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PUEBLOS ORIGINARIOS DE TUCUMÁN I

Las culturas originarias más evolucionadas se desarrollaron en la región del noroeste, centro y cuyo de
nuestro país.

Este artículo fue creado consultando las siguientes fuentes de información:

- Imágenes Ancestrales de Argentina. Martha Dichiara. Talleres Gráficos Chamaco, 2006

- Cultura Diaguita, Gonzalo Ampuero Brito, Departamento de Extensión Cultural del Ministerio de Educación
de Chile, Octubre de 1978.
- Sociedad Indígena y Encomienda en El Tucumán Colonial. Judith Farberman y Roxana Boixadós. Conicet.
Universidad de Buenos Aires. 2006.

- La Cultura Candelaria. Andrés Herrera


- Culturas Precolombinas. Museo Chileno de Arte Precolombino
- Las Culturas Prehistóricas. Breve reseña general
- Cultura Diaguita. Pontificia Universidad Católica de Chile
- Programa Qhapaq Ñan. Secretaría de Cultura, Presidencia de la Nación
- Programa Qhapaq Ñan. Instituto Nacional de Cultura de Perú
- Amenazas al Patrimonio Cultural. Instituto Nacional de Cultura de Perú
- Población aborigen en la Argentina
- Las Culturas Prehistóricas

Primeros Pobladores

Se cree que los inmigrantes prehistóricos deben haber penetrado en el continente americano, hace unos
25.000 años por el estrecho de Bering, en la extremidad noroeste de Alaska. En aquel tiempo, las dos
extremidades, la Asiática y la Americana estaban unidas por masas de tierra cubiertas de hielo. Según
Rodolfo Raffiño.

https://youtu.be/Es0RAo5kyng
El proceso cultural de las culturas aborígenes ha sido segmentado en dos grandes etapas. La nómade, que
comenzara hace 12.000 años atrás y la Sedentaria, a partir del 500 a.C.

- La etapa nómade corresponde al periodo de los cazadores que recorrían sus territorios sin construir aldeas.

- La etapa sedentaria se caracteriza por el asentamiento de ciudades estables. Durante ésta etapa se
desarrollaron formas variadas de organización social con grandes y bellas ciudades, como la de los aztecas
en el valle central de México, la de los incas, en los Andes centrales y la de los mayas, que ese extendió por la
península de Yucatán.

Etapa Nómade: Cazadores

Los arqueólogos denominan Ampajango a la etapa más antigua, correspondiente a los Cazadores Inferiores y
Ayampitin a los Cazadores Superiores. Los vestigios de los cazadores se encuentran a lo largo y ancho de
nuestro país. A la llegada de los españoles el territorio estaba ocupado por múltiples hondas o bandas que
correspondían a este estadio. En la zona de Tucumán estaban los Juríes o Xuríes o Tonocotés y los Lules y
Vilelas, mientras que en el resto del país estaban los Chiriguano-Chane, Guaranichanes, Guaycurues,
Matacos, Mataguayos, Chana-Timbues, Charruas, Caingangs, Querandies, Pampas, Avipones, Mocovies,
Mbayas, Payaguas, Pilagas, Tobas, Mapuches, Huarpes, Pehuenches, Tehuelches o Gueneken, Shonekas o
Patagones, Shelknams, Yamanas, Alacalufes, Haus, Sanavironas y Comechingones.

El arte de las bandas nómades, cuya actividad principal era la caza, se parece en todas las regiones del
mundo. El estilo es naturalista y directo, ya sean escenas de gran dinamismo referidas a cacerías o danzas o
bien reproducciones estáticas del universo natural que rodeaba al cazador. Cómo ejemplos tenemos La
Piedra Pintada en San Pedro de Colalao y los 12 petroglifos en la quebrada del Barón, Tafí del Valle.

Período Arqueológico Ampajango - Cazadores Inferiores

En el noroeste de nuestro país se hallaron restos humanos muy antiguos pertenecientes a pueblos cazadores
y recolectores primitivos. En la provincia de Catamarca, fue identificada la Cultura Ampajango de
aproximadamente 800 a.C. Estos hombres eran nómades y se dedicaban a la recolección de raíces y plantas
silvestres. Eran tímidos, pacíficos y no guerreaban entre ellos. La familia era simple y monogámica. Su
organización era patrilineal. Las mujeres daban a luz en cuclillas, al lado de los ríos. Vivian en cuevas, aleros o
barrancos. No usaban prendas de vestir, se cubrían con hojas o ramillas entretejidas. No rendían cultos ni al
sol ni a la luna ni a los fenómenos naturales. Dios enviaba el alma al nacer y la retiraba al morir. A las
enfermedades las consideraban daños. Debían luchar contra las fieras, con toscas armas arrojadizas de
gruesas puntas rudimentarias talladas en piedra.

Período Arqueológico Ayampitin - Cazadores Superiores

Eran defensores de su hábitat. Vivian en tiendas o chozas de cuero o de ramas. Tenían noción de un ser
supremo. Para ellos existían dioses de distintos tipos: zoomorfos, andromorfos, cósmicos, meteorológicos,
de montañas, entre otros. Existe una iniciación de los jóvenes en la que, el shaman, que personifica a Dios,
es el encargado de guiarlos en el ritual. A los cultos los realizaban en las quebradas o en las cimas de
montañas. Hacían ofrendas de caza a la divinidad. Hacían uso de la naturaleza moderadamente, solo por
necesidad. Los ancestros permanecían en las cumbres de las montañas para custodiar a la familia. La danza,
el canto y la pintura del cuerpo eran rituales. Son los principales creadores del arte rupestre, a ellos
pertenecen las pinturas que en todo el mundo tapizan cuevas y aleros, así como también la talla de escenas
de cacerías en las piedras.

