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b.

- Teoría del concepto extensivo de autor


b.1 Teorías del dolo
b.2 Teorías del interés

b.1 Teorías del dolo


“Como en el plano objetivo, todos quienes toman parte en el hecho son autores potenciales, la
diferencia entre autor y participe debe buscarse en el plano subjetivo. De esta forma, es autor
quien obra con ánimo, dolo o voluntad de autor (animus auctorís) y es partícipe quien actúa con
ánimo, dolo o voluntad de partícipe (animus socii)” (MR)
b.1 Teorías del interés
“La teoría subjetiva de la participación, es el complemento usual del concepto extensivo de
autor. Sin embargo, la distinción subjetiva entre autoría y participación condujo a la
jurisprudencia alemana, a resultados criticables porque tiende a subjetivizar la responsabilidad
penal. Así, fueron castigaron como partícipes a sujetos que realizaron por sí mismos todos los
elementos del tipo y consideró autores a quienes no tuvieron intervención material en el
hecho. Por ejemplo, quien mató a un niño recién nacido a solicitud y “por interés” de la madre,
fue castigada como cómplice, en tanto que la madre fue castigada como autora”. 
“En la doctrina chilena, es posible identificar dos posturas que adhieren a un
criterio subjetivo como elemento para distinguir al autor del partícipe.
En primer lugar, se encuentra la obra de Etcheberry. Según este autor, el
sistema chileno se fundamentaría en la voluntariedad y no en la causalidad.
Así, para este autor, el factor predominante en el derecho chileno es la
voluntad de la persona de hacer suyo el hecho pese a no haber realizado la
acción típica. Agrega que el derecho chileno exige cierta vinculación
objetiva con el hecho de que, aunque no sea causal, sea meramente
potencial.

Por otro lado, dada su adscripción a los postulados del finalismo, Garrido
Montt se adhiere a un criterio subjetivo de la autoría y expresa que autor
“es aquel que tiene el propósito típico (finalidad) y realiza los actos
tendientes a la concreción de ese propósito” (Navas)
C. Teoría restrictiva del autor
c.1. Teoría objetivo formal
Como dice Navas “[s]egún esta teoría, autor es quien realiza formalmente la acción descrita por
el verbo rector del tipo penal. Para ello recurría a una interpretación literal del tipo de acuerdo
con el “uso común del lenguaje”.
Fue doctrina dominante en Alemania entre 1915 y 1933 con seguidores como Von Liszt, Mezger
y Beling.
Actualmente casi no posee defensores en la doctrina. Adolf Merkel, uno de los principales
exponentes, señalaba que autor es quien realiza la “acción principal” o “acción ejecutiva” y
que cómplice sería quien conscientemente ayuda al autor en la realización de esa acción
principal.
De acuerdo con esta teoría, el cómplice quedaría limitado a quien lleva a cabo sólo la acción
preparatoria de la acción principal de ejecución.
El fundamento de la sanción menor al cómplice que al autor se encuentra, según esta teoría, en
el hecho de que ejecutar el delito o la acción principal implica una mayor peligrosidad y
reprochabilidad que el hecho de llevar a cabo sólo la acción preparatoria”.
“Esta teoría está construida pensando exclusivamente en los delitos de propia
mano y no aporta un criterio material que permita resolver satisfactoriamente un
conjunto importante de problemas. Por ejemplo, no sirve para los casos de
coautoría y para fundamentar la autoría mediata, pues en esta última también es
sancionado como autor el hombre de atrás que no ejecuta de propia mano la
acción típica formalmente descrita por el tipo” (ídem)
(como dice Navas, el lenguaje no es suficiente: “….el significado de “matar” en el delito de homicidio, este criterio presenta serias dificultades. ¿Mata sólo quien interpone una condición causal para el resultado?
¿Mata también quien lo hace a través de otro a quien utiliza como instrumento como en la autoría mediata? ¿Mata sólo quien realiza la acción o también quien no evita un resultado?”)

c.2 Teoría objetivo material (Navas)


