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Lección 8

El Derecho Agrario
 Orígenes de la Agricultura:
La Humanidad dio un decisivo paso adelante cuando de nómada se hizo sedentaria y por medio
de la agricultura puso la naturaleza a su servicio. Grandes obstáculos debió vencer el hombre
para lograr que la tierra esquiva devolviera, a cambio de trabajo y espera, el fruto multiplicado
de su siembra. Esta victoria significa que “el hombre se ha emancipado del disfrute azaroso de la
liberalidad de la naturaleza, como los demás animales; que se ha dado cuenta de la obra
permanente de las fuerzas naturales en el curso de las estaciones y que ha aplicado su ingenio al
empleo de estas fuerzas, años tras años, en su propio beneficio; que el recuerdo de la experiencia
del pasado le ha dado destreza y le ha enseñado a afrontar el porvenir con firmeza creciente.
Un clima de paz debió proteger estos primeros pasos, pues es evidente que las preocupaciones de
la guerra, sus depredaciones y demás males hubieran impedido cuidar y recoger los frutos de los
primeros trabajos; ello no implica afirmar que los primitivos agricultores estuvieron al margen de
la lucha, pues hubo situaciones que obligaron a vigilar al invasor al mismo tiempo que se
cautivaba el campo; tal es el caso de los pobladores de las llanuras mesopotámicas frente a la
tribus de las montañas vecinas.
Mas en tanto que muchos historiadores e investigadores se inclinan a afirmar que la
agricultura es labor de paz, otros se empeñan en demostrar que el laboreo de la tierra
trajo consigo la propiedad de la misma y con ella el origen de todas las guerras, pues
con anterioridad se vivía una edad de oro; de esta época serian sugestivos recuerdos los
relatos de Hesíodo, Ovidio y Virgilio: “Antes del reinado de Júpiter no había labradores
que arasen los campos, ni era licito acotarlos o partir limites en ellos; todo los
aprovechaban para su sustento, y la tierra misma daba de grado, mas liberalmente que
ahora, todos los fruto”. Nosotros creemos, con Mommsen, que “la agricultura ha sido
en verdad así para los greco itálicos, como para los demás pueblos, el germen y el foco
de vida publica y privada; y ha continuado siendo inspiradora del sentimiento
nacional.”
Disienten los investigadores acerca de si la agricultura tuvo su origen en Egipto o en la
Mesopotamia; de todos modos, lo indudable es que nació es la llamada “Creciente
Fértil”, o media luna de tierras fértiles que partiendo del valle del Nilo pasa por Canaán y
llega al valle del Tigris y del Éufrates. Desde allí acompaño a todas las civilizaciones. En
Egipto sustento al pueblo con la ayuda del Nilo- Egipto es un don del Nilo, escribió
Heródoto- e hizo del riego una obra maestra al mismo tiempo que la utilización publica
del rio para la agricultura; representa el ejemplo de la primera estatización de un servicio
publico indispensable. En la Mesopotamia, el Código de Hammurabi es prueba decisiva
de la importancia de la agricultura entre sus habitantes, al propio tiempo que sus
ingeniosos sistemas de riego ponen de manifiesto el interés primordial por la explotación
de los campos. Grecia misma sintió la fuerza de la tierra a través de múltiples
sacudimientos políticos provocados por el ansia o la consumación del reparto de lotes
cultivados.
Roma no fue fundado por un pueblo de pastores o cazadores como dice la leyenda, sino
por familias esencialmente agricultoras; los campesinos constituyeron su mayor fuerza,
y cuando el campo se despobló o fue ocupado por esclavos, todo el Imperio se debilitó
simultáneamente; los repartos de tierras, las lucha de los Gracos simbolizan tan
justicieramente, la legislación empapada de savia rural, demuestran que Roma fue
fuerte sobre la base de una agricultura próspera.
Los Germanos no han sido, como se cree, enteramente nómadas; trabajaron- en
rotación, eso sí- los infinitos campos que ocuparon hasta las invasiones del siglo V, y
hubo un momento en que Roma que les temía, tuvo necesidad de comprarles trigo.
Con la caída del Imperio sobreviene el feudalismo cuya sustentación económica no es
otra que el laboreo del campo, fuente casi exclusiva de riqueza de muchos siglos.
La Revolución Francesa desata los vínculos feudales y libera la tierra, que empieza a
andar por el comercio; al mismo tiempo van cobrando mayor impulso otros esfuerzos
del hombre y una legislación uniforme- la del “Ciudadano”- trata a todos por igual. Los
tiempos modernos muestran renovados y acrecentado el problema del éxodo
campesino, se llenan las ciudades y se vacía el campo, en tanto cunde la preocupación
por la alimentación mundial que ha detener siempre en el campo su fuente primordial
de recursos. El clamor del “Regreso a la Tierra” se oye en todos los pueblos civilizados,
al propio tiempo que, para equilibrar ese déficit humano, se procura “Mecanizar el
campo” a fin de que con menos brazos y sacrificio pueda obtenerse el alimento de los
pueblos.
“Lo que sostiene y mantiene a toda la sociedad es el campesino el más pobre y el mas
necesario de todos los hombre”
La paradoja se da: en tanto que la actividad agropecuaria es la cuna y sostén de las
cavilaciones el campesino es secularmente el mas desfavorecido con los frutos de su
propio trabajo. El Derecho Agrario debe reivindicarlo; y así como pugna por su
autonomía- que enraíza en los siglos- debe hacer del labriego, de la familia labriega, el
destinatario de sus mejores conquistas.
“Lo que sostiene y mantiene a toda sociedad es el campesino, el mas pobre y el
mas necesario de todos los hombres"

 Las Primeras Normas de Derecho Agrario y su Evolución


Posterior.
Las primeras normas del derecho común fueron de Derecho Agrario. En Mesopotamia, en
tiempo de Hammurabi, los campos eran propiedad nominal de la divinidad; los verdaderos
propietarios- teóricamente solo usufructuarios- los cultivaban por sí o recurriendo al
arrendamiento; en este ultimo caso se pagaba en metal, o en granos. También se practicó la
aparcería, con marcados caracteres de sociedad. No podía dejarse el campo sin cultivar, lo que
deja entrever ya un claro concepto de la función social de la tierra. Todo ello sin contar las
normas reglamentarias, que pueden citarse como antecedente remotísimo de varias soluciones
de nuestro códigos rurales.
En Egipto el control del poder real llegaba a la absorción casi plena; los trabajos en las
granjas, de tipo colectivo, estaban bajo la responsabilidad de los “intendentes” que
fiscalizan; ejemplo histórico de economía dirigida. A parte de ello, habían normas expresas
preservando la lindes de la tierra, y hasta se afirma que los egipcios conocieron la marcación
del ganado a hierro candente.
El Derecho Agrario se halla nutrido del Derecho Romano. El Arrendamiento, la aparcería y
el colonato se practicaron y legislaron. Asimismo se dieron casos de verdaderos privilegios
para los agricultores, entre los que se contaban: las reducción de solemnidades en el Derecho
Hereditario de los mismos la prescripción de dos años a favor del que cultiva y ocupa un
campo abandonado, y otras excepciones parciales al Derecho Común, lo que hace decir a
Brugi que los romanos tuvieron un verdadero “códice” agrario sin romper la unidad
legislativa. La tierras públicas fueron un problema constante en Roma y no pudo resolverlo
nunca satisfactoriamente.
El Estado percibía del “ager publicus” el diezmo de las cosechas de trigo y el 20% de la
producción de vino y aceite; pero estas contribuciones dejaron de hecho de cobrarse cuando
los ocupantes se consideraron dueños. Otro antecedente interesante, porque se refiere a la
regulación económica agraria es la medida del emperador Diocleciano (Año 81 D.C.) en
virtud de la cual, y para subsanar el problema de la baja de precios por superproducción,
prohibió en Italia el Establecimiento de nuevos viñedos y redujo los que existían en
provincias, al propio tiempo que procuró aumentar el área sembrada con cereales. Cabe a los
romanos, también el merito de haber organizado en Egipto registro de tierras muy bien
llevados. El crédito agrario también reconoce un viejo antecedente romano: Trajano difundió
el préstamo hipotecario a bajo interés, con la garantía de la tierra y con la interesante
particularidad de que los intereses correspondientes al fisco este los renunciaba a favor de una
caja o fondo común existente en la población, con destino a la asistencia (“allimenta”) de
niños pobres; el recto uso de este crédito agrario era vigilado por los “curatores viarum”.
Si, como hemos dicho, los pueblos primitivos y las civilizaciones madres fundamentaron su estructura
económica en la agricultura, no es de maravillar que su derecho este colmado de normas e
instituciones agrarias. Pero con el andar de los tiempos el derecho se hizo derecho común y aquel
termino por perder personalidad. Con el liberalismo y la Revolución Francesa la burguesía impuso su
modalidad; y no olvidemos que los burgueses son, etimológica e históricamente, los hombres de las
villas, burgos y ciudades. El derecho común, con la codificación de este quedaron dispersas en los
nuevos cuerpos legales, pero el sentido especial de su valor y trascendencia se esfumo. El legislador
creyó que los intereses agropecuarios estaban suficientemente protegidos por la ley general y uniforme
y que esta nivelación ante la ley era una conquista extraordinaria del Derecho.
Se necesitó más de un siglo para que la reacción se produjese. Y nació en Italia, que tantos precedentes
agrarios tiene en su historia. Una escuela se forma alrededor de la “Revista di Diritto Agrario” y del
“Osservatore di Diritto Agrario”, y aportan sus luces Bolla, Carrara, Cicu, de Semo, Arcangeli y otros;
muchos de ellos vienen del campo civilista y hasta continúan siendo tales, pero concediendo terreno a
las nuevas ideas. Ello ocurre después del año 1920. Y en nuestro país, si bien no siempre en
seguimiento de los italianos sino con argumentos propios también, surge la corriente de los agraristas
que, en mayor o menor grado, se pronuncian a favor del restablecimiento de la personalidad del
Derecho Agrario; Suarez, Amadeo, Garbarini, Islas, Horne, entre otros. Analizaremos mas adelante el
problema de la autonomía y desarrollaremos allí nuestra opinión en el sentido de que tal autonomía
debe ser considerada dentro de cada derecho positivo, como problema nacional, y que en nuestro país
se dan argumentos a favor de la autonomía que no podría esgrimirse en otras naciones.
Reconocida la existencia –la resurrección, mejor dicho- de nuestro Derecho, fue |necesario precisarlo; es
decir definirlo. El problema de toda definición se agrava en nuestro caso, por tratarse de una rama en
evolución, y porque aún la disputa acerca de su vinculación con el Derecho Civil.
Definiciones del Derecho Agrario
De Semo:
Dice del Derecho Agrario que “es la rama jurídica, de carácter prevalentemente privado, que contiene
las normas reguladoras de las relaciones jurídicas atinentes a la agricultura”. Observamos a esta
definición: a) que acentúa el carácter “prevalentemente privado” del Derecho Agrario, cuando en verdad
la tendencia actual lo lleva más al Derecho Publico, con el agregado de que las normas de Derecho
privado, que contiene casi siempre son de orden publico; b) que se refiere sin limitación, a todas las
relaciones atinentes a la agricultura, lo que significa darle excesiva amplitud, pues hay relaciones
atinentes a la agricultura que integran el objeto de otras ramas, por ejemplo, el trabajo rural; c) que, en
otro sentido, es insuficiente ya que se refiere sólo a la agricultura, debiendo incluirse a la ganadería.
Carrara:
Expresa que Derecho Agrario es el “conjunto de normas jurídicas que regulan las actividad agraria, en
sus sujetos; en los bienes a ella destinados y en las relaciones jurídicas constituidas para su ejercicio”.
Pone como punto de apoyo la actividad rural, y enfoca sus tres componentes: a)sujetos rurales; b)
bienes rurales; c) relaciones jurídicas nacidas para ejercer dicha actividad.
Otros autores llamarían a la “actividad agraria” de Carrara, “explotación agropecuaria” (Migaburu) o “empresa
agropecuaria” (Silenzi de Stagni), expresiones que no son sinónimos pero que rememoran a aquella. La definición del
maestro italiano no nos parece que satisfaga los requerimientos de nuestro Derecho, pues, 1) de la misma no emerge con
claridad su autonomía, o al menos los determinantes de su autonomía; 2) es demasiado amplia al pretender englobar
todas las relaciones derivadas de la actividad agraria, cuando hay muchas fases de ésta que es materia de otras ramas.
De Horne:
Define diciendo que Derecho Agrario es el “conjunto de normas jurídicas particulares que reglan las relaciones atinentes
al trabajo, a la producción y a los bienes de las personas rurales, así como a todo acto agrario”. Esta definición tiene el
merito de marcar el carácter autónomo del Derecho Agrario, al decir, normas jurídicas “particulares”; pero se resiente de
excesiva amplitud cuando quiere abarcar todas las relaciones que se dan en la vida rural y que afectan a sus bienes.
Repetimos que no todas las fases de la explotación agropecuaria son objeto del Derecho Agrario; el trabajo rural, entre
otras, es materia ajena.
De Garbanini Islas:
Dice del Derecho Agrario que es “el conjunto de normas jurídicas aplicables especialmente a las personas y a los bienes
de la campaña y a las obligaciones que tengan por sujeto a aquellas o por objeto de estos”.
Cerrillo y Mendieta dicen el Derecho Agrario que es “el conjunto de normas, leyes, reglamentos y disposiciones en
general, doctrina y jurisprudencia que regulan la actividad profesional del agricultor, la propiedad rustica y las
explotaciones de carácter rural, así como el trafico consecuente y necesario a la producción”.
Podemos decir que un concepto sencillo es el de Zulueta al definir al Derecho Agrario como “el conjunto de normas
jurídicas que regulan, directa e indirectamente, la obtención de los productos de la tierra”.
De Eduardo Pérez Lamas:
Lo define como “el conjunto de principios y normas jurídicas autónomas que regulan diversas fases
de la explotación agraria con miras a la abstención de una mayor riqueza agropecuaria y su justa
distribución en beneficio del productor y de la comunidad”. Afirmamos en esta definición el
carácter autónomo del Derecho Agrario autonomía que nace de un hecho técnico especial de vastas
proyecciones económicas-sociales.
 El Problema de la Autonomía.
Antes de referirnos al problema de la autonomía del derecho agrario, debemos empezar por afirmar
la unidad sustancial del derecho. Pero la unidad no excluye la especialización de ahí al continuo
desgajamiento de ramas jurídicas que responden a nuevas necesidades de la vida en comunidad
organizada.
No puede darse un cartabón ideal según el cual pueda justificarse o no la formación de una rama
jurídica separada de otras. Sobre todo ha de tenerse en cuenta que, tratándose de ramas de Derecho
Positivo, cada Estado interviene independientemente según los dictados de la política jurídica que
practique, para sancionar la legislación que considere oportuna. Ninguna consecuencia apreciable
tendría una teorización acerca de la necesidad de estructurar autónomamente una rama jurídica, si
no viniera tras la doctrina una realización práctica que tradujera ese pensamiento y lo hiciera
Derecho Positivo.
Es verdad que la autonomía jurídica no se confunde con la legislativa; pero aparte de la observación ya
hecha, cabe recordar que siendo el Derecho Agrario el fruto de circunstancia locales que no se dan
forzosamente en todos los países, varía en cada caso la fuerza de su justificación.
Se habla de autonomía en tres aspectos: autonomía didácticocientifíca, autonomía legislativa y
autonomía jurídica.
Una rama jurídica goza de autonomía didáctica cuando en los planes de enseñanza del derecho se dicta
con catedra especializada. El Derecho Agrario, en este sentido, va adquiriendo creciente autonomía. Al
lado de la autonomía didáctica, Carrara analiza la autonomía científica, que existe “cuando los diversos
institutos componen una determinada rama del derecho son susceptibles de una sistematización
orgánica de la cual resulte un ordenamiento completo en sus distintas partes, suficiente como para
constituir el objeto de un estudio jurídico”. La vinculación de la autonomía didáctica con la científica es
evidente, porque según el mismo Carrara la existencia de una cátedra especializada implica la
posibilidad de que la materia de que trata sea susceptible de sistematización orgánica, completa y
autónoma; y paralelamente, cuando una rama jurídica tiene su propia sistematización debe ser enseñada
como materia singular.
En Italia el Derecho Agrario se separó-científicamente y didácticamente- del Derecho Civil,
en tanto que entre nosotros se desgajó de varias ramas, principalmente del Derecho
Administrativo y el Civil. Cabe recordar también, que el surgimiento de las cátedras de
Derecho Agrario se debió en Italia, en gran parte, a la sanción del reglamento juridico de la
agricultura (1927), y su autonomía didáctica fue oficialmente reconocida por Real Decreto
del 14 de noviembre de 1935.
La autonomía didáctica consiste en la sanción de leyes o cuerpos de leyes que reglen
orgánicamente la materia agraria; La culminación de esta autonomía es la codificación. No
debe confundirse con la autonomía jurídica, porque esta implica la adopción de principios
propios, en tanto que puede darse una legislación agraria ordenada que no se separe
doctrinariamente de los principios generales de otras ramas.

