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DERECHO PUBLICO
ABOGADA VALENTINA ROMERO SOTO
VALENTINA.ROMERO.SOTO@EDU.UDLA.CL
UNIDAD N° 2:
EL PROCESO Y LAS
DISPOSICIONES COMUNES
DEL PROCEDIMIENTO
RESUMEN DE LA UNIDAD N° 2
• El proceso jurisdiccional ha sido conceptualizado por Couture, como “la secuencia o serie de actos que se
desenvuelven progresivamente con el objeto de resolver, mediante un juicio de autoridad, el conflicto sometido a su
decisión”.
• Es en consecuencia una sucesión de acciones y reacciones en que la actividad de los sujetos constituye un nuevo
impulso para ponerse en movimiento.
• El proceso como tal es una idea abstracta, a la cual debe darse una forma externa que canalice su desarrollo: el
procedimiento.
• Por procedimiento entendemos “sistema racional y lógico que determina la secuencia o serie de actos que deben
realizar las partes y el tribunal para obtener los fines del proceso.”
• Así, mientras el proceso es la totalidad o unidad, el procedimiento es la sucesión de actos en movimiento, en que cada
acto se encuentra vinculado o coordinado a otro acto o a otro grupo de actos, que se suceden en el tiempo en forma
continua.
• Si bien cada acto tiene y cumple una finalidad inmediata y propia, que lo califica en su individualidad, todos están
dirigidos a un objeto común, lejano, cuál es la formación del acto final que resumirá el procedimiento y constituirá su
resultado individualmente. Cada uno de estos actos de que se compone el proceso y que tiene como objetivo último la
formación del acto final, se conocen con el nombre de “Actos Jurídicos Procesales”
Cuando hablamos de hechos procesales nos referimos a acaecimientos o
acontecimientos que producen efectos en el proceso. Ej. muerte de un litigante, la
llegada de un determinado día, la enfermedad de un testigo.
Así acto jurídico procesal sería: “Dícese del acto jurídico emanado de los órganos
de la jurisdicción, de las partes o de terceros, susceptible de crear, modificar o
extinguir derechos procesales”
Un acto jurídico procesal o acto procesal por ejemplo es una resolución judicial,
una declaración de un testigo o la demanda.
Al igual que en materia civil, el acto jurídico procesal se diferencia del hecho
jurídico procesal, en que éste último es tan sólo aquel suceso de la naturaleza que
produce efectos en el proceso.
Los actos jurídicos procesales se ordenan en los artículos 59 a 77 del Código de Procedimiento Civil.
Luego, una actuación judicial es “todo acto jurídico procesal, más o menos solemne, realizado por o a través del
tribunal, por las partes, los terceros o auxiliares de la administración de justicia, de los cuales se deja constancia en
la carpeta electrónica, y deben ser autorizados por un ministro de fe, salvo las excepciones que señala la ley”.
La contienda judicial se compone de las pretensiones que hace valer el actor y de las excepciones que opone el
demandado, lo que se desarrolla a través de determinados actos de procedimiento o actos procesales.
Este conjunto de actos o diligencias, sea que los ejecute el juez o las partes, está regido por normas que, en su totalidad,
constituyen el procedimiento.
Esas normas indican la forma y oportunidad en que tales actos o diligencias deben realizarse, con el objeto de que los
litigantes, previamente, y en igualdad de condiciones, conozcan el camino a seguir en este anhelo de obtener justicia.
El Código de Procedimiento Civil denomina actuaciones judiciales a los actos jurídicos procesales.
Se definen como toda manifestación de voluntad relativa al desenvolvimiento del proceso, sea las actuaciones judiciales
o actos jurídicos procesales cual fuere el sujeto del que emana.
Así, por ejemplo, se puede citar una notificación, la resolución que recibe la causa a prueba, la realización de un
comparendo.
La forma de decretar actuaciones judiciales alude a la manera como se llevan a cabo esta especie de actos jurídicos
procesales.
Al respecto, se distingue entre actuaciones judiciales decretadas con conocimiento, con citación y con audiencia.
ELEMENTOS DE LOS ACTOS JURÍDICOS PROCESALES
• Las actuaciones judiciales o actos jurídicos procesales requieren, para su
validez, de ciertos requisitos de validez comunes a toda actuación, y en los
cuales interviene el órgano jurisdiccional.
Excepciones
•Cuando la ley encomienda estas actuaciones a otro funcionario: en este caso, no se practican por el
tribunal de la causa las actuaciones que la ley expresamente encomienda a otro funcionario.