“La teoría objetivo-material buscó evitar los resultados insatisfactorios a los que llegaba la teoría objetivo-formal.
Por ello sostenía que debía recurrirse a un criterio objetivo. Este criterio era la contribución objetiva más
importante en el hecho para determinar así al autor de este. Para ello, según esta teoría debía distinguirse entre
«causa» y «condición» al estilo de las viejas teorías restrictivas o individualizadoras de la causalidad. Así, es autor
quien aporta la «causa» del hecho y partícipe quien sólo contribuye con una «condición».
La teoría objetivo-material seguía teniendo una fundamentación en la causalidad. Ello llevó a plantear que en sede
de autoría la “causación necesaria” sería atribuible al autor y una causación que sólo “favoreciera” el resultado
sería lo propio del partícipe”.
El problema de esta teoría, como bien señala Gimbernat, es pretender aplicar un criterio de las ciencias naturales a
una ciencia jurídica. Dicha situación resulta inadmisible, pues la causalidad no puede contribuir en nada a la
aprehensión de conexiones jurídicas de sentido y significación”.
C.3 Teoría del dominio del hecho
1.- Origen
“Esta teoría posee antecedentes en la obra de Hans Welzel del año 1939, aunque su
elaboración moderna ha sido obra del monumental trabajo de Claus Roxin. Este
último autor publica en el año 1963 la obra titulada Täterschaft und Tatherrschaft
“(Autoría y dominio del hecho”), en la cual se desarrolla en profundidad las
características y consecuencias del dominio del hecho como criterio para
determinar al autor del partícipe (Navas).
2.- Tipos
2.1.Teoría ontológica
2.1.1 subjetiva
2.1.2objetiva
2.2 Teorías normativas
2.2.1 de Roxín
2.2.2 de Jakobs
2.1.1.Teoría ontológica subjetiva (MR)
”Surge con el finalismo de Welzel con un marcado tinte subjetivo a partir de la teoría de la acción
final. En efecto, si la acción consiste en un acontecer conducido finalmente dominado por la
voluntad que actúa conforme a metas, será autor quien ha dominado el acontecer en virtud de
la conducción final. Por lo tanto, autor para Welzel, es quien conduce dolosa y
conscientemente el acontecer causal en dirección al resultado típico. 
Para Welzel la autoría es “la forma más amplia de dominio final”. El autor final es señor de su
decisión y de la ejecución de ésta y así señor de “su” hecho, que configura, consciente del fin,
en su existencia y forma de ser concreta. El inductor y el partícipe tienen también cierto
dominio del “hecho”, pero sólo sobre su participación. El hecho como tal está sometido sólo al
dominio final del autor. Por eso la participación de éstos es sólo participación en un hecho
ajeno. El inductor instiga el hecho ajeno y el participe lo apoya, pero el dominio final sobre éste,
el dominio sobre la decisión y su ejecución real sólo lo tiene el autor”.
"Metodológicamente Welzel establece la diferencia estructural entre autoría y participación no en preceptos de
Derecho positivo, sino en manifestaciones esenciales del actuar final dentro del mundo social que constituyen
diferencias básicas, que no son productos reales del ser comunitario ya dado. Welzel orienta su concepto de autor
a la estructura de la acción, ontológicamente ya dada, es decir, inamovible. Parte de que la estructura ontológica de
la acción reside en la supradeterminación final del curso causal y el legislador, al menos en los delitos dolosos de
comisión, sólo puede someter al juicio de antijuridicidad realizaciones de tipo dolosas finales”. 
• “Partícipe en tanto, es quien auxilia dolosamente el acto dominado finalmente
por el autor o incita a la decisión y, por lo tanto es inconcebible en un hecho no
doloso (culposo), porque se parte de la existencia de conducción final. 
• Evidentemente el elemento subjetivo de la finalidad funciona adecuadamente
en los delitos dolosos, pero no así en los delitos imprudentes, en los cuales el
sujeto, por definición, no controla conscientemente el curso causal, por lo que
malamente podría diferenciarse entre autor y partícipe. Aquí la dogmática ha
debido recurrir al concepto unitario de autor. 
• Para Welzel la finalidad es idéntica al dolo y como también inductores y
cómplices han de obrar dolosamente en relación con el resultado típico,
precisamente de la finalidad no se desprende diferencia alguna entre los
copartícipes. Así Jescheck señala que la finalidad no puede equipararse aquí
simplemente al dolo pues justo éste lo tiene el mero partícipe” (MR). 
• 2.1.2.Teoría ontológica objetiva
“Para Maurach, autor es quien tiene en sus manos, consciente y materialmente,
el curso del acontecer típico. Es quien tiene la posibilidad fáctica de dirigir en
todo momento la configuración típica del hecho, por lo que puede impedirlo o
hacerlo continuar. El dominio del hecho es el mantener en las propias manos,
abarcado por el dolo, el curso del hecho típico. Tiene el dominio del hecho, todo
cooperador que puede impedir o hacer continuar, a su albedrío la realización del
resultado total; es configuración del hecho sustentada por la voluntad. Para
Maurach no es necesariamente exigible alguna cooperación en la ejecución del
hecho mismo, aunque sea en la fase de preparación o de modo insignificante.
Señala que coautor es aquel que, sin poner manos a la obra, supervisa el curso
del hecho, dirigiéndolo; inductor, aquel cuya aportación al hecho llega hasta
determinar a cometer el hecho al aún no decidido; cómplice, aquel cuya
cooperación se limita a reforzar al que está decidido a cometer el hecho, y con tal
resultado estos dos últimos dejan de su mano el hecho. Para él es coautor el jefe
que dirige desde lejos la intervención de los miembros de su banda” (MR. Está
textual también de Roxin. Autoría y dominio… pp. 11 y sgts)
“En cambio el participe es un mero colaborador y por lo tanto, no tiene el dominio
del hecho”.
 Teorías normativas
2.2.1. Teoría normativa de Claus Roxin
“Desde 1963, se ha impuesto gracias a la obra de Roxin “Autoría y Dominio del Hecho”, como una
teoría objetivo - subjetiva, acorde con la cual si bien el dominio del hecho supone un control
final, por ende subjetivo, no requiere sólo la finalidad sino también una posición objetiva que
determine el efectivo dominio del hecho. Para esta teoría, autor es la figura central del suceso.
Surge a partir de un criterio metodológico que implica realizar una síntesis entre lo ontológico
representado por la autoría inmediata y lo teleológico representado por la autoría mediata. La
figura central del suceso es el sujeto que tiene materialmente el dominio del hecho conforme a
criterios valorativos y político-criminales que deben determinarse en cada tipo de la Parte
Especial del Código Penal. Por lo tanto, el problema de la autoría y la participación es una
cuestión de determinación del tipo consistente en determinar a quien se aplica el tipo penal de
autor y a quien los tipos de participación. En consecuencia, se trata de un concepto formal o
desprovisto de contenido, el cual debe determinarse en cada tipo específico. 
“Jescheck sostiene que la teoría del dominio del hecho tiene las siguientes
consecuencias:
1° siempre es autor quien ejecuta por su propia mano los elementos del tipo;
2° es autor quien ejecuta el hecho utilizando a otro como instrumento o autoría
mediata;
3° es autor el coautor, quien realiza una parte necesaria de la ejecución del plan
global o dominio funcional del hecho aunque no sea un acto típico en sentido
estricto, pero participando en todo caso de la común resolución delictiva. Como
se ve la teoría del dominio del hecho permite combinar el punto de partida del
concepto restrictivo de autor con una cierta flexibilidad que da cabida en la autoría
no sólo al ejecutor material, sino también a la autoría mediata y a casos de
coautoría sin un acto típico en sentido estricto. 
La distinción entre autoría y participación sólo puede presentarse en los delitos
dolosos”. MR
Resumen
1. El autor es la figura central del suceso concreto de la acción. 
2. La figura central se caracteriza por los elementos del dominio del hecho, del quebrantamiento de un deber
especial o de la comisión de propia mano. 
3. El dominio del hecho, que en los delitos dolosos de comisión determina el concepto general de autor, presenta
las manifestaciones del dominio de la acción, del dominio de la voluntad y del dominio funcional del hecho. 
4. El dominio de la acción consiste en la realización del tipo final y de propia mano. 
5. El dominio de la voluntad, que corresponde a la autoría mediata, se clasifica en las formas de configuración del
dominio de la voluntad en virtud de coacción, en virtud de error y del dominio de la voluntad en virtud de
maquinarias de poder organizadas. 
6. El dominio del hecho funcional, que expresa el contenido de la línea directriz de la coautoría, se presenta como
cooperación en división del trabajo en la fase ejecutiva. 
7. El criterio del quebrantamiento del deber especial es determinante para la autoría. 
8. La autoría mediata en los delitos de infracción de deber se caracteriza porque el obligado produce el resultado
típico por medio de un no obligado. 
9. La coautoría en los delitos de infracción de deber aparece como quebrantamiento conjunto de un deber especial
conjunto .
10. Los delitos de propia mano se encuentran en el Derecho vigente como delitos de autor jurídico-penal y como
delitos vinculados a comportamiento sin lesión de bien jurídico. 
11. La participación es un concepto secundario con respecto al de la autoría. Por eso ha de
caracterizarse como cooperación sin dominio, sin deber especial y sin ser de propia mano. 
12. La participación en un hecho principal cometido sin finalidad típica por principio está
excluida en los delitos de propia mano, es posible en los delitos de infracción de deber y en los
delitos de dominio se circunscribe a la suposición errónea de circunstancias fundamentadoras
de dominio del hecho en la persona del ejecutor directo” MR
Otro aspecto
• “La cuestión de quien es autor se resuelve con arreglo a la teoría del dominio del hecho en
los delitos de dominio. En cambio, hay que determinarla de acuerdo a otros criterios en los
delitos de infracción de un deber y en los delitos de propia mano. 
• Por delitos de dominio se entienden aquellos constituidos por una actividad que lesiona o
pone en peligro un bien jurídico, sin que ello implique quebrantamiento de un deber jurídico
extrapenal. Entre los ejemplos pueden mencionarse la mayoría de los hechos punibles
(homicidio, violación, lesiones, robo, hurto, estafa, secuestro, etc.). Constituyen, pues, la regla
general” MR.
“Los delitos de infracción de un deber, a su vez, son los que lesionan o ponen en
peligro un bien jurídico mediante el quebrantamiento de un deber extra penal. El
ejemplo más obvio lo constituyen el grupo de los delitos especiales propios de los
funcionarios públicos, pero constituye un error limitarlos sólo a ellos. A título
ejemplar pueden citarse, entre los que no pertenecen a esa clase, la bigamia, el
falso testimonio o la deserción. Los delitos de propia mano, son aquellos que sólo
pueden ser realizados mediante una intervención corporal del autor en la
ejecución del hecho típico (intervención de propia mano). Su existencia, así como
la razón de ser de la misma, pertenecen a los pormenores de su tratamiento”. Ídem

