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Tema 2. Teoria atomica.

Modelo atomico.

Los electrones no describen orbitas definidas sino que se distribuyen en una determinada zona llamada
ORBITAL. Los electrones se distribuyen en diferentes niveles energéticos en las diferentes capas.

Un modelo atómico, por lo tanto, consiste en representar, de manera gráfica, la materia en su


dimensión atómica. El objetivo de estos modelos es que el estudio de este nivel material resulte más
sencillo gracias a abstraer la lógica del átomo y trasladarla a un esquema.

El modelo atómico de Bohr o de Bohr-Rutherford, por ejemplo, es un modelo cuantizado del átomo que
se desarrolló para dar explicación a la forma en que los electrones logran trazar órbitas que resultan
estables en torno al núcleo. Este modelo funcional no se basa en la representación física del átomo: se
orienta, en cambio, a usar ecuaciones para explicar su funcionamiento.

El modelo atómico de Schrödinger, por su parte, es un modelo cuántico no relativista sustentando en la


resolución de la llamada ecuación de Schrödinger para un potencial electrostático con simetría esférica.

Otro modelo atómico es el de Thomson, también conocido como modelo del pudín. Se trata de una
teoría propuesta por Joseph John Thomson (quien descubrió el electrón) acerca de la estructura
atómica.

Tambié podemos mencionar al modelo atómico de Rutherford, ideado por Ernest Rutherford para
brindar una explicación sobre el resultado de sus experimentos con láminas de oro. Este físico y químico
indicó que los átomos disponen de electrones y que éstos se hallan girando alrededor de un núcleo
central. Dicho núcleo, para Rutherford, concentraría casi la totalidad de la masa y toda la carga positiva
de un átomo.

De la misma forma tampoco podemos pasar por alto el modelo atómico de Dalton. A principios del siglo
XIX sería cuando vio la luz dicho planteamiento que, aunque tenía ciertos errores, supuso un hito muy
importante en aquel momento y es que ofreció unos importantes avances en lo que respecta a la
estructura de la materia.

Entre los principales pilares de dicha teoría destacan ideas como que la materia está conformada por
partículas denominadas átomos, que los átomos que pertenecen a un mismo elemento son idénticos o
que estos citados átomos no se pueden dividir.

Proton.

Un protón es una partícula subatómica con carga eléctrica positiva que se encuentra dentro del núcleo
atómico de los átomos. El número de protones en el núcleo atómico es el que determina el número
atómico de un elemento que se indica en la tabla periódica de los elementos. Un protón tiene una masa
de cerca de 1.674 x 10 -24g. El protón tiene una carga elemental positiva de 1,602 x 10 -19 coulombs. El
protón fué descubierto por Ernest Rutherford en el año 1919. historia de su descubrimiento se remonta
a 1886, cuando Eugene Goldstein descubrió los rayos anódicos y demostró que eran partículas con carga
positiva ( iones) producidos a partir de los gases. Con sus experimentos Goldstein observó que estas
partículas tenían valores diferentes de relación entre carga y masa. Por este motivo no se pudo
identificar la carga positiva con una partícula. En 1911, Ernest Rutherford presentó su modelo atómico
planetario. En este modelo ya establecía que en el centro del átomo se concentraba una carga eléctrica
positiva rodeada de los electrones descubiertos por Thompson con carga negativa. Rutherford liberó el
núcleo del hidrógeno usando una fuente de radiactividad para producir partículas alfa energéticas. Con
sus investigaciones, Rutherford demostró que el núcleo de hidrógeno estaba presente en otros núcleos.
El hidrógeno es el único elemento de la tabla periódica que tiene un único protón, por lo tanto, cuando
se refería a un núcleo de hidrógeno era como hablar de un protón.

Electrones.

Se conoce como electrón a la partícula esencial más liviana que compone un átomo y que presenta la
menor carga posible en lo referente a la electricidad negativa. Se trata de un elemento subatómico que
se sitúa en torno al núcleo del átomo, formado por neutrones y protones. La carga de un electrón es de
1.60 x 10-19 C. Su masa es aproximadamente de 9.11 x 10-31 kg. El electrón fue la primera partícula
elemental descubierta. En 1895 Jean Perrin, analizando la carga eléctrica de los llamados rayos
catódicos, demostró que transportaban carga negativa. Joseph John Thomson consiguió determinar la
carga específica de las partículas. En 1906 Thomson ganó el Premio Nobel de Física. Millikan aprovechó
el trabajo de Thomson para realizar el experimento de la gota de aceite. En este experimento pudo
medir la carga y la masa La producción de electrones libres han hecho desarrollar la electrónica.

