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C A P Í T U L O 2 3

DOLOR ABDOMINAL
EN VARÓN OBESO
DE 43 AÑOS

CASO CLÍNICO

Varón de 43 años, bebedor de aproximadamente 100 g de alco-


hol al día y con antecedentes de hipercolesterolemia e hipertrigliceri-
demia sin tratamiento, que acudió al servicio de urgencias de nues-
tro hospital el 28 de agosto de 2005 por presentar dolor abdominal
continuo localizado en el epigastrio de, aproximadamente, 24 horas
de evolución que se acompañaba de vómitos alimentarios, ausencia
de deposición, disminución de la diuresis y fiebre de hasta 38,5 ºC.
En la exploración física destacaba una frecuencia cardiaca de 100 lat/
min, una temperatura de 36,3 ºC y una saturación de oxígeno del
94 %. El paciente daba la impresión de gravedad y presentaba pali-
dez cutánea. En la exploración abdominal, los ruidos hidroaéreos
estaban ausentes, el abdomen se encontraba distendido y era dolo-
roso en el epigastrio, aunque sin signos de irritación peritoneal.
En la analítica realizada destacaron los siguientes parámetros:
glucosa, 301 mg/dl; Na, 132 mmol/l; K, 4,2 mmol/l; creatinina, 2,71
E. GARRIDO GÓMEZ mg/dl; BT, 0,4 mg/dl; GOT, 27 U/l; GPT, 40 U/l; LDH, 494 U/l; crea-
E. VÁZQUEZ SEQUEIROS tincinasa, 594 U/ml; amilasa, 255 U/l; lipasa, 538 U/l, informando la
V. F. MOREIRA VICENTE muestra como suero lipémico. En el hemograma: Hb, 14 g/dl; leuco-
citos, 9,2 ⫻ 103/µl; neutrófilos, 81 %; plaquetas, 211 ⫻ 103/µl. En la
coagulación: INR (cociente internacional normalizado), 1,4; fibrinóge-
no, 805 mg/dl. En la analítica de rutina realizada 24 horas después se
observan valores de triglicéridos de 572 mg/dl; colesterol, 252 mg/dl,
y PCR > 350 mg/l.
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FIG. 1. TC abdominal del paciente (véase texto). FIG. 2. Punción de la colección.

El paciente presentaba pancreatitis aguda PAAF de la colección de mayor tamaño para cul-
con dos criterios de Ramson y de probable etio- tivar el material, en medio para crecimiento de
logía mixta alcohólica e hipertrigliceridémica. aerobios y anaerobios, con resultado de esterili-
Se realizó una TC abdominal en las 24 horas dad (fig. 2). Se decidió entonces retirar el antibió-
siguientes, en la que se observó un derrame pleu- tico administrado de forma profiláctica, y con
ral bilateral junto con atelectasias pulmonares esta medida cedió la fiebre.
basales; esteatosis hepática; páncreas aumen- Se realizó una ecoendoscopia a los 40 días
tado de tamaño con bordes mal definidos, con del ingreso, que mostró una gran lesión quística,
realce homogéneo y sin necrosis, con múltiples no septada, con contenido líquido y detritos en
colecciones peripancreáticas también mal defini- su interior, compatible con un seudoquiste mayor
das, que correspondía a un grado E en la clasifi- de 10 cm; dicha lesión era susceptible de drena-
cación de Balthazar. je por vía endoscópica, ya que se localizaba a
A las 36 horas el paciente presentó deterioro menos de 10 mm de la pared gástrica y en el tra-
de la función renal con oliguria, hipotensión e yecto de la punción no había vasos.
insuficiencia respiratoria, por lo que se decidió su El drenaje gastroquístico realizado bajo con-
ingreso en la unidad de vigilancia intensiva para trol ecoendoscópico se llevó a cabo 2 semanas
tratar el fracaso multiorgánico. Fue cuidado después. El paciente presentó un nuevo pico
mediante intubación orotraqueal, hemodiálisis y febril 2 días después de la intervención, y se reci-
administración de fármacos vasoactivos. bió el resultado de los cultivos extraídos durante
Se repitió 13 días después la TC abdominal, el drenaje, en los que crecieron Staphylococcus
y se observó un aumento de la colección peri- schleiferi y Neisseria spp. Ante la persistencia de
pancreática —que medía 11 ⫻ 5 cm y se locali- la fiebre, se decidió repetir la punción del seudo-
zaba en la transcavidad de los epiplones—, quiste una semana más tarde; en los cultivos cre-
necrosis pancreática < 30 % del parénquima cieron Enterococcus spp y Staphylococcus spp,
glandular y afectación necrótica de la grasa y se asumió que era debido a la contaminación
peripancreática y pararrenal izquierda, que del quiste con las bacterias procedentes del
correspondía a una puntuación 6 en la clasifica- estómago.
ción de Balthazar (fig. 1) Se realizó una nueva TC abdominal de con-
A los 30 días del ingreso, el paciente se trol, en la que se observó que el tamaño del seu-
encontraba extubado y no precisaba fármacos doquiste había disminuido más del 50 % y que el
vasoactivos, por lo que se decidió su traslado a drenaje se encontraba bien colocado (fig. 3).
planta de gastroenterología. Después de 10 días con tratamiento antibióti-
El paciente presentaba febrícula mantenida co, desaparecieron la fiebre y la sensación de
sin encontrarse foco y refería saciedad precoz y saciedad precoz y plenitud continua, y el pacien-
plenitud con la ingesta. Se decidió realizar una te recibió el alta hospitalaria.
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miento grueso formado por tejido de granulación,


