Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Objetivos de aprendizaje
Al finalizar la lectura del siguiente capítulo, el estudiante será capaz de:
• Comprender el “Modelo atómico moderno” y cuál es el significado de configuración
electrónica y números atómicos.
• Describir qué son los isótopos.
• Comprender que información nos brinda la tabla periódica de los elementos.
• Realizar un cuadro comparativo entre los diferentes tipos de uniones químicas.
• Comprender las reglas del dueto y del octeto.
• Entender las diferentes fuerzas de Van der Waals.
• Identificar los diferentes grupos funcionales.
• Comprender el concepto de isómeros.
• Describir a qué se denominan reacciones de óxido reducción (redox).
Hoy sabemos que el átomo (del griego a, "sin"; tómos, "partes") es la unidad constituyente
más pequeña de la materia que mantiene las propiedades de un elemento químico.
Sin embargo hasta llegar a esta definición sucedieron años de historia científica que repa-
saremos brevemente a continuación.
La relación entre los conceptos elemento químico y átomo fue propuesta por el químico
John Dalton, en su tratado “Nuevo sistema de la filosofía química”, publicado entre 1808
y 1810. Dalton tomó una serie de evidencias experimentales conocidas en su época y las
explicó a través de las siguientes hipótesis:
-La materia es discontinua; está formada por átomos que son partículas indivisibles.
-Todos los átomos de un mismo elemento son iguales, tienen la misma masa; los áto-
mos de diferentes elementos difieren en su masa.
-Los átomos de diferentes elementos se combinan para formar “átomos compuestos”.
En el año 1913, Bohr propuso que la estructura del átomo de hidrógeno estaba formada
por un núcleo de carga positiva y un electrón girando alrededor de él en una órbita circular.
Los postulados establecidos por este científico fueron los siguientes:
El electrón puede moverse solo en determinadas órbitas,
caracterizadas por su radio.
Cuando el electrón se encuentra en dichas órbitas, el siste-
ma no absorbe ni emite energía (órbitas estacionarias).
Al suministrarle al átomo energía externa, el electrón pue-
de “excitarse” o pasar a un nivel de energía superior, corres-
pondiente a una órbita de mayor radio.
Durante la caída del electrón de un nivel de mayor energía
(más alejado del núcleo) a uno de menor energía (más cer-
ca del núcleo) se libera o emite energía.
Al pasar el electrón de un nivel a otro se absorbe o se libera un cuanto de energía cuyo
valor está relacionado con la frecuencia absorbida o emitida según: E: h.v, donde E es la
diferencia de energía entre los niveles considerados, h es la constante de Plank, mien-
tras v es la frecuencia. Sin embargo, este modelo seguía presentando falencias.
38
Modelo atómico moderno
Este modelo recibe el nombre de átomo nuclear. Los protones y neutrones tienen aproxi-
madamente la misma masa, pero los protones tienen carga eléctrica positiva, mientras que
los neutrones son eléctricamente neutros. Un electrón tiene una masa mucho menor que la
de un protón (aproximadamente 2000 veces menor) y tiene una unidad de carga negativa.
Actualmente, para explicar el comportamiento de los electrones, se utiliza la mecánica on-
dulatoria. Este concepto significa que los electrones NO pueden localizarse con precisión
en un determinado espacio (principio de incertidumbre de Heisenberg). En 1926, Erwin
Schrödinger comenzó un importante capítulo en el campo de la física llamado Mecánica
Cuántica. Este físico propuso una ecuación matemática cuyo resultado fue un conjunto de
funciones matemáticas llamadas “funciones de onda orbital” (ψ) que describen el movi-
miento y el estado energético del electrón. El valor por el que ψ2 caracteriza la probabilidad
de encontrar un electrón en una cierta región del espacio. La misma es alta cerca del núcleo y
disminuye al aumentar la distancia con respecto al núcleo. Asociamos la denominación “or-
bital” a este “espacio”. Tenemos de esta manera una imagen distinta del electrón: en vez de
pensar en una pequeña partícula en movimiento claramente delimitado (átomo de Bohr),
podemos pensar en una partícula de la cual solo conocemos la probabilidad de encontrarla
en cada región del espacio, o bien en una niebla de distribución de carga negativa. De la re-
solución de la ecuación de Schrödinger, surgen valores conocidos como números cuánticos:
n es el número cuántico principal, que está relacionado con la energía asociada al electrón
y con el volumen o tamaño del orbital; l es el número cuántico azimutal, relacionado con la
forma del orbital, que esta designado con letras (s, p, d, f); y m, el número cuántico magné-
tico, relacionado con la orientación espacial. De las variantes combinatorias de estos surgen
los diferentes orbitales de los átomos.
La energía asociada a los electrones en los diferentes grupos de orbitales es distinta. Dicha
energía está relacionada fundamentalmente con el valor de n, pero influye además el valor
de l. Hay que destacar que la diferencia de energía entre los orbitales no es lineal conforme
uno se aleja del núcleo, si no que existen superposiciones entre los niveles de energía.
Además de los tres números cuánticos ya enumerados, fue necesario introducir otro
número cuántico s, llamado spin (por su habilidad de girar sobre sí mismo) para expli-
car completamente ciertos fenómenos atómicos.
Los isótopos son átomos que pertenecen al mismo elemento químico (igual Z), pero
que tienen distinta masa debido a la diferente cantidad de neutrones en sus núcleos. Por
lo tanto, tienen el mismo número atómico pero distinto número másico. Los isótopos
de un elemento dado tienen el mismo número de electrones alrededor del núcleo. Se
los distingue dando el símbolo del elemento químico y su número másico correspon-
diente, como es el caso de 12C y 14C. A continuación se muestran los tres isótopos del
hidrógeno:
Dado que los isótopos de un mismo elemento poseen el mismo número de protones y
electrones, presentan idénticas propiedades químicas, pudiendo diferir en algunas pro-
piedades físicas. Para los ejemplos mencionados el 14C y el 3H son radiactivos.
La mayoría de los elementos químicos tienen más de un isótopo. En resumen, los isóto-
pos de un mismo elemento tienen igual “Z” y distinta “A”.