Neutrón.

Un neutrón es una partícula subatómica que forma parte del átomo (junto con el protón y el electrón).
Los neutrones y los protones forman el núcleo atómico y también se pueden llamar nucleones. La
diferencia del número de neutrones en el núcleo de un átomo no implica la variación de la naturaleza
del propio átomo, pero sí que determina el isótopo al que forma parte. La carga eléctrica total del
neutrón es 0 coulombs. James Chadwick, físico y premio Nobel británico, descubrió el neutrón en 1932.
Cuando Ernest Rutherford planteó su modelo atómico, realizó una conferencia ante la Royal Society en
1920. En ella, planteó que en el núcleo del átomo debía haber otra partícula sin carga eléctrica para
mantener unidos los protones. El primer indicio de la existencia de esta partícula nueva se produjo en
1930. Walther Wilhelm Georg Bothe y H. Becker, descubrieron que al bombardear berilio con partículas
alfa se producía una radiación penetrante. Inicialmente, se creía que esta radiación era un tipo de
radiación gamma. En 1932, James Chadwick propuso una explicación alternativa de partículas sin carga
de aproximadamente el mismo tamaño que un protón. Esta nueva partícula recibió el nombre de
neutrón debido a su carga eléctrica neutra.

Numero atomico. (Z).


Es el número de protones que tienen los núcleos de los átomos de un elemento. Todos los átomos de un
elemento tienen el mismo número de protones. Como la carga del átomo es nula, el número de
electrones será igual al número atómico. Dado que los átomos en la naturaleza son eléctricamente
neutros, la cantidad de partículas positivas y negativas es la misma, de modo que si un átomo tiene Z =
11, tendrá once protones y once electrones alrededor. Además, el número atómico permite organizar
los elementos conocidos en la Tabla Periódica, van del menor al mayor número de protones en el núcleo
a medida que se avanza por las filas y columnas de la tabla. Por ejemplo, el hidrógeno (H) tiene apenas
un protón (Z = 1), mientras que el oganesón (Og) posee ciento dieciocho (Z = 118). Así se puede
diferenciar elementos livianos de elementos pesados.

Numero masico. (A).

El número másico es la suma de los protones y los neutrones. Se denota con la letra A (del alemán
Atomgewicht) como superíndice a la izquierda del símbolo químico (por ejemplo: 23Na). El número
másico suele ser aproximadamente el doble que el número atómico ya que los neutrones brindan
estabilidad al núcleo atómico, y superan así la natural repulsión entre protones de carga positiva. A
diferencia del número atómico, el número másico varía en cada isótopo.

Masa atómica.

La masa atómica es la masa de un átomo, más frecuentemente expresada en unidades de masa atómica
unificada.

Estructura atómica.

El átomo está constituido por un núcleo que contiene nucleones (protones y neutrones), rodeado por
una envoltura que contiene electrones.

Isotopos.

Los isótopos son átomos cuyos núcleos atómicos tienen el mismo número de protones pero diferente
número de neutrones. No todos los átomos de un mismo elemento son idénticos y cada una de estas
variedades corresponde a un isótopo diferente. Es decir que sondiferentes elementos que tienen el
mismo número atómico, pero diferente número másico. la diferencia entre dos isótopos de un elemento
es el número de neutrones en el núcleo. Ejemplo:
Números cuánticos.

 Numero cuantico principal. (n).

También llamado el número cuántico “de la energía”, indica la distancia aproximada desde el núcleo.
Denota el nivel de energía del electrón alrededor del átomo, y se deriva directamente de la ecuación de
Schrodinger. Mientras más grande es el valor de “n”, más grande es la energía del orbital y, por ende, la
energía de los electrones ubicados en ese orbital (los electrones están unidos con menor fuerza al
núcleo). Sus valores son enteros positivos, n = 1 , 2 , 3 , ...

 Numero cuantico azimutal o subsidiario. (l).

Denota los distintos subniveles de energía dentro del nivel principal “n”. También indica la forma de los
orbitales alrededor del núcleo. Sus valores son enteros positivos: 0 - ( n-1 ).

 Numero cuantico magnético. (ml).

También llamado número cuántico de orientación orbital. Denota la orientación en un campo magnético
– o define las diferentes direcciones del orbital en el espacio alrededor del núcleo. Los valores pueden
ser negativos o positivos.

 Numero cuantico magnético de spin.