por fibrosis o por las estructuras adyacentes
(pared del estómago, mesocolon transverso,
omento gastrocólico y páncreas). Esta caracterís-
tica los diferencia de las verdaderas lesiones
quísticas del páncreas, que sí tienen una pared
verdadera [1].
El rango de densidad visualizado en la TC
dentro del seudoquiste oscila desde fluido a
sólido, pasando por semisólido. La autodiges-
tión pancreática, con acúmulo de los detritos
celulares, origina el componente sólido del seu-
doquiste.
FIG. 3. Pancreatitis aguda grado E de Balthazar. Dre- El seudoquiste contiene jugo pancreático
naje de estómago con colección retrogástrica. rico en amilasa, lipasa y tripsina [1]. En ocasio-
nes, la amilasa puede degradarse y perder su
actividad enzimática; si una colección no se
El seguimiento ambulatorio mostró una bue-
comunica con el conducto pancreático, no se
na evolución, sin que volviera a repetirse la clíni-
puede añadir nueva amilasa; así, el fluido drena-
ca. La TC de abdomen de control realizada a los
do o aspirado de un seudoquiste crónico puede
6 meses no visualizaba la lesión quística, por lo
tener sorprendentemente poca concentración
que el drenaje había sido efectivo.
de amilasa cuando se cuantifica por las técnicas
habituales [2].
Lo más frecuente es que sea un fluido estéril,
DIAGNÓSTICO DEFINITIVO aunque pueden crecer bacterias en el cultivo del
material hasta en el 20-50 % de los casos. Por lo
Pancreatitis aguda grave. Seudoquiste general, no deben existir signos de infección sis-
pancreático. Drenaje ecoendoscópico. témica, y si el cultivo es positivo, probablemente
se deba a su manipulación; el diagnóstico dife-
rencial entre colección infectada, absceso y seu-
COMENTARIOS doquiste puede ser difícil [1, 2].
El seudoquiste puede ser grande o pequeño;
solitario (90 %) o múltiple (típico de la pancreati-
SEUDOQUISTE PANCREÁTICO
tis crónicas asociadas a alcohol), y presentar
DEFINICIÓN [1-3] comunicación o no con el conducto pancreático
principal. Suele ser de forma esférica o esfenoi-
Se denomina seudoquiste a una cavidad quís- dal, aunque en ocasiones es irregular o multilo-
tica localizada en el páncreas o en su vecindad. culado. Se han descrito seudoquistes de hasta
Aparece como consecuencia de la inflamación 35 cm de diámetro. Si se trata de un quiste com-
del tejido pancreático o por la obstrucción y pos- plejo, hay que descartar que corresponda a una
terior fuga de contenido del conducto pancreáti- neoplasia.
co (ocurre con mayor frecuencia si hay necrosis Requiere al menos 4 semanas para su forma-
pancreática asociada). ción. La clasificación de Atlanta es la más acep-
Existe controversia sobre la idoneidad de cla- tada por todos los autores, y comprende las
sificar los seudoquistes en función de la propor- siguientes complicaciones de la pancreatitis
ción de necrosis pancreática asociada [2]. aguda [2, 3]:

CARACTERÍSTICAS – Colecciones líquidas agudas: aparecen tempra-


namente en el curso de una pancreatitis aguda
Los seudoquistes no están rodeados de una tanto en el páncreas como alrededor de él. No
pared epitelial, sino que presentan un recubri- tienen pared.
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– Seudoquistes agudos: se trata del jugo pan- FISIOPATOLOGÍA


creático rodeado por una pared de tejido infla-
matorio y ocurre como resultado de un trauma- Formación del seudoquiste agudo
tismo o de una pancreatitis aguda de al menos
4 semanas de evolución. La inflamación y la necrosis del tejido pancreá-
– Seudoquiste crónico: se trata de jugo pancreá- tico y peripancreático pueden progresar a una
tico envuelto por una pared de tejido inflamato- licuación del tejido, con la consecuente organiza-
rio, y aparece en la fase crónica (> 4-6 se- ción y evolución a seudoquiste pancreático. Los
manas) tras el brote agudo de pancreatitis. Pre- seudoquistes que resultan de la necrosis parenqui-
senta mayor incidencia en las pancreatitis cri- mal pueden obstruir completamente el conducto
ticas de origen alcohólico. pancreático y originar una fuga de líquido pancreá-
– Absceso pancreático: se trata de una colección tico [5]. La resolución espontánea del seudoquiste
intraabdominal de pus en las proximidades del ocurre entre el 8 y el 70 % de los casos.
páncreas (asociada en ocasiones a necrosis
pancreática), resultado de una pancreatitis Formación del seudoquiste crónico
aguda, una pancreatitis crónica o un trauma-
tismo. Se han considerado dos mecanismos [2, 6]:
a) episodios de pancreatitis agudas sobre pan-
Precisa antecedente de pancreatitis aguda, creatitis crónica, y b) obstrucción de las ramas
pancreatitis crónica o traumatismo abdominal [4]. del conducto pancreático (por litiasis o por fibro-
sis) que provoca dilatación sacular y retención
ETIOLOGÍA E INCIDENCIA [1] quística; estos quistes pueden fusionarse hasta
llegar a formar un seudoquiste bien circunscrito.
Seudoquistes agudos Cuando se rompe la cápsula se forma una fístula
y dependiendo de la dirección que toma, se
Se desarrollan hasta en el 15 % de las pan- puede originar ascitis pancreática (pancreatico-
creatitis agudas o tras un traumatismo pancre- peritoneal) o colecciones localizadas lejos del
ático [5], y entre el 30 y el 50 % de los casos se páncreas (en el mediastino o en cavidad pleural).
resuelven espontáneamente en los 2 meses Mediante la CPRE y los estudios con contras-
siguientes [6]. Las colecciones líquidas se des- te del drenaje percutáneo se observa que la inte-
arrollan entre el 30 y el 60 % de los casos de rrupción del conducto pancreático se da en el
pancreatitis aguda, pero la mayoría se resuel- 50 % de los casos en la cabeza, en el 30 % en el
ven sin llegar a formar seudoquiste. Con el cuerpo y en el 20 % en la cola. La mayoría de los
empleo habitual de técnicas de imagen abdo- estudios sugieren una alta incidencia de persis-
minales ha aumentado la incidencia de estas tencia de la fístula en los seudoquistes crónicos
lesiones [1]. en comparación con los seudoquistes agudos
(70-35 %).
Seudoquistes crónicos Algunos estudios concluyen que los seudo-
quistes crónicos no se resuelven espontánea-
Se desarrollan en el 20-40 % [6] de los casos mente, pero en otros la resolución espontánea
de pancreatitis crónica, con mayor frecuencia si alcanza hasta el 26 % de los casos [7].
la etiología es el abuso de alcohol. No existen
datos precisos, ya que no existe seguimiento a Formación de seudoquiste postraumatismo
largo plazo, durante años, de las pancreatitis cró-
nicas. Algunos patólogos consideran que los Por rotura del conducto pancreático.
microquistes son parte integral de la histología de
la pancreatitis crónica, de tal forma que a partir LOCALIZACIÓN [2]
de un tamaño determinado se pueden considerar
seudoquistes, pero no existe un acuerdo sobre Es importante para su tratamiento y a menu-
cuál debería ser el tamaño [1]. do determina la sintomatología asociada.
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La mayoría de los seudoquistes son de loca- – TC con contraste intravenoso: no es la técnica