Recuerde que, por definición, “todos los átomos son neutros” por lo tanto el Z (ade-
más de indicarme los protones que posee un elemento químico) indica la cantidad de
electrones presentes en un átomo.
40
La tabla periódica de los elementos
La tabla periódica de los elementos es una disposición de los elementos químicos en forma
de tabla, ordenados por su número atómico (número de protones), por su configuración
electrónica y sus propiedades químicas. En la tabla periódica las hileras horizontales son
los períodos, mientras las columnas verticales son los grupos. El ordenamiento en la tabla
muestra tendencias periódicas, por ejemplo, elementos con comportamiento químico simi-
lar dentro del mismo grupo. A la fecha se conocen 118 elementos químicos.
42
casos quedan siete electrones en el último nivel energético. Los elementos perte-
necientes al mismo grupo tienen por lo general los mismos electrones de valencia.
Este hecho les confiere propiedades químicas semejantes.
El período me brinda información de la cantidad de niveles energéticos en los cuales se
distribuyen los electrones de dicho elemento químico. Observe en la figura que dos ele-
mentos como el litio y el flúor disponen ambos de dos niveles energéticos para acomodar
a sus tres y nueve electrones respectivamente (por lo tanto ambos elementos pertenecen
al período 2).
En la figura, también se muestran las configuraciones electrónicas de los gases no-
bles helio y neón. En su último nivel energético, el helio presenta dos electrones (la
configuración electrónica del helio es 1s2), mientras el neón presenta ocho electro-
nes (la configuración electrónica del neón es 1s2 2s2 2p6).
Como todos los elementos quieren tener la misma configuración electrónica del gas
noble más cercano, entonces entendemos que el hidrógeno necesita ganar un electrón,
mientras el litio necesita perder un electrón para ser electrónicamente como el helio.
De la misma manera, el carbono requiere ganar cuatro electrones, mientras el flúor
necesita solo un electrón para convertirse electrónicamente en el neón.
Para ser estrictos, cuando los átomos se unen formando moléculas, ya no hablamos de
orbitales atómicos, sino de orbitales moleculares (existe una extensa teoría de los orbita-
les moleculares que no se discutirá aquí porque excede el alcance del presente manual).
El átomo de carbono en su afán de conseguir estos benditos cuatro electrones formará
distintos tipos de moléculas; usualmente lo encontraremos unido a un solo átomo
(CO, monóxido de carbono) o a dos átomos (CO2, dióxido de carbono) o a tres áto-
mos (CH2O, formaldehído), incluso cuatro átomos como máximo (CH4, metano).
En una molécula que posee hidrógeno, el mismo siempre estará unido a un átomo,
intentado ser electrónicamente como el helio.
La regla del octeto nos dice que un gran número de elementos químicos quieren
tener en su último nivel energético ocho electrones (tal como sucede con la mayoría
de los gases nobles); expresado en otras palabras, los átomos quieren tener la misma
configuración electrónica que el gas noble más cercano.
En tanto, la regla del dueto nos dice que algunos elementos químicos (fundamental-
mente el hidrógeno y el litio) quieren tener en su último nivel energético dos electro-
nes, es decir, estos átomos quieren tener la misma configuración electrónica que el
gas noble helio.
Existe un pequeño grupo de átomos estables (los del grupo VIII, los gases nobles).
El resto de los átomos de la tabla periódica se desespera por llegar a la estabilidad, es
decir, quieren convertirse en el gas noble más cercano. Para lograr tal cometido, ellos
deben cumplir tres objetivos: adquirir la misma cantidad de electrones, neutrones
y protones que el gas noble más cercano. ¡Lamentablemente, esto es imposible! (no
estoy teniendo en cuenta a las reacciones nucleares), pero los átomos no lo saben y
lo van a intentar. Deciden empezar por igualar la cantidad de electrones de las que
dispone el gas noble más cercano (es decir tener la misma configuración electrónica),
sólo algunos átomos lo consiguen, (es el caso de algunos iones), pero no podrán ad-
quirir ni neutrones ni protones.
44
Hasta ahora entonces, un grupo son los afortunados estables (gases nobles), otros áto-
mos consiguen al transformarse en iones ser electrónicamente como los gases nobles.
El resto de los elementos se tienen que conformar compartiendo electrones (uniones
covalentes, esenciales para la formación de moléculas), es decir, ni siquiera cumplen
con el primero de los tres requisitos en su camino de transformación al gas noble más
cercano. Sumándole dificultad a la transformación, las partículas subatómicas dentro
del núcleo son sagradas, ni entran ni salen de allí (¡Si lo sabrán los alquimistas que
durante siglos buscaban convertir madera en oro!) (Ojo, nuevamente no estoy tenien-
do en cuenta a las reacciones nucleares). Los átomos no saben que es imposible con-
vertirse en el gas noble más cercano, será por ello que no dejan de intentarlo, y en esa
insistencia se sustentan las moléculas inorgánicas y orgánicas, las macromoléculas, la
vida y todo lo que conocemos.
Para ir cerrando con la sección poética y volver a la realidad de las ciencias duras,
en las reacciones químicas convencionales, lo único que estudiamos son los electro-
nes. Se trata de que es lo que hacen los electrones, ¿Se transfieren o se comparten?,
al compartirse ¿Aporta un electrón cada átomo? o ¿Un solo átomo aporta el par de
electrones?.
Radio atómico
Definimos el radio atómico para un elemento X como la mitad de la distancia entre los
núcleos de los dos átomos de X cuando forman la unión X-X. Expresado de otra manera
sería, la distancia que existe entre el núcleo y el orbital más externo de un átomo. Por
medio del radio atómico, es posible determinar el tamaño de un átomo.
Podemos representar las variaciones del radio atómico a lo largo de la tabla por el si-
guiente esquema:
¿Por qué al quitar un electrón de un átomo nos queda un ión positivo o catión?
Un átomo tiene exactamente la misma cantidad de electrones que de protones, por lo
que es eléctricamente neutro. Si se elimina un electrón, la carga de los electrones restan-
tes ya no contrarresta toda la carga positiva del núcleo, por lo que se obtiene un catión
con una unidad de carga positiva global.
Denominamos energía de ionización a la energía que es necesario entregar a un átomo
gaseoso (aislado) en su estado fundamental para arrancar el electrón más débilmente
atraido y transformar al átomo en un ion monopositivo.
