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REVISTA INMEXIUS. Revista de Derecho Penal y Procesal Penal. Año III. No. 30. Junio 2019
INMEXIUS
REVISTA DEL INSTITUTO MEXICANO DE ESTUDIOS Y CONSULTORÍA, AÑO III, No. 30. JUNIO 2019
En México, no
tenemos
Justicia
Integral para
Adolescentes a
nivel Federal,
a pesar de la 14 años sin
Reforma Justicia
Constitucional Federal para
del 12 de Adolescentes
Diciembre del
2005 El último
plazo venció
el 18 de junio
del 2019
INSTITUTO MEXICANO DE ESTUDIOS Y CONSULTORIA EN DERECHO, S.C. 1
REVISTA INMEXIUS. Revista de Derecho Penal y Procesal Penal. Año III. No. 30. Junio 2019
CONTENIDO
Editorial
Estudio desde la Jurisprudencia
Tema de Actualidad: No hay Justicia Integral para
Adolescentes a nivel Federal.
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DERECHOS DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS, año III, No. 30, Junio 2019, es una publicación mensual,
editada por el Instituto Mexicano de Estudios y Consultoría en Derecho, S.C. Teniente José Azueta No. 4, Interior
Suite, Col. Costa Azul, Acapulco de Juárez, Guerrero, C.P. 39850, Tel. 01 (744) 481 12 14, www.inmexius.com.mx
Editor responsable: José Daniel Hidalgo Murillo. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-080812543900-
203, ISSN: “en trámite” ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última
actualización de este Número, INMEXIUS, Dr. José Daniel Hidalgo Murillo, Teniente José Azueta No. 4, Interior
Suite, Col. Costa Azul, Acapulco de Juárez, Guerrero, C.P. 39850, fecha de última modificación 31 de Enero de
2019.
EDITORIAL
El18 de junio del 2019 venció el último plazo que tenía el Poder Judicial de la Federación -
despúes de muchos plazos más- para implementr la Justicia Integral para adolescentes. Esto
luego de que el 12 de Diciembre del 2005 se publicó la Reforma Constitucional del artículo
18 referida a la Justicia Integral para Adolescentes. Era necesario una Legislación Federal
para Junio del 2006 que no se dio, fue necesaria una Legislación Federal para el 28 de
Diciembre del 2014 que tampoco se dio y, para el 14 de Junio del 2016, contando ya con
Legislación en Justicia para Adolescentes a nivel Federal, ésta no se ha implementado. ¿Es
tan sencillo violar, a nivel federal, un mandato constitucional?
Hay una olla con agua hirviendo que nadie quiere destapar. Sin embargo, la negligencia ante
un conflicto nunca ha sido una solución, por el contrario, una punta de iceberg que se asoma
delatando un problema que debemos enfrentar. Posiblemente, no hacer nada es mejor que
hacer las cosas como se han venido haciendo en materia de adolescentes. Convertir a los
adolescentes en delincuentes desde nuestros Centros de Internamiento me permite tomar
partido por no hacer nada. El problema es que matar, violar, robar, implicarse en grupos
delincuenciales para el tráfido de drogas, el asesinato, el robo de celulares, el fraude, etc., no
es, para nuestros niños, una solución a corto, mediano o largo plazo.
intra-familiar, en las relaciones de trabajo y, en las calles, expone una sintomatología que
exige, del estudio, una constante de soluciones. Los niños de la calle con una constante
llamada de atención; los niños huerfanos de la lucha entre pandillas, en especial, a nivel de
narcotráfico; los niños sicario; las reuniones familiares para la organización del secuestro
extorsivo o la venta de drogas en narcomenudeo, nos exige una respuesta. ¿Es la Justicia
Integral para Adolescentes esta respuesta?
Si logramos a yudar a los niños a alcanzar un proyecto de vida es posible tener, desde la
prevención, una respuesta mejor que la Administración de Justicia para Adolescentes. Pero,
México tiene -entre muchos otros- un tema en agenda especial grave y complejo: la
educación de la juventud. Reinan en nuestras escuelas y secundarias la falta de preparación
de los maestros, la ausencia de textos adecuados, la falta de salones, pupitres, libros,
bibliotecas, computadoras, etc. Los jovenes no logran prepararse, desde sus Escuelas, para
alcanzar un proyecto de vida noble. La vida les es cada vez más exigente. La delincuencia
los atisba para apoyarse en ellos. El tiempo perdido y el hambre o la necesidad de llevar
dinero a casa es el modo como la delincuencia llama a nuestros jóvenes y los involucra en el
delito.
Sin embargo, las entrevistas, las encuestas, los estudios nos dicen que los niños que son
detenidos y sometidos a proceso lo hacen luego de que han caído una tercera, cuarta o quinta
vez. En las ocasiones anteriores, con “una lana” pudieron quedar en libertad. La primera
enseñanza que reciben es -según dicen los expertos- la violación, la corrupción de los
oficiales de policía que los detienen, la agresión física, moral, mental, sexual, la constante
pérdida de sus derechos humanos, la privación de su libertad. ¿Qué enseñanza trasmitimos a
nuestros alumnos? De muy mala calidad, en sitios de muy poca condición, sin los medios
necesarios. ¿Qué eneñan trasmitimos a nuestros niños pobres? Una pobreza de educación y,
una constante violación de su dignidad humana.
Esta realidad social se toma con un Poder Ejecutivo que no cuenta con policías especializados
en el problema adolescente; con un Poder Judicial que no cuenta con un Sistema de Justicia
Integral para Adolescentes; con falta de Centros de Internamientos que faciliten a los
“detenidos” modelos de enseñanza y centros de aprendizaje; con falta de Abogados
defensores especializados que sepan curar una herida o una yaga despues de la detención -
justa o injusta de un adolescente. Desde hace 14 años no tenemos Justicia Federal para
Adolescentes. ¿Algo esta mal? ¿Obedece esta realidad a un proyecto pensando o a una
negligencia?
Estudiemos en este mes de junio del 2019 qué dicen los expertos sobre este tema, para ver
que podemos aprender sobre este tema para, como es siempre necesario, no comportarnos
como sujetos pasivos sino como profesionales para una solución.
ESTUDIO DESDE LA
JURISPRUDENCIA
UN PODER JUDICIAL FEDERAL Y UNA
JURISPRUDENCIA CÓMPLICE
Dr. José Daniel Hidalgo Murillo
Director Académico de INMEXIUS.
Cuando un país enfrenta un problema jurídico se entiende que el Poder Legislativo debe
facilitar las leyes para solucionarlo. ¿Qué pasa cuando no el legislativo sino el Judicial es el
En la Administración de Justicia, más aún cuando se trata de una materia odiosa como lo es
el Derecho Penal y Procesal Penal, no nos puede pasar como los negligentes que esperan las
lluvias para recordar que hay goteras y que tiempo atrás debieron arreglarse. Cuando
estudiamos e investigamos en México sobre Justicia Penal para Adolescentes nos damos
cuenta de que estamos ante una mala administración. Cuatro oportunidades tuvo la
Administración de Justicia Federal para implementar el proceso penal acusatorio para
adolescentes: Primero, en la vacatio legis que finalizaba el 12 de junio del 2006; segundo, en
la ampliación de esa vacatio para diciembre del 2006; tercero, para el 28 de diciembre del
2014; finalmente, para el 14 de junio del 2014. ¿Qué pasará en la nueva vacatio legis del
2019?
¿Por qué en un país pueden pasar 14 años sin Justicia Federal para Adolescentes en conflicto
con la Ley Penal? La única respuesta posible es porque no hay un solo adolescente en
conflicto con la Ley Penal a nivel Federal y, por ende, esa sería la conclusión y la respuesta
más sencilla que, con especial gozo, podemos dar. En estos casos es cuando podemos
responder con “me imagino” que no hay delincuencia adolescente en delitos mayores y, por
ende, no hace falta. Pero, igualmente es posible sostener que, no siendo posible que se les
trate como actores o partícipes en delitos de delincuencia organizada, no hace falta
procedimientos federales. ¿Qué ha dicho la Jurisprudencia? Me parece que si la
Jurisprudencia surge de los Tribunales Federales y el problema es de los Tribunales y Jueces
Federales, la jurisprudencia ha sido “cómplice” de estas omisiones, esto es, ha resuelto
favorable a la ausencia de Ministros, Magistrados y Jueces especializados en Justicia Integral
para Adolescentes.
Estudiemos el Segundo Tribunal Colegiado en materia penal del tercer circuito, como consta
en el Registro: 2002555 (enero 2013) para percatarnos que los Jueces Federales ignoran de
adolescentes casi todo porque, los Magistrados y los Ministros no han sido capacitados en
este tema (como en muchos otros). Para ese Colegiado de Circuito “al individualizar las
medidas y a fin de establecer el quántum de la duración de la medida de internamiento
definitivo a imponer, es necesario (El desglose es mío) (1) el grado de responsabilidad en la
comisión de la conducta tipificada como delito cometida por el adolescente”, (2) al principio
de proporcionalidad, a las circunstancias y gravedad de la conducta realizada” (3) a la
necesidad de imponer esa medida, de modo tal que ésta resulte clara, congruente y
proporcional a la conducta cometida”. Tres ideas que nos permiten concluir que el Tribunal
que resuelve lo hace aplicando el derecho penal, admitiendo una especie de culpabilidad y,
por ende, la acción dolosa y, por qué no, una cierta peligrosidad del adolescente. ¿Qué quiere
decir con esta crítica a la luz de esta tesis? Que si, que la mayoría de nuestros Jueces
consideran al adolescente como un adulto al que hay que tratar “hipócritamente” como un
adolescente. Esto es, que no saben ni “J” de lo que están resolviendo.