lización retrogástrica y se suelen asentar en el de imagen de primera elección; detecta el cal-
saco omental menor (espacio potencial definido cio en la pared, los septos, los nódulos murales
anteriormente por el estómago, inferiormente por y datos de pancreatitis crónica (atrofia glandu-
el colon transverso, a la izquierda por el bazo y la lar, dilatación ductal, calcificaciones del parén-
flexura esplénica en el colon y a la derecha por el quima, cálculos en el conducto pancreático).
duodeno). El foramen de Winslow, que se sitúa – RM: la CPRM en T2, al magnificar los fluidos,
entre el omento menor y el mayor, se convierte en representa las características morfológicas y la
la pared del proceso inflamatorio. presencia de comunicación entre el conducto
Si son de localización intrapancreática, apa- pancreático y el seudoquiste.
recen con mayor frecuencia en la cabeza del pán- – Ecoendoscopia: se observan las característi-
creas. cas morfológicas del seudoquiste y del pán-
creas, ayudando al diagnóstico diferencial con
CLÍNICA [5] los tumores quísticos. Si se diferencian ecos en
el interior del seudoquiste, se suele tratar de
La mayoría de los seudoquistes son asinto- contenido hemorrágico o de detritos celulares.
máticos, aunque puede existir una clínica muy – Aspirado del líquido quístico: cultivo, citología,
variable dependiendo de su localización. Muchas marcadores, amilasa: suele presentar valores
veces la clínica se debe a la inflamación de alre- elevados de amilasa (si en el líquido ascítico o
dedor y no al propio seudoquiste. en el líquido pleural la amilasa es superior a
1.000 U/l se trata de una ascitis o de un derra-
– Por compresión del seudoquiste al estómago, me de origen pancreático).
al duodeno, al conducto biliar, o a una estruc- – Existe un aumento de enzimas séricas pancre-
tura vascular. Pueden provocar saciedad pre- áticas en aproximadamente el 50 % de los
coz, vómitos, ictericia, dolor abdominal o una casos [4].
masa palpable. – Se debe realizar una técnica de imagen (ECO/
– Por fistulización o rotura directa del seudoquis- TC) cada 3-6 meses para el control de la evolu-
te a la pleura aparece un derrame pleural; al ción del seudoquiste no drenado [4], aunque
pericardio, un derrame pericárdico, o al perito- sea asintomático.
neo, una ascitis pancreática.
– Por infección espontánea con formación de un DURACIÓN Y TAMAÑO [2]
absceso, pueden dar clínica de infección sisté-
mica. Existen varios estudios donde se observa una
– Por formación de un seudoaneurisma por la gran variabilidad respecto a la resolución de los
digestión del vaso adyacente a éste, puede seudoquistes según el tamaño que presentan y el
sangrar en el tubo digestivo o a través del con- tiempo de evolución.
ducto pancreático, y entonces se denomina En algunos estudios se observa que en los
hemosuccus pancreaticus. seudoquistes de más de 6 semanas de evolución
no hay resolución espontánea [8]. En otros, que
La clínica de los seudoquistes crónicos con- los seudoquistes de entre 7 y 12 semanas de
siste muy frecuentemente en dolor abdominal evolución se pueden resolver espontáneamente
(70-90 %); más raramente se presenta como una hasta en el 8 % de los casos, pero a partir de la
masa palpable, náuseas, vómitos, ictericia o he- semana 12 este porcentaje desciende al 0 % [9].
morragia. En el estudio anterior (de 1979), que trata de
la historia natural de los seudoquistes, se obser-
DIAGNÓSTICO [1] varon los siguientes resultados en cuanto al por-
centaje de complicaciones según el tiempo de
– ECO abdominal: ayuda al diagnóstico diferencial evolución [9]:
entre una lesión sólida y otra quística, en oca-
siones dificultada por la interposición de gas; el – De menos de 6 semanas, aparecían complica-
seudoquiste es de características anecoicas. ciones en el 20 %.
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– Entre 7 y 12 semanas, aparecían complicacio- catéteres que pueden traumatizar los vasos y
nes en el 46 %. provocar hemorragia [13]. Para prevenir la com-
– Con evolución mayor de 13 semanas, apare- plicación hay que realizar una TC con fase arte-
cían complicaciones en el 75 %. rial antes del drenaje.
Debe sospecharse si hay hemorragia diges-
Existe otro trabajo, publicado en 1990, en el tiva inexplicable, de repente crece el seudoquis-
que se revisan a 75 pacientes con seudoquistes, te o hay una caída del hematócrito sin conocer
de los cuales sólo son intervenidos quirúrgica- la causa [5].
mente los que presentan dolor abdominal o com-
plicaciones. El 60 % de los seudoquistes trata- Seudoquiste gigante
dos de forma conservadora se resuelven
espontáneamente en un año, y el 40 % restante Los seudoquistes mayores de 10 cm son más
disminuyen de tamaño o se mantienen igual. Se difíciles de tratar, tienen muchas complicaciones
concluye que su seguimiento clínico y radiológico y recidivan con mayor frecuencia.
evita intervenciones quirúrgicas innecesarias [10]. En algunos estudios se recomienda realizar
En 1992 se publicó un estudio que realizaba anastomosis del seudoquiste gigante a un asa de
una revisión de 68 pacientes, y se detectó reso- yeyuno desfuncionalizada. Hay que ser prudente
lución espontánea en el 38% de los casos en cuando los seudoquistes son gigantes, asegu-
seudoquistes de más de 6 meses de evolución, y rando el drenaje y confirmando la resolución del
sólo en un 9% de ellos se presentan complica- mismo por pruebas de imagen [14].
ciones serias (seudoaneurismas, perforación,
abscesos), ocurriendo generalmente en las 8 pri- TRATAMIENTO [1]
meras semanas [11]. En otro estudio, publicado
en 1999, se observa una resolución espontánea Un seudoquiste asintomático precisa con-
del 65% en el primer año de seguimiento, y este troles ecográficos cada 3-6 meses. Las opcio-
porcentaje es mayor en los menores de 5 cm [12]. nes terapéuticas son radiológicas, endoscópi-
Parece claro que cuanto mayor tamaño tiene cas o quirúrgicas.
el seudoquiste, más difícil es que se resuelva Las indicaciones de drenaje de seudoquistes
espontáneamente. Los crónicos tienen un menor son: a) si el seudoquiste es sintomático; b) si se
porcentaje de resolución espontánea, sobre todo infecta, c) si es grande e interfiere en la función de
si presentan comunicación con el conducto pan- órganos adyacentes (cavidad gástrica, vía biliar,
creático o necrosis pancreática asociada. etc.), y d) si es de más de 6 cm: esta indicación es
controvertida. Algunos autores recomiendan el
COMPLICACIONES DE LOS SEUDOQUISTES drenaje de seudoquistes mayores de 6 cm una vez
NO TRATADOS [9] que la pared ha madurado, es decir, una evolución
mayor de 6 semanas [15]. En la actualidad es prác-
Seudoaneurisma ticamente aceptado por todos los clínicos que el
tamaño por sí solo no es un criterio de drenaje [1].
Puede ocurrir hasta en el 10 % de los casos; No existe consenso en cuanto al tratamiento
la localización más frecuente es la arteria espléni- de los seudoquistes crónicos y agudos, ni en la
ca, y el diagnóstico se puede realizar por ecoen- importancia de la necrosis asociada [2].
doscopia con Doppler, angio-RM, TC con fase La siguiente lista muestra las cuestiones que
arterial o arteriografía celiaca; esta última es la deben plantearse ante el tratamiento de un seu-
técnica de elección, ya que permite realizar tera- doquiste [1, 13]:
péutica [5].
El tratamiento se realiza mediante la emboli- – ¿Es sintomático o asintomático?
zación por técnicas radiológicas intervencionis- – ¿Se ha excluido la neoplasia quística?
tas con coils o gel-espuma [6]. El drenaje endos- • ¿Es complejo (loculado, con tabiques o con
cópico y el percutáneo no se deben realizar en varices)?
presencia de un seudoaneurisma por temor de • ¿Existe historia de pancreatitis aguda o
manipular la cavidad con guías de alambre y con crónica?
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– ¿Existe necrosis? – Resección: se recomienda realizarla si el seu-


