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DERECHO PROCESAL PENAL

Atendiendo a lo señalado, podemos definir el Derecho procesal penal como la


rama del Derecho público interno encargada del estudio de los principios,
instituciones y normas jurídicas que regulan la actividad procesal destinada a la
aplicación de la ley penal.
EL DERECHO PROCESAL PENAL Y SU
RELACIÓN CON OTRAS DISCIPLINAS:
 El Derecho constitucional, el Derecho procesal penal mantiene una relación
esencial dado que la Constitución exige observar, durante el desarrollo de la
actividad procesal, un conjunto de derechos y garantías destinados a tutelar
la vigencia de los derechos fundamentales.
 El Derecho procesal penal también guarda relación con el Derecho procesal
constitucional, en tanto que este último regula aquellas garantías secundarias
y/o mecanismos reactivos, tales como el proceso de hábeas corpus y amparo,
que se hallan previstos en la Constitución para actuar frente a posibles
afectaciones de derechos fundamentales, producidos en el curso del proceso
penal.
 Con el Derecho procesal civil, el Derecho procesal penal se encuentra estrechamente vinculado,
puesto que ambos descienden de un mismo tronco disciplinario: el Derecho procesal.
 El Derecho procesal penal también se vincula con el Derecho civil, dado que este le proporciona
algunas definiciones que son necesarias para comprender sus preceptos. A modo de ejemplo,
tenemos que las definiciones de parentesco desarrolladas en el ámbito civil son utilizadas en el
proceso penal a efectos de determinar, entre otros: a) la legitimación para constituirse en parte
civil (art. 54 CdPP); b) algunas causales de recusación (art. 29.4, 5 CdPP); c) aquellos testigos
que están exentos de declarar (art. 141.2 CdPP).
 El Derecho procesal penal también se relaciona con otras disciplinas como la Medicina legal;
concretamente, cuando al interior de un proceso penal es necesaria la emisión de dictámenes
periciales que requieran la aplicación de conocimientos médicos, a efectos de aclarar o
determinar la existencia de un hecho con relevancia penal.
 Otra relación se aprecia entre la criminalística y el Derecho procesal penal, en tanto aquella
constituye una disciplina auxiliar que utiliza métodos científicos a fin de establecer, mediante el
estudio y/o análisis de los indicios o evidencias, el móvil, las pruebas, las circunstancias y los
medios empleados para la ejecución del hecho delictivo, así como la identificación del autor o
autores.
CARACTERÍSTICAS

 Es instrumental, en tanto constituye el medio de actuación del Derecho penal


sustantivo. En este sentido.
Asencio mellado, sostiene que el Derecho procesal penal carece de sentido “si no
se pone en relación con una situación de necesidad de protección jurídica
invocada por las partes litigantes para lograr la efectividad de los derechos
reclamados”.
 Es una disciplina científica autónoma, pues si bien tiene una correlación con
el derecho sustancial, se desenvuelve independientemente de este. Además,
su autonomía se fundamenta en que tiene principios rectores exclusivos, y un
objeto de conocimiento y método de estudio propios.
 Es público, puesto que sus normas son imperativas y no existe la posibilidad
de que el interés privado de las partes predomine para determinar el
procedimiento (no es convencional). Es de carácter público, además, porque
regula la actividad jurisdiccional del Estado para la efectiva realización de la
justicia; de esta manera, se mantiene la convivencia social pacífica,
resolviendo los conflictos derivados del delito.
OBJETO

 Definiendo como objeto aquello que es materia de estudio, consideramos que


el objeto del Derecho procesal penal está constituido por: a) El conjunto de
normas que regula el ejercicio de la potestad punitiva del Estado; b) el
conjunto de principios que rigen el proceso penal, y; c) el conjunto de
instituciones pertenecientes al ámbito procesal penal.
FINALIDAD

 La principal finalidad del Derecho procesal penal es garantizar el ejercicio


legítimo del ius puniendi por parte del Estado. Dicho ejercicio será legítimo,
en tanto se preserven los derechos fundamentales de todas las personas
inmersas en el proceso penal. Por ello, afirmamos que la finalidad del
Derecho procesal penal trasciende el proceso y se aboca a elaborar
mecanismos que aseguren la tutela jurisdiccional efectiva a través del
cumplimiento de las pautas del debido proceso y demás garantías consagradas
en la Constitución.
CLASIFICACIÓN DE LAS FUENTES

