antigua no tienen el mismo significado que tienen en la edad contemporánea. La edad antigua es el periodo de tiempo en el cual surgieron las primeras civilizaciones de la humanidad, e inicia con la primera civilización que son los sumerios, aproximadamente entre 4000 y 3740 a.C., y va hasta en el ano 476 d.C. Las palabras tributo y tributar, de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española (2019) significan:
Tributo: Del lat. tribūtum. Aquello que se tributa. Carga
continua u obligación que impone el uso o disfrute de algo. Obligación dineraria establecida por la ley, cuyo importe se destina al sostenimiento de las cargas publicas.
Tributar: Pagar algo al Estado para las cargas y
atenciones publicas. Dicho de un vasallo: Entregar al señor en reconocimiento del señorío cierta cantidad en dinero o en especie. Ofrecer o manifestar veneración como prueba de agradecimiento o admiración. El tributo definido desde la hacienda publica contemporánea adquiere la característica de ser un genero al que pertenecen cuatro especies: el impuesto, la tasa, la contribución fiscal y la contribución parafiscal,
En la edad antigua no se usan esas categorias, se
utilizan las palabras tributos e impuestos y su significado se relaciona con las cargas impositivas establecidas con carácter obligatorio por las autoridades de las Ciudades Estado de Sumeria
También la palabra tributo en la antigüedad se
relaciona con las ofrendas de carácter obligatorio establecidas por Yahweh de acuerdo con el antiguo testamento y mencionadas en la Biblia. La civilización Sumeria y los hechos tributarios ocurridos en la ciudad de Lagash
En la época antigua, y concretamente la primera
civilización de la que se tiene noticias: la civilización sumeria, cuyas ciudades se establecieron en las riberas de los ríos Tigris y Éufrates (La Mesopotamia), se tuvo conocimientos políticos avanzados en cuanto a la organización de las ciudades, la forma de gobierno y el poder impositivo. En la ciudad de Lagash en tiempos de paz los tributos eran administrados por las personas del Templo, y en tiempos de guerra por las personas del Palacio. Al terminar la guerra las personas de Palacio se negaron a pasar esta función a las personas del Templo, lo anterior llevo a que los habitantes de la ciudad de Lagash quedaran asfixiados por la carga impositiva. Esta narración da luces de como llego el rey Urukagina al poder, con el propósito de sacar a la ciudad del caos impositivo que la había llevado a la ruina, después de haber sido una ciudad prospera. Respecto a las luchas que se dan entre las personas de Palacio y las personas del Templo, esas luchas hacen pensar que las ciudades sumerias fueron victimas de corrupción, ilegalidad, opresión, y practicas impositivas abusivas, debido a las cuales, en el reinado de Urukagina, se llevaron a cabo reformas históricas. La forma en que la ciudad de Lagash había sido victima de abusos en materia impositiva, llevo a que un proverbio de las Tabillas Sumerias exprese:
“Puedes tener un Señor, puedes tener un Rey, pero
al hombre que debes temer es al recaudador de impuestos” El tributo en las escrituras En el Pentateuco los tributos no aparecen nítidamente con estas características, sino con otras vinculadas al culto. Más que una compulsión por el ejercicio del poder del Estado, resultaban obligaciones impuestas como una de las vías de adorar al ser supremo y sostener el culto.
Esto tiene lógica explicación: el carácter de las
contribuciones está fundado en las propias escrituras, en el sentido que Dios es el propietario de la tierra y en tal carácter todo lo que ella produce a él corresponde. No aparecen estas contribuciones como necesarias para el sostenimiento de un gobierno de carácter civil y, en realidad, por la forma en que aparecen tratados en el Pentateuco, parecería que funcionaron durante las primeras épocas de asentamiento de las tribus en la tierra de Israel, en que realmente parecía no ser necesaria la existencia de un poder o gobierno central.