Quizá sea importante recordar el año 2005. Nuestra Suprema Corte se ha “enojado” con las
Entidades Federativas que no obedecieron el Transitorio de la Reforma Constitucional del
artículo 18 y la vacatio legis para iniciar el Proceso Integral para Adolescentes en Julio del
2005. El Congreso otorgó una ampliación de la vacatio legis a enero del 2006. Para diciembre
de 2007 muchas Entidades no contaban con Legislación Especializada en Adolescentes. El
“enojo” duró hasta que el Juicio de Amparo se interpuso contra la Justicia Federal. En efecto,
en ese momento la Suprema Corte se percata que, a nivel Federal no se ha admitido el nuevo
procedimiento.
En Septiembre del 2008 el Pleno de la Suprema Corte, conociendo que no hay Ley Federal,
que no hay Jueces, Magistrados y Ministros capacitados y especializados en Justicia para
Adolescentes, utiliza, para asumir criterios jurisprudenciales, las Reglas de Beijing y la de
Riad, (que no son derechos internacional, sino recomendaciones doctrinales) y dispone,
como consta en el Registro: 168772, que “en las Reglas de Beijing y en las Directrices de las
Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil (Directrices de Riad), se hace
referencia a las diversas facetas del problema de la delincuencia juvenil que quedan
comprendidas en el aspecto sistémico a que alude la reforma al artículo 18 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos de diciembre de 2005. Así, mientras aquéllas
estructuran su contenido buscando abarcar diversos aspectos de la delincuencia juvenil,
considerándolos como parte de un mismo fenómeno y de la respuesta estatal que debe
procurarse, éstas proponen directrices a seguir en el aspecto preventivo de la delincuencia
juvenil. Con base en lo anterior, puede afirmarse que el carácter sistémico de la justicia
juvenil deriva de la comprensión de diversas facetas del problema de la delincuencia juvenil,
que abarcan tanto aspectos de política social como de política judicial, criminal y de control
de gestión, que pueden identificarse como: 1) prevención, 2) procuración de justicia, 3)
impartición de justicia, 4) tratamiento o ejecución de la medida, y 5) investigación,
planificación, formulación y evaluación de las políticas que incidan en la materia”.
En marzo del 2010 la Primera Sala mantuvo e criterio e que “conforme a la reforma del
artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicada en el
Diario Oficial de la Federación el 12 de diciembre de 2005, y atento a la interpretación del
Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la instauración de
sistemas de justicia integral para adolescentes en cada orden de gobierno (federal y locales o
doble fuero), el reconocimiento del carácter penal especial de la materia y particularmente su
especialización, los menores que cometen delitos deben ser juzgados por una autoridad
jurisdiccional facultada para actuar en esa específica materia, pues no basta tener
competencia genérica en materia penal. Lo anterior debe relacionarse con los artículos 73,
fracción XXI, y 104, fracción I, constitucionales, según los cuales los órganos de justicia
federal son competentes para conocer de los delitos en los términos que establezcan las leyes
federales, mientras que con base en el artículo 124 constitucional, lo no especificado será
competencia del fuero común”. (Cr: Registro: 165056)
Para esa Primera Sala “la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en sus artículos
48 y 50 otorga competencia penal genérica (no específica) a los jueces federales, por lo cual
no es apta para adscribir competencia a los juzgados federales (mixtos o penales) tratándose
de delitos federales cometidos por adolescentes y, por su parte, el artículo 4o. de la Ley para
el Tratamiento de Menores Infractores, para el Distrito Federal en Materia Común y para
toda la República en Materia Federal, no brinda una solución afín al texto y propósito de la
indicada reforma constitucional. Sin embargo, el artículo 500 del Código Federal de
En el mes de septiembre del 2013 se sigue con el mismo criterio. La Primera Sala dispone,
conforme consta en el Registro: 2004424 “que los juzgados del fuero común especializados
en justicia integral de menores, y no los jueces de distrito mixtos o penales, son los
competentes para conocer de los delitos federales cometidos por adolescentes menores de
dieciocho y mayores de doce años de edad, durante el periodo de transición derivado de la
reforma constitucional publicada en el Diario Oficial de la Federación el 12 de diciembre de
2005 y hasta que se implemente el sistema integral de justicia para adolescentes en el orden
federal. Criterio que permanece vigente, en virtud de que no se ha emitido la legislación
federal especial aplicable ni se han establecido los órganos judiciales federales especializados
en justicia para adolescentes. Por tanto, el juzgamiento por órganos judiciales del fuero
común preexistentes, especializados en materia de justicia para adolescentes, que conocen de
un juicio penal, por virtud de la competencia con la que cuentan para conocer delitos
cometidos por éstos, en el que existe el concurso real de delitos que actualiza el supuesto de
competencia constitucional excepcional de conexidad, a que se refiere el artículo 73, fracción
XXI, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es
equiparable al juzgamiento que en el mismo supuesto concursal corresponde realizar a los
Jueces Federales sobre delitos de fuero común, en contra de personas mayores de dieciocho
años”.
Con fecha 2 de Julio del 2015 se aprobó una reforma constitucional que permite una
Legislación única para Adolescentes. Para el mes de enero del 2016 debió darse la Ley y/o
el Código Nacional de Justicia para Adolescentes. Se amplía la vacatio legis con dos
finalidades. En ausencia de Ley, que la del 27 de diciembre del 2012 entre en vigencia hasta
del 2016 y/o esperar la Ley Nacional de Justicia para Adolescentes en comentario. Como
sabemos, a pesar de que la Reforma Constitucional fue en 2005 la primera Ley Federal de
Justicia Integral para Adolecentes se publicó el 27 de diciembre del 2012, con una vacatio
legis de dos años, que entraba en vigencia el 28 de diciembre del 2014. Por ende, ni entró en
vigencia la Ley del 2012 ni ha entrado en vigencia la Ley del 2016. ¿Podemos admitir, por
lo menos, que dante esos 14 años los Jueces Federales se han preparado para asumir la
Justicia Federal para Adolescentes? No, aunque debemos admitir que se ha querido “legislar”
-como viene siendo típico- a través de un Protocolo en Justicia para Adolescentes. Lo lógico
es que, al leer las tesis aisladas y las de jurisprudencia en materia de Adolescentes
conprendemos que no hay capacitación que el tema no se entiende.
El artículo 18 de la Constitución Federal ha dispuesto que “se podrán aplicar las medidas de
orientación, protección y tratamiento que amerite cada caso, atendiendo a la protección
integral y el interés superior del adolescente” a aquellos que, soportando el juicio, sean
considerados responsables de un hecho que la ley condena como delito. Para un experto que
a la vez lee y comprende la Constitución Federal, las medidas “deberán ser proporcionales al
hecho realizado y tendrán como fin la reinserción y la reintegración social y familiar del
adolescente, así como el pleno desarrollo de su persona y capacidades”. De ese modo, sólo
se dará internamiento del adolescente para lograr el mismo objetivo, esto es, u orientación,
su protección, su tratamiento. La Constitución Federal dispone, bajo ese criterio, que “el
internamiento se utilizará sólo como medida extrema y por el tiempo más breve que proceda,
y podrá aplicarse únicamente a los adolescentes mayores de catorce años de edad, por la
comisión o participación en un hecho que la ley señale como delito”.
¿Cuál es el criterio del Tribunal colegiado en materias penal y administrativa del décimo
tercer circuito? El Tribunal Colegiado da a las medidas un cambio sustancial. Para ese
Colegiado de Circuito las medidas son de sanción, por ende, son proporcionales, y, están
sujetas a la duración que amerite cada sanción para casa hecho, para cada adolescente.
Conforme consta en el Registro: 2018367 (noviembre 2018) (1) la autoridad judicial
especializada en la materia cuenta con cierto grado de discrecionalidad para elegir las
medidas aplicables al adolescente infractor y su duración; (2) ello no significa que su
actividad se aparte de los parámetros constitucionales, pues debe cumplir con la
fundamentación y motivación suficientes para explicar cuáles fueron las razones que la
llevaron a determinar qué medidas sancionadoras son las aplicables y el tiempo de duración
de éstas en atención al principio de proporcionalidad entre el hecho que juzga y la medida
aplicada, a efecto de otorgar seguridad jurídica al infractor, pues de otra manera, la actividad
jurisdiccional sancionadora se tornaría arbitraria”.
No extraña entonces, que ese Tribunal Colegiado considere necesario expresar “la
fundamentación y motivación correspondientes, de por qué se determinó el plazo de duración
de las medidas sancionadoras, con el objeto de justificar que éstas son proporcionales al
hecho que se juzga”. Se repite el error y sale a la luz la ignorancia. En Justicia Integral para
Adolescentes las medidas no tienen como objetivo sancionar un hecho; no tienen como
objetivo sancionar a una persona; no tienen como objetivo sancionar una situación probada.
Tienen como objetivo resolver, en relación con un adolescente si su “orientación, protección
y tratamiento que amerite cada caso” requiere libertad o aislamiento; libertad controlada o
libertad total; libertad o internamiento. Se debe resolver obre la medida y su tiempo, sobre la
medida y su objetivo pedagógico, criminológico, educativo, formativo, reinsertivo,
rehabilitador, reeducativo, etc., y, el medio necesario para lograrse.