La autonomía jurídica es aquella que se reconoce doctrinariamente y que encuentra en una


rama del Derecho personería propia en virtud de estas circunstancias: a) un hecho técnico
propio y singular; b) trascendencia y generalidad de ese hecho; c) existencia de normas
jurídicas orgánicas reguladoras del hecho técnico.
Haciendo una comparación, que creemos ilustrativa, con la aparición y organización de los
Estados, podríamos decir que la autonomía jurídica es una imposición de los hechos, frutos
de la madurez que culmina, como ocurre con un país que rompe los vínculos de
dependencia con su metrópoli. El momento en el que alcanza esa madurez no es
determinable con precisión, y varía según múltiples circunstancias; así, también es
impreciso el paso de Derecho Agrario desde su situación integrante de otras ramas, al
campo de su autonomía. Y así como al aparecer de un nuevo Estado se trata de fundamentar
jurídica y políticamente esa realidad atraves de la autoridad de los doctrinarios; así también
nuestra rama, impuesta de hecho por la exuberancia de sus normas y fuerza de su
gravitación, ha visto reconocida su personería por la doctrina de los juristas; estos no
“crearon” la autonomía, si no que simplemente la hallaron en la realidad de los
acontecimientos, como un hecho prexistente a los razonamientos jurídicos. Creemos
equivocado decir que hay autonomía jurídica cuando existen principios propios, por que se
cae en un circulo vicioso: hay autonomía cuando existen principio propios si no que cuando
se da la autonomía. Estimamos que los principios vienen como consecuencia de la
autonomía, del mismo modo que la organización constitucional de un país- ocasión en que
se dan los principios fundamentales de la nueva comunidad jurídica- es posterior a su
independencia.
La principal consecuencia de la admisión de la autonomía jurídica es la posibilidad de estructurar
principios propios; en tal caso, éstos y no lo de las ramas antecesoras serán los que presida la
regulacion jurídica de la materia incluida la de la rama de que se trata en nuestro caso, la
autonomía significará sustituir principios y criterios civilistas (Derecho Privado) o administrativo
o (Derecho Publico) por principios y criterios “agraristas”.
En el año 1929, y por iniciativa de su director profesor bolla, la Rivista di Diritto Agrario realizó
una encuesta entre los autores y profesores italianos acerca la autonomía del Derecho Agrario. El
resultado fue la expresión de tres criterios distintos: a) el que afirmaba la sustantividad propia del
Derecho Agrario, que decir, su autonomía jurídica; b) el que negaba a nuestro Derecho principios
propios y por lo mismo propugna su inclusión en el Derecho Civil; c) la opinión vacilante entre
los criterio arriba expresado.
Entre los partidarios de la autonomía, Bolla argumentaba que el Derecho no es solamente una
categoría moral, sino económica, consuetudinaria y técnica; como tal, el Derecho Agrario ofrece
sustantividad propia. Donatti expresaba que el derecho se conexiona con el deber en la materia
agraria y se subordina a intereses colectivos. Parrella decía que el Derecho Agrario es al Derecho
Civil lo que el Derecho Comercial es al Derecho Civil. También se pronunciaron por la autonomía
Brugi, Bonfante y Gino Arias.
Entre los que niegan la autonomía se encuentra Scialoja, quien dice que el Derecho Civil
está en condiciones de comprender y regular la materia de que se trata. Por ultimo, entre
los vacilantes puede citarse a Luzzatto y Zanobini.
En el año 1926, ya antes de la famosa encuesta de la Rivista, Arcangeli- primer profesor
italiano de Derecho Agrario, publicaba su corso di Diritto agrario, en donde si bien define
a éste no se preocupa mayormente del problema de la autonomía; tal asunto lo trata luego
la Rivista en donde afirma que el Derecho Agrario no es un derecho autónomo y señala el
peligro que significa la tendencia a estructurar día a día nuevas ramas jurídicas autónomas.
Carrara, en su Corso di Diritto Agrario (1930) se pronuncia negando la autonomía de la
rama agraria, cuyas normas dice, se hallan dispersas en el Código Civil y leyes especiales;
niega que el Derecho Agrario contenga normas derogatorias del Derecho común, pero
reconoce la conveniencia de: a) estructurar un sistema didáctico separado de la enseñanza
del Derecho Civil; es decir, reconoce la autonomía didáctica; b) ordenar los principios del
Derecho Agrario –que los tiene- pero coordinados con el Derecho común; c) codificar la
materia, es ésta dice, cuestión de conveniencia, cuestión de conveniencia práctica.
Pero en la segunda edición de su obra (1938) Carrara, luego de resumir los puntos acerca de
los cuales versa la discusión del problema de la autonomía, se pronuncia a favor de la
autonomía jurídica diciendo: “Nos parece que la cuestión debe ser considerada con el
criterio de que una determinada rama del Derecho del tener capacidad para producir
principios generales propios para gozar de autonomía juridica; y posibilidad existe
ciertamente cuando ocurren estas dos condiciones: a) que se trate de una rama del Derecho
que tenga por objeto un hecho técnico; b) que el sistema llene los requisitos de organicidad
y plenitud. Cuando exista el hecho técnico y el sistema orgánico y completo, la doctrina y
jurisprudencia podrán abstraer del sistema los principios generales propios de la especial
rama del Derecho que se trata. Por su parte, el Derecho Agrario se basa precisamente en un
hecho técnico y su sistema, como lo hemos visto ya, reúne los requisitos de organicidad y
plenitud. Por lo tanto podemos concluir reconociendo al Derecho Agrario el carácter de la
autonomía jurídica”.
Pero no solamente de debatió entre los italianos este problema; con menor
intensidad se discutió también en España, con prevalencia del criterio civilista,
habiéndose pronunciado por su autonomía, Campuzano, Leal García, Uriarte,
Gay. Los autores mejicanos se deciden, por lo general, a favor de la amplia
autonomía del Derecho Agrario.
La doctrina civilista sostiene que el Derecho Civil puede hacerse eco y resolver
los problemas emergentes de la actividad agraria. “…los principios del Derecho
Civil –dicen- no son inmutables ni son solo los derivados de un grupo de
instituciones, sino la síntesis de todas ellas; así que cuando ciertas instituciones se
renuevan –como en este caso las relativas a la agricultura- el espíritu que preside
la reforma debe integrarse en aquella síntesis, y sólo cuando ello fuera imposible
sin menoscabo del conjunto, seria aconsejable una autonomía que permitiera el
juego independientemente de los principios. Durante siglos el Derecho Civil ha
sido un Derecho eminentemente agrícola, en el sentido no solo de que se ha
regulado con preferencia lo relativo a los bienes inmuebles, sino también el de
que las prescripciones propias de éstos se han extendido a los muebles, a los que
además se ha descuidado. Nuestro Código Civil es un ejemplo claro.
En las naciones de preponderante economía agraria, como la nuestra, tan
adentrada se halla ésta en la mayoría de las relaciones jurídicas, que si el
Derecho Civil hubiera de prescindir de ellas, perdería en gran escala su cualidad
de ser el regulador de las relaciones más comunes y ordinarias de la vida.” Estos
autores opinan, en síntesis, que las pretendidas singularidades señaladas por los
autonomistas no bastan para desmembrar al Derecho Agrario; porque esas
singularidades son propias de la transformación de “todo” el Derecho Civil,
como por ejemplo la función social de la propiedad en general, y no sólo de la
propiedad agraria.

En la doctrina francesa, si bien se reconoce cierta autonomía legislativa se niega


por lo general la autonomía científica, didáctica y jurídica.
Ubicación Respecto del Derecho Público y del Derecho Privado.
Para poder analizar la posición del Derecho Agrario frente al Derecho Público y al
Derecho Privado, es necesario ante todo adoptar un criterio de distinción entre estas dos
ramas principales del Derecho positivo. Ya el punto de partida es difícil, pues mientras
algunos autores niegan la existencia de esta división, los que la admiten discuten cual debe
ser el criterio distintivo. Pero puestos en el trance de recurrir a uno, hacemos nuestro el de
Coviello, según el cual si en la relacion jurídica ninguna de las partes tiene o hace uso del
“ius imperii” estamos frente a una norma del Derecho privado, en tanto que si los dos o
uno de los sujetos esta armado y ejercita ese imperium, estamos frente a una norma del
Derecho Público.
De la definición que hemos dado de Derecho Agrario se Desprende que en el mismo hay
normas de Derecho Público y de Derecho Privado. Pero no puede hablarse de un Derecho
Agrario Público y de un Derecho Agrario Privado, sino que todo el en su conjunto tiene
características de ambas ramas, lo que hace deba considerárselo en esa tercera categoría –
el tercer género- de ramas jurídicas que como el Derecho del Trabajo rebasan la clásica
bifurcación.
Corresponde anotar además, que si bien hay normas de Derecho Privado entre las
que constituyen el Derecho Agrario, tales normas casi siempre van acompañadas del
sello del orden público, es decir, son irrenunciables. Este carácter – orden público-
es una protección que el Estado dispensa a ciertas normas de Derecho Privado para
asegurar su vigencia integral; vigencia que el Estado, en ejerció de política jurídica,
impone y pretende porque así lo reclaman la justicia, la seguridad o el bien común.

Relaciones del Derecho Agrario con otras ramas Jurídicas y Sociales.


Dado que el Derecho Agrario integra la comunidad única del Derecho positivo,
mantiene vinculaciones con todas las ramas de éste; pero principalmente, con el
Derecho Constitucional, el Derecho Administrativo, Derecho del Trabajo, Derecho
Civil, Derecho Penal; asimismo se relaciona con disciplinas económico- sociales como
la Sociología y la Economía Política entre otras ramas del Derecho.
Con el Derecho Constitucional. Siendo la constitución la fuente formal más
importante de todo Derecho Positivo, corresponde asignar al Derecho Constitucional un
lugar preeminente entre las ramas vinculadas a nuestro Derecho; este se ha de ajustar a
aquel, y de ahí la necesidad de recurrir a la letra constitucional para encarar problemas
fundamentales del Derecho Agrario.
Las modernas constituciones, casi sin excepción se han ocupado del problema
agrario, y han sancionado principios rectores; cuando nos preocupemos de la
propiedad de la tierra veremos que las constituciones tratan de su función
económica social, de su distribución, de la extinción de los latifundios, del bien de
familia, de su cultivo comunitario entre los indígenas, de la obligación de trabajarla,
de la colonización; asimismo hay cartas fundamentales que se ocupan del crédito
agrario. Son excepcionales las constituciones modernas que, como la francesa
(1958), omiten toda referencia concreta a los problemas agrarios, si bien contiene
principios económico- sociales.
El constitucionalismo moderno, teniendo en cuenta la trascendencia de lo económico-
social, juzga necesario incorporar normas precisas acordes con los principios actuales
en la materia.
Con el Derecho Administrativo. Del grado de vinculación de esta rama con el Derecho Agrario
habla claro el hecho de que quienes le niegan autonomía colocan sus normas repartidas entre el
Derecho Civil- las de orden privado- y el Derecho Administrativo –las de carácter público- Es que
en el Derecho Agrario hay múltiples normas del Derecho Administrativo.

Con el Derecho Penal. La economía agropecuaria es un bien merecedor de tutela del


Derecho Penal, como la actividad económica general. Sabido es que los llamados “delitos
económicos y abigeato” van siendo incorporados a la legislación represiva.
Además del abigeato y del hurto campestre (art. 163° del Código Penal) debe tenerse
presente los casos contemplados por leyes especiales cuyo juzgamiento ha dado lugar al
establecimiento del fuero. Finalmente cabe recordar la represión a la infracción de las leyes.
Con el Derecho Laboral. Si bien esta rama no es reguladora de todo trabajo sino que
aquel que se realiza en un plano de subordinación y dependencia, resulta indiscutible la
conexión de ella con el Derecho Agrario. Es raro el caso del productor que no utilice
operarios valiéndose del contrato de trabajo, y de ahí la presencia del Derecho Laboral en
diversas fases de la explotación agropecuaria. Para no citar sino las situaciones más
importantes, mencionaremos estas: a)El peón rural: b)El trabajador rural circunstancial, etc.
Y antes de referirnos brevísimamente a ellas, diremos que tales situaciones no hacen sino
reforzar nuestro argumento tendiente a delimitar la extensión del Derecho Agrario;
nosotros no lo hacemos extensivo a “todas” las relaciones emergentes de la explotación
agropecuaria, sino a “diversas fases” porque hay algunas que son materia de otro Derecho.
El trabajo de los operarios circunstanciales –los que participan en las tareas de recolección,
siembre, transporte, etc., se regula a través del Código Rural y Ley No. 231/93, Arts.
157/191.
Con el Derecho Civil. Pasamos ahora a las ramas del Derecho Privado –luego del
Derecho del Trabajo , que se ubica en esa tercera categoria mixta, en que colocamos
también el Derecho Agrario- y lógicamente dentro de esta división nos ocupamos en
primer lugar del Derecho común troncal, el Derecho Civil. Para la opinion civilista, el
Derecho Civil sigue comprendiendo la material agraria, según hemos visto. Pero aparte de
esta situation, que refleja notoriamente la intima vinculacion que existe, la corriente
autonomista no puede menos que reconocer en el Derecho Civil a la rama madre, sin
olvidar de paso, que la primera materia del Derecho Civil fue la materia agraria, segun ya
dijimos. Sin embargo el Derecho Agrario no a desprendido todas sus normas del Derecho
Civil, no es una formacion juridica integrada por normas que fueron sólo de Derecho
Civil; el Derecho Constitucional y el Administrativo han sido los aportadores -por otro
canal- de importantes principios y normas.
El derecho civil ha quedado, según nuestro punto de vista, como estructura
jurídica subyacente a la que hay que recurrir a la falta de normas propias y
especificas; pero no siempre será el Derecho Civil quien de la solución omitida
en el Derecho Agrario; la dará en materia de relaciones jurídicas de carácter
privado, pues en las de carácter público habrá que recurrir subsidiariamente, a
las normas rectoras del Derecho Público.
Admitida la autonomía del Derecho Agrario, serán los principios propios de este
los que presidan su aplicación, de modo que el criterio civilista será sustituido,
en nuestra materia, por el criterio agrarista.
Por último, a de advertirse que lo dicho no implica desconocer que en la
practica concurrirán ambos derechos a regular- desde distintos aspectos- una
misma actuación; la compra- venta de un campo, p.e., será siempre regulada por
el Derecho Civil pero la utilización del mismo- su uso y goce- ha de ser motivo
de la preocupación del Derecho Agrario.
Con el Derecho Comercial. Hay numerosas instituciones del Derecho Comercial que tienen
trascendencia agraria. Vamos a recordar sólo algunas; a) Cooperativas; b) Prenda; c) Warrant; d) Crédito
Agrario; e) Seguro Agrícola. Todas estas instituciones jurídicas serán motivo de estudio en el Derecho
Agrario, y lo son del Derecho Comercial como que hay en ellas un fondo que las caracteriza como
figuras de tipo genéricamente comercial, que, en determinados casos, adquieren fisonomía agraria. Las
cooperativas, p.e. son sociedades comerciales en general; pero una cooperativa agraria es una institución
de interés para el derecho agrario, y lo mismo dígase de las otras especialidades mencionadas.

Con la Sociología. Aparte de la conexión con ramas jurídicas, el Derecho Agrario, por lo
mismo que es Derecho, ofrece vinculaciones con ciencias económicos- sociales. La
sociología- ciencia de las formas sociales, o de la realidad social, o como quiera
conceptuársela- brinda al Derecho Agrario los frutos de campos con sus interesantes facetas: la
vinculación al suelo, la formacion de comunidades con caracteres propios el éxodo campesino,
la conciencia de clase, etc. Precisamente, hay sociólogos que, al estudiar las clases sociales
con criterio funcionalista y finalista, entienden que existe una verdadera clase agraria,
actualmente en crisis.
Siendo el Derecho Agrario una formacion juridica que entre sus dos finalidad naturales coloca
el beneficio de la comunidad, resulta fácil advertir que el mejor conocimiento de la comunidad
redundará en una mejor estructuración del Derecho Agrario.
Con la Economía Política. Cualquiera sea la definición de que esta disciplina
se adopte, resultará evidente que el Derecho Agrario encuentra su sustento
material en la economía política. Tan así es que si se toma como punto de
referencia de nuestro derecho a la explotación o empresa agropecuaria, no se
hará sino recurrir a una estructura de tipo económico, en donde concurren
naturaleza, capital, trabajo y dirección y riesgo de la empresa.
La economía agraria es parte del sector primario de la economía, en tanto la
industria y la construcción forman el secundario y los servicios el terciario. El
progreso técnico ha favorecido mucho más a los sectores no agrarios.
Los principios económicos, pues, incidirán enormemente en nuestra materia. El
problema de la propiedad de la tierra, la función económica del crédito, la
justificación y medida del intervencionismo estatal, la protección al capital
productivo, el beneficio del empresario, se reflejan jurídicamente en el Derecho
Agrario.
En nuestra definición de Derecho Agrario hemos dado a éste un definición
económico- social: propender a la obtención de una mayor riqueza y su justa
distribución en beneficio del productor y de la comunidad. Hay de por medio,
pues, dos etapas o procesos fundamentalmente económicos: producción y
distribución. La economía política ha de dar esos objetivos- mayor producción,
mejor distribución- y el Derecho Agrario proporcionará los caminos para
alcanzarlos.

Tan intima es la vinculacion con la Economía, que a veces se confunden


Derecho Agrario y Economía Agraria. Lo Económico y lo juridico se suelen
presentar fusionados en una unidad, como materia y forma.
Fuentes del Derecho Agrario.
Es conocida la clásica distinción entre fuentes materiales y fuentes formales del
derecho; las primeras refieren a las causas generadoras del Derecho, mientras
las segundas tratan de las forman en que ese derecho se manifiesta.
Entre las Fuentes materiales del Derecho Agrario debemos señalar: la evolución
histórica de cada país, la economía y la técnica.
El Derecho Agrario es un Derecho eminentemente nacional, de raíces seculares
y fisonomía propia; por ello, a pesar de que el Derecho en general, va tomando
de la legislación comparada útiles de enseñanzas, el Derecho Agrario casi
prescinde de esta fuente y recurre al fondo histórico propio del país de que se
trata.
La economía va brindando por su parte, la materia estructural jurídicamente.
Doctrinas y realidades económicas evolucionan –aquí que con trascendencia
universal- plasmando principios que las economías locales a la postre aceptan
en mayor o menor grado.
Así, por ejemplo, la regulacion económica es fruto de doctrinas y realidades
económicas que han adquirido carta de aplicación universal, aunque el grado y
forma de esa regulacion están dados por las modalidades y necesidades locales.

