En este plan las cosas encuentran su armonía, coherencia y unidad.
El alma humana se dirige, por un lado, a las cosas particulares que percibe a través de
la razón inferior. En las cosas sensibles encuentra las razones seminales que ordenan
la vida de los cuerpos de la naturaleza en base al movimiento vida-muerte.
Por otro lado, el alma humana a través de la razón superior se dirige a las ideas o
razones eternas que están en la mente divina y definen lo que es el objeto particular.
Este conocimiento consiste en la contemplación intelectual de la mente divina y es a
lo que llama sabiduría.
Sin embargo, el error se produce cuando el alma humana confunde las razones
seminales con las razones eternas. Es decir, el error se da cuando se confunde el
conocimiento de los objetos sensibles alcanzado por la experiencia con el
conocimiento de las razones eternas que es independiente de la experiencia.
Dios corrige el error humano al iluminar el alma humana para que esta pueda
contrastar el conocimiento obtenido por la experiencia con las ideas o razones eternas.
No obstante, el alma solo puede ser iluminada por Dios y dirigirse hacia la
contemplación de las razones eternas si ama la sabiduría, es decir, si ama a Dios, y esto
solo es posible si cree, si tiene fe en Él. De aquí la importancia de la frase “cree y
entenderas.”
SANTO TOMÁS

Al igual que San Agustín, Santo Tomás sostiene que la unidad de lo diverso está en
Dios como la unidad de todo lo existente, pero no en el sentido del Ser, sino como
creador y causa de todo lo existente y, por lo tanto, del Ser.
Para Santo Tomás, Dios es causa del Ser porque Él es EXISTENCIA y causa de toda
existencia posible, a saber, de todo lo que puede tener Ser. En este sentido, todo lo
que tiene Ser se ordena en función de su causa original que le otorgo existencia, vale
decir, Dios.
Este orden es una jerarquía del Ser que tiene niveles. El modo de ser más bajo en
esta jerarquía es el modo de ser sensible y viviente, vale decir, la existencia material.
El modo de ser que sigue es el modo de ser intelectivo, vale decir, las ideas o razones.
Y, finalmente, el último y más alto modo de ser es el modo de ser existente o Dios.
Cada modo de ser es un nivel de la realidad que es captado por una función del alma.
El modo de ser material es conocido por el alma sensitiva y/o vegetativa. El modo de
ser intelectivo (ideas o razones) es conocido por el alma racional. Finalmente, el
modo de ser existente o Dios es conocido también por el alma racional, pero solo si
es guiada por la fe en el papel de Dios como causa de la existencia.
En este sentido, el conocimiento último y final de la realidad, donde se da la unidad
de todo lo existente, solo es posible a partir de la fe. Así, las verdades de la razón se
complementan con las verdades de fe (Dios creador de todo lo que existe).
Respecto al conocimiento, vale decir, las ideas, razones o universales, es alcanzado
por el alma racional a partir de la experiencia de los objetos sensibles. Para Santo
Tomás, el alma racional recepciona las sensaciones causadas por la experiencia y
forma una imagen a partir de la cual va a obtener la forma inteligible o lo que es el
objeto. Después, formula esta forma inteligible en la forma de un concepto o
universal. Para Santo Tomás este concepto no es una invención humana sino una
esencia de la realidad misma.

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