La organización tribal y la forma de vida no exigía
efectuar mayores gastos de carácter colectivo para el conjunto de la población, que requiriese tributos especiales para el mantenimiento de un gobierno civil. La administración de justicia estaba a cargo, normalmente, de notables, entre los levitas y los kohanim, que no cobraban por ello separadamente. Tributo de guerra
Números 31:28 Exigirás un impuesto para YHWH: en
el caso de los guerreros que participaron en la campaña, uno de cada quinientos, de personas, bueyes, asnos, u ovejas, 29 se tomarán de la mitad que les toca y se le darán a Elazar el sacerdote como contribución a YHWH; 30 y de la otra mitad que les toca a los demás yisraelitas retendrás uno de cada cincuenta seres humanos, así como de ganado, asnos y ovejas – de todos lo animales– y se los darás a los lewitas, que cumplen sus deberes en la Morada de YHWH”. Ofrendas
Las ofrendas, destinadas a los kohanim o
sacerdotes, están descriptas en varias partes del Pentateuco.
Las ofrendas y sacrificios estaban destinados a los
sacerdotes, y tenían marcado carácter sagrado. Estas ofrendas hechas a los kohanim, podrían considerarse como tributos ya que se mantenían con ellas. Esa era la forma en que la población, en su conjunto, contribuía al sostenimiento de lo que era, en cierto modo, una especie de clase privilegiada dedicada al culto. Ofrenda de Paz
Levítico 3:3 Entonces presentará del sacrificio de
bienestar, como ofrenda encendida para YHWH, la grasa que cubre las entrañas; los dos riñones y la grasa que hay sobre ellos, que hay en los lomos; y la protuberancia en el hígado, la cual sacará con los riñones. Los hijos de Aharón convertirán esto en humo sobre el altar, con la ofrenda quemada que esté sobre la leña que haya en el fuego, como ofrenda encendida, de olor grato a YHWH. Levitico 7:11 Esta es la ley del sacrificio de bienestar que uno puede ofrecer a YHWH: 12 Si lo ofrece por agradecimiento, ofrecerá junto con el sacrificio de agradecimiento tortas inleudas mezcladas con aceite, bien empapadas, pastelillos inleudos, untados con aceite, y tortas de harina selecta mezcladas con aceite, bien empapadas. 13 Esta ofrenda, con tortas de pan leudado agregadas, la presentará junta con su sacrificio de agradecimiento por el bienestar. 14 De ésta ofrecerá una de cada clase como donación a YHWH; irá para el sacerdote que rocía la sangre de la ofrenda de bienestar. 15 Y la carne de su sacrificio de bienestar se comerá el día que se ofrece; no se dejará nada de ella hasta la mañana. 16 Sin embargo, si el sacrificio que ofrece es una ofrenda votiva o voluntaria, se comerá el día que se ofrece el sacrificio, y lo que sobre se comerá por la mañana. Levítico 7:29 Háblale así a los israelitas: La ofrenda a YHWH de un sacrificio de bienestar debe presentarla el mismo que ofrezca el sacrificio de bienestar a YHWH: 30 su propia mano presentará la ofrenda encendida de YHWH. Presentará la grasa con el pecho, el pecho para elevarlo como ofrenda elevada delante de YHWH; 31 el sacerdote convertirá la grasa en humo sobre el altar, y el pecho irá para los hijos de Aharón. 32 Y el muslo derecho de sus sacrificios de bienestar lo presentarán al sacerdote como donación; 33 el de los hijos de Aharón que ofrezca la sangre y la grasa de las ofrendas de bienestar obtendrá el muslo derecho como su porción. 34 Porque he tomado el pecho de la ofrenda de elevación y el muslo de la ofrenda de donación de los israelitas, de sus sacrificios de bienestar, y se las he dado a Aharón el sacerdote y a sus hijos como su asignación de parte de los israelitas para siempre. Por la culpa
Levítico 7:3 Toda su grasa se ofrecerá: la cola gorda; la grasa
que cubre las entrañas; 4 los dos riñones y la grasa que hay sobre ellos en los lomos; y la protuberancia del hígado, que se quitará con los riñones. 5 El sacerdote los convertirá en humo sobre el altar como ofrenda encendida para YHWH; es una ofrenda por la culpa. 6 Solamente los varones en la línea sacerdotal pueden comer de ella; se comerá en el precinto sagrado: es santísima. 7 La ofrenda por la culpa es como la ofrenda por el pecado. La misma regla aplica a las dos: le pertenecerá al sacerdote que hace expiación con ella. 8 Así también, el sacerdote que presenta la ofrenda quemada de un hombre retendrá la piel de la ofrenda quemada que presente. Diezmos
El segundo grupo de tributos de importancia
señalados en el Pentateuco es el de los diezmos; existieron como contribución normal en todas las ciudades y pueblos de la antigüedad. Se han encontrado indicios de que el diezmo era una contribución ordinaria en Ugarit. Según las escrituras, el diezmo era la contribución destinada a los leviim Cuando la población subía al templo, ocasión en que entregaba las primicias a los sacerdotes y el diezmo a los levitas.