La técnica, por ultimo es también fuente substancial del Derecho Agrario; desde
sus comienzos una técnica especial acompaño a las labores agropecuarias. Los
primeros adelantos técnicos- fuera de los puramente guerreros- han sido los
destinados a perfeccionar el laboreo de la tierra. Pero la técnica, que en general
impulsó velozmente a otras ramas jurídicas- Derecho Comercial, Trabajo, etc- no
fue pródiga con el trajinar del campesino. La técnica agraria ha quedado
rezagada, del Derecho Internacional con contenido agrario, e incluso organismos
internacionales dedicados a nuestra materia. De ello nos ocuparemos
brevemente.
En mayo de 1905 se suscribió en Roma una convención fundando el Instituto
Internacional de Agricultura. Su objeto era concentrar estudiar y publicar
informaciones estadísticas, técnicas o económicas frente al cultivo, producciones
animales o vegetales, al comercio de productos agrícolas y su precio.
Las funciones del Instituto se ejercían mediante un comité permanente, una
secretaria y la asamblea general. En el año 1932 el Instituto y la Sociedad de las
Naciones llegaron a un acuerdo en virtud del cual se reconoció al Instituto el
carácter de órgano especifico para el estudio de los problemas agrarios; pero
cuando decidiese una acción de repercusión colectiva para la solución de los
problemas internacionales concernientes a la agricultura, el Instituto debía
actuar conforme a la directivas de la Sociedad de las Naciones.
El Instituto fue disuelto en el año 1946 y sus actividades pasaron a la
Organización y Alimentos y Agricultura (en ingles: FAO., en castellano: OAA)
que es un órgano de las Naciones Unidas, constituido en Québec en 1945, y del
cual es miembro nuestro país.
Normas de contenido agrario pueden verse en los convenios internacionales
sobre sanidad animal y vegetal, a que aludiremos en el capitulo respectivo en
cuanto a las fuentes formales tenemos:
En cuanto a las Fuentes formales tenemos:
a) La ley: es la fuente principal, sobre todo desde que los movimientos
codificadores se impulsaron en el siglo pasado, posponiendo a la costumbre.

Por ley en sentido amplio, entendemos tanto la constitución nacional como las leyes
formales, los decretos, resoluciones ministeriales y en general todo ordenamiento de
autoridad competente que tienda a regular la materia agropecuaria. Sobre todo ha de
estar presente siempre la norma rectora de la Constitución Nacional, a la que deben
ajustarse todas las demás fuentes formales.
b) En cuanto a la jurisprudencia, sabido es que no tiene fuerza obligatoria: tal es lo
que ocurre en nuestro derecho positivo.
c) La doctrina no es fuente directamente obligatoria. Pero es a través de ella que surge
la legislación y se forma la jurisprudencia. La doctrina fue la que brego por el
reconocimiento de la autonomía de nuestra rama, y el progreso de esta se debe
principalmente al trabajo y esfuerzo de los maestros que impusieron el punto de vista
predominante.
d) Los usos y costumbres no son, en general fuente del Derecho Agrario, sino
cuando la ley se remite a ellos. A de tratarse, según es sabido de hechos repetidos
durante un tiempo relativamente largo, por un grupo al menos de personas con la
convicción de la obligatoriedad juridica del sometimiento a esa forma de proceder.

Los usos y costumbres agrarios son tan arraigados que suelen imponerse a la misma
Ley; por eso es que en diversas oportunidades la Ley se detiene y se remite a lo que
dicten los usos y costumbres locales.
La Actividad Agraria
La actividad agraria constituye una forma de la actividad humana tendiente a hacer
producir a la naturaleza orgánica, cierto tipo de vegetales y de animales con el fin de
lograr el aprovechamiento de sus frutos. Dicha actividad genera delegaciones entre el
hombre y el suelo y entre los mismos hombres que actúan en el que hacer
agropecuario. El primer tipo de relacion implica el trabajo de la tierra (LATU
SENSU); el segundo supone la coparticipación activa de quienes actúan en trabajos
vinculados con la producción agropecuaria, en cualquier de sus formas o modalidades.
El trabajo rural impone una cierta forma de vida tiene peculiar característica.
Debe tenerse en cuenta la importancia de la estabilidad del hombre rural en la
tierra que trabaja, como así también la protección que merece por razón de las
contingencias propias de la actividad productiva que desarrolla. De ahí que se
reconozca en las relaciones agrarias, las de orden económico y las de índole
social.
Las primeras responden a la finalidad productiva agraria; las segundas a la
idiosincrasia del hombre que se dedica en el medio rural a la actividad agraria.
Lo rural es lo opuesto a lo urbano, ósea a la cuidad y la vida ciudadana, donde
las relaciones humanas son de tipos diferentes, ya que las interrelaciones se
desarrollan de modo mas intenso y los hechos sociales asumen un aspecto
distinto a los que caracterizan a la vida de la comunidad rural.
El individualismo acentuado por la soledad, el conocimiento directo de hombres
y cosas debido al contacto permanente por razón del trabajo y de la vecindad; el
tradicionalismo originado en el aislamiento y la independencia propia de una
actividad condicionada por las exigencias de la naturaleza y sólo en forma
limitada por las relaciones humanas, imprimen a la vida rural y al hombre y la
familia rural un estilo de vida y de trabajo que presenta diferencias notables con
la vida y el trabajo de las ciudades o de los centros industriales y comerciales.

Por eso es comprensible que las relaciones sociales o económicas rurales que
originan vínculos cuyo fundamento se halla en el Derecho, como realización de
valor, asuman caracteres muy definidos por razón de una intencionalidad que le
es propia.
Características.
La actividad agraria es dinámica esto se debe a que la misma debe ser
constantemente revisada para poder adecuar a las necesidades y proyecciones
que se presenten no solo en lo referente a la actividad agraria propiamente
dicha, sino también en lo relacionado a la defensa y preservación del ambiente (
estructura agraria: “Conjunto de relaciones económicas, sociales y jurídicas que
hacen a la actividad agraria).
De acuerdo al Estatuto Agrario Art. 2 y la Constitución Nacional Art. 109, 114,
115 y 116, el bienestar rural consiste en la transformación de la estructura
agraria del país, obtenida con la incorporación efectiva de la población
campesina al desarrollo económico y social de la nación, mediante un sistema
justo de distribución de la tierra, asistencia técnica y social, adecuada
organización del crédito, de la producción y su colocación de modo tal que
permitan al productor rural logar su estabilidad económica, como garantía de su
libertad y dignidad y fundamento del bienestar social.
Criterio para su Determinación.
Existen varios criterios propuestos para establecer los limites entre la actividad agrícola
y la industrial y comercial:
a) El criterio de la necesidad: Parte del supuesto que todo aquello que es indispensable para el
cultivo del fundo pertenece a la actividad agrícola. De ahí que pueda incluirse la transformación
y venta de la producción cuando tales actividades son necesarias para su desempeño;
b) El criterio de la Prevalencia: Se funda en el hecho que en todos aquellos casos en que la
transformación o venta asume un carácter prevalente con relación al cultivo del fundo y de la
producción del mismo, la actividad entra en la categoría de la actividad industrial o comercial;
c) El criterio de la autonomía: Delimita el ámbito diferente de la actividad agraria, la
industrial y comercial, según puedan o no realizarse la transformación o la venta de los
productos agropecuarios con plena autonomía en relación a la actividad productiva rural.
d) El criterio de la accesoriedad: Sustenta el principio que en todos aquellos casos en que la
actividad de transformación y venta de los productos agropecuarios es complementaria de la
actividad productiva rural y el fundo no asume el papel de medio para lograr el fin esencial
consistente en la transformación y venta de los productos agropecuarios, la transformación y
la venta pasan a integrar la industria y comercial. Es decir, cuando la actividad
transformadora o comercial deja de ser un simple accesorio de lo productivo;
e) El criterio de la normalidad: Define a la actividad agraria como aquella que consiste
en cultivar la tierra, explotar el bosque, criar animales y realizar las actividades conexas
que son normales en la actividad agrícola.
f) El criterio de la ruralidad: Supone que la actividad agraria es lo que se refiere al
cultivo de tierra y a lo que forma parte de la vida y del trabajo agrícola, con lo cual queda
en principio delimitado el criterio distintivo en razón a un contenido espacial y funcional;
vivir en el campo y cultivar la tierra. En realidad, con este criterio se identifica lo agrario
con lo productivo.
Para definir compresión el limite entre la actividad agraria y la actividad industrial y
comercial, es preciso adoptar alguno de los criterios enumerados. El más claro y
concluyente resulta el de la accesoriedad. En efecto, la actividad agraria productiva debe
ser la que desempeña el papel principal dentro del ámbito rural, mientras que las
actividades transformadoras y comerciales constituyen el accesorio o complemento de
aquella. Cuando dejan de serlo y pasan a desempeñar el papel fundamental, dejan de ser
agrarias, para transformarse en industriales o comerciales.
La actividad agraria es productiva por excelencia; pero comprende no solo el cultivo de la
tierra, sino también su conservación, la cría de ganado, la explotación del bosque y toda
otra actividad conexa con la producción o sea la transformación y venta de los productos.
El asunto asume una gran importancia, cuando se observa que la comercialización y su
regulacion juridica (pública o privada) ejercen una influencia notable en la actividad
productiva. De Modo análogo sucede con la actividad transformadora. Ello se debe que
el productor cultiva los vegetales o cría los animales cuyos frutos le aseguran una
ganancia en el mercado, de manera de cuando por algún motivo, se perturba la
comercialización, los efectos se dejan sentir de inmediato en la orbita productiva. Si un
producto agropecuario deja de interesar a las industrias transformadores, la demanda
del producto decrece y su precio baja.

Ello desalienta al agricultor o al ganadero. Es por ese motivo, que la regulacion juridica de
la actividad agraria, debe incluir en su contenido a las actividades conexas con el cultivo
de la tierra, a fin de lograr regular una armónica y coordinada según principios propios y
aplicables a todo el proceso agropecuario (productivo, transformador y comercial).
Para evitar el inconveniente que puede sufrir, si las normas jurídicas agrarias se aplican en
el ámbito industrial y comercial, deben fijarse ciertos limites a la competencia agraria. De
ahí que siguiendo el criterio expuesto, deben aceptarse como principios fundamentales los
siguientes:
a) Toda actividad agraria implica una activada estricta o productiva (cultivo del suelo y
cría de animales) una actividad transformadora (procesamiento) y otras
comercializadora (venta). Estas ultimas deben constituir el complemento accesorio de
la función para no perder su naturaleza agraria;
b) Si la actividad transformadora o comercial de los productos agropecuarios no es ni
accesoria ni complementaria de la productiva, soló puede ser regulada jurídicamente
por normas agrarias, en razón de la defensa de los intereses productivos o sea en
aquellos casos en que dichas actividades pueden afectar el interés de los productores
rurales y el Estado deben intervenir para evitar inconvenientes a la producción, que es
de indiscutible interés público;
c) Las demás actividades relacionadas directamente con la producción y el cultivo de la
tierra deben ser incluidas como parte de la actividad agraria. Así por ejemplo el manejo
y utilización de los recursos naturales, lucha contra las plagas, etc.
La actividad agraria consiste esencialmente en la acción humana(privada o pública),
intencionalmente dirigida a producir con la participación activa de la naturaleza, y a
conservar las fuentes productivas naturales. En principio, lo fundamental en ella, radica
en que la actividad humana no se cumple aisladamente sino con la participación de la
actividad natural.
La fabricación o manufactura se distingue de la producción agraria por el derecho de que,
mientras en la primera el hombre soló necesita de la materia prima natural, como elemento
material para elaborar (en zonas rurales o urbanas) un articulo o producto manufacturado;
en la segunda la actividad del hombre se limita a promover la acción de la naturaleza, a fin
de obtener un producto natural determinado. En aquella, la manufactura es directamente
lograda por el trabajo humano, que la construye y le da forma, o la configura,
aprovechando el material que obtiene directamente de la naturaleza, ya sea en bruto, o bien
transformado o modificado, por combinación o mezcla con otros productos naturales o
sintéticos. Ellas se realiza en su mayor parte en centros urbanos.

Existen dos tipos fundamentales de actividades: uno de ellos consiste en la extracción de


