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Tema 1

LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL

1.d)
Del Trienio Esparterista al Bienio
Progresista (1840-1856)

Historia Contemporánea de España


Prof: Martín Rodrigo y Alharilla
ENERO DE 1840: Elecciones con episodios de fraude acaban con
un Congreso con mayoría de diputados moderados. Aprueban
leyes contrarias al sentir de los progresistas:
- Julio 1840: Ley de Ayuntamientos, otorgando mucho poder al
Jefe Político.
- Anuncian acciones contra la libertad de prensa y la Milicia
Nacional
Septiembre de 1840: Movimiento de Juntas Revolucionarias
locales. Espartero, que estaba luchando en Cataluña contra los
carlistas, se negó a acabar militarmente con las Juntas.

La Reina Regente renunció a su cargo y se exilió en Francia.

Desde octubre de 1840, Espartero se convierte en el hombre


clave de la política española.
1841: Unas nuevas elecciones producen un Congreso con
mayoría progresista.

Elección de Espartero como nuevo Regente.

Espartero fue contando cada vez más con su camarilla


(“ayacuchos”) y aislándose de los otros líderes del partido
progresista (Salustiano Olózaga, Manuel Cortina, Joaquín
María López, …)

1842: Clara desafección popular en Barcelona con el nuevo


gobierno que culminará con un motín republicano en
noviembre de 1842, que expulsará al Ejército y se hará con
el control de la ciudad.
Proclama de la Junta Revolucionaria de Barcelona: “Unión entre todos los
liberales. Abajo Espartero y su gobierno. Cortes constituyentes. En caso de
regencia, más de uno; en caso de enlace de la reina Isabel 2ª, con español.
Justicia y protección a la industria nacional”.

Testimonio de Ferdinand de Lesseps: “El partido que ha hecho este


movimiento es el partido popular y republicano. La junta directiva estaba
compuesta por obreros y hombres del pueblo … Pero la cuestión ha
cambiado de aspecto después de la victoria del pueblo. Cuando los
republicanos se han visto dueños de la ciudad, han buscado el apoyo de las
otras clases de la población contra el nuevo ataque que preveían. Han
tratado de reunir a su alrededor a los descontentos de todas las opiniones y
de comprometer en la resistencia a los hombres de mayor consideración de
Barcelona y, por esta razón, la Junta consultiva la han formado ellos. Se
trataba en estos momentos de hacer respetar las personas y las
propiedades en una ciudad inmensa, enteramente librada a una plebe
victoriosa …. Durante los quince días que ha durado la insurrección no se ha
cometido ni un solo delito contra las personas o contra las propiedades”.
EL PRIMER REPUBLICANISMO

No podemos hablar propiamente de un partido republicano aunque sí que


hubo una prensa republicana con capacidad de influir en la opinión de las
capas populares urbanas (Madrid, Valencia, Teruel, Cádiz, Barcelona, …). Se
organizaban lecturas públicas de sus textos en cafés o en gabinetes de lectura,
y grupos de discusión en un nuevo tipo de sociedades patrióticas (prohibidas
por el gobierno en febrero de 1841).

El núcleo republicano más coherente y próximo al naciente movimiento


obrero organizado se constituyó en Cataluña, hacia 1841, en torno a Abdón
Terradas, partidario de la república federal y cercano a Étienne Cabet (Icaria).

Los republicanos se sentían próximos a los trabajadores, participaban en las


sociedades de socorros mutuos de los artesanos, prestaban su prensa para
dar publicidad a las reivindicaciones de los jornaleros y coincidían en pedir el
sufragio masculino universal, una organización federal del estado y la
abolición de las quintas y del impuesto de consumos.
Fue el propio Espartero quien vino a bombardear Barcelona,
en 1842, desde Montjuic: Hubo mucha destrucción de casas
y varios muertos.

En 1843 creció la desafección del Congreso


(mayoritariamente progresista) contra el Regente, una
desafección que culminó en una revolución policéntrica
contra Espartero.

