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Tipologías y clasificación de la personalidad

La descripción de la forma de ser de las personas es un ejercicio que en la sociedad


occidental hunde sus raíces en los primeros filósofos interesados en la naturaleza humana,
así encontramos en la Biblia y en los textos clásicos griegos diferentes tipologías para
clasificar la variedad casi infinita que en la realidad podemos observar respecto a la
conducta de las personas. En la Biblia en Esaus y Jacob eran descritos respectivamente
como un hombre agresivo, bravo y Jacob un hombre tranquilo, paciente. La astrología
también crea una clasificación de tipos. En la literatura del s.XVII encontramos que Milton
describió en forma de poemas el carácter del allegro y penserosso, el 1º era un amante de la
música, las fiestas, el juego y el 2º se caracteriza por la reclusión, la melancolía, la
inteligencia. Schopenhauer filósofo alemán describe que la personalidad depende de la
relación entre dos rasgos que dependen del temperamento uno es la energía vital y el otro la
capacidad o sensibilidad de sentir dolor, si la sensibilidad predomina será una persona
inteligente, melancólica y si predomina la energía los considera fuertes de espíritu o
persona torpe que tiende al aburrimiento si no esta activo y realiza continuamente
actividades vinculadas con el movimiento. Nietzsche también hizo una clasificación el
dioniciaco o apolíneo. Toda esta tradición converge en la obra de Jung mantiene que la
personalidad se puede establecer mediante la pertenencia a unos determinados tipos
psicológicos estos tipos los analiza considerando que el tipo de personalidad esta
constituido por dos elementos una actitud con dos polos extroversión e introversión y una
función psicológica predominante, pensar, sentir, intuir y emocionarse, esta clasificación de
Jung esta planteada desde un trabajo racional (desde la teoría al experimento para
demostrarla) en contraste con los métodos empíricos (parte de la observación o el
experimento hacía la teoría). Entre las teorías puramente tipológicas se sitúa la de Jung
también conocida como la teoría de tipos psicológicos. En principio Jung pretende
distinguir entre:

La extroversión: una aceptación fácil y sencilla que actúa sobre el sujeto, quiere influir y
se deja influir por los demás, tendencia a relacionarse.

La introversión: no quiere relacionarse, realiza el trabajo con sus propias posibilidades.

Para Jung estas características se hacen visibles en la infancia y se mantienen constantes en


la vida del sujeto. El tipo de personalidad de un individuo depende de las actitudes
anteriores (extrav.-introv.) y la predominante en el sujeto:

Actividades racionales: pensar y emocionarse. Ya ambas transforman la información


perceptual que le llega al sujeto, es decir, la elabora.

Actividades irracionales: engloban el sentir e intuir, se llaman así porque no hay


información elaborada previa.
 http://www.proyectopv.org/2-verdad/tiposdeperpsiq.htm

Tipos de personalidad
Las teorías sobre los tipos de temperamento tienen
unos veinte siglos de antigüedad. Empédocles divide
todos los elementos en: aire, tierra, fuego y agua. A
estos elementos corresponderían, según Hipócrates,
cuatro humores corporales: la sangre, la bilis negra,
la bilis amarilla y la pituita. Aristóteles atribuye
estas características a la sangre, que divide en
ligera, pesada, caliente y fría. De estos tres
conceptos surge fundamentalmente la doctrina de
los temperamentos divididos en cuatro tipos que
corresponderían a estas características, y que
todavía no ha perdido su vigencia en nuestros días.

El temperamento sanguíneo se caracteriza por un


tono vital alegre, con una gran capacidad para
superar los problemas y ver el lado bueno de las
cosas. Son personas tolerantes y que se adaptan con
facilidad a situaciones nuevas. Se entusiasman con
facilidad, pero son relativamente superficiales, y
pasan rápidamente a interesarse por otra cuestión.
A veces son frívolos e irreflexibles, inconstantes y
volubles. Son personas con una gran facilidad para
las relaciones sociales, activos y generalmente con
dotes para la comunicación en todas sus vertientes.
Suelen derrochar seguridad y optimismo, por lo que,
a menudo, se comportan de forma poco prudente e
incluso con temeridad.

Los flemáticos son personas ecuánimes y


equilibradas, aunque pueden caer con cierta facilidad
en la indiferencia o el escepticismo. Suelen ser
comprensivos, pacientes, tolerantes, constantes y
prudentes. No se precipitan a la hora de tomar una
decisión, por lo que tradicionalmente se les
consideraba «de sangre fría». A veces son
excesivamente lentos en sus reacciones e incluso son
incapaces de tomar una determinación. Pueden dar la
sensación de que no tienen interés por nada, y a
veces dependen demasiado de los demás. Tienen
cierta dificultad para adaptarse a situaciones
nuevas.

Los coléricos son apasionados y se entusiasman con


facilidad. Viven sus experiencias con profundidad y
suelen ser muy constantes. Son personas que
destacan por su gran tenacidad y por estar muy
seguros de sí mismos. Se irritan con mucha facilidad,
produciéndose explosiones de cólera por estímulos
de poca relevancia, ya que, a menudo, pierden el
autocontrol. Son intolerantes e incluso despóticos.