2.2.2.Teoría normativa de Jakobs


 ”Jakobs […] postula que la determinación de la intervención delictiva debe
realizarse en virtud de la competencia por el hecho, la que a su vez depende del
tipo de rol infringido por el sujeto activo. Distingue entre delitos de organización
y de infracción de deber, en base a la clase de deber que recae sobre el sujeto en
virtud del rol de que se trate ” Ídem.
• a. Delitos de organización MR
"El rol general de ciudadano le autoriza a organizarse libremente sin afectar a otras personas y, por lo tanto, la
infracción a ese rol da lugar a los delitos de dominio. La competencia en esta clase de delitos (que son la mayoría),
se sustenta en haber afectado a otra persona mediante una configuración prohibida de la propia esfera de
organización. Si en esa organización participan de manera vinculante varias personas, todas serán competentes
por el hecho conjunto. El autor es un competente preferente por la mayor cantidad de dominio en la
configuración del delito entendida en sentido normativo, por lo que el aporte esencial puede encontrarse en una
etapa anterior a la ejecución del hecho, como sucedería con el jefe de la banda que ha planeado hasta el último
detalle, pero no participa en la ejecución del robo del banco. Por lo tanto, la ejecución del delito propia del autor
debe configurarse normativamente en función de la relevancia del aporte y no de la cercanía espacio temporal con
la consumación del delito. El autor tiene una competencia preferentemente por el hecho, en la medida en que
configura el delito con un dominio cuantitativamente mayor ”MR

“Dicho con un ejemplo que plantea Jakobs, quien por deseo de un vecino taladra justo en el lugar que este último le
pide y alcanza una cañería que se destruye, no puede ser considerado autor, pues a pesar de tener el dominio final
del curso causal, falta un comportamiento no permitido, puesto que ha actuado a riesgo del vecino” Navas.
“fundamento: hay deberes negativos, de neminen laedere, no dañar a otro, y también deberes positivos en cuanto mejora de una esfera de organización ajena, ej. solidaridad, cooperación o y el
de fomento de los funcionarios públicos) (Navas, p. 342) )
• “Jakobs remite el dominio del hecho a las posibilidades de división del trabajo, es decir, a
distintos principios, en su caso acumulables: Junto al dominio del hecho mediante la
realización de la acción ejecutiva (dominio del hecho formal, es decir, vinculado al tipo), están
presentes el dominio del hecho a través de la decisión sobre si se realiza el hecho (dominio
del hecho material como dominio de la decisión) y el dominio del hecho a través de la
configuración del hecho (dominio del hecho material como dominio de la configuración).
• El autor único decide sobre el hecho y lo ejecuta de propia mano con una determinada
configuración. Cuando intervienen varias personas pueden distribuirse todos los elementos por
partes iguales: Cada uno toma parte en los tres ámbitos de dominio.