productos naturales inertes de materia inorgánica, o bien de materia orgánica; el otro
cambio, consiste en la participación del hombre en el proceso orgánico de la producción
natural. El hombre actúa para promover la acción natural, para encausarla cuidarla,
protegerla, acelerarla; pero sin excluir a la naturaleza viviente, cuya acción esencialmente
consiste en producir fruto de las más variadas clases.
En la actividad agraria se incluye a la extracción de productos naturales orgánicos
(animados o inanimados), y además la producción con la participación decisiva de la
naturaleza. En esta ultima, la acción del hombre se concentra en hacer producir al suelo
vegetales de cualquier tipo o especie domesticada o en domesticación; o bien en cuidar
y promover la cría de animales domésticos y obtener de ellos, productos; mientras
viven; y también, después de sacrificados.
• Clasificación de la Actividad Agraria.
Conservativa: regulación del uso y manejo de los recursos naturales renovables.
Preservativa: preservación y defensa de los recursos, productos o frutos agropecuarios.
Extractiva: a) Productos inorgánicos: solidos, líquidos, gaseosos. b) De seres orgánicos
vegetales (talaje), plantas (forestales), animales (apicultura).
:
Capturativa: seres orgánicos tales como la caza en la tierra y el aire. La pesca en el
agua.
Transportativa: con vehículos terrestres, fluviales, marítimos o aéreos.
Productiva: a) Con elementos orgánicos e inorgánicos (cultivos); agricultura ( incluida la
reforestación) b) Con seres orgánicos animados (crías), ganadería.
Procesativa: conservación, transformación, almacenado, secado, molienda, tipificado,
etc. Industria.
Lucrativa: trafico por venta, compra, etc. Comercio.
Consumativa. Consumo directo o con destino al consumo.
Con la clasificación efectuada, se puede lograr una mayor claridad conceptual para delimitar el
ámbito de la actividad agraria, a fin de determinar en forma precisa, el contenido y alcance de
la misma.
La actividad agraria por excelencia es la productividad, o sea la que se realiza o cumple por
acción del hombre con la participación activa de la naturaleza. Su manifestación concreta es
el cultivo o sea la agricultura, (incluida la forestal). A ella le sigue la cría de animales
domésticos, para obtener de ellos productos, mientras viven y después de muertos.
Reseñada la materia esencial de la actividad agraria, corresponde analizar las actividades
accesorias. Ellas son la extractivas de productos vegetales o animales; y la Capturativa
como la caza y la pesca. La primera, es una actividad accesoria en razón de que por medio
de ella, se logra combatir y a veces alejar o extirpar especies animales dañinos que por su
acción perjudicial afectan a la producción agrícola y ganadera.
La segunda, de por si discutible como actividad accesoria de la actividad agraria solo se la
incluye por algunos autores en razón de que en ciertos casos, los agricultores siembran
huevos de peces, para obtener beneficios de los espejos de agua que se hallan ubicados
dentro de sus propios predios. Pero esto es excepcional no lo consideramos de importancia
y además a nuestro parecer, debe ser separada directamente de la actividad agraria. La pesca
del mar, debe quedar excluida en todos los casos.
En cuanto a la actividad manufacturativa, Transportativa, procesativa y lucrativa deben ser
consideradas conexas a la actividad agraria. La conexión implica la relacion existente
entre la actividad productiva y las mencionadas precedentemente cuando son realizadas o
cumplidas en las zonas rurales, por los propios agricultores y como un necesario
complemento de su actividad productiva agraria. En todos los demás casos dichas
actividades pasan a ser actividades comerciales o industriales.
Pero si bien el criterio expuesto es razonable y practico no responde sin embargo, a los
principios fundamentales de la disciplina juridica agraria, ya que de admitir la exclusión
de dichas actividades, cuando dejan de ser complementarias, se corre el grave riesgo de
desconectar a la actividad productiva de la traslativa o lucrativa, dentro del proceso
agrario general. Esto trae serios inconvenientes, tal como se expresa al analizar los
Principios Generales del Derecho Agrario. En efecto, con ello se dejaría de lado un
aspecto tan importante en esta materia, como es el de la interconexión entre las
actividades agrarias y la falta de regulacion juridica coordinada del proceso agropecuario
en desmedro de los fines perseguidos con la política agraria científica.
Pensamos que las actividades mencionadas deben conectarse con la actividad agraria, pero
de manera limitada, ya que no se trata de “Agrarizar” el complejo industrial o comercial,
sino evitar que por medio de tales actividades, o más por razón de una legislación parcial
y ajena a los principios del Derecho Agrario se perjudique a la actividad agraria.
Las actividades no productivas citadas, se hallan “Vinculadas” a la actividad agraria, no
precisamente porque participen de ella o con ella, en la producción, sino por el hecho
importante, de que según sea la regulacion que se les aplique cuando el contenido esencial de
las mismas sea “lo agrario”, así será también, el grado de protección que se ejerza con
relacion a la producción agropecuaria. De ahí que sea indispensable de un modo u otro,
relacionarlas con la actividad agraria, sobre todo el punto de vista juridico.
Denominaremos; a esta actividades vinculadas y de acuerdo con uno de los principios
fundamentales de Derecho Agrario, serán pasibles de ser calificadas como agrarias y sometidas
a su régimen en función a la protección de la actividad social y económica agraria. En efecto,
en todos los casos en que la industria y el transporte, y aún el comercio de productos
agropecuarios o de elementos agropecuarios como los animales, maquinas o cualesquier otro, o
la actividad laboral, incidan en forma positiva o negativa, con relacion a la actividad agraria,
deberán ser calificadas de agrarias, y reguladas jurídicamente en función de tales.
Finalmente, la actividad conservativa debe incluirse como parte integrante de la actividad
agraria por ser indispensable para el desarrollo de dicha actividad, ya que la fuente de
producción agropecuaria por excelencia o sea el recurso natural debe ser conservado, a fin de
mantener intangible a la propia producción. Asimismo la preservativa o conservativa sanitaria.
En síntesis, la actividad agraria implica las siguientes actividades; las propias:
1) Actividad Productiva;
2) Actividad Conservativa;
3) Actividad Preservativa;
Además de las mencionadas, deben incluirse las accesorias:
4) Actividad Extractiva.
5) Actividad Capturativa.
Luego deben mencionarse las actividades conexas:
6) Actividad. Manufacturativa;
7) Actividad Transportativa;
8) Actividad Procesativa;
9) Actividad lucrativa, siempre que se realicen por el productor en forma complementaria a sus
actividad productiva agraria. Finalmente deben considerarse las actividades vinculadas son
las mencionadas en ultimo termino, pero cuando se ejercen relación complementaria a la
actividad productiva agraria.
• Estructura Agraria.
La estructura es el conjunto de relaciones sociales. económicas y jurídicas por la actividad
agrícola y que tienen por objeto los bienes, servicios y obras que por su naturaleza o destino
son indispensables para el desenvolvimiento de la actividad agraria. En la estructura agraria
se destacan tres elementos fundamentales que son: el natural (recursos naturales renovables)
y el humano (recursos humanos). El tercer elemento es el resultado de la participación
funcional de los dos recursos ya mencionados, el humano y el natural. En efecto, ambos
participan conjuntamente en el proceso productivo- esencial dentro de la activada rural-
mediante las relaciones funcionales que surgen con motivo de la finalidad intencional que
se propone el hombre a ponerse en contacto con la naturaleza.
La naturaleza deja de formar el contorno ambiental del hombre, para convertirse en el
instrumento adecuado para realizar un fin concreto, cuyo resultado de la producción
agropecuaria. No se trata de dominar la naturaleza, sino de comprenderla para lograr que la
misma participe activamente, en función productiva, para lograr un fin económico o social
el nexum funcional más importante desde el punto de vista económico y social es el trabajo
y la técnica, pues gracias a ellos, se consigue hacer producir a la naturaleza.
Debe entenderse claramente que la estructura agraria, tanto el elemento natural como el
humano, cumplen una función analógica y conjunta.
El hombre vive trabaja en el mismo lugar- esta se extiende en principio y para ciertas
zonas- pero lo general es que sea así. De manera que el trabajo agrícola es un modo de
vida. Producir en el ámbito agrario equivale a vivir y trabajar en el, lo cual hace resaltar
claramente la intima implicancia que tiene el contenido social y económico de la
estructura agraria. El trabajo agrícola es un modus vivendi, o sea una modalidad de vida a
la que se llega por tradición y con la cual el hombre se identifica, porque la vida y trabajo
rural le imprimen una idiosincrasia particular que difícilmente se pierde.
Elementos.
Los elementos fundamentales son:
1.El hombre: es el elemento humano. (recurso humano).
2.La naturaleza: es el elemento natural; recursos naturales renovables.
3. La interacción constante entre el hombre y la tierra, la relación dinámica de estos
elementos, durante su participación conjunta en el proceso productivo. En palabras mas
sencillas la actividad constante del hombre sobre la naturaleza con sentido de producción.
Mediante esta relacion, la naturaleza abandona la categoria de simple entorno ambiental
para convertirse en instrumento de producción de riquezas. No se trata de un simple
dominio del hombre sobre la naturaleza sino de estudiarla, compararla y aprovecharlas
mediante técnicas mas adecuadas para lograr que la misma participe activamente en la
función productiva, y logar así un fin económico social.
El nexo funcional mas importante desde el punto de vista económico y social; es el trabajo
y la técnica, pues gracias a ellos se consigue hacer producir la naturaleza. Ello esta dado en
los artículos 1°, 2º, 3º, del Estatuto Agrario y los articulo 109º, 114º, 115º y demás
concordantes de la Constitución Nacional.
Las relaciones estructurales
Por medio del trabajo, como ya se ha dicho, el hombre dirigí la actividad natural para logar
un fin predeterminado en materia agraria, la producción es el resultado de esta síntesis de
actividad natural y de trabajo humano. El ámbito donde tales sucesos acontecen es el
agrario que se distingue del urbano, por que mientras en el primero, el suelo suele
desempeñar un papel estático, en esté la situación cambia, para llegar a una dinámica
integrativa. Lo urbano se opone a lo rural en sentido ambiental, mientras que lo agrario
además de diferenciarse en sentido espacial se distingue de él en sentido funcional.
En el primer caso, porque el campo termina donde comienza la cuidad (LATU SENSU); y
en el segundo, porque en la cuidad el suelo es un elemento inerte, cuya función esencial es
la de servir como también en el ámbito rural de sustentáculo al hombre y a sus obras. Pero
en el campo o sea en el ámbito rural, el suelo es un factor productivo que requiere siempre
un control y una coyuntura laboral. Por medio de esta coyuntura el hombre promueve la
actividad agraria natural y la controla. El valor del control descansa precisamente en el
grado de perfeccionamiento técnico alcanzado.
De ahí, que la denominada tecnificación, mecanización, y motorización de la agricultura,
haya dado tan asombrosos resultados, pero sin que en ningún caso se haya prescindido de
la acción decisiva del elemento natural.

La actividad humana publica y privada que se desarrolla en el ámbito rural, supone la


realización y ejecución de hechos y actos que engendran relaciones directas y materiales de
hombres y cosas, como entre hombres, por razón de servicios. Así también pueden existir
relaciones humanos referidas a bienes y servicios y obras agrarias y que se entablan entre
personas privadas como funcionarios o empleados de la administración o entre si. No es
necesario enunciar detalladamente este cúmulo de relaciones que perciben y se
comprenden fácilmente.
Lo que interesa señalar de estas relaciones probadas u originadas por determinados
hechos o actos, se regulan normativamente y con carácter coercitivo, a fin de conservar
el orden y la seguridad en toda actividad agraria y además con el propósito definido
que la misma pueda cumplir acabadamente los fines propios de toda política agraria, o
sea la conservación de los recursos, el incremento racional de la producción y las
mejores condiciones de vida y de trabajo de la comunidad rural.

La política agraria orienta y ordena a la actividad agraria, por cuanto la política agraria
tiende a conseguir el bienestar de la comunidad rural, por la elección de medios e
instrumentos adecuados, que permita asegurar y garantizar el cumplimiento de los fines
propuestos. La relaciones sociales, económicas o técnicas son reguladas por normas
que suponen la existencia de vínculos jurídicos que dan forma a esas relaciones desde
el punto vista juridico o sea que la conforman a fin de asegurar sus resultados
positivos.
La relaciones materiales, que surgen el sembrar o cosechar, apacentar animales,
combatir las plagas, contratar trabajo agrícola o pagar impuesto, implican relaciones,
no solo materiales por ser de índole económica o técnica o social (según se produzca
entre el hombre y las cosas o entre los hombres mismos), sino también formales,
(vínculos jurídicos), porque llevan implícitos la aceptación un valor juridico, formulado
en normas jurídicas que se ordenan jerárquicamente, condicionándose unas a otras,
hasta llegar al conjunto de normas incondicionadas dentro del Derecho positivo vigente
de cada Estado:
La Constitución.
La actividad agraria y la estructura agraria. Sus analogías y diferencias.
Es preciso tener en cuenta las analogías y diferencias que existen entre la actividad
agraria y la estructura agraria en atención a la intima vinculacion que existe entre
ambas.
La actividad origina a la estructura, la pone en acción, la moviliza, le da impulso. Los
elementos de la estructura, son anteriores a la actividad, la cual surge por acción de
ellos. Tal como se ha expresado en su parte pertinente, la estructura está constituida por
relaciones que se originan o surgen gracias a la participación conjunta de esos
elementos.
La palabra relacion esta tomada en sentido muy amplio, de manera que pueda
apreciarse la importancia que tiene esos elementos que se hallan representados por el
hombre y la naturaleza. Hemos dicho también que surgen relaciones funcionales o sea
que se trata de actos que ponen en relacion a un elemento con el otro, y en esta relacion
va implícita la actividad agraria.
La actividad es dinámica. Por medio de ella se trata de hacer o no hacer algo, de dar, de
prestar, de conservar, de cultivar, de producir, de transportar, de transformar, de
comerciar. La actividad agraria supone siempre la realización de algo concreto, el hacer
algo vinculado con lo agrario. En eso se asemeja a la estructura por cuanto en ella se
hallan elementos materiales y muy concretos como pueden ser los naturales en general
los humanos y las mismas relaciones de trabajo que se traducen en hechos y actos
físicos o materiales.
Puede existir una estructura material que permite el desenvolvimiento de la actividad
agraria sin que ello excluya la existencia de una estructura juridica, sociología o
económica que trasciende la materialidad de las relaciones apuntadas.
La actividad origina a la estructura, puesto que no existiendo aquella, esta no puede
desarrollarse. Sin actividad no puede admitirse el desenvolvimiento de la estructura. En efecto,
la estructura supone relaciones y las relaciones surgen por razón de la propia actividad.

De manera que, si bien la estructura llega a ser tal, por la existencia de los dos elementos que la
integran, es bueno reconocer que ambos elementos, entran en contacto por medio de hechos y
de actos humanos que constituyen la actividad misma.

En cierta medida no se puede hacer una separación tajante y definitiva entre la actividad y la
estructura. Sin embargo, existen diferencias importantes que deberán enumerarse a fin de evitar
equívocos.

La actividad supone movimiento y acción, y para ello debe existir lo que hace que ella pueda
producirse o sea el hombre, el cual como ya se ha dicho constituye uno de los elementos de la
estructura. Pero mientras en la estructura el hombre se relaciona con otros hombres y cosas,
esto lo consigue única y exclusivamente por razón de la actividad que desarrolla.
La estructura es el conjunto de relaciones o sea es un esquema, una trama, una
urdimbre. Pero nada mas. Si se quiere verla como un conjunto armónico y coordinado,
debe considerársela como algo hecho, como algo dado. La estructura es estática, salvo
en lo que tiene de funcional, y esto no es más que la actividad.

No puede existir estructura sin actividad, por cuando las relaciones entre los elementos
de la estructura surgen por razón de la actividad misma. Tampoco puede existir
actividad sin estructura ya que la presencia de los elementos de la estructura
únicamente, no constituyen de por si, la estructura; pero es indudable que la acción que
desarrolla el elemento humano se identifica con la actividad, la cual constituye el
impulso creador de las relaciones materiales.
Finalmente, es necesario advertir que la estructura puede ser material o ideal (en el
sentido de ideas). La estructura jurídica no es una estructura material salvo en la
manifestación concreta o instrumental de los actos jurídicos que supone. De modo que
la estructura juridica agraria se va esquematizando en una serie de actos e instituciones,
que tiene una naturaleza ideal o puramente racional. Más aún, las relaciones materiales
conforman relaciones que una vez vacías de contenido, dejan el contorno, la figura, la
forma que pasa a ser una institución o relación jurídica determinada.
De ese modo la estructura juridica aparece como el substractum de la estructura material;
pero su vigencia trasciende la existencia misma de la estructura material. Por ese motivo,
se ha señalado que la estructura jurídica se origina en la estructura material; pero su
fundamento es otro. No pertenece a la estructura material o a las relaciones que le dan
origen.

La estructura jurídica surge por la actividad juridica. La actividad jurídica va conformando


a la estructura jurídica y en cierta medida la va creando. Así sucede con la económica, la
técnica o la social.
La diferencia entre la estructura y la actividad jurídica consiste pues, en que mientras la
primera se halla constituida por el conjunto de relaciones jurídicas objetivamente
consideradas, la actividad jurídica conlleva la existencia de un derecho objetivo y de un
derecho subjetivo. Ella pone en relacion al derecho dado, o sea a la norma vigente, y al
derecho del sujeto que acciona o sea que reclama, que el que peticiona haciendo referencia
a una ley o norma. Y en esto precisamente radica la actividad jurídica.
La estructura esta constituida por relaciones. Estas relaciones surgen por razón de la
actividad. Sin actividad, no hay relaciones. Y la actividad surge de la voluntad humana
ínsita en el elemento humano que integra a la estructura.
De manera que debe tenerse en claro, que una no puede existir sin la otra. Son correlativas.
Lo que si debe existir que ambas son los elementos fundamentales: el hombre y la
naturaleza.
El conjunto de relaciones origina la estructura. El movimiento o funcionamiento que
suponen esas relaciones, a la actividad agraria.
Existe una estructura jurídica, económica o social, de la misma manera que una actividad
juridica, económica o social. Lo que sucede que la separación solo puede valerse desde el
punto de vista cognoscitivo.
La infraestructura agraria.
La infraestructura agraria se halla íntimamente vinculada con la estructura agraria y con la
actividad agraria.
En efecto, la infraestructura constituye el soporte material de la estructura agraria. La
actividad agraria puede originar o contribuir a la construcción de la infraestructura; pero en
otros casos la infraestructura permite que se cumpla la actividad agraria. Puede haber
actividad agraria sin infraestructura, y a la vez puede existir infraestructura sin actividad
agraria. Este ultimo caso es el menos frecuente, pero puede darse.
La infraestructura consiste en el conjunto de obras materiales de diversa índole que
constituyen el medio adecuado para la prestación de los servicios agrarios públicos o
privados.
En la infraestructura se halla el soporte básico para la prestación de servicios. Pero puede
ampliarse el concepto en el sentido de que las relaciones entre el elemento humano y el
natural se facilitan por medio de la infraestructura; pero sin que ello implique negar que,
gracias a esas relaciones, se pueda llegar a crear dicha infraestructura.
La infraestructura es física y material. Ella se halla representada en el ámbito rural de los
caminos. De ahí que sin infraestructura, las relaciones sean incipientes y la estructura
apenas si puede afirmarse por cuanto la actividad agraria se desarrolla con dificultad.
Lo interesante es señalar la intima interconexión que se presenta entre la estructura
agraria, la actividad agraria y la infraestructura. Ello permite aclarar el contenido y alcance
de estos conceptos que son fundamentales para la aprehensión de la sistemática jurídica
agraria en toda su profundidad.
La infraestructura, constituye la base material. Por ejemplo el camino de fomento
agrícola. La estructura, la relacion entre el camionero y dueño del cereal que necesita se lo
transporten. La actividad agraria en el transporte, o sea el transportar, y mas precisamente
el acto de transportar.
De lo dicho resulta que, entre la infraestructura y la estructura y la propia actividad
agraria, existen relaciones tan intimas que a veces resulta en la practica, un tanto difícil
deslindar.
La infraestructura desempeña un papel muy importante para la realización del desarrollo
agrícola en cualquiera de sus formas, y ello contribuye a que en el transcurso del tiempo,
se haya acentuado el valor asignado a la infraestructura agraria.
En toda planificación la infraestructura desempeña una función primordial que se traduce
en el punto de apoyo para la realización de toda actividad agraria. Sin infraestructura el
desarrollo queda limitado a su mínima expresión. Mas aún, podría decirse que uno de los
síntomas del subdesarrollo esta representado por la ausencia de la infraestructura.

La infraestructura agraria esta constituida por el conjunto de obras que por su naturaleza o
destino, sirven para la realización de la actividad agraria. Pero ello no debe servir como
limite para la comprensión del termino infraestructura, y sobre en lo concerniente a la
actividad agraria. En efecto, si bien es cierto que es factible admitir la existencia de una
infraestructura agraria, sin actividad, también es necesario reconocer que la infraestructura
en general, es necesaria para que se entablen relaciones agrarias y para que la estructura
agraria adquiera la importancia que debe tener. La estructura requiere la presencia de la
infraestructura, por cuanto gracias a ella, las relaciones pueden realizarse en forma normal
y la expansión de la actividad agrícola, desarrollarse de manera conveniente.
Ello queda demostrado de conformidad al Nuevo Estatuto Agrario Ley. No. 1.863/02 en su articulo
2º DE LA REFORMA AGRARIA Y EL DESARROLLO RURAL.
“…Esta reforma promoverá la adecuación de la estructura agraria, conducente al arraigo, el
fortalecimiento, y la incorporación armónica de la agricultura familiar campesina al Desarrollo
Nacional, para contribuir a superar la pobreza rural y sus consecuencias, a través de una
estrategia general que integre productividad, sostenibilidad ambiental, participación y equidad
distributiva. El Desarrollo Rural como producto de la Reforma Agraria comporta asimismo.
g) Promover acuerdos interinstitucionales para el mejoramiento de la infraestructura vial, de
viviendas; de educación y de salud”.
Es imposible lograr una reforma agraria sin contar con la infraestructura adecuada, que este
motivada en los acuerdos mencionados mas arriba a través de cada uno de los organismos del
Estado, vale decir la reforma agraria, debe velar por el constante estudio que implica la
estructura agraria debido a su dinámica y esto mismo sea acompañado de una estructura
agraria en forma seria. Que nos comprometa a todos con el objetivo de ver un país en
crecimiento que la incorporación de la población campesina al desarrollo económico y social
de la nación, sea una realidad y no una quimera, por ello vuelvo a repetir deben actuar todos
los Ministerios u organismos sin mirar tendencias políticas partidarias ni religiosas o cualquier
modo que implique impedimento en el crecimiento de la Nación.
Ello no significa en ningún caso que no podamos pensar diferente, sino que el vivir con
dignidad debe ser el objetivo final para todos los habitantes.