Creación de Juntas provinciales con participación de


progresistas, moderados y, en algunos lugares como
Barcelona, también republicanos. Se le llamó la “revolución
centralista” porque pedían la institución de una Junta Central
en la que estuvieran representadas todas las Juntas locales.
En Barcelona esa nueva insurrección empezó el 2 de septiembre de 1843
y la rendición se produjo el 20 de noviembre. Fueron casi tres meses. Los
moderados abandonaron pronto la Junta Provincial y a finales de octubre
fue el general Prim el que bombardeó la ciudad, desde Montjuïc.

8 de noviembre de 1843: Las cortes declaran a Isabel II mayor de edad.

La nueva reina nombra pronto a Luis González Bravo como Presidente


aunque el hombre fuerte de la política española pasó a ser Narváez. El
primero ejerció el poder de forma autoritaria, casi dictatorial, imponiendo
medidas para asentar el poder que acabará beneficiando a los
moderados. La reina madre, por cierto, María Cristina de Borbón regresó
pronto de su exilio mientras que Espartero se retiró a Logroño.

Mayo de 1844: Narváez es nombrado Presidente de un consejo de


ministros completamente moderado.
De 1844 a 1868, Ramón María Narváez fue 7 veces jefe del gobierno.
1844-1854: LA DÉCADA MODERADA

Septiembre de 1844: nuevas elecciones. Los progresistas se


“retraen”, lo que provoca una aplastante victoria y mayoría
moderada.

--- Del 1 de diciembre de 1843 al 18 de diciembre de 1844


se contabilizan en España 214 fusilamientos por razones
políticas (castigo de conspiraciones, reales o inventadas).

18 octubre de 1844 – El gobierno presentó una reforma


constitucional. Después de los debates parlamentarios, la
nueva Constitución se promulgó el 23 de mayo de 1845. No
nació de unas cortes constituyentes.
- Creación de un cuerpo de policía militar (paradójicamente llamado
Guardia Civil).

- (nueva) Ley de Ayuntamientos, de 1845. Aun más restrictiva que la de


1840 en los requisitos de acceso al voto.

- Enero de 1845: Ley de reforma tributaria (Mon-Santillán)


- Se conservaron los elementos rentables del viejo sistema hacendístico
(como los “estancos” o monopolios de la sal y del tabaco, o las aduanas).
- Las innovaciones vinieron por la creación de cinco nuevos impuestos (de
los que tres acabaron rindiendo ingresos importantes al fisco), en
sustitución de las llamadas “rentas provinciales” de la Corona de Castilla,
claramente obsoletas.
- Estos impuestos fueron:
- Contribución de inmuebles, cultivo y ganadería (sobre la propiedad rústica)
- Subsidio industrial y de comercio.
- Impuesto de consumos: se cobraba a la entrada de las poblaciones y afectaba
sobre todo a la población pobre.
- (nueva) Ley electoral, de marzo de 1846. Restringirá el
número de votantes a unos 100.000.

- Existencia de fraude electoral, tal como describió el


ministro Alejandro Mon años después:

“El gobierno de S.M., y más particularmente el Sr. Ministro de la


Gobernación, y a él pertenece principalmente la cuestión
electoral, se encierra en su gabinete, nombra o cuatro o seis
personas que no son de la administración, amigos políticos
particulares suyos: divide las provincias en cuatro o seis lotes;
encarga a cada uno de ellos la designación de los candidatos, la
correspondencia con los gobernadores; accede a cuantas
demandas estos le hacen; recibe correspondencia diaria; sabe
cuánto piensan los electores, cuándo respiran, cuándo se
mueven de una parte a otra”.
• 10 octubre 1846 (el mismo día que Isabel de Borbón y
Borbón-Dos Sicilias cumplió 16 años): matrimonio con su
primo Francisco de Asís Borbón. Fue un matrimonio
desgraciado que no ayudó a la reina, ni personal ni
políticamente.

• 1846-1849: Guerra dels Matiners (en Cataluña) o segunda


guerra carlista.

• De octubre de 1847 a enero de 1851: Ramón M. Narváez


fue Presidente del Consejo de Ministros.
– Ley de Sociedades (de 1848).