Tenías conocimientos de las constelaciones, la idea de solsticios y las tres posiciones del sol. Marcaban la
relación del tiempo por lunaciones: tiempo de verano seis lunas, tiempo de invierno otras seis lunas.
Etapa Sedentaria: Agroalfareros

Se caracteriza por el asentamiento en aldeas estables, con una economía basada en la producción de la
energía, a través de la agricultura, el pastoreo y la elaboración de cerámica, tejeduría, cestería, etc. Las
culturas correspondientes a este período se desarrollaron en la región del noroeste, centro y cuyo de nuestro
país, prácticamente en cada quebrada, en cada aguada y en las orillas de los ríos, encontramos vestigios de
ésta época, mientras que en la región este y sur del país los cazadores continuaban con su estilo de vida más
simple.

Los Arqueólogos clasifican la etapa sedentaria en tres períodos:

Formativo Inferior, desde 500 a.C hasta unos 650 d.C. Período caracterizado por una transición del
nomadismo al sedentarismo y el consecuente adelanto de la cultura, las artes y las ciencias.

Formativo Superior, desde 650 d.C. hasta unos 850 d.C. Período caracterizado por el desarrollo socio-
económico, el crecimiento demográfico y la modificación de los asentamientos que incluyen por primera vez
la construcción de fortificaciones.

Tardío o de Desarrollos Regionales, desde 850 d.C. hasta la entrada de los Incas en 1480 d.C y la entra de los
españoles en 1520 d.C. Período caracterizado por los grandes adelantos en cuanto a la forma de vida, el
aprovechamiento de los recursos y la organización social reflejada en la aparición de ciudades.

Período Arqueológico: Formativo Inferior

Este período puede considerarse como una transición entre los grupos nómades netamente cazadores y los
grupos sedentarios agroalfareros. El hombre sigue cazando, mientras la mujer se ocupa de la siembra y de la
recolección de los frutos silvestres.

Corresponde a las culturas desarrolladas desde 500 a.C hasta unos 650 d.C. Entre las más importantes
podemos mencionar: Tafí (en Tucumán), Ciénaga (en Tucumán, Catamarca, La Rioja y norte de San Juan),
Candelaria (en Salta, Tucumán y Santiago del Estero), Cóndor Huasi (en Catamarca y La Rioja), San Francisco
(en Salta), Las Mercedes (en Santiago del Estero), Tebenquiche (en Salta y Jujuy) y Alamito (en Catamarca).

Cultura Tafí
Es la cultura agroalfarera más antigua de nuestro país hallada hasta el presente. Tuvo su centro en el Valle
del Tafí, provincia de Tucumán, donde perduró durante 12 siglos entre los 300 a.C. y los 900 de nuestra era.

A todo lo largo y ancho del valle que lleva su nombre aparecen aún hoy los vestigios dejados por esta
cultura. Amplios círculos de piedra se distribuyen caracterizados por unidades de residencia familiar, lugares
de almacenaje, lugares de procesamiento de los alimentos sobre todo harinas (aparición de gran cantidad de
morteros) y lugares de consumo de los alimentos (círculos más pequeños que utilizaban como cocinas con
sus respectivos fogones). Esta distribución de lugares determinados para cada actividad nos habla de una
organización mucho más elaborada en cuanto a las actividades diarias. Además de la siembra existen indicios
de actividades pastoriles, desarrolladas en las laderas de los cerros.

En sus viviendas, el lugar principal estaba constituido por un patio central en donde se realizaban las tareas
familiares. En torno al patio se distribuyen los círculos habitacionales destinados a dormitorios, cocinas o
despensas. Al lado de los círculos habitacionales se encuentran otros grandes círculos que no llevan vestigios
de techado, por lo que se creen eran utilizados como corrales para los animales domésticos. En cada uno de
estos círculos se encuentra un menhir, lo que nos demuestra algunas de sus creencias, así como el entierro
en el patio familiar nos habla de la creencia de que los ancestros se convertirán en protectores del hogar.

Cuando la familia crecía, construían al lado de la vivienda original nuevos círculos con sus correspondientes
patios centrales y círculos habitacionales

Se han encontrado fragmentos cerámicos toscos y utilitarios sin decoración, numerosos morteros, piedras
planas para moler, fragmentos de huesos de llama y guanaco y torteros de cerámica, estatuillas, puntas de
flecha, piedras boleadoras, azuelas para labrar la tierra, hachas, pulidores para alisar las piezas de cerámicas,
martillos de piedra y cucharas de cerámica. El arte incipiente de decoración de los elementos de uso, como
tiestos y jarras, está dado por guardas muy simples de puntos, líneas y la omnipresente Dama que Llora o
Aguada. Su economía fue eminentemente agrícola, conservando, sin embargo, la actividad de la caza de los
animales que los rodeaban.

Cultura Ciénaga

Esta cultura ha dejado vestigios más fáciles de observar, ya que los lugares donde habitaban no son tan
selváticos y el ambiente es más seco, razón por la cual, la humedad no ha destruido los yacimientos.
Sabemos por ejemplo que tuvieron un muy buen sistema de riego, con acequias y represas que aún hoy en
día se pueden localizar, seguramente motivados por la misma escasez de agua.