Los melancólicos se caracterizan por ser personas


serias y responsables, con un gran sentido del deber.
Viven sus experiencias con profundidad y suelen
tener intensa vida interior. Generalmente son
personas bastante sensibles y afectuosas, aunque a
veces no se les note. Tienen un alto sentido de la
fidelidad, se preocupan con facilidad y tienden a ser
escrupulosos. Suelen ser poco seguros, con
tendencia a la angustia, la tristeza, el pesimismo, a
los sentimientos de culpa y de inferioridad. Se
enfadan con facilidad, ya que son muy susceptibles y
desconfiados. Se adaptan con cierta dificultad y
suelen evitar las relaciones sociales, prefiriendo,
muchas veces, la soledad.

Existen muchas más clasificaciones para los diversos


tipos de personalidad. lung aportó una muy
interesante, que divide las personalidades en
introvertidas y extravertidas. Los introvertidos
estarían muy volcados hacia sí mismos, muy atentos
a lo que ocurre en su interior. Son personas muy
individualistas, muy críticos con las costumbres y
normas sociales, con poca capacidad de adaptación y
desconfiados. Son propensos a las neurosis y a los
trastornos por ansiedad. Los extrovertidos están
más volcados hacia el mundo exterior. Se adaptan
mejor a los cambios y son más sociales; a veces
dependen excesivamente de las tradiciones y
convencionalismos. Actúan en razón de las
circunstancias del momento y sus leyes morales
coinciden con las que tiene la mayoría de la sociedad
en ese momento. Suelen ser más prácticos que
idealistas. Tienen una mayor propensión a padecer
trastornos de tipo histérico y a las toxicomanías.

Dentro de estas dos tipologías: introvertidos y


extravertidos, se pueden establecer cuatro subtipos
en cada una de ellas, según los rasgos de
personalidad predominantes. Así se puede hablar de
hombres de tipo intelectual, afectivo, sensorial o
intuitivo. Los intelectuales se caracterizan porque en
ellos prima la razón, y actúan fundamentalmente en
relación con la misma. Los afectivos, por el
contrario, dan una importancia prioritaria a los
sentimientos y a la afectividad en términos
generales. Los sensoriales son aquellos en los que
prima sobre los demás la esfera de las sensaciones,
e incluso la sensualidad grosera. Los intuitivos se
guían a menudo por su intuición y por criterios
subjetivos. Suelen tender a la fantasía, son poco
realistas, con afición por las aventuras y a veces
creativos y con muchas iniciativas. Los subtipos
intelectual y sensorial abundan más entre los
hombres, mientras que los afectivos e intuitivos se
dan más entre las mujeres.

Existen tantos tipos de personalidad como rasgos se


pueden describir en la misma. Podemos hablar de
dominantes y dependientes, seguros e inseguros,
equilibrados y desequilibrados, autoritarios y
tolerantes, activos y asténicos, teóricos y prácticos,
sensibles e indiferentes, impulsivos y reflexivos,
optimistas y pesimistas, interesados y desprendidos,
altruistas y egoístas, coléricos o templados y un
largo etcétera.

En términos generales, es muy difícil encontrar


personas que pertenezcan claramente a un tipo de
personalidad de entre las clasificaciones descritas;
generalmente no existen tipos «puros» de
personalidad, sino tipos «mixtos», es decir, que
tienen características propias de uno o más tipos o
subtipos, ya que, al fin y al cabo, la personalidad es
una característica puramente individual, en la que
pueden existir rasgos comunes en unas personas
respecto a otras, pero sin que se produzcan dos
exactamente idénticas. Cada personalidad es todo un
mundo distinto e inabarcable.
 http://www.eneagrama.com/tipopersonalidad.asp
   

1
EL REFORMADOR

El tipo racional, idealista, de sólidos


principios, determinado, controlado y
perfeccionista

     
   

2
EL AYUDADOR

El tipo interpersonal, preocupado por los


demás: generoso, demostrativo,
complaciente y posesivo
         
     
   

EL TRIUNFADOR

El tipo pragmático, orientado al éxito,


adaptable, sobresaliente, ambicioso

     
   

4
EL INDIVIDUALISTA

El tipo sensible, reservado, expresivo,


dramático, ensimismado y temperamental

     
   
5
EL INVESTIGADOR

El tipo cerebral, penetrante, perceptivo,


innovador, reservado y aislado

     
   

6
EL LEAL

El tipo comprometido, orientado a la


seguridad, encantador, responsable, nervioso
y desconfiado

     
   

EL ENTUSIASTA

El tipo activo, divertido, espontáneo, versátil,


ambicioso y disperso

     
   

8
EL DESAFIADOR

El tipo poderoso, dominante, seguro de sí


mismo, decidido, voluntarioso y retador

     
   
9
EL PACIFICADOR

El tipo indolente, modesto, receptivo,


tranquilizador, agradable y satisfecho

     
 

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