Por esto, toda la tesis expresa el uso de conceptos sin sentido y sin explicación lógica. No se
entienden en la tesis el uso del concepto plazo, medida restrictiva, principio de
proporcionalidad, mínima intervención. En efecto, ese Tribunal ha dicho que -sin saber lo
que esta diciendo- que “la autoridad judicial especializada en justicia para adolescentes, está
constitucionalmente obligada a expresar las razones particulares y causas especiales
mediante las cuales explique cuáles fueron los parámetros que valoró para determinar el plazo
de la medida restrictiva de la libertad personal del adolescente infractor (internamiento), con
el objeto de demostrar, legalmente, que su decisión cumple con el principio de
proporcionalidad. Además, en atención al artículo 18 constitucional, la misma autoridad debe
aplicar el principio de mínima intervención, entendido como una medida de breve término
que sea lo menos invasiva en la formación del infractor; razón para justificar, mediante la
En el Registro: 2010603 se lee a la Primera Sala (Diciembre del 2015) diciendo que “(…)
la duración de esas sanciones está asociada con la gravedad de la conducta cometida, que se
incrementará o disminuirá por las condiciones del hecho o calidades de las personas que
sufren o desarrollan esas conductas; de manera que si el régimen de justicia para adolescentes
pertenece a la misma naturaleza de las normas penales y por mandato constitucional debe
inscribirse a esas disposiciones, es claro que deben ser consideradas no sólo las conductas,
sino también las penas señaladas en el Código Penal, pero en proporciones inferiores, como
lo establece la norma en cita”.
Esa misma Sala considera, como se lee en el Registro: 2010604, que “el régimen de justicia
para adolescentes previsto en el artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en relación con el 40, numeral 3, inciso b), de la Convención sobre los Derechos
del Niño, establece el principio de mínima intervención del Estado, que en su vertiente de
aplicación del internamiento como medida más grave, exige que su imposición se justifique
sólo respecto de las conductas que afectan más severamente a la sociedad”.
En efecto, para la Primera Sala, como consta en el Registro: 2010605, “el artículo 172 de la
Ley de Justicia para Adolescentes del Estado de Coahuila, que prevé un plazo máximo de
duración de la medida de internamiento, se ajusta a un parámetro de constitucionalidad,
porque no deja su duración al arbitrio del juzgador, sino que éste encuentra el límite de su
imposición en la propia norma pero, además, al proclamar que dicha medida, que es revisada
periódicamente, puede concluirse anticipadamente e imponerse otras distintas al
internamiento, es claro que las actividades de asistencia familiar, educativas, laborales,
pedagógicas, formativas, culturales y terapéuticas empleadas durante el internamiento, serán
aplicadas por el término estrictamente indispensable para lograr la rehabilitación del
adolescente, lo que cumple con la vertiente de breve término que integra el principio de
mínima intervención del Estado, inherente al régimen de justicia para adolescentes
establecido en el artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
Es que, como consta en el Registro: 2010606, para la Primera Sala “del régimen de justicia
para adolescentes previsto en el artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, deriva el principio de mínima intervención del Estado, que proclama la existencia
de la menor intervención judicial posible para sancionar al adolescente por la comisión de
conductas antijurídicas tipificadas como delitos, para evitar que se vulneren sus derechos
humanos en la etapa de desarrollo de la personalidad. De dicho principio, en su vertiente de
alternatividad, deriva un mandato para el legislador ordinario a fin de que amplíe la gama de
posibles sanciones a los adolescentes, basadas en principios educativos, capaces de atender
a los fines perseguidos en cada caso en particular, tomando en cuenta las circunstancias que
le dieron origen”.
Desde el criterio de la Primera Sala “el tratamiento de internación de los adolescentes que
han cometido conductas descritas como delitos graves en las normas penales que prevé el
numeral 172 aludido, tiene el propósito de que aquéllos cumplan con la medida bajo la
aplicación de actividades que fomenten su adecuada adaptación social, teniendo como
soporte instrucciones educativas y laborales, asistencias familiar, pedagógica, formativa,
cultural y terapéutica, desde su imposición hasta su conclusión, aunado a que en caso de
superar los diecisiete años, serán enviados a un área especial que no compartirán con internos
mayores de edad responsables de la comisión de delitos y continuarán con el tratamiento bajo
el seguimiento de las autoridades correspondientes, que además puede concluir
anticipadamente de comprobarse su adecuado avance de adaptación, que permita la
imposición de medidas distintas al internamiento para concluir su tratamiento.
Consecuentemente, la regulación del citado tratamiento no impide el pleno desarrollo de la
personalidad ni de las capacidades de los adolescentes”. (Registro: 2010607)
Todo lo resuelto por la Primera Sala puede tener una cierta lógica solamente si las “medidas
de orientación, protección y tratamiento que amerite cada caso, atendiendo a la protección
integral y el interés superior del adolescente” fueran medidas de sanción y no lo son.
Constitucionalmente no lo son. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
no permitió sancionar a los adolescentes. En efecto, desde ese mismo artículo 18 se establece
que “las formas alternativas de justicia deberán observarse en la aplicación de este sistema,
siempre que resulte procedente. (…) (Las medidas) “deberán ser proporcionales al hecho
realizado y tendrán como fin la reinserción y la reintegración social y familiar del adolescente,
así como el pleno desarrollo de su persona y capacidades. El internamiento se utilizará sólo
como medida extrema y por el tiempo más breve que proceda, y podrá aplicarse únicamente
a los adolescentes mayores de catorce años de edad, por la comisión o participación en un
hecho que la ley señale como delito”.
Respecto a la especialización
La Constitución Federal en la reforma del año 2005 dispuso, en materia de adolescentes que
“la operación del sistema en cada orden de gobierno estará a cargo de instituciones, tribunales
y autoridades especializados en la procuración e impartición de justicia para adolescentes”.
El concepto de “especializados” procede de los expertos en Naciones Unidas. En aquella
oportunidad se estudio la problemática mundial. En algunos países los Jueces Civiles veían
casos de Adolescentes, en otros, los Jueces de Familia, muchos utilizaron Jueces
Especializados, algunos Jueces Penales que resolvían tanto para adultos como para
adolescentes. Por lo general, la materia Adolescentes en el trabajo de los Jueces era un
agregado, un espacio, un expediente más. Se utilizó el concepto de “especialización” como
dedicación exclusiva, esto es, que los países se comprometieran a nombrar y preparar Jueces
que se dediquen exclusivamente a Justicia para Adolescentes.
El debido proceso expresa los derechos de defensa y audiencia del adolescente, esto es, que
sea escuchado y que pueda expresarse. Ser escuchado exige la presencia del Juez, ser
defendido la de un abogado especializado que cumpla con la defensa material, la defensa
técnica y la defensa letrada. La Constitución Federal produce, para esto, “un sistema integral
de justicia para los adolescentes, (…). Este sistema garantizará los derechos humanos que
reconoce la Constitución para toda persona, así como aquellos derechos específicos que por
su condición de personas en desarrollo les han sido reconocidos a los adolescentes”.
La Primera Sala ha considerado, como consta en el Registro: 2010349 “si quien asiste en la
declaración ministerial a un adolescente al que se le atribuye la comisión de una conducta
tipificada como delito en la ley, es un defensor de oficio, pero éste no se identifica en la
diligencia ni exhibe la cédula profesional que lo acredite como licenciado en derecho, no se
puede afirmar que tiene conocimientos técnicos en derecho, y mucho menos que cuenta con
los conocimientos especializados exigidos en ese sistema, relativos a una adecuada
capacitación o instrucción multidisciplinaria sobre el régimen de procuración e impartición
de justicia juvenil, con conocimiento de los derechos reconocidos a los menores y de las
modalidades que adquiere el procedimiento, esto es, especializado en la materia y con énfasis
particular y preponderante al aspecto jurídico y con un perfil especial en cuanto al trato y la
actitud humanitaria hacia el adolescente”.
Para esa Sala “al no estar acreditada plenamente dicha calidad, no se satisface la exigencia
constitucional de cumplir con el derecho fundamental de contar con una defensa adecuada,
por lo que esa situación debe equipararse a los casos en que una persona a quien se atribuye
un hecho antijurídico de naturaleza penal, al rendir su declaración ministerial, careció de la
asistencia de defensor profesional, como ocurre cuando recae en persona de confianza;
consecuentemente, dicha declaración carecerá de todo valor y no podrá convalidarse con
posteriores elementos de prueba, aun si es ratificada o aceptada por el adolescente imputado
o su defensor”.
Esa misma Primera Sala ha considerado, como consta en el Registro: 2017281, que “el menor
a quien se le atribuye la comisión o participación en un hecho que la ley señale como delito
goza de derechos y garantías que le asisten al estar sujeto a proceso; (…)que el derecho a una
defensa adecuada reconocido por el artículo 20 de la Constitución Federal, se garantiza desde
el momento en que el detenido es puesto a disposición del Ministerio Público y tiene derecho
a que en todo momento dentro de la etapa de investigación esté presente en las diligencias en
las que directa y físicamente participe o deba participar, siempre que lo permita la naturaleza
de éstas y esté asistido de un defensor que sea profesionista en derecho, quien velará porque
se siga con apego a los principios del debido proceso”.
Para la Primera Sala “el Ministerio Público debe dar intervención al menor investigado, a sus
padres, a sus tutores o a quienes ejerzan la patria potestad o la custodia, así como al defensor
especializado en todas y cada una de las diligencias en las que directa y físicamente participe
o deba participar, siempre que lo permita la naturaleza de éstas, es decir, en aquellas en las
que de no estar presente se cuestione la certeza de un debido proceso, a efecto de salvaguardar
su derecho a una defensa adecuada”.
Sigo sosteniendo, a pesar de nuestras leyes, que un nacional no puede ser entregado por su
país a otro para que éste lo juzgue. Con mayor razón debo sostener este criterio en materia
de adolescentes.
Nuestro Noveno tribunal colegiado en materia penal del primer circuito ha resuelto, como
consta en el Registro: 2016819 (Mayo 2018) que “los menores de doce años que hubiesen
realizado una conducta prevista como delito en la ley, serían sujetos a rehabilitación y
asistencia social, pero también con la posibilidad de que se les podrían aplicar medidas de
orientación, protección y tratamiento, siempre atendiendo a la protección integral y el interés
superior del adolescente, en la inteligencia de que, dicho tratamiento podría ser en
internamiento”.
a territorio nacional a menores infractores que se hubieren sustraído de la justicia, tanto, que
el último artículo citado, remite al diverso 119 de la Constitución Federal, y su ley
reglamentaria, que es la Ley de Extradición Internacional, sin que en alguna de sus partes
prohíba la extradición tratándose de menores de edad; al contrario, establece las bases del
procedimiento a seguir por el Ejecutivo Federal, con la intervención de la autoridad judicial,
en los términos de la propia Constitución, los tratados internacionales que al respecto se
hayan suscrito y las leyes reglamentarias”.