Cuando se le quita un electrón a un átomo se habla de primera ionización. Cuando se
le quita un segundo electrón hablamos de segunda ionización, y así sucesivamente. Esta
energía varía a lo largo de la tabla periódica de acuerdo al radio atómico de cada ele-
mento. Al aumentar Z en el grupo, el radio atómico aumenta. Los electrones externos,
más alejados del núcleo son menos atraídos por este y por lo tanto son más suscepti-
bles de ser arrancados. De esta manera, cuanto mayor es el radio atómico, menor es la
energía que se necesita para “arrancar” un electrón y menor es la energía de ionización.
Se puede resumir simplificadamente, si bien hay excepciones, en el siguiente esquema:
46
Generalmente, este proceso es exotérmico, es decir que libera energía. Cuanto mayor
sea la energía liberada, mayor será la estabilidad del ion formado (este ion tiene carga
negativa y se conoce como anión).
Recordemos, un átomo tiene exactamente la misma cantidad de electrones que de pro-
tones, por lo que es eléctricamente neutro. Si el átomo gana un electrón, la carga nega-
tiva de ese electrón extra no puede ser contrarrestada por la carga positiva del núcleo,
por lo que se obtiene un anión con una unidad de carga negativa global.
La variación en la tabla periódica se representa en el siguiente esquema:
Cuanto mayor es el Z, más favorecido está el ingreso de un electrón por la atracción nuclear.
Podemos observar entonces que los grupos I y II presentan baja energía de ioniza-
ción y baja afinidad electrónica. Los elementos pertenecientes a estos grupos pier-
den electrones y se convierten en cationes. Opuestamente, los elementos del grupo
VII, con alta energía de ionización y alta afinidad electrónica, ganan electrones con-
virtiéndose en aniones.
La consecuencia de la pérdida de electrones en los elementos de los grupos I y II, como así
también la ganancia de electrones por parte de los elementos del grupo VII, es la forma-
ción de iones. Interesantemente, estos iones adquieren la misma configuración electróni-
ca del gas noble más cercano, logrando de esta manera la tan ansiada estabilidad.
Uniones químicas
Una molécula es un conjunto de átomos, ya sean iguales o distintos, que se encuen-
tran unidos (siempre en una proporción determinada) mediante enlaces químicos. Una
molécula constituye la mínima porción de una sustancia que puede ser separada sin
que sus propiedades sean alteradas. Como ejemplos de moléculas formadas por átomos
idénticos tenemos, a la molécula de hidrógeno formada por dos átomos de hidrógeno
o la molécula de oxígeno, formada por dos átomos de oxígeno. Ejemplos de moléculas
formadas por átomos distintos son, el agua, formada por dos átomos de hidrógeno uni-
dos a un átomo de oxígeno, el metano formado por cuatro átomos de hidrógeno unidos
a un átomo de carbono, el amoniaco constituido por un átomo de nitrógeno unido a
tres átomos de hidrógeno, etc.
La fórmula molecular nos indica que átomos y cuántos de cada uno de ellos forman
parte de una molécula en cuestión. Es decir, nos brinda información cualitativa y cuan-
titativa. Volviendo a las moléculas citadas en el párrafo anterior: H2, O2, H2O, CH4 y
NH3, son las correspondientes formulas moleculares.
Definimos la unión química como una fuerza que actúa entre dos átomos o grupos de
átomos con intensidad suficiente como para mantenerlos juntos en una especie diferen-
te que tiene propiedades mesurables.
Lewis, en 1916, propuso que las uniones en los compuestos no iónicos se producían
Para representar moléculas se colocan los átomos rodeados por sus electrones de valencia, y
los electrones compartidos indicados con puntos y cruces, para distinguir a quien corresponde
cada electrón. Para el caso del agua, la estructura de Lewis se expresa de la siguiente manera:
Cada par electrónico compartido representa una unión química, que también se puede
representar por una línea (fórmula desarrollada). En el ejemplo del agua, podemos de-
cir que existen 2 uniones químicas.
48
Ahora bien, teniendo en cuenta el concepto de electronegatividad, podemos entender
la existencia de diferentes tipos de uniones químicas, de acuerdo a la fuerza con que los
átomos atraen los electrones del enlace. Se pueden dar tres situaciones:
- Que los valores de electronegatividad de los átomos que intervienen en la unión sean
muy diferentes: ENLACE IÓNICO
- Que posean electronegatividad baja y similar: UNIÓN METÁLICA
- Que posean electronegatividad alta y similar: ENLACE COVALENTE
Enlace iónico
EL enlace iónico ocurre entre átomos cuya diferencia de electronegatividades es igual o
mayor a 1.7, y su característica esencial es que hay una transferencia completa de elec-
trones desde un átomo al otro con formación de cationes y aniones.
Un ion es un átomo o un grupo de átomos enlazados con carga eléctrica positiva (ca-
tión) o negativa (anión). Un átomo tiene exactamente la misma cantidad de electrones
que de protones, por lo que es eléctricamente neutro. Si se elimina un electrón, la carga
de los electrones restantes ya no contrarresta toda la carga positiva del núcleo, por lo
que se obtiene un catión con una unidad de carga positiva global. A la inversa, si se gana
un electrón se aumenta la carga negativa global del átomo y se obtiene un anión.
Típicamente, esta unión se establece entre un metal y un no metal (están en extremos
opuestos de la tabla, con lo cual, la diferencia de electronegatividad es igual o mayor a 1.7).
Generalmente, al darse la transferencia electrónica, ambos iones van a tener la configu-
ración electrónica del gas noble más cercano.
Estos átomos mantienen la unión justamente por las cargas opuestas que contienen y la
atracción que esto genera (esta atracción es de tipo electroestática). Además, las fuerzas
de atracción se extienden en todas las direcciones, por lo que cada ion va a estar ro-
deado de varios iones de carga opuesta. Esto hace que se forme una red tridimensional
ordenada regularmente, dando origen a estructuras cristalinas, siendo el ejemplo más
común el cloruro de sodio (NaCl) o sal de mesa.