Cultivaron el maíz, hicieron pastoreo de llamas, utilizaron los frutos del chañar y fueron grandes recolectores
de vainas de algarrobo. Con la vaina de algarrobo cortada y fermentada en agua se hacía la aloja, con la
harina se hacía el patay, muy rico en proteínas y la vaina fresca se consumía como alimento básico. De la
madera se hacía desde las puntas de flecha y de lanza, hasta los morteros, los husos para hilar, los platos
para comer, etc.

Fueron buenos escultores y utilizaron todos los materiales. En piedra se encontraron boleadoras, puntas de
flechas, morteros y recipientes muy pulidos y trabajados. Se encontraron también hornos especiales para la
fundición de metales puros y adornos de cobre y oro martillado, como pendientes, narigueras, colgantes
para el pecho, pinzas de depilar y hachas muy filosas en forma de T. Utilizaron el hueso para la fabricación
de punzones, utensilios para tejer y hacer cerámica. Conocían la música, para la cual fabricaban ocarinas y
silbatos. En el diseño de sus guardas aparecen repetidamente los motivos de serpientes y llamas.

Cultura Candelaria

Se extendió en todo el territorio de nuestra provincia, y en el sur de Salta, siendo el valle de Choromoro el
epicentro. Desde allí ascendió a las cumbres calchaquíes hasta llegar a los valles y trascendió las sierras de
Medina para llegar hasta el este de Tucumán y entrar a Santiago del Estero. Todos los lugares en los que
habitaron tienen vestigios abundantes de su existencia.

No Sabemos mucho sobre sus creencias, sin embargo, observamos la figura de la Dama que Llora o Aguada,
plasmada en sus objetos de uso diarios. La cerámica da preponderancia a las formas y sobre todo a las
formas femeninas. La decoración de jarras y platos es incisa, con guardas variadas, con rayas combinadas,
escalonados, puntos, zig-zag, ángulos etc. Representaban también a los sapos, murciélagos, cerdos y aves
con cabeza de Aguadora.

Como la zona en la que habitaban es selvática y húmeda son pocos los vestigios encontrados al excavar. Sus
viviendas, eran perecederas, realizadas con tronco, ramas, barro y paja, tenían forma circular con un agujero
en la cumbrera para la salida del humo, con una distribución parecida a las antes descriptas. Una casa
central, con fogón y entierro en el patio central. Enterraron a sus muertos en grandes urnas de cerámica gris
negruzca muy bien trabajada y decorada, el ajuar funerario era para la época bastante rico y nos revela si allí
estaba enterrado un hombre o una mujer. Se identificaron lugares que constituían pequeñas aldeas, casi
siempre agrupadas a lo largo de los ríos y muy cerca de las vertientes. Particularmente a lo largo de todos los
ríos del departamento de Trancas, se encontraron algunos de estos asentamientos. Utilizaron la piedra
pulida, se encontraron grandes y pequeños morteros, que nos hablan del uso de los cereales como harina,
así como también del uso de especies, sal y colorantes. Se encontraron también puntas de flechas
pequeñas, casi siempre de cuarzo blanco o rojo, macanas para la defensa y la lucha, arcos de madera con
cuerdas de fibra vegetal, hachas, percutores, cuchillos, azuelas, colgantes de pequeñas piedras tipo laja, aros
del mismo material, colgantes simples de oro y anillos de cobre, collares de cuentas de conchas de caracol,
pipas para fumar y otras más grandes seguramente para el uso de alucinógenos.

Período Arqueológico: Formativo Superior

Corresponde a las culturas desarrolladas desde el 650 d.C. hasta el 850 d.C. Los ejemplos más importantes
de este período en nuestro país son Aguada (en Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja y San Juan) y
Sunchituyoj (en Santiago del Estero)

Especialmente Aguada presenta elementos comunes y similitudes con otras culturas desarrolladas
paralelamente en otras regiones de América como, por ejemplo: Maya, Tihuanaco, Chimu, Recuay, entre
otras.

Cultura Aguada

No hay duda de que Aguada, fue una de las culturas de mayor desarrollo del Noroeste Argentino. La textura
delicadísima de su alfarería y la exquisitez característica del diseño nos hablan del espíritu refinado y la
prolífera creatividad de este pueblo, que ejerció su influencia sobre una vasta zona del noroeste.

Aguada conoció el trabajo en oro y en los demás metales, hicieron hachas de tipo ceremonial, agujas con
ojo, cinceles y campanillas. Sin embargo, el metal no sustituyó del todo a la piedra en los utensilios de uso
diario.

Su economía estaba basada en el cultivo del maíz, la recolección del fruto del algarrobo, la domesticación de
la llama y una abundancia de bienes de consumo de la tierra muy rica, por un buen sistema de irrigación y de
aprovechamiento de las tierras útiles para el cultivo.

