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PROPÓSITO: Reconocer que el papá y la mamá son el reflejo del amor de Dios
en su familia.
Indicaciones:
- Preparar un cartel con la frase “bienvenidos”
- Preparar un altar con la Biblia, velas y flores
- Empezar el tema con cantos dinámicos.
ORACIÓN: Dios Padre, que nos has creado por amor y nos llamas a vivir en el
amor, haz de nuestros padres personas llenas de amor, ternura y comprensión,
para que sepan educar, escuchar y comprender a sus hijos.
Señor Jesucristo, tú que naciste y creciste en una familia, ayuda a los niños a ser
obedientes a sus padres y a tu santa voluntad.
Espíritu Santo, que eres inteligencia y sabiduría, renueva a todas las familias,
para que vivan la comunión fraterna del amor cristiano en sus hogares. Amén.
NUESTRA EXPERIENCIA
El mundo está cambiado a pasos de gigantes sorprendiéndonos cada día con
tantas cosas nuevas que nos distraen y afectan a la comunión familiar en el hogar.
Por ejemplo, hay muchas personas que son papás y mamás que se sienten como
impotentes ante la reacción y comportamiento de sus hijos. Ya no saben qué
hacer. Algunos son sabios y prudentes porque se dan tiempo para dialogar y
escuchar sus inquietudes y problemas, obteniendo buenos resultados; otros, en
cambio, actúan con dureza y violencia con sus hijos: Los maltratan físicamente o
psicológicamente, causándoles mucho daño en su vida y generando mal estar en
el hogar como familia; otros, no se preocupan de educarlos en la vida cristiana,
dejan crecer a sus hijos al margen de la fe y de la Iglesia. No asumen su
responsabilidad como verdaderos padres.
Nos preguntamos:
- ¿Qué hacer frente a esta realidad?
- ¿Quién nos puede ayudar para ser buenos y mejores padres de familia?
La Iglesia nos ofrece lindos espacios, como, por ejemplo, la catequesis, jornadas
espirituales, para ayudar a los padres de familia a ser mejores personas, capaces
de dar amor escuchando, dialogando y tratando con delicadeza a los hijos como
nos enseña la Palabra de Dios.
REFLEXIÓN:
La familia es y debe ser el lugar donde todos nos sintamos bien, porque no debe
faltar el amor cristiano que se demuestra en las buenas actitudes y prácticas de
valores en el hogar: Como por ejemplo, el respeto, obediencia, diálogo y el buen
trato de los padres a los hijos con palabras alentadoras: Qué bien, tú puedes, eres
inteligente, mañana lo harás mejor, no tengas miedo porque Dios está contigo…
En cambio, cuando los padres tratan con dureza a los hijos les hacen mucho
daño, sembrando en ellos mucho odio y resentimiento. Un buen padre de familia
siempre se preocupa de enseñar a sus hijos lo que es más importante: Apoyarles
en la preparación para que reciban los sacramentos, a amar a Dios, a sí mismo, a
los demás y a la creación con el ejemplo de vida. El amor renueva, sana y da
mucha paz a la familia. Así están llamandos a vivir todas las familias de fe y
esperanza en el Señor, contribuyendo en la construcción de un mundo nuevo.
Imponer disciplina a los hijos, no significa actuar con violencia, sino ayudarles a
ser ordenados en la vida, proponiéndoles un horario de actividades (no deben
estar todo un día en la Tv) y dándoles responsabilidades en el hogar, y así se van
formando como buenas personas, con espíritu de amor al trabajo y de servicio a
los demás. Los padres que hacen todo a sus hijos y no les enseñan para la vida,
les hacen mucho daño. El hogar es la escuela donde los hijos se deben formar
como personas para afrontar el futuro de su vida con responsabilidad.
POR QUÉ LA EUCARISTÍA ES FORTALEZA PARA SER BUEN PADRE
DE FAMILIA
La tarea de educar a los hijos es ardua y difícil. A veces se vuelve un poco
cansado queriendo tirar la toalla. Pero esto no es la solución. La única alternativa
para fortalecer la fe, el amor y la vocación de ser mejores papás es acercarnos
cada día al Señor de la vida que nos dice: “Vengan a mí, los que se sienten
cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí,
que soy tolerante y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su vida”
(Mateo 11, 28 – 29)
Todos necesitamos descanso después del trabajo y después de cumplir con las
diferentes obligaciones, ocupaciones y deberes en el hogar. No hay mejor manera
de descansar que hacerlo en el Señor. Por eso estamos llamados a participar
como familia de la Santa Eucaristía, sacramento de unidad, de renovación y de
comunión con Cristo y con los demás.
