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UNIVERSIDAD DE SONORA

LA
BATIDA
(LA
PATADA)
Maestro: Carlos Ogarrio Perkins
Universidad de sonora

El batido
El batido está formado por movimientos alternos diagonales de las piernas
con el movimiento descendente de una coincidiendo con el movimiento
ascendente de la otra. Las direcciones principales de los batidos son hacia
arriba y hacia abajo, y por lo tanto se denominan movimientos ascendentes y
descendentes. Sin embargo, estos movimientos también contienen
componentes laterales. De hecho, las piernas realizan un batido descendente
y lateral y luego ascendente y lateral en la dirección en la que rota el cuerpo.
El componente descendente del batido es mayormente responsable de su
fuerza propulsora, mientras que el componente ascendente devuelve la
pierna a la posición en la que puede empezar otro movimiento descendente.
Las partes laterales de estos movimientos de las piernas probablemente
ayudan a estabilizar y rotar el cuerpo para que los nadadores mantengan una
buena alineación lateral al rotar de un lado al otro.
Universidad de sonora

El movimiento descendente
El movimiento descendente es un movimiento de tipo latigazo que empieza
con la flexión de la cadera, seguido de la extensión de la rodilla. Mientras
que puede parecer que el movimiento descendente empieza después de que
el pie del nadador llega a su punto más alto, no es así. De hecho el
movimiento descendente empieza cuando la pierna sube por encima de la
cadera. En este momento, el nadador flexiona ligeramente la rodilla y
empuja hacia abajo con el muslo flexionando la cadera.
La parte inferior de su pierna, que debe estar relajada, es empujada hacia
una posición aún más flexionada por la presión del agua por debajo de ella,
dando la impresión de que todavía está ejecutando el movimiento
ascendente. Sin embargo, en realidad el movimiento ascendente ha
terminado y ha empezado el movimiento descendente.
Universidad de sonora

El movimiento descendente

La acción de flexionar la cadera y empujar hacia abajo con el muslo


mientras que la parte inferior de la pierna sigue desplazándose hacia arriba
supera la inercia del movimiento ascendente anterior, lo que permite realizar
el cambio de dirección de la pierna de arriba hacia abajo con un mínimo de
esfuerzo muscular. Como ya se ha mencionado, la presión del agua por
debajo de la pierna también empujará el pie hacia una posición extendida,
con los dedos del pie apuntando hacia arriba (flexión plantar) y el pie
mirando hacia dentro (invertido) después de empezar el movimiento
descendente.
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El movimiento descendente
El agua sigue empujando la parte inferior de la pierna hacia una posición
flexionada hasta que el muslo de la nadadora esté ligeramente por debajo de
su cuerpo y su pie esté cerca o ligeramente por encima de la superficie del
agua. En este momento, la nadadora extiende la rodilla rápida y fuertemente
hasta que esté estirada del todo y ligeramente por debajo de su cuerpo, como
se ve en las figuras 4.14c y d.

La última parte del movimiento descendente es un empuje hacia abajo con


el empeine del pie que devuelve el pie a una posición natural, o
parcialmente flexionada, con los dedos casi directamente por debajo del
talón. Se ejecuta el movimiento descendente como una onda sinusoidal de
contracción muscular. Empieza con la flexión de la cadera, se desplaza a lo
largo del muslo a la rodilla, donde hay una rápida extensión de la pierna, y
desde allí hacia el pie, que es empujado hacia abajo a una posición
flexionada al finalizar el movimiento descendente.
El movimiento ascendente
El principio del movimiento ascendente coincide con el final del anterior movimiento descendente para
superar la inercia de la pierna hacia abajo y cambiar su dirección de hacia abajo a hacia arriba. Esto
ocurre de la siguiente forma. Cuando la nadadora extiende la parte inferior de la pierna hacia abajo, tiene
un efecto de rebote que empuja el muslo hacia arriba, iniciando el movimiento ascendente. El movimiento
hacia arriba del muslo también empuja la pierna hacia arriba una vez completado el movimiento
descendente. La pierna se desplazará hacia arriba, hacia delante y lateralmente en la dirección opuesta
a la rotación del cuerpo.

El efecto de la inercia del anterior movimiento descendente debería permitir a la nadadora utilizar sólo un
mínimo de esfuerzo muscular para seguir el movimiento ascendente una vez empezado. Como se indicó
en la sección anterior, el movimiento ascendente termina cuando la pierna pasa el nivel del cuerpo en su
camino hacia arriba. Esto es cuando se flexiona la cadera para el próximo movimiento descendente.
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El movimiento
ascendente
Se debe ejecutar el movimiento ascendente con la pierna estirada. La presión
del agua empujando hacia abajo contra la pierna la mantendrá extendida con
el pie en una posición natural, a medio camino entre la flexión y la
extensión, durante toda esta fase del batido. La parte inferior de la pierna y el
pie deben relajarse durante el movimiento ascendente y seguir así hasta que
la rodilla empiece a extenderse durante el próximo movimiento descendente.

