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Este documento discute conceptos clave de la sociología como la entropía y la teoría del caos. Explica que la entropía se refiere al grado de desorden de un sistema y puede ser positiva o negativa dependiendo del contexto. También presenta cuatro escenarios fenomenológicos que expresan cómo las sociedades responden al cambio: la cinética del arraigo, el activismo cotidiano, la entropía educativa y el transformacionismo. Por último, resume la teoría del caos en sistemas sociales y cómo pequeños cambios
Este documento discute conceptos clave de la sociología como la entropía y la teoría del caos. Explica que la entropía se refiere al grado de desorden de un sistema y puede ser positiva o negativa dependiendo del contexto. También presenta cuatro escenarios fenomenológicos que expresan cómo las sociedades responden al cambio: la cinética del arraigo, el activismo cotidiano, la entropía educativa y el transformacionismo. Por último, resume la teoría del caos en sistemas sociales y cómo pequeños cambios
Este documento discute conceptos clave de la sociología como la entropía y la teoría del caos. Explica que la entropía se refiere al grado de desorden de un sistema y puede ser positiva o negativa dependiendo del contexto. También presenta cuatro escenarios fenomenológicos que expresan cómo las sociedades responden al cambio: la cinética del arraigo, el activismo cotidiano, la entropía educativa y el transformacionismo. Por último, resume la teoría del caos en sistemas sociales y cómo pequeños cambios
Reflexión crítica Análisis de la mentalidad racionalista y el enfoque hermenéutico La cosmovisión y la comprensión del sujeto, las estructuras del pensamiento, las creencias y prácticas contemporáneas contempladas desde dimensiones que lo encuadran en marco teórico conceptual Metodología: Investigación-Acción/Ver-Actuar- Juzgar Entropía y comportamiento entrópico
La Teoría del Caos
La segunda ley de la termodinámica establece Es todo proceso, sea natural o artificial, que se realiza a costa de la generación de entropía. En el sentido más amplio se puede decir que entropía es el grado de desorden de un sistema. Entendiendo que el sistema puede ser cerrado, abierto o aislado, ese desorden crecerá de diferente manera en cada caso. Este concepto, también, podemos verle aplicado en mecánica estadística, teoría de la información y seguridad entrópica Todo sistema tiende progresivamente a presentar un conjunto de eventos cada vez mas desordenados. Este grado de desorden fue inicialmente concebido en termodinámica. Un sistema cerrado con baja entropía es un sistema ordenado (termino difícil de explicar); veamos algunos ejemplos: una ciudad ordenada en su infraestructura tiene bajo nivel de entropía pero después de la devastación producida por un terremoto, todo queda desordenado y la entropía de esa ciudad aumenta enormemente. En el ámbito social, hay algunos que opinan que la entropía social es, por acción y definición, un fenómeno cíclico, complejo y dinámico, a partir del cual puede afirmarse que toda sociedad tiene en sí misma el germen de su diversidad, de su progresión, pero también del caos necesario para engendrarlo. Algunas especies vivientes bien sean insectos o animales superiores y muy en especial la humana tienden a postergar, alargar o enfrentarse de alguna manera a la ley de la entropía. Los seres humanos y otras criaturas vivientes son capaces de reordenar su entorno después de una catástrofe. La naturaleza inanimada (sin seres vivientes) no es capaz de enfrentarse y retardar el proceso entrópico. Muchos países quedaron destruidos por guerras y por fenómenos de la naturaleza (terremotos, tsunamis, ciclones, inundaciones) pero después de un tiempo, logran el orden de nuevo. Nidos de hormigas, abejas y otros insectos, pueden ser destruidos y al cabo de un tiempo están reconstruidos y ordenados como inicialmente estaban. En este sentido se podría pensar en cuatro escenarios fenomenológicos en los cuales se expresa esa respuesta del pensamiento y del hecho social: El primer escenario es la Cinética del Arraigo, una especie de aureola, que responde a la idea: El arraigo genera cierta movilidad que tiene que ver con la defensa de las ideas o de las prácticas a las cuales se está arraigado. Es la energía resultado de esta movilidad, aquella que expresa lo que en la práctica ocurre cuando las personas presentamos resistencia al cambio. Cualquier alteración de la zona de confort genera incomodidad, muchas veces, incapacidad de adaptarse a tales rupturas. El segundo escenario es el que he denominado Activismo cotidiano, es un mecanismo