Así también la Ley No. 2.419/04 QUE CREA EL INSTITUTO NACIONAL DE


DESARROLLO RURAL Y DE LA TIERRA I.N.D.E.R.T.
En el articulo 5º. DEL ARRAIGO. “Se considera que un asentamiento ha logrado la condición
de arraigo cuando las familias han obtenido su titulo de propiedad, se encuentren organizadas
para participar efectivamente en el esfuerzo del desarrollo institucional, accedan a los servicios
de educación y salud, cuenten con la infraestructura económica básica, produzcan alimentos de
auto consumo suficiente y por lo menos dos rubros de renta, en forma continua”.
La ejemplificación de los conceptos aquí vertidos es sencilla. Existen indudablemente casos en
que la apreciación puede lograrse con mayor evidencia.
Así por ejemplo, en la colonización es patente que la infraestructura constituye un paso
decisivo y muchas veces el punto de partida de la misma.
Si se consigue hacer la infraestructura, se lograra la existencia de caminos, acueductos, presas,
molinos, bombas, tanques, maquinarias, etc, y de ese modo iniciar el acceso a la zona más
despobladas comenzar por el desmonte en plena selva, lograr la desecación de pantanos, etc.
Una vez creada la infraestructura comienza a formarse la estructura que se basa en la
presentación de servicios y en el conjunto de relaciones económicas, sociales o técnicas y
jurídicas entre intervinientes entre las personas y entre los propias grupos de personas que
se dedican a esa actividad.
La base es la infraestructura, la estructura representa a las relaciones que se entablan por la
presencia de los elementos naturales y humanos en un ámbito determinado la actividad es el
impulso que surge de la voluntad humana encaminada a lograr satisfacer necesidad de carácter
económico y vital.
Ejemplos.
En nuestra legislación positiva encontramos numerosos artículos que nos indican el enfoque
que debe darse a la infraestructura agraria. Y hasta podría decirse que la Ley tan clara que es,
permite traslucir ejemplos de lo que espera que sea la infraestructura Art. 6º de la Constitución
Nacional versa lo siguiente: De la Calidad de Vida. “la calidad de vida será promovida por el
Estado mediante planes y políticas que reconozcan factores condicionantes, tales como la
extrema pobreza y los impedimentos de la discapacidad o de la edad.
El Estado también fomentara la investigación de los factores de población y su vínculos con el
desarrollo económico, social, con la preservación del medio ambiente y con la calidad de vida
de los habitantes.
Sujeto Agrario.
Se entiende por sujeto agrario, a la persona que ejerce o participa en el desempeño de la
actividad agraria productiva en forma habitual, con aptitudes para ser titular de derechos y
para contraer obligaciones agrarias y el que la controla o protege con fines de interés público.
El sujeto agrario es la persona que se ocupa o protege las tareas rurales y que hace de la
actividad agraria su profesión habitual o su competencia especifica. Se trata de una actividad
que al desempeñarse de manera continua y habitual permite adquirir determinados derechos
y contraer ciertas obligaciones que son especificas a los sujetos agrarios.
Se tiende a proteger la actividad agropecuaria y por ende a los sujetos que se dedican a ella
de manera habitual, por eso la Ley agraria les otorga derechos y preferencias en razón de
que su desempeño en tal actividad constituye un asunto de interés para el Estado ya que la
actividad agropecuaria posibilita la producción de materias primas necesarias para la
subsistencia y el intercambio comercial en cualquier país.
El sujeto agrario se desdobla en el sujeto físico o sea en el agricultor o en el ganadero, que
cultiva la tierra o que cría y cuida el ganado y el conjunto de agricultores agrupados o no en
una persona juridica con personería propia.
Por otra parte se haya el sujeto agrario que controla, dirige o protege a los demás
sujetos agrarios. En un sujeto agrario por razón de la ley. Esta le otorga competencia y
jurisdicción en materia agraria; se trata del Estado que actúa por uno de sus órganos
específicos, que puede ser el Ministerio de Agricultura y Ganadería o por cualquier
otros órgano descentralizado, pero que al asignarle el contralor y la tutela y el ejercicio
de la actividad agraria constituye un sujeto agrario público.
Conviene tener presente que solo consideramos al Estado como sujeto agrario en la
medida que actúa frente a la actividad agraria con competencia especifica otorgada por
la Ley agraria.
a) Criterio de la Personalidad Profesional.
Para esta teoría el sujeto agrario es el que ejerce la actividad agraria personalmente o
con intervención de familiares o asalariados, pero bajo su exclusiva responsabilidad. En
este supuesto el sujeto agrario no reviste carácter definitivo y estático; sino dinámico y
puramente profesional.
El estatus agricultor surge cuando la persona hace de la agricultura su profesión
habitual, mientras la ejerce es un agricultor, y por ende sujeto agrario. Cuando cesa de
ejercerla pierde el estatutos y deja de ser sujeto agrario
No se insiste aquí sobre el contenido y alcance de la actividad agraria porque ya ha sido
motivo de análisis en su parte pertinente. Solo resta aclarar que esta teoría puede a
nuestro juicio desdoblarse en dos según el alcance que se de al concepto de actividad
agraria.
De tal modo que pueda hablarse de una teoría de la personalidad restringida o de la
personalidad profesional ampliada.
La primera admite que es agricultor el que realiza la actividad y las conexas o sea las que
implican transformar o vender lo que se produce en el predio en el que se trabaja.
La segunda en cambio partiendo el supuesto de que la actividad agraria es un proceso integrado
considera que el sujeto agrario debe serlo no solo el productor sino toda otra persona que ejerce
una actividad productiva conexa o vinculada con la actividad agraria en general, o sea con el
proceso agrario. Esta clasificación admite una subdivisión de los sujetos agrarios en principales
y auxiliares.
b) Criterio de la Institución o Titularidad Vinculatoria.
Esta teoría parte del supuesto de la relación del hombre con la tierra desde un punto de vista
institucional o vinculante. Es sujeto agrario toda persona que detenta un titulo por razón de su
vinculación jurídica con referencia a la tierra. Ya se trate de propietario, de arrendatario, de
aparcero o mediero, o de usufructuario, cualquier sujeto titular de un derecho agrario pasa a ser
sujeto de Derecho Agrario.
Esta teoría desvincula en cierta medida o por lo menos para ciertos casos la titularidad
con la actividad. De ahí que se presenten inconvenientes cuando se otorgan derechos u
obligaciones a personas que solo se vinculan a la actividad agraria por razón de sus
derechos a la tierra.

Sin embargo es bueno reconocer que dicha teoría puede ser interesante si se relaciona la
titularidad con la inactividad agraria. En efecto, por medio de ella se logra que el
propietario que no cumple con determinados supuestos esenciales para coadyuvar en la
producción agropecuaria puede ser sancionado por esa inactividad, en razón de ser sujeto
agrario
c) Criterio Ecléctico.
Con este criterio se logra salvar los inconvenientes que pueden observarse en las teorías
anteriores, ya que se incluyen como sujetos agrarios tanto en los que hacen de la agricultura
su profesión habitual, como los que detentan un titulo determinado con relación a la tierra.
Con tal criterio pueden incluirse entre los sujetos agrarios, los que trabajan en la agricultura,
y también quienes solo intervienen en ella por el hecho de ser propietarios de la tierra.
Esta teoría permite armonizar los dos casos analizados precedentemente y determinar la
posibilidad de sancionar o aplicar normas agrarias a quien por sus derechos a la tierra ya
sean propietarios, usufructuarios, etc; pueden ejercer una acción positiva o negativa frente a
la actividad agraria. El único inconveniente que puede notarse en el hecho de identificar
personas que en muchos casos no tienen ninguna finalidad en común.
El ESTATUTO AGRARIO LEY 1863/02 Titulo II Capitulo Único BENEFICIARIO
DEL ESTATUTO AGRARIO. En el Articulo 16º establece. BENEFICIARIOS DE LA
LEY. “Se consideran beneficiarios de esta ley, a los efectos de la adjudicación de
tierras los siguientes requisitos:
Tener ciudadanía paraguaya sin distinción de sexo, mayoría de edad acreditada con la
respectiva Cedula de Identidad policial y observar buena conducta;
Dedicarse directa y habitualmente a la agricultura como activada económica principal;
No ser propietarios de inmuebles, salvo de un lote urbano o suburbano, o no ser
propietario de un inmueble rural con superficie menor a una UBEF; y,
No haber sido adjudicado anteriormente con tierra por parte del Instituto de Bienestar
Rural, salvo la excepción del inciso del c) de este articulo.

Para asentamiento ganaderos en la Región Occidental:


Tener ciudadanía paraguaya sin distinción de sexo, mayoría de edad acreditada con la
respectiva cedula de identidad policial y observar buena conducta;
Dedicarse habitualmente a la producción ganadera o manifestar su intención formal de
hacerlo;
No haber sido adjudicado anteriormente con tierras por parte del Instituto de Bienestar
Rural, salvo la excepción del inciso c) del párrafo precedente;
Poseer registro de marca de ganado;
Garantizar, de acuerdo con el reglamento que dictara el Instituto de Bienestar Rural la
realización de inversiones para la ocupación efectiva y el desarrollo productivo
ambientalmente sostenible del inmueble solicitado.
Las personas físicas o jurídicas que tengan como actividad económica o principal el
beneficiamiento, la transformación y la comercialización de la producción agraria, y
hubieren de realizar las inversiones necesarias para el efecto, principalmente en el
respectivo asentamiento colonial; las cooperativas de producción agropecuaria forestal
y agroindustrial y otras organizaciones de productores o productoras rurales,
formalmente constituida; las comunidades indígenas, que constituyen hábitat sobre
tierra de Patrimonio del Organismo de Aplicación;

Las organizaciones civiles no gubernamentales de bien publico, sin fines de lucro,


cuyos objetivos resultaren congruentes con las finalidades de esta Ley; Los
excombatientes de la guerra del chaco, conforme a lo que establece la Ley N 431/73.
Con la aplicación del Estatuto Agrario lo que hace nuestra Ley es demostrar que el
criterio aplicado es el Ecléctico. En la actividad agraria.
Sujeto Agrario.
Los sujetos agrarios son personas físicas o jurídicas que ejercen o participan en la
actividad agraria productiva de manera habitual o quienes controlan, protegen o fomentan
a la actividad agraria en general por razones de interés publico o bienestar social.
Los sujetos agrarios ejercen la actividad agraria productiva. Este requisito es esencial para
que se los califique de sujeto agrario si no ejerce la actividad productiva no son sujetos
agrarios. Pero por la razón de la naturaleza de la producción del lugar donde se la obtiene
y el destino ulterior que se le da, en muchos casos el sujeto agrario ejerce actividades
agrarias conexas, además de las productivitas.
Puede el sujeto agrario ejercer una actividad agraria vinculada pero lo único que le da el
carácter de sujeto agrario es la actividad agraria productiva. Lo que interesa la regulacion
jurídica en particular es el productor y quienes participan de una manera u otra en la
producción. De ahí que para el Derecho Agrario la importancia económica es pareja a la
importancia social de la actividad agraria.
La actividad agraria ejercida por el sujeto se fija por su actuación o participación en la
producción los demás aspectos de la actividad agraria deben considerarse siempre como
accesorios o complementarios de la actividad fundamental que es la productiva. Existen en
algunos que pueden calificarse de preparatorios y que en ciertos casos van íntimamente
ligados a la actividad agraria productiva al extremo que se los puede incluir entre ello.
Sin embargo debe mencionarse a la actividad agraria conservativa como ejemplo cuya
importancia fundamental, por cuanto permite asegurar la conservación de los recursos
naturales renovables, la salubridad de los vegetales, animales, la protección de la
actividad agraria en general.
El sujeto que desempeña la actividad agraria de conservación y preservación puede ser
público o privado por cuanto en ambos casos el fin esencial es conservar el recurso o
mantener la sanidad vegetal o animal en un nivel normal.

