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ATACAMEÑOS

DEFINICIÓN HISTÓRICA

Atacameños, atacamas, también llamados licanantay, (en su idioma, llamado kunza, lickan-antay,
que se traduce aproximadamente como 'los habitantes del territorio') likan-antai, likanantaí,
apatamas, alpatamas o kunzas, son una etnia indígena de Sudamérica que habita principalmente
en el norte de Chile, el noroeste de Argentina y suroeste de Bolivia. En tiempos pasados su
territorio abarcó un área más extensa: el interior del desierto de Atacama, el noroeste de la actual
Argentina y sur de Bolivia, en torno al curso del río Loa hasta Copiapó, ocupando también las
quebradas y valles de este desierto y los faldeos de la cordillera de los Andes incluyendo toda
la Puna meridional o Puna de Atacama y el territorio entre las cordilleras de Lípez y Chichas. El
hábitat de los atacamas en Argentina abarcó los departamentos que constituían la
extinta gobernación de Los Andes y regiones vecinas de Jujuy, Salta y Catamarca.

Los atacameños eran grupos de cazadores y recolectores que caminando por el altiplano
descubrieron la Puna de Atacama, estos habitantes domesticaron este territorio estableciendo
alejados enclaves andinos y en algunas caletas del Pacífico. Eran esencialmente nómades y de gran
movilidad social, son los genuinos pobladores del desierto que sobrevivieron gracias a su estrategia
de vida en movimiento entre pequeñas aldeas y estancias de pastoreo que junto a sus labores de
ganaderas, agrícolas, mineras y artesanales, instauraron una economía basada en el tráfico
caravanero de bienes de intercambio con los pueblos circundante a la puna de Atacama.

CULTURA

Los atacameños protegían sus poblados con murallones construidos de rocas, verdaderos fuertes
llamados pucará (palabra quechua, la pronunciación correcta parece ser púkara ya que así es como
la dicen gran parte de los pobladores nativos de las regiones andinas). Aprendieron a desarrollar
artesanía en cerámica y, además, fueron el primer pueblo que comenzó a utilizar el mineral
de cobre que extraían de Chuquicamata y el oro de Inca Huasi.

En San Pedro de Atacama se han encontrado objetos precolombinos de bronce ternario, una
aleación de cobre, arsénico y níquel.5

De acuerdo a los restos arqueológicos encontrados y a las investigaciones realizadas en esta parte
de América antes de la llegada de los conquistadores españoles, los nombres de sus aldeas hoy en
día aún subsisten, como los oasis de Quitor, Chiu-
Chiu, Lasana, Turi, Topayín, Susques, Calama, Toconao, Antofagasta de la Sierra, Socaire y uno de
los más importantes y centro de su cultura, el oasis de San Pedro de Atacama junto a la antigua
ciudad de Tastil.

Aun hay muchos atacameños que mantienen algunas tradiciones, como los tejidos, la orfebrería y
otras. Las poblaciones atacameñas o lickan antay que vivían en las áreas costeras desarrollaron una
cultura diferenciada (aun cuando mantenían la unidad étnica) que se ha incluido en la del conjunto
llamado changos.[cita requerida] Su población era de 4000 personas cuando llegó Diego de Almagro.
IDIOMA

El kunza (ckunsa, "nuestro") se hablaba en el norte de Chile, actuales regiones


de Antofagasta y Tarapacá; en norte de Argentina, Jujuy; y por la nación Chicha de Bolivia. Esta
lengua se conservó en las comunidades de Peine y Socaire de la comuna de San Pedro de Atacama
y Caspana en la comuna de Calama principios del siglo xx. El pueblo atacameño pasó por un
cambio lingüístico al tener que usar el español 6 en sus relaciones con las autoridades coloniales y
luego con la administración de las repúblicas de los países en que habita.

ALIMENTACIÓN

Fue un pueblo ganadero (ganadería de auquénidos) que tuvo la capacidad de aprovechar la escasa
agua existente y obtener cosechas abundantes. Debido al escaso terreno agrícola, los alimentos de
este origen no eran suficientes por lo cual se criaban las llamas y alpacas como animales de carga,
también se alimentaban con su carne, se vestían con sus pieles y la lana que obtenían de ellas.

Al igual que muchos otros pueblos andinos, crearon un sistema de siembras en terrazas, con el fin
de que el agua no escurriese y evitar el arrastre de la capa del suelo orgánico y fértil. Sus cultivos
fueron variados, se alimentaban principalmente de verduras que ellos mismos sembraban y
cosechaban: calabazas, zapallo, ají, porotos, tabaco (usado principalmente con fines
rituales), tunas, maíz y sobre todo papas y quinoa. Abonaban sus cultivos con el guano de las aves
de la costa, el que transportaban a lomo de llamas. También se alimentaban de carne ya que
criaban animales y de pescados y mariscos que intercambiaban con los changos que se asentaban
en la costa, por medio de trueques, principalmente les intercambiaban su carne
hecha charqui (carne con sal resecada por el sol).

ECONOMÍA AGROALFARERO

El inicio, conocido como "primer período", se sitúa entre 400 a 900; se caracteriza por una alfarería
roja pulida, por cántaros antropomorfos (con formas de hombre) y el uso de adornos y vasos de
oro.

El "segundo periodo" es entre 900 y 1200, muestra el empleo de una alfarería negra pulida, la
influencia de la cultura del Tiahuanaco o Tiwanaku –horizonte cultural Tiahuanaco–, el empleo de
las tabletas para aspirar alucinógenos, principalmente el cebil y el cactus de San Pedro o huanto,
con figuras esculpidas de hombres, cóndores y de consumir en muy específicas situaciones, por
ejemplo cuando un chamán debía intentar hacer una adivinación poniéndose en contacto –según
creían– con los dioses.