• El dominio también cabe dividirlo según su clase, en tanto que por ejemplo, uno solo configura (mediante la
fabricación de un artefacto explosivo) y otro decide y ejecuta (activando el artefacto). En la medida en que el
titular del dominio del hecho formal no se ve dominado por un autor mediato, en él reside al mismo tiempo el
dominio de la decisión. Esto es, a su vez, lo mínimo que el autor mediato usurpa. A las múltiples variantes que se
derivan de las posibilidades de dominio y división del trabajo no pueden darles solución fórmulas que se orientan
a modelos únicos. La autoría hay que definirla más bien como dominio en al menos uno de los ámbitos de
configuración, decisión o ejecución del hecho, no siendo relevante el hecho del dominio per se, sino en tanto
que fundamenta una plena responsabilidad por el hecho. Por eso, con la distribución en ámbitos de dominio
diferentes en su contenido no es que se reúnan elementos heterogéneos ni siquiera nominalistamente, sino que
todos los elementos son homogéneos en un aspecto: Son los actos de organización que fundamentan plena
responsabilidad” MR 
b. Delitos de infracción de deber 
Además del rol general que fundamenta los delitos de dominio, se encuentran los
roles especiales, derivados de instituciones sociales elementales que vinculan de
manera especial a una persona con otra, como sucede, por ejemplo, con las
relaciones paterno-filiales de la institución de la familia o con otra situación
socialmente deseable, como lo es la recta administración de justicia de la
institución Estado. Estas vinculaciones se manifiestan mediante relaciones de
deber cuya infracción da lugar a los delitos de infracción de deber, en los que el
competente sólo es quien está vinculado institucionalmente por la posesión de
un determinado estatus como lo sería por ejemplo el del padre o el de un juez,
cuya competencia no admite cuantificaciones.
Autor es en los delitos de infracción de un deber, el institucionalmente obligado,
con independencia de su poder de configuración sobre el hecho que ha dado
lugar a la realización del delito de infracción de deber ” MR
• Y en la omisión?
“Los delitos de omisión que se cometen vulnerando tales deberes encuentran su reverso, en el
plano de los delitos de comisión activa, en los delitos de infracción de un deber y siguen las
mismas reglas que estos, es decir, por falta de relevancia del quantum organizativo decae la
diferenciación entre autoría y participación basada en este quantum. Todo sujeto especialmente
obligado está inmediatamente, esto es, sin accesoriedad, sometido al deber y es por ello autor
si no le falta alguna otra cualificación para la autoría. A la inversa, el sujeto no especialmente
obligado no es nunca autor e interviene cualitativamente de un modo sólo restringidamente
accesorio. Las consecuencias que de ello hay que extraer gozan de tanto mayor reconocimiento
cuanto más claramente resulta en la Parte Especial la formulación del hecho como delito de
infracción de un deber. Tanto si los padres provocan un ataque a la vida de su hijo (inducción),
como si auxilian en un ataque semejante (complicidad), no son solamente partícipes por
organización en el homicidio, sino autores (independientes) por un delito de infracción de
deber. E incluso están obligados al salvamento, so pena de una responsabilidad a título de autor,
si no evitan un ataque que se ha producido sin su intervención ”
Autor inmediato, autor mediato y coautor (formas de autoría)
Un caso para comenzar: El rey de los gatos (MR)
“El policía Michael R vivía junto con Bárbara H y Peter P. R era sumamente influenciable por H
debido al profundo amor no satisfecho que sentía hacia ella. H y P se aprovecharon de ello, al
principio sólo como diversión para hacerle creer en supersticiones. A través de simulaciones y de
misticismos consiguieron que creyera en un “Rey de los gatos” que personificaba la maldad y que
amenazaba a la humanidad. Al enterarse H de la boda de su ex-novio sintió celos y odio. 
Decidió aprovecharse de su poder sobre R para conseguir que éste diera muerte a la esposa
Annemarie N. Junto con P, hizo creer a R que el rey de los gatos exigía el sacrificio de una víctima
humana con las características de N, y que le había escogido a él para, en breve, llevar a cabo el
hecho. Si se negaba, tendría que dejarla a ella, se condenaría eternamente después de la muerte,
y el rey de los gatos aniquilaría a millones de personas. R luchaba con su conciencia y buscaba
una salida, pero H y P le decían que la prohibición de matar no regía para él: el encargo tenía
carácter “divino” porque “tenían la misión de salvar a la humanidad”. Finalmente se decidió R a
realizar el hecho. Equipado con un cuchillo de excursionista que le proporcionó P, y siguiendo el
plan trazado por H y P, buscó R a N en su tienda de flores y le clavó una serie de puñaladas en el
cuello, cara y cuerpo para matarla. Como algunos vinieron a socorrer a la víctima, cesó en su
acción, contando con que N moriría de las puñaladas, pero N sobrevivió a las graves lesiones”. 
• “Solución jurisprudencial 
• La jurisprudencia del TS Alemán, admitió la autoría mediata en la célebre
Sentencia de 15.9.1988, conocida como el “caso del Rey de los Gatos”, en base a
la necesidad de tener en cuenta la falta de conocimiento actual del injusto en el
momento del hecho del autor inmediato, y no los conocimientos que podría
haber tenido y que no tuvo en el caso concreto, que no cambian en nada el
dominio del hecho del hombre de detrás. 
• El criterio general que propone el Tribunal para constatar la autoría mediata del
hombre de detrás parte «del dominio objetivo del hecho portado por la
voluntad de autor». 
• “La admisión de esta figura «no depende de reglas rígidas, sino que sólo puede
ser determinada valorativamente en función de la concreta configuración del
caso individual»”. (MR)
• c. Crítica de la doctrina a la solución jurisprudencial 
• “c.1. Bolea Bardon 
• Aunque el Tribunal en esta sentencia parte de la existencia de un error de
prohibición evitable, es cuestionable afirmar que el policía actúa en error de
prohibición (siquiera vencible). 
• El sujeto no sólo es consciente de que matar va en contra del ordenamiento
jurídico, sino que el deber que él cree que debe cumplir viene impuesto por una
creencia en la divinidad que nada tiene que ver con pensar que el derecho
autoriza a actuar de una determina forma en una concreta situación. 
• El sujeto no actúa confiando en que el derecho le permite matar a una persona
para salvar a la humanidad y, por consiguiente, no incurre en un error de
prohibición (indirecto o de permisión) 
• c.2. Stratenwerth 
Considerando que H y P, no sólo inducen a R (agente directo) a cometer el hecho, sino que
además rigen su planificación y ejecución hasta en sus particularidades y le proporcionan el
medio empleado, es posible concluir que todos son coautores del ilícito” MR. 
Volviendo a nuestro título. Quién es autor inmediato? Mediato? O coautor?
Autor inmediato
“Es quien realiza directa, materialmente o de propia mano, en todo o en parte, la conducta
descrita en el tipo penal, siéndole objetiva y subjetivamente imputable el hecho punible.

