Está en la página 1de 15

EUCARISTÍA VIERNES 28 DE SEPTIEMBRE

IMPOSICIÓN DE PAÑOLETAS
CAMPAMENTOS ECUATORIANOS LOYOLA

SOLEMNIDAD DE SAN IGNACIO DE LOYOLA


MONITOR: El día de hoy queremos celebrar con mucha alegría esta eucaristía, porque
después de mucho tiempo los campamentos ecuatorianos Loyola ven nuevamente los colores
de las pañoletas. Todos nos congregamos alrededor de Jesús como aquella llama viva que
inflama nuestras vidas y que finalmente es el que impulsa a cada uno de nosotros para que
podamos ser más para servir mejor.
Por primera vez en el CEL San Gabriel nos enriquecemos de la presencia de nuestras
compañeras, bienvenidas de todo corazón esperamos que su experiencia en los
campamentos nos ayude a formar a hombres y mujeres al servicio de los demás.
Es por eso que nos unimos a esta celebración, porque queremos seguir compartiendo
alrededor de Jesús nuestros sueños, nuestras ilusiones y todo nuestro corazón. Cantemos
todos.
ANTIFONA DE ENTRADA Cfr Flp 2, 10-11
Al nombre de Jesús toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua
proclame: Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre.
RITOS INICIALES
Reunido el pueblo, el sacerdote se dirige al altar, con los ministros, mientras se entona el canto de entrada. Cuando llega al altar, habiendo hecho
con los ministros una inclinación profunda, venera el altar con un beso y si es oportuno, inciensa la cruz y el altar. Después, se dirige con los ministros
a la sede. Si no hay canto de entrada se recita la antífona de entrada.
Terminado el canto de entrada, a la antífona, el sacerdote de pie, se santiguan con la señal de la cruz.

S./ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


A./ Amén.
SALUDO
El sacerdote extiende las manos y saluda a la asamblea en nombre del Señor.

