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El modelo de pensamiento anterior de las ciencias clásicas, se planteaba que la realidad está
ahí afuera para ser conocida de modo objetivo e independientemente del observador, por lo
que hay que ser consciente de las limitaciones del paradigma clásico, mecanicista,
reduccionista, que pretendía comprender el todo a partir de las propiedades de las partes, un
paradigma que además, no ha dado importancia a la subjetividad y al contexto en el que se da
la interacción, a la historia, al lenguaje, a los relatos, a la construcción de las representaciones
sociales, ni a los niveles de comunicación, que para el caso de los sistemas humanos y sociales
son multinivel, multidireccionales e implican lo no lineal, el caos, la incertidumbre y la
emergencia de elementos nuevos y no predecibles o controlables.
El nuevo paradigma brinda al campo disciplinar una perspectiva distinta frente a la pregunta
por el objeto de estudio y la forma de comprender el comportamiento y la interacción
humana, dentro de un contexto de múltiples relaciones. El ser humano vive en cambios
dinámicos y en relación interacción y comunicación constantes, con otros seres humanos, con
los cuales construye representaciones subjetivas y sociales, en contextos multidimensionales e
interrelacionados a su vez.
El mundo en que hoy vivimos se caracteriza por sus interconexiones a un nivel global en el que
todos los fenómenos son recíprocamente interdependientes. Un conocimiento de algo, sin
referencia y ubicación en un estatuto epistemológico que le dé sentido y proyección, queda
huérfano y resulta ininteligible, es decir que ni siquiera seria conocimiento. CONOCER ES
SIEMPRE APREHENDER EN UNA CIERTA FUNCION, BAJO UNA CIERTA RELACION, EN TANTO
SIGNIFICA ALGO DENTRO DE UNA DETERMINADA ESTRUCTURA.
El resultado de esta visión sistémica, es que ha surgido una nueva conceptualización del
individuo, que deja de ser visto como una entidad aislada y esencial, el “self”, para dar lugar a
una concepción básicamente relacional.
La esencia del enfoque sistémico es la atención a la organización, ese decir, a la relación entre
las partes, a una concentración en las relaciones circulares, antes que las lineales, y a una
consideración de los hechos en el contexto en el cual se dan y no aislados de su ambiente (ver
ejemplo de la pág. 4 de Gladys).
La teoría sistémica procura centrarse en los hechos funcionales de las relaciones. Se fija en lo
que ocurrió, cómo, cuándo, donde ocurrió. En tanto estas observaciones se basan en hechos,
evita cautelosamente la preocupación automática humanada: ¿Por qué ocurrió? (Esa es una
construcción del paciente). Esta es una de las principales diferencias entre la teoría tradicional
y sistémica. No nos dejamos de preguntar el por qué, pero lo integramos en un esquema más
amplio de recursividades operantes y podemos también preguntarnos para qué, que es lo que
provoca, que logra (causas finales), a quien, en qué contexto si y en qué contexto no.
Esta teoría se originó por el Biologo Ludwing von Bertalanffy. Su objetivo era desarrollar una
metateoria, una teoría de teorías, cuyos principios puedan aplicarse y utilizarse en muy
diversos campos de conocimiento. Dicha teoría se ocupa de las funciones y las reglas
estructurales válidas para todos los sistemas, cualquiera que sea su constitución material. E
Esto quiere decir que dicha teoría pueda aplicarse a todo tipo de sistemas, desde las
estructuras estáticas (como el modelo de los electrones) los sistemas dinámicos simples (como
el sistema solar) o los sistemas cibernéticos (de control) desde el termostato y las
computadoras hasta los sistemas abiertos como las células, las plantas, los animales, el
hombre e incluso las estructuras sociales.
Por lo que esta teoría busca la formulación y la derivación de aquellos principios que son
válidos para cualquier sistema en general. Dichos principios son los de totalidad, interacción
dinámica, equifinalidad, entropía negativa y regulación.
A pesar del cambio y las fluctuaciones constantes del medio, los sistemas abiertos mantienen
un estado un estado constante en su composición mediante los procesos de autorregulación.
PRINCIPIO DE TOTALIDAD: Los sistemas abiertos deben funcionar como un todo, puesto que la
composición y la interrelación de sus elementos son los que conforman una identidad
diferente respecto de la suma de sus componentes. Todos funcionan conectados: si se cambia
uno de sus elementos, se remueve alguno de sus componentes o conexiones, o deja de
funcionar una de sus partes, el comportamiento global del sistema no es igual e incluso puede
desaparecer. Un sistema mediante la acción reciproca de sus componentes forman una
totalidad que no puede reducirse a sus meras propiedades o características de los elementos
que lo componen; esta acción; reciproca forma en conjunto una nueva identidad propia y
diferenciada del entorno y sus componentes.
Los sistemas vivos funcionan con las siguientes propiedades: Procesan las corrientes de
entrada, son sinérgicos, isomorficos y recursivos, tienden a la autorregulación (homeostasis,
retroalimentación, circularidad) y la morfogénesis (tendencia al crecimiento) además de que
cada sistema cuenta con diferentes niveles de organización. DESPUES VER TODOS LOS
CONCEPTOS BIEN.
Siguiendo la conceptualización clásica de Bertalanffy, un sistema cerrado es aquel que no
intercambia información con el medio, a diferencia de los sistemas abiertos que están
intercambiando constante información o energía de algún tipo con el medio o con otros
sistemas. El intercambio es de tal naturaleza que logra mantener alguna forma de equilibrio
continuo o estado permanente y las relaciones con el medio son tales que admiten cambios y
adaptaciones.
Totalidad: Se vincula con el concepto de relación entre las partes. Los elementos de un sistema
se encuentran en una relación tal, que la modificación de un elemento o alguna relación
dentro del sistema provoca la modificación de todo el sistema.
Existen dos tipos de Feedback, uno denominado positivo y otro negativo, en función de los
efectos que esta información de retorno tenga en el sistema, ya que toda información de
retorno puede tener dos efectos:
1. Mantener la estabilidad – homeostasis – del sistema y es por tanto de tipo negativa, ya que
dice no al cambio.
2. Provocar una pérdida de la estabilidad el sistema, generando algún cambio, este tipo de
información es de tipo positivo, ya que le dice si al cambio.
Los sistemas abiertos tienden a moverse hacia niveles cada vez mas complejos de
organización, y por ende, el concepto de feedback positivo no lleva necesariamente a la
desorganización o a la destrucción del sistema; sino que mediante la amplificación de la
diferencia, permite explicar el crecimiento, el aprendizaje y la evolución del sistema. La
retroalimentación negativa tiene una función de control y de mantenimiento del equilibrio
interno del sistema, insertando en el mismo, al tiempo. De este modo, podemos referirnos a la
homeostasis como una tendencia a un estado estacionario del sistema, teniendo presente que
de éste será diferente en un tiempo dado respecto al precedente o al siguiente.
La propiedad de la equifinalidad hace referencia a los procesos y a cómo estos fueron llevados
a cabo. En un sistema abierto, autorregulado y circular, los resultados no son provocados por
las condiciones iniciales sino por la naturaleza de los procesos que operan u operaron en ese
sistema. Los mismos resultados pueden tener origines distintos, es por eso que de condiciones
iniciales iguales pueden surgir resultados diferentes y viceversa.
LA CIBERNETICA