LA FAMILIA: CÉLULA DE VIDA CRISTIANA SAN JUAN PABLO II FUE UN DECIDIDO DEFENSOR DE LA FAMILIA. ¿POR QUÉ? POR QUE LA FAMILIA ES LA CÉLULA BÁSICA DE LA SOCIEDAD, Y EL MISMO SEÑOR JESÚS, CON SU ENCARNACIÓN, QUISO PERTENECER A UNA FAMILIA, DICIÉNDONOS CON SU VIDA, QUE LA VIDA FAMILIAR ES INDISPENSABLE PARA NUESTRA REALIZACIÓN COMO PERSONAS. LA PALABRA DE DIOS:
• La Sagrada escritura nos enseña que
el hombre y la mujer fueron creados el uno para el otro: • “No es bueno que el hombre esté solo. Haré un ser semejante a él para que lo ayude…” (Génesis 2, 18). • Así la mujer es: “Carne de su carne” (Génesis 2, 25), es decir igual a el, que DIOS le da para acompañarlo y ayudarlo para toda la vida. • “Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer y se hacen una sola carne”. (Génesis 2, 18) VIVENCIA DEL AMOR EN LA FAMILIA: • Formar a nuestros hijos en la afectividad es ayudarlos a desarrollar su capacidad de amar. • El amor se transmite principalmente en la familia. • LA FAMILIA • "La familia es una íntima comunidad de vida y amor" cuya misión es "custodiar, revelar y comunicar el amor" con cuatro cometidos generales (Familiaris Consortio, Juan Pablo II): • *Formación de una comunidad de personas. • *Servicio a la vida. • *Participación en el desarrollo de la sociedad. • *Participación en la vida y misión de la iglesia. Aprender a Amar: • La capacidad de amar es resultado del desarrollo afectivo del ser humano durante los primeros años de su vida. El desarrollo afectivo es un proceso continuo y secuencial, desde la infancia hasta la edad adulta. • La madurez afectiva es un largo proceso por el que el ser humano se prepara para la comunicación íntima y personal con sus semejantes como un Yo único e irrepetible; y que debe desencadenarse al primer contacto del niño con el adulto perpetuándose a lo largo de su existencia. • A pesar de que el hombre fue creado por Dios con una capacidad innata para amar, el crecimiento y la vivencia del amor se realiza a través de la experiencia que el hombre va adquiriendo a lo largo de toda su vida. En el contexto individual de cada persona, esta experiencia se ubica en su familia. VIRTUDES Y VALORES QUE SE DEBEN CULTIVAR EN LA FAMILIA: • En la familia es donde se hace posible el amor, el amor sin condiciones; los padres que inician la familia con una promesa de amor quieren a sus hijos porque son sus hijos, no en razón de sus cualidades. "La familia es un centro de intimidad y apertura".
• Es en el seno familiar donde cultivamos lo humano del
hombre, que es el enseñarle a pensar, a profundizar, a reflexionar. Es en el ámbito de la familia donde el hombre aprende el cultivo de las virtudes, el respeto que es el guardián del amor, la honradez, la generosidad, la responsabilidad, el amor al trabajo, la gratitud, etc. La familia nos invita a ser creativos en el cultivo de la inteligencia, la voluntad y el corazón, para poder contribuir y abrirnos a la sociedad preparados e íntegros. El amor de la familia debe trasmitirse a la sociedad.
