Motivar es impulsar a alguien a iniciar acciones, encaminadas a conseguir objetivos
específicos y a persistir en el intento hasta alcanzarlo. Por lo tanto, toda acción encaminada realmente a motivar ha de tener en cuenta imprescindiblemente éstos tres elementos: activación, dirección y persistencia.
Muchas veces el dinero cumple la función de motivación y por caso muchísimas
organizaciones y empresas la emplean para motivar a su empleados y así conseguir mejores performances. Otro uso que también le atribuimos a este término permite indicar el ánimo que se le da a alguien para que se interese por una actividad, tarea, profesión determinadas y que tiene que ver con el interés, la capacidad o la inclinación que le observamos a esa persona y que entonces nos impulsa a mencionárselo y animarlo a que lo vea y actúe en tal sentido. Si Juan no me hubiese motivado como lo hizo no creo que me hubiese decidido a escribir el libro.
Cabe destacarse que el motivo siempre se erige
como una causa o la razón que desencadenará una manera de proceder, o en su defecto la presencia de algo o de alguien. Por ejemplo, si alguien tiene hambre es el motivo que lo llevará a prepararse una comida. Laura quiere recibirse sí o sí este año, ese será entonces el motivo por el cual se la pasa larguísimas horas estudiando. En tanto, a ese motivo lo conocemos popularmente como motivación y se erige sin dudas como la razón por la cual las personas realizamos determinadas acciones, porque detrás del cumplimiento de cada acción, cada paso, cada objetivo, llegará la concreción de ese deseo o plan. Si no existe tal motivación, que es lo en definitivas cuentas nos impulsará a esforzarnos y a sortear posibles obstáculos, difícilmente lleguemos rápido y con ímpetu a la satisfacción de un objetivo. 6)¿Qué es la satisfacción? La satisfacción es la sensación de placer que tienen las personas cuando han hecho realidad un deseo o han cubierto una necesidad. Por ejemplo, pagar las deudas, saciar el hambre, cumplir con las pasiones o llevar a cabo ciertas exigencias, además de premiar méritos o, en su defecto, cambiar agravios por recompensas. La satisfacción puede entenderse como el cumplimiento de un deseo o la resolución de una necesidad, de manera tal que se produce sosiego y tranquilidad. Las personas se sienten satisfechas, pues, cuando logran cumplir un deseo o alcanzar una meta trazada de antemano, por lo que se alcanza un estado de bienestar.
Cuando la satisfacción acompaña a la seguridad racional de haberse hecho lo
que estaba dentro del alcance de nuestro poder, con cierto grado de éxito, esta dinámica contribuye a sostener un estado armonioso dentro de lo que es el funcionamiento mental. La satisfacción Personal
•La satisfacción personal es la impresión de
bienestar general que siente una persona respecto de su vida, de sí misma o de sus necesidades. Se trata de un estado psicológico que depende tanto de factores esenciales (que garantizan la salud y el bienestar objetivo), como secundarios (vinculados con lo emocional, lo psicológico y lo existencial). La mayor o menor sensación de satisfacción, dependerá de la optimización del consumo energético que haga el cerebro. Cuanto mayor sea la capacidad de neuro transmitir, mayor facilidad de lograr la sensación de satisfacción. La satisfacción Laboral
•La satisfacción laboral es el grado de
conformidad que una persona siente respecto a su trabajo, o sea, qué tan pleno se siente con lo que hace, dónde lo hace, para quién lo hace y qué recibe a cambio. De la satisfacción laboral depende en gran medida la motivación de los trabajadores y por lo tanto su desempeño, ya que un trabajador satisfecho es mucho más productivo que uno descontento.