S./ La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre. y la comunión del Espíritu Santo
estén con todos ustedes.
A./ Y con tu espíritu.
ACTO PENITENCIAL
S./ Hermanos para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos
humildemente aquellos momentos en que nos hemos alejado de Dios.
(Breve silencio)
A./ Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado
mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa por eso ruego a Santa María,
siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan
por mí ante Dios, Nuestro Señor.
A./ Amén.
S./ Dios todo poderoso tenga Misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
A/. Amén.
S./ Señor ten piedad A./ Señor ten piedad
S./ Cristo ten piedad A./Cristo ten piedad
S./Señor ten piedad A./ Señor ten piedad
A/. Amén.
ORACIÓN COLECTA
S/. Señor, Dios nuestro, que has suscitado en tu Iglesia a San Ignacio de Loyola para extender
la gloria de tu nombre; concédenos que después de combatir en la tierra, bajo su protección y
siguiendo su ejemplo, merezcamos compartir con él la gloria del cielo.
Por nuestro Señor.
LITURGIA DE LA PALABRA
Monitor: Las lecturas nos invitan a reconocer cómo el amor de Dios nos invita a donarnos a
los demás. Y sobre todo cómo cada una de nuestras acciones por pequeñas que sean se
convierten en oportunidades para dar Gloria a Dios.
Escuchemos con atención las lecturas.
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Jeremías 20, 7-9
Me sedujiste, Señor, y me deje seducir; has sido más fuerte que yo y me has
podido . He sido a diario el hazmerreir, todo el mundo se burlaba de mí. Cuando
hablo tengo que gritar, proclamar violencia y destrucción. La palabra del Señor me
ha servido de oprobio y desprecio a diario.
Pensé en olvidarme del asunto y dije: «No lo recordaré, no volveré a hablar en su
nombre»; pero había en mis entrañas como fuego, algo ardiente encerrado en mis
huesos. Yo intentaba sofocarlo y no podía.
Palabra de Dios
A./ Te alabamos Señor
SALMO RESPONSORIAL
Sal 15, 1-2a. 5. 7-8.11
R/ Gusten y vean qué bueno es el Señor.
V/ Bendigo al Señor en todo momento
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren
R/ Gusten y vean qué bueno es el Señor.
V/ Proclamen conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
R/ Gusten y vean qué bueno es el Señor.
V/ Contemplenlo y quedarán radiantes,
su rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvo de sus angustias.
R/ Gusten y vean qué bueno es el Señor.
V/ El ángel del Señor acampa en torno a quienes lo temen
y los protege.
Gusten y vean qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
R/ Gusten y vean qué bueno es el Señor.
V/ Todos sus santos teman al Señor,
por que nada les falta a los que lo temen.
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen
R/ Gusten y vean qué bueno es el Señor.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera Carta del apóstol San Pablo a los Corintios 10,31-11.1
Hermanos: así pues, ya coman, ya beban o hagan lo que hagan, háganlo
todo para gloria de Dios; como yo que procuro contentar en todo a todos, no
buscando mi propia ventaja, sino la de la mayoría para que se salven. Sean
imitadores míos como yo lo soy de Cristo.
Palabra de Dios
A./ Te alabamos Señor
ALELUYA Mt 5,3
Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los
cielos.
EVANGELIO
El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío
† Lectura del santo Evangelio según San Lucas 14, 25-33
En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo:
«Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y
a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no
puede ser discípulo mío. Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí,
no puede ser discípulo mío.
Así, ¿quién de ustedes si quiere construir una torre, no se sienta primero a
calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los
cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que lo miran,
diciendo: "Este hombre empezó a construir y no pudo acabar". ¿O qué rey,
si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil
hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando
el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Así
pues, todo aquel de entre ustedes que no renuncia a todos sus bienes no
puede ser discípulo mío.
Palabra del Señor.
A./ Gloria a ti, Señor Jesús
HOMILIA
CEREMONIA DE IMPOSICIÓN DE PAÑOLETAS
Los estudiantes que quieren ser parte de la familia CEL se ponen de pie y se acercan al altar.
ESTUDIANTES (El más pequeño de todos): Padre Rolando, he venido en representación de
nuestros compañeros porque queremos comprometernos con el servicio del país y de
nuestros compañeros y compañeras. Queremos ser un fuego de vida que alimenta el espíritu
de Cristo a través de nuestras relaciones y de nuestro testimonio.
Aquí estamos estudiantes del Colegio San Gabriel que, después de una preparación de
varias experiencias como campistas, en la oración y en el trabajo cotidiano, estamos
dispuestos a fortalecer la familia del CEL y, en ella, continuar nuestro proceso de ser
protagonistas de nuestra historia, creando espacios como estos para que muchos jóvenes se
unan y juntos seguir construyendo una nueva humanidad.
Director de campamentos: La pañoleta azul con líneas blancas es la que corresponde a la
básica superior. Para los chucaritos de octavo esta será la pañoleta que les acompañe durante
tres años, seguramente perderá su color, se ensuciará, quizá se rompa y tendrán que
remendarla, pero el hecho de que nunca la pierdan significa un compromiso que se va
alimentando en el corazón de cada uno. El azul es el color de la sabiduría, porque en la
adolescencia necesitamos sobre todo tomar decisiones con sabiduría, el blanco es pureza
porque es en esta edad donde los sueños más transparentes y la vitalidad de la juventud se va
llenando de un monton de primeras veces. Los dos colores son representativos de María, como
referente nuestro de que siempre nos guía hacia Jesús. Lo que distingue a las pañoletas entre
los años son unas insignias.
Director de Campamentos: Como parte de la familia del CEL, presentamos a nuestros
compañeros a quienes se les va a imponer la pañoleta.
SE PONEN DE PIE LOS ESTUDIANTES DE OCTAVO DE BÁSICA CON SUS PADRES.
La insignia de octavo de básica corresponde al fuego de campamento. El fuego de
campamento es el espacio mágico en donde se congrega la comunidad para fortalecer lazos,
para compartir historias o simplemente para ser espectadores de un momento lleno de magia.
Amigos y amigas, ¿quieren ser parte de este relato y se comprometen a dar todo de sí y buscar
siempre el cuidado de sus compañeros?
ESTUDIANTES: Si queremos
Se hace la imposición de pañoletas y se entregan las insignias
SE PONEN DE PIE LOS ESTUDIANTES DE NOVENO DE BÁSICA CON SUS PADRES.
Director de campamentos: La insignia de noveno de básica corresponde a la tienda de
acampar. Las tiendas de acamapar reflejan esfuerzo y comunidad. Son ellas las que constituyen
la ciudad de lona y reflejan el esfuerzo de montar un campamento y sobre todo la capacidad de
compartir como hermanos y hermanas.
Amigos, ¿quieren ser parte de este relato y se comprometen a dar todo de sí y buscar siempre
el cuidado de sus compañeros?
ESTUDIANTES: Si queremos
Se hace la imposición de pañoletas y se entregan las insignias
SE PONEN DE PIE LOS ESTUDIANTES DE DÉCIMO DE BÁSICA CON SUS PADRES.
Director de campamentos: La insignia de octavo de básica corresponde a las montañas. Los
lugares donde vamos están directamente vinculados con la naturaleza, nos invitan a ser
conscientes de que somos parte de una casa común. Las montañas reflejan los altos ideales y
los sueños de los estudiantes de décimo, pero sobre todo el anhelo de que están muy cerca de
pertenecer a las pañoletas verdes en el bachillerato
Amigos , ¿quieren ser parte de este relato y se comprometen a dar todo de sí y buscar siempre
el cuidado de sus compañeros?
ESTUDIANTES: Si queremos
Se hace la imposición de pañoletas a los caminantes
Director de campamentos: Las indignias son tres elementos que conforman el logo de
nuestro movimiento, que sólo cuando esten en el bachillerato lo podrán tener bordado en su
pañoleta. Ahora que asumimos el compromiso de nuestra vocación le pedimos a Dios por
intercesión de San Ignacio que nos ayude a construir nuestra ciudad de lona. Recemos juntos
su oración de generosidad.
Señor Jesús:
Enséñame a ser generoso,
a servirte como lo mereces
a dar sin medida,
a combatir sin miedo a que me hieran
a trabajar sin descanso
y no buscar más recompensa
que saber que hago tu voluntad
ORACIÓN DE LOS FIELES
S/. Pongamos los ojos en Dios, nuestra esperanza, y presentémosle confiadamente nuestras
súplicas.
Para que los Campamentos Ecuatorianos Loyola, según el espíritu de San
Ignacio, descubra el camino para ser un fuego que enciende otros fuegos, incluso
a través de las debilidades humanas, roguemos al Señor.
A/. Escucha Señor nuestra oración
Para que, a imitación de Ignacio, reconozcamos nuestra impotencia y pongamos
toda nuestra esperanza en Dios, roguemos al Señor.
A/. Escucha Señor nuestra oración
Para que continuemos experimentando el conocimiento interno de Dios, de su
amor y su providencia, descubierto y vivido por nuestro Padre Ignacio hasta las
últimas consecuencias, especialmente en cada uno de los campamentos
alrededor del fuego, roguemos al Señor.
A/. Escucha Señor nuestra oración
Para que, como él, utilicemos los medios humanos como instrumentos
necesarios, pero confiando sobre todo en la acción de Dios así como la naturaleza
nos enseña a confiar en plenitud en el Señor, roguemos al Señor.
A/. Escucha Señor nuestra oración
Para que nuestra esperanza se vuelva misión, arraigada en todas nuestras obras
para la gloria de Dios y servicio de la humanidad, roguemos al Señor.
A/. Escucha Señor nuestra oración
S/. Hemos puesto, Señor, toda nuestra vida en tus manos. Mira a estos jóvenes ignacianos y
dale la luz de la esperanza que necesita, mientras camina hacia ti. Por Cristo, nuestro Señor.
Por Cristo, nuestro Señor.
A./ Amén
OFRENDA DEL PAN Y EL VINO
MONICIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
MONITOR: Queremos presentarte Señor el pan y el vino en representación de nuestras vidas
para que ellas den testimonio de manera viva de la frase de Perdo Arrupe: “ser hombres para
los demás”.
Te presentamos el fuego como símbolo de la llama viva que arde en nuestros corazones, para
que cada uno de nosotros pueda compartir este fuego que es Cristo con los demás.
Te presentamos las pañoletas como símbolo de nuestras vidas entregadas a un estilo que nos
enseña a ser una sola comunidad que se cuida entre sí.
Te presentamos la bandera del Ecuador para que cada una de nuestras acciones y
aprendizajes sea puesta en marcha en las acciones civicas cotidianas con nuestro país.
Si no se hace el canto de ofertorio, el sacerdote puede decir estas palabras en voz alta. El sacerdote se acerca al altar, toma la
patena con el pan y, manteniéndola un poco elevada sobre el altar, dice en secreto:

S/. Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del
hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de
vida.
A/. Bendito seas por siempre, Señor.
El sacerdote echa vino y un poco de agua en el cáliz, diciendo en secreto:
El Agua unida al vino sea signo de nuestra participación en la vida divina de quien ha querido
compartir nuestra condición humana.
Después el sacerdote toma el cáliz y, manteniéndolo un poco elevado sobre el altar, dice en secreto:
S/. Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del
hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros bebida
de salvación.
A/. Bendito seas por siempre, Señor.
A continuación, el sacerdote, inclinado, dice en secreto:
Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde; que éste sea hoy nuestro
sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro.
Luego el sacerdote, de pie a un lado del altar, se lava las manos, diciendo en secreto:
Lava del todo mi delito, Señor, limpia mi pecado.
Después, de pie en el centro del altar y de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice:
S/. Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable a Dios, Padre
todopoderoso.
A/. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de so nombre, para
nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
S./ Acepta complacido, Señor, las ofrendas que te presentamos en la fiesta de San Ignacio de
Loyola; y concédenos que estos sagrados misterios, fuente de toda santificación,nos
santifiquen también en la verdad. Por Cristo, nuestro Señor.
A/. Amén
PREFACIO
V/ El Señor esté con ustedes.
R/ Y con tu espíritu.
V/ Levantemos el corazón.
R/ Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/ Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/ Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,