El "tercer período", comprendido entre 1200 y 1500, recibe la influencia de la civilización incaica y
deja como exponente la construcción de fortalezas o púkara de piedra rodeadas de murallas con
angostas calles y apretadas habitaciones.

El período agroalfarero de la cultura atacameña distingue tres momentos:

1.- El primero de ellos se sitúa entre los años 400 y 900 de la era cristiana, y se caracteriza por una
alfarería roja pulida, por cántaros antropomorfos (con formas de hombre) y el uso de adornos y
vasos de oro.

2.- El segundo, entre los años 900 y 1.200 de nuestra era, muestra el empleo de una alfarería negra
pulida, la influencia de la cultura peruana Tiahuanaco o Tiwanaku, el empleo de las tabletas para
aspirar alucinógenos, con figuras esculpidas de hombres, cóndores y felinos, y el uso del tambetá o
adorno labial.

3.- El tercer período, comprendido entre los años 1.200 y 1.500, recibe la influencia de la
civilización incaica y deja como exponente la construcción de fortalezas o pukarás de piedra
rodeadas de murallas con angostas calles y apretadas habitaciones.

La decoración de su alfarería y los dibujos de los petroglifos confirman que los atacameños poseían
una cultura con una elevada sensibilidad estética.

El pueblo de los atacameños utilizó importantes técnicas para el desarrollo agrícola, destacándose
el regadío artificial mediante un sistema de canales que suplían la falta de lluvias, y las terrazas o
andenes que permitían un óptimo aprovechamiento del agua. Cultivaron el maíz, la papa, los
frijoles, la calabaza y una especie de tabaco. En la ganadería, domesticaron a la llama y la alpaca,
para utilizarlas en la producción de lana y como medio de transporte. La llama, como animal de
carga, les permitió hacer largos viajes, para cambiar productos como pescado, guano y hojas de
coca.

RELIGIÓN
Muy adentrado en la cultura atacameña estaba la inhalación de alucinógenos cebil, constituido en
todo un ceremonial andino, era el acercamiento mediante la exaltación y estimulación a sus dioses,
era la apropiación de quién inhalaba del poder de aves, felinos y serpientes. Acompañaba este
ceremonial un conjunto de tablillas finamente labradas en las cuales se depositaba el alucinógeno
en forma de rapé, para luego mediante una bombilla de madera o hueso era inhalado. Por otro
lado y con una influencia notoria de los Incas, los atacameños adoptaron el culto solar a Inti para lo
cual fabricaron altares en los lugares de mayor altura, de preferencia en el Volcán Licancabur el
cual era considerado una montaña sagrada.

Creían en varios dioses, según sus creencias, estos dioses vivían en lo alto del volcán Licancabur.
También en una vida después de la muerte, por este motivo sepultaban a sus muertos con todo lo
necesario para el largo viaje que les esperaba.

Aunque se sabe muy poco respecto de su espiritualidad, se piensa que fueron creyentes en una
vida futura, debido a la manera en como disponían los entierros con armas, vestidos y objetos de
uso cotidiano.

SITUACIÓN ACTUAL

El patrón de integración regional Atacameño, tendrá relación con la vida rural de los pequeños
productores. Alrededor de 1930, los pobladores de Atacama se ocupaban en actividades agrarias,
arriería, crianza de animales, etc. Con la intensa, incorporación de elementos occidentales, la
población indígena experimentó un intenso proceso de cambios culturales y sociales.

En materia de legislación, no existió una preocupación por lo indígena, fundamentalmente de sus


comunidades, recursos naturales y abastecimientos de agua.

Entre las diversas demandas Atacameña, se encuentran algunas relacionadas con la constitución y
saneamiento de las tierras reivindicadas por las comunidades indígenas, bajo un criterio de
coherencia territorial, reconocimiento y resguardo del territorio patrimonial Atacameño, evitar el
otorgamiento de las tierras a terceros, reconocimiento, respeto y protección de la cultura
LIKAN ANTAI ATACAMEÑO

Likan Antai atacameño

Likan Antai atacameño


En muchos lugares de los Andes, cuando las lluvias se atrasan
demasiado, se realizan ofrendas especiales para llamar a la lluvia con
agua de mar o de manantiales grandes que no se secan nunca.

El 23 o 24 de junio se celebra el Año Nuevo. En la noche se va al corral de


las ovejas y se preparan las flores, hojas y lanas. Se enciende fuego para
el frío y algunos pronuncian las palabras kunza: «Aijate, aijate al jumor»,
que significa: allégate al fuego.

Hacia el amanecer se va al estero y se hace el pago al agua, con vino o


aguardiente y harina cocida. Se pronuncian palabras rituales en kunza y
se le ofrece aguardiente o vino al agua.

Al día siguiente se carnea un cordero para los participantes, se echa su


sangre a la tierra y se florean las ovejas. Es la fiesta del enfloramiento.
Luego se come y bebe todo el día.

Se celebra en Toconao, Talabre, Socaire y otros ayllus de la zona. La


vestimenta típica consiste en un sombrero de ala corta con adornos,
chaquetilla, camisa generalmente blanca -aunque también de colores-,
pantalón de tela negro y zapatos sencillos o sandalias.

Casi siempre se anda acompañado de un bolso para guardar las hojas de


coca con la que contrarresta los efectos de la altura. La mujer lleva un
vestido largo con blusa blanca, zapatos livianos o sandalias, y una gran
manta de vivo colores que cumple la doble función de abrigar o trasladar
mercadería, objetos o a sus hijos pequeños.
https://www.youtube.com/watch?v=iiAylleR64Y

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