Está en la página 1de 9

Trastorno límite de la personalidad

El trastorno límite de la personalidad: es una enfermedad mental que afecta


gravemente la capacidad de una persona para controlar sus emociones Esta pérdida de
control emocional puede aumentar la impulsividad, afectar cómo se siente una
persona sobre sí misma y repercutir negativamente en sus relaciones con los demás.

• Hay tratamientos disponibles para controlar de manera eficaz los síntomas del
trastorno límite de la personalidad.

• El índice de autolesiones y conductas suicidas es considerablemente más alto


en las personas con trastorno límite de la personalidad que en la población en
general.

• Las personas con este trastorno que están pensando en hacerse daño o en
intentar suicidarse necesitan ayuda de inmediato.

La información reciente sobre el trastorno, que conduce a tratamientos nuevos y más


efectivos, ha hecho que el pronóstico para alguien que tiene el trastorno límite de la
personalidad, también conocido como borderline, sea mucho más prometedor.

Entre los cambios importante del trastorno límite de la personalidad en la actualidad


es que se puede diagnosticar y dar tratamiento en la adolescencia, porque es en la
adolescencia o incluso antes donde los síntomas son notorios, los expertos enfatizan
que tratar el TLP lo antes posible conduce a mejores resultados a largo plazo, así como
a reducir comportamientos peligrosos y suicidas los expertos se refieren al TLP como
un trastorno biosocial, lo que significa que comienza con una inclinación biológica (o
temperamental) que se ve agravada por el entorno social.
Las personas que desarrollan TLP son, por temperamento, altamente sensibles y
reactivas emocionalmente, y sienten las cosas de manera más inmediata y más intensa
que la mayoría de las personas Y una vez que se desencadena una emoción poderosa,
tardan más en regresar a su línea de base emocional.
El TLP se desarrolla cuando una persona emocionalmente vulnerable se enfrenta a un
entorno que, no valida sus sentimientos, es decir, que no los reconoce, no es un
entorno que lo haga sentir comprendido ni de ayuda para manejarlos. En muchos
casos, los niños que desarrollan TLP han sido abusados o descuidados. Pero el
trastorno también puede ocurrir en niños que tienen padres amorosos y bien
intencionados pero que minimizan o invalidan sus reacciones emocionales, porque
parecen exageradas o inapropiadas.
¿Qué causa el trastorno límite de la personalidad?

Los científicos no están seguros de la causa del trastorno límite de la personalidad,


pero las investigaciones sugieren que los factores genéticos, medioambientales y
sociales tienen un papel.

• Historia familiar. Las personas que tienen un familiar cercano (como un padre
o hermano) con este trastorno pueden tener mayor riesgo de desarrollar el
trastorno límite de la personalidad o características del trastorno (como la
impulsividad y la agresividad).
• Factores cerebrales. Los estudios demuestran que las personas con el trastorno
límite de la personalidad pueden tener cambios estructurales y funcionales en
el cerebro, especialmente en las áreas que controlan los impulsos y la
regulación emocional. Pero no está claro si estos cambios fueron factores de
riesgo para el trastorno o causados por el trastorno.
• Factores medioambientales, culturales y sociales. Muchas personas con este
trastorno informan que han tenido acontecimientos traumáticos durante la
infancia, como abuso, abandono o adversidad. Otras personas pueden haber
sido expuestas a conflictos hostiles y relaciones inestables en las que se
sintieron invalidadas.

Aunque estos factores pueden aumentar el riesgo de que una persona tenga un
trastorno límite de la personalidad, no necesariamente significa que lo tendrá. De la
misma manera, puede haber personas sin estos factores de riesgo que desarrollarán el
trastorno límite de la personalidad en algún momento de su vida.

