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ABORDAJE A VICTIMAS DE

VIOLENCIA FAMILIAR Y
SEXUAL

SEXTA SEMANA
VALORACION DEL DAÑO CORPORAL EN
VICTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR.

"El amor no debe doler. El amor implica confianza, protección, respeto a los gustos del otro, comunicación, caricias,
ayudas al crecimiento emocional y espiritual. Consiste en compartir la vida con alegría, dialogar sobre las diferencias y
preferencias, y respetar la integridad física, moral y espiritual de la persona amada".

La violencia familiar es un fenómeno de ocurrencia mundial en el que las mujeres y los niños son los grupos más
vulnerables. La OMS asegura que una quinta parte de las mujeres en el mundo es objeto de violencia en alguna etapa
de su vida y como consecuencia de ello presentan altos índices de discapacidad, tienen doce veces más intentos de
suicidio y altas tasas de mortalidad en comparación con población que no la padece.

La violencia familiar no siempre resulta fácil de definir o reconocer. En términos generales podríamos designarla como
el uso deliberado de la fuerza para controlar o manipular a la pareja o al ambiente más cercano.  
Se trata del abuso psicológico, sexual o físico habitual. Sucede entre personas relacionadas afectivamente, como son
marido y mujer o adultos contra los menores que viven en un mismo hogar.  

La violencia familiar no es solamente el abuso físico, los golpes, o las heridas. Son aún más terribles la violencia
psicológica y la sexual por el trauma que causan, que la violencia física, que todo el mundo puede ver. Hay violencia
cuando se ataca la integridad emocional o espiritual de una persona.  

La violencia psicológica se detecta con mayor dificultad. Quien ha sufrido violencia física tiene huellas visibles y puede
lograr ayuda más fácilmente. Sin embargo, a la víctima que lleva cicatrices de tipo psicológicas le resulta más difícil
comprobarlo.
EFECTOS DE LA VIOLENCIA FAMILIAR

Al revisar las causas de la violencia familiar también se hace importante identificar qué tipo de efectos tiene dicho
fenómeno, entre los que se encuentran: la disfunción de la familia, el distanciamiento de sus miembros y las mutaciones
en su comportamiento o actitudes mentales. Los efectos pueden ser clasificados en: psicofísicos y psicosociales,
específicos y genéricos o generales.

Los efectos psicofísicos son aquellos que producen cambios psíquicos o físicos, en un mismo acto. Los Psíquicos hacen
referencia a la desvaloración, baja autoestima y estrés emocional producido por las tensiones que produce el maltrato,
en los empleados por ejemplo produce una baja en su rendimiento laboral ya que las tensiones emocionales dificultan la
concentración.
CIRCULO DE LA VIOLENCIA
FAMILIAR

Cuando una pareja se está empezando su relación es muy difícil que aparezca la violencia. Cada miembro de la pareja
muestra su mejor faceta. La posibilidad de que la pareja termine es muy alta si ocurriera algún episodio de violencia.

La dinámica de la violencia familiar existe como un ciclo que pasa por tres fases, las que difieren en duración según
los casos. Es importante aclarar que el agresor no se detiene por sí solo. Si la pareja permanece junto a él, el ciclo va a
comenzar una y otra vez, cada vez con más violencia.
CICLO DE LA VIOLENCIA

Según Walker (1979), las mujeres que experimentan violencia doméstica siguen un patrón
definido de relación con su pareja, al que denomina el Ciclo de Violencia. Este ciclo se
divide en tres fases que se repiten una y otra vez:
 
 La fase de acumulación de tensión,
 La fase del momento agudo, y
 La fase de luna de miel.
FASE 1. ACUMULACIÓN DE TENSION 

 A medida que la relación continúa, se incrementa la demanda, así como el estrés. 