Lo que diferencia a la actividad desarrollada con esto fines es la clase de sujeto que la
realiza; de manera que si existe un sujeto publico por ejemplo el Misterio de
Agricultura y Ganadería, que realiza una desinfección de galpones o establecimientos
para asegurar su estado sanitario es indudable que tal acto, como el ejercido por el
propio arrendatario de una fracción de tierra o su propietario con el fin de asegurar la
sanidad en su establecimiento, es el mismo. La diferencia radica en que mientras en el
primer caso el sujeto agrario público actúa por motivo de interés publico, en el segundo
el sujeto privado que hace lo mismo, actúa en salvaguarda del interés privado o
particular. De manera que la actividad agraria no productiva puede ser ejercida por
personas diversas según los casos.
A fin de que no quede dudas al respecto conviene destacar en que casos y bajo que
condiciones es factible que suceda esto.
La actividad agraria productiva la ejercen siempre los sujetos agrarios ya que se trata de
sujetos privados o publico. Uno por razones obvias ya que la actividad agraria responde
fundamentalmente al propósito de producir. El sujeto agrario público también puede actuar
en la tarea productiva. Lo que pueda hacer ya sea por medio de empleados o funcionarios o
bien con la participación de sujetos agrarios privados.
No se tarta de una actividad agraria especifica del Estado, pero lo importante de reconocer
que el Estado como sujeto agrario puede ejercerla. Nada puede impedírselo ya que no se
opone ello ha ningún principio fundamental del Derecho Agrario. Lo que si interesa
reconocer, es que tal actividad agraria productiva, el Estado puede desarrollarla a titulo
experimental o bien como una forma habitual de participar a la producción agropecuaria.
El sujeto agrario publico puede además desempeñar una actividad agraria no productiva.
En este aspecto su calificación de sujeto agrario es excepcional. Pero en razon de que tal
como se expreso en párrafos anteriores, el Estado recibe el nombre de sujeto agrario, en
tanto en cuanto se procede a la sistematizacion juridica y al ordenamiento juridico agrario,
puede afirmarse que en su caracter de tal debe realizar no solo una actividad agraria
productiva, sino también de otro tipo; conservativa, preservativa, de policia, etc.
Este tipo de actividad agraria no productiva es fundamental cuando se trata del Estado,
por cuanto es el encargado por intermedio de sus órganos (Ministerio de Agricultura y
Ganadería, I.N.D.E.R.T, etc.) competentes de proteger, estimular y fomentar en toda
forma a la actividad agraria productiva.
Es necesario insistir que el sujeto privado puede desarrollar cualquier tipo de actividad
agraria; pero llegara a ser sujeto agrario únicamente cuando su actividad fundamental o
principal sea la productiva o sea cuando cultive la tierra, críe o cuide los animales o
plante arboles. Dichas actividades podrán ejercerlas por si o con otros pero su actividad
debe ser siempre de dirección o participación en la actividad agraria productiva. Si no
realizara ninguna otra actividad agraria seria siempre sujeto agrario; pero en cambio si
realizara cualquier actividad agraria menos la productiva no seria sujeto agrario.
Lo fundamental para la calificacion del sujeto agrario es tener presente la actividad agraria
productiva. A partir de este concepto se puede afirmar que quien la ejerce es sujeto
agrario.
En cambio en la actividad agraria no productiva, el Estado o los organismos estatales
pueden ejercerla en razon que si lo hace es por razones de control, vigilancia o fomento
de las condiciones que facilitan o permiten desarrollarse a la actividad productiva
agraria.
En este caso el sujeto que realiza la actividad agraria en cualquiera de sus formas en
razon de la finalidad de sus funciones. De manera que si el sujeto público realiza
actividades agrarias diversas pero no las productivas no pierden su carácter de sujeto
agrario por razon de la competencia que las leyes agrarias le asignan.
Esto en lo que respecta a lo fundamental y sistemático; pero ello no puede en manera
alguna excluir la posibilidad de que el legislador pueda calificar como sujeto agrario
a la persona física o jurídica que se comporte en la forma indicada, o sea que ejerza
otro tipo de actividades que no sea precisamente la productiva.
Lo importante para comprender el criterio adoptado aquí es tener presente que la
producción agropecuaria es una meta fundamental de la política agraria y que la
importancia de la misma trasciende a la persona y hasta el interés del mismo
productor, de manera que si el estado defiende o protege a los productores no lo
hace por ellos mismo sino por el interés publico que representan la producción
agropecuaria.
Los sujetos ejercen la actividad agraria en cualquiera de sus formas. Los sujetos
privados ejercen tambien, pero serán sujetos agrarios mientras realicen como
principal actividad a la productividad en cualquiera de sus especializaciones.
Los sujetos agrarios públicos pueden ejercer indistintamente la actividad agraria en sus
diversas formas, por razones de interés público que protegen o por la necesidad de que
actúen en la actividad agraria ya sea privada o pública.
La actividad es la aptitud o facultad de obrar que permite crear o realizar actos. Es
decir, que la persona que ejerce la actividad agraria ejecuta actos agrarios o los
realiza. Si es sujeto agrario privado realizara actos productivos como finalidad
esencial de su actividad y tambien podrá realizar otros que no sea productivo pero
que se hallaran relacionados con ellos por conexión.
Lo importante es señalar que el sujeto agrario puede ser público o privado. Si es
público ejerce la actividad agraria en cualquiera de sus formas. Si el sujeto agrario
es privado debe realizar como actividad principal a la productividad. Si lo hace es
libre de ejercer todas las demás actividades pero su carácter de sujeto agrario lo
tendrá según realice o no la actividad productiva agropecuaria.
Es necesario insistir que el sujeto privado puede desarrollar cualquier tipo de actividad
agraria, pero llegara a ser sujeto agrario únicamente cuando su actividad
fundamental o principal sea la productiva o sea cuando cultive la tierra, críe o cuide
los animales o plante arboles.
Dichas actividades podrá ejercerlas por sí o con los otros pero su actividad debe ser
siempre de dirección o participación en la actividad agraria productiva. Si no realizara
ninguna otra actividad agraria sería siempre sujeto agrario; pero en cambio sí realizara
cualquier actividad agraria menos la productiva no seria sujeto agrario.
Lo fundamental de la calificación del sujeto agrario es tener presente a la actividad
agraria productiva. A partir de esta concepción se puede afirmar que quien la ejerce
es sujeto agrario.
Clasificación de los sujetos agrarios.
Los sujetos agrarios se clasifican según su naturaleza el tipo de actividad que realizan y
el grado de independencia que gozan en su actividad.
1) Según su naturaleza, se clasifican los sujetos agrarios en físicos y juridico. Son
sujetos físicos agrarios, el hombre y la mujer que realizan las tareas agrícolas en
cualquiera de sus especializaciones de manera habitual.
Entre los sujetos físicos agrarios se distingue además del hombre y la mujer
individualmente considerados y siempre que tengan la capacidad requerida para
desempeñarse como sujetos agrarios, la familia y la comunidad agraria.
La familia y la Comunidad son en principio sujetos agrarios físicos por cuanto
constituyen una agrupación de personas que se asocian e integran un grupo familiar o
comunitario sin llegar a constituir otra persona de naturaleza ideal.
Son Sujetos Agrarios de naturaleza ideal las personas jurídicas capaces de adquirir
derechos o contraer obligaciones agrarias y que tienen por finalidad principal
desarrollar la actividad agraria en forma habitual.
Entre este tipo de sujeto agrario se pueden mencionar en primer termino las cooperativas
agrarias y las asociaciones agrarias de diversas clases, con las excepciones que se
puntualizaran en su parte pertinente. Pueden tambien incluirse a la familia o la
comunidad cuando adquieren personería juridica.
Dentro de los sujetos de existencia ideal necesaria el Estado desempeña un papel
fundamental, por ser la persona jurídica que representa la sociedad organizada
políticamente. Se trata de una persona jurídica pública, cuyas funciones y atribuciones
consiste en realzar el bienestar de la comunidad en general
En esta sistematización hemos optado por clasificar al Estado a través de sus distintos
poderes como sujeto agrario. En verdad puede aparecer como un clasificación
exagerada por cuanto el Estado representa por si un concepto muy amplio para admitir
limitaciones o clasificación de este tipo.
Sin embargo consideramos que por razon de la ley que los propios poderes públicos
sancionan o promulgan se atribuye funciones y atribuciones especificas a determinados
organismos estatales cuyos fines consisten en realizar actividades agrarias o
controlarlas de una manera u otra.
El Estado puede ser considerado como sujeto publico en función de las actividades
agrarias que realiza. No se trata de afirmar que el Estado sea un sujeto agrario, sino
que por razon de las actividades agrarias que desempeña a través de sus poderes y de
sus órganos específicos deber ser considerados, a los efectos de la sistematizacion,
como sujeto agrario publico.
2) Según el tipo de actividad que desarrollan los sujetos agrarios pueden ser:
productores y no productores.
Son sujetos productores los que desempeñan la actividad agraria productiva o que la
dirigen personalmente, ya se trate del cultivo del suelo, cría y del cuidado de los
animales y de la forestación, incluida la explotación forestal que lleva aparejada
Los sujetos productores son los sujetos agrarios de mayor relevancia ya que ellos
personifican al agricultor o el ganadero en sentido amplio.
Por obra del sujeto agrario productor se desarrolla el aspecto más importante de la
actividad agraria. De ahí que todo lo concerniente a los privilegios y facultades se
otorga a ellos el sumun de beneficios en razon de que son ellos tambien los que deben
cumplir determinadas obligaciones especificas.
Los sujetos no productores que pueden calificarse de agrarios son aquellos que realizan
funciones de protección, controlar y fomento de la actividad agraria o que ejerce la
actividad agraria por razones de interés publico rural. Por su intima participación en
la actividad agraria merecen este calificativo a los efectos de sistematizar los sujetos
agrarios.
La actividad agraria que desempeña el Estado a través de sus organismo agrarios puede
ser de relevancia, por ejemplo la actividad agraria de conservación, preservación,
investigación, etc. Todo ello constituye de manera afectiva el desarrollo e incremento
de la producción agropecuaria. Solo por esa razon se puede clasificar a dichos
organismos como sujetos agrarios aunque no sean productores.
Lo que importa tener presente es que tales órganos aseguran de un modo u otro a la
actividad productiva. Por otra parte en ciertos casos el propio estado a través órganos
especializados efectúa o cumple directamente una actividad productiva agraria.
3) Según la categoría de su status los sujetos agrarios pueden ser independientes o
empresarios y dependientes o auxiliares.
Los primeros son los que asumen la responsabilidad plena de las tareas o actos
inherentes a la actividad agraria productiva que desarrollan en sus fundos por si o por
medio de sus representantes.
El sujeto agrario independiente o empresario puede ser calificado como tal en
cualquiera de los niveles económicos a que pueda pertenecer el fundo agropecuario
(Ley No 1248/31 Art. 5º. “Son establecimientos Agrícolas los destinados al cultivo
de la tierra. Comprenden el terreno, las sementeras, los arboles y en general todas las
producciones; los animales, los implementos, los útiles, maquinas y poblaciones),
que posea. Se entiende aquí por fundo agropecuario a la organización productora
agraria integrada por bienes y servicios dirigidos por una persona que recibe el
calificativo de sujeto agrario empresarial o independiente.
Los sujetos agrarios auxiliares son las personas dependientes del sujeto agrario
principal o sea toda persona que trabaja o presta servicio en relación de dependencia
y que actúa por representación o por subordinación al sujeto agrario independiente.
En esta clase de sujeto agrarios se pueden incluir varios tipos diferentes: Sujetos
Agrarios auxiliares permanentes, y los sujetos agrarios auxiliares transitorios. (Ley No
1248/31 DE LAS PERSONAS RURALES. Art. 12º al 13º “Es patrón rural quien
contrata los servicios de una persona en beneficio de sus bienes; y es peón rural,
quien le presta, mediante cierto precio o salario.
Entiéndase por capataz rural toda persona que administre un establecimiento
rural, encargándose de la dirección de los trabajos y de las personas, manejo de
los intereses y representación del patrón…”
Los primeros son los que se hallan vinculados al sujeto agrario principal de manera
estable por un contrato de trabajo, locación de servicios o de obra. Los segundos en
cambio son aquellos que vinculados por un contrato de los que ya mencionados,
solo actúa para cumplir determinados actos o realizar ciertas obras o servicios,
concluidos los cuales cesa de actuar en su carácter de sujeto auxiliar.
Podrían hacerse tambien en esta clasificación de los sujetos agrarios un distingo entre
los dependientes son subordinación común o plena en el trabajo, o bien de
dependencia técnica. Entre estos últimos podrá mencionarse a los aparceros según se
legisla dicho contrato en ciertas leyes agrarias positivas.
Tambien interesa señalar que entre los auxiliares se pueden reconocer grados o sea
distintos niveles que se fijan por razon de la competencia, amplitud de funciones,
mayor autonomía en el desempeño de sus atribuciones, etc. En tal sentido se puede
distinguir a un mayordomo o administrador, de un capataz, etc.
Finalmente dentro de los auxiliares, puede existir una diferencia importante que radica
en el poder de representación, ya que mientras algunos de esa facultad por expresa
voluntad del principal, otros no asumen en ningún caso representación alguna.
Sujeto agrario público.
El Estado, por el hecho de desempeñar funciones de índole agraria y ejercer
atribuciones de protección, fomento y control de la actividad agraria realizada por
sujetos agrarios en general, puede denominársele sujeto agrario público.
El Estado actúa por medio del gobierno que constituye la suma de tres poderes
fundamentales (Art. 3º. De la Constitución Nacional), el Legislativo que sanciona
las leyes y entre las cuales figuran leyes agrarias, el Poder Ejecutivo o administrador
que hace cumplir leyes agrarias y sus reglamentos por medio de sus órganos
componentes y el Poder Jurisdiccional que se aplica a las leyes agrarias por medio
de los tribunales competentes en materia agraria.
El poder legislativo tiene como atribución especifica sancionar las leyes, considerando,
tal como se ha dicho precedentemente, a las leyes agrarias incluida la constitución del
Estado. Existen diferencias de procedimiento en lo que respecta a la sanción de las
constituciones pues según las normas positivas vigentes algunas requieren la elección de
constituyentes para sancionarlas, mientras que en algunos casos pueden hacerlo
directamente los propios legisladores integrantes del Poder Legislativo
Lo importante es señalar que la constitución, al contener normas generales de carácter
agrario, constituyen la ley agraria fundamental de la cual derivan las demás leyes
agrarias, pues estas se sancionan de acuerdo a la orientación y principios generales
contenidos en aquélla.
Tal como se ha explicado la ley constituye la fuente formal de derecho agrario más
importante. En el concepto de ley como fuente de Derecho Agrario se incluye tambien
a los reglamentos de dicta P.E. para ejecutar las Leyes, las resoluciones y disposiciones
emanadas de los distintos órganos del Poder Administrador.
El Poder Ejecutivo que se manifiesta como sujeto publico agrario puede ser centralizado o
descentralizado. Según lo que establezcan las leyes de cada Estado; las funciones y
atribuciones de los ministerios o secretarias del P.E.; existirá uno encargado de regular
y controlar a la actividad agraria.
El Sujeto Agrario Privado.
El sujeto agrario privado es la persona que ejerce la actividad agropecuaria en forma habitual. En términos
estrictamente jurídicos puede definírsele como el ente capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones
agrarias.

El sujeto agrario privado y su caracterización como tal es motivo de controversias doctrinas


por cuanto se discute cual debe ser la clase de actividades que debe desarrollar y en que
forma debe desempeñarlas para que merezca la designación de sujeto agrario.
El sujeto agrario privado puede ser físico o jurídico. Esto implica tambien una ardua
cuestión que es necesario desentrañar por cuanto en muchos casos se observa que el
sujeto privado, cuando se trata de una persona juridica, debe reunir ciertos requisitos que
le permitan caracterizarse como persona agraria, pero que en ciertas circunstancias su
desempeño como sujeto agrario es en verdad objetable ya que su actividad se diferencia
en forma apreciable con relación al sujeto privado físico.
Tanto por la naturaleza como por las funciones que realiza puede dar lugar a cuestión un
tanto complejas que se hallan íntimamente vinculadas con el concepto que tenga de la
actividad agraria y de la forma que la misma debe cumplirse desde el punto de vista
estrictamente jurídico.
Asimismo como en derecho agrario las influencias de orden económico y social son
tambien importantes, es natural que la caracterización del sujeto privado entendido
como persona jurídica sea por demás compleja.
De ahí que será necesario hacer una serie de observaciones para poder analizar la cuestión
del modo más objetivo posible, a fin de desentrañar el alcance y sentido que debe
brindarse el papel que desempeña el sujeto agrario y las vinculaciones que con la
actividad agraria debe tener la persona juridica agraria privada.
A fin de mantener el orden metodológico en la exposición del tema corresponde analizar
separadamente ambos sujetos definir claramente la naturaleza y sus funciones de cada
uno de ellos para poder apreciar cual debe ser el concepto que se acepta para poder
pronunciarse acerca de tal asunto.
Sujeto agrario privado físico.
El sujeto agrario privado físico es toda persona física que reúne aptitudes para desempeñar
la actividad agraria y que es capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones agrarias.
El sujeto privado es el agricultor latu sensu. Es la persona que además de reunir las
aptitudes físicas y jurídicas para desempeñar en calidad de tal, hace de la agricultura su
profesión habitual.
El sujeto agrario privado lo constituye el productor agropecuario y las personas que
ejercen actividades participativas en la producción agraria. Se trata de los agricultores o
ganaderos o los que desempeñan estas tareas simultáneamente. La variedad de estos
sujetos es muy considerables por cuanto cambia según las modalidades que adopten en
la utilización de los bienes agrarios o del fundo agropecuario.
Desde el punto de vista estrictamente jurídico agrario es sujeto agrario la persona que
ejerce la actividad productiva agraria en forma habitual o participa habitualmente en
ella. Puede tambien ejercer la actividad agraria conexa; pero de todos modos su
carácter de sujeto agrario lo conservará en tanto sea un productor o colabore con un
productor en la actividad agraria productiva. En los sujetos agrarios se distinguen
como ya se ha dicho los sujetos agrarios independientes o sea aquellos que de por si
bajo su propia responsabilidad ejercen la actividad agraria y los que por razones de
dependencia participan como auxiliares de aquéllos en la actividad agraria productiva.
Los que ejercen actividades agrarias vinculadas no se los califica como sujetos agrarios.
Ellos ejercen una actividad relacionada con la productividad pero dejan de participar
en lo que tiene mayor relevancia en materia agraria que es la producción agropecuaria.
Es cierto que en muchos casos el propio productor empresario, realiza ciertas
actividades conexas de transformación o venta de productos agropecuarios obtenidos
de su fundo. Las actividades mencionadas son en cierta medida la consecuencia de la
actividad agraria productiva desarrollada por él, dentro de su predio.

En estos casos el criterio ha sido considerar que el sujeto agrario que realiza la
actividad agraria productiva puede ser calificativo de tal, si a esa actividad agregada
a la conexa, como la transformación de los productores de su predio el transporte de
esos productos, la venta del mercado, etc. Siempre será un sujeto privado. Sobre este
aspecto no puede existir dudas.
En cuanto a los demás sujetos que actúan en el ámbito agrario, que adquieren animales
para le reventa, que se dedican a la compra y venta de tierras rurales, que poseen
empresas dedicadas al cultivo de la tierra por medio de maquinarias, los propietarios
de semilleros o de establecimientos de inseminación artificial desarrollan
actividades agrarias vinculadas y por tal motivo consideramos que no son y no
podrían ser sujetos salvo que las actividades mencionadas la desempeñan como
complemento de la productiva.
En lo que respecta a la capacidad del sujeto que no la analizaremos aquí por cuanto es
estudiada en su parte pertinente. Sólo diremos que la capacidad se analiza a través del
sexo, de la edad y de la nacionalidad. Pero esta materia es privada de la ley agraria
positiva que la tratara en la forma que considere más apropiada y supeditada siempre a
las necesidades de cada caso y a la idiosincrasia de cada país.