Entre los signos y síntomas pueden encontrarse los siguientes:

• Un miedo intenso de abandono, incluso llegar a medidas extremas para


evitar una separación o un rechazo real o imaginario
• Un patrón de relaciones intensas inestables, como idealizar a una persona
por un momento y luego creer que esa persona no muestra interés o es
cruel
• Cambios rápidos de identidad e imagen propias que incluyen el cambio de
metas y valores, y verse a sí mismo como malo y como si no existieras
• Períodos de paranoia relacionada con el estrés y pérdida de contacto con
la realidad, que puede durar desde algunos minutos hasta algunas horas
• Comportamiento impulsivo y riesgoso, como apuestas, conducción
imprudente, sexo inseguro, ola de gastos, atracones o abuso de drogas, o
sabotaje del éxito al dejar de repente un buen trabajo o terminar una
relación positiva
• Amenazas o conductas suicidas o autolesiones, a menudo en respuesta al
miedo de separación o rechazo
• Grandes cambios de humor que pueden durar desde algunas horas hasta
algunos días, que pueden incluir felicidad intensa, irritabilidad, vergüenza
o ansiedad
• Sentimientos continuos de vacío
• Enojo intenso, inadecuado, como perder el temperamento con
frecuencia, ser sarcástico o amargado o tener peleas físicas

Como se diagnostica
Exploración física. El médico puede realizar una exploración física y hacerte preguntas
minuciosas sobre tu salud. La evaluación puede incluir análisis de laboratorio y una
prueba para la detección del consumo de alcohol y drogas.
Evaluación psiquiátrica. En una evaluación de este tipo, se conversa sobre los
pensamientos, los sentimientos y los comportamientos; además, puede haber un
cuestionario que permita establecer un diagnóstico.
Criterios de diagnóstico del Manual DSM-5. El médico puede comparar los síntomas
que presentas con los criterios establecidos en el DSM-5 (Manual Diagnóstico y
Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-5)
Entre los criterios podemos encontrar:
1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o imaginado. (Nota: No
incluir el comportamiento suicida ni las conductas autolesivas que figuran en el
Criterio 5.)
2. Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas que se caracteriza
por una alternancia entre los extremos de idealización y de devaluación.
3. Alteración de la identidad: inestabilidad intensa y persistente de la autoimagen
y del sentido del yo. 4. Impulsividad en dos o más áreas que son
potencialmente autolesivas (p. ej., gastos, sexo, drogas, conducción temeraria,
atracones alimentarios). (Nota: No incluir el comportamiento suicida ni las
conductas autolesivas que figuran en el Criterio 5.)
4. Comportamiento, actitud o amenazas recurrentes de suicidio, o conductas
autolesivas.
5. Inestabilidad afectiva debida a una reactividad notable del estado de ánimo (p.
ej., episodios intensos de disforia, irritabilidad o ansiedad que generalmente
duran unas horas y, rara vez, más de unos días).
6. Sensación crónica de vacío.
7. Enfado inapropiado e intenso, o dificultad para controlar la ira (p. ej.,
exhibición frecuente de genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).
8. Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés o síntomas disociativos
graves.
Aspectos asociados que apoyan el diagnóstico
• Las personas con trastorno de la personalidad límite pueden mostrar un patrón
en el que se boicotean a sí mismas cuando están a punto de alcanzar una meta

• Algunos individuos desarrollan síntomas de tipo psicótico (p. ej., alucinaciones,


distorsiones de la imagen corporal, ideas de referencia, fenómenos
hipnagógicos)
durante los momentos de estrés.

• Los individuos con este trastorno pueden sentirse más seguros con los objetos
de transición (es decir, un animal doméstico o una posesión inanimada) que en
las relaciones interpersonales.

El tratamiento

del paciente con TLP puede abordarse de diversas maneras, pero en general los
pacientes con sintomatología poco intensa y/o un adecuado nivel funcional pueden
beneficiarse de un tratamiento ambulatorio centrado en psicoterapia individual,
precisando o no tratamiento psicofarmacológico. Mientras que los pacientes con
intensa sintomatología y/o un pobre nivel funcional precisan de un tratamiento
multidisciplinar más intensivo centrado en psicoterapia individual, familiar y grupal
junto con tratamiento psicofarmacológico coadyuvante que se administra en unidades
más especializadas.