Vivían en aldeas y a sus casas las construían a veces con materiales perecederos como el adobe y la madera,
y otras veces con piedra, según lo que abundara en el lugar. Fueron también buenos escultores. Existen
figuras humanas en cerámica, pipas muy decoradas con cabezas felínicas o de monstruos en relieve, vasos y
recipientes de piedra saponita también con figuras en relieve, sobre todo de felinos y guerreros.
En cuanto a la composición de la cara humana, su expresión más dramática y compleja, se encuentra sin
duda en las múltiples representaciones de la Aguadora o Dama Que Llora, deidad agraria asociada con la
fecundidad. En cuanto a la cerámica, que fue su manifestación más importante, podemos decir que fue de
textura excelente, quizás por el aprovechamiento del buen barro cerámico unido a la leña de algarrobo y
otros árboles fuertes de la zona que permitieron llegar a altas temperaturas. La sabia selección de la arcilla,
el grano fino de la pasta, el punto de cocción y la delgadez de las paredes de los vasos, hacen que a veces
suenen a la percusión como porcelana. De acuerdo con el material empleado, pueden distinguirse dos
grandes grupos: el de la cerámica negra o gris oscura con decoraciones grisácea o blanquecina y el de la
cerámica rojiza o amarillenta con decoración policroma en color negro, rojo, blanco y púrpura. Las guardas
tienen elementos riquísimos y algunas veces entremezclados como llamas, felinos, pájaros, dragones y
serpientes.

El tiempo se mide por las grandes estaciones, la luna rige las mutaciones del reino animal y vegetal y los
acontecimientos humanos. Se intensifican las observaciones meteorológicas y astronómicas. Expresan un
profundo temor por los eclipses de luna y aún más por los de sol.

Período Arqueológico: Tardío o de Desarrollos Regionales

Corresponde a las culturas desarrolladas desde el 850 d.C. hasta el 1480 d.C. en que comienza el período de
influencia Incaica, seguido del período Colonial que comenzó en 1520 con el ingreso de los Españoles.

Este horizonte cultural se desarrolló en las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, Santiago del
Estero, Catamarca, La Rioja y San Juan. Desde la Quebrada de Humahuaca hasta la provincia de San Juan
existieron cientos de poblaciones que corresponden a éste período: Santa María, Calchaquí, Pozuelos,
Alfarcito, La Isla, San José, Hualfin, Belén, Sanagasta, Averías, Epiaverías, Las Marías, Vicus. Innumerables
asentamientos en forma de verdaderos pueblos son testimonio de este riquísimo período.

Cultura Santa María

Los arqueólogos llamaron Cultura Santa María a la que se desarrolló entre los años 1000 a 1500 d.C. en el
Valle de Santa María o de Yocavil y que influenció vastos territorios de Catamarca, Salta y Tucumán.

Coincide en gran parte con la etnia diaguita, ya que pueblos de ese origen poblaban la región durante el
desarrollo de la cultura santamariana.
Este valle también fue ocupado por el Imperio Inca desde aproximadamente 1480 d.c. hasta la llegada de los
españoles en 1536 cuando Diego de Almagro atravesó el valle en su paso a Chile.

Las viviendas se agrupan formando aldeas similares a paneles de abejas, ubicadas en sitios estratégicos
amurallados. Las casas eran de paredes de piedra y la mayoría carecían de puertas.

Las ruinas de represas y acequias, próximas a poblaciones atestiguan una agricultura intensiva con riego. Se
cultivaba maíz, papa, zapallo, maní, quino y se recolectaba los frutos del chañar y otras vainas.

Tenían una cerámica tricolor (negro y rojo sobre engobe blanco) en urnas, pucos o boles, y una cerámica
policroma (rojo subido y negro sobre fondo espeso blanco).

La metalurgia del cobre, el oro y la plata fue también muy desarrollada.

El dominio Incaico en el Noroeste

Se calcula que hacia el año 1480, apenas unos pocos años antes de la llegada de los españoles a América, los
Incas llegaron desde el Perú y ocuparon una amplia zona de nuestro territorio. Si bien llegó hasta Mendoza y
luego pasó a Chile, las regiones de mayor influencia fueron los valles y las quebradas centrales del noroeste
argentino.

El objetivo principal de las fuerzas que al mando del inca Túpac Yupanqui avanzaron sobre lo que es hoy
territorio argentino, fue de carácter económico, para explotar los yacimientos mineros. La influencia ejercida
se extendió a los aspectos politicos, sociales, religiosos y materiales de los aborígenes que en aquellas
épocas poblaban las tierras dominadas por los invasores. Se han hallado restos de edificios, construcciones
religiosas, tambos incaicos, pucarás, constancias en la alfarería local, restos de los famosos “caminos” que
unían largas distancias; además, el idioma quechua se difundió por el noroeste hasta la llegada de los
conquistadores españoles.

Conviene aclarar sin embargo que el dominio incaico sobre los indígenas argentinos no pasó del medio siglo
y, en consecuencia, fue un lapso que no permitió una profunda transformación cultural.

Los Incas construyeron caminos que vinculaban las distintas zonas dominadas, QHAPAQ ÑAN traducido del
Quechua “Gran camino”, en otros lugares se lo conoce como INCA ÑAN o Camino Inca, y los cronistas
españoles lo denominaron Camino Real. Desde Cuzco se desprendían cuatro caminos principales, dirigidos a
cada uno de los Suyos, en nuestro caso al Collansuyo, parte sur del Imperio Inca. En el Noroeste Argentino
todavía hoy se lo puede ver en partes solitario por los faldeos de las sierras, o surcando algún valle.

Estos caminos les sirvieron a los Incas para lograr la conquista. Fueron la base del desarrollo del
Tawantisuyo, pues eran más que simples caminos, representaba el poder del Estado Incaico.

