Introducción • En la población anciana, la enfermedad arterial coronaria es responsable de un 35% de muertes y del total de muertes por cardiopatía isquémica. De las muertes ocurridas por síndrome coronario agudo (SCA), el 83% se desarrollan en personas mayores de 65 anos. • La edad es un potente predictor de complicaciones después de un SCA. Los pacientes de edad avanzada constituyen un grupo de alto riesgo en el seno del SCA pero en la practica se ha demostrado un uso menor de medicaciones y tratamiento invasivo en pacientes que podrían beneficiarse de ellos. • La falta de ensayos clínicos en este subgrupo y la incertidumbre sobre el balance riesgo/beneficio de estos tratamientos son la base del manejo mas conservador en pacientes de edad avanzada. • En el paciente geriátrico hay que tener en cuenta la variabilidad de la presentación y las características especiales de esta población para el manejo terapéutico del síndrome coronario. • En los registros de SCA, el 40% de los >85 años se presentaron con dolor, frente al 77% de los <65 años, mientras que mas del 40% se presentaron con insuficiencia cardiaca (IC), aproximadamente el doble que en <65 años. • Se ha descrito que el infarto silente puede corresponder al 25% de los SCA en población general mientras que en pacientes de edad muy avanzada puede llegar al 60%. Además, una parte importante de los SCA en pacientes ancianos se presentan en el seno de otras enfermedades agudas o crónicas descompensadas y se reconoce que estos casos tienen peor pronostico. Por tanto, debido a la frecuencia de presentación atípica y el peor pronostico de estos pacientes, en el paciente de edad avanzada debe tenerse una actitud vigilante y de sospecha sobre la presencia de SCA. • Las presentaciones clínicas de la cardiopatía isquémica incluyen la isquemia asintomática, la angina de pecho estable, la angina inestable, el infarto de miocardio (IM), la insuficiencia cardiaca y la muerte súbita. • El síntoma principal es el dolor torácico, pero la clasificación de los pacientes se basa en el electrocardiograma (ECG). Se puede encontrar dos categorías de pacientes: Pacientes con dolor torácico agudo típico y elevación persistente (>20 min) del segmento ST • Esta entidad se denomina SCA con elevación del segmento ST (SCACEST) y generalmente refleja una oclusión coronaria aguda total. En la mayoría de estos pacientes se desarrollara en ultimo termino un IAM con elevación del segmento ST (IAMCEST). • El objetivo terapéutico es una repercusión rápida, completa y sostenida mediante angioplastia primaria o tratamiento fibrinolitico. Pacientes con dolor torácico agudo pero sin elevación persistente del segmento ST • Cuando se presentan los síntomas suelen tener una depresión persistente o transitoria del segmento ST o una inversión de las ondas T, ondas T planas, pseudonormalizacion de las ondas T o ausencia de cambios en el ECG. • La estrategia inicial en estos pacientes es aliviar la isquemia y los síntomas, monitorizar al paciente con ECG seriados y repetir las determinaciones de los marcadores de necrosis miocárdica. En el momento de la aparición de los síntomas, el diagnostico del SCA sin elevación del segmento ST (SCASEST) se concretara según el resultado obtenido a partir de la determinación de los marcadores de daño miocárdico, en IAM sin elevación del segmento ST (IAMSEST) o angina inestable. • En algunos pacientes se excluirá la cardiopatía isquémica como causa de los síntomas. El manejo terapéutico debera estar guiado por el diagnostico final. Fisiopatología • El SCA es una manifestación de la aterosclerosis que pone en riesgo la vida del paciente y normalmente se precipita por la aparición de una trombosis aguda, inducida por la rotura o la erosión de una placa aterosclerótica, con o sin vasoconstricción concomitante, que produce una reducción súbita y critica del flujo sanguíneo. • En el complejo proceso de rotura de una placa, se ha demostrado que la inflamación es un elemento fisiopatológico clave. En casos esporádicos, el SCA puede tener una etiología no aterosclerótica, como en la arteritis, el traumatismo, la disección, la tromboembolia, las anomalías congénitas, la adicción a la cocaína y las complicaciones del cateterismo cardiaco. Diagnóstico • Para realizar el diagnostico nos basamos en la anamnesis, la exploración física, el registro electrocardiográfico y la determinación de enzimas cardiacas. Historia clínica y exploración física • El dolor torácico es el síntoma guía en la población general pero en el paciente geriátrico son frecuentes los síntomas atípicos tales como disnea (49%), diaforesis (26%), nauseas y vómitos (24%), sincope (19%), hipotensión, insuficiência cardíaca (60%), síndromes coronários silentes, síndrome confesional o alteración de la conducta. • Esto conlleva una mayor morbimortalidad debido básicamente a la demora diagnostica y terapéutica. • Un objetivo importante de la evaluación física es excluir las causas no cardiacas del dolor torácico y los trastornos cardíacos no isquêmicos (p. ej. embolia pulmonar, diseccion aórtica, pericarditis, valvulopatia) o causas potencialmente extracardiacas, como las enfermedades pulmonares agudas. Electrocardiograma • Un ECG debe realizarse en los primeros diez minutos de la atención a cualquier paciente con molestias torácicas. Se ha indicado que en los pacientes de edad avanzada y en las mujeres, se realiza con mayor retraso. Es útil la comparación entre registros obtenidos con dolor y sin dolor torácico, así como con registros antiguos. • Podemos encontrar varias situaciones: • ECG normal • ECG con alteraciones no diagnósticas de isquemia • ECG con signos de isquemia Marcadores de daño miocárdico • Los marcadores de daño miocárdico