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ENCUENTRO CON PADRES

SEMES LA EUCARISTÍA ME FORTALECE


TRE 1 PARA SER BUEN PADRE DE
FAMILIA

PROPÓSITO: Reconocer que el papá y la mamá son el reflejo del amor de Dios
en su familia.

Indicaciones:
- Preparar un cartel con la frase “bienvenidos”
- Preparar un altar con la Biblia, velas y flores
- Empezar el tema con cantos dinámicos.

Bienvenida: Bienvenidos estimados padres y madres


de familia a este encuentro de reflexión y oración que les ayudará a fortalecer su
fe en Cristo y a ser mejores papás, maestros de vida cristiana para con sus hijos.
Cantemos: Si yo no tengo amor, N° 48.

ORACIÓN: Dios Padre, que nos has creado por amor y nos llamas a vivir en el
amor, haz de nuestros padres personas llenas de amor, ternura y comprensión,
para que sepan educar, escuchar y comprender a sus hijos.

Señor Jesucristo, tú que naciste y creciste en una familia, ayuda a los niños a ser
obedientes a sus padres y a tu santa voluntad.

Espíritu Santo, que eres inteligencia y sabiduría, renueva a todas las familias,
para que vivan la comunión fraterna del amor cristiano en sus hogares. Amén.

NUESTRA EXPERIENCIA
El mundo está cambiado a pasos de gigantes sorprendiéndonos cada día con
tantas cosas nuevas que nos distraen y afectan a la comunión familiar en el hogar.
Por ejemplo, hay muchas personas que son papás y mamás que se sienten como
impotentes ante la reacción y comportamiento de sus hijos. Ya no saben qué
hacer. Algunos son sabios y prudentes porque se dan tiempo para dialogar y
escuchar sus inquietudes y problemas, obteniendo buenos resultados; otros, en
cambio, actúan con dureza y violencia con sus hijos: Los maltratan físicamente o
psicológicamente, causándoles mucho daño en su vida y generando mal estar en
el hogar como familia; otros, no se preocupan de educarlos en la vida cristiana,
dejan crecer a sus hijos al margen de la fe y de la Iglesia. No asumen su
responsabilidad como verdaderos padres.
Nos preguntamos:
- ¿Qué hacer frente a esta realidad?
- ¿Quién nos puede ayudar para ser buenos y mejores padres de familia?
La Iglesia nos ofrece lindos espacios, como, por ejemplo, la catequesis, jornadas
espirituales, para ayudar a los padres de familia a ser mejores personas, capaces
de dar amor escuchando, dialogando y tratando con delicadeza a los hijos como
nos enseña la Palabra de Dios.

A LA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS

Escuchemos la Palabra de Dios: Efesios 6, 2 – 4.


“Hijos, obedezcan a sus padres, porque esto es lo justo. El primer mandamiento
que contiene una promesa es este: Honra a tu padre y a tu madre para que te
vaya bien y vivas mucho tiempo en la tierra. Padres, no irriten a sus hijos;
edúquenlos, más bien, en la disciplina e instrúyanlos en el amor de Dios”.
Palabra de Dios.
Canto: Somos la Iglesia, N° 57.
Dialoguemos de dos en dos (o se puede organizar grupos):
- ¿Qué implica cumplir el mandamiento: ¿Honrar padre y madre?
- ¿Cuáles son las actitudes de los padres que irritan a los hijos?
- ¿Cómo se instruye a los hijos en el amor de Dios?