 Hay un incremento del comportamiento agresivo, más habitualmente hacia objetos que hacia la pareja. Por ejemplo, dar portazos,
arrojar objetos, romper cosas. 
 El comportamiento violento es reforzado por el alivio de la tensión luego de la violencia. 
 La violencia se mueve desde las cosas hacia la pareja y puede haber un aumento del abuso verbal y del abuso físico. 
 La pareja intenta modificar su comportamiento a fin de evitar la violencia. Por ejemplo: mantener la casa cada vez más limpia, a los
hijos más silenciosos, etc. 
 El abuso físico y verbal continúa. 
 La mujer comienza a sentirse responsable por el abuso. 
 El violento se pone obsesivamente celoso y trata de controlar todo lo que puede: el tiempo y comportamiento de la mujer (cómo se
viste, adónde va, con quién está, etc.) 
 El violento trata de aislar a la víctima de su familia y amistades. Puede decirle, por ejemplo, que si se aman no necesitan a nadie más, o
que los de afuera son de palo, o que le llenan la cabeza, o que están locos etc. 
FASE 2. EPISODIO AGUDO DE
VIOLENCIA 

 Aparece la necesidad de descargar las tensiones acumuladas 


 El abusador hace una elección acerca de su violencia. Decide tiempo y lugar para el episodio, hace una elección
consciente sobre qué parte del cuerpo golpear y cómo lo va a hacer. 
 Como resultado del episodio la tensión y el stress desaparecen en el abusador. Si hay intervención policial él se
muestra calmo y relajado, en tanto que la mujer aparece confundida e histérica debido a la violencia padecida. 
FASE 3. ETAPA DE CALMA, ARREPENTIMIENTO O LUNA DE MIEL 

 Se caracteriza por un período de calma, no violento y de muestras de amor y cariño. 


 En esta fase, puede suceder que el golpeador tome a su cargo una parte de la responsabilidad por el episodio
agudo, dándole a la pareja la esperanza de algún cambio en la situación a futuro. Actúan como si nada hubiera
sucedido, prometen buscar ayuda, prometen no volver a hacerlo, etc. 
 Si no hay intervención y la relación continúa, hay una gran posibilidad de que la violencia haga una escalada y su
severidad aumente. 
 A menos que el golpeador reciba ayuda para aprender métodos apropiados para manejar su stress, esta etapa sólo
durará un tiempo y se volverá a comenzar el ciclo, que se retroalimenta a sí mismo.  
 Luego de un tiempo se vuelva a la primera fase y todo comienza otra vez. 
VALORACION DEL DAÑO CORPORAL EN VICTIMAS DE VIOLENCIA
FAMILIAR

Coincidentemente con estudios realizados en Latinoamérica las víctimas más frecuentes de procesos de VIF, son
mujeres en edad reproductiva, casadas o concubinas y los varones de 45 años de edad para adelante y casados. El
compañero agrede físicamente a su mujer con puños y patadas, provocando equimosis, escoriaciones y hematomas
localizados en el rostro y miembros inferiores.
Se ha evidenciado, a través de la información obtenida, que un gran porcentaje de las denuncias son relativas a VIF. Sin
embargo, al profundizar los casos se pudo verificar que igual o mayor porcentaje de estas víctimas además sufrían otras
formas de VIF (psicológica y sexual): El ignorar estas otras formas de VIF al momento de la denuncia puede deberse,
en primer lugar, a que las víctimas no consideran como VIF a la Violencia Psicológica; en segundo lugar, puede deberse
a razones culturales, religiosas y sociales, que hacen ver la relación sexual como una obligación de la mujer con
respecto a su pareja, eliminando -de esta manera- la posibilidad de interpretar una relación no consentida dentro del
matrimonio no como una agresión sexual sino un derecho del esposo o concubino a acceder a su víctima.
TIPO DE LESIONES CORPORALES