Para dar la notación de Lewis de estos compuestos tomamos el ejemplo del fluoruro de litio:
Cu2+
- Cu2+
- Cu2+ - Cu2+
- - - - -
Cu2+ Cu2+ Cu2+ Cu2+ Cu2+
- - - - -
- - -
Cu2+ Cu2+ - Cu2+ Cu2+
Enlace covalente
El enlace covalente se da entre átomos con electronegatividades altas y semejantes. En
las moléculas simples, ambos átomos tienen la misma electronegatividad, por lo que no
hay una transferencia de electrones de un átomo a otro para cumplir la regla del dueto
u octeto, si no que se comparten electrones.
Se pueden diferenciar dos maneras de compartir electrones:
- Enlace covalente común
- Enlace covalente dativo o coordinado
Enlace covalente común: es la unión química dada entre dos átomos en la cual el par elec-
trónico compartido está formado por un electrón proveniente de cada uno de los dos áto-
mos entre los que se produce la unión. Dos átomos pueden compartir uno, dos o hasta tres
pares de electrones, dando uniones covalentes simples, dobles o triples respectivamente.
50
Enlace covalente dativo o coordinado: se establece entre dos átomos en el que el par
electrónico compartido es aportado por uno de los dos átomos, que ya tiene completo su
octeto, pero cede un par de electrones desapareados para que el otro lo complete. En el
caso del ion amonio, el nitrógeno es el dador, para que el hidrógeno complete el dueto:
Un elemento químico puede participar en más de un tipo de unión dependiendo del átomo
al que este unido. Tomemos el cloro (Cl) como ejemplo: en la unión Cl-Cl la diferencia de
electronegatividad es cero, por lo tanto, este enlace es covalente puro o no polar. En la molé-
cula de clorometano (ClCH3), la diferencia de electronegatividad entre Cl y C es 0.5, por lo
tanto este enlace se considera covalente polar. Finalmente, en el NaCl (sal de mesa) la dife-
rencia de electronegatividad entre el Cl y el Na es 2.1, por lo tanto, hablamos de unión iónica.
Fuerzas de London: se dan entre todas las moléculas, debido a la polarización transito-
ria que genera el movimiento de electrones. En cuanto surge una débil fracción de carga
positiva en un extremo de una molécula, ésta induce una débil fracción de carga negativa
en la molécula más próxima, generándose un dipolo. En ese momento, se produce una
atracción por fracciones de cargas opuestas. Este tipo de fuerzas se encuentra por ejemplo,
en el seno de las bicapas lipídicas, y en el corazón hidrofóbico de las proteínas globulares.
52
El puente de hidrógeno es responsable de las propiedades únicas del agua. El puente de
hidrógeno no es exclusivo del agua, también lo encontramos estabilizando macromo-
léculas como las proteínas y ácidos nucleicos. Esta atracción electroestática puede ser
intracatenaria (estar en la misma molécula) o intercatenaria (presentarse entre molécu-
las distintas).
Cuando se estudia la forma de las moléculas con pares electrónicos sin compartir, ve-
mos que la situación es diferente, ya que éstos determinan la conformación espacial de
las mismas debido a que la fuerza repulsiva es mayor que la de los pares involucrados en
un enlace. De esta manera, los átomos están lo más lejos posible de los pares solitarios,
incluso a costa de acercarse a otros átomos. Es el caso de la molécula de agua, donde el
oxígeno tiene dos pares de electrones no compartidos que distorsionan el ángulo entre
los hidrógenos.
La geometría molecular depende en gran medida de los tipos de enlaces que se estable-
cen entre los átomos. Siempre en torno a un enlace covalente simple hay libre rotación
de los átomos comprometidos en la unión. Mientras, en torno a un enlace doble existe
un impedimento a la libre rotación. Esto implica que la molécula al menos en esa re-
gión presenta geometría plana. Este impedimento, es fundamental para comprender la
isomería geométrica “cis” y “trans” que se discute más adelante en este capítulo y que
volverá a ver en el capítulo de lípidos. También le permitirá entender las características
geométricas y el momento dipolar del enlace peptídico que estudiará en el capítulo de
aminoácidos, péptidos y proteínas.
54
Moléculas orgánicas e inorgánicas
Como ya vimos, una molécula está integrada por dos o más elementos iguales o di-
ferentes en una proporción determinada. Las moléculas se clasifican en orgánicas e
inorgánicas.
Los compuestos orgánicos son aquellos que contienen átomos de carbono unidos entre
sí, y también hidrógeno. En menor proporción pueden contener otros elementos como
el oxígeno, el nitrógeno, el fósforo y el azufre, entre otros. Los compuestos inorgánicos
son todos los demás, entre ellos el agua, el sulfato de calcio, el amoníaco, la sílice, el
ácido clorhídrico, etc. Además, algunos compuestos de carbono como el dióxido de
carbono y carbonatos son considerados inorgánicos.
Dentro de las moléculas orgánicas podemos encontrar a la familia más sencilla que
contiene solo carbono e hidrógeno, los hidrocarburos. El carbono debido a su gran ver-
satilidad puede formar una gran variedad de estructuras como cadenas, anillos y redes
de átomos.
A grandes rasgos, podemos dividir a los hidrocarburos en dos grupos, los alifáticos
y los aromáticos. En las moléculas alifáticas las cadenas hidrocarbonadas suelen ser
lineales, ramificadas o incluso cíclicas, mientras la gran característica de las moléculas
aromáticas es la presencia de por lo menos un anillo bencénico en su estructura.
Para representar las moléculas orgánicas se utilizan barras dispuestas en zigzag (recordan-
do la estructura tetraédrica del carbono unido a cuatro átomos). En cada vértice se en-
cuentra un carbono, que puede o no estar representado. Cada barra es un enlace covalente
simple, por lo que los dobles o triples enlaces se representan por dos o tres barras juntas.
Una molécula orgánica puede clasificarse como saturada o insaturada. Las saturadas contie-
nen en su estructura solo enlaces simples entre carbono y carbono, mientras que las insatu-
radas incluyen uno a más enlaces dobles o triples entre carbono y carbono.