El autor inmediato es el señor del hecho, porque conserva el poder de decidir autónomamente
sobre la prosecución del acontecimiento delictivo hasta su consumación. 
En estos supuestos, como el sujeto actúa dolosamente y por sí mismo, el dominio de la conducta
típica es incuestionable.
El sujeto activo obra directa, libre e independiente, realizando todos los elementos del tipo de
propia mano, de manera que es posible concluir que es la figura central del suceso y que, en
consecuencia, tiene el dominio del hecho. Como hay un único agente si su conducta es típica, es
autor, porque coincide con la autoría extraíble de cada tipo penal de la Parte Especial y, por lo
tanto, no es necesario recurrir al artículo 15 del Código Penal, porque de no existir este
precepto legal, el sujeto igual sería castigado por el delito expresamente tipificado. En los
delitos especiales propios, si el sujeto activo no presenta las necesarias cualificaciones de
autor exigidas en el tipo penal respectivo (extraneus), puede ser a lo sumo partícipe en el
hecho de otro interviniente, pero no autor" MR
1º El que ejecuta materialmente el hecho 
Ej.: A dispara sobre B 

2º El que mediante fuerza física irresistible (vis absoluta), utiliza como mero objeto o instrumento a un tercero para
obtener la realización del delito 
A empuja B quien cae sobre unos finos jarrones chinos 

3º El que infringe su deber especial de garante (delitos de infracción de deber, como sucede cuando la madre no
amamanta a su hijo) o su deber general de cuidado (delitos de dominio, como ocurriría si A impide violentamente a B
tomar la medicina que le salvaría la vida) 
• Autor mediato
Quien es?
”Es quien ejecuta un hecho propio a través de otro cuya conducta
instrumentaliza.
Es el que dominando el hecho y poseyendo las demás características especiales
de la autoría, se sirve de otra persona denominada instrumento, para ejecutar la
conducta típica.

Qué supone?
En la autoría mediata el dominio del hecho presupone que el acontecimiento
global se presenta como obra de la voluntad directiva del hombre de atrás y que
éste controla la conducta del ejecutor por medio de su influencia sobre él.

Se caracteriza por? “[…] la realización de un tipo de autoría, a través de otra


persona.
En cambio:
En la inducción la persona de atrás es sólo un partícipe (inductor) ya que se
limita a crear en el autor inmediato o realizador material, la voluntad delictiva.
En la autoría mediata sucede precisamente lo contrario, porque el papel
fundamental, el que permite imputar el hecho a alguien como autor, deja de
tenerlo el realizador material, para pasar a la persona de atrás”.

(origen de la autoría mediata: “Su origen viene de la figura del Mandat


desarrollada por la ciencia italiana del Derecho Penal a fines de la Edad Media, la
teoría del autor mediato se sustenta en gran medida por causa de la accesoriedad
extrema que, al exigir al autor material también el requisito de la culpabilidad,
produce que quien induce a un autor inculpable quede impune , salvo que pueda
reputársele autor mediato y el cual, instaurada ya la accesoriedad limitada,
mantiene vigencia porque se demuestra que se trata esencialmente de casos de
autoría”) 
Límite entre autoría mediata y autoría directa del instrumento?
“El límite de la autoría mediata se encuentra donde el instrumento es un autor plenamente
responsable, por lo que debe responsabilizarse personalmente del hecho, lo que impide
considerarlo simultáneamente como un mero instrumento en manos de otro.

En los Delitos imprudentes?


No hay autoría mediata en los delitos imprudentes porque en éstos concurre una ausencia de
voluntad directiva, por lo que no es posible el dominio del hecho. En estos casos la autoría
mediata es prescindible, porque cualquier interviniente que actúa con infracción del deber de
cuidado coproduciendo el resultado, es considerado responsable a título de autor, conforme a
la teoría unitaria.

En los Delitos de propia mano?


Como el autor mediato debe ser sujeto plenamente calificado para cometer el hecho y, por lo
tanto, deben concurrir en él los presupuestos objetivos y subjetivos del dominio del hecho, no es
posible la autoría mediata en los delitos de propia mano. 
Donde se regula entre nosotros la autoría mediata?

Se reconoce ampliamente su status dogmático como forma autónoma de


autoría en la doctrina y jurisprudencia nacional, pero respecto de su anclaje
legal las opiniones están divididas.

Algunos sostienen que,


a.- al igual que la autoría inmediata, su tipicidad se desprende de los tipos
penales de la Parte Especial del Código Penal y otros

b. la extraen de distintos pasajes del artículo 15 del Código Penal” 


