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Los trastornos de la personalidad son principalmente problemas con:

• La identidad propia: pueden manifestarse como una imagen propia


inestable (p. ej., las personas fluctúan entre verse a sí mismas
amables o crueles) o como inconsistencias en los valores, las metas y
la apariencia (p. ej., las personas son profundamente religiosas en la
iglesia, pero profanas e irrespetuosas en otras partes).

• Funcionamiento interpersonal: normalmente se manifiestan como


incapacidad para desarrollar o mantener relaciones estrechas y/o
insensibilidad hacia otros (p. ej., incapacidad de sentir empatía).
Las personas que tienen trastornos de la
personalidad suelen ser:
• Incongruentes y confunden y frustran a los que las rodean (incluidos los
profesionales).
• Estas personas pueden tener dificultades para reconocer los límites entre
ellos y los demás.
• Su autoestima puede ser inapropiadamente alta o baja.
• Pueden tener estilos de vida inconsistentes, desprendidos, demasiado
emocionales, abusivos o irresponsables cuando actúan como padres, lo
cual puede provocar problemas físicos y mentales en su cóyuge o sus hijos.
• Las personas con trastornos de la personalidad pueden no reconocer que
tienen problemas.
El diagnóstico de un trastorno de
personalidad requiere lo siguiente:
• Patrón de rasgos de mala aadaptación inflexibles, persistentes y
generalizados, que abarcan ≥ 2 de los siguientes: cognición (formas de
percibirse e interpretarse a uno mismo, a los demás y los eventos),
afectividad, funcionamiento interpersonal y control de los impulsos.

• Malestar significativo o deterioro del funcionamiento generado por el


patrón maladaptativo.

• Estabilidad relativa y patrón de comienzo temprano (se rastrea al


menos hasta la adolescencia o la adultez temprana)
Además …
• Además, deben excluirse otras posibles causas de los síntomas (p. ej., otros
trastornos de salud mental, por consumo de sustancias,
traumatismo enceálico).
• Para un trastorno de la personalidad que se diagnostica en pacientes < 18
años, el patrón debe haber estado presente durante ≥ 1 año, a excepción de
los trastornos de personalidad antisocial, que no pueden ser diagnosticadas
en pacientes < 18 años.
• Debido a que muchos pacientes con un trastorno de personalidad
desconocen su enfermedad, los médicos pueden tener que obtener la
anamnesis de los médicos que han tratado a estos pacientes previamente,
otros profesionales, miembros de la familia, amigos u otras personas que
tienen contacto con ellos.
El grupo A se caracteriza por parecer raro o
excéntrico. Incluye los siguientes trastornos de la
personalidad con sus características distintivas:

Paranoide: desconfianza y sospecha

Esquizoide: falta de interés en los demás

Esquizotípico: ideas y comportamiento excéntrico


La categoría B se caracteriza por apariencia dramática,
emocional o errática. Incluye los siguientes trastornos
de la personalidad con sus características distintivas:
• Antisocial: irresponsabilidad social, desprecio por los demás, engaño,
y manipulación de los demás para su beneficio personal

• Fronterizo: intolerancia a la soledad y desregulación emocional

• Histriónico: búsqueda de atención

• Narcisista: fragilidad y desregulación subyacente de la autoestima y


sentimiento evidente de grandeza
La categoría C se caracteriza por la aparición de
ansiedad o miedo. Incluye los siguientes trastornos de la
personalidad con sus características distintivas:

• De evitación: Se evita el contacto interpersonal debido a la


sensibilidad al rechazo

• Dependiente: sumisión y necesidad de ser atendidos

• Obsesivo-compulsivo: perfeccionismo, rigidez y obstinación


Principios generales del tratamiento:

• Reducir el malestar subjetivo

• Ayudar a los pacientes a entender que sus problemas son internos

• Disminuir significativamente las conductas inadaptadas y socialmente


indeseables

• Modificar los rasgos de personalidad problemáticos


• Disminuir el malestar subjetivo (p. ej., ansiedad,
depresión) es el primer objetivo. Estos síntomas
suelen responder a un mayor apoyo psicosocial, que a
menudo implica alejar al paciente de situaciones o
relaciones muy estresantes.
• La farmacoterapia también puede ser útil para aliviar
el estrés. Controlar el estrés facilita el tratamiento del
trastorno de la personalidad subyacente.
• Un esfuerzo para que los pacientes puedan ver que sus problemas son
internos debe hacerse en forma temprana. Los pacientes necesitan
comprender que sus dificultades laborales o interpersonales son causadas
por sus formas problemáticas de relacionarse con el mundo (p. ej., con las
tareas, la autoridad o las relaciones íntimas). Para lograr esa percepción se
requiere mucho tiempo, paciencia y compromiso por parte del profesional.
• Los profesionales también necesitan comprender las áreas de sensibilidad
emocional y las formas de adaptación que operan en el paciente. Los
familiares y amigos pueden ayudar a identificar los problemas que los
pacientes y los profesionales no reconocen de no ser por ellos.
Los comportamientos inadaptados e indeseables (p. ej., la imprudencia, el
aislamiento social, la falta de seguridad en sí mismo, los arrebatos de mal genio)
deberían tratarse inmediatamente a fin de minimizar el daño continuo al trabajo y
las relaciones. El cambio conductual es más importante en los pacientes con los
siguientes trastornos de personalidad:

• Limítrofe

• Antisocial

• Con evitación
• El comportamiento normalmente puede mejorar a los pocos meses
mediante la terapia de grupo y la modificación de conductas; a menudo se
deben establecer límites en la conducta y lograr su cumplimiento.
• A veces los pacientes son tratados en un hospital de día o un ámbito
residencial.
• Los grupos de autoayuda o terapia familiar también puede ayudar a
cambiar comportamientos socialmente indeseables. Dado que la familia y
los amigos pueden actuar de maneras que refuercen o disminuyan el
comportamiento o los pensamientos problemáticos del paciente, su
intervención es útil; con instrucción, pueden ser aliados en el tratamiento.
La modificación de los rasgos de personalidad problemáticos (p. ej.,
la dependencia, la desconfianza, la arrogancia, la manipulación) lleva
mucho tiempo, normalmente > 1 año. El pilar para efectuar dicho
cambio es

• Psicoterapia individual:

• Durante el tratamiento, los profesionales tratan de identificar los problemas interpersonales a


medida que se presentan en la vida del paciente. Los profesionales así ayudan a los pacientes
a entender cómo estos problemas están relacionados con sus rasgos de personalidad y los
instruyen para que desarrollen nuevas y mejores formas de interactuar. En general, los
profesionales deben señalar reiteradamente los comportamientos indeseables y sus
consecuencias antes de que los pacientes tomen consciencia de ellos. Esta estrategia puede
ayudar a los pacientes a cambiar sus conductas maladaptativas y sus creencias erróneas. Si
bien los profesionaes deben actuar con sensibilidad, deben ser conscientes de que la bondad
y los consejos sensatos por sí mismos no cambian los trastornos de la personalidad.

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