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TRANSTORNOS DE PERSONALIDAD

Los rasgos de personalidad representan patrones de pensamiento, percepción, reacción y


relación que son relativamente estables en el tiempo. Por ejemplo, algunas personas tienden a
estar de mal humor y retraídas. Otras tienden a ser extrovertidas y sociables. La existencia de un
trastorno de personalidad se produce cuando los rasgos de personalidad se vuelven tan
pronunciados, rígidos y desadaptativos que la persona afectada tiene problemas en el trabajo, la
escuela y/o en el trato con otras personas. Estas desadaptaciones sociales pueden causar
angustia significativa en personas con trastornos de personalidad y en aquellas que las rodean.
La mayoría de las personas cuyos rasgos de personalidad son ineficaces o tienen consecuencias
negativas intentan cambiar sus patrones de respuesta. En contraste, los sujetos con un trastorno
de la personalidad no modifican sus patrones de respuesta, incluso cuando estos patrones son
repetidamente ineficaces y sus consecuencias son negativas. Estos patrones se denominan
patrones de mala adaptación, porque la gente no se ajusta (adapta) como las circunstancias lo
requieren. Los patrones de mala adaptación varían en su gravedad y en su duración.

Los trastornos de personalidad suelen aparecer al final de la adolescencia o al principio de la


edad adulta, pero pueden aparecer antes (durante la infancia). Su duración es muy variable.
Algunos tipos de trastornos de la personalidad (como el antisocial o el límite) tienden a
disminuir o a resolverse a medida que las personas envejecen. Otros (como el obsesivo-
compulsivo o el esquizotípico) tienen menos probabilidades de hacerlo. En algunas personas,
los síntomas pueden continuar, pero son menos graves. Muchas personas con un trastorno de
personalidad también presentan uno o más de uno de los trastornos siguientes: Un trastorno
depresivo o un trastorno bipolar o un trastorno relacionado con el trastorno bipolar Un trastorno
de ansiedad Trastorno somatomorfo Un trastorno por consumo de sustancias Un trastorno de la
alimentación o de la ingesta Si el paciente presenta un trastorno de la personalidad junto con
alguna de estas alteraciones, es más probable que no responda al tratamiento de estas y, por lo
tanto, que tenga peor pronóstico.

. CAUSAS DE LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

Los trastornos de la personalidad resultan de la interacción de los genes y el ambiente. Es decir,


algunas personas nacen con una tendencia genética a padecer un trastorno de la personalidad, y
esta tendencia disminuye o aumenta en función de los factores ambientales. Generalmente, los
genes y el ambiente contribuyen aproximadamente por igual al desarrollo de los trastornos de la
personalidad.

TIPOS DE TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD


Los 10 trastornos de la personalidad se pueden agrupar en tres grupos (A, B y C). Los tipos
correspondientes a cada grupo comparten ciertos rasgos básicos de personalidad, pero cada
trastorno posee sus propias características distintivas.
El grupo A se caracteriza por parecer extraño o excéntrico. Comprende los siguientes trastornos
de la personalidad, cada uno con sus características distintivas: Paranoide: desconfianza y recelo
Esquizoide: falta de interés por los demás Esquizotípico: ideas y comportamiento extraños o
excéntricos
El grupo B se caracteriza por parecer dramático, sensible o errático. Comprende los siguientes
trastornos de la personalidad, cada uno con sus características distintivas: Antisocial:
irresponsabilidad social, despreocupación por los demás y engaño y manipulación de los demás
para beneficio personal Límite: Vacío interior, miedo a ser abandonado en las relaciones,
relaciones inestables, problemas para controlar las emociones y comportamiento impulsivo
Histriónico: busca atención y se comporta de forma dramática Narcisista: necesidad de ser
admirado, falta de empatía y una visión exagerada de la propia valía (lo que se denomina
grandiosidad)
El grupo C se caracteriza porque la persona parece ansiosa o temerosa. Comprende los
siguientes trastornos de la personalidad, cada uno con sus características distintivas: Causas de
los trastornos de la personalidad Tipos de trastornos de la personalidad Evitación: evitar el
contacto interpersonal por miedo al rechazo Dependiente: sumisión y dependencia (debido a
una necesidad de recibir cuidados) Obsesivo compulsivo: perfeccionismo, rigidez y obstinación