El electrón es una partícula cargada que gira sobre su eje, por lo cual genera un campo magnético. El
electrón puede tener dos orientaciones posibles en un campo magnético (actúa como un imán muy
pequeño) Los valores de ms pueden ser +1/2 ó –1/2.

Valores permitidos de los números cuánticos.


Números cuánticos y configuración electrónica.
Tabla periódica.

La tabla periódica, o tabla periódica de los elementos, es un registro organizado de los elementos
químicos según su número atómico, propiedades y características. Está compuesta por 118 elementos
confirmados por la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC, por sus siglas en inglés), de
los cuales 94 son elementos que existen en la naturaleza, y 24 elementos son sintéticos, es decir, han
sido creados de manera artificial. Su desarrollo está estrechamente vinculado con el descubrimiento de
nuevos elementos y el estudio de sus propiedades comunes. Aspectos como la noción de masa atómica
y las relaciones entre la masa atómica y las propiedades periódicas de los elementos han resultado
fundamentales para configurar la tabla periódica moderna. La tabla periódica funciona como una
herramienta fundamental para el estudio de la química, pues permite identificar de manera coherente y
fácil las diferencias y similitudes entre los elementos químicos. La tabla periódica está compuesta por 18
grupos de elementos organizados en columnas verticales, numerados del 1 al 18 de izquierda a derecha,
comenzando por los metales alcalinos y terminando con los gases nobles. Los elementos que
pertenecen a una misma columna tienen características químicas similares, a partir de cómo se
estructuran los electrones en la última capa del átomo. También esta organizada por periodos los cuales
son las siete filas horizontales que tiene la tabla periódica. En estas filas se agrupan los elementos que
tienen el número de capas de electrones que coincide con el número del período.

Se pueden diferenciar tres categorías de los elementos que componen la tabla periódica a partir de sus
propiedades químicas y físicas que son: metales, metaloides y no metales.

Metales: son elementos sólidos a temperatura ambiente, menos el mercurio que se encuentra en
estado líquido. Son maleables y dúctiles, y son buenos conductores de calor y de electricidad. Se
encuentran del lado izquierdo de la tabla.

No metales: en su mayoría se trata de gases, aunque también hay líquidos. Estos elementos no son
buenos conductores de electricidad. Se encuentran del lado derecho de la tabla.

Metaloides o semimetales: tienen propiedades tanto de los metales como de los no metales. Pueden ser
brillantes, opacos y poco dúctiles. Su conductividad eléctrica es menor a los metales, pero mayor a los
no metales. Se encuentran del lado derecho de la tabla, entre los metales y no metales.

La tabla periódica también se puede dividir en cuatro bloques según la secuencia de capas de electrones
de cada elemento. El nombre de cada bloque deriva según el orbital en el que se ubica el último
electrón.

Bloque s: grupos 1 y 2 de los metales alcalinos, alcalinotérreos, hidrógeno y helio.

Bloque p: abarca los grupos del 13 al 18 y metaloides.

Bloque d: compuesta por los grupos del 3 al 12 y los metales de transición.

Bloque f: no tiene número de grupo y corresponde a los lantánidos y actínidos. Generalmente, se


colocan debajo de la tabla periódica.
Llenado de orbitales.

Configuración electrónica.

En química, la configuración electrónica indica la manera en la cual los electrones se estructuran,


comunican u organizan en un átomo de acuerdo con el modelo de capas electrónicas, en el cual las
funciones de ondas del sistema se expresan como un producto de orbitales antisimetrizado.12 La
configuración electrónica es importante, ya que determina las propiedades totales de combinación
química de los átomos, por lo tanto su posición en la tabla periódica de los elementos. Niels Bohr fue el
primero en proponer (1923) que la periodicidad en las propiedades de los elementos se podía explicar
mediante la estructura electrónica del átomo.5 Su propuesta se basó en el modelo atómico de Bohr para
el átomo, en el cual las capas electrónicas eran órbitas electrónicas a distancias fijas al núcleo. Las
configuraciones originales de Bohr hoy parecen extrañas para el químico: al azufre se le asignaba una
configuración 2.4.4.6 en vez de 1s2 2s2 2p6 3s2 3p4. Un año después, E. C. Stoner incorpora el tercer
número cuántico de la teoría de Sommerfeld en la descripción de las capas electrónicas, y predice
correctamente la estructura de capas del azufre como 2.8.6.6 Sin embargo, ni el sistema de Bohr ni el de
Stoner podían describir correctamente los cambios del espectro atómico en un campo magnético
(efecto Zeeman).