Los levitas tenían derecho al diezmo por el servicio de la
tienda de reunión o Mishkán donde estaba el arca. Si bien no podían acceder al santuario, al cual solamente entraban los kohanim, cumplían con una suerte de servicio administrativo.
De todas maneras, el diezmo del diezmo debía ser
contribuido por los levitas a los kohanim, de modo que éstos obtenían una recaudación adicional por tal concepto Números 18:8 YHWH le habló nuevamente a Aharón: “Mira, yo te pongo a cargo de mis contribuciones, de todos las donaciones sagradas de los yisraelitas; te las concedo a ti y a tus hijos como propina, un derecho para siempre. 9 Esto será tuyo de los sacrificios más santos, las ofrendas encendidas: toda ofrenda que me traigan como sacrificio santísimo, es decir, toda ofrenda por la culpa de ellos, te pertenecerá a ti y a tus hijos, 10 Ustedes participarán de ellas como donaciones sagradísimas: solamente los varones pueden comerlas; las tratarás como consagradas. 11 Esto también será tuyo: las ofrendas de dádiva de sus contribuciones, todas las ofrendas elevadas de los yisraelitas, te las doy a ti, a tus hijos, y a las hijas que están contigo, como un derecho perpetuo. Cualquiera de tu casa que esté puro puede comerlas. 12 Todo lo mejor del aceite, el vino nuevo, y el grano –las porciones selectas de lo que presenten a YHWH– te las doy a ti. 13 Los primeros frutos de todo lo de la tierra que traigan a YHWH, será tuyo; cualquiera de tu casa que esté puro puede comerlas. Números 18:14 Todo lo que ha sido proscrito en Yisrael será tuyo. 15 El primer fruto del vientre de todo ser, sea mujer o bestia, que se ofrezca a YHWH, será tuyo; pero redimirás el primogénito de hombre, y también harás que se redima el primero de los animales impuros. 16 Toma como precio de redención, de un mes de edad para arriba, el dinero equivalente de cinco shékels por el peso del santuario, que equivale a once gramos. 17 Pero los primogénitos de ganado, de ovejas, o de cabras no pueden redimirse; son consagrados. Rociarás su sangre contra el altar, y convertirás en humo su grasa como ofrenda encendida para olor grato a YHWH. 18 Pero su carne será tuya: será tuya como el pecho de la ofrenda elevada y como el muslo derecho. 19 Todas las contribuciones sagradas que los yisraelitas aparten para YHWH te las doy a ti, a tus hijos, y a las hijas que estén contigo, como un derecho perpetuo. Números 18:25 YHWH le habló a Mosheh, y le dijo: 26 “Háblales a los lewitas y diles: Cuando reciban de los yisraelitas sus diezmos, que yo te he asignado como tu parte, tú apartarás de ellos una décima parte del diezmo de YHWH. 27 Esto se te contará como tu contribución. Como con el grano nuevo de la era o el producto del lagar, 28 así tú por tu parte apartarás una contribución para YHWH de todos los diezmos que recibas de los yisraelitas; y de ellos le traerás la contribución para YHWH a Aharón. 29 Apartarás todas las contribuciones debidas a YHWH de todo lo que se te dona, de cada cosa la mejor porción, la parte que se va a consagrar. 30 Diles además: Cuando le hayan quitado la mejor parte, ustedes los lewitas pueden considerarlo lo mismo que el producto de la era o del lagar. 31 Ustedes y sus familias pueden comerla en cualquier parte, porque esa es su recompensa por sus servicios en la Carpa de Reunión. El trabajo de los levitas 1 Cronicas 23:28-32 Porque su deber era estar junto a los aharonitas para servir en la Casa de YHWH, en el cuidado de los atrios y los aposentos, y en la purificación de toda cosa consagrada, y en la realización del servicio de la Casa de ha'Elohim, y las hileras de pan, y la harina fina para la ofrenda de comida, y las galletas inleudas y las tortas que se preparan empapadas en la sartén, y toda medida de capacidad y longitud; y estar presentes cada mañana para alabar y loar a YHWH, y por la tarde también, y siempre que se presentaran ofrendas a YHWH, según las cantidades prescritas para ellos, los Shabatot, los novilunios y las festividades, regularmente, delante de YHWH; y así mantener vigilancia sobre la Carpa de Reunión, sobre las cosas santas, y sobre sus parientes los aharonitas, en el servicio de la Casa de YHWH. Otros tributos Capitación
