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LAS CRÓNICAS DE INDIAS.

TESTIGOS DE LA
ECONOMÍA Y DE LA CONTABILIDAD DE LOS
PUEBLOS ORIGINARIOS
Advertencias a lectores:
*No van a encontrar un apartado denominado “Economía de los pueblos originarios” o
“Contabilidad aborigen”, pero sí hallarán abundantes datos que les facilitarán rastrear y
reconocer cómo era la organización económica y la contabilidad de distintos pueblos
nativos de la actual Latinoamérica.
*Los cronistas más importantes se enfocaron sobre todo en las grandes civilizaciones de
“nuestra América”: mayas, aztecas e incas. No obstante, en ellas se puede encontrar
información dispersa sobre numerosos pueblos diseminados por la geografía de nuestro
continente.
Empecemos por las culturas ubicadas en lo que hoy es
Centroamérica, puntualmente en las de Mesoamérica.
*Se pueden encontrar datos acerca de qué y dónde comercializaban los mayas,
tlaxcaltecas, aztecas y, en general, las civilizaciones prehispánicas más avanzadas.
Algodón
El cacao era muy preciado y se usaba a modo de moneda.
Valores del cacao
Chile, pimiento o ají picante.
Las plumas y los cueros también se comercializaban.
La vainilla era “vendida” por los totonecas a los aztecas para saborizar
sus antiguos preparados a base de cacao.
Las plumas de diversas aves eran muy estimadas, en especial las del quetzal,
y eran usadas usaban en el trueque tanto por los mayas y como por los
aztecas. El penacho de Moctezuma es una muestra.
Penacho de Moctezuma
El maíz de diferentes tipos y colores era otro artículo que se trocaba.
La miel era muy valorada y los mayas le habían adjudicado su propio
dios.
Tomates, paltas y zapallos eran muy importantes en el comercio y en la
alimentación.
Telas, tejidos y artesanías iban y venían en los antiguos mercados.
Diferentes variedades de frijoles también son nombradas en las
Crónicas de Indias como productos de consumo.
El tabaco se intercambiaba y tenía un uso ritual.
El jade y la obsidiana eran piedras usadas como
monedas.
En algunos lugares había toda una organización para la extracción y
distribución de sal.
Los mayas podían realizar su incipiente contabilidad porque tenían su
propio sistema de numeración.
Los aztecas registraban en sus códices (libros) basados en la escritura
ideográfica con mucha precisión los registros del valor de la tierra para cobrar
impuestos. Abajo aparece uno que estaba dedicado a ese tipo de registros.
Las Crónicas de Indias hacen referencia a la economía agrícola de los
incas y a sus cultivos en terrazas.
Así se vería una terraza en uso.
Las papas, las batatas y la quinua fueron cultivos muy comunes en tiempos de los incas
y luego se difundieron por el mundo.
El maní que hoy consumimos con cerveza, en garrapiñadas, como relleno, como crocante
en los helados y en los turrones también es americano, lo cultivaban y lo comercializaban
(trueque) en el Tahuantinsuyo.
Los incas empleaban e intercambiaban dos animales domésticos: la llama (abajo) y las
alpacas (las que tienen orejas más pequeñas y redondeadas).
Más allá de la agricultura los miembros esa cultura seguían practicando la caza. Sobre
todo de dos camélidos silvestres: la vicuña (que es la de cola más corta) y los guanacos,
como los de la manada.
Antes de concluir, no podíamos olvidar unos instrumentos muy poco
conocidos, las yupanas, que eran una especie de primitivos ábacos de roca
donde se colocaban piedritas más pequeñas o granos de maíz para realizar
operaciones matemáticas, como las sumas.
Finalmente, en las Crónicas de Indias, además de los datos antes citados,
podemos encontrar cómo registraban cantidades (llevaban la
contabilidad) los habitantes del Imperio Inca.

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