1- Individual: El sujeto agrario puede ser individual ya sea hombre o mujer. Con
respecto a las posibilidades de que la mujer se desempeñe como sujeto agrario
individual no cabe duda a nuestro juicio que lo puede ser no sólo como auxiliar, sino
tambien como principal, (Constitución Nacional Art. 115º inc. 9) De las Bases de la
Reforma Agraria y del Desarrollo Rural "el apoyo a la mujer campesina en
especial a quien sea cabeza de familia;...", La Ley No 1863/02Art. 2º inca. b)
"promover el acceso de la mujer a la propiedad de la tierra, garantizando su
arraigo a través del acceso al titulo de propiedad, al crédito y al apoyo técnico
oportuno".
La tendencia en las leyes agrarias de colonización de excluir a la mujer de su derecho al
predio en aquellos casos de fallecimiento del marido o abandono del hogar por el mismo,
nos parece un criterio equivocado por lo menos en la actualidad en que la mujer a
adquirido iguales derechos que el hombre y demuestra condiciones para dirigir una
empresa como la agropecuaria sin mayores inconvenientes (Constitución Nacional Art. 48º
De la Igualdad de derechos del hombre y la mujer. “El hombre y la mujer tiene
iguales derechos civiles, políticos, económico y culturales. El Estado promoverá la
condiciones y creará los mecanismos adecuados para que la igualdad sea real y
efectiva allanando los obstáculos que impidan o dificulten su ejercicio y facilitando la
participación de la mujer en todos los ámbitos de la vida nacional”.
2. Colectivo: El sujeto agrario puede ser colectivo o sea integrado por varios sujetos
agrarios. Este puede hallarse representando por la familia agricultora por ciertas
comunidades, agrupaciones o asociaciones, (Ley No 1863/02 Art. 80º
ORGANIZACIONES DE PRODUCTORES RURALES BENEFICIARIOS. “Se
reconoce a las Organizaciones de Productores Rurales, constituidas con arreglo a
la ley, como protagonistas del proceso de desarrollo participativo y
autogestionario de las áreas de asentamientos coloniales. Sus autoridades
competentes serán consideradas interlocutorias validas ante el Organismo de
Aplicación”).
Interesa señalar que tanto las familias como las comunidades o ciertas asociaciones
pueden llegar a adquirir la personería jurídica. En tales casos pasan a ser personas
jurídicas de derecho privado y se rigen por un sistema común a las sociedades
comerciales. Eso sucede en los países donde no se ha desarrollado una legislación agraria
adecuada. Debemos reconocer que lamentablemente esto sucede en la mayor parte de los
países del mundo al extremo que aquellos que muestran su desarrollo más considerable
revelan tambien una técnica legislativa y una regulación jurídica muy deficiente de de la
instituciones jurídicas agrarias.
Sujeto Agrario Privado de Existencia Ideal.
Entre los sujetos agrarios privados deben analizarse a los sujetos agrarios de existencia ideal
o sea las personas jurídicas que reúnan la capacidad requerida por la Ley positiva para
actuar como sujetos agrarios, en razón de que ejercen la actividad agraria por medio de sus
representantes o personas que la integran o la realizan en forma habitual o principal.
Las personas jurídicas o de existencia ideal como sujetos agrarios constituyen un tema
complejo en la doctrina juridica agraria, pues se ha considerado en general que las
personas jurídicas no son los entes más apropiados por su naturaleza y caracteres para ser
incluidos entre los sujetos agrarios. Se han formulado diversas objeciones en tal sentido,
pero sobre todo para determinado tipo de sociedades entre las que se hallan las sociedades
anónimas y las en comandita por acciones.
Los fundamentos que se aducen radican especialmente en el hecho de que en tales
sociedades, nunca se sabe quien es el dueño y por lo tanto, la concentración es la
propiedad de la tierra puede ser muy grande y en ciertos casos pocos convenientes.
Además se ha alegado que las personas de existencia ideal no pueden ser consideradas
como sujetos agrarios ya que no tienen existencia física y en realidad ellas de por si no
realizan tareas inherentes a la actividad agraria.
Sin embargo tales argumentos pueden ser observables, si se tiene presente que existen
sociedades que por mutuo acuerdo de los socios constituyen una persona jurídica,
que actúa por medio de sus socios y que a través de la dirección técnica de un
gerente o director, y con la estrecha colaboración de los encargados de llevar
adelante la actividad del fundo, es indudable que realizan una actividad agraria. Por
ello es necesario expedirse en asunto de tanta importancia.
Para hacer un estudio que pueda explicar la razón que permite hallar el motivo por el
cual las personas jurídicas pueden ser sujetos agrarios, corresponde analizar la
naturaleza de tales personas.
En principio y tal como se ha analizado en la parte referente al sujeto agrario privado,
el agricultor es el sujeto o persona agraria típica.
El derecho agrario se refiere a personas y cosas concretas y la tendencia finalista que lo
inspira constituye uno de los caracteres diferenciales, que permite comprender
cabalmente la importancia que representa que las personas agrarias ofrezcan una
realidad física y que sean ellas corporalmente las destinarias de sus beneficios y de sus
obligaciones.
Sin embargo las personas jurídicas no pueden excluirse lisa y llanamente de la
calificacion de sujetos agrarios. Y ello en razón de diversos motivos:
Existen personas jurídicas como las cooperativas de producción agropecuaria, forestal y
agroindustrial y otras organizaciones de productores o productoras rurales,
formalmente constituidas, que están integradas por agricultores que son personas
físicas agrarias y que se asocian en común para realizar determinados servicios o
para producir bienes y que son de manifiesta utilidad dentro de la comunidad rural.
Las personas físicas o jurídicas, que tengan como actividad económica principal, el
beneficiamiento, la transformación y comercialización de la producción agraria, y
hubieren de realizar las inversiones necesarias para el efecto, principalmente en el
respectivo asentamiento colonial.
Existen sociedades con personalidad jurídica y con personería juridica, que pueden
realizar obras de bien común y que se integran por grupos de agricultores, por familias de
agricultores que no deberían desecharse del ámbito rural.
Existen personas jurídicas de distinto tipo que no pueden ser juzgadas con el mismo
criterio, pues no todas presentan iguales caracteres, ni adolecen de los mismos defectos.
Las Comunidades Indígenas que constituyen hábitat sobre tierras del patrimonio del
Organismo de Aplicación;
Las Instituciones civiles no gubernamentales de bien publico, sin fines de lucro, cuyos
objetivos resultaren congruentes con las finalidades de esta ley;
Las instituciones oficiales del Estado para el cumplimiento de sus fines; y,
Los excombatientes de la Guerra del Chaco, conforme a lo que establece la Ley No 431/73.
Los motivos que se aducen se funda en la realidad y el Derecho tiene por misión
fundamental regular las acciones que surgen entre personas en un mundo real. El jurista
puede sistematizar y puede valorarla las instituciones pero lo que no puede ignorar es la
existencia de ciertas relaciones que surgen de una determinada actividad y cuya
eficiencia práctica resulta de su propio uso.
Por eso en materia de personas jurídicas, no seria posible excluirlas de las relaciones
jurídicas agrarias, por el hecho de que no sean personas fisicas. Además es necesario
admitir que las personas fisicas existen como integrantes de las propias personas
jurídicas.

Lo decisivo en esta materia es la diferencia que presentan las personas jurídicas cuyos
miembros se pueden identificar, y los que no se identifican, por ser anónima la
sociedad o persona juridica, que integran.
La sociedad anónima si bien puede representar un beneficio por la facilidad de
concentración de capital que les es inherente a su propia organización, es por demás
inconvenientes por cuanto tiende a concentrar la tierra en forma a veces desmesurada y
crea un asalariado rural de muy vastas proporciones. Además no permite una
subdivisión adecuada de la tierra y es imposible de controlar en muchos aspectos.
Las personas jurídicas agrarias, pueden ser aceptable si responden a los principios propios
del Derecho Agrario que las personas que trabajen en ella puedan participar en sus
beneficios o acciones, y que los socios posean acciones no amparadas en el anonimato.
En efecto, la equitativa redistribución de beneficios por una parte; y la posibilidad de
que los sujetos agrarios sean personas determinadas con poderes y deberes, que
respondan a la necesidad de trabajar en beneficio común o general, a fin de que un
excesivo liberalismo no cercene las posibilidades de asentar bajo los principios del bien
común a la familia y a la comunidad, representan los motivos determinantes para
aceptar las personas jurídicas privadas sin los caracteres actuales de la sociedad
anónima.
Sin embargo debe tenerse en cuenta que no se propicia aquí la extirpación de la sociedad
anónima, sino que se insiste sobre la necesidad de que en las relaciones jurídicas
agrarias, no se admita este tipo de sociedad por ser de poco interés para la actividad
rural, no obstante los beneficios aparentes que pueden surgir de ella.
La sociedad anónima se constituye para obtener dividendos a favor de sus socios, ello
obliga a una forma de trabajo y a una modalidad en su desenvolvimiento, que afecta en
muchos casos a la conservación de los recursos naturales y tambien a las formas de vida
sociales de un área determinada. Es preciso tener presente tambien que se menciona el
problema tomado en sentido muy amplio y no referido a casos particulares.
La experiencia en América Latina es poco satisfactoria, sin que ello implique desconocer
que existan sociedades que han desarrollado planamente su cometido como entes
productivos agrarios.
Es necesario tambien hacer una breve referencia a un asunto de mucho importancia en
materia jurídica agraria, y es el referido a las normas de estructura agraria que pueden
considerarse fundamentales para realizar una política agraria acorde con los principios
científicos que inspiran a la ciencia política agraria.
Existen en los países, tomados en su conjunto, una diferencia fundamental entre las
organizaciones económicas que se dedican a la agricultura. En efecto, puede darse el
caso de una empresa de capital, que puede ser modesta o colosales proporciones, y otro
tipo de organización que constituye la campesina, que dispone de muy pocos recursos y
cuya capacidad técnica y económica es deficitaria.

Es evidente que el derecho no puede ignorar tales diferencias. No nos oponemos a que
se designe a unas y a otras empresas; pero lo importante es señalar que tanto por su
organización como por su funcionamiento difieren totalmente.
Mientras en las primeras la diferencia es puramente de grado, en las segundas es de
organización, o sea que afecta a la propia naturaleza empresarial y además la falta de
recursos financieros concluye por quitarle todos los elementos fundamentales de una
empresa, con excepción del trabajo que se desarrolla en ella, (el capital apenas
puede incluirse por lo exiguo del mismo y algo análogo sucede con la tierra).
No puede desconocerse la existencia actual de este tipo de fundo, o sea de subsistencia.
Más aún, puede haber tambien fundos para venta de productos que no difieren en mucho
a aquellos fundos exclusivamente limitados a la subsistencia.
Por todo ello, pensamos que ambos tipos de estructura agraria existe en muchos países
del mundo no puede ser desconocida por la regulación jurídica agraria. Lo importante es
tener presente cual puede ser la regulación jurídica agraria que ordene a ambas, pero sin
desvirtuar los principios que informan al Derecho Agrario.
En cuanto a la valoración de acerca de cual de ellas es el tipo preferible, es un asunto de
la ciencia de la política agraria, y la aplicación de una política agraria que tienda a
fortalecer a un tipo de estructura, según se prefiera incrementar la gran empresa, o la
empresa familiar, es asunto librado al criterio del estadista de cada país.
Sólo una observación corresponde hacer aquí sobre este tema y es el vinculado al tipo
de país, ya que es obvio que no puede aplicarse una política agraria análoga a un
país desarrollado con relación a un país en vías de desarrollo. Por parte, faltaría aún
agregar que esta calificacion en muchos casos puede ser observable, ya que existen
países que muestran ciertas zonas todas las características de un país desarrollado, y
sin embargo puede darse el caso que tenga regiones o zonas donde el subdesarrollo
es manifiesto.
Por eso puede resultar necesario aplicar a cada país según sea desarrollado o no un tipo
determinado de empresa agraria.
Finalmente desde el punto de vista jurídico, tambien es necesario distinguir si la empresa
agraria es de tipo puramente individual o privado, o simplemente de tipo estatal o
comunal.
La Constitución Nacional en el Art. 113º Del Fomento de las Cooperativas “El Estado
fomentará la empresa cooperativa y otras formas asociativas de producción de
bienes y servicios, basadas en la solidaridad y la rentabilidad social, a las cuales
garantizará su libre organización y su autonomía.
Los principios del cooperativismo, como instrumento del desarrollo económico
nacional, serán difundidas a través del sistema educativo”, 114º De los Objetivos
de la Reforma Agraria. “La reforma agraria es uno de los factores
fundamentales para lograr el bienestar rural. Ella consiste en la incorporación
efectiva de la población campesina al desarrollo económico y social de la Nación.
Se adoptaran sistemas equitativos de distribución, propiedad y tenencia de la
tierra, se organizaran el crédito y al asistencia técnica, educacional y sanitaria; se
fomentará la creación de cooperativas agrícolas y de otras asociaciones similares
y se promoverá la producción, la industrialización y la racionalización del
mercado para el desarrollo integral del agro”, 115º De las bases de la reforma
agraria y del desarrollo rural.
“La reforma agraria y el desarrollo rural, se efectuaran de acuerdo con las
siguientes bases.
11). La participación de los sujetos de la reforma agraria en el respectivo proceso,
y la promoción de las organizaciones campesinas en defensa de sus intereses
económicos, sociales y culturales;…”
Distintos tipos de personas jurídicas privadas.
Entre las personas jurídicas privadas agrarias, pueden mencionarse varias según sus
diferentes caracteres y modalidades.
Ellas son:
Las que tienen por finalidad un propósito exclusivamente de bien común;
Las que si bien tienen un propósito de bien común participan del carácter de una
empresa como las cooperativas;
Las sociedades comerciales como las sociedades anónimas o sociedades comerciales en
general, con fines exclusivamente de lucro. Entre éstas se pueden distinguir las
productivas y las exclusivamente transformadoras, o de compraventa de productos
agropecuarios.
a) Personas jurídicas agrarias privadas de bien común
En este tipo de personas jurídicas, debe incluirse a todas las sociedades que tienen por
finalidad el desarrollo de la comunidad, o que tiene por objeto el beneficio de la
colectividad y cuyos fines son por lo general, exclusivamente de carácter social.
En es tipo de sociedades y tambien de asociaciones, aunque en caso no llegan a tener el
carácter de personas jurídicas, se pueden incluir los clubes juveniles agrarios, las
sociedades filantrópicas rurales, las sociedades agrarias de divulgación científica son
creadas con el propósito de promover conocimientos técnicos, o la preservación de los
recursos naturales, o la protección de los animales, o la preservación de los parques, etc.

En muchos casos, este tipo de personas jurídicas, pueden cobrar cuotas a sus asociados
o tener subvenciones del gobierno, pero en ningún caso, se dedican a la producción
o transformación de productos agropecuarios y menos aún a la compraventa de los
mismos. Sus fines son desinteresados y su objetivo principal es la divulgación de
conocimientos técnicos, el beneficio social en sus más diversos aspectos dentro del
ámbito rural, o cualquier otro objetivo de bien común para beneficio
exclusivamente de la comunidad rural.
Pueden incluirse tambien en este tipo de sociedades a las religiosas que se dedican a la
enseñanza agrícola, o la difusión de conocimientos técnicos además de sus fines
particulares.
b) Personas jurídicas agrarias privadas de carácter empresarial y de beneficio
social.
En este tipo de sociedades se destacan las cooperativas agrarias en general. Esto ha
dado lugar a discusiones doctrinarias pues para algunos autores las cooperativas
agrarias constituyen un tipo de cooperativas que subsumen dentro de ellas a
cooperativas de crédito, a cooperativas de consumo, a cooperativas de producción,
cooperativas de colonización, etc.
En cambio hay quienes sostiene que las cooperativas agrarias son exclusivamente
cooperativas de producción agropecuaria y por ello se diferencian de las demás
cooperativas, o sea aquellas de consumo, de crédito, de edificación, etc. Lo cierto es
que las cooperativas por lo general son exclusivas, en lo que respecta a sus
objetivos; pero de cualquier modo resulta indudable que las cooperativas
agropecuarias tienen caracteres especiales que permiten calificarlas como de un tipo
especial dentro del cual puede subdividirse las de consumo o de crédito pero
siempre referido al ámbito rural sobre todo a actividad agropecuaria.
De modo que la cooperativa agraria siempre se hallara relacionada con la producción,
con la transformación o almacenamiento de productos agropecuarios con los frigoríficos
o con cualquiera otra actividad análoga puramente agraria. En estos casos es frecuente
que las cooperativas desarrollen actividades complementarias tales como el crédito, el
consumo, etc., pues tales funciones pueden ser evidentemente de utilidad para los socios.
Objeto Agrario
Concepto.
El objeto agrario constituye la cosa o servicio que por su naturaleza o destino pertenece a
la actividad agraria o sirve para la relación de sus fines.
De acuerdo con lo expresado el objeto agrario se halla integrado o por cosa o bienes, o
por servicios que desde el punto vista estrictamente jurídico son las prestaciones de
dar, hacer o de no hacer, a que se someten los sujetos agrarios de acuerdo a los deberes
u obligaciones que imponen a los mismos las normas jurídicas agrarias.
El objeto agrario constituyen una de las categorías jurídicas agrarias de contenido
variable. En efecto como ya se ha dicho el objeto puede manifestarse como una cosa o
como un servicio, y en muchos casos pueden presentarse ambos a la vez.
En toda relación jurídica agraria debe existir un objeto por cuanto la relación jurídica
agraria constituye la unidad sintética de las categorías jurídicas agrarias de contenido
variable.

De la misma manera con relación al sujeto agrario, es factible distinguir el contenido


variable. En efecto el objeto puede ser cosa o bien agrario o servicio agrario. Pero a
la vez las cosas pueden ser naturales o artificiales; las naturales pueden ser de suelo,
agua o bosques, etc. A su vez las artificiales pueden ser maquinas agrícolas,
galpones, molinos, etc.
Contenido.
Para estudiar un objeto agrario es necesario partir del distingo primordial que surge de
su propio contenido o sea las cosas y los servicios.
Las cosas representan el aspecto de mayor relevancia en el análisis del objeto agrario ya
que por medio de ellas se realizan las actividades agrarias fundamentales y más aún,
con la coparticipación de las cosas naturales se logra desarrollar el proceso
agropecuario en todas sus formas y especializaciones.
Las cosas agrarias susceptibles de valor o sea los bienes agrarios admiten diversas
clasificaciones según el método que se adopte para hacerlas. En este caso se ha partido
de la aplicación de los principios generales del Derecho Agrario, a fin de conseguir por
ese medio una clasificación más adecuada a las necesidades y requerimientos de índole
jurídica agraria.