de defensa interesante, pero que no aporta mucho a las lógicas de la evolución. Este responde a las prácticas de las personas que se quiere adaptar al cambio, y para ello desarrolla una gran cantidad de actividades, ya sea desde lo tecnológico, desde las prácticas en sus espacios, o desde la concepción discursiva. Pero este sinnúmero de actividades no tiene un norte, no responde a la idea del desarrollo de competencias, o de transversalización de saberes y acontecimientos. Son solo hacer, ya sea desde la práctica o desde el discurso. Esto podría concebirse como una suerte de estatismo inspirada en ideales y valores sólidos. Este es un escenario en el cual la persona hace mucho, pero aporta poco a la construcción de un proyecto con fines precisos de avance y evolución. El tercer escenario es el de la entropía educativa. Este se presenta todos los ámbitos personales y laborales. Es un proceso gradual de paso de un estado de desequilibrio con alto grado de entropía a otro con bajo grado de entropía. El paso del caos al orden de forma gradual y sistemática. Ocurre por ejemplo cuando el maestro o la maestra, que ha empezado su vida en las aulas con alegría, ilusiones e ideas, y que ve reflejada en el aula su propia identidad, empieza a perderla con el paso de los años. Esto le lleva a un cumplimiento (cumplo y miento) de su tarea, de su horario, de sus cargas cotidianas, sin interés alguno por el aprendizaje, la formación, la renovación. Esto podría equipararse con el síndrome de Burnout, (estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo y llega a alterar la personalidad y autoestima del trabajador, el trabajador quemado. Este es un estado que ha sido estudiado como fenómeno psicológico, no solo en los maestros, sino en diferentes profesiones y actividades humanas. El cuarto escenario planteado es el transformacionismo, donde aporta enormemente la planificación transformacional por escenarios, la acción educativa y de formación asertiva, resultado del establecimiento de unos fines específicos para el proceso de transformación, consecuencia, de la vocacionalidad del hogar, la familia, la escuela y la sociedad, que involucra su apasionamiento por la educación y formación. La entropía, desde la perspectiva de la termodinámica, se puede entender de forma positiva, cuando esta se incrementa y aumenta la desorganización molecular, haciendo que el azar juegue un papel más importante en el logro del equilibrio. Y de forma negativa, cuando hay mayor orden, es decir, menor entropía. La entropía puede ser positiva o negativa en la media en que responde a diferentes escenarios culturales o situacionales. Una entropía positiva (desorden creciente en el sistema) muchas veces puede ser un mecanismo de reorganización, o puede ser síntoma de un sistema desarticulado, sin una hoja de ruta, sin una finalidad, o con finalidades disímiles y dispersas. La negentropía (entendida como entropía negativa), es para el sistema social una tendencia a la organización, a la coherencia, o a la minimización del azar (cosa bastante improbable en procesos culturales). Es la eterna distinción entre el ser y el deber ser. Esta negentropía si bien permite un cierto control (un poco ilusorio), no permite que se introduzcan al sistema, nuevas formas de comprensión del mundo y de construcción de sentidos. El funcionamiento óptimo, ya sea social, político, económico o de cualquier otra índole, debe ser entendido dentro de lo sistemático y lo normativo. Lo inverso al orden tiende a la destrucción, o como mínimo, a la desestabilización. Vivir en desequilibrio es un atentado contra la razón porque corrompe la convivencia y el estado del bienestar. Entender y defender la armonía es un valor que habría que promocionar desde todas las instituciones. Las rupturas siempre conllevan desasosiego y enfrentamiento, oídos sordos, pasiones encendidas y emociones desquiciadas, que suelen desembocar en lo irracional. Ese escenario es, el que consigue que las confrontaciones , se cometan errores y la consecuencia será un desenlace para todas las partes en disputa. Actualmente se sigue confundiendo independencia con libertad, posiblemente a propósito por parte de quienes luchan por la primera, teniendo la segunda asegurada. Sentirse civilizado no es serlo, hay que ser consecuente con ello. Por eso, no es entendible ni asumible que los que manejan los poderes del Estado no tengan la suficiente racionalidad para confrontar ideas sin desestabilizar el sistema, porque sin un sistema aceptado y consensuado por la mayoría, la convivencia es confusa y abigarrada Es una irresponsabilidad mayúscula y un error histórico dividir a la