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CONDICIONES

PREVIAS
DE LA ENTREVISTA
PREPARACIÓN DE LA ENTREVISTA

 Revisar la documentación previa disponible de la


persona a entrevistar: informes previos, historia clínica,
motivo de consulta, expedientes de evaluación,
resultados de pruebas diagnósticas, etc.

 Estimar los puntos a tratar y la duración que


dedicaremos a cada uno de ellos.
 Escoger y tener preparados instrumentos
auxiliares de evaluación que se vayan a necesitar y
otra información que sea importante tener
dispuesta.

 Escoger el formato de entrevista más adecuado a


nuestro objetivo.
 Documentarse sobre las particularidades que
preveamos puedan aparecer, asegurándonos un
conocimiento preciso.

 Cotejar con otros colegas (si es un cliente


derivado o si es una entrevista compartida) la
información relevante para la entrevista.
 Comprobar que los sistemas de registro, sobre
todo si son electrónicos, funcionan adecuadamente.

 Asegurarnos de que no seremos molestados o


interrumpidos durante el tiempo de entrevista, dando
aviso a quien corresponda para que se eviten las
interferencias, se desconecte el teléfono móvil, etc.
INFORMACIÓN BÁSICA PREVIA A LA
ENTREVISTA
 Información sobre el cliente: se anota quién llama,
si es el propio cliente o alguna otra persona en su
nombre, cuántos años tiene, y se le toman datos
para contactar nuevamente con él.

 Motivo de consulta: cuál es en concreto el motivo


por el que solicita la consulta. Es interesante anotar
textualmente qué se dice en este primer momento y
cómo se dice.
 Referente: si es derivado por algún especialista o
viene por iniciativa propia.
EL CONTEXTO DE LA ENTREVISTA

• Veamos qué cuestiones relacionadas con el manejo


del espacio físico debemos tener en cuenta durante
la entrevista.

• El contexto o el espacio físico se incluiría dentro


de una de las categorías planteadas por Hall (1966)
sobre comunicación no verbal que se denomina
proxemia.
• Esta categoría hace referencia al concepto de
espacio ambiental y personal. La proxemia también
incluye una variable importante en las interacciones
humanas: la territorialidad.

• Es importante que el entrevistador transmita


sensibilidad no verbal por la necesidad de espacio
del cliente.
• En lo referente a la entrevista, los principales
aspectos proxémicos de la interacción que
cabe destacar son:

• El uso del espacio en el que tienen lugar las


entrevistas, la disposición del mobiliario y la
distancia entre entrevistador y cliente.
El uso del espacio físico

• El ambiente general, así como el orden,


son lo primero que se percibe y lo
primero que transmite un mensaje acerca
de nosotros como evaluadores.
• Idealmente, la entrevista debe llevarse a
cabo en una sala silenciosa lo más
aislada posible del exterior, con
iluminación confortable pero no
excesiva, de tal modo que ambos
interlocutores puedan verse con claridad.
• El ambiente ideal para realizar una
entrevista será aquel que elimine toda
posible fuente de distracción interna o
externa.
La disposición del mobiliario

• La disposición del mobiliario es un


elemento más de la comunicación no
verbal y, como tal, está transmitiendo
también un mensaje del que tenemos que
ser conscientes.
• La utilización de una mesa entre el entrevistador y
el entrevistado acentúa la distancia (no sólo física)
entre ambos y recalca el rol asimétrico de
entrevistador como profesional, como experto, y
del entrevistado como sujeto pasivo, como lego. La
mesa puede emplearse también por los clientes
como un «escudo» protector que dificulte la
apertura.
• Si la sala cuenta con una mesa, lo ideal es que
ambos estén en el mismo lado, mirándose, y no uno
a cada lado de la mesa. Si la mesa es redonda, los
interlocutores deben sentarse lo más cerca posible
uno de otro, manteniendo la distancia personal
mínima necesaria.
• La cuestión relevante es que entrevistador y
entrevistado puedan mirarse sin obstáculos
entre ellos, especialmente para que el
entrevistador no tenga nada que le impida la
observación de los movimientos y actitudes
que el entrevistado manifestará a lo largo de la
entrevista.
• Si la entrevista se hiciera en un sofá, éste debería
ser lo suficientemente amplio para que ambas
personas pudieran estar cómodas en su espacio
personal, sin sentirse invadidas por el otro, dejando
espacio suficiente entre ambas y con una
disposición corporal oblicua que permita el
contacto visual, es decir, sin sentarse lado a lado
mirando hacia el frente.
• En las entrevistas realizadas a niños, requieren un
mobiliario acorde con su edad y mayores espacios
libres que permitan desarrollar sus juegos, así
como las entrevistas realizadas en terapias
familiares, en las que las proxemias familiares
cobran especial sentido (¿quién se sienta cerca de
quién?, ¿cuál es la distancia entre los diferentes
miembros de la familia? etc.) ya que obedecen a la
relación entre los roles familiares, alianzas, etc., lo
que nos ofrece información muy valiosa.
El espacio personal

• Existe una amplia variabilidad intercultural y


generacional en el uso del espacio físico
(habitualmente las personas ancianas y los jóvenes
interactúan con distancias más cortas), hemos de
conocer (y respetar) el espacio propio que demanda
cada persona entrevistada.
• La distancia entre entrevistado y entrevistador
durante el desarrollo de la entrevista ha de estar
comprendida entre la zona social
(aproximadamente de un metro a tres metros y
medio) y la psicológica zona pública (más de tres
metros y medio), controlando con ello las
reacciones de ansiedad, agresividad y hostilidad
que pueda generar el hecho de que el entrevistado
se sienta invadido en su zona personal
• Una mayor cercanía forzada entre ambas personas
denota una familiaridad que no siempre es compartida
y genera un mayor rechazo, en vez de facilitar la
proximidad y la apertura.

• Además de la distancia establecida, es importante estar


atentos a la variabilidad de esa distancia a lo largo de
las entrevistas puesto que suele indicar cambios de
tema, finalización de un asunto o su evitación.
• Mención especial merece el contacto físico, que
puede ser percibido por el cliente como positivo o
negativo dependiendo del tipo de contacto
(expresión de atención frente a gesto íntimo) y del
contexto o situación (apoyo frente a evaluación).

• Un mismo gesto, como apoyar la mano en el


hombro, puede ser valorado de forma muy diferente
si se entiende como una muestra de apoyo y de
atención o si se interpreta como un gesto íntimo de
aproximación no deseada.

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