 Principio de exclusión de Pauli.

Dos electrones del mismo átomo no pueden tener los cuatro números cuánticos idénticos. En
consecuencia, un orbital no puede tener más de dos electrones y deben estar apareados.

Cada electrón dentro de un átomo queda definido completamente a través de cuatro números
cuánticos:

n: número cuántico principal. Representa el nivel energético del electrón y está relacionado con la
distancia media entre el núcleo y el electrón.

l: número cuántico azimutal, número cuántico de momento angular o número cuántico secundario.
Indica subniveles energéticos y se relaciona con la forma del orbital electrónico.

m, ml: número cuántico magnético. Indica la orientación espacial del subnivel energético u orbital
electrónico.

s, ms: número cuántico de espín. Indica el momento angular intrínseco y se relaciona con el giro del
electrón sobre sí mismo. El electrón puede girar en el mismo sentido que gira en el orbital o en sentido
contrario, y puede tomar solo dos posibles valores, 1/2 y -1/2.

Si dos electrones tienen el mismo n, l y m, entonces ocuparán el mismo orbital, el mismo subnivel de
energía y en la misma orientación espacial, pero para ello tienen que tener diferente espín. Uno de los
cuatro números cuánticos tiene que ser diferente para que puedan ocupar exactamente el mismo
orbital, uno tendrá espín 1/2 y otro -1/2.

Tomemos como ejemplo la configuración electrónica del Argón:

1s2 2s2 2p6 3s2 3p6

Esto quiero decir que los 18 electrones del argón se distribuyen en tres niveles energéticos, y dentro de
cada nivel, en varios subniveles o tipos de orbitales:

Nivel 1: puede albergar dos electrones con los mismos números n, l y m, pero con espín opuesto para
obedecer el principio de exclusión de Pauli.

Nivel 2: En el nivel 2 de energía hay dos subniveles, el subnivel 2s y el subnivel 2p, y dentro del subnivel
p hay tres posibles orbitales perpendiculares entre sí según su momento angular magnético (px, py y pz).
Así, el nivel 2s puede albergar otros 2 electrones y el nivel 2p puede albergar un total de seis electrones.

Nivel 3: Similar al nivel 2 pero con un número cuántico principal mayor.

De forma gráfica se podría representar de la siguiente forma (cada flecha arriba o abajo representa un
electrón con espín positivo o negativo):
Una de las consecuencias del Principio de Exclusión de Pauli es la elaborada capa electrónica de los
átomos y explicaría como los átomos se combinan entre sí, la estabilidad de la materia a gran escala y
otros muchos fenómenos a los que responde la materia ordinaria.

 Regla máxima multiplicidad de hund.

Los electrones están distribuidos entre los orbitales de un subnivel de tal manera que da el máximo
número de electrones no apareados con spin paralelo.

La regla de Hund es un método empírico utilizado para el llenado de orbitales que posea igual energía.
Dicha regla fue acuñada por el físico alemán Friedrich Hund, y es conocida también bajo el nombre de
regla de máxima multiplicidad de Hund. La regla se basa en el llenado de orbitales atómicos que tengan
igual energía, así podemos decir que existen tres orbitales tipo p, cinco orbitales atómicos tipo d, y siete
tipo f. En ellos se van colocando los electrones con spines paralelos en la medida de lo posible. La
partícula analizada será más estables ( es decir, tendrá menor energía), cuando los electrones se
encuentren en modo desapareado, con espines colocados paralelamente, en cambio poseerá mayor
energía cuando los electrones se encuentren apareados, es decir los electrones colocados de manera
antiparalela o con espines de tipo opuestos. Para poder comprender bien la regla de Hund, es necesario
saber que todos los orbitales en una capa deben de encontrarse ocupados al menos por un electrón,
antes de que se añada un segundo electrón. Es decir, los orbitales deben estar completos y todos los
electrones deben encontrarse en paralelo antes de que el orbital se llene del todo. Cuando el orbital
adquiera el segundo electrón, éste debe encontrarse apareado con el anterior. De esta manera, los
electrones de un átomo van añadiéndose de manera progresiva, utilizando una configuración ordenada,
con la finalidad de tener buenas condiciones energéticas estables. Así el principio de Aufbau, explica
bien las reglas a seguir para el llenado de orbitales para no utilizar mal la regla de Hund. En resumen,
como existen orbitales equivalentes, primeramente se completa los electrones al máximo que se pueda
y posteriormente se pasa a emparejar. A menudo se suele representar los orbitales a través de un
cuadro rectangular, usando flechas hacia arriba o hacia abajo, para designar los electrones con números
cuánticos magnéticos de spin con valores +1/2 ó -1/2, respectivamente. Según la regla de Hund, la cual
fue formulada por primera vez en el año 1925, la configuración más estable es la que los electrones se
encuentran ocupando orbitales distintos, y con spines que estén orientados paralelamente. La
ocupación, u semiocupación de los orbitales se puede comprender de manera sencilla, pues la repulsión
electrostática entre los electrones es ínfima. La preferencia por los spines paralelos, se pueden ver
justificados solamente sobre la base de un tratamiento de la mecánica ondulatoria.