Es muy importante que usted aprenda cuales son los principales grupos funcionales,
realmente no podrá avanzar en la comprensión de la química sin tener presente estos
conceptos. Teniendo claro a los grupos funcionales, usted podrá entender la estructura
y las propiedades físico-químicas de las moléculas, y luego con sacrificio y un poco de
suerte tal vez entienda la bioquímica. A continuación se citan solo algunos ejemplos de
grupos funcionales en moléculas de importancia biológica:
Dichos grupos tienen un orden jerárquico de importancia, por el cual van a regir deter-
minadas propiedades en el compuesto del que formen parte. En la tabla a continuación
se muestran los grupos funcionales más relevantes.
56
Edumed - Departamento de Ciencias de la Salud - UNLaM 57
Isómeros
Si usted observa moléculas distintas con la misma fórmula molecular, entonces con cer-
teza está en presencia de isómeros. Existen distintos tipos de isomerías, a continuación se
desarrollan algunas de ellas. Los isómeros estructurales son moléculas formadas a partir
de los mismos átomos pero unidos de forma diferente entre sí. Por ejemplo, para la for-
mula molecular C4H10 podemos obtener dos compuestos.
58
Este tipo de isomería es responsable de las distintas actividades de los fármacos, o sus
reacciones adversas. De las dos formas enantioméricas del ibuprofeno, sólo la denomi-
nada S es la que tiene actividad farmacológica, mientras que el enantiómero R-ibupro-
feno no tiene actividad antiinflamatoria en absoluto.
Algo para tener en cuenta, en los seres vivos, los aminoácidos tienen la conforma-
ción L, mientras los azúcares tienen la conformación D, las insaturaciones en los
ácidos grasos son todas del tipo cis.
Reacciones químicas
Una reacción química, también llamada cambio químico o fenómeno químico, es todo pro-
ceso termodinámico en el cual una o más sustancias (llamadas reactivos), se transforman,
cambiando su estructura molecular y sus enlaces, en otras sustancias llamadas productos.
Una reacción química irreversible se simboliza con una flecha, como se muestra a con-
tinuación:
Mientras para una reacción química reversible se utilizan dos flechas en sentidos
opuestos, tal como se muestra a continuación:
En las reacciones irreversibles los productos una vez formados jamás volverán a ser
reactivos. Mientras en las reacciones reversibles, los reactivos se transforman en pro-
ductos y viceversa. En una reacción reversible, el equilibrio químico se puede desplazar
en el sentido que uno desee, por ejemplo, para garantizar la formación de más producto
se adiciona reactivo y/o se retira producto.
A lo largo de los capítulos se verán estas reacciones, pero a continuación vamos a desarrollar
brevemente las reacciones de tipo redox.
Reacciones redox
Un gran número de reacciones químicas involucra procesos en los que uno o más átomos
ceden electrones a uno o más átomos que los aceptan. Estas reacciones se denominan reac-
ciones de óxido-reducción. Definimos:
60
Autores:
Carla Di Martino / Juan Burdisso
Las figuras de este capítulo son propiedad intelectual de:
Pablo Patini / Juan Burdisso
Agua
El agua es la molécula más abundante en los seres vivos, constituyendo el 70% o más del
peso de la mayoría de los organismos. Sin duda, los primeros organismos vivos aparecieron
en un entorno acuoso y el curso de la evolución ha sido moldeada por las propiedades del
medio acuoso en que se inició la vida.
Como todos sabemos el agua es incolora, inodora, insípida y es uno de los nutrientes acaló-
ricos. Se la considera el solvente universal, pudiendo disolver gran variedad de sustancias.
Es el soporte donde ocurren casi todas las reacciones biológicas. Puede actuar como reactivo
o producto en algunas reacciones metabólicas. Es un excelente lubricante y actúa como el
principal amortiguador térmico tanto en los seres vivos como en los ecosistemas en general.
Debido a que el oxígeno es más electronegativo que el hidrógeno, los electrones com-
partidos en el enlace covalente están frecuentemente más cerca del átomo de oxígeno
que del de hidrógeno. Por lo tanto, el H y el O comparten los electrones de forma des-
igual. El resultado de esta forma desigual de compartir los electrones es la formación de
dos dipolos eléctricos en la molécula de agua, uno a lo largo de cada uno de los enlaces
H-O; el oxígeno es portador de una carga negativa parcial (δ-) y cada hidrógeno de
una carga positiva parcial (δ+). La atracción electroestática resultante entre el átomo de
oxígeno de una molécula de agua y el hidrógeno de otra molécula constituye un puente
de hidrógeno (Figura 2).
Los puentes de hidrógeno son más débiles que los enlaces covalentes. No obstante, la suma de
todos los puentes de hidrógeno entre moléculas confiere gran cohesión interna al agua líquida.
El ordenamiento casi tetraédrico de los orbitales alrededor del átomo de oxigeno per-
mite que cada molécula de agua forme puentes de hidrógeno con hasta cuatro molécu-
las de agua vecina. Sin embargo, en el agua líquida a temperatura ambiente y presión
atmosférica, las moléculas de agua están desorganizadas y en movimiento contínuo, de
62
forma que cada molécula forma puentes de
hidrógeno con un promedio de 3,4 molécu-
las vecinas. Por el contrario, en el hielo cada
molécula de agua esta fija en el espacio y for-
ma puentes de hidrógeno con otras cuatro
moléculas de agua formando una estructura
reticular regular (Figura 3).
Figura 4. Representación de los puentes de hidrógeno entre las bases nitrogenadas presen-
tes en la doble hélice del ADN.
Las biomoléculas no cargadas pero polares como los azúcares se disuelven fácilmente
en el agua debido al efecto estabilizador de los puentes de hidrógeno que se forman
entre los grupos hidroxilo del azúcar y las moléculas polares de agua. Los alcoholes,
aldehídos, cetonas y los compuestos que contienen enlaces N-H forman puentes de
hidrógeno con las moléculas de agua y tienden a ser solubles en esta.
Figura 5. El agua disuelve muchas sales cristalinas hidratando los iones que las componen.