•Por ejemplo, en materia de notificaciones, la ley encarga ejecutarlas a los receptores o a los
secretarios del tribunal.
•Cuando la ley permite delegar: como ejemplo, figura la tasación de costas procesales, de acuerdo con
el artículo 140 del Código de Procedimiento Civil, en que se delega en el secretario del tribunal.
•Exhortos: se utilizan para aquellas actuaciones que deban realizarse fuera del lugar en que se sigue el
juicio, lo que se logra mediante los llamados exhortos. Al respecto se pronuncia el artículo 171 del
Código de Procedimiento Civil.
2.- Practicados en días y horas hábiles
Según el artículo 59 del Código de Procedimiento Civil, son días hábiles los no feriados y son horas hábiles las que median entre las 8:00
y las 20:00 horas.
Los días feriados son aquellos indicados por la ley. El inciso primero del artículo 313 del Código Orgánico de Tribunales, a su turno,
señala que son días feriados son tales los que la ley determine y los comprendidos en el tiempo de vacaciones de cada año, que
corresponderá a un feriado anual de un mes.
La regla general es que las actuaciones judiciales realizadas fuera de estos días y horas hábiles, son nulas.
Excepciones
•Los tribunales, a solicitud de parte, pueden habilitar días y horas inhábiles si hay causas urgentes que lo exijan. Así lo ordena el artículo
60 del Código de Procedimiento Civil.
•Para practicar notificaciones en los juicios de mínima cuantía, son horas hábiles las comprendidas entre las 6:00 y las 20:00 horas de
todos los días del año. Esto en conformidad al artículo 708 del Código de Procedimiento Civil.
•En los asuntos criminales no hay días ni horas inhábiles, ni se suspenden los plazos por la interposición de días feriados. Así versa el
artículo 14 del Código Procesal Penal.
•La notificación personal se puede hacer cualquier día, entre las 6 y las 22 horas cuando se hace en la morada o lugar habitual de
trabajo, o recinto privado de libre acceso al público.
•Si el día es inhábil, los plazos comienzan a correr a las cero horas del día siguiente hábil. Ello en concordancia a lo dispuesto por el
artículo 41, inciso 2° y 3° del Código de Procedimiento Civil.
La notificación personal es aquella que se hace a la persona misma del notificado, entregándose copia íntegra de la resolución y de la
solicitud en que haya recaído cuando sea escrita.
3.- Testimonio fidedigno en la carpeta electrónica
El Código de Procedimiento Civil, en su artículo 61, señala que de toda actuación debe dejarse testimonio
fidedigno en la carpeta electrónica, debiendo expresarse: día, mes y año en que se verifique, de las
formalidades con que se haya procedido, y de las demás indicaciones que la ley o el tribunal dispongan.
A continuación y previa lectura, firmarán todas las personas que hayan intervenido; y si alguna no sabe o se
niega a hacerlo, se expresará esta circunstancia.
A este respecto, esta labor es cumplida por el secretario del tribunal y el jefe de la unidad administrativa
que tiene a su cargo la administración de causas.
Sin embargo, en la actualidad las resoluciones judiciales son suscritas por los magistrados mediante firma
electrónica avanzada, por ende, no requieren firma, ni autorización del ministro de fe.
CARACTERÍSTICAS DE LOS ACTOS JURÍDICOS PROCESALES:
•Son esencialmente solemnes. Así la demanda, por ejemplo, debe cumplir con
determinados requisitos legales;
•Por regla general, son unilaterales. Normalmente emanan de una sola parte
o del juez;
•Son autónomos. Sin perjuicio de que se encuentren entrelazados entre sí, los
actos jurídicos procesales son independientes uno del otro.
CLASIFICACIÓN DE LAS ACTUACIONES JUDICIALES
Fuera de los requisitos comunes a toda actuación judicial el legislador procesal reglamenta, en forma especial, dos de
ellas: los actos jurídicos procesales en que debe tomarse o prestarse juramento y los actos jurídicos procesales en
que debe intervenir un intérprete.
•Actuaciones en que debe tomarse o prestarse juramento. Siempre que en una actuación haya de tomarse
juramento a alguno de los concurrentes, el funcionario que va a autorizar esa actuación debe interrogar al afectado a
tenor de la siguiente fórmula: "jura/promete por Dios decir verdad acerca de lo que se le va a preguntar". Así lo
dispone el artículo 62 del Código de Procedimiento Civil.
•Actuaciones en que debe intervenir un intérprete. Según el artículo 63 del Código de Procedimiento Civil, debe
recurrirse al intérprete oficial, si es que lo hay, y si no lo hay, al que designe el tribunal en tal carácter.