Casos de autoría mediata
La regla: “En la mayoría de los casos de autoría mediata el instrumento actúa sin
libertad o sin conocimiento de la situación, lo que ha sido provocado o
aprovechado por el autor mediato, coaccionando o engañando al instrumento o
utilizando su falta de libertad o de conocimiento de la situación” MR
“a. Autoría mediata por error del instrumento Se trata de casos de errores en los
cuales cae el instrumento, provocados o aprovechados por el autor mediato para
cometer el hecho típico. Los casos de errores pueden agruparse en las siguientes
modalidades:
• a. un error de tipo;
• b. un error sobre la autolesión atípica;
• c. Error de prohibición;
• d. error sobre los presupuestos fácticos de las causales de justificación;
• e. Error sobre una causa de exculpación y
• f. Error sobre el sentido concreto del hecho”. 
a.1. Error de tipo del ejecutor (instrumento obra sin dolo) 
• El autor mediato provoca o se aprovecha de un error de tipo en el instrumento,
para hacerlo ejecutar el hecho, sin conocimiento del verdadero sentido del
acontecimiento y, por lo tanto no cumpliendo con los requisitos del tipo
subjetivo. En estos casos, se priva al instrumento por desconocimiento, del
dominio de su comportamiento, el cual es detentado por el autor mediato, por
gozar del conocimiento del sentido del acontecimiento o por tener un dominio
más amplio del elemento cognoscitivo en comparación al instrumento. El error
de tipo en el que incurre el instrumento, puede ser vencible o invencible.
• En el primer caso, el autor mediato mantiene el dominio del hecho (actúa
dolosamente), sin embargo, el ejecutor obra imprudente y, por lo tanto,
responsablemente, por lo que deberá ser castigado, de existir, por el tipo
imprudente correlativo. En el segundo caso, como el error de tipo es invencible,
la conducta típica del instrumento es atípica y por ende impune. 
• Ejemplo de esta categoría de autoría mediata son,
• si A es demasiado pequeño para sustraer con facilidad el abrigo ajeno, por lo que pide
convincentemente a B, un tercero de buena fe, que le alcance el abrigo que le pertenece, lo
que éste hace. B actúa sin ánimo de apropiación y sin dolo (por error de tipo), ya que yerra
acerca de la ajenidad de la cosa, por lo que A es el autor mediato y B, el instrumento al
primero como una larga mano.
• Lo mismo sucedería si A introduce en el vehículo de un amigo que lo desconoce una
importante cantidad de dinero, con objeto de aprovechar el hecho de que el vehículo ha de
pasar la frontera hacia el Perú y proceder así a la ilícita evasión del capital o
• si A envía a B que actúa de buena fe a atravesar la frontera con mercancías que deben ser
declaradas, cometiendo un delito de contrabando en autoría mediata.
• Autor mediato de homicidio es el médico que dolosamente le instruye a su enfermera, que le
inyecte morfina a un paciente, ignorando la enfermera que la dosis de la inyección, preparada
por el autor, es letal y lo mismo sucede si A entrega a B un arma para gastar una broma a C, a
sabiendas de que está cargada, siendo A autor mediato de un homicidio doloso. 
• También hay que negar la aceptación de la autoría mediata en el supuesto de engaño sobre el
ejecutor doloso acerca de la gravedad del injusto típico que realmente ha realizado (por
ejemplo, acerca del valor de la pintura destruida)
• a.2. Error sobre una autolesión atípica (instrumento no obra típicamente) 
• En estos casos, el ejecutor no puede emprender por sí mismo la conducta
ejecutiva típica porque el tipo correspondiente exige la muerte o la lesión de otro,
por lo que el dominio del hecho del hombre de atrás consiste en que éste
controla al instrumento como consecuencia del desconocimiento de que su
conducta repercutirá en su propia lesión. 
• Así, por ejemplo, concurre homicidio doloso si A induce a B a tocar un cable de
alta tensión sin que éste lo sospeche o
si B ignora que al activar el interruptor se va a electrocutar, por los mecanismos
eléctricos que preparó A o
si A engaña a B, haciéndole creer que el revolver está descargado, B se dispara en
un pie y se produce la herida o
si A induce a B a tomar una bebida a la que se le ha agregado un veneno mortal.
En todos estos casos, A es autor mediato de la lesión o de la muerte de B 
• “a.3. Error de prohibición del ejecutor (Ejecutor obra sin conciencia de la antijuridicidad) 
• Se produce cuando el autor mediato provoca o se aprovecha dolosamente de la creencia del
instrumento de que su conducta no está prohibida por el ordenamiento jurídico, de manera
que su actuar no lesiona ningún bien penalmente tutelado, o le hace creer fundadamente,
que si bien, por lo general la conducta está prohibida, en su caso tiene derecho a realizar el
hecho.
• En estos casos el instrumento no ha podido, en el ámbito de la imputación personal
(culpabilidad), motivarse por la norma, mientras que el autor mediato se ha servido de tal
incapacidad. Como el hombre de atrás, dispone del conocimiento sobre el significado
antijurídico del acontecimiento que ejecuta el instrumento, cuenta con un dominio superior
sobre su configuración y, por consiguiente, es autor mediato. 
• Así ocurriría, por ejemplo, si A, autor mediato, incita a B, quien ignora que para conducir
comercialmente el taxi de A, que lo incita a remplazarlo en su trabajo, requiere una licencia
especial, si pretende transportar pasajeros.
• Lo mismo ocurre si la joven extranjera embarazada, procedente de un país en que el aborto se
encuentra legalizado, e incluso es estimulado por la autoridad, es inducida por un tercero a
practicárselo en Chile, argumentando que tampoco aquí dicha intervención es ilícita” 
• a.4. Error sobre la concurrencia del presupuesto fáctico de una causa de
justificación (¿error de tipo o de prohibición?) 

Es autor mediato el sujeto de atrás que provoca o se aprovecha del error de otro
acerca de requisitos materiales de causas de justificación.
Ejemplo:
Quien persuade a otro de que la figura que se encuentra detrás de un arbusto le
está apuntando con un arma, determinándole así a abatir al tercero en legítima
defensa putativa, o quien a alguien que sufra ese mismo error, conociendo la
situación, le procure el arma, es siempre autor mediato.
Si se aprecia aquí un error de tipo excluyente del dolo, el ejecutor no es autor de
un delito de comisión y ni siquiera posee el dominio del hecho de primer grado. Un
claro ejemplo de esta clase de autoría medita, ocurre si
un policía cree que efectivamente existe la orden judicial de detención que en
realidad no existe, situación que le hizo creer el autor mediato. 
• a.5. Error sobre una causa de exculpación (inexigibilidad por estado de
necesidad exculpante, fuerza moral irresistible o miedo insuperable) 
• Se trata de casos en los que, el autor mediato provoca o se aprovecha de un
error en el instrumento quien supone erróneamente que concurren
circunstancias que excluyen la culpabilidad.