La construcción de estos caminos, verdaderas obras maestras de ingeniería, unían dos puntos, empleando la
menor distancia, con la menor inclinación del terreno, para reducir el desgaste físico, y con abastecimiento
de agua y alimentos. En general se construyeron en altura, quizás para obtener una mejor observación y
dominación. Particularmente, en nuestro territorio, estos caminos no fueron construidos exclusivamente
por el Inca, quienes encontraron muchas sendas ya hechas por los naturales y las integraron a su red
caminera, mejorándolas o adaptándolas a sus necesidades.

En aquella época, estos caminos eran recorridos por los chasquis, que llevaban y traían mensajes a la ciudad
de Cuzco, capital del imperio mediante el uso de quipus. Los quipus eran cuerdas con varios nudos de
colores, que dispuestos de determinada manera tenían un significado y permitían transmitir el mensaje y
realizar cálculos. Posteriormente, estos caminos fueron aprovechados por los españoles para lograr su
conquista. Luego por criollos, y en la actualidad muchos tramos de rutas están construidos sobre el antiguo
Camino Inca.

Llegada de los Españoles

“Cuando llegaron los españoles, el noroeste del actual territorio argentino era el área aborigen de mayor
desarrollo cultural de nuestro país”

En particular, hacia el año 1536, cuando los españoles invadieron el territorio de nuestra actual provincia de
Tucumán, encontraron que estas tierras ya tenían dueños:

* Los Diaguitas Calchaquíes

* Los Lules y Vilelas

* Y los Juríes o Tonocotés

Pueblos Originarios de Tucumán II - Diaguitas - Calchaquíes

¿Ya la visitaste? Sabías que después de muchos años de lucha finalmente la Ciudad Sagrada de Quilmes fué
tomada por el actual pueblo Diaguita, el día 9 de enero de 2008 ****
Diaguitas - Calchaquíes

Algunos creen que originariamente los Paziocas estaban formados por cuatro grandes agrupaciones
indígenas:

 los Pulares, al Norte, en el valle de Salta;

 los Calchaquíes, en los valles Calchaquí y Jocavil, en las provincias de Salta, Catamarca y Tucumán;

 los Diaguitas, que ocupaban gran parte de Catamarca;

 y los Capayanes, al Sur, en regiones de La Rioja y San Juan.

Otros consideran que “Diaguita” es una castellanización divulgada por los españoles del nombre que les
daban los Quechuas en el siglo XVI a un conjunto de numerosos pueblos independientes que tenían un
idioma común, el kakán. Estos pueblos tenían diferentes grados de desarrollo cultural, habían recibido la
influencia de la dominación incaica y habitaban los cerros y valles del noroeste Argentino (NOA), en las
actuales provincias de Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, norte de San Juan, extremo noroeste de
Córdoba y el Norte Chico de Chile, en los valles transversales de las regiones de Atacama y Coquimbo.
Se cree que los Quechuas a su vez adoptaron ese nombre de los Aymara, quienes utilizaban una fusión de
palabras parofónicas: tha kita (de una región apartada), da kita (– hombre– cimarrón), tiya kita (habitante
remoto).
Luego, en el siglo XVII, los españoles comenzaron a llamar “Calchaquíes” a un conjunto de culturas diaguitas
(los Yocaviles, Quilmes, Tafís, Chicoanas, Tilcaras, Purmamarcas, entre otros) debido a uno de los principales
jefes que dominaba en el Valle de Yocavil, a quien los españoles llamaban Juan Calchaquí.

Territorio: Eran sedentarios, ocuparon las regiones montañosas de las actuales provincias de Salta,
Tucumán, Catamarca, La Rioja y San Juan.
Lengua: La lengua, el kakán o cacán, era uno de los elementos comunes que unía a todos los pueblos
Diaguitas, aunque hablaban además diferentes dialectos de dicha lengua.
Religión: Adoraban al sol, al trueno, al relámpago, y a la “pachamama” (madre tierra). Creían en la
inmortalidad del alma y en una vida extraterrenal, por lo que enterraban a sus difuntos con alimentos,
bebidas y pertenencias.
Vivienda: Hicieron sus viviendas de piedra, dispuestas en forma de pirca, y no utilizaron ningún tipo de
cemento. Las casas no tenían ventanas ya que eran en su mayor proporción subterráneas, bajo el nivel del
terreno, y el techo era de barro o paja, generalmente con aberturas para parciales para la entrada de luz. Sus
construcciones fueron monumentales, prueba de ello es la Ciudad de Quilmes, La Payas, y Tolombón. Cada
población construía una fortaleza, llamada “pucará” la cual se encontraba siempre ubicada estratégicamente
en cerros, para dominar el paisaje y para que resulte de difícil acceso a los invasores.
Economía: Desarrollaban una economía diversificada y ecológicamente sustentable. Fueron excelentes
agricultores, la tecnología e ingeniería utilizadas son ejemplo de eficiencia en el manejo de la tierra y de los
recursos naturales respetando al equilibrio ecológico de la región. Ningún sistema posterior consiguió
alimentar a tanta población sin degradar los recursos naturales. Las terrazas y los canales de riego que
construyeron fueron tan eficaces que en algunos lugares se siguen utilizando. Cultivaban maíz, papas,
calabazas y frijoles. En otro orden productivo, el pecuario, se puede decir que tenían una ganadería muy
desarrollada, cazaban vicuña y criaban llama, alpaca y guanaco. Estos animales eran utilizados para llevar
cargas y con su lana y cuero confeccionaban ropas, bolsas y hojotas. También se dedicaban a la recolección
de frutos: algarroba, chañar, mistol, higos y tuna y para preparar sus alimentos, molían el maíz y otros
granos junto con hierbas en morteros de piedra. Elaboraban harina de algarroba y preparaban bebidas como
chicha a partir del maíz, y aloja y añapa a partir de la algarroba.
Artesanía: Se destacaban en la alfarería, fabricaban vasos, urnas funerarias, cacharros, pipas y jarros.
Trabajaban la piedra para hacer hachas, morteros, amuletos y puntas de flechas. Trabajaban el cobre, el oro
y la plata. Dominaban la cestería y eran excelentes tejedores. Decoraban su cerámica con figuras humanas
en relieve, grabados geométricos y pinturas de animales.