En ocasiones, dada las dificultades de contención y la inestabilidad del paciente es


preciso su ingreso. Resumiendo, se disponen de diferentes niveles asistenciales según
la gravedad del paciente: Centro de Salud Mental (bajo riesgo autolítico, buen
funcionamiento y soporte adecuado) y Hospital de Día (alto riesgo autolítico y falta de
soporte); y en cada uno de los diferentes niveles se aplican diferentes programas
terapéuticos: en CSM psicoterapia individual y/o grupal y en Hospital de Día
psicofármacos, psicoterapia individual y/o grupal, grupos psicoeducativos, terapia de
familia, etc. Así pues, el abordaje del TLP requiere de un plan de tratamiento integral.
Desde una visión más sencilla, podemos entender el tratamiento integral como el
tratamiento con psicoterapia y/o fármacos aplicados a un paciente con TLP.

Avanzando un poco más en la complejidad del tratamiento específico del paciente con
TLP se puede determinar que los programas específicos (en CSM o en Hospital de Día
p. Ej. constituyen un tratamiento integral. En otro grado mayor de complejidad el
tratamiento integral del TLP incluye la implicación y la coordinación entre los
diferentes dispositivos de la red local de salud mental (CSM, Hospital de Día, Unidades
de Hospitalización, Centros de Adicción a las Sustancias, etc.…).
En definitiva, el tratamiento integral del TLP incluye todo lo anterior. Una vez
planteado el tipo de tratamiento idóneo para el TLP, cabe preguntarse por la
evaluación de sus resultados. La falta de referencias en este sentido puede guardar
relación con la gran complejidad de diseñar estudios que abarquen de forma global
todos los aspectos implicados en el tratamiento integral del TLP. Sí que se han
publicado estudios y artículos en relación con algunos de los aspectos implicados en el
tratamiento del TLP (fármacos, programas y psicoterapias, siendo estas últimos los
más frecuentes) y posteriormente se hará referencia a algunos de ellos, enfatizando
los que se aplican en Hospital de Día donde se realizan tratamientos para los TP y
específicamente, en algunos de ellos, para los TLP. (4)

Debemos mencionar, sin ser la parte más importante del tratamiento del TLP, las
características generales del tratamiento psicofarmacológico. No existe ningún trabajo
que haya demostrado ninguna especificidad o eficacia por ningún tratamiento
farmacológico específico y esto podría estar en relación con dificultades al diseñar los
estudios. En primer lugar, por la gran variabilidad de criterios diagnósticos y la
heterogeneidad clínica, en segundo lugar, por la alta frecuencia de comorbilidad de eje
I y/o II con el TLP y finalmente por la alta tasa de abandonos y de incumplimiento
terapéutico asociada a la alta inestabilidad del paciente con TLP.

Debido a todo lo anterior, el uso de un determinado fármaco no puede ayudar a


definir el subtipo clínico del paciente, por lo que los objetivos del tratamiento
farmacológico serían tratar el síntoma estado y la vulnerabilidad del rasgo. Pueden
utilizarse desde ISRS antipsicóticos, Litio y eutimizantes a otros más recientes como la
Naltrexona y los ácidos grasos Omega-3 que ayudarían al control de la impulsividad y
finalmente en casos de comorbilidad con trastorno depresivo mayor grave incluso TEC
(terapia electroconvulsiva). Los fármacos que deben usarse con mucho cuidado son las
benzodiacepinas (BZD) ya que con mayor frecuencia que en la población general, se
dan reacciones paradójicas asociadas presentando inquietud y agitación en vez de
efecto ansiolítico. (5, 6)
No cabe duda, que la parte más importante del tratamiento del TLP es la psicoterapia.