Uno de los tributos más condenados
por las modernas finanzas públicas es la capitación: tributo igual por cabeza, sin interesar la condición del sujeto, o sea, todos los habitantes de determinado lugar, pagan exactamente igual monto. Éxodo 30:11-16 YHWH le habló a Mosheh diciendo: Cuando hagas un censo del pueblo yisraelita según su inscripción, cada cual pagará a YHWH un rescate por sí mismo cuando se inscriba, para que ninguna plaga venga sobre ellos por estar inscribiéndose. Esto es lo que pagará cada uno de los que se inscriban: medio shékel conforme al peso del santuario – veinte guerahs por shékel– medio shékel como ofrenda a YHWH. Todo el que se inscriba en el registro, desde los veinte años de edad en adelante, dará la ofrenda a YHWH: el rico no pagará más ni el pobre pagará menos de medio shékel cuando den la ofrenda de YHWH como expiación por sus personas. Tú recibirás el dinero de expiación de los yisraelitas y lo asignarás al servicio de la Carpa de Reunión; les servirá a los yisraelitas como recordatorio delante de YHWH, como expiación por sus personas. En la época del rey David parece insinuarse la importancia del poder civil y de sus consiguientes gastos. Menciona el libro de Samuel II que el rey David ordenó un censo de la población que, evidentemente, estuvo destinado a listar a los contribuyentes para, tal vez, obtener de ellos nuevamente una capitación con fines bélicos; David fue el primero en organizar un ejército más o menos regular que debía ser mantenido. Servicios personales
En la antigüedad, además de las contribuciones en
especie, eventualmente redimibles en dinero, también tenían importancia los servicios personales que debían ser prestados al rey y que, en cierto modo, eran una forma disfrazada de esclavitud temporal o de servicio militar o civil especial.
La construcción del templo en época de Salomón
se hizo a costa de ingentes horas de estos servicios personales que, obviamente, eran también una forma de contribución. 1 Reyes 5:13-18 El rey Shelomoh impuso trabajo forzado en todo Yisrael, los reclutados llegaron a treinta mil hombres. Los enviaba al Levanón en turnos de diez mil al mes; pasaban un mes en el Levanón y dos meses en sus casas. Adoniram estaba a cargo del trabajo forzado. Además, Shelomoh tenía setenta mil cargadores y ochenta mil canteros en las montañas, aparte de los tres mil trescientos oficiales que Shelomoh había puesto a cargo de la obra y que supervisaban a la gente que hacía la obra. El rey ordenó que extrajeran grandes bloques de piedras selectas, para poner los cimientos del templo con piedras labradas. Los albañiles de Shelomoh, los albañiles de Jiram, y los de Gueval, las tallaron. Así se prepararon la madera y las piedras para construir la Casa. 1 Reyes 9:15 Este fue el propósito del trabajo forzado que impuso el rey Shelomoh: fue para edificar la Casa de YHWH, su propio palacio, el Miló, la muralla de Yerushalem, y [para fortificar a] Hazor, a Meguidó y a Guézer. Contribuciones de carácter social
No pueden dejar de mencionarse algunas otras
formas de contribuciones sociales señaladas en el Pentateuco, que no tenían específicamente carácter de tributos, pero que cumplían el fin social de satisfacer ciertas necesidades colectivas. Así encontramos la pea, o sea, los rincones de los campos que debían dejarse sin cosechar o sin cortar, para que de ellos pudieran servirse los pobres o los extranjeros: no acabarás de segar el rincón de tu campo ni espigarás tu tierra segada ni rebuscarás tu viña, y los granos caídos para el pobre y el extranjero dejarás. Los jueces de Israel Otniel
Jueces 3:8 YHWH se enojó con Yisrael y los entregó
al rey Kushán Rishatáyim de Aram Najaráyim; y los yisraelitas fueron súbditos de Kushán Rishatáyim por ocho años.