Método de aufbau.

Es un método para obtener las configuraciones de los átomos, según la cual los electrones se agregan
sucesivamente sobre la base de las energías de los orbitales hasta que se obtiene el Z deseado.

El principio de Aufbau, también conocido como regla de la lluvia o principio de construcción, es una
regla práctica que permite predecir la configuración electrónica de la gran mayoría de los elementos de
la tabla periódica, así como la de sus iones. Este principio establece que, a medida que se van añadiendo
protones al núcleo, de uno en uno para ir construyendo sucesivamente cada elemento químico, los
electrones también se van añadiendo sucesivamente a los orbitales atómicos de menor energía que
estén disponibles. En otras palabras, Aufbau estableció que hay un orden específico según el cual se
pueden ir llenando los orbitales atómicos. Este orden se explica a continuación.
Diagrama de Bohr.

Un diagrama de Bohr es una representación visual simplificada de un átomo que fue desarrollada por el
físico danés Niels Bohr en 1913. El diagrama describe el átomo como un núcleo positivamente cargado
rodeado de electrones que viajan en órbitas circulares alrededor del núcleo en niveles de energía
discretos. Los diagramas de Bohr son utilizados para introducir a los estudiantes a la mecánica cuántica
gracias a su simplicidad, y son buenos para mostrar a los alumnos cómo los electrones son organizados
en niveles de energía discretos.

Excepciones de aufbau.

Como la mayoría de las reglas, hay excepciones. Las subcapas d y f medio llenas y completamente llenas
agregan estabilidad a los átomos, por lo que los elementos de bloque d y f no siempre siguen el
principio. Por ejemplo, la configuración de Aufbau prevista para Cr es 4s23d4, pero la configuración
observada es en realidad 4s13d5. En realidad, esto reduce la repulsión electrón-electrón en el átomo, ya
que cada electrón tiene su propio asiento en la subcapa.

Propiedades periódicas.

Son las características que tienen los elementos y que varían en forma secuencial por grupos y periodos.

 Tamaño atomico.

Longitud, en Å, existente

entre dos puntos localizados en la última capa electrónica del átomo, cuando se traza una línea
imaginaria que pasa por el núcleo del átomo y los une.

El tamaño atómico o radio atómico es una propiedad periódica de los elementos, que es la mitad de la
distancia entre los núcleos de dos átomos iguales. En la tabla periódica a mayor periodo mayor tamaño
atómico, y disminuye entre mas electrones de valencia tenga el elemento, es decir; para abajo aumenta
y para la izquierda disminuye. Dependiendo del tipo de elemento existen diferentes técnicas para su
determinación como la difracción de neutrones, de electrones o de rayos X. En cualquier caso no es una
propiedad fácil de medir ya que depende, entre otras cosas, de la especie química en la que se
encuentre el elemento en cuestión. En los grupos, el radio atómico aumenta con el número atómico, es
decir hacia abajo. En los periodos disminuye al aumentar Z, hacia la derecha, debido a la atracción que
ejerce el núcleo sobre los electrones de los orbitales más externos, disminuyendo así la distancia núcleo-
electrón.

 Energía de ionización.

Cantidad mínima de energía que se requiere para remover un electrón enlazado de un átomo para
formar un catión(ion +)

La energía de ionización, también llamada potencial de ionización, es la energía que hay que suministrar
a un átomo neutro, gaseoso y en estado fundamental, para arrancarle el electrón más débil retenido.

Podemos expresarlo así: X + 1ªE.I. X+ + e-

Siendo esta energía la correspondiente a la primera ionización. La segunda energía de ionización


representa la energía necesaria para arrancar un segundo electrón y su valor es siempre mayor que la
primera, ya que el volumen de un ión positivo es menor que el del átomo neutro y la fuerza
electrostática es mayor en el ión positivo que en el átomo, ya que se conserva la misma carga nuclear:

X+ + 2ªE.I. X2+ + e-

La energía de ionización se expresa en electrón-voltio, julios o en kilojulios por mol (kJ/mol).