•Ese intérprete debe reunir las condiciones necesarias para ser perito y tiene el carácter de ministro de fe.
•Antes de llevar a cabo la diligencia, debe prestar juramento para el fiel desempeño de su cargo al tenor del artículo
62 Código de Procedimiento Civil.
•Se trata de los intérpretes del Departamento de Traductores e Intérpretes de la Dirección de los Servicios Centrales
del Ministerio de Relaciones Exteriores, quienes intervienen en todas aquellas diligencias judiciales en que sea
requerida la mediación de un intérprete oficial.
ELEMENTOS DEL ACTO JURÍDICO PROCESAL:
Así por ejemplo, la demanda, como acto jurídico procesal de parte, si no cumple
con los requisitos contenidos en el artículo 254 CPC, se verá expuesta a la
sanción contenida en el artículo 256 CPC o bien, a su rechazo por ineptitud del
libelo (artículo 303 CPC).
b) Son Mayoritariamente Unilaterales: La manifestación de voluntad destinada a
producir efectos en el proceso, emana normalmente de un solo sujeto (ej: demanda,
contestación, sentencia, peritaje, etc.).
Excepcionalmente, hay actos en que la ley exige la concurrencia de dos o más voluntades
para su perfeccionamiento, tales como el compromiso, la transacción, la prórroga expresa
de la competencia, etc. Estos actos jurídicos procesales bilaterales, son también
denominados “Negocios Jurídicos Procesales”.
c) Suponen y Crean al Proceso: Los actos jurídicos no pueden existir sin el proceso, y éste
último no existe sin ellos. Los Actos Jurídicos Procesales se integran de tal manera al
proceso que lo suponen y lo crean. Lo suponen, porque no puede existir un proceso sin
ellos, y lo crean porque precisamente, el proceso es una serie o secuencia de actos
jurídicos procesales, denominándose el proceso desde esta dimensión como un acto
jurídico procesal complejo.
d) Son Autónomos: Pese a que en su esencia están todos coordinados hacia un
objetivo común, no suponen ligazón a otro tipo de actos.
b) Según el sujeto del que emana el acto: Podemos distinguir actos del
tribunal, actos de las partes y actos de terceros.
b.1 Del Tribunal: Son la regla general en los procedimientos en los cuales rige el principio
inquisitivo. El ejemplo más claro son las resoluciones judiciales.
b.2 De las Partes: Dentro de este concepto comúnmente se incluyen también aquellos
actos emanados de terceros directos. Son la regla general en los procedimientos regidos
por el principio dispositivo (ejs: demanda, tercerías, querella, etc.)
- De Impulso Procesal: peticiones de las partes para dar curso progresivo a los autos.
(solicito se reciba la causa a prueba)
- De Postulación: aquellos en que se formulan cuestiones de fondo, vinculadas con el
asunto objeto del proceso (ejs: demanda, excepciones perentorias, observaciones a la
prueba, etc.)
- Probatorios: aquellos que se realizan para acreditar los hechos en que se sustentan las
pretensiones y defensas (ej: prueba de testigos)
- De impugnación: pretenden atacar los actos del tribunal, ya sea por defectos o vicios de
forma o de fondo, o bien, porque producen agravio o gravamen irreparable a alguna de
las partes (ej: recursos)
b.3 De Terceros Indirectos: son aquellas personas que participan en el proceso pero se desvinculan del
litigio y carecen de interés en él (ej: peritos, receptores, martilleros, etc.) Pueden ser de tres clases:
• De Opinión: Aquellos en que el tribunal está obligado o facultado para recurrir al informe de un
tercero (ej: Ministerio Público y Defensor Público - artículo 369 C.O.T.) Los informes en derecho
también se comprenden en esta calificación.
REQUISITOS DE EXISTENCIA Y VALIDEZ:
En esta misma línea, podemos decir que en principio, los requisitos de existencia
y validez de los actos jurídicos procesales son los mismos que regula el Código
Civil, salvo ciertas peculiaridades que los diferencian, y que analizaremos a
continuación:
A) LA VOLUNTAD Y SUS VICIOS: la regla general es que la voluntad debe ser expresa.