– ¿Ha madurado, es decir ha evolucionado al doquiste se localiza en la cola del páncreas,
menos 6 semanas? donde con frecuencia se asocia esplenectomía,
– ¿Hay razón para sospechar la presencia de un o si existe una obstrucción/estenosis del con-
seudoaneurisma? Habría que identificarlo y tra- ducto pancreático principal por debajo del sitio
tarlo. de la anastomosis, para minimizar el riesgo de
– ¿Hay hipertensión portal o varices gástricas? recurrencia.
– ¿Dónde está localizado?
– ¿Existe comunicación u obstrucción del con- El éxito terapéutico se consigue en aproxima-
ducto pancreático? La realización de una damente el 90 % de los casos. La morbilidad
colangipancreatografía (por resonancia o oscila entre el 10 y el 30 %, la mortalidad entre el
endoscópica) es en la actualidad opcional. 1 y el 5 % y la recurrencia entre el 10 y el 20 %
– ¿Qué técnica es realmente la más disponible (mayor porcentaje si existe obstrucción ductal
en mi medio? pancreática).
– ¿Qué facultativo es el más entrenado en el Los drenajes endoscópico y percutáneo tie-
manejo del seudoquiste: cirujano, gastroente- nen un menor porcentaje de morbilidad y morta-
rólogo, radiólogo? lidad, y un mayor riesgo de recidivas. Estas nue-
– ¿Se ha realizado una intervención previa sin vas técnicas sólo se realizan habitualmente en
éxito? hospitales de referencia [1].
Las ventajas y los inconvenientes del trata-
En los seudoquistes crónicos se suele reco- miento quirúrgico se citan a continuación [13].
mendar la realización de pruebas de imagen
antes del drenaje, para determinar el tamaño, el Ventajas
número y la localización, la proporción de fluido y
de necrosis, la presencia de lesiones ductales, la – Es un tratamiento definitivo en la mayoría de
comunicación con el conducto principal y la aso- los casos.
ciación a lesiones vasculares. – Puede drenar los seudoquistes, corregir las fís-
No hay ensayos clínicos aleatorizados que tulas, efectuar necrosectomía y realizar una
comparen la eficacia del drenaje radiológico, yeyunostomía para la alimentación al mismo
endoscópico y quirúrgico. Aunque la cirugía es el tiempo.
tratamiento de referencia, cada vez se utiliza – Puede controlar la hemorragia rápidamente.
menos por su alta morbimortalidad, dejando – Puede ser un tratamiento de rescate o coadju-
paso a las técnicas radiológicas y endoscópicas, vante si fallan los otros.
que son menos agresivas. En cada paciente se
debe realizar un abordaje individual y multidisci- Inconvenientes
plinario para elegir el tratamiento más adecuado.
– Es el método más agresivo, con mayor morbi-
Tratamiento quirúrgico mortalidad.
– Algunos pacientes tienen un riesgo quirúrgico o
Se considera la técnica de referencia con res- anestésico elevado.
pecto a los nuevos métodos terapéuticos, y es el – Puede ser técnicamente difícil por la existencia
tratamiento de rescate cuando no se consigue el de complicaciones locales de la pancreatitis
éxito terapéutico con abordajes no quirúrgicos. aguda o crónica, como la trombosis de la vena
Es un tratamiento seguro y apropiado, y se esplénica o la presencia de circulación cola-
realiza mediante cirugía abierta o laparoscopia. teral.
Existen varias opciones [4, 5]:
Tratamiento endoscópico o ecoendoscópico
– Drenaje interno: varía según la localización ana-
tómica (cistogastrostomía, cistoduodenotomía Algunos autores consideran este método de
o cistoyeyunostomía en «Y» de Roux). elección en la mayoría de los pacientes. Existen
– Drenaje externo: cuando falla el interno. dos técnicas [4, 6]: a) drenaje transpapilar, que se
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utiliza en seudoquistes de pequeño tamaño observan datos de infección o de necrosis se