Comunidades diaguitas en la Provincia de Tucumán (año 2006)

En el Departamento Tafí del Valle:

Casas Viejas (105 familias)


El Mollar (225 familias)
La Angostura (86 familias)
Valle de Tafí (450 familias)
Ayllu El Rincón (50 familias)

En el Departamento Trancas:

Potrero de Rodeo Grande (100 familias)


Chasquivil (25 familias)
Tolombón (103 familias)
Hualinchay (40 familias)
Chuschagasta (84 familias)
Ancajuli (15 familias)
San Pedro Colalao (40 familias)
Anfama (10 familias)

En el Departamento Chicligasta:

Solco Llampa (5 familias)

En el Departamento Tafí del Valle:

Amaicha del Valle (873 familias)


Quilmes (630 familias)

Boletín informativo (El cual se entrega a los visitantes en la Ciudad Sagrada de Quilmes)
Recibimos un ejemplar impreso en Enero de 2012, Y además lo encontramos publicado online
en argentina.indymedia.org, por la Comunidad India Quilmes, el 21 de Enero de 2008,
ciquilmes@yahoo.com.ar

Pueblo Diaguita Personería Jurídica 441 Quilmes – Tucumán Ruta Nacional 40 – km 999

La Ciudad Sagrada de Quilmes


Desde tiempos inmemoriales esta Ciudad fue el centro de desarrollo social y cultural de nuestro pueblo de
Quilmes, en el arte, la medicina, la alimentación, la astrología, la arquitectura, y sobre todo nuestra
cosmovisión o espiritualidad.
Además en ella están nuestros Centros Ceremoniales de mayor significancia donde Titaquines, Sabios y
Maestros realizaban ceremonias y ofrecían los conocimientos, basados en el respeto a nuestra Madre Tierra
y todo lo que nos rodea.
Se encuentran en ella los restos de quienes murieron en la defensa de nuestro territorio y la libertad, ante la
invasión colonial, siendo un símbolo de la resistencia de la Nación Diaguita a la invasión extranjera. En este
lugar está la sangre derramada por nuestros mayores en la resistencia a la usurpación territorial y a la
invasión cultural.
Es por ello que para nosotros toma el carácter de “Ciudad Sagrada”. Los legítimos herederos, solicitamos la
restitución de nuestro patrimonio ancestral que nos fuera expropiado, utilizado y explotado para fines
comerciales sin nuestro consentimiento libre previo e informado.

****Cronología de los Hechos


El estado actual de nuestro patrimonio es el resultado de un proceso de intervención por parte del estado
provincial, que comenzó en el año 1977, cuando se expropió a terceros usurpadores de títulos, 206
hectáreas de tierras tradicionales del Pueblo Quilmes, y se llevó a cabo la reconstrucción del sitio por parte
del gobierno.
En 1992, durante la Gobernación de Ramón Ortega se otorgó en concesión al empresario Héctor Eduardo
Cruz por un período de 10 años, la suma a abonar en concepto de canon por la concesión era de $110, que
nunca fue abonada al patrimonio provincial. Se permitió a este empresario, la construcción de un Hotel (con
piscina incluida) dentro de la misma sin estudios de impacto, relevamientos, consulta, participación y
consentimiento de la comunidad, lo que ha producido un daño irreparable.
La CIQ ha realizado una presentación judicial para evitar la prórroga de la concesión que venció en 2002,
este amparo fue ganado por la Comunidad. La Sentencia ordenó a la provincia de Tucumán “Prevenir al
Poder Ejecutivo que debe dar participación a la CIQ en aquellos trámites administrativos relativos a las
Ruinas de Quilmes que puedan incidir en su esfera de intereses”. La provincia de Tucumán dispuso rescindir
el contrato en virtud de que la concesión se encontraba vencida y Cruz no había efectuado los pagos de los
cánones debidos al Estado. Sin embargo, y pese a que no fue renovada la concesión, Cruz siguió explotando
la Ciudad Sagrada de Quilmes.
Fueron infructuosos los reclamos de los comuneros por recuperar su sitio sagrado, hasta que el día 28 de
noviembre de 2007 nuestra Comunidad resolvió constituirse en Asamblea Permanente, cortando el acceso a
la Ciudad Sagrada, reclamando al estado provincial
1) la Inmediata ejecución del Dec. 2731/1 y
2) la Restitución de nuestra Ciudad Sagrada.
Ante la exigencia del pueblo, el día 13 de diciembre de 2007 fue desalojado por la fuerza pública Cruz y su
gente. No obstante, no cumplieron con la exigencia del punto 2).
En ejercicio de nuestros derechos como herederos legítimos de nuestros antepasados hemos decidido tomar
posesión de nuestra Ciudad Sagrada el día 9 de enero de 2008 permitiendo el acceso al visitante y mostrarles
la ciudad.