ciudadanía en bandos enfrentados sin tener previamente preparados los elementos necesarios para efectuar un cambio drástico, como es, por ejemplo, la independencia de un territorio, de una forma coherente y sensata, sin haber analizado pormenorizadamente todos y cada uno de los condicionantes que entran en juego en una posible secesión. La teoría del caos plantea que el mundo no sigue un patrón fijo y previsible, sino que se comporta de manera caótica, y que sus procesos y comportamiento dependen, en gran manera, de circunstancias inciertas. Es el estudio de los sistemas inestables, en los que dados determinados procesos naturales, pequeños cambios en las condiciones iniciales conducen a enormes discrepancias en los resultados. Este principio suele llamarse ‘efecto mariposa’ debido a que, en Meteorología, la naturaleza no lineal de la atmósfera ha hecho posible que el aleteo de una mariposa en determinado lugar y momento, pueda ser la causa de un terrible huracán varios meses más tarde en la otra punta del globo. En las relaciones sociales, los sistemas dinámicos a que hace referencia la Teoría del Caos, pueden estudiarse a partir de su espacio de fases, es decir, la representación coordenada de sus variables independientes. En estos sistemas caóticos, es fácil encontrar trayectorias de movimiento, que se definen como comportamientos sociales cualificables no periódicos. En este esquema se suele hablar del concepto de Atractores Extraños que no son más que trayectorias en el espacio de fases hacia las que tienden todas las trayectorias normales. En el comportamiento social es el equilibrio de valores socialmente aceptados, desarrollados y practicados por el conglomerado social. La ‘Teoría del Caos Social’ concibe un nuevo paradigma, tan amplio y tan importante como pudo ser en su época la unión entre sociología y psicología aunque, quizás por su inmadurez, aún no se tenga claro todo lo que puede dar de sí esta nueva forma de pensamiento social, que abarca campos de aplicación tan dispares como el comportamiento de las multitudes, los efectos de la comunicación propagandística, los referentes culturales o las nuevas políticas económicas emergentes. Aunque la matemática caótica tiene resultados concretos porque los sistemas que se estudian están basados estrictamente con leyes deterministas aplicadas a sistemas dinámicos, la estadística inferencial de la ‘Teoría del Caos Social’ trabaja con modelos aleatorios para crear series caóticas predictivas, que son útiles en el estudio de eventos presumiblemente caóticos en las Ciencias Sociales. En las sociedades, el caos comienza como una ‘crisis de percepción’. Lo que parece no necesariamente es ‘lo-que-es’ y la percepción se convierte en la realidad para los perceptores. Esa situación, en la que tiene mucho que ver los ‘agentes’ ductores y manipuladores de la opinión pública, la llamamos ‘vórtice social’, que como los vórtices que se suceden en la naturaleza, es un sistema aparentemente desordenado pero que en conjunto representa un orden distinto, inesperado, fatal para el statu-quo en muchas ocasiones. El vórtice social se presenta, bien de manera espontánea por acumulación social de pequeños cambios, bien de manera accidental o provocada por variables endógenas o exógenas. Esto es así porque la complejidad del mundo nos ha conducido a simplificar la realidad, a abstraer la naturaleza para hacerla cognoscible y, tristemente, a caer en la trampa de la dualidad. Bien y mal; objetivo y subjetivo; arriba y abajo; revolucionario o escuálido. Pero la tendencia a ordenarlo todo choca con la misma realidad, irregular y discontinuo. Muchos científicos sociales ya han renunciado a la ilusión del orden para dedicarse al estudio del caos, que acepta al mundo tal y como es: una imprevisible totalidad. Si bien las leyes del caos ofrecen una explicación para la mayoría de los fenómenos naturales, desde el origen del Universo a la propagación de un incendio o a la evolución de una especie, también arrojan luces esclarecedoras sobre los fenómenos sociales aparentemente inexplicables. En el estudio del comportamiento humano y del consecuencial ‘orden social’, el problema parte del concepto clásico de ciencia social, que exige la capacidad para predecir de forma certera y precisa la evolución de las estructuras y hasta del comportamiento masivo en un conglomerado, desde las más elementales agrupaciones humanas como la familia y el dintorno (delineación de las partes de una figura) social, hasta las más etéreas pero complejas organizaciones sociales como las vecinales, las municipales, el país y el Estado. Seguimos… En el próximo encuentro de saberes…