• Se trata de casos en que, por ejemplo el instrumento cree que su vida está en
grave peligro y sólo puede salvarse provocando la muerte de otro, situación que
le hizo creer el autor.
• Así sucedería si en un naufragio A ha conseguido salvarse aferrándose a la tabla
de Carneades y B pese a que desde su ubicación en la que se encuentra a salvo
en un escollo, se percata de que viene una embarcación a salvarlos, se guarda
esta información e insta a C (quien desde su ubicación no ve la embarcación de
rescate) para que de muerte a A para salvarse 
• a.6. Error sobre el sentido concreto del hecho (instrumento obra típica, antijurídica y
culpablemente) 
• Se trata de casos en los cuales el autor mediato provoca o se aprovecha de un error en el
instrumento que recae en el sentido concreto de su comportamiento, el cual, en todo caso
ejecuta dolosa y responsablemente, advirtiendo por completo el ilícito típico de su conducta.
Aquí el autor mediato puede hacer padecer un error sobre el sentido concreto de la acción al
ejecutor directo reforzando a éste realizar el delito que sí ansía pero produciendo otro
resultado del deseado y que es, en realidad, el querido por el hombre de atrás.
• En estos casos, hay autoría mediata en el hombre de atrás, junto con la autoría inmediata del
hombre de adelante, esto es, del autor inmediato, quien cumple todas las exigencias del tipo
delictivo, de la antijuridicidad y de la culpabilidad, en una genuina hipótesis de “autor detrás
del autor”. Esto ocurre, por ejemplo, cuando el instrumento es inducido a incurrir en error in
persona.
• De este modo, si Juan quiere matar a María y su plan es aprovechar su asistencia a un recital
en que concurrirá mucha gente, pero al tratar de ubicarla se da cuenta que no llevó sus lentes y
que le será imposible encontrarla y Pedro se ofrece a ayudar, diciéndole que cuando la gente
salga por la puerta principal él le dará una señal para disparar, pero sin embargo, al ver Pedro a
María la deja salir y le da la señal cuando pasa su enemigo personal Rodrigo, entonces Juan es
autor inmediato y Pedro es autor mediato”.
• “b. Autoría mediata mediante instrumento no cualificado (Delitos especiales: infracción de un deber especial) 
• En los delitos especiales o de infracción de deber el sujeto calificado o intraneus (Juez, funcionario público, etc.)
se vale de otro no cualificado o extraneus para que realice la conducta. En estos casos no hay razón para negar
el castigo al intraneus, como autor mediato del delito, en cuanto él tenga el dominio sobre el hecho
materialmente ejecutado por el instrumento. En los delitos de infracción de deber el intraneus debe reputarse
simplemente el autor del delito por haber infringido el deber especial personal que sobre él recae, sin importar
el quantum de su aportación a la ejecución del hecho.
• Si el instrumento desconoce el sentido el hecho, obrará de manera impune, pero si actúa dolosamente, hay que
distinguir si estamos en presencia de un delito especial propio o impropio.
• Si el delito especial es propio, es decir, la calidad especial exigida por el tipo penal, respecto del sujeto activo,
fundamenta injusto, en términos que de no concurrir el sujeto no comete delito alguno, entonces el extraneus no
puede ser castigado como autor, a pesar de que como autor material detente el dominio del hecho, ya que
como sobre sus hombros no recae el deber especial, únicamente podría ser castigado como partícipe, esto es
como cómplice castigado o no como autor, según si concurren los requisitos del artículo 15 número 3 o los del
artículo 16 del Código Penal, a diferencia del autor mediato cualificado quien será castigado como autor.
• En cambio, si se trata de un delito especial impropio, vale decir la calidad exigida por el tipo penal en el sujeto
activo sólo opera agravando la sanción penal, subsistiendo de no concurrir la cualificación mencionada un tipo
base, entonces el autor mediato cualificado, es decir quién tiene el dominio del hecho, será castigado por el delito
calificado, en tanto que el instrumento no cualificado será castigado por el delito base, toda vez que en caso de
que fuera sancionado por el delito calificado, se estaría infringiendo con ello el principio de legalidad”. 
• Si Pedro, funcionario público, le pide a su secretaria que destruya una documentación que en
razón de su cargo él está obligado a custodiar, puede ocurrir que la secretaria no conozca el
sentido real del hecho. Pedro sería autor intraneus, en tanto que la secretaria sería autor
material extraneus impune por carecer su conducta típica de dolo. 
• Si Pedro, funcionario público, le pide a su secretaria que destruya una documentación que en
razón de su cargo él está en obligación de custodiar y la secretaria conoce el sentido real del
hecho, el instrumento doloso extraneus, que no posee una característica especial del tipo legal,
que sí concurre en el intraneus, sólo puede ser castigado como partícipe (cómplice,
considerado o no autor, en el sistema de nuestro Código). El funcionario público en tanto, es
autor mediato. 
• Si en cambio, es el extraneus, quien utiliza a un instrumento cualificado para cometer el
delito, en principio de los delitos especiales propios, el extraneus no podría ser castigado
como autor mediato, toda vez que no cumple con la cualidad personal exigida por el delito
especial, sin embargo la amplitud de la fórmula utilizada por el legislador en el artículo15
número 2 del Código Penal, en que se consideran autores “lo que fuerzan a otro ejecutarlo”,
hace posible el castigo del extraneus, por ejemplo, cuando un particular obliga mediante fuerza
a un juez a dictar una sentencia injusta 
b. Dominio del hecho mediante el forjamiento de una situación de
justificación (Antijuridicidad) 
• Se trata de casos en los que el autor mediato “forja” una situación en
razón de la cual el instrumento, ejecuta el hecho típico deseado por el
autor mediato, amparado por una causal de justificación. Así sucedería,
por ejemplo, si A, desea vengarse de B, lo convence de que ataque por
sorpresa a C con un cuchillo, pero luego avisa a este último, quien se
defiende legítima y exitosamente dando muerte a B. 
• c. Autoría mediata por coacción (inexigibilidad de otra conducta) 
• Casos en que la coacción ejercida por el autor mediato, provoca la exculpación
del instrumento por inexigibilidad de otra conducta, ya sea por fuerza
irresistible o por miedo insuperable, en los términos del Art. 10 N° 9 del Código
Penal.
• En estos casos el instrumento comete el delito dolosamente, pero coaccionado y,
por lo tanto, pese a que es un autor material, no es culpable por concurrir a su
respecto una causal de exculpación por inexigibilidad de otra conducta.