Para el Colegiado de Circuito “conforme al Tratado de Extradición entre los Estados Unidos
Mexicanos y los Estados Unidos de América, y a la Ley de Extradición Internacional,
aquellas conductas que conforme a las leyes de ambas partes sean punibles con una pena de
privación de la libertad, cuyo máximo no sea menor de un año, darán lugar a la extradición;
de modo que si el delito por el que se solicitó la extradición, se suscitó cuando el quejoso era
menor, entonces nada impide que éste sea extraditado; máxime que la ley de menores
invocada fue diseñada para normar el trato que debe de darse en México a los menores
infractores que cometan conductas tipificadas en las leyes penales mexicanas; por lo que sus
disposiciones no deben trasladarse a un sistema jurídico distinto, pretendiendo igualar figuras
jurídicas, toda vez que su aplicación es estrictamente territorial”.
¿Por qué debe admitirse hoy el Procedimiento abreviado? Un error. La Ley para
Adolescentes ha limitado los delitos en los cuales es posible la Justicia alternativa,
sometiendo todos los demás casos al Juicio oral. ¿Qué ocurre con los delitos en los cuáles no
procede mecanismo alternativo? La respuesta es sencilla: debe ir a Juicio. ¿Conviene evitar
el Juicio? Depende del efecto pedagógico del mismo. Una gran cantidad de delitos que
permiten mecanismos deberán someter al imputado a Juicio sin necesidad. Quizá hay aquí
una razón y, por tanto, una interpretación favorble.
El artículo 10 de la Ley para Adolescentes dispone que “sólo en lo no previsto por esta Ley
deberán aplicarse supletoriamente las leyes penales, el Código Nacional, la Ley de
Mecanismos Alternativos (…) y la Ley General de Víctimas, siempre que sus normas no se
opongan a los principios rectores del sistema y sean en beneficio de la persona sujeta a la
presente Ley”. No encuentro ninguna razón constitucional o procesal para denegar a un
adolescente el proceso abreviado del artículo 201 del Código Nacional.
El artículo 20, apartado A, fracción VII de la Constitución Federal admite para el Proceso
Acusatorio el proceso abreviado. Ha concebido el procedimiento abreviado como un derecho
constitucional y, por ende, como una garantía del imputado a “disfrutar” de los beneficios
que cree las leyes “si el imputado reconoce ante la autoridad judicial, voluntariamente y con
conocimiento de las consecuencias, su participación en el delito y existen medios de
convicción suficientes para corroborar la imputación”. Ese numeral reserva a la ley
establecer “los beneficios que se podrán otorgar al inculpado cuando acepte su
responsabilidad”, sin poner límite a esos beneficios. Sin embargo, todo lo que se pueda decir
para el Procedimiento Abreviado es contrario a los principios que rigen el proceso en Justicia
Integral para Adolescentes.
En el Registro: 2015357 (Oct. 2017) el Segundo tribunal colegiado en materia penal del
segundo circuito ha dispuesto que “a partir de la reforma constitucional de 2008, la justicia
para adolescentes también participa de las finalidades del nuevo sistema de justicia penal
acusatorio, no obstante que es diferente en ciertos aspectos, porque se trata de justicia para
adolescentes conforme a los principios especiales que le caracterizan, pero es igual al de los
mayores en cuanto a que es de tipo acusatorio, adversarial y oral, y no tradicional inquisitivo;
en esa medida, el carácter de acusatorio, adversarial y oral, involucra en orden prioritario
soluciones alternas, como sería la mediación, conciliación e, incluso, la terminación
anticipada, como el procedimiento abreviado analizado; de manera que, le son aplicables en
su debida proporción, respetando, en lo conducente, los principios del sistema para
adolescentes, las reglas y los criterios jurisprudenciales establecidos por los tribunales
federales legitimados para ello, derivados del análisis del sistema penal acusatorio previsto
también para los adultos. En tal virtud, al tratarse del sistema para adolescentes en el que se
prevé igualmente el procedimiento abreviado, en el amparo directo promovido contra este
tipo de sentencias, tampoco son materia de cuestionamiento constitucional, la acreditación
de la conducta antisocial imputada al adolescente en la infracción a la ley penal, la
responsabilidad penal, ni la exigibilidad de la valoración de pruebas, pues ello no tiene
aplicación, en virtud de la forma de terminación anticipada que constituye”.
Situación actual
Es clara la Constitución Federal al distinguir edades y delitos. He sostenido que existen diez
grupos atareos en Justicia para Adolescentes, interpretando las edades de 0 a 12; 12 y 14; 14
y 16; 17 y 18 que hace el artículo 18 constitucional y he considerado una cierta distinción de
delitos cuando ese mismo artículo prevé que “el internamiento se utilizará sólo como medida
extrema y por el tiempo más breve que proceda, y podrá aplicarse únicamente a los
adolescentes mayores de catorce años de edad, por la comisión o participación en un hecho
que la ley señale como delito”. Ha sido la Ley la que ha dispuesto que los Adolescentes no
pueden ser considerados como coautores y/o partícipes en delincuencia organizada. ¿Quién
debe juzgar los delitos federales?
La Primera Sala -según consta en Registro: 2004424-, consideró en 2013 que “los juzgados
del fuero común especializados en justicia integral de menores, y no los jueces de distrito
mixtos o penales, son los competentes para conocer de los delitos federales cometidos por
adolescentes menores de dieciocho y mayores de doce años de edad”. En el 2010 esa misma
Sala resolvió -según Registro: 165056- “el reconocimiento del carácter penal especial de la
materia y particularmente su especialización, los menores que cometen delitos deben ser
juzgados por una autoridad jurisdiccional facultada para actuar en esa específica materia,
pues no basta tener competencia genérica en materia penal”. Esa Primera Sala resolvió
igualmente, -según consta en Registro: 164897- “que el catorce de agosto de dos mil nueve,
se publicó en el Diario Oficial de la Federación reforma a los artículos transitorios de la
reforma al artículo 18 constitucional de doce de diciembre de dos mil cinco, entrando en
vigor al día siguiente de su publicación. Esta reforma agregó un segundo párrafo al artículo
segundo transitorio de la reforma de dos mil cinco, e introdujo un tercer artículo transitorio,
modificando así de manera importante el régimen de la transición. En estas modificaciones,
el Poder Reformador estableció condicionantes distintas que inciden en lo relativo a la
exigibilidad del derecho de los adolescentes de ser juzgados por órganos jurisdiccionales
independientes y especializados. A partir de estos nuevos términos, es procedente ahora
reconocer constitucionalmente competencia a los órganos preexistentes a la reforma
constitucional de dos mil cinco, para juzgar los ilícitos cometidos por adolescentes, y lo serán
hasta en tanto la legislación de cada orden jurídico se haya reformado con motivo de la
reforma constitucional en la materia de 2005 y, además, se hayan puesto en funcionamiento
las nuevas estructuras burocráticas correspondientes, con la correspondiente remisión de los
asuntos a que haya lugar”.
Tema de Actualidad.
debida reeducación.
1
Abogado egresado por la Universidad Autónoma Supervisor adscrito a la Vicefiscalía Especializada
de Yucatán, Vocal del capítulo Yucatán de la Barra en Combate a la Corrupción de la Fiscalía General
Mexicana, Colegio de Abogados, A.C. y Fiscal del Estado de Yucatán.
2
Jueza Especializada de Control y Ejecución para Quintana Roo.
Adolescentes del Poder Judicial del Estado de
derechos específicos que por su del referido decreto, para expedir las
condición de personas en desarrollo leyes y establecer las instituciones y
les han sido reconocidos. los órganos que se requieran en el
orden Federal para la implementación
Previendo a su vez, que las personas el Sistema de justicia Integral para
menores de doce años que hayan Adolescentes.
realizado una conducta prevista como
delito en la ley, solo serán sujetos a En este contexto, si el decreto fue
rehabilitación y asistencia social; emitido el catorce de agosto del año
dicha reforma contemplo a su vez la dos mil nueve, luego entonces éste
operación del sistema en cada orden plazo para la Federación feneció el
de gobierno al precisar que en la catorce de agosto de dos mil diez;
Federación, los Estados y el Distrito fecha que constitucionalmente tenía
Federal se implementaría el Sistema como limite la Federación para la
Integral de Justicia Penal para implementación de un Sistema de
Adolescentes, sin dejar de soslayar Justicia Penal para Adolescentes, sin
que en el mismo decreto en su artículo que al día de hoy hubiera dado
segundo transitorio a su vez fue cumplimiento.
condescendiente para la Federación
en razón que únicamente estableció Es así como día con día se va
plazo para la implementación del escribiendo la historia en México
sistema a los Estados y al Distrito respeto a la justicia Penal para
Federal a los que le otorgó seis meses, Adolescentes y aunque el punto toral
a partir de la entrada en vigor de la que se pretende, es el externar mi
reforma para implementación del opinión respecto a que si debe de
Sistema; y por cuanto a la Federación existir en México un Sistema Integral
no estableció plazo alguno. de Justicia Penal para Adolescentes a
nivel Federal, de ninguna manera
Sin embargo, fue hasta el catorce de considero se deben soslayarse los
agosto del año dos mil nueve, que se antecedentes, la norma, la realidad
emitió un decreto en el Diario Oficial jurídica y fáctica que impera en
de la Federación, adicionándose un nuestro País; toda vez, que en
segundo párrafo al transitorio y cumplimiento a la obligatoriedad de
decretándose constitucionalmente los tratados internacionales suscritos
ahora si un plazo para la Federación de por el Presidente de la República el 26
un año a partir de la entrada en vigor de enero de 1990 y ratificados por el
desarrollo del Sistema de Justicia para deben ser facultad exclusiva del
Adolescentes; y que las partidas para Órgano Jurisdiccional Federal y no
tales propósitos deberán señalarse en local; pues tal competencia
los presupuestos de egresos encomendada desde mi muy
correspondientes. particular opinión debe ser como la
propia ley lo establece en auxilio,
Como puede advertirse de las cuando en el lugar de los hechos no se
reformas que anteceden en materia cuente con un Órgano Jurisdiccional
para Adolescentes en ningún Federal Especializado en materia para
momento se ha desplazado a la Adolescentes.