Cuando se mezcla el agua con benceno o hexano, se forman dos fases; ninguno de los
dos líquidos es soluble en el otro. Los compuestos apolares tales como el benceno y el
hexano son hidrofóbicos, es decir, incapaces de experimentar interacciones energéti-
64
camente favorables con el agua y, de hecho, interfieren con los enlaces de hidrógeno
entre las moléculas de agua. Todas las moléculas o iones en disolución acuosa inter-
fieren con los puentes de hidrógeno de algunas moléculas de agua en su proximidad
inmediata. Pero los solutos cargados o polares (tales como el NaCl) compensan esta
pérdida de puentes de hidrógeno entre moléculas de agua mediante la formación de
nuevas interacciones entre el soluto y el agua. Los solutos hidrofóbicos no ofrecen esta
compensación.
Los compuestos anfipáticos contienen regiones que son polares (cargadas o con densi-
dad de carga) y regiones que son apolares. Cuando se mezcla un compuesto anfipático
con el agua, la región polar, hidrofílica, interacciona favorablemente con el disolvente
y tiende a disolverse, pero la región apolar, hidrofóbica, tiende a evitar el contacto con
el agua. Las regiones apolares de las moléculas se agrupan para presentar la menor área
hidrofóbica posible al disolvente acuoso, mientras que las regiones polares se disuelven
de forma que se maximice su interacción con el disolvente. Estas estructuras estables de
compuestos anfipáticos en agua, denominadas micelas, pueden contener cientos o mi-
les de moléculas, las fuerzas que mantienen juntas las regiones apolares de las moléculas
se llaman interacciones hidrofóbicas o fuerzas de London (Figura 6).
Los solutos de cualquier tipo, cuando están disueltos, alteran ciertas propiedades físicas
del disolvente agua: su presión de vapor, punto de ebullición, punto de fusión (punto
de congelación) y presión osmótica. Éstas se denominan propiedades coligativas (“li-
gadas”) puesto que el efecto de los solutos sobre las cuatro propiedades tiene la misma
base: la concentración de agua es menor en las disoluciones que en el agua pura. Antes
de continuar vamos a explicar con más detalle lo anunciado recientemente mediante un
ejemplo que se expone a continuación:
66
biomoléculas e iones que su entorno, de forma que la presión osmótica tiende a impulsar
agua hacia el interior de la célula. Si no se equilibra de alguna forma, este movimiento de
agua hacia dentro distendería la membrana plasmática y llegaría a causar la explosión de
la célula (lisis celular) (Figura 7).
*Entendamos, por ahora, la osmolaridad (concentración osmótica) como la concentración
de soluto en 1 litro de disolución.
A lo largo de la evolución han surgido tres mecanismos para evitar esta catástrofe (lisis
celular). En las bacterias y en los vegetales, la membrana plasmática está rodeada de
una pared celular no expandible, de rigidez y fuerza suficiente para resistir la presión
osmótica y evitar la lisis celular. Algunos protozoos de agua dulce, que viven en un me-
dio altamente hipotónico, poseen un orgánulo (vacuola contráctil) que bombea agua al
medio exterior de la célula. En animales multicelulares, el plasma sanguíneo y el fluido
intersticial (el fluido extracelular de los tejidos) se mantienen a una osmolaridad cerca-
na al citosol. La elevada concentración de albúmina y otras proteínas en el plasma san-
guíneo contribuyen a su osmolaridad. Las células también bombean activamente iones
tales como el Na+ hacia el fluido intersticial para permanecer en equilibrio osmótico
con su entorno.
Puesto que el efecto de los solutos en la osmolaridad depende del número de partículas
disueltas, no de su masa, las macromoléculas tienen un efecto mucho menor en la os-
molaridad de una disolución que la que tendría una misma masa de sus componentes
En los polisacáridos gran parte de los puentes de hidrógeno son intracatenarios (entre
oxhidrilos de la misma molécula) en vez de establecerse con moléculas de agua vecinas.
Desde el punto de vista químico, esta es la razón por la cual los polisacáridos atraen
poca agua. Una pequeña proporción de puentes de hidrógeno se dan entre el agua y la
superficie del polisacárido.
Aunque gran parte de las propiedades del agua como disolvente se pueden explicar en
función de la molécula de agua sin carga, el pequeño grado de ionización (reversible)
del agua en iones hidrógeno (H+ o también llamados protones) e iones hidroxilo (HO-)
también debe tenerse en cuenta.
Aunque normalmente se muestra el producto de disociación del agua como H+, los
protones libres no existen en disolución; los iones hidrógeno formados son tomados
por el agua formando el catión hidronio (H3O+).
La escala de pH
Por razones que escapan a esta discusión, no desarrollaremos las ecuaciones matemáticas
mencionadas a continuación.
Cuando se disuelven ácidos en agua, aportan H+ (protones) por ionización; las bases con-
sumen H+ al protonarse o al neutralizarlos formando agua. La concentración total de ion
hidrógeno (protones) de cualquier origen se puede medir experimentalmente y se expresa
como el pH de la solución. El término pH se define mediante la expresión:
Por lo tanto, el pH no es otra cosa que la representación numérica (del 0 al 14) de la concen-
tración de protones de una disolución. Un pH=7 nos está diciendo que la concentración de
protones es de 1x10-7 M (Molar, unidad que se estudiará más adelante en este Manual), pH
que se considera neutro (iguales concentraciones de protones y oxhidrilos). Cuando la con-
centración de protones es superior a 1x10-7 M, el pH será menor a 7, lo que consideramos
soluciones ácidas. Inversamente, cuando la concentración de protones es menor a 1x10-7 M,
el pH será mayor a 7, lo que consideramos soluciones alcalinas o básicas (matemáticamente
-log de un número grande dá un valor pequeño, entonces disminuye el pH).
Es importante mencionar, que del mismo modo que el pH se refiere a la concentracion
de protones de una solución, tambien puede medirse el pOH, el que se define como la
concentración de iones hidroxilos de una solución.
68
Otra ecuación de utilidad es:
¿Pero cómo es que el hecho de agregar un ácido o una base modifica el pH de una so-
lución? Bueno, la explicación radica en comprender el concepto de pH. Como dijimos
anteriormente el pH se define como la concentración de protones en una solución. Por
lo tanto, si a una solución acuosa se le agrega un ácido, por ejemplo ácido clorhídrico,
esta molécula liberará H+ a la solución:
Ácidos y bases
Cada ácido tiene una tendencia característica a perder su protón en solución acuosa.