El error más común que cometen los nadadores con un batido defectuoso es
que flexionan la rodilla durante el movimiento ascendente. Esto hace que la
parte dorsal de la pierna empuje hacia arriba y hacia delante contra el agua
creando arrastre por empuje que, como mínimo, reduce la velocidad de
avance y, en casos extremos, causa que algunos nadadores se desplacen hacia
atrás cuando realizan batidos con una tabla.
La amplitud del batido
El batido no debe ser ni demasiado poco profundo ni demasiado profundo. Se reducirán la
estabilización del cuerpo y la fuerza propulsora si es demasiado poco profundo, y tanto el
arrastre por forma como el arrastre por empuje aumentarán si es demasiado profundo.

El efecto de flexionar la rodilla durante el movimiento ascendente. El nadador en (a) está


ejecutando el movimiento ascendente correctamente, con la pierna estirada. El nadador en (b)
está realizando el movimiento ascendente de forma incorrecta. Flexiona la rodilla y empuja el
agua hacia delante, produciendo una fuerza contraria que reducirá su velocidad de avance.
La amplitud del batido
Cuando se completa el movimiento descendente, el pie debe estar justo por debajo de la línea
del cuerpo. Realizar un batido más profundo que esto no mejorará los efectos propulsores ni
estabilizadores del batido. Sin embargo, aumentará el área de sección del cuerpo que se
presenta al agua.

La separación óptima de las piernas en su punto más ancho es desconocida, pero


probablemente oscila entre 50 y 80 cm. Allen (1948) encontró que para aumentar la fuerza
propulsora una amplitud de batido de aproximadamente 30 cm era superior a una menos
ancha de 15 cm.
El batido diagonal

Como se indicó anteriormente, los movimientos laterales de las piernas probablemente ayudan a la rotación y estabilización
del cuerpo durante el batido. Esto es porque se facilita la rotación longitudinal del cuerpo y se puede conservar la alineación
lateral si una pierna realiza el batido en la misma dirección que la rotación del cuerpo, mientras que la otra la realiza en la
dirección opuesta. Por lo tanto, cuando los nadadores rotan el cuerpo hacia la derecha, una pierna debe realizar el batido
diagonalmente hacia abajo y hacia la derecha, mientras que la otra lo realiza diagonalmente hacia arriba y hacia la
izquierda. Estos movimientos diagonales de las piernas se invierten cuando el cuerpo se rota hacia el lado izquierdo.

El ejercicio común de practicar el batido con una tabla puede ser bueno para mejorar la resistencia de las piernas, pero
inhibe el batido diagonal. Por esto, la mayoría de los ejercicios de batido deben realizarse sin tabla para que el batido pueda
utilizarse en combinación con la rotación del cuerpo. Un ejercicio para este fin, el batido de lado, se describe más adelante
en este capítulo.
¿Se debe utilizar el batido para la propulsión?
El hecho de que se pueda utilizar el batido tanto para la propulsión como para la estabilización se debatió
en el capítulo 1. La pregunta aquí es si los nadadores de estilo libre deben utilizarlo para la propulsión o
simplemente como estabilizador. Adrián, Singh y Karpovich (1966) han proporcionado la Información más
provocadora en cuanto a este tema. Midieron el consumo de oxígeno de 12 nadadores competidores
mientras sólo realizaban el batido, sólo utilizaban los brazos y cuando nadaban con el estilo completo.
Afirmaron que los nadadores utilizaban casi cuatro veces más oxígeno cuando sólo realizaban el batido
que cuando sólo utilizaban los brazos. Los requerimientos de oxígeno eran 24,5 l cuando realizaban el
batido a una velocidad de 3,5 pies por segundo (57 s para 50 yardas), comparado con unos requerimientos
de sólo 7 l cuando nadaban sólo con los brazos a la misma velocidad. Estos resultados también son
confirmados por el trabajo de otros investigadores (Astrand, 1978; Charbonnier et al., 1975; Holmer, 1974),
quienes encontraron que realizar sólo el batido aumentaba considerablemente el coste energético de la
natación.
Estos datos presentan un argumento persuasivo para que los nadadores fondistas y
mediofondistas reduzcan sus esfuerzos en el batido para conservar la energía durante sus
pruebas. Los requerimientos energéticos del batido son desproporcionadamente grandes en
relación con la propulsión adicional que pueden proporcionar las piernas. Por lo tanto, parece
aconsejable reducir el esfuerzo de las piernas al mínimo requerido para el apoyo y la
estabilización durante las pruebas de fondo y medio fondo. Al hacerlo, los nadadores retrasarán la
fatiga de manera que puedan nadar con una velocidad media más rápida durante toda la prueba.
Sin embargo, las carreras de velocidad son otra cosa. Es más importante aumentar la fuerza
propulsora que conservar la energía en una distancia corta. Por lo tanto, los nadadores deben
realizar un batido vigoroso en las carreras de velocidad y durante el acelerón final en las carreras
de fondo y medio fondo.

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