Federación para la implementación de
un Sistema Especializado para Se dice lo anterior en razón que la
Adolescentes a nivel Federal, sino por palabra auxilio significa ayuda, apoyo,
el contrario persiste legislativamente, colaboración, cooperación pero de
que tanto Federación y las Entidades ninguna manera debe entenderse
Federativas establezcan en el ámbito como una obligación absoluta para
de sus respectivas competencias un todos los Estados de la Republica para
Sistema Integral de Justicia Penal conozcan siempre y no como
para los Adolescentes. excepción auxiliar. Por ende ante la
omisión de la Federación de dar
En lo personal considero que debe de cumplimiento a las normas
haber una Justicia Federal para previamente establecidas.
Adolescentes, con independencia de
la excepcionalidad o permiso legal El no haber implementado su Sistema
otorgado por la propia Ley Nacional Especializado para Adolescentes y
del Sistema Integral de Justicia Penal contar los Estados con Tribunales
para Adolescentes a la Federación Especializados en la materia cobra
para que deje de conocer asuntos que relevancia la figura de competencia
le son de su competencia y recurran a auxiliar que elimina aún más la
la figura jurídica de la competencia preocupación de para la Federación de
auxiliar prevista en el artículo 62 de la dar cumplimiento aun en detrimento
citada ley, que en sí no es otra cosa que del interés Superior de los
la facultad otorgada a la Federación Adolescentes.
para que el órgano Jurisdiccional del
Fuero común en vía de auxilio, Reflexionado aún más respecto la
conozca de aquello asuntos que son y realidad de la Justicia Penal para
3
Juez de Adolescentes en el Estado de Guerrero
4
Licenciado en Derecho, por la UNAM, Acusatorio, con la editorial Flores Editor y
Maestro en Derecho Procesal Penal, Distribuidor S.A. de C.V.
Docente Certificado por SETEC, Agente del Ministerio Público en la PGJCDMX.
Autor de obras relacionadas con el Sistema Penal
Primordialmente en tratados
internacionales relacionados con la
materia, y de esta forma evitar ¿DEBE EXISTIR ESPECILIZACIÓN
vulneraciones de los derechos de los JURISDICCIONAL A NIVEL
adolescentes, y fundamentalmente FEDERAL EN JUSTICIA PARA
que se cumpla cabalmente con el ADOLESCENTES?
debido proceso. Antonio González García
5
Época: Novena Época Registro: 168950 Instancia: federales cometidas por menores de dieciocho
Primera Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: años, aplicando las disposiciones de las leyes
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta federales respectivas.
7
Tomo XXVIII, Septiembre de 2008 Materia(s): Penal Los tribunales federales para menores en las
Tesis: 1a./J. 25/2008 Página: 177 demás entidades Federativas, conocerán en sus
6
En los lugares donde existan tribunales locales respectivas jurisdicciones, de las infracciones a las
para menores, éstos serán competentes para leyes penales federales cometidas por menores de
conocer de las infracciones a las leyes penales dieciocho años.
LA COMPETENCIA JUDICIAL DE
LA JUSTICIA INTEGRAL PARA
ADOLESCENTES EN EL ÁMBITO
FEDERAL
Mtro. Jesús Castelán Monfil8
Dr. Jorge Austria Sierra9
1 10
Jesús Castelán Monfil Maestro en Derecho y Rubén VASCONCELOS MÉNDEZ ...... Doctor en
candidato a doctor por el CENTRO DE ESTUDIOS Y derecho por la Universidad Complutense de
CIENCIAS JURIDICAS Y CRIMINOLOGICAS Madrid y miembro del Sistema Nacional
(CESCIJUC). de Investigadores.
9
Jorge Austria Sierra Doctor en Derecho por la
BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE
PUEBLA (BUAP).
de junio de 2019, si se tiene en cuenta, hecho de que este auxilio de los jueces
además, que el decreto en cuestión del fuero común está condicionado a
entró en vigor el 18 de junio de 2016, la circunstancia de que, en el lugar de
los hechos, no haya jueces del fuero
de acuerdo con el primer párrafo del
federal (art. 62, párrafo segundo, de la
artículo primero transitorio de la ley LNSIJPA), y más cuando, conforme
en cita. con dicho precepto, el Poder Judicial
de la Federación está obligado a
Ahora bien, ¿habrá algún problema establecer dichos órganos
jurídico si la Federación no crea y pone jurisdiccionales mediante el uso
en funcionamiento órganos eficiente de los recursos (párrafo
jurisdiccionales especializados en primero).
justicia juvenil, y, como consecuencia
de ello, los jueces del fuero común Por tanto, desde el punto de vista legal,
siguen conociendo ad infinitum de los el Poder Judicial de la Federación tiene
delitos de carácter federal? la obligación de establecer, con
oportunidad, los órganos
La respuesta, desde nuestra jurisdiccionales que se hagan cargo de
perspectiva, es negativa. Ello es así la impartición de justicia en materia
porque, en el caso, la competencia juvenil.
auxiliar conferida a los órganos
jurisdiccionales del fuero común se Desde la otra perspectiva, la puesta en
extiende ad infinitum, hasta en tanto funcionamiento de los órganos
desaparezca la causa o razón que la jurisdiccionales federales tiene que
motiva, es decir, que no haya órganos ver, también, con la valoración del
jurisdiccionales federales encargados costo-beneficio.
del sistema integral de justicia para
adolescentes. Lo anterior, si se tiene Al respecto, según datos del INEGI, en
en cuenta que la norma que prevé 2017 se registraron 2,008,661 causas
dicha competencia auxiliar no forma penales, tanto del sistema penal
parte del régimen de transitoriedad de acusatorio como del sistema penal
la ley, sino del articulado que regula la tradicional; y, de éstas, 144,741
materia que es objeto de la misma, y, corresponden a delitos imputados a
como tal, es principal y permanente. adolescentes. Lo anterior significa que
sólo el 7.2% de los procesos abiertos
Lo anterior no significa que no se en ese año corresponden a delitos
contravenga el espíritu de la ley; no probablemente cometidos por
hay duda al respecto. Por su misma adolescentes, y el resto, 92.8%, a
naturaleza, como se ha dicho, la delitos imputados a adultos.
competencia auxiliar es temporal, lo
que se confirma, en el caso, por el En este sentido, aun cuando no se
Los niños y jóvenes están expuestos a datos del Secretariado Ejecutivo del
grandes dosis de violencia en todo el Sistema Nacional de Seguridad
mundo, en ocasiones de manera Pública, se tienen mas de registradas
directa a través de situaciones tan 90 mil carpetas de investigación por el
graves como la guerra, al ser víctimas delito de violencia intrafamiliar al
de violencia intrafamiliar o de trata de termino del año 2018, por lo que es
personas, por mencionar algunos posible inferir que tras esa ruptura de
ejemplos; o de manera indirecta, a la matriz de identidad, la persona,
través de los medios de comunicación, sobre todo cuando esta en proceso de
redes sociales, música y lenguaje que formación y de maduración, como es
incita la violencia. el caso del adolescente, mas grave aun,
un niño, pueda ser llevado u orillado a
México no es la excepción a esa tomar una mala decisión que termine
exposición de violencia para niños y en la realización de algún hecho
jóvenes, por lo que de manera criminal.
irresponsable, muchas veces
únicamente culpamos al gobierno en Obviamente se debe mencionar que, el
turno de ser el encargado de evitar la factor familiar no es el único que
violencia y de frenarla, pero es puede asociarse a la conducta
conveniente mencionar y reflexionar antisocial que pudiera desplegar un
primeramente sobre los orígenes que adolescente; también pudiéramos
en algunas ocasiones tienen los brotes mencionar los factores escolares, al
de violencia en las personas; tener poco compromiso a la escuela y
primeramente encontramos el aspecto pobre desempeño escolar;
familiar, que es la matriz de identidad comunitarios, al estar en un
de toda persona, a pesar de su vecindario de alta criminalidad, donde
diversidad y composición; ya que es tenga libre acceso a drogas, alcohol y
precisamente en la familia donde tabaco; influencia de pares, es decir
puede la descomposición de un asociación con amistades que gusten
individuo, cuando esta en contacto de las mismas conductas antisociales;
con el crimen, aun sin saberlo, aun e incluso individuales, como lo serian
creyendo que vive una situación determinantes psicológicos o
normal, siendo alarmante que según procesos biológicos. 11
11
Clase impartida por la Dra. Beatriz Eugenia especialización para Defensores Públicos del Poder
Álvarez Rodríguez, Jueza de Distrito Especializada Judicial de la Federación.
en el Sistema Penal Acusatorio, al curso de
Es así como conocimos casos tan organizada cada vez mas muestra su
emblemáticos como el de “El Ponchis, gusto por reclutar hombres y mujeres
un niño que a sus doce años fue más jóvenes, adolescentes, e incluso
reclutado en el Crimen Organizado niños, para poder llevar a cabo sus
como sicario, y que al obtener su fines sin tener consecuencias
libertad después de su reclusión y posiblemente mayores, convirtiendo
tratamiento, fue llevado a Estados en muchos casos los victimarios en
Unidos para garantizarle su seguridad victimas.
y protección.