Organización Comunitaria
La Comunidad India Quilmes está constituida por los pueblos de EL PASO, LOS CHAÑARES, EL CARMEN,
QUILMES BAJO, QUILMES CENTRO, RINCON DE QUILMES, LAS CAÑAS, EL BAÑADO, ANJUANA, TALAPASO, EL
PICHAO, COLALAO DEL VALLE, EL ARBOLAR, Y ANCHILLOS.
500 años nos mantuvieron en el olvido, la negación y el silencio. Los Pueblos organizados comunitariamente
nunca seremos vencidos!
Prolongamos la lucha heredada de nuestros antepasados y defendemos nuestro Territorio de todos los
expropiadores, usurpadores y de las explotaciones mineras que con su contaminación ambiental amenazan
nuestra supervivencia.
Llamamos a la solidaridad de nuestros hermanos, a toda la comunidad que habita el suelo argentino y a la
comunidad internacional a sumarnos esta lucha en defensa de la vida de todos los seres vivos, en el marco
de la hermandad y del respeto mutuo entre los pueblos.
l Territorio
Para nosotros, “El Territorio” es el lugar que ocupamos desde antes de la conquista. Somos integrantes de la
Nación Diaguita, y nuestra posesión tradicional en este territorio se remonta a miles de años.
No admitimos divisiones occidentales (superficie, subsuelo, aire, agua, fauna, flora, propiedad privada).
Nuestro territorio comunitario abarca todos estos elementos y la espiritualidad de la MADRE TIERRA que
permite nuestra existencia.
El territorio forma parte de la identidad, cultura, cosmovisión, espiritualidad como Pueblo. Preservar el
territorio es defender nuestra Vida y Honor.
El Estado se reserva nuestros recursos y expropió nuestra Ciudad Sagrada; terratenientes han usurpado
heredado y vendido tierras, inscripto parte de él en títulos, no obstante ello, seguiremos reivindicando
nuestro territorio ancestral hasta obtener la RESTITUCION del mismo.
Tenemos la POSESION TRADICIONAL de la mayor parte del territorio ancestral. Sustentamos nuestra
REINVIDICACION en el marco de instrumentos legales de reconocimiento como el Declaración Universal de
los Derechos de los Pueblos Indígenas, Convenio 169 de la OIT y el Art. 75, Inc. 17 de la Constitución
Nacional, Art. 149 de la Constitución de la prov. de Tucumán, y la Cédula Real de 1716 reconocida al
entonces Cacique del Pueblo Quilmes don Diego Utivaitina.

Prexistencia y Continuidad en Territorio


La historia oficial nos enseña que no quedaron pueblos indígenas en nuestro valle y que los Quilmes fueron
todos llevados a Buenos Aires donde desaparecieron.
Nuestra recopilación histórica y documentación como la CEDULA REAL de 1716, o sea 50 años después que
la historia nos sepulta, el Cacique de Quilmes don Diego Utivaitina recibe de manos de los representantes
del Rey de España esta cedula que era un RECONOCIMIENTO del territorio que aún vivíamos los Quilmes y
los Amaichas. Parte de su texto dice: “Bajo cuyos límites damos la posesión real, temporal y corporal al
susodicho Cacique, para él, su Indiada, sus herederos y sucesores: Y ordenamos al Gran Sánchez que está
siete leguas de Tucumán abajo, deje venir a los Indios que se le encomendaron por el referido tiempo de
diez años para que instruidos volviesen todos a sus casas como dueños legítimos de aquellas tierras, para
que las posean ellos y sus descendientes”.
Nunca dejamos de existir, nuestro pueblo exige del Estado una REPARACION HISTORICA dado que el Estado
argentino está fundado sobre la base de un genocidio, negación de nuestra existencia y la sistemática
expropiación de nuestros territorios ancestrales.
El manejo del patrimonio territorial implica resolver las cuestiones jurídicas que garanticen su integridad.