Ehud
Jueces 3:14 Los yisraelitas fueron súbditos del rey
Eglón de Moav por dieciocho años. Deborah
Jueces 4:2-3 Y YHWH los entregó en manos del rey
Yavín de Kenaan, que reinaba en Jatsor. Su comandante militar era Siserá, cuya base era Haróshet Goyim. Los yisraelitas clamaron a YHWH; porque tenía novecientos carros de hierro, y había oprimido a Yisrael duramente por veinte años.
Gedeon
Jueces 6:1 Entonces los yisraelitas hicieron lo que
era ofensivo para YHWH, y YHWH los entregó en manos de los midyanitas por siete años. Jefte
Jueces 10:8 En aquel año oprimieron y tiranizaron a
los yisraelitas -y por dieciocho años- a todos los yisraelitas del otro lado del Yardén, en [lo que había sido] la tierra de emoritas en Guilad.
Sansón
Jueces 13:1 Los yisraelitas volvieron a hacer lo que
era ofensivo para YHWH, y YHWH los entregó en manos de los pelishtinos por cuarenta años. Durante el período nómada los impuestos eran desconocidos para los hebreos. Se daban obsequios voluntarios a los jefes como retribución por su protección.
Los cananeos conquistados eran obligados a
rendir tributo laboral. Josué 16:10 Sin embargo, no desposeyeron a los kenaanitas que habitaban en Guézer; así que los kenaanitas se quedaron en medio de Efráyim, como es todavía el caso. Pero tuvieron que realizar trabajo forzado.
Josué 17:13 Cuando los israelitas se hicieron más
fuertes, impusieron tributos sobre los kenaanitas; pero no los desposeyeron. Jueces 1:28-35 Y cuando Yisrael se hizo fuerte, redujeron a los kenaanitas a trabajo forzado; pero no los desposeyeron. Tampoco Efráyim desposeyó a los kenaanitas que habitaban en Guézer; de modo que los kenaanitas siguieron habitando en medio de Guézer. Zebulún no desposeyó a los habitantes de Qitrón ni a los habitantes de Nahalol; Así que los kenaanitas siguieron habitando en su medio, pero fueron reducidos a trabajo forzado. Asher no desposeyó a los habitantes de Akó ni a los habitantes de Tsidón, de Ajlab, de Akhzib, de Jelbah, de Afiq, ni de Rejov. Así que los asheritas habitaron en medio de los kenaanitas, los habitantes del país, porque no los desposeyeron. Naftalí no desposeyó a los habitantes de Bet Shémesh ni a los habitantes de Bet Anat. Sino que se establecieron en medio de los habitantes kenaanitas del país, y todos los habitantes de Bet Shémesh y de Bet Anat tenían que realizar trabajo forzado para ellos. Los emoritas presionaban a los danitas hacia la serranía; no los dejaban bajar a la llanura. Los emoritas también persistieron en habitar en Har-Heres, en Ayalón, y en Shaalbim. Pero la mano de la Casa de Yosef era fuerte contra ellos y tenían que realizar trabajos forzosos. Los Reyes de Israel La primera referencia a las posibilidades que un sistema impositivo fuera utilizado con fines distintos, aparece en el libro de Samuel I: se le pide a Samuel un rey para Israel, por cuanto los demás pueblos los tenían. En cambio, Israel no contaba con quien les condujera y defendiera especialmente de los constantes ataques de sus vecinos. 1 Samuel 8:9-18 Atiende su demanda; pero adviérteles solemne-mente, y háblales sobre las prácticas de cualquier rey que gobierne sobre ellos”. Shemuel le informó todas las palabras de YHWH al pueblo, que le estaba pidiendo un rey. Dijo: “Esta será la práctica del rey que gobernará sobre ustedes: Tomará a sus hijos y los nombrará como sus cocheros y jinetes, y servirán como corredores para sus carros. Los nombrará como sus jefes de millares y de cincuentas; o tendrán que arar los campos de él, recoger sus cosechas, y hacer sus armas y el equipo de sus carros. Tomará a