Y no solo podemos limitarnos a hablar
Es importante saber que hay muchos de la delincuencia organizada, ya que
mas caso como el de “Ponchis” en como comentaba al inicio del articulo,
México, que resultan igual o mas la juventud esta expuesta a grandes
impresionantes por la magnitud de los dosis de violencia, lo que influye de
hechos, muchos de ellos llegan ante el manera negativa en su formación, en
Juzgador, otros solo llegan al Servicio su moral y en su dignidad; lo que se
Medico Forense para ser entregados traduce en la realización de conductas
posteriormente a sus familiares, los que constituyen delito, y que a veces
que corren menos suerte, ni pueden ese delito debe, por cuestiones de
ser sepultados por su familia, ya que competencia, ser resuelto en un
son desaparecidos; es por eso que “El Tribunal Federal.
Ponchis” solo es un reflejo de lo
complejo que puede ser la justicia para Para llevar a cabo dicha tarea, es
adolescentes, desde la detención a importante señalar que la reforma
cargo de la policía, la investigación del constitucional al artículo 18,
delito a cargo del Ministerio Publico y publicada en el Diario Oficial de la
la policía de investigación, la Defensa, Federación, el doce de diciembre de
y los Órganos Jurisdiccionales, dos mil cinco, en materia de justicia de
además de los facilitadores de menores, estableció a favor de los
mecanismos alternativos; todos ellos adolescentes el derecho de ser
debiendo contar con una juzgados por una autoridad
especialización para ser operadores independiente, de tipo jurisdiccional,
del Sistema Integral de Justicia para quienes podrán aplicar las medidas de
adolescentes. orientación, protección y tratamiento
que amerite cada caso, atendiendo a la
El problema es que la delincuencia protección integral y el interés
12
Hidalgo Murillo, José Daniel, Hacia una teoría MAYORES DE DOCE AÑOS DE EDAD. SON
procesal en Justicia Para Adolescentes, Flores COMPETENTES LOS JUZGADOS DEL FUERO
Editor y Distribuidor, México, 2016, p. 30. COMÚN ESPECIALIZADOS EN JUSTICIA INTEGRAL
13
Semanario Judicial de la Federación. Búsqueda DE MENORES (RÉGIMEN DE TRANSICIÓN
en línea: Rubro: DELITOS FEDERALES COMETIDOS CONSTITUCIONAL)
POR ADOLESCENTES, MENORES DE DIECIOCHO Y
14
Gutiérrez Ortiz, Jorge Arturo, El Proceso Penal
Acusatorio para Adolescentes, Editorial Flores,
México, 2014, p. 238
15
Juez Especializado en Justicia Penal para
Adolescentes del Distrito Judicial Benito Juárez, en
Cuauhtémoc, Chihuahua.
Niño 16 de Naciones Unidas: “hace efectivos los derechos del niño. Los
hincapié en que los Estados partes están Estados partes deben evaluar
obligados a adoptar medidas en sus constantemente la forma en que los
procesos presupuestarios para generar presupuestos afectan a distintos
ingresos y gestionar los gastos de una grupos de niños y velar por que sus
manera que sea suficiente para dar decisiones presupuestarias conduzcan
efectividad a los derechos del niño. El a los mejores resultados posibles para
Comité reconoce que hay muchas el mayor número de niños, prestando
maneras de lograr recursos suficientes especial atención a los niños en
para hacer realidad los derechos del situaciones de vulnerabilidad.
niño, entre otras formas teniendo en
cuenta los principios generales de la B. Eficiencia
Convención y los principios 60.- Los recursos públicos dedicados a
presupuestarios de eficacia, eficiencia, las políticas y los programas
equidad, transparencia y sostenibilidad. relacionados con la infancia deben
Los Estados partes en la Convención gestionarse de manera que se
tienen la responsabilidad de cumplir sus garantice la optimización de los
obligaciones presupuestarias para recursos y teniendo en cuenta la
hacer efectivos los derechos del niño." obligación de respetar, proteger y
hacer efectivos los derechos del niño.
A. Eficacia Los gastos aprobados deben
59.- Los Estados partes deben llevar a ejecutarse con arreglo al presupuesto
cabo la planificación, aprobación, aprobado. Los bienes y servicios para
ejecución y seguimiento de los promover los derechos de los niños se
presupuestos de tal modo que se han de adquirir y facilitar de manera
promuevan los derechos del niño. transparente y puntual, y han de tener
Asimismo, han de invertir en entender la calidad adecuada. Además, no
la situación de los derechos del niño deben malgastarse los fondos
en su contexto correspondiente y asignados a los derechos del niño. Los
formular y aplicar legislación, Estados partes han de procurar salvar
políticas y programas los obstáculos institucionales que
estratégicamente diseñados para dificultan que el gasto sea eficiente. La
superar los retos que entraña hacer supervisión, la evaluación y la
16
COMITÉ DE LOS DERECHOS DEL NIÑO DE
NACIONES UNIDAS, Observación General número
19, párrafos 57, 58 a 63.
auditoría de los fondos públicos deben públicos, lo que a su vez aumenta los
actuar como frenos y contrapesos para recursos públicos disponibles para
favorecer la solidez de la gestión promover los derechos del niño. La
financiera. transparencia es también un requisito
básico para hacer posible la
C. Equidad participación significativa en el
61.- Los Estados partes no deben proceso presupuestario de los poderes
discriminar a ningún niño o categoría ejecutivo y legislativo, así como de la
de niños al movilizar recursos o sociedad civil, incluidos los niños. El
asignar o ejecutar fondos públicos. Comité destaca la importancia de que
Gastar fondos de manera equitativa no los Estados partes promuevan
siempre implica utilizar la misma activamente el acceso a la información
cantidad de dinero en cada niño, sino sobre ingresos públicos, asignaciones
tomar decisiones de gasto que y gastos relacionados con la infancia,
contribuyan a lograr una igualdad y que adopten políticas para apoyar y
sustantiva entre los niños. Los alentar la colaboración constante con
recursos han de destinarse de manera el poder legislativo y la sociedad civil,
justa para favorecer la igualdad. Los incluidos los niños.
Estados partes están obligados a
eliminar todos los obstáculos E. Sostenibilidad
discriminatorios con los que los niños 63.-Debe darse la debida
se puedan encontrar al acceder a sus consideración al interés superior de
derechos. las generaciones actuales y futuras de
niños en todas las decisiones
D. Transparencia presupuestarias. La movilización de
62.- Los Estados partes deben los ingresos y la gestión de los
establecer y mantener unos sistemas y recursos públicos por parte de los
prácticas de gestión de las finanzas Estados partes deben llevarse a cabo
públicas que estén abiertos a examen, de manera que sistemáticamente se
así como información sobre los adopten políticas y se ejecuten
recursos públicos a la que se pueda programas orientados directa o
acceder libremente cuando convenga. indirectamente a hacer efectivos los
derechos del niño. Los Estados partes
La transparencia contribuye a la solo podrán adoptar medidas
eficiencia y frena la corrupción y la regresivas en relación con los
mala gestión de los presupuestos derechos del niño con arreglo a lo
juvenil en MÉXICO.
17
Diario Oficial de la Federación
contenidos en el artículo 18
Constitucional y con ello constituir
una guía para que las demás
autoridades involucradas dentro del
Sistema Integral de Justicia para
Adolescentes se encuentren en
posibilidades de normar sus criterios
de actuación.
Libros
Recomendados
JURISPRUDENCIA
DEL MES DE
MAYO 2019
Lo anterior, desde luego, no constituye un obstáculo para que en el juicio de amparo directo
se emprenda el análisis que corresponda de los conceptos de violación, inclusive en
suplencia de la queja, en cuanto a diversos aspectos no abordados expresamente en la
sentencia de segunda instancia.
Del estudio sistemático de los artículos 94, párrafos primero y octavo, y 106 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 21, fracción VI, y 37, fracción IX, de
la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, con relación al punto cuarto, fracción II,
del Acuerdo General Número 5/2013, de trece de mayo de dos mil trece, del Tribunal Pleno
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, relativo a la determinación de los asuntos que
el Pleno conservará para su resolución, y el envío de los de su competencia originaria a las
Salas y a los Tribunales Colegiados de Circuito, se desprende que corresponde al Poder
Judicial de la Federación dirimir, entre otras controversias, las que se susciten por razón de
competencia entre los Tribunales de la Federación y los de las entidades federativas, y ello
es una facultad originaria de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; sin embargo, el Pleno
del Alto Tribunal, en ejercicio de su facultad constitucional, a través del Acuerdo General
citado, delegó esa competencia a favor de los Tribunales Colegiados de Circuito. Por tanto,
la competencia para dirimir un conflicto competencial suscitado entre un Juzgado de
Distrito de Procesos Penales Federales y un Juzgado Penal del Fuero Común, ambos de la
misma entidad federativa, para conocer de un proceso penal, se surte a favor de un Tribunal
Colegiado de Circuito.