 Afinidad electrónica.

Cantidad mínima de energía que se absorbe cuando se añade un electrón a un átomo gaseoso aislado
para formar un anión (ión -)

La afinidad electrónica o electroafinidad es la cantidad de energía que libera un átomo aislado en fase
gaseosa para formar un ion con una carga eléctrica de -1. Si la energía no es absorbida, sino liberada en
el proceso, la afinidad electrónica tendrá, en consecuencia, valor negativo tal y como sucede para la
mayoría de los elementos químicos; en la medida en que la tendencia a adquirir electrones adicionales
sea mayor, tanto más negativa será la afinidad electrónica. De este modo, el cloro es el elemento que
con mayor facilidad adquiere un electrón adicional, mientras que el mercurio es el que menos.
 Carácter metalico.

El carácter metálico de los elementos se refiere a su capacidad para perder electrones, es decir, para
oxidarse. Cuando un elemento se oxida produce la reducción del elemento o sustancia con que
reacciona, por lo que se le llama agente reductor.

 Electronegatividad.

Tendencia relativa de los átomos a atraer electrones hacia si cuando se une químicamente a otro átomo.
La electronegatividad de un elemento es definida como la capacidad relativa de un átomo para atraer
electrones de otro átomo para enlazarse químicamente y formar un compuesto.

En general, los diferentes valores de electronegatividad de los átomos determinan el tipo de enlace que
se formará en la molécula que los combina. Así, según la diferencia entre las electronegatividades de
éstos se puede determinar (convencionalmente) si el enlace será, según la escala de Linus Pauling:

Iónico (diferencia superior o igual a 1.7)

Covalente polar (diferencia entre 1.7 y 0.4)

Covalente no polar (diferencia inferior a 0.4)

Cuanto más pequeño es el radio atómico, mayor es la energía de ionización y mayor la


electronegatividad y viceversa. Según Linus Pauling, la electronegatividad es la tendencia o capacidad de
un átomo, en una molécula, para atraer hacia sí los electrones. Ni las definiciones cuantitativas ni las
escalas de electronegatividad se basan en la distribución electrónica, sino en propiedades que se supone
reflejan la electronegatividad. La electronegatividad de un elemento depende de su estado de oxidación
y, por lo tanto, no es una propiedad atómica invariable. Esto significa que un mismo elemento puede
presentar distintas electronegatividades dependiendo del tipo de molécula en la que se encuentre, por
ejemplo, la capacidad para atraer los electrones de un orbital híbrido spn en un átomo de carbono
enlazado con un átomo de hidrógeno, aumenta en consonancia con el porcentaje de carácter s en el
orbital, según la serie etano < etileno(eteno) < acetileno(etino). La escala de Pauling se basa en la
diferencia entre la energía del enlace A-B en el compuesto ABn y la media de las energías de los enlaces
homopolares A-A y B-B. R. S. Mulliken propuso que la electronegatividad de un elemento puede
determinarse promediando la energía de ionización de sus electrones de valencia y la afinidad
electrónica. Esta aproximación concuerda con la definición original de Pauling y da electronegatividades
de orbitales y no electronegatividades atómicas invariables. E. G. Rochow y A. L. Alfred definieron la
electronegatividad como la fuerza de atracción entre un núcleo y un electrón de un átomo enlazado.

Propiedades químicas de los metales y no-metales.

Enlace quimico.

Un enlace químico es la fuerza que une a los átomos para formar compuestos químicos. Esta unión le
confiere estabilidad al compuesto resultante. La energía necesaria para romper un enlace químico se
denomina energía de enlace.
En este proceso los átomos ceden o comparten electrones de la capa de valencia (la capa externa de un
átomo donde se determina su reactividad o su tendencia a formar enlaces), y se unen constituyendo
nuevas sustancias homogéneas (no mezclas), inseparables a través de mecanismos físicos como el
filtrado o el tamizado.

Es un hecho que los átomos que forman la materia tienden a unirse a través de diversos métodos que
equilibran o comparten sus cargas eléctricas naturales para alcanzar condiciones más estables que
cuando están separados. Los enlaces químicos constituyen la formación de moléculas orgánicas e
inorgánicas y, por tanto, son parte de la base de la existencia de los organismos vivos. De manera
semejante, los enlaces químicos pueden romperse bajo ciertas y determinadas condiciones.