La Eucaristía es encuentro y unión íntima con Cristo fuente de vida y de amor:
“Quien come mi Carne y bebe mi Sangre habita en mí y yo en él” (Juan 6,
56). Los padres de familia que se unen a Cristo Eucaristía se convierten en
eucaristías vivientes amando y comprendiendo a sus hijos en su realidad
concreta con gestos de cariño, por ejemplo, jugar con ellos, aprovechando los
espacios de unión familiar (horas de las comidas) para orar, conversar y
escucharles con atención. Se convierten en padres amigos de sus hijos,
inspirándoles confianza.
La Eucaristía nos llena de vida nueva: “Yo he venido para que tengan vida y
vida en abundancia” (Juan 10, 10). Es la vida que los padres están llamados a
dar y compartir con los hijos, transmitiéndoles alegría y felicidad, ya que ellos
son el futuro de la Iglesia y de la sociedad.
La Eucaristía es comunión con Cristo que nos separa del pecado: “El Cuerpo
de Cristo que recibimos en la comunión es “entregado por nosotros”, y la
Sangre que bebemos es “derramada por muchos para el perdón de los
pecados” (CIC, N° 1393) La Eucaristía nos purifica de los pecados y nos
preserva de tipo de pecado por ejemplo la ira, la impaciencia, violencia,
indiferencia, etc, que hacen mucho daño a la familia, especialmente a los
niños. El Papa Francisco nos dice: “En la familia madura la primera
experiencia de la comunión entre personas…Aquí se aprende la paciencia y
el gozo del trabajo, el amor fraterno, el perdón generoso…el culto divino y
la ofrenda de la propia vida” (AL. 86)
Para dialogar: ¿Por qué es importante educar a los hijos en los valores
cristianos?
Esto lo dijo Jesús: El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna
(Juan 6, 54) Lo dijo inspirándose en la familia, en esa relación vital que hay del
niño con la madre en el vientre materno: allí nos alimentamos del cuerpo y
sangre de nuestra madre unidos en el más grande amor. Así también, la familia se
fortalece con la Eucaristía que es Jesús.
Otra lee la segunda estrofa:
Duro y largo el camino cuando solo voy,
pero se hará ligero si contigo estoy.
El camino de la familia es difícil, muy delicado. Hay problemas, obstáculos para
el ser y la misión de la familia en este mundo de hoy. ¿Cuáles son las situaciones
más problemáticas? Serán muchas, pero aquí está Jesús Eucaristía: siempre
presente en el Templo en el Pan consagrado, siempre en la familia diciendo:
Vengan a Mí los que van cansados y agobiados, llevando pesadas cargas, Yo los
aliviaré (Mateo 11, 28)
Alguien lee la tercera estrofa:
Sólo viviendo unidos podremos llegar
a vivir la alegría de la fraternidad.
El Papa Francisco dice que el gran riesgo del mundo actual - de cada familia –
con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista
que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres
superficiales… Cuando esto sucede, ya no hay espacio para los demás, ya no
entran los pobres, ya o se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría
de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien (Evangelium Gaudium
2) La Eucaristía es alegría en la unión como canta el profeta Isaías: Salto de
alegría delante de Yavé y mi alma se alegra en mi Dios… Como un joven se casa
con su novia, así el que te reconstruyó se casará contigo y como el esposo goza
con su esposa, así harás las delicias de tu Dios (Isaías 61, 10 y 62, 5).
Otro lee la cuarta estrofa:
Quien se sienta a tu mesa debe perdonar,
Olvidar las ofensas y al hermano amar.
Jesús Eucaristía nos invita a la reconciliación. Una familia en pleitos no puede
compartir la mesa en paz; los alimentos se vuelven amargos y no te nutren, hasta
te puede causar indigestión y gastritis, porque el alimento se comparte en familia,
en paz. Pedro preguntó a Jesús ¿Cuántas veces tengo que perdonar las ofensas de
mi hermano? Nosotros también ponemos límites al amor, al perdón: una vez te
perdono, pero no soy zonzo para perdonarte otra vez. Pero el amor no tiene
límites, por eso Jesús enseña con su palabra y ejemplo: No te digo siete veces,
sino setenta veces siete (Mateo 18, 21-22) es decir, siempre hay que perdonar,
porque Dios siempre nos persona, nunca nos condena.
Alguien lee la quita estrofa:
Si recibes a Cristo en la Comunión,
recibe a tus hermanos en tu corazón.
JESUCRISTO, ALIMENTO DE
NUESTRO CAMINO DE FE
Encuentro de Padres-Madres-Niños-Jóvenes de Eucaristía y Confirmación
OCTUBRE, MES MORADO.