PRIMERA SALA
Con base en los principios de publicidad, oralidad y contradicción que rigen el sistema
acusatorio previstos en el artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, el juez de control, al evaluar la legalidad de la determinación del Ministerio
Público sobre el no ejercicio de la acción penal en la audiencia a que se refiere el artículo
258 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no debe consultar la carpeta de
investigación, sino resolver con base en las argumentaciones que formulen las partes en
dicha audiencia, aunque excepcionalmente pueda consultar registros de la carpeta si su
contenido o existencia es materia de controversia entre las partes, pues de otra manera no
contará con elementos para corroborar si efectivamente el registro de la investigación
existe y contiene la información que las partes aseveran, en la inteligencia de que la
consulta debe limitarse al registro controvertido y no a la totalidad de la carpeta. Asimismo,
la víctima u ofendido o su asesor jurídico deben exponer oralmente sus agravios en la
audiencia, sin que sea factible que lo hagan por escrito. Lo anterior, porque en el sistema
penal acusatorio corresponde al juez decidir a partir de los elementos argumentativos y
probatorios que aporten las partes situadas en un plano de igualdad para hacer valer sus
pretensiones. Porque este sistema es predominantemente oral y sólo por excepción se
aceptan actuaciones escritas. Y porque conforme al artículo 20, fracción X, de la
Constitución Federal, los principios de publicidad, oralidad y contradicción, entre otros, son
aplicables a las audiencias previas a la etapa de juicio, y la audiencia a que se refiere el
artículo 258 citado precede al juicio. Lo que se robustece con la regla prevista en dicho
precepto que establece que la impugnación debe quedar sin materia si la víctima u ofendido,
sin justificación, no asisten a la audiencia, lo que evidencia la plena aplicación de esos
principios, pues sin la asistencia de la parte a quien corresponde justificar oralmente los
méritos de la impugnación al exponer sus agravios, el juzgador carecería de materia sobre
la cual pronunciarse.
PRIMERA SALA
El juicio de amparo constituye un medio extraordinario para invalidar los actos de autoridad
violatorios de derechos fundamentales, y está regulado bajo diversos principios, entre ellos,
el de definitividad, el cual, de acuerdo con los artículos 107, fracción IV, de la Constitución
General de la República y 61, fracción XX, de la Ley de Amparo, obliga al quejoso, por regla
general, a agotar previamente a la promoción del amparo indirecto, los medios de defensa
legales que la ley que rige el acto reclamado establece, a efecto de que, en su caso, pueda
modificarse, revocarse o nulificarse. Por tanto, contra los actos emitidos por el personal del
centro penitenciario en el cual el sentenciado compurga su pena, sin que se ubique en
ningún supuesto de excepción al principio de definitividad, es improcedente el juicio de
amparo, pues no constituye una resolución definitiva, dado que, acorde con el artículo 9,
fracción IX, de la Ley Nacional de Ejecución Penal, dicha resolución es impugnable ante el
director del centro en el que se encuentre recluida la persona privada de su libertad,
mediante el procedimiento administrativo relativo a atender las solicitudes de las personas
privadas de su libertad, referentes a la vulneración de sus condiciones de internamiento, ya
sean cuestiones de salud, lugar de reclusión, cambio de módulos, estancias, dormitorios,
alimentación, entrega de vestimenta, emisión de tarjetas informativas o reportes médicos,
entre otros; y, si se trata de casos urgentes (como lo son las condiciones de internamiento
que, de no atenderse de inmediato, quedaría sin materia la petición, entre otras, aquellas
relativas a cuando se encuentren en riesgo la vida e integridad física del interno), son
impugnables por cualquier medio ante las instancias correspondientes; de modo que si la
petición se resuelve en contra de los intereses del peticionario, o la autoridad penitenciaria
omite atender la solicitud formulada por la persona privada de su libertad, el artículo 114
de la Ley Nacional de Ejecución Penal prevé su impugnación ante el Juez de ejecución,
procedimientos que son tendentes a revocar o modificar el acto lesivo a los intereses de la
persona privada de su libertad, y que atento al principio de definitividad, deben agotarse
previo a la promoción del juicio de amparo.
Los discos versátiles digitales (DVD´S) que contienen las videograbaciones de las audiencias
del sistema penal acusatorio y oral, a la luz de la tramitación de un proceso penal de esta
naturaleza, conforme al artículo 61 del Código Nacional de Procedimientos Penales y acorde
con lo establecido por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al
resolver la contradicción de tesis 455/2012, que dio origen a la jurisprudencia 1a./J.
43/2013 (10a.), de título y subtítulo: "VIDEOGRABACIONES DE AUDIENCIAS CELEBRADAS EN
PROCEDIMIENTOS PENALES DE CORTE ACUSATORIO Y ORAL CONTENIDAS EN ARCHIVOS
INFORMÁTICOS ALMACENADOS EN UN DISCO VERSÁTIL DIGITAL (DVD). SI LA AUTORIDAD
RESPONSABLE LAS REMITE COMO ANEXO O SUSTENTO DE SU INFORME JUSTIFICADO
ADQUIEREN LA NATURALEZA JURÍDICA DE PRUEBA DOCUMENTAL PÚBLICA, Y DEBEN
TENERSE POR DESAHOGADAS SIN NECESIDAD DE UNA AUDIENCIA ESPECIAL.", tienen el
carácter de una prueba instrumental de actuaciones, al tratarse de las diligencias o actos
que conforman un proceso penal de corte acusatorio, guardados en un archivo digital y, por
ende, aptos para acreditar la existencia de un acto procesal; además de que no obstante
estar soportados en medios digitales, su contenido hace patente la realización de un acto
jurídico procesal. Por tanto, aun cuando dichos discos carezcan del sello y la firma
correspondientes, no debe ponerse en duda su contenido, si existen otras circunstancias
que le dan certeza a éste, como pudieran ser, por ejemplo, que fueron remitidos al tribunal
de apelación por la autoridad del Poder Judicial a quien corresponde su resguardo y esa
remisión se hizo por conducto de las oficinas que pertenecen precisamente al Poder Judicial,
mediante un oficio que cumplió con las formalidades de ley, esto es, que contiene la firma
autógrafa de la autoridad emisora, así como el sello correspondiente y, sobre todo, ante el
hecho de que el órgano jurisdiccional que conoció del asunto de que se trata, corroboró
que la diligencia respectiva, en efecto se encontraba registrada en el DVD.
obran en cada juicio, el Juez puede alcanzar un conocimiento mínimo de los hechos que dan
lugar a la aplicación de las normas jurídicas pertinentes, y dar respuesta a los asuntos de su
competencia. De ello surge el concepto de derecho a la prueba que, conforme a la doctrina
jurisprudencial pacífica y unánime, constituye uno de los principales ingredientes tanto del
debido proceso (formalidades esenciales del procedimiento), como del acceso a la justicia,
al ser el más importante vehículo para alcanzar la verdad. Ese derecho a probar se respeta
cuando en la ley se establecen las condiciones necesarias para hacerlo efectivo, no sólo para
que las partes tengan oportunidad de llevar ante el Juez el material probatorio de que
dispongan, sino también para que éste lleve a cabo su valoración de manera racional y con
esto la prueba cumpla su finalidad en el proceso. Incluye no solamente la certidumbre de
que, habiendo sido ofrecida la prueba, se desahogue, sino también de que se valore y tenga
incidencia lógica y jurídica, proporcional a su importancia dentro del conjunto probatorio,
en la decisión que el Juez adopte. La práctica de las pruebas, oportunamente ofrecidas,
necesarias para ilustrar el criterio del juzgador y su pleno conocimiento sobre el asunto
objeto del litigio, así como las posibilidades de complementarlas o contradecirlas en el curso
del proceso, también son elementos inherentes al derecho en cita. Su alcance se resume en
las siguientes notas: pertinencia, diligencia y relevancia. Lo primero, porque sólo deben
ofrecerse, admitirse y valorarse las pruebas que tengan relación directa con el supuesto que
debe decidirse; lo segundo, porque debe solicitarse por la persona legitimada para hacerlo,
en la forma y momento legalmente previsto para ello y el medio de prueba debe estar
autorizado por el ordenamiento; finalmente, en cuanto a la última nota, debe exigirse que
la actividad probatoria sea decisiva en términos de acción o la defensa. Así las cosas, la
vulneración a este derecho puede darse por diversas razones, algunas de las más comunes:
el imposibilitar a una de las partes su ofrecimiento; el no tener en cuenta algunas de las
pruebas aportadas, o cuando dentro del expediente, existen elementos de juicio que con
claridad conducen a determinada conclusión, eludida por el Juez con manifiesto error o
descuido.
extingue la pena de prisión y otorga la libertad al sentenciado bajo ciertos requisitos que
debe observar el Juez de ejecución –autoridad judicial especializada del fuero federal o local,
competente para resolver las controversias en materia de ejecución penal–, con la salvedad
de que no gozarán de la libertad aludida los sentenciados por delitos en materia de
delincuencia organizada, secuestro y trata de personas. Ahora bien, conforme al régimen
transitorio de la Ley Nacional de Ejecución Penal y al principio de interpretación más
favorable para la persona, contenido en el artículo 1o. de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, ese beneficio constituye un mecanismo de control jurisdiccional
que impacta en un aspecto sustantivo vinculado directamente con la libertad personal, la
igualdad de los sentenciados y su derecho a la reinserción social, por lo que no es dable el
desechamiento de plano de los incidentes promovidos por personas que fueron
condenadas a través de procedimientos iniciados durante el sistema procesal penal
tradicional, bajo el argumento de que se actualiza la excepción contenida en el artículo
cuarto transitorio del decreto de reforma constitucional que implementó el nuevo sistema
de justicia penal acusatorio y oral, publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 18 de
junio de 2008. De ahí que las personas que fueron condenadas bajo el sistema procesal
tradicional pueden solicitar la libertad anticipada prevista en el artículo 141 de la Ley
Nacional de Ejecución Penal, para que el Juez de ejecución competente sustancie el
incidente respectivo y determine si es dable o no que el solicitante obtenga dicho beneficio
conforme a los requisitos que establece el propio artículo 141 y el debate que sostengan las
partes durante el desarrollo de la audiencia, en los términos del procedimiento
jurisdiccional previsto en la ley referida.