Esto puede ocurrir sometiendo los compuestos químicos a altas temperaturas, aplicando electricidad o
propiciando reacciones químicas con otros compuestos. Por ejemplo, si aplicamos electricidad al agua es
posible separar las uniones químicas entre el hidrógeno y el oxígeno que la conforman, este proceso se
denomina electrólisis. Otro ejemplo consiste en añadir grandes cantidades de energía calórica a una
proteína, lo cual llevaría a desnaturalizarla (perder la estructura secundaria de una proteína) o romper
sus enlaces.

 Ionico.

Un enlace iónico (también llamado enlace electrovalente) es un tipo de enlace químico que ocurre
cuando un átomo cede un electrón al otro, a fin de que ambos alcancen estabilidad electrónica.

Esta unión normalmente se produce entre elementos metales y no metales con diferente
electronegatividad, lo que significa que los elementos tienen diferente capacidad para atraer electrones.
En general, los elementos metales están dispuestos a donar un electrón mientras que los no metales
están dispuestos a tomarlo.

Reciben el nombre de enlaces iónicos porque producen iones en su proceso. Veamos: cuando ocurre la
transferencia de electrones entre los átomos, el donador se convierte en un ion positivo llamado catión,
lo que significa que adquiere carga positiva. Por su parte, el receptor se transforma en un ion negativo
llamado anión.
Los enlaces iónicos son uno de los tres tipos de enlaces químicos que existen, junto a los enlaces
covalentes y los enlaces metálicos. Los iónicos son los enlaces más comunes que intervienen en la
formación de compuestos inorgánicos.

 Covalente.

Un enlace covalente es una fuerza que une a dos átomos de elementos no metálicos para formar una
molécula. Lo fundamental en esa unión es el hecho de que los átomos comparten pares de electrones
de su capa más superficial (llamada capa de valencia) para lograr la estabilidad de la molécula que se ha
formado con el enlace. A la tendencia de los elementos de alcanzar una configuración estable se le
conoce como regla del octeto, y es fundamental para la formación de enlaces covalentes y otros tipos de
enlaces químicos (como los iónicos). Dependiendo de la capacidad de los átomos para atraer electrones,
los enlaces covalentes pueden ser polares o no polares. También pueden ser simples, dobles o triples,
según la cantidad de electrones que comparten. Los enlaces covalentes se clasifican en función de la
electronegatividad de los átomos del enlace y del número de electrones compartidos entre ellos.

 Enlace covalente polar

Una molécula está compuesta por más de un átomo. Cuando hay un átomo que atrae a los electrones
con mayor intensidad, se genera una mayor concentración de electrones en esa parte de la molécula.
Este fenómeno se llama polaridad. La parte de la molécula donde se concentran los electrones tiene una
carga parcial negativa, mientras la otra región de la molécula tiene una carga parcial positiva.
Por eso, este tipo de enlace recibe el nombre de “polar”, porque hay una polarización o distribución
poco equitativa de los electrones que conforman la molécula.

En una molécula de agua (H2O), el átomo de oxígeno es el que tiene mayor polaridad, por lo que atrae a
los electrones del hidrógeno.

 Enlace covalente no polar

Ocurre cuando los pares de electrones se comparten entre átomos que tienen una electronegatividad
igual o muy similar. Esto favorece una distribución equitativa de los electrones.

La molécula de hidrógeno (H), compuesta por dos átomos de hidrógeno, es un ejemplo de enlace
covalente no polar.

 Enlace covalente dativo o coordinado

Este tipo de enlace recibe este nombre ya que solo uno de los átomos en el enlace aporta sus
electrones. Este átomo se llama dativo, y el átomo que recibe los electrones se denomina átomo
receptor. Gráficamente, se identifica con una flecha.
En la molécula de hidrogenión o ion hidronio (H3O)⁺, el oxígeno aporta un par de electrones al ion de
hidrógeno (protón).

 Enlace covalente simple

Ocurre cuando cada átomo comparte un electrón para completar el par de electrones del enlace.

Una molécula de cloro (Cl2) se forma cuando los átomos comparten un electrón para completar 8
electrones en su capa de valencia cada uno.

 Enlace covalente doble

Los enlaces dobles se generan cuando se comparten dos pares de electrones entre dos átomos, para un
total de cuatro electrones compartidos.
Un ejemplo es el dióxido de carbono (CO2), cuyos átomos de oxígeno comparten un par de electrones
cada uno con el átomo de carbono.