(< 6 cm), únicos y con comunicación o estenosis debe lavar durante varias semanas, aunque en
del conducto de Wirsung, o litiasis en su interior la mayoría de los casos se termina requiriendo
(50-60 % de los seudoquistes crónicos) [5]. Aun- un drenaje quirúrgico externo.
que reduce el riesgo de hemorragia, existe un
mayor riesgo de infección que con la técnica Con esta técnica se consigue crear una fístu-
endoscópica transmural, sobre todo si hay detri- la entre el seudoquiste y el tubo digestivo, el flui-
tos celulares. La prótesis se puede colocar en el do se difunde a la zona de menor resistencia y la
interior del seudoquiste o en el conducto pancre- baja presión de la fístula permite el drenaje del
ático, y b) drenaje transmural, que se utiliza en contenido con posterior cierre de la cavidad.
seudoquistes de gran tamaño que se localizan Algunos autores recomiendan esta técnica
cerca del estómago o duodeno [2]. como de primera elección para el drenaje por su
La técnica transmural consiste en lo siguiente elevada seguridad. El problema es que no está
[13, 16]: disponible en todos los centros [2, 13].
El drenaje endoscópico tiene menos com-
1. Asegurarse de que el paciente ha recibido anti- plicaciones (10-20 %), menos morbilidad y
bióticos de forma profiláctica (ciprofloxacino mortalidad, y un éxito similar a la técnica qui-
400 mg o ceftazidima 1.000 mg). rúrgica (70-90 %), sobre todo si se dispone de
2. Identificar el seudoquiste pancreático, ya sea ecoendoscopia. La recurrencia se da en el 6-18 %
mediante la visualización de la protrusión en la de los casos [4].
luz del estómago/duodeno o mediante su Después de realizar el drenaje endoscópico
identificación por ecoendoscopia. A continua- se deben seguir los siguientes cuidados [16]: a)
ción se localiza el punto ideal de drenaje, que en seudoquistes crónicos de menos de 6 cm, se
debe ser perpendicular al área de máxima pro- recomienda 1 día de hospitalización y 7 días de
trusión. Se puede realizar toda la técnica con antibiótico oral, y b) en seudoquistes grandes o
ecoendoscopio, sin precisar duodenoscopio. infectados se recomiendan 2 o 3 días de hospi-
3. En el punto elegido se realiza la incisión con talización y un ciclo antibiótico de mayor dura-
una aguja de punción o un needle-knife hasta ción.
perforar el quiste. A continuación se introduce Se recomienda realizar un seguimiento
un hilo guía en el interior del seudoquiste para mediante TC abdominal a las 4-6 semanas; si se
mantener el acceso. observa un colapso completo del seudoquiste, se
4. El material drenado (normalmente un líquido retira el drenaje; si esto no ocurre se valora la rea-
claro, aunque en ocasiones puede ser turbio, lización de diferentes técnicas: bien repetir el dre-
lo que sugiere necrosis o infección) se debe naje endoscópico, o bien proceder a tratamiento
enviar para analizar Gram, cultivo, amilasa y quirúrgico. Se realizan un máximo de 3 sesiones
marcadores tumorales. endoscópicas.
5. Cuando el acceso es seguro, se avanza una He aquí las ventajas y los inconvenientes del
prótesis sobre la guía para asegurarse de que tratamiento endoscópico, en comparación con el
se está en el interior del quiste. enfoque quirúrgico [13].
6. El siguiente paso consiste en dilatar la comuni-
cación creada entre estómago y quiste con un Ventajas
balón de 8-10 mm.
7. A continuación se coloca una prótesis (stent) – Si se selecciona bien al paciente, se consigue
de «doble pigtail» de un tamaño de 10 F o el éxito en la mayoría de los casos.
incluso varios. No se usan prótesis rectas tipo – Se puede tratar conjuntamente la comunica-
Amsterdam por su tendencia a migrar. ción con el conducto de Wirsung y el drenaje
8. La prótesis se mantiene hasta que se resuelva del seudoquiste.
el seudoquiste, normalmente 2 o 3 meses. – Es un procedimiento menos agresivo que una
9. Si aparecen detritos o si el fluido es espeso, se intervención quirúrgica, que puede utilizarse en
puede colocar un drenaje nasoquístico que se pacientes con elevado riesgo quirúrgico y
lava diariamente con suero salino estéril. Si se endoscópico.
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– Con la ecoendoscopia se obtiene mayor infor- – La mayoría de los seudoquistes son accesibles
mación y mayor seguridad. a esta técnica.
– Crea una fístula que suele cerrarse si se da sufi-
Inconvenientes ciente tiempo, salvo las situaciones citadas
previamente.
– Si existe necrosis pancreática acompañante, – Si existe necrosis se pueden realizar lavados
aumenta el riesgo de infección; la necrosis con suero fisiológico a través de la fístula for-
puede no ser detectada por las técnicas de mada, pero existe riesgo de infección.
imagen habituales, como la TC y la RM; en
estas situaciones, la colocación de un drenaje Inconvenientes
nasoquístico para realizar lavados disminuye el
riesgo de infección [4]. – Puede colonizarse con bacterias, y hasta en el
– Puede complicarse y provocar una hemorragia, 50 % de los casos se infecta después de la
que precisa cirugía hasta en el 5 % de los colonización [18].
casos, o una perforación retroperitoneal. – Las fístulas pueden no solucionar la necrosis y
– El catéter puede provocar alteraciones del con- además no cerrarse, generando una fístula
ducto pancreático. cutánea crónica.
– Se precisa una experiencia importante en la
CPRE, y se efectúa sólo en hospitales de refe- El drenaje percutáneo tiene un menor porcen-
rencia. taje de éxito que la cirugía (≈ 85 %). Recidivan el
10 % de los casos, y aparecen complicaciones en
Tratamiento percutáneo con control menos del 10-15%; presenta menor morbilidad y
radiológico mortalidad que el tratamiento quirúrgico [4, 6].
El drenaje debe mantenerse hasta que salgan
Se debe realizar previamente una CPRE o una 5-10 ml/día (en algunas series la media de dura-
CPRM para conocer la presencia de comunica- ción son 42 días [18]). Si no funciona el drenaje,
ciones entre el seudoquiste y el conducto de Wir- se realiza TC de control para asegurar la colo-
sung, estenosis parciales y obstrucciones com- cación, y se puede administrar octreótido 50-
pletas del conducto pancreático. 200 µg, subcutáneo, cada 8 horas [4].
Ante la presencia de una comunicación no
debe realizarse este tipo de drenaje, debido al Necrosectomía endoscópica [13]
alto riesgo de que se forme una fístula que se
convierta en permanente [17]. Es una técnica controvertida, de alta comple-
Algunos autores desaconsejan este método jidad, que debe ser realizada sólo por expertos,
en los seudoquistes crónicos, por la asociación dado su alto riesgo de infección, de necrosis y de
con obstrucción o con estenosis del conducto hemorragia.
por debajo del seudoquiste. Los pioneros fueron Baron et al. [19], que
Si existe obstrucción del conducto principal comunicaron unos resultados esperanzadores,
pancreático o los quistes son multiloculados no ya que resuelven la necrosis, los seudoquistes
debe realizarse este procedimiento. Tampoco se crónicos y los agudos en el 72, el 92 y el 74 %,
aconseja si existe necrosis pancreática [5]. respectivamente, y aparecen complicaciones
Las ventajas y los inconvenientes del trata- en el 37, el 17 y el 19 % de los grupos anterio-
miento radiológico son [13]: res.

Ventajas Complicaciones del tratamiento endoscópico


[20]
– Es un tratamiento menos agresivo que una
cirugía (pero a su vez lo es más que el drenaje Hemorragia precoz
endoscópico).
– Se puede tratar un seudoquiste infectado o Es la complicación más importante y la más
estéril. temida, sobre todo si es causada por la punción
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284 Dolor abdominal en varón obeso de 43 años

de un seudoaneurisma. Muchas veces no se DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL


pueden controlar con el tratamiento endoscópi-
co (adrenalina 1/10.000, coagulación endoscó- Antes de realizar el drenaje de un seudoquis-
pica o colocación de clips) y se debe realizar te, es necesario excluir que se trate de una neo-
una embolización por arteriografía o un trata- plasia quística pancreática.
miento quirúrgico. Siempre se debe tener sopor- Existen multitud de lesiones quísticas pancre-
te quirúrgico y poner sobre aviso a los radiólo- áticas, y a la cabeza de ellas figuran los seudo-
gos vasculares ante la sospecha de esta quistes, de los que ya se ha tratado de forma
complicación. amplia. Los quistes pancreáticos son frecuentes,
y se encuentran en más del 20 % de la población
Hemorragia tardía de un hospital general cuando se realizan criba-
dos mediante RM [17].
Por erosión de la arteria esplénica por la pró- A continuación se presenta una de las diver-
tesis. Este tipo de complicaciones pueden ser sas clasificaciones de las lesiones quísticas pan-
fatales. creáticas [21]:

Perforación retroperitoneal o neumoperitoneo – Seudoquistes (70-90 %).