sus hijas como perfumistas, cocineras, y panaderas. Les quitará a ustedes sus mejores campos, viñas y olivares, y se los dará a sus cortesanos. Tomará una décima parte de los granos y las uvas de ustedes y se los dará a sus eunucos y cortesanos. Tomará los esclavos y esclavas de ustedes, sus mejores jóvenes, y sus asnos, y los pondrá a trabajar para él. Tomará una décima parte de los rebaños de ustedes, ustedes vendrán a ser esclavos de él. Vendrá el día en que ustedes clamarán a YHWH por causa del rey que ustedes mismos han escogido; y YHWH no les responderá en ese día”. De todos modos, aun así cabe suponer que en la época del rey Saúl no habría existido un sistema de tributos con destino civil, pues si bien fue consagrado rey, permaneció durante su época, en buena medida, la organización tribal; recién podemos hablar de sistema tributario en las postrimerías del reinado de David y, principalmente, durante el reinado de su hijo Salomón. 1 Reyes 4:5 Azaryah hijo de Natán –al mando de los gobernadores; Zabud hijo de Natán el sacerdote – amigo del rey; 6 Ajishar –el administrador del palacio; y Adoniram hijo de Abda –a cargo del tributo laboral. 7 Shelomoh tenía doce gobernadores en todo Yisrael, los cuales proveían alimento para el rey y su familia; cada uno de ellos tenía que proveerle alimento durante un mes al año. 1 Reyes 4:21 El gobierno de Shelomoh se extendía sobre todos los reinos desde el Río hasta la tierra de los pelishtinos y hasta la frontera con Mitsráyim. Le traían tributo a Shelomoh y estuvieron sujetos a él todos los días de su vida. Salomón aprovechó las ventajas relativas de la ubicación geográfica de su reino entre la Mesopotamia y Egipto.
En aquella época eran usuales los derechos de
peaje o los derechos al comercio Internacional; este tributo parece haber rendido bastantes frutos a las arcas del rey Salomón. 1 Reyes 10:23 El rey Shelomoh superaba a todos los reyes de la tierra en riquezas y en sabiduría. 24 Todo el mundo venía a rendirle homenaje a Shelomoh y a oír la sabiduría con la que Elohim lo había dotado; 25 Año tras año cada uno de ellos le llevaba su tributo: objetos de plata, objetos de oro, vestiduras, armas, perfumes, caballos y mulos. Obviamente, a los contribuyentes no les gustaban los tributos pesados, lo que provocó una gran revolución después de la muerte de Salomón, la cual dividió el reino entre Israel y Judá. 1 Reyes 12:12 Yarovam y todo el pueblo vinieron donde Rejavam al tercer día, siendo que el rey les había dicho: ‘Vuelvan a mí al tercer día’. 13 El rey le respondió al pueblo con dureza, ignorando el consejo que le habían dado los ancianos. 14 Les habló de acuerdo con el consejo de los jóvenes, y les dijo: “Mi padre les hizo pesado su yugo, pero yo le añadiré a su yugo. Mi padre los azotó con látigos, pero yo los azotaré con escorpiones”. 16 Cuando todo Yisrael vio que el rey no les había hecho caso, el pueblo le respondió al rey: “¡No tenemos parte con Dawid! ¡No tenemos herencia en el hijo de Yishay! ¡A tus moradas, Yisrael! ¡Vela ahora por tu propia casa, oh Dawid!” Entonces los Yisraelitas se fueron a sus moradas. 1 Reyes 12:18 El rey Rejavam envió a Adoniram, que estaba a cargo del tributo laboral; pero todo Yisrael lo apedreó, y murió. Entonces el rey Rejavam se apresuró a subir en su carro para huir a Yerushalem. Los reyes de Judá e Israel también pagaron tributos: Durante los días del reino dividido, Menajem sobornó al rey de Asiria. 