Al estudiar aquí el contenido del objeto agrario lo que interesa es determinar un aspecto
fundamental del mismo y que consiste en distinguir el objeto simple, del objeto
complejo.
Este distingo en el objeto agrario permite aclarar una aparente confusión en su análisis.
En efecto el objeto comprende o puede comprender cosas y servicios o sea
cualquier objeto agrario puede manifestarse concretamente como una cosa o como
un servicio agrario. Es decir que en una relación jurídica agraria el objeto o materia
de la relación jurídica puede concretarse ya sea por una cosa o un servicio o por un
complejo de cosas o servicios.
El objeto puede mantener su carácter de simple mientras su contenido sean cosas o
servicios o cosas y servicios. La diferencia surge o aparece con ribetes especiales
cuando se trata de un objeto complejo porque su contenido mismo es un complejo de
cosas y servicios en sentido de una universalidad de bienes y servicios organizados
coyunturalmente en sentido productivo.
Con lo dicho se puede apreciar el hallazgo de una distinción fundamental en materia
jurídica agraria. Es decir que el análisis del objeto nos permite distinguir el
sinnúmero de cosas y servicios que pueden servir de contenido a una relación
jurídica agraria y el conjunto de bienes y servicios que afectados de una
organización especifica y con un fin productivo constituyen o integran a un objeto
complejo que recibe el nombre de “patrimonio agrícola”.
El patrimonio agrícola sobre el cual se asentará el fundo agropecuario es un objeto
complejo porque se halla constituido por una universalidad de bienes y servicios
organizados con un fin productivo. Se trata de cosas constituidas, plantadas o
enclavadas para que sirvan a un fin determinado y que exista una organización de
servicios que ponga en funcionamiento las cosas para conseguir un fin productivo
determinado.
Clasificación del objeto agrario.
El objeto agrario puede ser clasificado en simple y complejo. El objeto es simple
cuando su contenido se halla integrado únicamente por cosas o servicios agrarios. En
ciertas circunstancias el objeto simple puede tambien componerse de varías cosas y
servicios, sin que ello le haga perder de modo alguno su naturaleza simple.
El objeto agrario es complejo cuando además de hallarse constituido por cosas y
servicios, ellas forman una universalidad de bienes y servicios en sentido integral y su
complejidad se halla reglada por una idea de organización en coyuntura productiva.
En síntesis cuando la intencionalidad organizativa responde a la productividad
agropecuaria en general en cualquiera de sus formas y especializaciones, el objeto es
complejo.
La complejidad del objeto reside en la presencia de objetos físicos o materiales y en la
existencia de objetos ideales o intelectuales como pueden ser la idea organizativa
plasmada en la universidad de bienes y servicios como la unidad sintética que los une
y les da sentido.
De lo dicho resulta que el objeto agrario complejo se define porque además de tener un
contenido universal de las cosas y servicios posee tambien una compleja naturaleza
material e intelectual o ideal (la organización)
El objeto complejo sin la organización que lo convierta en un ente destinado a un fin
productivo no existe como tal. De ahí que sea necesario insistir que en ciertos casos se
da esa situación y en otros no. Por eso el derecho agrario no estudia únicamente a los
objetos agrarios complejos porque de admitirse dejaría de lado muchos otros que
constituyen objetos agrarios que no son complejos.
Dentro del objeto agrario, como parte de él, debemos distinguir a las cosas y los
servicios.
Las cosas se clasifican por su calidad en:
Naturales o artificiales: las cosas naturales esta representadas por los recursos
naturales renovables (suelo, agua, bosque, fauna) y los artificiales son las
constituidas o fabricadas por el hombre (casas, galpones, bretes, arados).
Móviles o inertes: las cosas móviles son aquellas naturales o artificiales que se mueven
por acción física o mecánica; en cambio las inmóviles o inertes son las que
permanecen estáticas y no pueden desplazarse. Las cosas inmóviles pueden ser
susceptibles de ser movidas por acción de hombre y a la vez las cosas móviles
pueden susceptibles de inmovilizarse por acción humana.
Perecederas o imperecederas: las cosas pueden ser perecederas si se pierden o
desnaturalizar por acción del tiempo y de agentes externos, ya sea frio, calor, insectos,
bacterias, etc. Existen por el contrario otras cosas que no son perecederas sino únicamente
por muerte natural o por desgaste o uso común, o sea que su duración es en principio
prolongada mientras que las otras pueden depreciarse rápidamente.
Este distingo que como podrá notarse es relativo tiene importancia en materia agraria por
cuanto los frutos y productos en muchos casos presentan caracteres tales que la actividad
conservadora para protegerlos asume una importancia fundamental al extremo de afectar el
tráfico jurídico.
Productivas y no productivas: las cosas productivas o fructíferas son las que producen
frutos o productos. Las fructíferas son las que producen frutos sin agotarse- por lo
menos dentro de un lapso determinado- en cambio las productivas, son las que producen
pero se agotan por efectos del acto productivo.
Existen tambien cosas que no son productivas, porque no producen; pero pueden llegar a
ser productivas por acción de la naturaleza o del hombre. Ellas se denominan
improductivas y no pertenecen de manera excluyente a ninguna de las categorías cuyas
modalidades pueden llegar a tener. Es importante señalar que lo improductivo es lo que
ha dejado de ser productivo, mientras que lo no productivo es lo que no puede producir.
Divisibles e indivisibles: la divisibilidad o indivisibilidad de las cosas agrarias puede
ser física o jurídica. Se dice de una cosa que es divisible físicamente cuando admite la
división sin alterar la sustancia. Se dice que es indivisible si por la división se altera.
Las cosas divisibles pueden ser divididas en porciones reales sin destruirse, y en forma
cada una de esas porciones un todo homogéneo y análogo a las otras partes como a la
cosa misma. Pero esta división puede no afectar a la sustancia, pero si a su capacidad de
rendimiento económico (parvifundio)
Una cosa es divisible jurídicamente cuando las normas legales lo autorizan e
indivisible cuando lo prohíben. Una cosa puede ser divisible desde el punto de vista
jurídico y no desde el punto de vista físico. Por el contrario una cosa puede ser
jurídicamente indivisible y ser susceptible de división física.
Genéricas o especificas: Esta clasificación que interesa en particular en materia agraria
está fundada sobre la antítesis existente entre el individuo, la especie y el género.
Se entiende por cosa determinada o especifica a la que se distingue por sus caracteres
propios que la diferencian de todas las demás de su especie o género. Cosa genérica
es la determinada por los caracteres comunes a todos los individuos de su especie o
género.
Presentes y futuras: son cosas presentes las que tienen existencia in actu o sea en el
momento de ser tenidas en cuenta. Son futuras aquellas cuya existencia no es actual,
pero puede racionalmente esperarse con más o menos probabilidad.

La Personalidad Agraria.
La capacidad: se entiende por capacidad agraria, la actitud jurídica para celebrar actos
jurídicos agrarios, lo que equivale a decir que es la actitud para adquirir derechos o
contraer obligaciones agrarias. La capacidad constituye una emanación de la
personalidad jurídica agraria, con la cual se halla íntimamente vinculada.
Puede considerársela como algo potencial, en otras palabras como una propiedad o
condición para adquirir derechos o contraer obligaciones agrarias, independientemente
de la mayor o menor extensión que esa calidad virtual pueda implicar en las diversas
personas y ante los distintos actos propios de la actividad jurídica agraria.
La expresión adquirir derechos o contraer obligaciones comprende de la adquisición del
derecho considerada en si mismo, su ejercicio, su conservación y defensa, y su perdida
total.
La capacidad o incapacidad de los sujetos agrarios depende exclusivamente de la ley
agraria positiva.
La capacidad agraria puede ser: capacidad de derecho o de hecho.
Capacidad Agraria de Derecho.
La capacidad agraria de Derecho se relaciona con los requisitos que la ley impone, para
poder ser titular de determinados derechos.

La capacidad agraria de derecho, consiste en la actitud de ciertos sujetos agrarios para


gozar de derechos agrarios, o sea que implica la facultad que reconoce la ley para
poder ser titular de derechos. Ellos se hallan establecidos en la legislación agraria y
tiene carácter general, ya que el reconocimiento legal para gozar de ellos, sólo es
limitado por prohibiciones excepcionales.
La capacidad de derecho ha sufrido variantes considerables en la legislación agraria
mas reciente, pues se prohíbe a determinadas personas o instituciones de disfrutar de
esta capacidad por motivos de índole económica y social, a fin de posibilitar el
cambio de las estructuras agrarias.
La capacidad de derecho por lo general, aparece legislada en forma distinta, pues los
derechos agrarios se hallan especificados en cada una de las leyes agrarias, y sólo en
contados casos en una ley agraria común.
Ello origina dos inconvenientes: uno que consiste en la variabilidad de criterio para
determinar la capacidad agraria de derecho; y el otro debido a que las condiciones
requeridas para disfrutar de ellas se presentan con mayor estrictez en algunos casos que
en otros.
Son capacidades de derecho en la legislación agraria, las que las leyes otorgan para
adquirir tierras, explotar bosques, para utilizar aguas publicas, para acogerse a
prórrogas legales en los contratos agrarios o a los beneficios de Inembargabilidad en
ciertos bienes, etc. (Ley No 1863/02 Art. 16º y 17º BENEFICIARIOS DE LA LEY Y
OTROS BENEFICIARIOS DE ESTA LEY).
Capacidad Agraria de Hecho.
La capacidad de hecho presupone la posibilidad de ejercer el derecho. Ejercer un derecho,
significa ponerlo en ejecución. La persona que tiene el ejercicio de sus derechos
agrarios puede disponer libremente de ellos, enajenarlos, gravarlos, cederlos, etc.
En las leyes agrarias se halla legislada la capacidad agraria de hecho, como el conjunto de
normas que regulen la forma de ejercer esos derechos, de manera tal que si bien todos o
un grupo de sujetos agrarios son titulares de esos derechos, solo los que reúnen
determinadas condiciones pueden ejercerlos.
Así podrá notarse como en la mayor parte de las leyes de reforma agraria y colonización al
establecer el régimen de adjudicación de predios “a productores en general o profesionales
de la agricultura” establece en esta expresión las condiciones fundamentales para gozar de
determinados derechos (capacidad agraria de derecho), y fijar los requisitos para poder
ejercerlos (capacidad agraria de hecho).
Las capacidades de hecho que generalmente se establecen son:
Mayoría de edad, paraguayo o extranjero con radicación permanente no menos de cinco
años de residencia en el país, etc. Según las países:
Diferencias entre capacidad Agraria de Derecho, de Hecho y los requisitos para
adquirir o ejercer ciertos derechos agrarios.
La capacidad agraria de derecho, consiste en la actitud para gozar o dispone de
determinados derechos, de acuerdo a las facultades otorgadas por la ley agraria positiva.
La capacidad agraria de hecho es la posibilidad de ejercer el derecho que la ley otorga.
El requisito jurídico es una condición externa a la persona que la ley establece, para que un
sujeto pueda disfrutar o ejercer un derecho.
La capacidad agraria de derecho determina las facultades que puede tener los sujetos
agrarios, o sea los derechos que les son inherentes; la capacidad agraria de hecho, se limita
a determinar cuales deben ser las aptitudes para ejercerlos, y los requisitos, son
condiciones que con independencia de la personalidad del individuo, pero íntimamente
vinculadas a el, fija la ley para poder disfrutar o ejercitar algún derecho.
De lo dicho resulta, que la capacidad de derecho solo se refiere a la facultades inherente a
una persona agraria; de hecho a la posibilidad física de poderla ejercer, y el requisito la
condición física o jurídica- no inherente a la persona- para disfrutar o ejercer el derecho
reconocido por la ley.
Un ejemplo podrá aclarar mejor los distingos enunciados. La ley puede establecer que para
adquirir tierras, es preciso en caso de persona física que el agricultor se dedique en forma
directa y habitualmente a la agricultura, como actividad económica principal, porque
solo ellos podrán optar a su adquisición (capacidad agraria de derecho). La misma ley
establece, que para ejercer el derecho tendiente a adquirir el dominio, el agricultor deberá
tener mayoría de edad, buena conducta, (capacidad de hecho) además no debe ser
propietario de predio que constituya una unidad económica (Ley No 1863/02 Art. 8º
UNIDAD BASICA DE ECONOMICA FAMILIAR UBEF. (Requisito de derecho), y
deberá acreditar que se desempeña como agricultor, (requisito de hecho).
Incapacidad juridica agraria.
La incapacidad agraria es la falta de aptitud para disfrutar de un derecho o la
posibilidad de ejercerlo. La incapacidad jurídica agraria puede ser derecho y de hecho,
y estas a su vez absoluta y relativa.

La incapacidad consiste en la negación de un derecho de carácter agrario. El


fundamento esencial de las incapacidades surge por necesidad de proteger el interés
económico o social, mediante la exclusión de determinadas personas en el goce de
derechos o en el ejercicio de los mismos.
En realidad, si se analiza cuidadosamente los principios de derecho agrario, veremos
como la forma de asegurar su protección y eficacia, en miras al logro de los fines
propios de toda política agraria científica, es imponer ciertas incapacidades de
derecho o de hecho, a los sujeto agrarios.
De tal manera, por ejemplo, si las sociedades anónimas por su interés puramente
lucrativo y por el anonimato de sus titulares, puede resultar nociva para la actividad
agraria, solo puede lograrse su exclusión mediante la declaración de una incapacidad
agraria de derecho, que les prohíba por ejemplo, adquirir bienes inmuebles rurales.
Si se desea que la gente que inicia su actividades en la agricultura por medio de la
colonización, sea apta para el trabajo agrario, es obvio que será necesario “limitar” la
capacidad agraria de derecho que la ley otorga a todo agricultor para adquirir tierra,
mediante la creación de una incapacidad de hecho.
La incapacidad agraria de derecho puede ser absoluta o relativa. Es muy difícil hallar una
incapacidad agraria absoluta, aunque podrían mencionarse la que prohíbe a las
sociedades anónimas ejercer la actividad agraria.
La incapacidad agraria de derecho relativa, es más común ya que puede afectar a la
persona que no sea un agricultor o productor agrario profesional.
Las incapacidades se refieren exclusivamente a las condiciones inherentes a la
personalidad de los sujetos agrarios, y se vincula directamente con la protección y el
fomento de la actividad agraria de ahí que a medida que las exigencias legales sean
mayores, en razon de la necesidad de incrementar la producción agropecuaria o de
defender los recursos naturales renovables, o bien de lograr una mas equitativa
distribución de los beneficios obtenidos del trabajo agropecuario, irán sensiblemente
aumentando las incapacidades agrarias de derecho y de hecho. Ello es indudable, ya
que la regulación jurídica agraria debe establecer limitaciones en los derecho
subjetivos por razon de los principios propios que orientan al derecho agrario objetivo.
El Código Civil establece los siguientes artículos con relación a los hechos y actos
jurídicos que deben ser tenidos en cuenta:
DE LAS PERSONAS FISICAS.
Art. 28º.- Las personas físicas tienen capacidad de derecho desde su concepción para
adquirir bienes por donación, herencia o legado. La irrevocabilidad de la adquisición
está subordinada a la condición de que nazca con vida, aunque fuere por instantes
después de estar separada del seno materno.
DE LA CAPACIDAD E INCAPACIDAD DE HECHO.
Art. 36º.-La capacidad de hecho consiste en la aptitud legal de ejercer uno por si mismo o
por sí solo sus derechos. Este Código reputa plenamente capaz a todo ser humano que
haya cumplido veinte años de edad y no haya sido declarado incapaz judicialmente.
Art. 37º.- Son absolutamente incapaces de hecho:
Las personas por nacer;
Los menores de catorce años de edad;
Los enfermos mentales; y,
Los sordomudos que no saben darse a entender por escrito o por otros medios.
Art. 38º.- Tienen incapacidad del hecho relativa, los menores que hayan cumplido
catorce años de edad y las personas inhabilitadas judicialmente.

Art. 39º.- Cesará la incapacidad de hecho de los menores:


De los varones y mujeres de diez y ocho años cumplidos, por sentencia de juez
competente ante quien se acredite su conformidad y la de su padres, y en
defecto de ambos, la de su tutor, que los habilite para el ejercicio del comercio u
otra actividad lícita.
De los varones de diez y seis años y las mujeres de catorce años cumplidos, por su
matrimonio, con las limitaciones establecidas en este Código; y,
Por la obtención de titulo universitario.
La emancipación es irrevocable.
Art. 40º.- En caso de oposición de intereses entre los del incapaz y los de su
representante necesario, éste será sustituido por un curador especial para el
caso de que se trate.
Art. 52º.- el dominio real de las personas es el lugar donde tienen establecido el
asiento principal de su residencia o de sus negocios. El domicilio de origen es el
lugar de domicilio de los padres, en el día del nacimiento de los hijos.
Los funcionarios públicos tienen su domicilio en el lugar que ejerzan sus
funciones, no siendo éstas temporarias o periódicos.
Los militares en servicio activo, en el lugar donde presten servicio;
Los condenados a pena privativa de libertad lo tienen en el establecimiento donde
la estén cumpliendo;
Los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que no tuviese
domicilio conocido, lo tienen en el de residencia actual; y,
Los incapaces tienen el domicilio de sus representantes legales.
Art. 54º.- la duración del domicilio legal depende del hecho que lo motive. Para
que la residencia cause domicilio, debe ser permanente.
Art. 55º.- En el caso de habitación alternativa en diferentes lugares el domicilio es
el lugar donde se tenga la familia, o el principal establecimiento.
Si una persona tiene establecida su familia en un lugar y sus negocios en otro, el
primero es el lugar de su domicilio.
Art. 56º.- la residencia involuntaria en otro lugar no altera el domicilio anterior, si se
conserva allí la familia o se tiene el asiento principal de los negocios.

Art. 57º.- El domicilio de origen regirá desde que se abandonare el establecido en el


extranjero, sin ánimo de regresar a él.
Art. 58º.- el domicilio real puede cambiarse de un lugar a otro. Esta facultad no puede
ser coartada por contrato ni por disposición de última voluntad. El cambio de
domicilio se verifica por el hecho de la traslación de la residencia de un lugar a otro,
con ánimo de permanecer en él.
Art. 59º.- el último domicilio conocido de una persona es el que prevalece, cuando no es
conocido el nuevo.
Art. 60º.- el domicilio se conserva por la sola intención de cambiarlo, o de no adoptar
otro, mientras no se haya constituido de hecho una residencia permanente.
Art. 61º.- el domicilio legal y el domicilio real determinan la competencia de las
autoridades para el ejercicio de los derechos y cumplimiento de las obligaciones.
Art. 62º.- Sin perjuicio de lo establecido en el artículo anterior, se podrá elegir en
los actos jurídicos un domicilio especial para determinados efectos, y ello
importará prorrogar la jurisdicción.
Art. 91º.- Son personas jurídicas:
El Estado;
Los Gobiernos Departamentales y las Municipalidades;
Las iglesias y las confesiones religiosas;
Los entes autárquicos, autónomos y los de economía mixta y demás entes de
derecho público que, conforme con la respectiva legislación, sean capaces de
adquirir bienes y obligarse;
Las Universidades;
Las asociaciones inscriptas con capacidad restringida;
Las fundaciones;
Las asociaciones anónimas;
Las cooperativas; y,
Las demás sociedades reguladas en el libro III de este Código.
Art. 93º.- comenzara la existencia de las personas jurídicas previstas en los incisos
c),e),f) y j) del artículo 91º, desde que su funcionamiento haya sido autorizado por
la ley o por el Poder Ejecutivo. Las decisiones administrativas que hagan o no
lugar a reconocimiento podrán ser recurridas judicialmente.

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