REFLEXIÓN:
La familia es y debe ser el lugar donde todos nos sintamos bien, porque no debe
faltar el amor cristiano que se demuestra en las buenas actitudes y prácticas de
valores en el hogar: Como por ejemplo, el respeto, obediencia, diálogo y el buen
trato de los padres a los hijos con palabras alentadoras: Qué bien, tú puedes, eres
inteligente, mañana lo harás mejor, no tengas miedo porque Dios está contigo…
En cambio, cuando los padres tratan con dureza a los hijos les hacen mucho
daño, sembrando en ellos mucho odio y resentimiento. Un buen padre de familia
siempre se preocupa de enseñar a sus hijos lo que es más importante: Apoyarles
en la preparación para que reciban los sacramentos, a amar a Dios, a sí mismo, a
los demás y a la creación con el ejemplo de vida. El amor renueva, sana y da
mucha paz a la familia. Así están llamandos a vivir todas las familias de fe y
esperanza en el Señor, contribuyendo en la construcción de un mundo nuevo.
Imponer disciplina a los hijos, no significa actuar con violencia, sino ayudarles a
ser ordenados en la vida, proponiéndoles un horario de actividades (no deben
estar todo un día en la Tv) y dándoles responsabilidades en el hogar, y así se van
formando como buenas personas, con espíritu de amor al trabajo y de servicio a
los demás. Los padres que hacen todo a sus hijos y no les enseñan para la vida,
les hacen mucho daño. El hogar es la escuela donde los hijos se deben formar
como personas para afrontar el futuro de su vida con responsabilidad.
POR QUÉ LA EUCARISTÍA ES FORTALEZA PARA SER BUEN PADRE
DE FAMILIA
La tarea de educar a los hijos es ardua y difícil. A veces se vuelve un poco
cansado queriendo tirar la toalla. Pero esto no es la solución. La única alternativa
para fortalecer la fe, el amor y la vocación de ser mejores papás es acercarnos
cada día al Señor de la vida que nos dice: “Vengan a mí, los que se sienten
cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí,
que soy tolerante y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su vida”
(Mateo 11, 28 – 29)
Todos necesitamos descanso después del trabajo y después de cumplir con las
diferentes obligaciones, ocupaciones y deberes en el hogar. No hay mejor manera
de descansar que hacerlo en el Señor. Por eso estamos llamados a participar
como familia de la Santa Eucaristía, sacramento de unidad, de renovación y de
comunión con Cristo y con los demás.
 La Eucaristía es encuentro y unión íntima con Cristo fuente de vida y de amor:
“Quien come mi Carne y bebe mi Sangre habita en mí y yo en él” (Juan 6,
56). Los padres de familia que se unen a Cristo Eucaristía se convierten en
eucaristías vivientes amando y comprendiendo a sus hijos en su realidad
concreta con gestos de cariño, por ejemplo, jugar con ellos, aprovechando los
espacios de unión familiar (horas de las comidas) para orar, conversar y
escucharles con atención. Se convierten en padres amigos de sus hijos,
inspirándoles confianza.

 La Eucaristía nos llena de vida nueva: “Yo he venido para que tengan vida y
vida en abundancia” (Juan 10, 10). Es la vida que los padres están llamados a
dar y compartir con los hijos, transmitiéndoles alegría y felicidad, ya que ellos
son el futuro de la Iglesia y de la sociedad.

 La Eucaristía es comunión con Cristo que nos separa del pecado: “El Cuerpo
de Cristo que recibimos en la comunión es “entregado por nosotros”, y la
Sangre que bebemos es “derramada por muchos para el perdón de los
pecados” (CIC, N° 1393) La Eucaristía nos purifica de los pecados y nos
preserva de tipo de pecado por ejemplo la ira, la impaciencia, violencia,
indiferencia, etc, que hacen mucho daño a la familia, especialmente a los
niños. El Papa Francisco nos dice: “En la familia madura la primera
experiencia de la comunión entre personas…Aquí se aprende la paciencia y
el gozo del trabajo, el amor fraterno, el perdón generoso…el culto divino y
la ofrenda de la propia vida” (AL. 86)

 Para dialogar: ¿Por qué es importante educar a los hijos en los valores
cristianos?

 Cristo presente en la Eucaristía reaviva nuestro amor y nos hace capaces de


entenderlo y vivirlo con todas sus características: Amable, generoso, que lo
perdona y lo disculpa todo, que no es celoso, que comprende a las personas
como tal y hace de las familias verdaderos hogares de Nazaret.

 El encuentro con fe de los padres y madres de familia con Cristo Eucaristía,


los transforma en personas de misericordia y los capacita para obrar como el
Señor lo hizo:

o Perdonando y acogiendo con alegría al hijo pródigo que regresó


arrepentido con la esperanza de empezar una vida nueva (Lucas 15,
11ss)
o Perdonó y llenó de alegría la vida de la mujer adúltera (Juan 8, 1ss)
o Siempre acogió con cariño a los niños (Lucas 18, 15-17)

 La responsabilidad de cuidar y educar a los hijos en la vida cristiana es del


papá y de la mamá, porque el hijo es fruto de amor de los dos. Al respecto, el
Papa Francisco nos dice: “Todo niño tiene el derecho de recibir el amor de
una madre y de un padre, ambos necesarios para la maduración íntegra y
armoniosa. Los padres, así, muestran a sus hijos el rostro materno y el
rostro paterno del Señor y son cooperadores del amor de Dios Creador.
Además, ellos juntos – padre y madre – enseñan el valor de la reciprocidad,
de encuentro entre diferentes, donde cada uno aporta su propia identidad y
sabe también recibir del otro. No se trata solo del amor del padre y de la
madre por separado, sino también del amor entre ellos, percibido como
fuente de la propia existencia, como nido que acoge y como fundamento de
la familia. De otro modo, el hijo parece reducirse a una posesión
caprichosa. Si por alguna razón inevitable falta uno de los dos, es
importante buscar algún modo de compensarlo, para
favorecer la maduración adecuada del hijo” (AL, 172).