Este mes es privilegiado para acercarnos a Jesús Eucaristía que nos alimenta con
el pan del cielo y así caminar firmes en nuestra fe. Bienvenidos a este encuentro
con el Señor.
CANTO: Jesús anunciaba CNF N° 141
ORACIÓN: Señor Jesucristo Cautivo, que estuviste preso por la injusticia de
este mundo que te condena, y que por amor a nosotros sufriste en la Cruz; Tú
que eres el Señor de los Milagros, te agradecemos por el milagro de la vida que
nos das y por la salvación ¡Gracias, Señor!
Mucha gente muestra su amor a Dios en las fiestas del Señor Cautivo y Señor de
los Milagros. Algunos se visten con el hábito morado y se colocan vinchas,
franjas que los distinguen como peregrinos. Esto es algo muy hermoso, pero
Jesús nos invita a revestirnos de los valores para poder hacer frente a la maldad,
la corrupción, la violencia. Hay que ponernos una nueva armadura, pues no nos
estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que
dirigen este mundo y a sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del
mundo de arriba (Efesios 6, 12)
A LA LUZ DE LA PALABRA DE
DIOS
Escuchemos la Palabra de Dios: Efesios 6, 13 – 18.
CANTO: Te sigo a Ti CNF N° 43
¿Cuáles son las armas para vencer el mal? Son las mismas que usó Cristo Jesús.
Estar con Él es vencer el mal, porque es alimento para nuestro camino de fe.
LA ARMADURA DE DIOS: (Podemos dibujarlas)
CINTURÓN = LA VERDAD: ¿Estamos en la verdad o en la mentira?
CORAZA = LA JUSTICIA: Ser personas justas y no corruptas.
CALZADO = EL ANUNCIO DEL EVANGELIO DE LA PAZ
ESCUDO = LA FE, para atajar las flechas incendiarias del demonio.
CASCO = LA SALVACIÓN
ESPADA DEL ESPÍRITU = LA PALABRA DE DIOS.
¿Dónde puedo conseguir estas armas? ¿Cuánto cuestan? Nuestra vida, nuestra
familia, nuestra iglesia, la humanidad estará segura con estas armaduras. Pidamos
a Dios que nos conceda adquirirlas y tenerlas siempre a mano: Padre Nuestro…
CANTO: Ven Espíritu de Dios CNF N° 234
Seguidor del Cautivo, ser del Señor de los Milagros, es ser luz por las buenas
obras. Así nos enseña el Señor: Mateo 5, 13 – 16.
Ante el individualismo que mata la comunión de la familia, Jesús convoca vivir y
caminar juntos. Ante la exclusión, Jesús defiende los derechos de los débiles y la
vida digna de todo ser humano. De su Maestro, el discípulo ha aprendido a
luchar contra toda forma de desprecio de la vida de los pobres,… por ellos sana
a los enfermos, expulsa los demonios, trabaja por una sociedad justa y fraterna.
Ante la naturaleza amenazada, Jesús, que conocía el cuidado del Padre por las
criaturas que alimenta y embellece, nos convoca a cuidar la tierra para que
brinde abrigo y sustento a todos (Aparecida 110-113)
SÍMBOLOS DEL SEGUIDOR DE CRISTO CAUTIVO.
FRANJA DEL PEREGRINO = Se coloca sobre el pecho donde está el corazón,
sede del amor, para sentir el amor de Dios en nuestro corazón, para amarnos
unos a otros y para presentarnos firmes, sin temor Aquí estoy, Señor, soy tuyo.
CHALECO = Es como la coraza de que nos habla la Biblia: Tengan la
JUSTICIA como coraza. Es decir NO a la corrupción, es renunciar al mal para
cubrirnos del bien de Dios y del amor al pobre.
CINTA EN LA CABEZA = En la cabeza está el cerebro, sede de la inteligencia,
el conocimiento del bien y del mal. Significa que conozco a Jesús y Él me
conoce. Significa que escucho y leo su Palabra que guía mis pasos.
ACCIÓN: Formar tres grupos (FRANJA, CHALECO, CINTA) y que cada grupo
de niños – jóvenes con sus padres tomen uno de los símbolos del peregrino,
hagan una oración por la familia. Luego salen al frente y hacen la oración
colocándose el símbolo. Intercalar con cantos:
FRANJA: Canto: Danos un corazón (coro) CHALECO, Canto: Te sigo a Ti;
CINTA, Canto: Tu palabra.
Que el Señor todopoderoso nos bendiga y nos guarde de todo mal. En el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.