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CANCIÓN DE ENTRADA

PUEBLO DE REYES,
ASAMBLEA SANTA,
PUEBLO SACERDOTAL,
PUEBLO DE DIOS
¡BENDICE A TU SEÑOR!
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías.
El Señor Dios me ha dado una lengua de discípulo;
para saber decir al abatido una palabra de aliento.
Cada mañana me espabila el oído,
para que escuche como los discípulos.
El Señor Dios me abrió el oído;
yo no resistí ni me eché atrás.
Ofrecí la espalda a los que me golpeaban,
las mejillas a los que mesaban mi barba;
no escondí el rostro ante ultrajes y salivazos.
El Señor Dios me ayuda,
por eso no sentía los ultrajes;
por eso endurecí el rostro como pedernal,
sabiendo que no quedaría defraudado.
Palabra de Dios.
SALMO

Al verme, se burlan de mí,


hacen visajes, menean la cabeza:
«Acudió al Señor, que lo ponga a salvo;
que lo libre si tanto lo quiere».

Me acorrala una jauría de mastines,


me cerca una banda de malhechores;
me taladran las manos y los pies,
puedo contar mis huesos.
SALMO

Se reparten mi ropa,
echan a suerte mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme.

Contaré tu fama a mis hermanos,


en medio de la asamblea te alabaré.
«Los que teméis al Señor, alabadlo;
linaje de Jacob, glorificadlo;
temedlo, linaje de Israel».
SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses.


Cristo Jesús, siendo de condición divina,
no retuvo ávidamente el ser igual a Dios;
al contrario, se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo,
hecho semejante a los hombres.
Y así, reconocido como hombre por su presencia,
se humilló a sí mismo,
hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todo
y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre;
de modo que al nombre de Jesús
toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo,
y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios.
IDEAS PARA LA HOMILÍA
Hoy la lectura de la Pasión según san Mateo debe ser valorada en su justa medida. La
lectura, en sí, debe ser “evangelio”, buena noticia, y nosotros, como las primeras
comunidades para las que se escribió, debemos poner los cinco sentidos y
personalizarla.
Debemos saber que no podemos explicar el texto de la Pasión en una “homilía”, sino que
debemos invitar a todos para que cada uno se sienta protagonista de este
hermoso relato y considere dónde podía estar él presente, en qué personaje, cómo
hubiera actuado en ese caso. Precisamente porque es un relato que ha nacido casi con
toda seguridad para la liturgia, es la liturgia el momento adecuado para experimentar
su fuerza teológica y espiritual.
No incidamos demasiado en el sufrimiento, porque esa no es la clave de Mateo, sino en
cómo una comunidad se identifica con su Señor para hacer posible que el
proyecto salvador de Dios se viva de verdad.
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
EVANGELIO
PROFESIÓN DE FE

Creo en Dios, Padre todopoderoso,


creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
PROFESIÓN DE FE

al tercer día resucitó de entre los muertos,


subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios,
Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. 
PEDIMOS AL SEÑOR

Para saber qué quieres necesitamos orar, pasar


ratos contigo.

Oremos.
Padre, que hagamos tu voluntad.
PEDIMOS AL SEÑOR

Para conocer tu voluntad


necesitamos leer tu Evangelio.

Oremos.
Padre, que hagamos tu voluntad.
PEDIMOS AL SEÑOR

Porque tu voluntad es
justicia y pan para todos.

Oremos.
Padre, que hagamos tu voluntad.
PEDIMOS AL SEÑOR

Que tu Iglesia seamos


más orantes y más servidores.

Oremos.
Padre, que hagamos tu voluntad.
PEDIMOS AL SEÑOR

Que los gobernantes del mundo


se adhieran a tu querer.

Oremos.
Padre, que hagamos tu voluntad.
CANCIÓN DE OFERTORIO

1.- Señor del Universo, bendito seas por este pan de trigo
que da la tierra. Venga a nosotros tu pan de cada día que es
vida y gozo.

2.- Bendito seas siempre Señor del Cielo, por el vino que
has puesto en los viñedos. Danos tu vino que es fuerza y
alegría para tus hijos.
TE HAGO

LUZ
DE LAS
CANCIÓN DE COMUNIÓN

Perdón por aquel mendigo,


por aquella lágrima que hice brillar.
[Perdón por aquellos ojos,
que al buscar los míos no quise mirar.] (2)

SEÑOR, ¿PORQUE SOY ASÍ?


ESTOY COMO CIEGO, NO SÉ COMPRENDER.
[SEÑOR, TÚ ERES MI ESPERANZA;
DAME TU MIRADA QUE TE SEPA VER.] (2)
CANCIÓN DE COMUNIÓN

Señor, no le di la mano,
se encontraba solo y lo dejé partir.
[Perdón por no dar cariño,
por solo buscarlo tan lejos de ti.] (2)

SEÑOR, ¿PORQUE SOY ASÍ?


ESTOY COMO CIEGO, NO SÉ COMPRENDER.
[SEÑOR, TÚ ERES MI ESPERANZA;
DAME TU MIRADA QUE TE SEPA VER.] (2)
CANCIÓN DE COMUNIÓN

Señor, no soy siempre alegre,


no doy luz a otros que están junto a mí.
[Perdón por esta tristeza,
por sentirme solo cuando estás aquí.] (2)

SEÑOR, ¿PORQUE SOY ASÍ?


ESTOY COMO CIEGO, NO SÉ COMPRENDER.
[SEÑOR, TÚ ERES MI ESPERANZA;
DAME TU MIRADA QUE TE SEPA VER.] (2)
CANCIÓN DE COMUNIÓN

Perdón por otros hermanos,


a quienes no importa de tu padecer.
[Estás cerca del que sufre,
pasas a su lado pero no te ven.] (2)

SEÑOR, ¿PORQUE SOY ASÍ?


ESTOY COMO CIEGO, NO SÉ COMPRENDER.
[SEÑOR, TÚ ERES MI ESPERANZA;
DAME TU MIRADA QUE TE SEPA VER.] (2)
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Has venido a visitarme,


como padre y como amigo.
Jesús, no me dejes solo.
¡Quédate, Señor, conmigo!

Por el mundo envuelto en sombras


voy errante peregrino.
Dame tu luz y tu gracia.
¡Quédate, Señor, conmigo!
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

En este precioso instante


abrazado estoy contigo.
Que esta unión nunca me falte.
¡Quédate, Señor, conmigo!

Acompáñame en la vida.
Tu presencia necesito.
Sin ti desfallezco y caigo.
¡Quédate, Señor, conmigo!
CANCIÓN FINAL

SÁLVAME VIRGEN MARÍA;


ÓYEME, TE IMPLORO CON FE,
MI CORAZÓN EN TI CONFÍA,
VIRGEN MARÍA, SÁLVAME,
VIRGEN MARÍA, SÁLVAME, SÁLVAME.

Mientras en la cruz moría Jesús, el Hijo de Dios,


tú estabas de pie a su lado deshecha por el dolor.

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