 En la doctrina aún no existe uniformidad respecto a la clasificación de las


fuentes del Derecho. Entre las diversas opiniones, la más conocida es la que
distingue las fuentes materiales y fuentes formales.
 Fuente material es el conjunto de factores o elementos de diversa índole que
determinan o al menos influyen en la dación o la producción de las normas.
Estos factores pueden ser de carácter social, económico, cultural, etc. Por
otro lado, fuente formal es el conjunto de normas jurídicas, con fuerza de
ley, producidas por los órganos estatales competentes.
 La relación existente entre las fuentes materiales y formales radica en que
estas últimas constituyen el cauce o canal por donde corren y se manifiestan
aquellas.
AHORA BIEN, EN VISTA DE QUE NUESTRO SISTEMA JURÍDICO SE RIGE POR EL PRINCIPIO DE
LEGALIDAD PROCESAL, ESTO ES, QUE TODO ACTO PROCESAL DEBE ESTAR PREVIAMENTE
ESTABLECIDO POR LEY, SOLO HAREMOS REFERENCIA A LAS FUENTES FORMALES DEL DERECHO
PROCESAL PENAL.
LA CONSTITUCIÓN: Es la norma fundamental del Estado en la que se regulan los derechos y
libertades que un Estado garantiza a todo ciudadano. La Constitución es fuente del Derecho
procesal penal, en tanto contiene las disposiciones jurídicas, principios, derechos y garantías que
inspiran y regulan las relaciones jurídico-procesales. En este sentido, Maier sostiene que la
Constitución contiene “reglas de orientación política que determina el sistema de enjuiciamiento
penal y el contenido fundamental de las normas procesales penales propíamente dichas”.
LA LEY: Es aquella regla jurídica de carácter positivo que ha sido dictada explícitamente por el
poder estatal. Es considerada como la principal fuente del Derecho procesal penal, dado que,
conforme al principio de legalidad, todos los actos procesales deben estar previamente regulados
por ley. Entre las principales leyes procesales tenemos las siguientes:
1.- El Código dé Procedimientos Penales: Promulgado por la Ley N° 9024 (23-11-1939), se
encuentra vigente desde el 18 de marzo de 1940. Este código constituye la principal fuente del
Derecho procesal penal y es aplicado íntegramente, a excepción de aquellas disposiciones
derogadas por las normas vigentes del Código Procesal Penal de 1991 y el Código Procesal Penal de
2004.

2.- El Código Procesal Penal de 2004: Promulgado por el Decreto Legislativo N° 957 (22-7-2004),
se encuentra vigente, actualmente, en 16 distritos judiciales: Huaura, La Libertad, Tacna,
Moquegua, Arequipa, Tumbes, Piura, Lambayeque, Puno, Cusco, Madre de Dios, Cañete, lea,
Cajamarca, San Martín y Amazonas, Sullana, Ancash, Santa, Pasco, Huánuco, Ucayali, Loreto,
Apurimac, Huancavelica, Ayacucho y Junín.
3.- La Ley Orgánica del Poder Judicial: Promulgada por el Decreto Supremo N° 017-93-JUS (28-5-
1993), regula la organización del Poder Judicial y define los derechos y deberes de los magistrados,
auxiliares jurisdiccionales y justiciables. Asimismo, contiene normas de carácter procesal;
verbigracia, el artículo 6 que estipula los principios procesales que deben regir en todo proceso.
4.- La Ley Orgánica del Ministerio Público: Vigente desde el 10 de marzo de 1981, contiene
normas que son de utilidad para el cumplimiento de las funciones por parte del fiscal. También
existen normas de incidencia en el proceso; por ejemplo, el artículo 11 que versa sobre la carga de
la prueba, el artículo 15 que regula la prerrogativa procesal del antejuicio y el artículo 94.2 que
establece la posibilidad de rechazar de plano las denuncias de parte.
5.- Los tratados y convenios internacionales: Son cuerpos normativos de carácter internacional,
reconocidos por nuestro país en el marco del acuerdo entre Estados, que tienen dentro de sus
principales objetivos garantizar el cumplimiento y respeto de los derechos humanos. Forman parte
del Derecho nacional en virtud del artículo 55 de la Constitución de 1993.
6.- La jurisprudencia: Se considera, en sentido lato, como el conjunto de resoluciones que los
magistrados judiciales emiten en el ejercicio de sus atribuciones jurisdiccionales para solucionar los
conflictos sometidos a ellos. En sentido estricto, es el conjunto de resoluciones emitidas por el
máximo tribunal de justicia.
7.-La doctrina: Sobre ello, es necesario mencionar que se encuentra constituida por las obras y
opiniones de los jurisconsultos, analistas, críticos y comentaristas del Derecho. La doctrina carece
de fuerza obligatoria, más aún si tenemos en cuenta que es cambiante, que cada autor adopta sus
propios criterios de interpretación. Además, no posee el carácter de uniforme, sino que en cada
caso se guía por ideales personales, se alinea con determinadas corrientes, privilegia tales o cuales
aspectos, constituye escuelas. Por ello, dado ese carácter multiforme y cambiante, la doctrina no
puede ser considerada como fuente del Derecho procesal penal, sino solamente como un criterio de
interpretación de la ley procesal penal.
8.- La costumbre: Es la manifestación o práctica aceptada, reconocida y repetida con cierta
frecuencia en una comunidad. No es fuente del Derecho procesal penal, pues nuestro sistema
jurídico manda fundar las decisiones judiciales más aún las procesales penales, en las leyes
vigentes; cualquier decisión que, apartándose de ella, enuncie una costumbre como fundamento de
la solución, por más repetida que ella sea en la práctica, será ilegítima.

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