• La familia es el primer ambiente vital que encuentra el
hombre al venir a este mundo y su experiencia es decisiva para siempre. LA FAMILIA: ESCUELA DE AMOR. • "La familia, dice Juan Pablo II, es la primera y más importante escuela de amor". "La grandeza y la responsabilidad de la familia están en ser la primera comunidad de vida y amor, el primer ambiente en donde el hombre puede aprender a amar y a sentirse amado, no sólo por otras personas, sino también y ante todo por Dios". • Todo se relaciona con el misterio del Padre que nos ha creado por amor y para que amemos. Nos ha hecho a su imagen y semejanza, todos somos hijos suyos iguales en dignidad. Para revelarnos su paternidad de amor "nos hace nacer del amor" de un hombre y de una mujer e instituye la familia; ella es el lugar del amor y de la vida, o dicho de una mejor manera: "el lugar donde el amor engendra la vida". LA FAMILIA ES UNA IGLESIA DOMÉSTICA: • La familia cristiana, IGLESIA DOMÉSTICA, está llamada a vivir del amor, a ser reflejo del AMOR DE DIOS. • Por eso el SEÑOR JESUS quiso nacer y crecer en el seno de la SAGRADA FAMILIA de José y María, para que tengamos como modelo la FAMILIA DE NAZARETH en la que “los padres han de ser para sus hijos los primeros anunciadores de la fe con su palabra y con su ejemplo y han de fomentar la vocación personal de cada uno”. LA FAMILIA COMO IGLESIA DOMÉSTICA: • "La familia está llamada a ser templo, o sea, casa de oración: una oración sencilla, llena de esfuerzo y ternura. Una oración que se hace vida, para que toda la vida se convierta en oración". • "La familia es para los creyentes una experiencia de camino, una aventura rica en sorpresas, pero abierta sobre todo a la gran sorpresa de Dios, que viene siempre de modo nuevo a nuestra vida". • "El futuro depende, en gran parte, de la familia, lleva consigo el porvenir mismo de la sociedad; su papel especialísimo es el de contribuir eficazmente a un futuro de paz”. "El matrimonio y la familia cristiana edifican la Iglesia. Los hijos son fruto precioso del matrimonio". (Familiaris Consortio 14, 16) EL HOGAR ES LA PRIMERA ESCUELA DE VIDA CRISTIANA: • Es en el hogar donde aprendemos el amor fraterno, el gozo del trabajo, la reconciliación, el servicio, la paciencia para la aceptación mutua y sobre todo el culto diario por medio de la oración, la recepción frecuente de los sacramentos y el amor Santa María, Madre de Jesús y Madre Nuestra. “EL NIÑO CRECÍA Y SE DESARROLLABA LLENO DE SABIDURÍA, Y LA GRACIA DE DIOS PERMANECÍA CON ÉL”. LUCAS 2, 40
• La acogida, el amor, la estima, el servicio
múltiple y unitario –material, afectivo, educativo, espiritual– a cada niño que viene a este mundo, debería constituir siempre una nota distintiva e irrenunciable de los cristianos, especialmente de las familias cristianas; así los niños, a la vez que crecen "en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres", serán una preciosa ayuda para la edificación de la comunidad familiar para la misma santificación de los padres. (Familiaris Consortio, 1981) PAPA FRANCISCO Y SUS PENSAMIENTOS SOBRE LAS FAMILIAS: • 1. En la familia siempre se encuentra a Jesús: “El Evangelio de la familia es verdaderamente alegría para el mundo, ya que allí, en nuestras familias, Jesús siempre puede ser encontrado; él vive allí, en simplicidad y pobreza, como lo hizo en la casa de la Sagrada Familia de Nazaret”. • 2. La familia es el lugar más importante para transmitir la fe: “El primer y más importante lugar para transmitir la fe es el hogar, a través del sereno y cotidiano ejemplo de los padres que aman al Señor y confían en su palabra”. • 3. La familia debe tener como base el perdón: “Gestos pequeños y sencillos de perdón, renovados cada día, son la base sobre la que se construye una sólida vida familiar cristiana. Los niños aprenden a perdonar cuando ven que sus padres se perdonan recíprocamente. Si entendemos esto, podemos apreciar la grandeza de la enseñanza de Jesús sobre la fidelidad en el matrimonio”. • 4. La familia manifiesta toda su belleza si está “anclada” al amor de Dios: “El matrimonio cristiano y la vida familiar manifiestan toda su belleza y atractivo si están anclados en el amor de Dios, que nos creó a su imagen para que podamos darle gloria como iconos de su amor y de su santidad en el mundo”. • 5. La familia genera paz: “En toda sociedad, las familias generan paz, porque enseñan el amor, la aceptación y el perdón, que son los mejores antídotos contra el odio, los prejuicios y la venganza que envenenan la vida de las personas y las comunidades”. • 6. La familia que reza unida permanece unida: “Como enseñaba un buen sacerdote irlandés, ‘la familia que reza unida permanece unida’ e irradia paz. Una familia así puede ser un apoyo especial para otras familias que no viven en paz”