SÍNTOMAS DE LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD


Los trastornos de la personalidad se refieren esencialmente a los problemas relacionados con
La identidad y el sentido de sí mismo: los pacientes con un trastorno de personalidad no tienen
una imagen clara o estable de sí mismos. Es decir, la manera en la que se ven cambia
dependiendo de la situación y de las personas con las que están. Por ejemplo, es posible que el
concepto que estos pacientes tengan de sí mismo alterne entre cruel y amable. También pueden
ser inconstantes en sus valores y objetivos. Por ejemplo, pueden ser al mismo tiempo
profundamente religiosos en la iglesia, pero irreverentes e irrespetuosos en otros lugares
La autoestima puede ser demasiado alta o baja. Relaciones interpersonales: las personas con un
trastorno de la personalidad se esfuerzan en establecer relaciones estrechas y estables con los
demás. Pueden ser insensibles ante los demás o emocionalmente distantes, o pueden carecer de
empatía.
Las personas con un trastorno de la personalidad a menudo parecen inconsistentes, confusas y
frustrantes para los miembros de la familia y otras personas a su alrededor, incluidos los
médicos. Su estilo de crianza puede ser errático, distante, demasiado emocional, abusivo o
irresponsable y, algunas veces, causa problemas físicos y/o mentales en sus hijos.
Las personas con un trastorno de la personalidad pueden tener problemas para saber cuáles son
las formas razonables, seguras y aceptables de tratar y comportarse con los demás. Los
pacientes con un trastorno de la personalidad no suelen ser conscientes de su responsabilidad en
la creación de sus problemas.

DIAGNOSTICO DE LA PERSONALIDAD
Evaluación de un médico, en base a criterios específicos El médico basa el diagnóstico de un
trastorno específico de la personalidad en la lista de los rasgos de personalidad (criterios)
establecida para cada trastorno según el DSM-5.
Algunas personas con un trastorno de personalidad están angustiadas por su comportamiento y
buscan tratamiento de forma activa. Otras, en cambio, no ven ningún problema en su propio
comportamiento. Por ello, no tienden a buscar ayuda por sí mismos. En cambio, debido a los
problemas y dificultades que genera su comportamiento sobre los demás, pueden ser sus
amigos, familiares o incluso los trabajadores sociales los que les impulsan a buscar ayuda
profesional.
Cuando las personas con un trastorno de personalidad solicitan ayuda, lo más probable es que el
motivo sea aliviar sus síntomas, como la ansiedad, la depresión o el abuso de sustancias, u
obtener ayuda para los problemas creados por su trastorno de la personalidad tales como el
divorcio, el desempleo, o la soledad y no por la enfermedad en sí. Cuando estos pacientes
exponen estos síntomas o problemas, el médico por lo general les hace preguntas para
determinar si podría existir un trastorno de la personalidad. Por ejemplo, el médico pregunta al
paciente cómo se ve a sí mismo y a los demás, y cómo responde cuando los demás reaccionan
de forma negativa a su comportamiento. Los trastornos de la personalidad se diagnostican de
forma insuficiente porque los médicos a veces se centran en los síntomas de ansiedad o
depresión, que pueden eclipsar las características de cualquier trastorno de personalidad
subyacente.

TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD


Psicoterapia Los trastornos de personalidad se tratan con psicoterapia, que incluye psicoterapia
individual y terapia de grupo. Es más probable que la terapia sea eficaz cuando las personas
afectadas buscan tratamiento y están motivadas para cambiar.
Los medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas de angustia, como la depresión y la
ansiedad, y pueden ayudar a controlar ciertos rasgos de la personalidad, como la agresividad.
Sin embargo, los medicamentos no pueden curar un trastorno de personalidad.
Los trastornos de la personalidad pueden ser especialmente difíciles de tratar, por lo que es
importante elegir un terapeuta con experiencia que no juzgue y que sea capaz de entender la
imagen que el paciente tiene de sí mismo, sus áreas de sensibilidad emocional y sus estrategias
habituales de afrontamiento de los problemas.

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