2 Reyes 15:18-20 El hizo lo que desagradaba a YHWH; en todos sus días no se apartó de los pecados que Yarovam hijo de Navat hizo cometer a Yisrael. Pul, el rey de Ashur, vino contra el país, y Menajem le dio a Pul 1,000 talentos de plata para que le ayudara y consolidara su control del reino.Menajem le exigió el dinero a Yisrael; todos los pudientes tenían que pagar cincuenta shékels de plata para el rey de Ashur. El rey de Ashur se retiró y no se detuvo en el país. Similarmente, Oseas pagó pesado tributo a Asiria, y cuando rehusó seguir haciéndolo, perdió su reino. 2 Reyes 17:3-5 Shalmanésar, rey de Ashur, marchó contra él, y Hoshea se hizo su vasallo y le pagaba tributo. Pero el rey de Ashur sorprendió a Hoshea en un acto de traición: éste había enviado mensajeros a So, rey de Mitsráyim, y no le había pagado el tributo al rey de Ashur, como en años previos. Por eso el rey de Ashur lo arrestó y lo encerró en una cárcel. Después el rey de Ashur marchó contra todo el país; llegó a Shomrón y la sitió durante tres años. El faraón Necao de Egipto impuso pesado tributo a Judá, y Joacim cargó opresivamente de impuestos a Judá. 2 Reyes 23:33, 35 El Paroh Nekhoh lo encarceló en Rivlah, en la tierra de Jamat, para evitar que reinara en Yerushalem; e impuso sobre el país una multa de cien talentos de plata y un talento de oro. Yahoyaqim le pagó al Paroh la plata y el oro, pero tuvo que imponer un impuesto al país para dar el dinero que exigía el Paroh. Exigió la plata y el oro al pueblo de la tierra –la plata y el oro para pagarlo al Paroh Nekhoh. Bajo la dominación persa, los tributos, impuestos y rentas eran formas impositivas, aunque Artajerjes eximió a sacerdotes levitas. Esdras 4:11-13 “Al rey Artajshasta, [de] sus siervos, la gente de la provincia Allende el Río. Y ahora, sepa el rey que los yahuditas que vinieron de usted a nosotros, han llegado a Yerushalem y están reedificando esa ciudad rebelde y perversa; están completando los muros y reparando los cimientos. Sepa ahora el rey que si se reedifica esa ciudad y se completan los muros, ellos no pagarán tributos ni impuestos ni rentas, y a la larga se perjudicará el reino.
Esdras 7:24 Además, les advertimos que no está permitido
imponerles tributo, ni impuesto ni renta a ninguno de los sacerdotes, lewitas, cantores, porteros o servidores del templo, ni a otros siervos de esta Casa de Elahá. Parece ser que era costumbre que los judíos dieran una cantidad fija cada año, aunque no se hiciera un censo anual. Por ejemplo, Jehoás exigió el impuesto sagrado ordenado por Moisés. 2 Cronicas 24:5 Reunió a los sacerdotes y a los lewitas, y les ordenó: “Recorran las ciudades de Yahudah y colecten dinero de todo Yisrael para la reparación anual de la Casa de su Elohim. Háganlo pronto”. Pero los lewitas no actuaron con prontitud. 6 Entonces el rey llamó a Yahoyadá, el sumo sacerdote, y le dijo: “¿Por qué no has requerido de los lewitas que traigan de Yahudah y de Yerushalem la contribución que Mosheh, siervo de YHWH, y la congregación de Yisrael establecieron para la Carpa de la Alianza?” Los judíos del tiempo de Nehemías se comprometieron a pagar la tercera parte de un siclo cada año para el servicio del templo. Nehemías 10:32 “Nos impusimos la obligación de contribuir con la tercera parte de un shékel al año para el servicio de la Casa de nuestro Elohim: Ya en el siglo I E.C., los judíos estaban muy resentidos por causa del pago de impuestos, no solo debido a la corrupción de los recaudadores de impuestos, sino también porque significaban un reconocimiento de su sujeción a Roma. En la época del Nuevo Testamento, los impuestos se pagaban al Imperio Romano, que dominaba por aquel entonces. Los representantes de Roma