– Neoplasias quísticas (10-15 %):
Ocurre si el seudoquiste se localiza a más de • Cistoadenoma seroso.
1 cm en el drenaje endoscópico transmural [16]; • Neoplasias quísticas mucinosas (cistoade-
se suele resolver espontáneamente bajo cobertu- noma y cistoadenocarcinoma).
ra antibiótica [6]. • Tumor intraductal mucinoso papilar.
• Neoplasia seudopapilar sólida.
Fallo de resolución • Neoplasia quística endocrina.
• Adenocarcinoma ductal con degeneración
Puede deberse a: a) uso de prótesis de diá- quística.
metro pequeño que se ocluyen, y b) fallo en el • Cistoadenocarcinoma de células acinares.
reconocimiento de la obstrucción del conducto • Coriocarcinoma, teratoma.
principal del páncreas y la elección del procedi- – Quistes verdaderos:
miento inadecuado. • Enfermedad poliquística del páncreas (ais-
lada, asociada con la enfermedad poliquís-
Infección tica de los riñones o asociada con la enfer-
medad de Von Hippel-Lindau).
Es la complicación más frecuente; cuando • Quiste verdadero simple o de retención:
se drena a estómago o duodeno la coloniza- son pequeños, aparecen con el desarrollo,
ción bacteriana es inevitable, y es difícil dife- están formados por conductos normales y
renciar colonización de infección. Puede ocu- células centroacinares Se diagnostican de
rrir por un malfuncionamiento de la prótesis forma accidental, no tienen significación
transpapilar, por obstrucción del conducto o clínica y no precisan tratamiento.
por necrosis pancreática asociada (aumenta el • Quiste dermoide.
riesgo un 50 %); este último es el mayor factor – Otros: quiste linfoepitelial, quiste de endome-
de riesgo. trio, macroquistes de fibrosis quísticas, quiste
La infección se puede tratar inicialmente de retención, quiste parasitario.
mediante drenaje endoscópico. Si se complica,
con formación de un absceso o infección de la Las neoplasias quísticas del páncreas corres-
necrosis, se puede intentar realizar un drenaje per- ponden a menos del 10 % de las neoplasias pan-
cutáneo siempre que se trate de una colección creáticas [22]; suelen tener un crecimiento lento y
simple y se localice en la periferia de la glándula; si mejor pronóstico que las lesiones sólidas.
no se consigue o no se cumplen estas cualidades Los tumores quísticos del páncreas suelen ser
(es multiloculado, grande o existen datos de sep- asintomáticos, y el diagnóstico se suele realizar de
sis), debe aplicarse tratamiento quirúrgico [13]. forma accidental. Si dan manifestaciones clínicas,
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E. Garrido Gómez, E. Vázquez-Sequeiros y V. F. Moreira Vicente 285

suelen consistir en pancreatitis recurrente, dolor 4. Con las técnicas de imagen de alta resolución
abdominal crónico, ictericia (por obstrucción de la ha aumentado la frecuencia de diagnóstico
vía biliar extrahepática), masa palpable e incluso, (25 %) cuando son todavía pequeños y asinto-
si son avanzados, pueden dar lugar a un síndrome máticos [23].
constitucional con pérdida de peso [22]. 5. Tiene un bajo potencial maligno (< 1 % de los
Las técnicas utilizadas para el diagnóstico casos) [28].
son las mismas que se han expuesto en el diag- 6. Se ha asociado a alteraciones cromosómicas
nóstico de los seudoquistes [22]: (deleciones o mutaciones) en el brazo largo del
cromosoma 3, que se encuentra afectado en la
– ECO abdominal. enfermedad de Von Hippel-Lindau [29].
– TC helicoidal o multicorte. 7. El líquido del quiste es poco viscoso y con baja
– RM. concentración de marcadores tumorales. La
– Ecoendoscopia: sirve para describir las carac- citología realizada por PAAF sólo es diagnósti-
terísticas morfológicas que orientan en el diag- ca en el 50 % de los casos, en los que se
nóstico junto con el análisis del líquido [23], observan células del epitelio cuboidal ricas en
pero no proporciona un diagnóstico de certeza. glucógeno. La presencia de microquistes difi-
– Aspirado del líquido del quiste para cultivo, culta la realización de la PAAF.
valores de amilasa, marcadores tumorales y 8. En caso de diagnóstico de certeza no precisa
citología (PAAF). Se administra antibioterapia intervención quirúrgica.
de amplio espectro antes del procedimiento y
durante 48 horas después. El resultado negati- Neoplasia quística mucinosa [NQM] (10-45 %)
vo no excluye la malignidad.
1. Es más frecuente en mujeres (80 %) de edad
Tumores quísticos pancreáticos [24] media y se localiza típicamente en el cuerpo y
la cola de páncreas (66 %) [25].
Cistoadenoma seroso (32-39 %) 2. Clasificación: entre el 10 y el 50 % son malig-
nos cuando se diagnostican [22].
1. Es más frecuente en mujeres (> 80 %) de – 44 %: benigno (cistoadenoma mucinoso).
mediana edad [25]. – 15 %: carcinoma in situ.
2. Suele ser asintomático, pero si presenta sinto- – 33 %: adenocarcinoma invasivo.
matología, los signos y síntomas más frecuen- – 8 %: borderline.
tes son dolor abdominal, masa palpable e icte- 3. Puede ser uni, oligo o multiquística; se presen-
ricia [26, 27]. ta normalmente como macroquistes (> 1 cm)
3. Suele ser bien definido e hipervascular; pre- con contenido mucoviscoso recubiertos por
senta un epitelio cuboidal simple rico en glu- células secretoras de mucina, separados por
cógeno y tiene una cicatriz central hasta en el septos de paredes densas y fibrosas y una
20 % de los casos; si llega a calcificarse es superficie lisa y brillante [22].
entonces casi diagnóstico, y se visualiza con Pueden crecer hasta incluso 36 cm. El mayor
facilidad por técnicas de imagen [22]. tamaño, las calcificaciones periféricas (en su
Se observan microquistes (normalmente más pared), las paredes irregulares y gruesas y la
de 6 quistes de tamaño menor de 1 cm cada presencia de zonas sólidas o de una masa sóli-
uno) en «panal de abeja», que pueden crecer o da adyacente se correlaciona con una mayor
estabilizarse, aunque a veces se presentan incidencia de malignidad [26].
como una masa sólida (confundiéndose con No es infrecuente la comunicación con el con-
un carcinoma) o como una macrocavidad sim- ducto pancreático.
ple dominante, que se denomina cistoadeno- 4. Con el uso de técnicas de imagen de alta reso-
ma oligoquístico y se confunde con los tumo- lución ha aumentado la frecuencia de diagnós-
res mucinosos [22]. tico accidental (13-30 %) [26].
Puede existir alteración ductal en la cercanía, 5. La realización de PAAF es más fácil porque las
pero excepcionalmente presenta comunica- cavidades son mayores, pero la aspiración es
ción con el conducto pancreático. más difícil al tratarse de contenido viscoso. La
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286 Dolor abdominal en varón obeso de 43 años