El tipo de lesiones que se presentan de manera regular son Equimosis, localizadas en la cara, miembros superiores e
inferiores; ello indica que el agresor/a tiene la intención de someter a su víctima, bajar su autoestima e impedir que
denuncie el hecho, reduciendo su capacidad de relacionamiento con familiares y vecinos, con el fin de evitar que sus
problemas de pareja se vean expuestos ante su entorno social. Si el agresor/a tuviera intención de dañar seriamente o
matar a la víctima, las lesiones apuntarían a cuello, tórax o abdomen, zonas que representan peligro inminente de perder
la vida.
Queda determinado que el nivel de agresión más frecuente es el Leve conforme a lo establecido en nuestra legislación; en
cuanto a Valoración del Daño Corporal, se ha visto que la mayoría es Lesiones Leves que determinan un tiempo de
incapacidad por debajo de los 29 días de impedimento y que conllevan una sanción mínima; tal situación permite la
posibilidad de conciliar; la pena Privativa de Libertad es menor a 24 meses, por lo que en la práctica estos casos no llegan
a proceso y quedan impunes.

El agravante más frecuente, en casos de VIF, en ambos sexos, es la Violencia Anterior y/o Reincidencia en actos violentos
por parte del victimario/a.
LAS ETAPAS DE LA VIOLENCIA DE PAREJA

1) Etapa de Entrega:

Al momento de formar pareja una mujer busca una relación positiva y significativa. Ella proyecta en su
compañero cualidades que ella desea tenga él. Si él la maltrata, tiende a justificar sus actos, y a creer que él
terminará el abuso si ella logra satisfacerlo.
 
2) Etapa de Aguante:
La mujer se resigna a la violencia. Posiblemente trata de fijarse en los aspectos más positivos de la relación, para
minimizar o negar el abuso. Modifica su propio comportamiento como un esfuerzo por alcanzar algún nivel de control
sobre la situación (Por ejemplo, saliendo temprano del trabajo, evitando visitar amigas o evitando hacer algo que
podría ser motivo de enojo en su pareja.) En parte se siente culpable por el abuso y trata de esconder su situación a las
demás personas. Se siente atrapada en la relación y sin posibilidad de salir.
3) Etapa de Desenganche:

La mujer comienza a darse cuenta de su condición de mujer maltratada. Una vez que logra poner nombre a su
experiencia puede buscar ayuda. Ahora puede estar desesperada por salir, pero puede temer por su vida o la de sus hijos
e hijas. Su miedo y su enojo puede impulsarla a querer salir de la relación. Esto es un proceso que puede requerir varios
intentos antes de conseguirlo exitosamente. La mujer comienza a reconocer actitudes y comportamientos de su pareja
como actos de violencia, y en consecuencia puede mostrarse rechazaste hacia cualquier actitud de éste (positiva o
negativa), y mostrarse intolerante a cualquier acercamiento que venga de él.
4) Etapa de Recuperación:
El trauma de la mujer no termina con salir de la relación. Normalmente pasa por un proceso de duelo por la pérdida de
la relación y una búsqueda de sentido de su vida.
Trata de entender lo que su compañero le hizo, y por otro lado busca explicaciones sobre las razones que le hicieron
quedarse en la relación todo ese tiempo sin arribar a una clara conclusión.
La importancia de esta conceptualización es que indica que la misma mujer posee distintas formas de reconocer la
violencia y cuenta con sus propias posibilidades de salir, según el momento en que se encuentra en su relación de
pareja. Según esta autora es en la etapa de aguante que ocurre con mayor frecuencia las experiencias que describe
Walker como el ciclo de la violencia.
La Codependencia

En todas las familias existe cierta disfuncionalidad en mayor o menor grado. A menudo las personas dependientes han
sido objeto de algún tipo de abuso físico o verbal, o sufrieron el abandono de uno de sus padres o de ambos, ya sea
físico o emocional.

El dependiente busca alivio en alguna adicción para "anestesiarse" ante su dolor. A veces lo hace a través de relaciones
personales disfuncionales y muchas veces dañinas; o mediante adicciones al dinero, el sexo, la ira, las drogas, la
bebida, etc. El dependiente está atado a lo que le sucedió en su familia de origen y se siente internamente torturado por
ello, aunque la mayoría de las veces no se da cuenta de lo que le está sucediendo.
GRACIAS

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