Cuanto más fuerte sea el ácido mayor será la tendencia a perder su protón.
Casi todos los procesos biológicos son dependientes del pH, una pequeña modifica-
ción en el pH produce un gran cambio en la velocidad de un proceso. Las células y
los organismos tienen un pH citosólico específico y constante (normalmente cercano a
pH 7) que mantiene a las biomoléculas en su estado iónico óptimo. En los organismos
multicelulares, el pH de los fluidos extracelulares también se mantiene estrechamente
regulado. La constancia de pH se consigue principalmente mediante tampones o buffers
biológicos: mezclas de ácidos débiles y de sus bases conjugadas.
Los buffers son sistemas acuosos que tienden a resistir cambios en su pH cuando se aña-
den pequeñas cantidades de ácido (H+) o base (HO-). Un sistema buffer consiste en un
ácido débil (donador de protones) y su base conjugada (aceptor de protones). Cada par
conjugado ácido-base tiene una zona característica de pH en la que es un buffer eficaz.
En el punto medio de la zona buffer, donde la concentración del donador de protones es
exactamente igual a la del aceptor de protones, el poder buffer del sistema es máximo; lo
que significa, que se produce un cambio mínimo de pH cuando se adicionan H+ u HO-.
70
Un segundo buffer de altísima importancia biológica es el par ácido carbónico (H2CO3),
donador de protones y el bicarbonato (HCO3-), aceptor de protones, presentes en el
plasma sanguíneo.
Sistemas de Unidades:
¿Cómo medir una bacteria y una docena de huevos?
Objetivos de aprendizaje
Al finalizar la lectura de la última parte de este capítulo de EDUMED el estudiante será
capaz de:
• Describir el concepto de mol y osmolaridad.
• Describir qué representa el número de Avogadro.
• Diferenciar osmolaridad y osmolalidad.
• Entender las dimensiones de las distintas formas de vida y elementos de interés biólogico.
• Realizar pasajes de unidades de medida del sistema internacional.
• Describir los diferentes tipos de soluciones.
• Comprender las unidades físicas y químicas de concentración.
Desde tiempos muy antiguos ha existido por razones diversas la necesidad de cuanti-
ficar y medir. Los egipcios utilizaban por ejemplo como medidas, el codo, siendo éste
la distancia entre el dedo anular con mano extendida, hasta el codo. A esta medida la
duplicaba el brazo, una distancia que iba desde el anular hasta casi el centro del tórax
y, finalmente la más conocida, la braza, que iba de anular a anular manteniendo los dos
brazos extendidos.
El sistema más utilizado en todo el mundo hoy es un sistema que data de la década del
sesenta, llamado Sistema Internacional de Unidades (SIU). En este sistema hay Unida-
des Fundamentales y Unidades Derivadas de las mismas, es decir, que por combinación
aritmética de las Fundamentales, se forman las Derivadas.
Unidades Fundamentales
74
Otras Unidades de medida son seguramente más recordables para usted, como por ejemplo…
Cuando usted va al almacén, puede pedir media docena de huevos (6), 1 kg de naranjas,
etc. ¿Ha probado en pedirle al almacenero de la esquina un viernes a la tarde 6533 granos
de arroz? Desde EDUMED le aconsejamos que no lo haga (esto le permitirá seguir cur-
sando sin lesiones). Para pedir arroz en este caso, usamos también medidas de peso como
1 Kilo (Kg), medio kilo (1/2 Kg), etc.
El gran problema de los bioquímicos, es que no tenían una unidad de medida para cuan-
tificar átomos y moléculas, partículas que no son observables (al menos ni yo ni el alma-
cenero las vemos).
Para eso le presentamos el Mol. Esta palabra se crée fue introducida por Wilhelm Os-
twald (1853-1932, Premio Nobel de Química en 1909 por sus trabajos sobre catálisis) y
significa en latín “montón”. Es eso, en 1 mol hay montones de partículas, átomos, etc. de-
pendiendo lo que se trate. Algunos autores refieren que el término mol es una traducción
de 1897 de la unidad germana Mol, palabra acuñada por Ostwald en1894 de Molekül (sin
embargo, el concepto relacionado de peso equivalente se usaba al menos un siglo antes).
El Mol es esencialmente un número. Cuando nos preguntan ¿Cuántas moléculas de agua
hay en 1 mol de agua (la fórmula del agua es H2O)? La respuesta es un número, llamado
número de Avogadro, y es igual a 6,02 x 1023
RESUMEN: los átomos y las moléculas no podemos observarlos, esto hace que aparez-
ca un número exponencial, el de Avogadro, que sería igual a decir que 1 mol es igual a
602.000.000.000.000.000.000.000
Respuestas:
En 1 mol de Na habrá 6,02 x 1023 átomos de Na
En 1 mol de Fe habrá 6,02 x 1023 átomos de Fe
Amedeo Avogadro (1776 - 1856), fue un físico y químico italiano, quien formuló la
llamada ley de Avogadro, que dice que «volúmenes iguales de gases distintos bajo las
mismas condiciones de presión y temperatura, contienen el mismo número de molécu-
las» (en su honor se le dio el nombre al número de Avogadro).
La constante de Avogadro es fundamental para entender la composición de las molé-
culas y sus interacciones y combinaciones. Por ejemplo, ya que un átomo de oxígeno se
combinará con dos átomos de hidrógeno para crear una molécula de agua (H2O), de
igual forma un mol de oxígeno (6,022 × 1023 átomos de O) se combinará con dos moles
de hidrógeno (2 × 6,022 × 1023 átomos de H) para crear un mol de H2O.
Importante: un mol es la cantidad de materia que contiene 6,02 x 1023 partículas ele-
mentales (ya sea átomos, moléculas, iones, partículas subatómicas, etcétera). Por eso,
cuando un químico utiliza el término mol, debe dejar en claro si es:
1 mol de átomos
1 mol de moléculas
1 mol de iones
1 mol de cualquier partícula elemental.
El mol permite “contar” entidades químicas de forma indirecta cuando éstas son pe-
sadas. Esta medición se puede hacer porque los átomos de un determinado elemento
siempre tienen la misma masa. Piense en la masa de una docena de huevos (12 huevos);
ésta es distinta a la masa de una docena de ladrillos (12 ladrillos). Lo mismo ocurre con
la masa de un mol de hidrógenos (6,02 x 1023 átomos de hidrógeno) que es distinta a la
masa de un mol de cobre (6,02 x 1023 átomos de cobre).