 Enlace covalente triple

Cuando los átomos comparten seis electrones (tres pares) se genera un enlace triple.

Un ejemplo es la molécula de nitrógeno (N2), cuyos átomos comparten tres pares de electrones.

 Metalico.

Los enlaces metálicos son, como su nombre lo indica, un tipo de unión química que se produce
únicamente entre los átomos de un mismo elemento metálico. Gracias a este tipo de enlace los metales
logran estructuras moleculares sumamente compactas, sólidas y resistentes, dado que los núcleos de
sus átomos se juntan a tal extremo, que comparten sus electrones de valencia. En el caso de los enlaces
metálicos, lo que ocurre con los electrones de valencia es que abandonan sus órbitas alrededor del
núcleo atómico cuando éste se junta con otro, y permanecen alrededor de ambos núcleos como una
especie de nube electrónica. De esta manera las cargas positivas y negativas mantienen su atracción,
sujetando firmemente al conjunto atómico y alcanzando márgenes importantes de dureza,
compactación y durabilidad, que son típicas de los metales en barra. Podemos decir que el enlace
metálico constituye un vínculo atómico muy fuerte, propio de átomos metálicos de la misma especie. Es
importante no confundir el enlace metálico con las aleaciones, que son mezclas homogéneas de
distintos metales, o de metales y otros elementos. Tampoco debe confundirse a este tipo de enlaces con
los enlaces iónicos (metal-no metal) o los covalentes (no metal-

Electrones de valencia.

El número de electrones de valencia es igual al número del grupo.

Los electrones de valencia son los electrones que se encuentran en el nivel principal de energía (n) más
alto del átomo, siendo estos los responsables de la interacción entre átomos de distintas especies o
entre los átomos de una misma. Los electrones en los niveles de energía externos son aquellos que
serán utilizados en la formación de compuestos y a los cuales se les denomina como electrones de
valencia. Estos electrones son los que presentan la facilidad de formar enlaces.2 Estos enlaces pueden
darse de diferente manera, ya sea por intercambio de estos electrones, por compartición de pares entre
los átomos en cuestión o por el tipo de interacción que se presenta en el enlace metálico, que consiste
en un "traslape" de bandas. Según sea el número de estos electrones, será el número de enlaces que
puede formar cada átomo con otro u otros. Solo los electrones externos de un átomo pueden ser
atraídos por otro átomo cercano. Por lo general, los electrones del interior son afectados en menor
medida y tampoco los electrones en las subcapas d llenas y en las f, porque están en el interior del
átomo y no en la superficie. La valencia de un elemento es el número de electrones que necesita o que
le sobra para tener completo su último nivel. La valencia de los gases nobles, por tanto, será cero, ya
que tienen completo el último nivel. En el caso del sodio, la valencia es 1, ya que tiene un solo electrón
de valencia, si pierde un electrón se queda con el último nivel completo.

Formula de Lewis.

representación gráfica que muestra los pares de electrones en guiones o puntos de enlaces entre los
átomos de una molécula y los pares de electrones solitarios que puedan existir. Son representaciones
bidimensionales sencillas de la conectividad de los átomos en las moléculas; así como de la posición de
los electrones enlazantes y no enlazantes. En esta fórmula se muestran enlaces químicos dentro de la
molécula, ya sea explícitamente o implícitamente indicando la ordenación de los átomos en el espacio.

Esta representación se usa para saber la cantidad de electrones de valencia que puedan existir en un
elemento que interactúan con otros o entre su misma especie, formando enlaces ya sea simples, dobles,
o triples los cuales se encuentran íntimamente relacionados con la geometría molecular.

En las estructuras de Lewis se arreglan los átomos de manera que tengan una configuración de gas
noble (ocho electrones para los elementos del segundo período de la tabla periódica específicamente
para los pertenecientes a los grupos principales y un par de electrones para el hidrógeno).34 Muestran
los diferentes átomos usando su símbolo químico y líneas que se trazan entre los átomos que se unen
entre sí. En ocasiones, para representar cada enlace, se usan pares de puntos en vez de líneas. Los
electrones no enlazantes o par solitario de electrones (los que no participan en los enlaces) se
representan mediante una línea o con un par de puntos, y deben colocarse siempre alrededor de los
átomos a los que pertenece. Este modelo fue propuesto por Gilbert Newton Lewis, quien lo introdujo
por primera vez en 1916 en su artículo La molécula y el átomo.

Regla del octeto.

Polaridad de enlace.

Propiedades de los compuestos según el tipo de enlace.

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