En el TLP se trabaja desde dos orientaciones psicoterapéuticas diferentes: la


Psicodinámica (como ejemplos de grupos de esta orientación tenemos la
Mentalización de Bateman y Fonagy y la Terapia Focalizada en la Transferencia de
Kernberg y Clarkin) y la Cognitivo-conductual (como la Terapia Cognitiva para los TP de
Beck y Freeman, la Terapia de Esquemas de Young, la Terapia Dialéctico Conductual de
Linehan y la Terapia Icónica de Soledad Santiago) (7).

Pueden encontrarse en la literatura multitud de trabajos que evalúan diferentes


psicoterapias para el tratamiento del TP y del TLP en los que dadas las dificultades para
comparar una determinada psicoterapia con un placebo (el no intervenir podría
considerarse una intervención en sí y no se ha consensuado una psicoterapia estándar)
se opta por comparar una determinada psicoterapia con otra y evaluar si
significativamente una es más eficaz que la otra (8, 9, 10).
Como ejemplo de lo anterior de Kernberg y Clarkin en 2007 (11) en el que publicaban
los resultados de un ensayo clínico glorificado realizado por ellos en el que se
comparaban tres psicoterapias diferentes a nivel ambulatorio para TLP: la dialéctico
conductual (TDC), la psicodinámica de soporte y la centrada en la transferencia (TFP) y
que concluía que: aunque las tres intervenciones mejoraban la ansiedad, la depresión
y el funcionamiento global, la TFP mejoraban el funcionamiento en más variables que
las otras dos (destacando la disminución de conducta suicida, la ira y la impulsividad, la
irritabilidad y la hetero agresividad) sin concretar qué mecanismos permitían esta
mejoría.

Como caso anecdótico, y por eso se cita, Paris en 2007(12) publicó un trabajo en el que
describe dos casos ambulatorios en los que se realizó "psicoterapia intermitente", es
decir se atendieron de forma aislada a pacientes en fase de crisis sin poderse realizar
seguimiento posteriormente (lo que en la práctica clínica es bastante habitual). Paris,
postula que dado que en la mayoría de los pacientes con TP las intervenciones a nivel
ambulatorio en la práctica suelen ser de este tipo sin que posteriormente haya un
empeoramiento del funcionamiento del paciente quizás este tipo de intervenciones
podrían aplicarse a casos de TP no graves en los que la sintomatología remite con el
tiempo (como por ejemplo el TLP) permitiendo un tratamiento breve y facilitando el
retorno del paciente si fuese preciso.

Factores de riesgo de Trastorno límite de la personalidad (TLP)

Ciertos factores relacionados con el desarrollo de la personalidad pueden aumentar el


riesgo de sufrir trastorno límite de la personalidad. Algunos de ellos son los siguientes:

• Predisposición genética. Es posible que tengas un riesgo más elevado si un


familiar cercano (tu madre, padre, hermano o hermana) tiene el mismo
trastorno o uno similar.
• Una infancia con episodios de estrés. Muchas personas con este trastorno
informan que han sido maltratadas sexual o físicamente, o desatendidas
durante la infancia. Algunas personas perdieron a sus padres o fueron
separadas de ellos o de una persona responsable de su cuidado muy allegada
cuando eran pequeñas, o sus padres o las personas responsables consumieron
sustancias en forma indebida o tuvieron problemas de salud mental. Otras
estuvieron expuestas a conflictos hostiles y relaciones familiares inestables.