Cédula Real de 1716

El proceso de reorganización de las comunidades del pueblo diaguita a partir del reconocimiento
constitucional de 1994, otorga legitimidad jurídica a la restitución de los territorios que pertenecen
ancestralmente al pueblo diaguita, y éstos reclaman la posesión legítima de sus tierras invocando
paradójicamente una Cédula Real de 1716 elaborada por la Corona Española.
La siguiente es la trascripción fiel de la Protocolización del Testimonio de la Cédula Real de 1716, cuya
Escritura original está en: Protocolo 36-Tomo 33-Serie C-Año 1892-Folio 1427-28.
“En esta ciudad de Buenos Aires, a los seis días del mes de Mayo de mil setecientos cincuenta y tres, ante mi
el Escribano de Hacienda, Cabildo y Guerra, se presentó un Indio de edad como de setenta y cinco años con
orden de su Excelencia el Señor Gobernador y Capitán General Don Antonio de Andonaegui, para que le diese
testimonio de los títulos de las tierras de sus Indios: dicha orden la agrego a los títulos de su referencia,
etcétera.- TESTIMONIO “Nos los Gobernadores Don Francisco de Nievar y Don Jerónimo Luis de Cabrera y los
Jefes de su Majestad Real Don Pedro Díaz Doria y Don Francisco de Lamercado de Villacorta reunidos en este
paraje de Encalilla para dar la posesión real al Cacique de los pueblos del Bañado de Quilmes, San Francisco,
Tio-punco, Encalilla y Amaicha Don Francisco Chapurfe [Don Francisco Chauca] quien nos manifestó la
Cédula Real que antes dimos, el año de mil setecientos diez y seis en el mes de Apriles, en la que se
manifiesta que al ser bautizado su padre el cacique de la Ciudad de Quilmes y de todos estos Pueblos, Don
Diego Utibaitina, se labró y selló con nuestros nombres un algarrobo grande, y estando reunida toda la
gentilidad de Bacamaca y lagunas, se le hizo abrazar dicho algarrobo, coger agua en una timbe de asta,
actos en señal de la posesión de tierras de dichos Pueblos; entrepasándose estata tui terras, quedó en
nombre amparado y amparaos; entre dos dipes: y que en ningún tiempo os han de quitar persona alguna;
ome os han dado los españoles estas tierras y antes si fuesen amparadas dichas tierras que son: desde el
algarrobo sellado línea recta al Naciente hasta dar con una loma picasa en el punto del Masao, y de allí por
la cuchilla de Aguila Guaci hasta dar con la cima de los Lampazos, y de allí tomando para el Sud el cordón
que bota las aguas para el Valle hasta dar con el Nevado, y se vuelve para el Norte por el cordón que bota las
aguas para Tafin hasta llegar a la abra que forma el camino que va para este punto y de allí se mira al Cerro
que está entre Nor-Este hasta dar con el cordón que bota las aguas para el Tucumán, y volviendo por este
rumbo para el Poniente se toma la línea del algarrobo escrito a la abra del Sud del Morro de San Francisco
que mira directamente a la puerta del Chiflón del Río de Bacamaca; y por el Norte hasta el Neayacocah, y de
allí línea recta al Naciente a un morro alto y siguiendo la línea hasta el cordón que bota las aguas para el
Tucumán y volviendo al Neayacocach huye arriba al campo del Moyar, en donde plantamos una Cruz
Grande, y de allí se tira línea recta al Poniente al Cerro Grande que está frente a Colalao; quedando este
punto y Tolombón y el paraje del Sud de estos pueblos, llamado el Puesto, prestados por el tiempo de seis
años en poder de Don Pedro Díaz Doria, para se pastear y invernar tropas de mulas del Ejercito real, gracia
que se hizo, por haberse empeñado en cuidado con toda su pía armada a nombre de su Majestad Real y el
paraje de Tafín arrendado a Don Francisco de Lamercado de Villacorta, para se pacer cabras y ovejas de
Castilla; Bajo cuyos límites damos la posesión real, temporal y corporal al susodicho Cacique, para él, su
Indiada, sus herederos y sucesores: Y ordenamos al Gran Sánchez que está siete leguas de Tucumán abajo,
deje venir a los Indios que se le encomendaron por el referido tiempo de diez años para que instruidos
volviesen todos a sus casas como dueños legítimos de aquellas tierras, para que las posean ellos y sus
descendientes. Y así firmamos este acto de Posesión Real en el referido paraje de Encalilla, en dicho día, mes
y año=Francisco de Nievar=Gerónimo Luis de Cabrera=Pedro Díaz Doria=Francisco de Lamercado de
Villacorta=” Es copia fiel de su original al que me refiero en caso necesario; en fe de ello, firmo la presente, fecha ut
supra=Entre líneas=año de mil setecientos diez y seis y mes de Apriles=vale un signo=Martín Rodríguez: Escribano de
Hacienda y Guerra”.-
*********************************************

Para finalizar, les dejo a continuación algunos videos de Canal Encuentro acerca de los Diaguitas -
Calchaquíes de Catamarca

Diaguitas I (Comunidad de Lagunas Blancas)


Diaguitas II (Comunidad de Los Morterito)
Diaguitas III - La pachamama (Comunidad de La Hoyada)

Este documental hecho en el año 2012: https://youtu.be/rWnb2ft0zOw

El Hombre de Tukma - Ayaya Pachamama (en la página de Conectate, elegí, mirá y descargá)
COMUNIDADES INDÍGENAS DE TUCUMÁN - PUEBLOS ORIGINARIOS DE TUCUMÁN III

Las 16 Comunidades Indígenas (CI) reconocidas actualmente en la provincia de Tucuman son:

En el Valle de Yocavil:
CI de Amaicha del Valle
CI Quilmes

En el Oriente de las Sierras del Aconquija:


CI Solco Yampa
CI Los Cabrera

En la Cuenca Tapia-Trancas:
CI del Pueblo de Tolombon
CI Colalao
CI Potrero Rodeo Grande
CI Los Chuschagasta

En las Cumbres Calchaquíes - Sierras Centrales:


CI Mala Mala
CI Diaguita de Amfama
CI Diaguita Calchaquí Chasquivil
CI El Nogalito
CI Los Siambones

En el Valle de Tafí:
CI del Pueblo Diaguita del Valle de Tafí
CI Casas Viejas
CI del Pueblo Diaguita Kalchaquí del Ayllu El Rincón,
CI La Angostura
CI Diaguita El Mollar

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