 Para dialogar: ¿Por qué es importante que el niño


crezca y se forme bajo el abrigo de papá y mamá?

ORACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA DE


NAZARET:
Jesús, María y José, en ustedes contemplamos el esplendor
del verdadero amor, a ustedes confiados nos dirigimos,
para pedirles que hagan también de nuestras familias, lugares de comunión y
oración, auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más allá en nuestras familias momentos de
violencia y división; que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto
consolado y curado.
Sagrada Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos del carácter sagrado
e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios. Jesús, María y
José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.

ENCUENTRO CON PADRES


SEMES
TRE 2 LA EUCARISTÍA ME FORTALECE LA
FE DE FAMILIA

Bienvenida: Hermanos y hermanas, bienvenidos a


esta celebración de fe, que nos hace recordar la
responsabilidad que tenemos de ser testimonio de
Jesús para que nuestros hijos crezcan en edad, sabiduría y gracia delante de Dios
y de todos los hombres.
CANTO: San Juanito a las familias
ORACION INICIAL
Padre Celestial, nos has dado un modelo de vida en la Sagrada Familia de
Nazaret
Ayúdanos, Padre amado,
a hacer de nuestras familias, auténticas escuelas fe
Donde reine amor, la paz y la alegría.
Enséñanos a ver a Jesucristo
En los miembros de nuestra familia
Especialmente en los momentos de angustia.
Haz que el corazón de Jesús Eucaristía, haga nuestros corazones
Mansos y humildes como el suyo y ayúdanos a sobrellevar las obligaciones
Familiares de una manera santa.
Haz que nos amemos más y más unos a otros cada día
Como Dios nos ama a cada uno de nosotros y a perdonarnos mutuamente
nuestras faltas, como Tú perdonas nuestros pecados.
Ayúdanos, oh Padre amado, a recibir todo lo que nos das
y a dar todo lo que quieres recibir con una gran sonrisa.
Inmaculado Corazón de María, causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.
Santos Ángeles de la Guarda permanezcan a nuestro lado, guiándonos y
protegiéndonos. Amén.

CANTO: Venimos a tu mesa (CNF 86)


Este canto está inspirado en la Palabra de Dios, por eso vale la pena meditarlo y
orar con él. Pedimos que alguien lea la primera estrofa:
El que come tu cuerpo, siempre vivirá,
el que bebe tu sangre nunca morirá.

Esto lo dijo Jesús: El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna
(Juan 6, 54) Lo dijo inspirándose en la familia, en esa relación vital que hay del
niño con la madre en el vientre materno: allí nos alimentamos del cuerpo y
sangre de nuestra madre unidos en el más grande amor. Así también, la familia se
fortalece con la Eucaristía que es Jesús.
Otra lee la segunda estrofa:
Duro y largo el camino cuando solo voy,
pero se hará ligero si contigo estoy.
El camino de la familia es difícil, muy delicado. Hay problemas, obstáculos para
el ser y la misión de la familia en este mundo de hoy. ¿Cuáles son las situaciones
más problemáticas? Serán muchas, pero aquí está Jesús Eucaristía: siempre
presente en el Templo en el Pan consagrado, siempre en la familia diciendo:
Vengan a Mí los que van cansados y agobiados, llevando pesadas cargas, Yo los
aliviaré (Mateo 11, 28)
Alguien lee la tercera estrofa:
Sólo viviendo unidos podremos llegar
a vivir la alegría de la fraternidad.