Complicaciones: El trastorno límite de la personalidad puede dañar muchos aspectos


de tu vida. Puede afectar negativamente las relaciones íntimas, el trabajo, el estudio,
las actividades sociales y la imagen que tienes de ti mismo y dar como resultado lo
siguiente:

• Cambios o pérdidas del puesto de trabajo frecuentes


• No finalizar tu formación educativa
• Múltiples problemas legales, por ejemplo, ser condenado a prisión
• Relaciones conflictivas, problemas en tu matrimonio o divorcio
• Causarte daño a ti mismo, como cortes o quemaduras, y hospitalizaciones
frecuentes
• Involucrarte en relaciones abusivas
• Embarazos no planificados, infecciones de transmisión sexual, accidentes
automovilísticos y peleas debido a una conducta impulsiva y riesgosa
• Intento de suicidio o suicidio logrado

Además, podrías sufrir otros trastornos mentales, por ejemplo:

• Depresión
• Consumo inadecuado de alcohol u otras sustancias
• Trastornos de ansiedad
• Trastornos de la alimentación
• Trastorno bipolar
• Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
• Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
• Otros trastornos de la personalidad

Tipos de personalidad limite

• Es una afección mental que se caracteriza por un patrón continuo de estados de


ánimo, autoimagen y comportamientos inestables. Estos síntomas a menudo
resultan en acciones impulsivas y problemas en las relaciones con otras
personas, una persona con el trastorno límite de la personalidad puede tener
episodios de ira, depresión y ansiedad que pueden durar una horas hasta varios
días. Aunque los síntomas reconocibles generalmente aparecen durante la
adolescencia o la adultez temprana, los primeros síntomas de la enfermedad
pueden aparecer durante la infancia y está presente en diversos contextos, y que
se manifiesta por cinco (o más) de los siguientes hechos:

• 1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o imaginado.


• 2. Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas que se caracteriza
por una alternancia entre los extremos de idealización y de devaluación.
• 3. Alteración de la identidad: inestabilidad intensa y persistente de la
autoimagen y del sentido del yo.
• 4. Impulsividad en dos o más áreas que son potencialmente autolesivas gastos,
sexo, drogas, conducción temeraria, atracones alimentarios.
• 5. Comportamiento, actitud o amenazas recurrentes de suicidio, o conductas
autolesivas.
• 6. Inestabilidad afectiva debida a una reactividad notable del estado de ánimo
episodios intensos de disforia, irritabilidad o ansiedad que generalmente duran
unas horas y, rara vez, más de unos días.
• 7. Sensación crónica de vacío.
• 8. Enfado inapropiado e intenso, o dificultad para controlar la ira exhibición
frecuente de genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes.
• 9. Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés o síntomas
disociativos graves

CASO CLÍNICO: TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD

Datos personales:
Nombre: D. V.
Sexo: masculino
Edad: 15 años
Procedencia: Esquipulas, Chiquimula
Estado civil: soltero
Ocupación: ninguna
Motivo de Consulta:
Paciente consulta por ansiedad excesiva durante la mayor parte del día

Historia de la enfermedad:
Madre depresiva quién estuvo en tratamiento psiquiátrico y psicológico en los primeros
5 años de vida de D. V. A los 10 años,
D. V. es separado violentamente de su madre y de su hermano por un período de 7
meses, al retornar al hogar con su madre y su hermano empiezan a manifestarse crisis
de ansiedad ante tareas escolares antes relaciones con maestros y compañeros.
Presenta enfermedades psicosomáticas que impiden que acude a la escuela las
ausencias a la escuela se van haciendo más prolongadas cada vez que está a punto de
entrar a la escuela presenta una crisis de angustia perdió 2 años escolares y decide ya
no asistir a la escuela.
En su vida cotidiana se presentan dos facetas:
1. Es alegre, inteligente, creativo, con habilidad para los idiomas y las matemáticas
lo cual estudia en casa.
2. También posee fácil frustración ante eventos simples que el considera como que
no salieron bien, Ira incontrolable cuando recibe una corrección o comentario que el
considera agresivo está circunstancia se generan crisis de angustia las que duran horas
y que mitiga jugando videojuegos.

Impresión Clínica:
1. Estrés postraumático
2. Trastorno mixto, ansiedad y depresión
3. Fobia escolar
4. Trastorno límite de la personalidad

Tratamiento:
Farmacológico: sertralina e Imipramina (rechazo)
Rechaza psicoterapia.

También podría gustarte