• Le sucedió Bravo Murillo – quien firmo el Concordato con el


Vaticano (1851).
1854-1856: EL BIENIO PROGRESISTA

Junio de 1854 – Pronunciamiento de los generales O’Donnell,


Dulce, Ros de Olano y Mesina. Ni consiguen triunfar ni sus
adversarios consiguen derrotarlos.
En consecuencia, buscaron y consiguieron el apoyo de los
progresistas, a cambio de concesiones pactadas. Unos y otros
compartían un cierto hartazgo sobre la influencia de la reina
madre, sobre su camarilla, y sobre el poder de personajes como el
marqués de Salamanca.

Isabel II tomó la iniciativa y llamó a Espartero (retirado en la Rioja)


así como a O’Donnell, ambos antiguos rivales políticos. Espartero
fue Presidente y O’Donnell ministro de la Guerra. El nuevo
gobierno no se atrevió, como había prometido, a juzgar a la Reina
Madre y la dejó marchar al exilio, a Portugal.
Agosto 1854: se convocaron Cortes Constituyentes (con las reglas
de 1837).
A destacar:

Ley de Desamortización General (1855), o Ley Madoz. Buscaba


aumentar los ingresos de la Hacienda (a corto plazo) y fomentar
una agricultura comercializada (a largo plazo), acabando con los
equilibrios de muchas economías campesinas. Afectó más a montes
comunales que a tierras de la Iglesia. Se encontró con resistencias
campesinas y con soluciones imaginativas, aunque en algunos
lugares sirvió para crear una nueva clase de burguesía agraria
terrateniente.

Ley General de Ferrocarriles (1855).

Ley de Sociedades anónimas de Crédito (1856).


En julio de 1856, Leopoldo O’Donnell forzó una crisis que
acabó con su encumbramiento como nuevo Presidente y
la defenestración de Espartero. A pesar de motines
urbanos en defensa del antiguo regente, protagonizados
por progresistas y demócratas en algunas ciudades,
Espartero se negó a utilizar la Milicia Nacional (600.000
hombres, de los que 133.000 estaban armados) para
enfrentarse a O’Donnell y Serrano pues pensaba que
habría significado el fin de la monarquia.
Cuatro meses después, Isabel II retiro su confianza en
O’Donnell y nombró a Narvaez como Presidente del
Consejo de Ministros, completándose el contragolpe
conservador. Su objetivo era restaurar el régimen
anterior a 1854.
LA ECONOMÍA ESPAÑOLA
A MEDIADOS DEL SIGLO XIX

Crecimiento de la población: de 10,4 millones (en 1787) a 12,3 millones (en 1833),
a pesar del efecto demográfico de las guerras contra los franceses, las pandemias y
las crisis de subsistencia.

La quiebra del Imperio y la pérdida de circulante metálico provocó un repliegue


autárquico en la economia española, favorecido por una política
ultraproteccionista (aunque en la línea de los otros países de Europa occidental).

Durante el siglo XIX, España adoptó una vía agraria para alcanzar el crecimiento
económico:

Se ampliaron las tierras de cultivo (hasta en un 50 por 100, entre 1820 y 1880).

Se consiguió un aumento de la producción agraria, pequeño pero sostenido


(superior al ritmo de aumento de la población). No obstante, la productividad
agrària era baja y apenas creció.
• Entre 1830 y 1860, Cataluña registró un verdadero proceso de
industrialización acelerada, basada en la industria de bienes de
consumo (esencialmente, textil).
• Las antiguas manufacturas textiles (de algodón y de lana) se
transformaron en modernas fábricas (Factory System), movidas
por máquinas de vapor y dependientes del carbón (en menor
medida, también del agua).
• El centro era Barcelona pero la industrialización afectó también
a otras localidades catalanas (Vic, Igualada, Mataró, Sabadell,
Terrassa, Vilanova i la Geltrú, ...).
• Hubo en España otros núcleos industriales, aunque no pueda
hablarse propiamente de distritos o regiones industrializados:
– Harinería (Valladolid)
– Industria conservera (Galicia)
– Armerías (Guipúzcoa)
– Industrias textiles (Béjar, Alcoy, Antequera, ....).

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