PRIMERA SALA
De conformidad con el artículo 107, fracción XVI, último párrafo, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, en concordancia con el diverso 214 de la Ley de Amparo,
no podrá archivarse ningún juicio de amparo sin que la sentencia en que se haya concedido
al agraviado la protección constitucional quede enteramente cumplida, o no exista materia
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para la ejecución y así se haya determinado por el órgano jurisdiccional competente en una
resolución fundada y motivada; ello, en razón de que existe un interés social en que
cualquier acto juzgado y probado como injusto por parte de la autoridad deba resarcirse
por aquélla, pues representa el apego al orden y al respeto de los derechos de los
gobernados dentro de un Estado Democrático de Derecho. De esta manera, aun cuando el
recurso de inconformidad en amparo indirecto lo interponga la autoridad responsable
contra el acuerdo que declaró la imposibilidad para cumplir con el fallo protector y se
impugne exclusivamente la multa que se le decretó durante el procedimiento de ejecución
respectivo, procede examinar de oficio las consideraciones con base en las cuales se decretó
la imposibilidad material para cumplir con la ejecutoria de amparo. Esto es así, porque en
el caso el gobernado a quien se le otorgó la tutela federal no sólo se encontraba interno en
un centro de reclusión cuando reclamó las omisiones relacionadas con las condiciones de
internamiento (por lo que no existe tercero interesado y el agente del Ministerio Público de
la Federación carece de legitimación para recurrir) sino que, además, recobró su libertad al
egresar del centro penitenciario y es lógico que, por lo mismo, no se inconformará contra
lo resuelto por el Juez de Distrito, o bien, dicha posibilidad es remota. De aceptarse una
postura contraria, se correría el riesgo de que se archive en definitiva el asunto sin que se
haya comprobado la validez de lo resuelto por el a quo, en demérito del artículo 214
mencionado, que prohíbe que esto ocurra, si ello no fue antes calificado por el órgano
jurisdiccional competente –de manera fundada y motivada–, lo que desde luego incluye al
Tribunal Colegiado de Circuito que conozca del recurso de inconformidad en esos casos. Por
ende, con independencia de quién sea la parte inconforme, así como del beneficio que
pudiera irrogarle dicho estudio (no siempre se advertirán deficiencias), lo cierto es que el
órgano revisor tiene frente a sí ese acuerdo y la problemática que se presenta no se refiere
en exclusiva a la voluntad del posible afectado, sino a una cuestión de orden público. De ahí
que para cumplir con los artículos referidos, debe verificarse oficiosamente la legalidad del
acuerdo atinente a la imposibilidad para cumplir con la sentencia protectora, con
independencia de que se invoquen o no agravios específicos al respecto y de quién sea la
parte inconforme, en el entendido de que no es obligatorio para el órgano competente
plasmar en la ejecutoria las consideraciones relacionadas con el estudio señalado, si no se
observa alguna ilegalidad cometida por el a quo, pero sí debe pronunciarse fundada y
motivadamente, como se lo exige el último precepto citado.
Conforme a los artículos transitorios de dicha ley, la intención del legislador al emitirla fue
derogar los distintos beneficios preliberacionales previstos tanto en el Código Penal Federal
como en las legislaciones especiales de la Federación y las relativas a las entidades
federativas, para que sólo fueran aplicables los establecidos en la Ley Nacional de Ejecución
Penal. De igual forma, dispuso que los procedimientos que se encuentren en trámite a su
entrada en vigor, deberán sustanciarse en términos de la legislación vigente al inicio de
éstos, pero aplicando los mecanismos de control jurisdiccional previstos en la ley nacional
aludida, de acuerdo con el principio de mayor beneficio para la persona contenido en el
artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Ahora bien, los
beneficios preliberacionales, al constituir mecanismos de control jurisdiccional, no
impactan en un tema procesal sino en un aspecto sustantivo al estar vinculados
directamente con la libertad personal, la igualdad de los sentenciados y su derecho a la
reinserción social, de ahí que no sea aplicable la excepción contenida en el artículo cuarto
transitorio del decreto de reforma constitucional que implementó el sistema de justicia
penal acusatorio y oral, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio de 2008.
Por ende, si esos beneficios inciden en las afectaciones a la libertad personal derivadas de
la pena que el legislador considera necesaria para cumplir con los fines sustantivos de ésta,
no hay razón para dar un trato desigual a los condenados bajo sistemas procesales distintos,
si los beneficios introducidos por la Ley Nacional de Ejecución Penal resultan más favorables
a los solicitantes conforme al referido principio. Así, el referente para su otorgamiento que
prevé esta ley, no radica en el sistema procesal en que fueron juzgados los peticionarios de
la medida, sino en que ésta les sea más benéfica. Por lo tanto, en atención al régimen
transitorio aludido y al principio de interpretación más favorable para la persona, los
beneficios preliberacionales contenidos en la Ley Nacional de Ejecución Penal sí pueden ser
solicitados por personas condenadas bajo el sistema procesal penal tradicional, porque
constituyen mecanismos de control jurisdiccional y no existe justificación alguna que
permita negarles el acceso a los beneficios de los que actualmente gozan los sentenciados
bajo el sistema procesal penal acusatorio oral, pues se encuentran en idénticas condiciones
de reclusión.
PRIMERA SALA
El acuerdo que niega fijar fecha y hora para que se realice una audiencia de control para
exponer al Juez las omisiones del Ministerio Público en la investigación del delito, es de
mero trámite por no trascender al resultado y no afectar derechos sustantivos, además de
emitirse sin sustanciación alguna; por tanto, en su contra procede el recurso de revocación
previsto en el artículo 465 del Código Nacional de Procedimientos Penales, el cual debe
agotarse previo a la promoción del juicio de amparo indirecto, en términos del artículo 61,
fracción XVIII, párrafo primero, de la Ley de Amparo.
realizar un ejercicio de confrontación entre las distintas declaraciones del deponente y las
de otros, en caso de que existan, a fin de comparar esas manifestaciones con aquella o
aquellas que hubiera vertido con anterioridad, incluyendo la emitida en primer término. De
modo que para negar valor a las posteriores declaraciones del testigo, se tendrá que hacer
uso de la lógica y el raciocinio, con la plena certeza de que no puede generar mayor
convicción una declaración posterior que contiene datos relevantes, que se omitan en las
primeras, ya sea porque no se haya hecho referencia a aquéllos aunque fuera de manera
somera o por lo menos en una parte, que puedan evidenciar que en la posterior sólo se
afinen detalles que se han ido recordando, pero siempre encaminados sobre la misma
versión que se ha dado desde un principio, caso en el que podría excepcionar el principio
de inmediatez y conceder valor a las posteriores declaraciones.
El Pleno en Materia Penal del Primer Circuito, en la tesis de jurisprudencia PC.I.P. J/51 P
(10a.), de título y subtítulo: "SUSPENSIÓN EN EL JUICIO DE AMPARO. ES IMPROCEDENTE
CONCEDERLA PARA EL EFECTO DE QUE EL MINISTERIO PÚBLICO NO JUDICIALICE LA
CARPETA DE INVESTIGACIÓN.", estableció que es improcedente conceder la suspensión
para el efecto de que el agente del Ministerio Público no judicialice la carpeta de
investigación pues, de concederse, se contravendrían disposiciones de orden público, ya
que implicaría paralizar el nuevo procedimiento penal acusatorio en su primera etapa, al
evitar transitar de la investigación inicial a la complementaria; también se afectaría el
interés social, pues la facultad constitucional del Ministerio Público de investigar los delitos
no debe paralizarse, toda vez que la sociedad está interesada en que dicha facultad se ejerza
plenamente y sin demoras; por consiguiente, es improcedente conceder la medida cautelar
en el juicio de amparo para que la autoridad ministerial responsable, durante la
investigación inicial en el proceso penal acusatorio adversarial, no desahogue la entrevista
de una persona en su carácter de testigo, a la cual previamente se le citó, al tratarse del
procedimiento que no es susceptible de suspenderse, con fundamento en el artículo 128,
fracción II, de la Ley de Amparo, por contravenir disposiciones de orden público; sostener
lo contrario, impediría la función encomendada al representante social por el artículo 21 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, relativa a investigar y perseguir
los delitos, pues en uso de esas facultades debe llevar a cabo el acto de investigación
inherente a la entrevista de testigos, sin autorización del Juez de control, a fin de obtener
los datos de prueba suficientes para determinar sobre la existencia de un hecho que revista
las características de un delito, en términos de los artículos 131, fracción V y 251, fracción
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Si bien existe una antinomia entre el artículo 424, última parte, del Código de
Procedimientos Penales (actualmente abrogado) y el diverso 44, penúltimo párrafo, de la
Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia, ambos del Distrito Federal, por cuanto se
refiere al fallo de los asuntos, porque este último establece que las Salas Penales resolverán
de manera colegiada cuando se trate de apelaciones contra sentencias definitivas derivadas
de procedimientos ordinarios dictadas en procesos instruidos por delito grave en los que se
imponga pena de prisión mayor a cinco años y, en todos los demás casos, las resoluciones
se dictarán en forma unitaria conforme al turno correspondiente; mientras que el artículo
424, última parte, dispone que las sentencias que se pronuncien en los recursos de
apelación, deberán dictarse por los tres Magistrados que integran la Sala, lo cierto es que
debe prevalecer la ley orgánica sobre el código de procedimientos referido, ya que al
tratarse de leyes iguales en su jerarquía, que además no se complementan, dicha antinomia
debe resolverse atento al principio de especialidad de la ley, por lo que debe prevalecer la
ley orgánica por ser la norma especial que establece las atribuciones, facultades y
obligaciones de los órganos jurisdiccionales de la Ciudad de México, delimitando su
competencia y jerarquía y, particularmente, de las Salas Penales para conocer de los
recursos de apelación interpuestos por las partes contra las sentencias definitivas dictadas
por los Jueces del fuero común de esta ciudad, en los asuntos sometidos a su jurisdicción,
mientras que el código adjetivo determina la forma en que deben realizarse los actos
procesales con la finalidad de la correcta aplicación o realización del derecho penal
sustantivo.