El Papa Francisco dice que el gran riesgo del mundo actual - de cada familia –
con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista
que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres
superficiales… Cuando esto sucede, ya no hay espacio para los demás, ya no
entran los pobres, ya o se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría
de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien (Evangelium Gaudium
2) La Eucaristía es alegría en la unión como canta el profeta Isaías: Salto de
alegría delante de Yavé y mi alma se alegra en mi Dios… Como un joven se casa
con su novia, así el que te reconstruyó se casará contigo y como el esposo goza
con su esposa, así harás las delicias de tu Dios (Isaías 61, 10 y 62, 5).
Otro lee la cuarta estrofa:
Quien se sienta a tu mesa debe perdonar,
Olvidar las ofensas y al hermano amar.
Jesús Eucaristía nos invita a la reconciliación. Una familia en pleitos no puede
compartir la mesa en paz; los alimentos se vuelven amargos y no te nutren, hasta
te puede causar indigestión y gastritis, porque el alimento se comparte en familia,
en paz. Pedro preguntó a Jesús ¿Cuántas veces tengo que perdonar las ofensas de
mi hermano? Nosotros también ponemos límites al amor, al perdón: una vez te
perdono, pero no soy zonzo para perdonarte otra vez. Pero el amor no tiene
límites, por eso Jesús enseña con su palabra y ejemplo: No te digo siete veces,
sino setenta veces siete (Mateo 18, 21-22) es decir, siempre hay que perdonar,
porque Dios siempre nos persona, nunca nos condena.
Alguien lee la quita estrofa:
Si recibes a Cristo en la Comunión,
recibe a tus hermanos en tu corazón.

La Eucaristía es AMOR, amor al prójimo concreto, histórico; no al hermano


ideal, perfecto, que no existe. Existe el papá con sus virtudes y defectos, la mamá
que no es perfecta, los hijos que son como son y no como quisiéramos que sean,
nos aceptamos como somos, imperfectos. Así nos ama Dios, incluso con nuestros
errores y pecados. Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen (Lucas
23,34) ruega Jesús en la cruz por los desgraciados que lo trituran y sí saben lo
que hacen, porque todos sabemos que matar a un inocente es malo.
La Eucaristía fortalece la fe de mi familia, fortalece el amor que nos une más que
nada y si amamos a Dios, hay que amarnos unos a otros: Si uno dice Yo amo a
Dios y odia a su hermano, es un mentiroso. Si no ama a su hermano, a quien ve,
no puede amar a Dios, a quien no ve (1 Juan 4, 20)
Leemos la última estrofa del canto:
No puedes ser cristiano si en tu corazón
siembras envidias y odios, guerra y perdición.

En su visita al Perú, el papa Francisco enfocó su atención sobre ciertos pecados


sociales frente a los cuales la Iglesia no puede quedarse en silencio, porque son
pecados que claman al cielo. Uno es la trata de personas, forma de esclavitud
sexual, de trabajo para el lucro, donde se utiliza hasta a los menores. Otro es la
violencia contra la mujer como resultado de una tendencia machista que malogra
la familia. Y la corrupción que malogra la sociedad entera.
Lo triste de todo esto es que gente influyente que se dice cristiana realiza estos
grandes pecados. No es de Cristo quien siembra el mal, por más que haga
promesas, cultos o lo que sea, si es que no hay conversión. Nuestra vocación,
hermanos es la libertad. No esa libertad que encubre los deseos de la carne, sino
del amor… Lo que proviene de la carne: fornicación, impurezas, culto a los
ídolos y hechicería, odio, violencias, celos, furores, ambiciones, divisiones,
sectarismo y envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes. Les he dicho y se
lo repito: los que hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios (Gálatas 5, 13
ss.)
Estamos llamados a vivir la ALEGRÍA DEL AMOR, la Eucaristía que nos
fortalece y que realiza en la familia el milagro del amor.
Cantemos con sentido el canto reflexionado.

Terminamos este encuentro haciendo oraciones espontáneas por nuestras familias


también se puede usar la oración del folleto La Vida Cristina correspondiente al
mes en que estamos
Oramos con el Padre Nuestro y Ave María.
Canto final: Yo Soy (88).
ENCUENTRO CON PADRES

JESUCRISTO, ALIMENTO DE
NUESTRO CAMINO DE FE
Encuentro de Padres-Madres-Niños-Jóvenes de Eucaristía y Confirmación
OCTUBRE, MES MORADO.
Este mes es privilegiado para acercarnos a Jesús Eucaristía que nos alimenta con
el pan del cielo y así caminar firmes en nuestra fe. Bienvenidos a este encuentro
con el Señor.
CANTO: Jesús anunciaba CNF N° 141
ORACIÓN: Señor Jesucristo Cautivo, que estuviste preso por la injusticia de
este mundo que te condena, y que por amor a nosotros sufriste en la Cruz; Tú
que eres el Señor de los Milagros, te agradecemos por el milagro de la vida que
nos das y por la salvación ¡Gracias, Señor!
Mucha gente muestra su amor a Dios en las fiestas del Señor Cautivo y Señor de
los Milagros. Algunos se visten con el hábito morado y se colocan vinchas,
franjas que los distinguen como peregrinos. Esto es algo muy hermoso, pero
Jesús nos invita a revestirnos de los valores para poder hacer frente a la maldad,
la corrupción, la violencia. Hay que ponernos una nueva armadura, pues no nos
estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que
dirigen este mundo y a sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del
mundo de arriba (Efesios 6, 12)