presencia de mucina o de marcadores tumora- mental como difusa del conducto principal
les, como el CEA mayor de 192 ng/ml, aumen- pancreático mayor de 15mm. El uso de la to-
ta la probabilidad de que se trate de este tipo mografía por emisión de positrones (PET) con
de tumor. El epitelio de células cúbicas o en 18F-fluorodesoxiglucosa en las neoplasias
columna productoras de mucina se observa quísticas no ha sido establecido [22].
sólo en el 50 % de los casos, y pueden apare- Si en la endoscopia se observa moco que sale
cer falsos positivos si se contamina con muco- por la papila, es un signo patognomónico de
sa gastroduodenal [24]. Mediante la PAAF no se esta neoplasia.
puede diferenciar del tumor intraductal mucino- 7. La variante de rama ductal del TIMP, que no
so papilar (TIMP) [26]. Algunos autores reco- presenta predominio de sexo y se localiza
miendan no realizar biopsias para evitar su equitativamente en todo el páncreas, se puede
diseminación. distinguir a menudo claramente y suele pre-
6. Pueden presentar mutaciones en el oncogén sentar comunicación ductal; además tienen
K-ras y en el gen supresor de tumor p53; la menor potencial de malignidad (el porcentaje
presencia de mutaciones se correlaciona con de carcinoma invasivo al diagnóstico oscila
la existencia de malignidad [17]. entre 0 y 15 %) y no requiere cirugía tan agre-
siva [22, 26].
Tumor intraductal mucinoso papilar [TIMP] 8. Puede presentar mutaciones en el encogén K-
(21-33 %) ras, al igual que en la NQM, pero en este caso las
mutaciones no se relacionan con malignidad
1. No hay un claro predominio de sexos [17], y la [17].
localización más frecuente es en la cabeza 9. En ocasiones se han asociado otras neopla-
pancreática [28]. sias de forma sincrónica o metacrónica en dis-
2. Se definen tres tipos: el que afecta al conduc- tintos órganos, incluido el páncreas [30].
to principal pancreático, el que afecta a las
ramas secundarias (denominado variante de La NQM y el TIMP son casi idénticos histopa-
rama ductal) y el mixto [30]. tológicamente, excepto por la presencia de un
3. Hasta el 33 % son asintomáticos, pero pueden estroma denso similar al parénquima ovárico
manifestarse como dolor abdominal, ictericia o característico de NQM [22].
pancreatitis de repetición debido a la obstruc-
ción producida por los tapones mucosos que Marcadores tumorales, amilasa y citología [22, 31]
produce [25, 26].
4. Clasificación [22]: 5-27 %, carcinioma in situ; Presentan baja sensibilidad y especificidad
15-40 %, carcinoma invasivo. [25]; proporcionan información adicional, pero
5. Puede ser difuso o localizado, y dilatar el con- nunca un diagnóstico de certeza, de tal forma
ducto principal, sus ramas o ambos [26]. Se que su papel es controvertido.
rodea de un epitelio de células que secretan Se determinan en la muestra obtenida por
mucina con un alto potencial de malignidad PAAF:
[25]. Suele tener comunicación con el conduc-
to pancreático. – CA 19-9: suele encontrarse aumentado en el
6. En las técnicas de imagen se observan defec- seudoquiste y es poco útil, ya que no discrimi-
tos de llenado intraductal con el contraste, y en na bien las lesiones mucinosas de las no muci-
ocasiones nódulos murales. nosas. Los valores por encima de 50.000 U/ml
La CPRM se usa para valorar su extensión, su se suelen asociar con malignidad, y en este
comunicación ductal y si existen nódulos caso puede encontrarse un leve aumento de
murales. Con la TC de alta resolución median- este mismo marcador en el suero. Se ha publi-
te reconstrucciones incluso se puede observar cado que un valor de Ca 19-9 inferior a 37 U/ml
la presencia de comunicación. Indican maligni- distingue los cistoadenomas mucinosos de los
dad la presencia de nódulos murales, una seudoquistes y de los cistoadenomas serosos
masa focal hipoecoica, un componente quísti- con una baja sensibilidad (19 %) pero una alta
co unilocular grande o la dilatación tanto seg- especificidad (98 %) [31].
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– CEA y CA 72-4: son de mayor utilidad y se ele- sensibilidad, el 83 % de especificidad y el 59 %


van en las lesiones productoras de mucina. de exactitud diagnóstica para el cistoadenoma
Algunos autores sugieren que un valor de CEA mucinoso [31].
superior a 400 ng/ml tiene una sensibilidad del
100 % para estos tumores [32], y es incluso Con marcadores tumorales, principalmente el
mejor marcador de las lesiones mucinosas que CEA, añadido a los valores de amilasa, la tinción
la demostración de mucina; en algunos estu- de mucina y la citología se obtiene un diagnósti-
dios se propone como punto de corte un valor co aproximado en el 80-90 % de los casos, aun-
de CEA superior a 192 ng/ml, consiguiéndose que el diagnóstico de certeza sólo se consigue
el 79 % de exactitud en el diagnóstico diferen- con la resección quirúrgica [26].
cial de lesiones mucinosas (la exactitud de la En la tabla 1 se presentan algunas caracterís-
citología es únicamente del 59 %) [33]; sin ticas del diagnóstico diferencial de las lesiones
embargo, se ha descrito que en el seudoquiste quísticas del pácreas.
infectado se pueden elevar los valores de CEA.
– Amilasa: un valor mayor de 5.000 U/l presenta Tratamiento de tumores quísticos
una sensibilidad del 61 % y especificidad del pancreáticos [22]
58 % para el diagnóstico de seudoquiste pan-
creático [29]. Dicho parámetro se puede elevar Toda lesión quística del páncreas, incluso la
también en otros cuadros en los que exista encontrada de forma accidental, puede ser
comunicación con el conducto pancreático prin- maligna o premaligna, por lo que requiere una
cipal, y esto también es frecuente en los TIMP. El evaluación diagnóstica independientemente de
punto de corte de 250 U/l de amilasa en el líqui- su tamaño [34].
do del quiste se asocia al diagnóstico de seudo- No está estandarizado cuál es el mejor trata-
quiste con el 44 % de sensibilidad, el 98 % de miento de estas lesiones, y hay gran dificultad para
especificidad, el 98 % de valor predictivo positi- diferenciar benignidad de malignidad antes de su
vo, el 53 % de valor predictivo negativo y el resección. No se conoce bien su historia natural,
65 % de exactitud de diagnóstico [31]. ya que si se supiera la probabilidad de progresar a
– Citología: es muy específica, aunque poco sen- malignidad podría procederse a una observación
sible (27-64 %). En el cistadenoma seroso se continua y no realizar una resección inmediata. Las
observan células ricas en glucógeno. En la lesiones quísticas asintomáticas de menos de
NQM se obtiene mucina (presenta baja sensibi- 2 cm son malignas sólo en un 3,5 % de los casos
lidad pero una especificidad muy alta), pero en [34]. Recientemente se ha confirmado que quistes
un conducto pancreático normal pueden existir pancreáticos de 3 cm o menos, sin componente
células secretoras de mucina. En el seudoquis- sólido (Ann Surg. 2006;244:572-82) o sin septos,
te se observan células inflamatorias y nunca es decir uniloculares (Radiology. 2006;238:912-9)
epiteliales. La citología presenta el 35 % de tienen un riesgo de ser malignos del 3 %.