deben ser interpretados en el contexto clínico adecuado, ya que pueden ser debidos a otra etiología como tromboembolismo pulmonar (TEP), miocarditis, insuficiência cardíaca congestiva (ICC), etc. Los mas utilizados actualmente son la isoenzima MB de la creatinkinasa (CKMB); la troponina T o I y la mioglobina. Marcadores de activación neurohormonal • Como marcadores neurohormonales cardiacos disponemos de la determinación de péptidos natriuréticos tales como los péptidos de tipo B (BNP) o su fragmento N-terminal prohormonal (NT-proBNP). Son marcadores muy sensibles y específicos para la detección de la disfunción ventricular izquierda. Hay datos retrospectivos que demuestran mayor tasa de mortalidad en los pacientes con valores elevados. Ecocardiograma • La función sistólica del ventrículo izquierdo (VI) es una variable pronostica en pacientes con cardiopatía isquémica y se puede y debe determinar mediante ecocardiografía. • Se puede detectar hipocinesia transitoria localizada o acinesia en segmentos de la pared ventricular. Así como realizar un diagnostico diferencial de estenosis aortica, disección aortica, embolia pulmonar o miocardiopatía hipertrófica. Tratamiento Medidas generales • Reposo del paciente, mantenerlo monitorizado y en área de vigilancia con acceso a desfibrilador. • Canalización de vía venosa periférica. • O2 si Sat O2 <90% o datos de congestión pulmonar. • Sondaje vesical y medición de la diuresis si compromiso hemodinámico. • Administrar 160-300 g de AAS. • Tratamiento del dolor con nitroglicerina SL o IV salvo TA <90, FC <50 o >100 o IAM de ventrículo depreco. Si no cede, cloruro morfico 2-5 mg. Tratamiento farmacológico del SCASEST • Los pacientes de edad avanzada tienen cambios farmacocinéticos y farmacodinamicos que les hacen vulnerables a los efectos secundarios de medicación con acción hipotensora y con efectos sobre el SNC. La alteración de la función renal y hepática, y la existencia de otras enfermedades asociadas requieren ajuste de dosis de los fármacos de eliminación renal. • Además existe un aumento de riesgo de interacciones que deben tenerse en cuenta. Para el ajuste de dosis debe considerarse el peso del paciente, dado que en personas de edad avanzada existe una disminución de la grasa corporal y de la masa muscular. Revascularización coronaria en el SCASEST • Se contemplan dos estrategias bien diferenciadas: invasiva y estrategia guiada por isquemia. • En diferentes estudios se ha demostrado un beneficio absoluto y relativo en la reducción de infarto y muerte en pacientes de edad avanzada con la estrategia invasiva y el seguimiento a largo plazo sugiere la superioridad de la revascularización en la supervivencia y disminución de síntomas. No obstante, para el tratamiento se debe contar con la opinión de los pacientes y familiares e individualizar en cada caso porque este beneficio coexiste con un aumento del riesgo de hemorragias mayores, que aparecen en el 17% de los pacientes mayores de 75 años tratados con una estrategia invasiva. • La revascularización en los SCASEST se realiza para aliviar la angina y la isquemia miocárdica y prevenir la progresión a IM o muerte • Las indicaciones para revascularización miocárdica y el enfoque preferido (ICP o cirugía de revascularización) dependen del grado y la severidad de las lesiones tal como se identifican por angiografía coronaria, el estado clínico del paciente y las comorbilidades. • La revascularización en los SCASEST está recomendada en la población geriátrica ya que reduce en un 56% la progresión a IAM o muerte, pero hay que tener en cuenta que supone un riesgo 3 veces mayor de hemorragias intrahospitalarias. • Está recomendada la angiografía coronaria urgente en la angina resistente o recurrente junto con cambios dinámicos del segmento ST, insuficiencia cardiaca, arritmias con riesgo vital o inestabilidad hemodinámica. Tratamiento SCACEST Tratamiento farmacológico • Es similar al SCASEST. En los pacientes que se considere para estrategia invasiva/ICP, debe usarse una dosis de carga de clopidogrel de 600 mg para alcanzar una inhibición más rápida de la función plaquetaria (IIa-B). Fibrinólisis • Se ha comparado la mortalidad en pacientes sin contraindicaciones y se ha observado beneficio para pacientes geriátricos hasta los 75 años, pero en pacientes mayores de esta edad no hay suficientes estudios para establecer una recomendación firme. Intervencionismo coronario percutáneo en el SCACEST • En pacientes de hasta 75 años, la angioplastia primaria se ha mostrado superior a la trombolisis. Por encima de esta edad no hay estudios suficientes. Intervencionismo coronario percutáneo vs fibrinólisis • El mayor beneficio de ICP es una reducción en reinfartos. En cuanto a la mortalidad no hay apenas diferencias. La ICP puede ser aplicada sin elevación de ST o dolor torácico en el contexto de shock o alto riesgo. La ICP y fibrinólisis tienen similar resultado cuando son realizados en menos de 3 horas desde el inicio de síntomas, ICP aparentemente es preferible pasadas 6 horas y aún salva tejido miocárdico hasta las 12 horas Terapia coadyuvante: • Los betabloqueantes tienen beneficio en el paciente mayor en la prevención de IM posterior y muerte. Está desaconsejado el uso intravenoso en IM con compromiso hemodinámico por el potencial hipotensor y efecto bradicardizante. • IECA y bloqueadores de receptor de angiotensina son beneficiosos en el anciano particularmente en caso de fallo cardiaco o FEVI reducida. • Las estatinas obtienen mayor beneficio en la prevención de reinfarto y muerte que en la población general. • Los nitratos pueden ser usados en el paciente geriátrico por el efecto en la precarga, postcarga y en la reducción de isquemia recurrente