Está en la página 1de 14

E STIM U L A C IÓN

TEMP RA NA I I

LIC. DIANA FIALLOS


ESTIMULACIÓN TEMPRANA
• En los primeros años de la infancia el cerebro del niño tiene una alta capacidad
para crear nuevos circuitos neuronales en base a los nuevos aprendizajes y las
experiencias vividas. Es lo que se conoce como plasticidad cerebral.
• Este sería el principal objetivo de la intervención educativa temprana: “entrenar”
y estimular el cerebro en el momento crítico en que el niño empieza a pronunciar
sus primeras palabras, a desplazarse y a explorar el mundo por sí mismo. Pero,
además, la Educación Temprana también se va a asegurar de que el pequeño
alumno pueda extraer el mayor provecho del proceso de aprendizaje y que adquiera
nuevas estrategias eficaces en la manera de interactuar con su entorno. En
definitiva: que el niño aprenda a aprender.
Los programas de Estimulación Temprana o precoz inciden en las tres áreas del
neurodesarrollo claves en estas edades:
• El desarrollo psicomotor y su autonomía personal
• El desarrollo del lenguaje y comunicación
• Sus habilidades para relacionarse con el entorno físico y social
BENEFICIOS
• Mejora la capacidad de concentración, memoria
y creatividad del niño: tres pilares para un buen aprendizaje.
• Impulsa sus competencias psicomotoras. No olvidemos que
motricidad y lenguaje van de la mano durante el
neurodesarrollo.
• Facilita la adquisición del lenguaje: articulación del habla,
comprensión y expresión oral, capacidad de retener más
vocabulario.
• Despierta en el niño el interés por explorar y aprender; y,
todavía más importante, va a disfrutar aprendiendo.
• Establece las bases para una rutina de trabajo que le
ayudará a su inclusión en la etapa escolar. El niño será
mucho más autónomo tanto en el aprendizaje como en el
cuidado personal.
• Favorece las habilidades sociales del pequeño (empatía,
asertividad, convivencia…) y su buena adaptación al
entorno.
• Y, sobre todo, refuerza la autoestima.
• Se puede decir que la Estimulación Temprana responde a las primeras
necesidades educativas del niño y ayuda a potenciar su desarrollo integral en la etapa
más crítica del aprendizaje. Además, dado su carácter preventivo y rehabilitador,
estos programas de estimulación educativa de 0 a 6 años son claves para la
detección precoz de problemas del neurodesarrollo o de situaciones de riesgo
que podrían interferir es los sucesivos aprendizajes del alumno.
¿EN QUÉ CONSISTE LA ESTIMULACIÓN
TEMPRANA?
• La diferentes actividades de estimulación temprana consisten en una serie de ejercicios cuyo
objetivo es potenciar las habilidades de niños/as y favorecer su desarrollo.
• Los destinatarios de estos ejercicios son tanto niños sanos como aquellos/as con algún tipo de
 trastorno o afección que afecte a su desarrollo. Estas prácticas son beneficiosas para el
desarrollo intelectual, físico y social. Pueden empezarse desde el mismo momento del
nacimiento y alargarse hasta los 6 años de edad. Es en este periodo cuando existe una mayor
plasticidad cerebral. Así, mediante una estimulación adecuada, el cerebro puede crear nuevas
sinapsis y circuitos neuronales. Así, se puede potenciar y mejorar la actividad y el
rendimiento de algunas de sus áreas.
• Las actividades deben adaptarse a cada etapa evolutiva, ya que los hitos son diferentes. Además
es importante que los ejercicios estén adaptados a la edad y capacidades del pequeño.
• Pueden realizarse tanto en casa como en los centros educativos o guarderías. Así, permitirán
el desarrollo o incremento de su autonomía e independencia.
• De esta manera, se obtendrán beneficios en el desarrollo físico, sensorial y cognitivo, como
también en las habilidades de comunicación.
PRIMERA ETAPA
HASTA LOS 12 MESES
• En este primera etapa, empezaremos por trabajar la motricidad gruesa. Así, es muy importante
actividades que ayuden a controlar la cabeza del bebé. Una manera de hacerlo es colocar al
bebé acostado boca abajo, mostrando juguetes o estímulos llamativos que le inciten a mantener
la cabeza levantada.
• En cuanto a su desarrollo social, podemos colocar al bebé delante de un espejo, con una
postura cómoda. Este ejercicio facilita el autoconocimiento corporal, empezará a reconocerse.
Podemos realizar movimientos con los brazos o manos para mantener su atención.
SEGUNDA ETAPA:
DE 1 A 2 AÑOS

• En esta etapa puede trabajarse el equilibrio del niño o niña. Un buen ejercicio es sujetar al bebé
por debajo de los brazos, moviéndolo de manera suave de un lado a otro, de delante hacia atrás.
Esto le servirá para que se enderece por sí mismo.
TERCERA ETAPA:
DE 2 A 3 AÑOS
• A partir del segundo año, ya se pueden realizar actividades para favorecer el desarrollo del área
cognitiva y de lenguaje. Algunas actividades interesante son leer en voz alta cuentos infantiles
que tengan ilustraciones para que lass pueda ver. Después podemos hacerle preguntas sencillas
sobre la historia e incluso dejar que nos cuente aquello que ha entendido.
CUARTA ETAPA:
DE 3 A 4 AÑOS
• Cuando haya cumplido los 3 años, se empezará a trabajar el lenguaje y la motricidad fina. Para
ello, puede hacer dibujos y pedirle que nos explique lo que va dibujando. Debemos dejar que
fomente su propia creatividad y lo haga de manera libre. También podemos dibujar con el niño
o la niña a la vez, preguntando cosas sobre el dibujo a la vez que se avanza.
QUINTA ETAPA:
DE 4 A 6 AÑOS

• Para estimular tanto su coordinación como su equilibrio, empezaremos a realizar ejercicios


divertidos como por ejemplo bailar.

También podría gustarte