TABLA 1. Diagnóstico diferencial de las lesiones quísticas del páncreas

Tipo de lesión Morfología Localización Citología CEA (ng/ml)

Distribución Ligeramente
Seroso Microquístico < 0,5
uniforme PAS +
Mucinoso Macroquístico Cola Mucinoso > 200
TIMP Mixto Cabeza Mucinoso > 200
Distribución Histiocitos pigmen- < 200
Seudoquiste Unilocular
uniforme tados
Adaptada de Brugge WR. Endoscopy, 2006;38 Suppl 1:S40-7.
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288 Dolor abdominal en varón obeso de 43 años

La primera acción es descartar que la lesión El cistadenoma mucinoso debe resecarse por
corresponda a un seudoquiste [17]. su alto potencial de malignidad, realizando una
La resección quirúrgica se realiza en la mayo- pancreaticoduodenectomía o una pancreatecto-
ría de los casos sintomáticos con bajo riesgo qui- mía distal, según la localización [25], siempre
rúrgico. En los casos asintomáticos no está defi- comprobando los márgenes quirúrgicos. No se
nida la conducta que debe seguirse, y para debe realizar enucleación, por el elevado riesgo
decidirlo es importante conocer el tipo de tumor de provocar fístulas y de resecar mal los márge-
y su pronóstico nes. La supervivencia a los 5 años es mayor del
Los factores que deben considerarse para ini- 95 % si son benignos y entre el 50 y el 75 % si
ciar tratamiento son: presencia de síntomas, son malignos [28]. Si se realiza la resección qui-
edad, riesgo quirúrgico, localización y tamaño, rúrgica y se trata de un tumor adenomatoso o
potencial maligno esperado, probabilidad de borderline el pronóstico es excelente; si se trata
tumor invasivo y experiencia [26]. En pacientes de un carcinoma in situ, tiene peor pronóstico; en
mayores de 70 años las lesiones quísticas pan- algunos estudios se ha observado una supervi-
creáticas son malignas hasta en el 60 % [35]. vencia mayor del 60 % a los 5 años si se realiza
Siempre se debe realizar una TC de alta reso- una resección extensa [37]. Si recurren, lo hacen
lución o una RM. tarde (3-6 años después) [26].
La ecoendoscopia con PAAF está indicada si El TIMP debe resercarse por su alto potencial
el diagnóstico de la lesión quística fuese incierto maligno; se suele realizar un Whipple, ya que la
[31]. Según algunas guías, se debe usar en todos localización predominante es la cabeza. Tiende a
los pacientes con sospecha de tumor quístico crecer intraductalmente y es importante analizar
para excluir el seudoquiste, intentar determinar el intraoperatoriamente los márgenes en muestra
tipo de tumor e identificar la transformación congelada (en el 20 % de los casos se realiza
maligna. Algunos endoscopistas prefieren reali- pancreatectomía total). Se debe resecar sólo la
zarla incluso aunque se piense en la resección, zona afectada para preservar la función pancreá-
para descartar malignidad y extensión locorregio- tica, y además se ha visto que la mayor resección
nal o a distancia, lo que modificaría la técnica no disminuye el riesgo de recidivas [26]. Tiene un
quirúrgica [26]. pronóstico excelente si no existe invasión tumo-
La mortalidad por resección pancreática es ral; si existe carcinoma en la pieza quirúrgica (60 %
de menos del 2 % en centros especializados, de de los casos resecados), la supervivencia a
tal forma que se acepta el tratamiento preventivo 5 años es del 50 %.
de algunas lesiones benignas o premalignas. La neoplasia sólida seudopapilar sólo requie-
En los excepcionales casos de degenera- re cirugía si ésta es posible; la resección depen-
ción maligna del cistoadenoma seroso se realiza de, al igual que en los casos anteriores, de la
pancreatectomía distal, asociada a esplenecto- localización del tumor.
mía si se trata de un carcinoma invasivo [17], Se están experimentando nuevas técnicas,
cefálica (Whipple) o media (técnica nueva para como lavados con etanol a distintas concentra-
lesiones en el cuello o cuerpo proximal) según la ciones dirigidos por ecoendoscopia —que puede
localización; no se debe realizar enucleación por provocar la ablación del epitelio y la resolución
el alto riesgo perioperatorio. Si son pequeños, del quiste [38]—, la radiofrecuencia y los inhibi-
asintomáticos y no aumentan de tamaño, algu- dores de la ciclooxigenasa, para parar la progre-
nos autores recomiendan realizar un seguimien- sión del adenoma.
to, ya que la transformación maligna raramente Actualmente no está establecido un tratamien-
ocurre, aunque no se conoce el intervalo más to endoscópico para las neoplasias quísticas.
útil para repetir las pruebas de imagen [17, 24, Se necesitan futuros estudios para determi-
25, 27]; otros autores disienten en este punto, y nar la historia natural de estos tumores, saber
opinan que se deben resecar todos debido a la cuál es la mejor forma de diferenciar entre malig-
relativa frecuencia de los síntomas, de las com- nos y benignos, cuáles son las indicaciones y la
plicaciones, de la dificultad diagnóstica preope- extensión ideal de resección, y cuál es el mejor
ratoria y por el riesgo, aunque bajo, de maligni- método de vigilancia cuando no se intervienen
zación [36]. quirúrgicamente [26].
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E. Garrido Gómez, E. Vázquez-Sequeiros y V. F. Moreira Vicente 289

Lesiones
quísticas del
páncreas

Unilocular Microquístico Componente Macroquiste


quístico y sólido

Seudoquiste Citoadenoma Citoadenoma


Diagnósticos
(pancreatitis, seroso Neoplasia mucinoso
alternativos
↑ amilasa) maligna TIMP

Asintomático Sintomático Asintomático Sintomático Cirugía Sintomático Asintomático


o dilata
conducto
Tratamiento
Tratamiento Cirugía o Seguimiento Cirugía pancreático
dependiente
dependiente aspiración del por imagen de factores de
de factores de quiste Cirugía riesgo*
riesgo*

FIG. 4. Algoritmo terapéutico de las lesiones quísticas del páncreas basado en aspectos morfológicos y clí-
nicos [39]. *Factores de riesgo: edad del paciente, riesgo quirúrgico, tamaño y localización de la lesión
quística. TIMP: tumor intraductal mucinoso papilar.

En la figura 4 se representa un algoritmo tera- cysts complicating alcoholic chronic pancreatitis. Gut.
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