es nuestro deber y salvación,
darte gracias,
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.

Porque nos llamas a seguir el camino de San Ignacio,


para que, con corazón dócil y confiado, prestemos oído a la voz del Espíritu,
nos impulsas a conformar nuestra vida en Cristo,
e imitarle como ejemplar de todas las virtudes:
por Él, Padre de misericordia, nos has elegido
para que respondiendo a tus dones,
recorramos el camino de la fe,
seamos sostenidos con la ayuda de la esperanza,
y construidos con la fuerza de la caridad.

Por eso, ahora y por toda la eternidad,


unidos al coro de los ángeles,
te cantamos con devoción,
y te aclamamos diciendo:
Al final del prefacio junta las manos y, en unión del pueblo, concluye el prefacio, cantando o diciendo en voz alta:
A/.Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo.Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre
del Señor. Hosanna en el cielo.
El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Te glorificamos, Padre Santo, porque estás siempre con nosotros en el camino de la vida,
sobre todo cuando Cristo, tu Hijo, nos congrega para el banquete pascual de su amor.
Como hizo en otro tiempo con los discípulos de Emaús, él nos explica las Escrituras y
parte para nosotros el pan.
Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:
Te rogamos, pues, Padre todopoderoso, que envíes tu Espíritu sobre este pan y este vino,
(junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente diciendo) de manera que sean
para nosotros Cuerpo y † Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro.
Junta las manos
En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse con claridad, como lo requiere la
naturaleza de éstas.
Él mismo, la víspera de su Pasión, mientras estaba a la mesa con sus discípulos, (Toma el pan y,
sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue) tomó pan, te dio gracias, lo partió y se lo
dio, diciendo:
Se inclina un poco
TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO
POR USTEDES.
Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo genuflexión.
Después prosigue:
Del mismo modo (Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue), tomó el
cáliz
lleno de vino, te dio gracias con la plegaria de bendición y lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Se inclina un poco
TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE
LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR TODOS LOS
HOMBRES PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora haciendo genuflexión.
Luego dice una de las siguientes fórmulas:
Éste es el sacramento de nuestra fe.
O bien:
Éste es el Misterio de la fe.
A/. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:

Por eso, Padre de bondad, celebramos ahora el memorial de nuestra


reconciliación, y proclamamos la obra de tu amor: Cristo, tu Hijo, a través
del sufrimiento y de la muerte en Cruz, ha resucitado a la vida nueva y ha
sido glorificado a tu derecha.
Dirige tu mirada, Padre santo, sobre esta ofrenda; es Jesucristo que se
ofrece con su Cuerpo y con su Sangre y, por este sacrificio, nos abre el
camino hacia ti.
Señor, Padre de misericordia, derrama sobre nosotros el Espíritu del Amor,
el Espíritu de tu hijo.
Fortalécenos a cuantos nos disponemos a recibir el Cuerpo y la Sangre
de tu Hijo y haz que, unidos al Papa Francisco, y a nuestro Obispo
Fausto.Seamos uno en la fe y en el amor.
Danos entrañas de misericordia ante toda miseria humana, inspíranos
el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado,
ayúdanos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y
deprimido.
Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto de verdad y de amor, de libertad,
de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir
esperando.
Recuerda a tu hijo Jonathan Pucha, a quien llamaste de este mundo a tu
presencia. Compañero de los campamentos ecuatorianos Loyola, quien nos
enseñó a vivir y entregar nuestras vidas a plenitud llenas de alegría.
Concédele que así como ha compartido ya la muerte de Jesucristo comparta
también la gloria de la resurrección.
Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron con la esperanza
de la resurrección, y de todos los demás difuntos, cuya fe sólo tú
conociste; admítelos a contemplar la luz de tu rostro y llévalos a la plenitud
de la vida en la resurrección.
Y, cuando termine nuestra peregrinación por este mundo, recíbenos
también a nosotros en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la
plenitud eterna de tu gloria.
En comunión con la Virgen María, Madre de Dios, San José, los apóstoles y
los mártires, san Ignacio de Loyola y todos los santos, te invocamos, Padre,
y te glorificamos, (junta las manos) por Cristo, Señor nuestro.
Toma la patena, con el pan consagrado, y el cáliz y, sosteniéndolos elevandolos, dice:
Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo
honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
A./ Amén.
RITO DE LA COMUNIÓN
Una vez que ha dejado el cáliz y la patena, el sacerdote, con las manos juntas, dice:
S/. Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a
decir:
A/. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a
nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy
nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y
líbranos del mal.
El sacerdote, con las manos extendidas, prosigue él solo:
S/. Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que,
ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda
perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador, Jesucristo.
A/. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:
S/. Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy", no tengas
en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz
y la unidad.
Después el sacerdote, con las manos extendidas dice:
Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
A/. Amén.
El sacerdote extendiendo y juntando las manos, añade:
S/. La paz del Señor esté siempre con ustedes.
A/. Y con tu espíritu.
S/. Dense fraternalmente la paz.
Y todos, según la costumbre del lugar, se intercambian un signo de paz, de comunión y de caridad.
Después toma el pan consagrado, lo parte sobre la patena, y deja caer una parte del mismo en el cáliz, diciendo
en secreto:
S./ El Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros
alimento de vida eterna.
Durante la fracción del pan se canta o se dice:
S/. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
A/. Ten piedad de nosotros.
S/. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
A/. Ten piedad de nosotros.
S/. Cordero Dios, que quitas el pecado del mundo.
A/. Danos la paz.
A continuación el sacerdote, con las manos juntas, dice en secreto la siguiente oración:
S./ Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre, cooperando el Espíritu
Santo, diste con tu muerte la vida al mundo, líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu
Sangre, de todas mis culpas y de todo mal. Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y
jamás permitas que me separe de ti.
El sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo un poco elevado sobre la patena, lo
muestra al pueblo diciendo:
S./ Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena
del Señor.
A./ Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya bastará
para sanarme.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr Lc 12,49
He venido a prender fuego a la tierra, - dice el Señor -, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo!
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, el sacrificio de alabanza que te hemos ofrecido para darte gracias, en la fiesta de San
Ignacio de Loyola, nos lleve a glorificar a tu majestad, por toda la eternidad.
Por Jesucristo.
A/. Amén
DESPEDIDA
BENDICIÓN SOLEMNE AL FINAL DE LA MISA
S./ Dios que congregó a nuestro amigo Ignacio y a cada uno de nosotros, para que, bajo el
estandarte de su Hijo, Rey nuestro, sirvieramos a nuestros amigos y lleváramos a cabo la misión
de ser un fuego que enciende otros fuegos.
A/.Amén.
S./ Dios les conceda que lo busquen en todas las cosas, despojándose, cuanto sea posible,
del amor a las criaturas, para que puedan poner todo su amor en su Creador, amándole a él en
todas las cosas y a todas en él, conforme a su divina voluntad.
A/.Amén.
S./ Y al final del curso de esta vida terrena los una con nuestros hermanos, que, admitidos ya
en la patria, le glorifican con eterno cántico de alabanza y contribuyen de múltiples maneras a
nuestra mayor edificación.
A/.Amén.
S./ Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre
ustedes y los acompañe siempre.
A/.Amén
Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Pueden ir en paz
A/.Demos gracias a Dios
MONICIÓN FINAL
Monitor: Compañeros, después de compartir este momento especial, recordemos la invitación
a ser cada día santos, con el único fin de ser auténticos con cada uno de nosotros.
Encomendémonos a María para que nos ponga con su Hijo diciendo todos juntos:
Oh Madre Dolorosa, por tus lágrimas, por la corona de espinas, por los clavos que llevas en
tus mano, por las espadas de dolor con que nuestros pecados traspasaron tu corazón.
Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y alcánzanos de tu hijo Santísimo, dolor
intenso de nuestras culpas y vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad.
Oh Madre Dolorosa, proteje a la Santa Iglesia, Proteje a nuestra Patria. Ampara a la
juventud. Ampara a la niñez. Amén.
EUCARISTÍA DE IMPOSICIÓN DE PAÑOLETAS
2018-2019

Pastoral
“hombres y mujeres para los demás”

También podría gustarte