comercializaban el derecho de cobrar tasas en una región donde le pagaran mejor. Ese cobrador de impuestos, que «compraba» el cargo, recogía el dinero del pueblo, dándole la mayor parte al Imperio; luego, se quedaba con un porcentaje. Esa persona contrataba algunos recolectores de impuestos —los llamados publicanos— que cubrían una determinada área. Era una práctica común que exigieran tributos bastante altos, engordando su ganancia original y entregando la cantidad reglamentaria a Roma. Mateo 9:9 Pasando de allí más adelante, Yahoshúa vio a un hombre llamado Matityah, sentado en el lugar de los tributos públicos, y le dijo: “¡Sígueme!” Y él se levantó y lo siguió. Mateo 22:15-17 Entonces se fueron los fariseos y consultaron entre ellos cómo podrían enredarlo en alguna palabra. De modo que le enviaron unos discípulos de ellos, junto con los herodianos, a decirle: “Rabí, sabemos que eres un hombre sincero, y que enseñas el camino de Elohim con franqueza y que no te cuidas de nadie; porque no te fijas en la apariencia de la gente. Así que danos tu opinión: ¿Es justo pagarle impuestos al César, o no?” Los publícanos en la Biblia
Algunos autores romanos, como Marco T. Cicerón o Tito
Livio ya indicaban en sus escritos la mala fama que, en su época, tenían los publicanos a causa de su rapacidad, que abarcaba el orbe romano. El odio que se sentía hacia ellos era especialmente agudo en Palestina por sus abusos hacia sus paisanos y por el trato continuo que por ello tenían con los gentiles. En consecuencia no solo eran traidores por trabajar contra el interés de su propio pueblo, sino que además, eran impuros, pecadores por el trato que con gentiles tenían. Tan aborrecidos eran por parte de la población judía que el Talmud aseguraba que era lícito arrancarles la piel a tiras. Otra cosa era lo que la administración romana lo permitiera. Mateo 17:24 Cuando llegaron a Kefar Najum, se le acercaron a Kefá los que cobraban el impuesto del templo y le preguntaron: “¿El rabí de ustedes no paga el impuesto del templo?” El hombre fue creado para tributar! Acerca de la creación del hombre, y el propósito que tuvieron los dioses para crearlo, la literatura extraída de las Tablillas Sumerias, el libro del Génesis de la Biblia y el libro de Enoc, dan cuenta de que el hombre fue creado por los dioses para tributarles en forma de servicios, a través del trabajo. En las Tablillas Sumerias se expresa la idea de que el hombre fue creado de forma exclusiva para tributar a los dioses, este tributo se hace en forma de servicios, consiguientemente, si el hombre queda mal en esta tarea ante los dioses, estos le enviaban calamidades en forma de sequias, diluvios, hambrunas, pestes y enfermedades. De acuerdo con lo anterior, el hombre tenia un primer deber, y era el de temer a las divinidades; y un segundo deber, consiente en tributarles en forma de servicios. Génesis 2:7 Entonces YHWH Elohim formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló en su nariz el aliento de vida, y el hombre vino a ser un ser viviente.
Génesis 2:15 YHWH Elohim tomó al hombre y lo
colocó en el huerto de Edén para que lo cultivara y lo atendiera. Proverbios 11:18 El malvado gana salarios ilusorios, pero el que siembra justicia tiene una verdadera recompensa.
24-26 Un hombre da generosamente y termina con
más; otro se limita en hacer lo correcto e incurre en pérdida. La persona generosa disfruta la prosperidad; el que satisface a otros será satisfecho. El que esconde el grano se gana la maldición de la gente, pero hay bendiciones sobre la cabeza del que lo distribuye.