Está en la página 1de 14

TECNOLOGICO NACIONAL DE MÉXICO

INSTITUTO TECNOLOGICO DE TLALNEPANTLA


INGENIERÍA INDUSTRIAL
QUÍMICA
I.Q.I. Fuentes Martínez Abel

Introducción a la tabla periódica, estructura del


átomo.
El modelo de Bohr y el modelo atómico cuántico.
2.1 Introducción histórica de la clasificación periódica
La razón de su importancia es que proporciona una forma concisa de en-tender cómo
reaccionan entre sí todos los elementos conocidos y cómo se enlazan químicamente.
Asimismo ayuda a explicar las propiedades de cada elemento.

Tríadas de Döbereiner:
El siglo XIX fue una época de enorme
desarrollo científico. En 1817, el químico
alemán Johann Döbereiner notó que varios
grupos de tres elementos formaban tríadas
con dos características interesantes. El
elemento ubicado en medio de una tríada
no sólo tenía reactividad química
intermedia, sino también un peso ató-mico
intermedio. Es decir, encontró que el peso
del elemento intermedio —tal como el
sodio en la tríada formada por litio, sodio
y potasio—tenía un peso atómico que era
el promedio aproximado de los otros dos
elementos.
Octavas de Newlands:
En 1864, Newlands estableció la “ley de las octavas”, llamada así porque al
colocar los elementos conocidos en aquel entonces, tomando como base su peso
atómico, en columnas verticales de siete elementos cada una, observó que en
muchos casos coincidían en las filas horizontales elementos con propiedades que
presentaban una variación regular. Newlands introdujo la idea de periodicidad al
proponer que a intervalos regulares de ocho elementos aparecen propiedades
similares, tal como vemos a continuación.
Tabla periódica de Mendeleev:
En 1869, Mendeleev, a quien se le conoce como “el padre de la tabla periódica”, presentó su trabajo en
una tabla que agrupaba los elementos en función de sus propiedades físicas y químicas. Él estaba
convencido de la individualidad y la existencia distintiva de los elementos y utilizó como criterio las
valencias de los distintos elementos además de su peso atómico. Esta colocación da lugar a un nuevo
ordenamiento en el que en los grupos coinciden elementos de propiedades químicas similares y presentan
una variación regular en sus propiedades físicas. Es famoso por haber dejado casillas vacías en su tabla
periódica para elementos que no habían sido descubiertos en su época y por predecir de manera exitosa
muchas de sus propiedades, especialmente en el caso del galio, germanio y escandio.
El sistema periódico de los elementos recibe ese nombre debido a que muestra en forma gráfica cómo
ciertas propiedades de las sustancias químicas se repiten después de intervalos regulares. La tabla más
utilizada, llamada tabla periódica larga, contiene 117 elementos. Cada uno está colocado a lo largo de
hileras denominadas periodos, ordenadas de acuerdo con el número atómico creciente. Existen siete
renglones o hileras, cada una conforma un “periodo”. La longitud de los periodos varía: el primero tiene
dos elementos, los dos siguientes tienen ocho cada uno, los siguientes pares de periodos tienen 18 y 32,
respectivamente. El número del periodo indica el número del nivel de energía principal que comenzarán a
llenar los electrones. Los elementos de un periodo varían desde muy metálicos (grupo 1 o IA) hasta no
metálicos (grupo 18 u VIIIA).
Algunas de las familias o grupos reciben nombres especiales:
Las familias o grupos 13, 14, 15 y 16 no tienen nombres especiales, por lo que a veces se les asigna el
nombre de los elementos que inician el grupo:

Grupo 13: familia del aluminio

Grupo 14: familia del carbono

Grupo 15: familia del nitrógeno.

Grupo 16: familia del oxígeno


2.2 Estructura del átomo. Partículas subatómicas: electrones, protones y
neutrones

Aunque vivimos en la era de los aceleradores de partículas y de las reacciones nucleares, estudiar
únicamente al protón, al electrón y al neutrón, es suficiente para comprender el comportamiento
químico de la materia. Baste considerar que el núcleo del átomo está formado por dos tipos de
partículas de masa muy parecida: protones, que tienen carga positiva, y neutrones, con carga neutra.

Los protones y los neutrones se


encuentran en el núcleo del
átomo y se les denomina
nucleones. La cantidad de
protones más la cantidad de
neutrones es igual al número
de masa (o número de
nucleones) y se representa por
la letra A:

𝑁 ú 𝑚𝑒𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑎𝑠𝑎 𝐴=𝑛ú 𝑚𝑒𝑟𝑜 𝑑𝑒𝑝𝑟𝑜𝑡𝑜𝑛𝑒𝑠+𝑛ú 𝑚𝑒𝑟𝑜 𝑑𝑒𝑛𝑒𝑢𝑡𝑟𝑜𝑛𝑒𝑠


Se acostumbra escribir el número de masa arriba, a la izquierda del símbolo del
elemento, y el número atómico abajo, a la izquierda del símbolo.

Así, el flúor tiene número de masa 19 y número atómico 9. Esta notación se representa así:

F
19

9
Tema: 2.3 El modelo de Bohr y el modelo atómico
cuántico
La química prosperó paralelamente al conocimiento de la naturaleza de la materia. Con
el tiempo se hizo evidente la presencia de cargas eléctricas en la materia. Después del
modelo planetario del átomo propuesto por Rutherford, en 1914 el científico danés Bohr
trató de explicar un hecho experimental: el espectro del átomo de hidrógeno, para lo
cual propuso un modelo en el que:

“Los electrones de los átomos están


localizados en ciertos estados energéticos
estables.”
Estos estados estacionarios o niveles energéticos corresponden a una
posible órbita del electrón alrededor del núcleo. El modelo atómico de
Bohr establece que:
El nivel energético de menor energía
La energía del electrón en el átomo está cuantizada, es es n=1 y se considera como el estado
decir, no puede adoptar cualquier valor. basal. También se le llama estado
fundamental.
La emisión y absorción de luz por los átomos se explica
por el tránsito del electrón entre dos de los estados
energéticos permitidos.

Existe un estado de mínima energía llamado estado


basal.

El número entero n, o número cuántico principal,


especifica la órbita del electrón y su energía.
Modelo atómico cuántico.
El modelo de Bohr explicaba el espectro discontinuo del átomo de hidrógeno, pero no se puede aplicar al
resto de los átomos de la tabla periódica. Esta situación desembocó en la formulación de una nueva teoría
física: La probabilidad de que el electrón sea detectado en una zona específica del espacio alrededor del
núcleo y reciben el nombre de orbitales.

Luego, a través de cálculos


complejos, los valores
posibles para las energías de
los electrones en los
átomos, se caracterizan por
cuatro números cuánticos: n,
l, m, s. Los valores permitidos
para estos números cumplen
las siguientes reglas:
La distribución de los electrones en los diferentes niveles de energía de un átomo se conoce como
configuración electrónica.
Según su orden de energía creciente, estos orbitales se denominan: s, p, d y f. Para identificar
dónde se localiza el electrón, se escribe el número del nivel de energía y la letra que indica el
orbital, por ejemplo: 2p. 3d. 4f

También podría gustarte