A LA LUZ DE LA PALABRA DE
DIOS
Escuchemos la Palabra de Dios: Efesios 6, 13 – 18.
CANTO: Te sigo a Ti CNF N° 43
¿Cuáles son las armas para vencer el mal? Son las mismas que usó Cristo Jesús.
Estar con Él es vencer el mal, porque es alimento para nuestro camino de fe.
LA ARMADURA DE DIOS: (Podemos dibujarlas)
CINTURÓN = LA VERDAD: ¿Estamos en la verdad o en la mentira?
CORAZA = LA JUSTICIA: Ser personas justas y no corruptas.
CALZADO = EL ANUNCIO DEL EVANGELIO DE LA PAZ
ESCUDO = LA FE, para atajar las flechas incendiarias del demonio.
CASCO = LA SALVACIÓN
ESPADA DEL ESPÍRITU = LA PALABRA DE DIOS.
¿Dónde puedo conseguir estas armas? ¿Cuánto cuestan? Nuestra vida, nuestra
familia, nuestra iglesia, la humanidad estará segura con estas armaduras. Pidamos
a Dios que nos conceda adquirirlas y tenerlas siempre a mano: Padre Nuestro…
CANTO: Ven Espíritu de Dios CNF N° 234
Seguidor del Cautivo, ser del Señor de los Milagros, es ser luz por las buenas
obras. Así nos enseña el Señor: Mateo 5, 13 – 16.
Ante el individualismo que mata la comunión de la familia, Jesús convoca vivir y
caminar juntos. Ante la exclusión, Jesús defiende los derechos de los débiles y la
vida digna de todo ser humano. De su Maestro, el discípulo ha aprendido a
luchar contra toda forma de desprecio de la vida de los pobres,… por ellos sana
a los enfermos, expulsa los demonios, trabaja por una sociedad justa y fraterna.
Ante la naturaleza amenazada, Jesús, que conocía el cuidado del Padre por las
criaturas que alimenta y embellece, nos convoca a cuidar la tierra para que
brinde abrigo y sustento a todos (Aparecida 110-113)
SÍMBOLOS DEL SEGUIDOR DE CRISTO CAUTIVO.
FRANJA DEL PEREGRINO = Se coloca sobre el pecho donde está el corazón,
sede del amor, para sentir el amor de Dios en nuestro corazón, para amarnos
unos a otros y para presentarnos firmes, sin temor Aquí estoy, Señor, soy tuyo.
CHALECO = Es como la coraza de que nos habla la Biblia: Tengan la
JUSTICIA como coraza. Es decir NO a la corrupción, es renunciar al mal para
cubrirnos del bien de Dios y del amor al pobre.
CINTA EN LA CABEZA = En la cabeza está el cerebro, sede de la inteligencia,
el conocimiento del bien y del mal. Significa que conozco a Jesús y Él me
conoce. Significa que escucho y leo su Palabra que guía mis pasos.
ACCIÓN: Formar tres grupos (FRANJA, CHALECO, CINTA) y que cada grupo
de niños – jóvenes con sus padres tomen uno de los símbolos del peregrino,
hagan una oración por la familia. Luego salen al frente y hacen la oración
colocándose el símbolo. Intercalar con cantos:
FRANJA: Canto: Danos un corazón (coro) CHALECO, Canto: Te sigo a Ti;
CINTA, Canto: Tu palabra.

ORACIÓN FINAL Y BENDICIÓN.


Señor, ilumina la mente de nuestros hijos para que conozcan el camino que tú has
querido para ellos, para que te puedan dar gloria y alcancen la salvación.
Sostenlos con tu fuerza, para que alienten en su vida los ideales de tu Reino.
Ilumínalos también a nosotros, sus padres, para que les ayudemos a reconocer su
vocación cristiana y a realizarla generosamente, colaborando con tus
inspiraciones interiores. Amén.

Que el Señor todopoderoso nos bendiga y nos guarde de todo mal. En el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

CANTO: Cristo te necesita para amar CNF N° 135.

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