En materia civil el silencio por lo general no produce efectos, sin embargo en materia procesal el
silencio puede producir consecuencias jurídicas sumamente relevantes al interior del
procedimiento (ejs: artículos 78 y siguientes y 394 CPC, artículo 451 CPP y artículo 197 COT)
Los vicios de la voluntad son los mismos que en materia civil, pero sus efectos se encuentran
atenuados:
I. Error:
No necesariamente produce la nulidad del acto, sino que da lugar a otras consecuencias. Por ej, el
error permite revocar una confesión (artículo 402 CPC); asimismo, la generalidad de las vías de
impugnación o recursos procesales, suponen como objetivo último reparar errores cometidos por
el tribunal, sin que con ello se declare necesariamente la nulidad de los actos ya ejecutados.
Finalmente, en materia procesal, vemos que la sanción al error judicial es una indemnización de
perjuicios solventada por el Fisco (artículo 19 N°7 letra i CPR)
II. Fuerza: Menos reglamentada en los códigos procesales que el error, sólo existen algunas
alusiones asiladas que utilizan una terminología similar que nos da la idea de fuerza. (ej: artículo 483
CPP y artículos 79 y 810 CPC).
III. Dolo: Al igual que la fuerza, no fue considerado procesalmente como un vicio de la voluntad.
De ahí que, conforme a la norma civil que exige que el dolo sea obra de una de las partes, y siendo
los actos jurídicos procesales en su mayoría unilaterales, su aplicación se vuelve prácticamente
imposible, transformándose el dolo, más que en un vicio de la voluntad, en una fuente de
responsabilidad (artículo 280 inc.2° CPC)
No obstante ello la doctrina reconoce figuras como las del proceso fraudulento o cosa juzgada
fraudulenta, en que el dolo es un atentado contra la buena fe procesal.
Por ello, el legislador ha contemplado un mecanismo destinado a destruir estas figuras, por medio
del Recurso de Revisión (artículo 810 CPC.).
B) CAPACIDAD PROCESAL: Debe analizarse desde una doble perspectiva:
II. Las Partes: Sea que se trate de personas legalmente capaces o de incapaces que actúan
debidamente representados, todos ellos deben apersonarse en el proceso, asistidos por una
persona que posea “ius postulandi”.
En todos los actos jurídicos procesales existe una causa, ya que como vimos al estudiar la acción, y en
particular la pretensión, el interés resulta un elemento esencial.
Teniendo en cuenta dicho interés para poner en movimiento el proceso, resulta evidente la necesidad de
interés en los diversos actos procesales en particular.
Así por ejemplo, en el recurso de apelación, la causa es el agravio sufrido por el apelante, en el patrocinio
será un debate de alto nivel jurídico, etc.
La causa de todo acto jurídico procesal debe ser lícita, ya que en último término es la noción de causa la
que nos permite hablar de la responsabilidad por abuso del proceso o abuso de las vías procesales.
e) Solemnidades: Por solemnidad de los actos jurídicos procesales, debe entenderse no sólo el
mecanismo por el que se exterioriza el acto, sino también su ubicación en el tiempo y en el espacio
(lugar y plazo). Como forma de expresión de la voluntad, las solemnidades adquieren en esta rama
del derecho una importancia fundamental, ya que se transforman en garantía del debido proceso.
En general, las formas deben ser observadas, o de lo contrario se produce la ineficacia del acto para
quien las infringe.
No obstante, en ciertos casos, el principio dispositivo hace que las formas estén establecidas para
cumplir la voluntad de las partes, por lo que éstas pueden apartarse de ellas.
Así sucede con el propio proceso, que las partes pueden iniciar o no, sustituirlo por el juicio arbitral,
desistirse de él, etc. Por lo demás, la mayoría de las nulidades procesales quedan convalidadas
durante el propio proceso si o se reclama de ellas oportunamente.
En definitiva, y fuera de las solemnidades que las partes están autorizadas para alterar por expresa
disposición legal, existe la posibilidad de prescindir de alguna de ellas, establecidas sólo en interés
de las partes.
INEFICACIA DE LOS ACTOS JURÍDICOS PROCESALES
A diferencia de la nulidad civil, la nulidad procesal es una sola; no es ni absoluta ni relativa. Sin
embargo, se suele distinguir entre nulidad procesal y anulabilidad procesal.
- Nulidad: Es aquella que puede ser declarada de oficio o a petición de parte, por haberse
infringido normas que emanan del interés público (ej: incompetencia absoluta).
- Anulabilidad: Es aquella que puede ser declarada sólo a petición de parte, por haberse
infringido normas de orden privado (ej: incompetencia relativa cuando procede prórroga y
puede o no alegarse)
De todos estos, creemos que las dos primeras, pese a ser sanciones, no lo son
de ineficacia, por lo cual no deben contarse entre éstas.