• El autor mediato tiene el dominio de la voluntad del sujeto instrumentalizado,


en un auténtico caso de autor detrás del autor, ya que domina directamente
sólo al coaccionado y por lo tanto, sólo controla indirectamente el hecho, en
virtud de la coacción que ejerce sobre el instrumento, quien es el que en verdad
tiene dolosamente en sus manos, el curso del hecho.
• Sin embargo, no todo el que ejerce una influencia más o menos intensa sobre la decisión del que ejecuta
directamente el hecho lo domina, ya que tal influencia concurre también en el inductor y el cómplice que
corrompen al agente y le apoyan con consejos. El criterio conforme al cual debe determinarse si la existencia de
autoría mediata en estos casos y, por tanto, la delimitación con la participación criminal, debe ser de carácter
normativo, es decir, hay que limitarlo a casos en que la decisión determinante y última sobre lo
que debe ocurrir reside en el sujeto de detrás. El autor mediato tendrá el dominio de la voluntad, no
sólo cuando al agente ya no le es posible, desde el punto de vista psíquico, una decisión autónoma, sino
cuando el Derecho penal ya no la exige de él, porque el margen de libertad con que cuenta es tan bajo, que ya
no le es posible motivarse por la norma y, por lo tanto tampoco puede dirigirse en su contra un juicio de
imputación personal (culpabilidad). 
• Existe autoría mediata si A amenaza de muerte a B si éste no le quita la vida a C, cuestión que B realiza. En este
caso, el que coacciona es autor mediato y el instrumento es un autor material impune por haber obrado bajo una
causal de exculpación por inexigibilidad de otra conducta. En cambio existe inducción, si A persuade a B con darle
muerte a C a cambio de una suma de dinero, cuestión que B realiza. En este caso A es inductor, porque se limita a
formar en B la voluntad delictiva y B es autor material punible, porque actúa en situación de normalidad
motivacional. Del mismo modo, existe autoría mediata, si A coacciona a B para que se quite la vida o se
autolesione, siempre y cuando la coacción sea de una cierta intensidad, de manera que constituya una violencia
considerable o una amenaza o peligro para la vida o salud individual del instrumento coaccionado o para una
persona cercana. 
• La opinión dominante, sitúa estos casos de autoría mediata en el número 2 del artículo 15 del Código Penal,
bajo la expresión: “Los que fuerzan... directamente a otro a ejecutarlo el hecho”, entendiendo la fuerza como
vis compulsiva. 
• e. Dominio de la voluntad en la utilización de inimputables y menores 
• Trata aquellos supuestos en los cuales el autor mediato “abusa” de la inimputabilidad del ejecutor,
motivándolo para cometer por su intermedio el delito que se propone. Como el hecho antijurídico lo comete un
inimputable, el instrumento no será castigado por obrar bajo una causal de exculpación, toda vez que no ha
podido motivarse por la norma. Lo determinante es que el dominio del hecho se encuentre en el hombre de atrás
que actúa induciendo al inimputable a cometer el hecho para sí y no solo si lo ayuda. En cambio, si concurre
únicamente una imputabilidad disminuida, la capacidad de culpabilidad se encuentra reducida pero no suprimida,
por lo que en tales casos, el hombre de atrás sólo actúa como un inductor, en tanto que el que ejecuta el hecho es
autor material de un hecho típico, antijurídico y culpable, pero será acreedor de una circunstancia atenuante,
conforme a lo prevenido en el artículo 11 número 1, en relación con lo dispuesto en el artículo 10 número 1 y 73
del Código Penal. 
• Comprende el caso del autor mediato que actúa a través de un inimputable que sufre un trastorno mental
permanente o transitorio, en los términos del artículo 10 número 1 del Código Penal. La utilización de un
inimputable puede basarse en la provocación intencional previa de la inimputabilidad por parte de la persona
de atrás, como sucedería, por ejemplo si A emborracha a B plenamente para que delinca; o un aprovechamiento
de la inimputabilidad ya existente en el instrumento, como acontecería si A utiliza a un niño de corta edad para
que provoque un incendio. En nuestro ordenamiento el caso del autor mediato que actúa a través de un niño,
comprende a los menores de catorce años de edad, según lo prevenido en el artículo 10 número 2 del Código
Penal. 
• Así ocurriría, por ejemplo, si Juan convence a un niño de diez años de que le comprará unas golosinas si le trae
el bolso de su madre, del cual se apodera una vez cumplido lo prometido. 
• f. Empleo de un aparato organizado de poder 
• El sujeto de atrás dispone de una maquinaria perfectamente ordenada, de
carácter estatal, paramilitar o mafiosa, con cuya ayuda puede cometer
multiplicidad de delitos a través del intermediario, quien realiza la conducta
plenamente consciente, sin coacción o error. 
• En estos casos el “instrumento” que posibilita al hombre de atrás la ejecución
de las órdenes del autor mediato, es el aparato como tal, que está compuesto
por una pluralidad de personas que están integradas en estructuras
preestablecidas, que cooperan en diversas funciones relativas a la organización y
cuyo entramado asegura al hombre de atrás el dominio sobre el resultado. El que
actúa individualmente no desempeña un papel decisivo para el actuar de la
organización (fungible) porque puede disponer sobre muchos ejecutores
dispuestos a hacer lo que se les pide, de manera que el autor mediato puede a
través del aparato que está a su disposición producir el resultado con mayor
seguridad que incluso en el supuesto de dominio mediante coacción y error, que
son reconocidos casi unánimemente como casos de autoría mediata 
• Las condiciones del dominio de la organización pueden resumirse en:
• 1. El poder de mando del autor mediato quien tiene autoridad para dar órdenes para causar realizaciones del
tipo. De ahí que puedan encontrarse en los distintos niveles de la jerarquía de mando varios autores mediatos en
cadena. Por el contrario, el personal de servicio en un Campo de Concentración semejante sólo puede ser
castigado por complicidad.
• 2. La desvinculación del ordenamiento jurídico del aparato de poder en el marco de los tipos penales realizados
por él, tales como acciones como la de “impedir la huida de la República Democrática Alemana disparando contra
los que pretendían saltar el Muro de Berlín” o, por citar sólo el caso más terrible, la llamada “solución final de la
cuestión judía”, entonces se trata de actividades completamente desvinculadas del Derecho.
• 3. La fungibilidad del ejecutor inmediato, esto es, la sustituibilidad de los que en el actuar delictivo de aparatos
organizados de poder ejecutan el último acto parcial que realiza el tipo, […] una característica esencial del
dominio de la organización. La ejecución de órdenes del hombre de atrás se asegura, en gran parte, precisamente
porque muchos ejecutores potenciales están disponibles, de modo que la negativa u otro fallo de un individuo no
puede impedir la realización del tipo.
• 4. La considerablemente elevada disponibilidad al hecho del ejecutor, toda vez que el autor mediato tiene una posición
distinta a un autor individual que se tiene que desenvolver por sí mismo. Aquél se halla sometido a numerosas influencias
específicas de la organización, que, en modo alguno excluyen su responsabilidad, pero lo hacen, sin embargo, “más preparado
para el hecho” que otros potenciales delincuentes y que, vistas en conjunto, incrementan la probabilidad de éxito de una
orden y contribuyen al dominio del hecho de los hombres de atrás. Un fenómeno típico de la organización es también un
empeño excesivo en prestar servicio, sea por arribismo, sea por afán de notoriedad, por ofuscación ideológica o también a
causa de impulsos criminales sádicos o de otro tipo, a los que el miembro de una organización tal cree poder ceder
impunemente. Al mismo tiempo, hay una participación de miembros también interiormente más bien contrarios como
consecuencia de la resignada reflexión: “Si no lo hago yo, lo hace de todas formas otro”

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