76
Los elementos tienen distinta masa, y el valor de cada una de ellas nos lo entrega la co-
nocida Tabla Periódica.
Lo que sí es certero hoy, es que en la definición estricta de mol, 1 mol son 6,02 x 1023
unidades contables que es igual al número de átomos presentes en 12 gramos del isóto-
po del carbono 12 (12C). Se tomó a este isótopo, por ser muy abundante en la naturaleza
y por su gran estabilidad.
Por esto, las masas atómicas son relativas. ¿Qué significa esto? Si la masa atómica del He-
lio es 4,0026, esto significa que la masa de un átomo de Helio es 4,0026 veces mayor que
una uma (unidad de masa atómica).
Sigamos avanzando…
Hablamos de átomos, moléculas, etc, pero aunque no sea parte específica de este capí-
tulo, recuerde que:
1) La masa es la cantidad de materia de un elemento.
2) La masa de un átomo depende del número de neutrones y protones que contiene
y varía en los distintos isótopos.
Tenemos que unir ahora la palabra mol, con la denominada masa molar.
La masa molar es la masa de 1 mol de una sustancia expresada en gramos. La unidad
que se utiliza para masa molar es gramos / mol (g/mol). Esta unidad tiene el mismo
valor que la masa atómica, pero esta vez expresada en gramos y no en umas.
¿Entonces masa molar y masa atómica son lo mismo…? NO, se lo decimos antes de
que termine de preguntar. No son lo mismo.
Para ir cerrando con este tema, ya sabemos que no existe una balanza que nos permita
medir la masa de un átomo solamente. Pero sí se puede medir la masa de una gran can-
tidad de átomos. Así sabemos que:
6,02 x 1023 u. m. a. pesan un gramo masa; o sea, un mol de uma pesa un gramo.
78
Ahora que ya podemos discutir con el almacenero y marearlo un poco, ¿Cuánto pesará
un mol de cobre?
La masa atómica relativa (o peso atómico) del cobre es 63,54 veces mayor que la
uma, por lo tanto, un mol de cobre pesa 63,54 gramos.
La masa atómica del Helio es 4,0026 veces mayor que la uma, así que un mol de Helio
pesa 4,0026 gramos.
Ahora podemos si lo deseamos saber cuántos moles hay en determinada cantidad de un
elemento. Por ejemplo, si quiero saber ¿Cuántos moles de cobre hay en 120 gramos del
metal? Lo que debo saber es que:
1 mol de cobre pesa 63,54 gramos, entonces 120 gramos / 63,54 = 1,886 moles
Soluciones
Una solución (o disolución) es una mezcla de dos o más componentes perfectamente
homogénea ya que cada componente se mezcla íntimamente con el otro, de modo tal
que pierden sus características individuales. Esto último significa que los constituyentes
son indistinguibles y el conjunto se presenta en una sola fase (sólida, líquida o gas)
bien definida.
Una solución que contiene agua como solvente se llama solución acuosa.
I) Sus componentes no pueden separarse por métodos físicos simples como decanta-
ción, filtración, centrifugación, etc.
II) Sus componentes solo pueden separase por destilación, cristalización, cromatografía.
III) Los componentes de una solución son soluto y solvente.
Diluidas: si la cantidad de soluto respecto del solvente es pequeña. Ejemplo: una solu-
ción de 1 gramo de sal de mesa en 100 gramos de agua.
Su símbolo es % m/m y representa la cantidad en gramos del soluto por cada 100 gra-
mos de solución.
Ejemplo, si tenemos una solución con una concentración de glucosa de 12% m/m, esto
quiere decir que hay 12 gramos de glucosa en 100 gramos de solución.
Por ejemplo, una solución 18% v/v tiene 18 ml de soluto por 100 ml de solución.
También se puede expresar en porcentaje masa / volumen, % m/v, lo que significa, el
peso en gramos del soluto en 100ml de solución.
Como ejemplo, si una solución tiene una concentración de 20% m/v, significa que hay
20 gramos de soluto en 100ml de solución.
Para expresar la concentración de las soluciones se usan también sistemas con unidades
químicas, como son:
Molaridad (M) = (número de moles de soluto) / (1 litro de solución)
Molalidad (m) = (número de moles de soluto) / (1 kilo de solvente)
Fracción molar (Xi): se define como la relación entre los moles de un componente (ya
sea solvente o soluto) de la solución y los moles totales presentes en la solución.
80
Vemos a continuación un ejercicio de cálculo de concentración:
Se preparó una solución disolviendo 30gr de cloruro de calcio (CaCl2) en 80 ml de agua.
La sal (CaCl2) en este caso representa al soluto, mientras el agua es el solvente.
Exprese la concentración de esta solución tanto en la unidad física % m/v como en la
unidad química M (Molaridad).
Entonces:
30gr CaCl2 ----------- 80ml solución
X= ---------------- 100ml solución
Esto indica que hay 37,5gr de soluto por cada 100ml de solución.
Unidad química Molaridad (M), por definición: se obtiene una solución 1M (molar)
cuando se disuelve un mol de moléculas (equivalente a un peso molecular) en 1 litro de
solución:
Utilizando la tabla periódica se calcula el PM del CaCl2, esto es (40 + 35,45 X 2 = 110,9 gr/mol)
y se corresponde con la sumatoria de los pesos atómicos multiplicados por los subíndices. El
peso atómico del Ca es 40gr/mol, mientas que para el Cl es 35,45gr/mol.
Entonces:
1M ----------------------- 110,9gr/mol ----------------- 1000ml de solución
X= ----------------- 80ml de solución
Esto es una proporción, si para 1000ml de solución hay 110,9gr de soluto, para 80ml de
solución hay 8,87gr de soluto. En ambos casos la concentración es 1M.
X= 30gr/mol x 1M = 3,38M
8,87gr/mol
Molalidad (m)
Unidades que le serán de utilidad para hablar de células, virus, bacterias y otros
microorganismos
Primero es importante para nosotros que usted tenga en claro que si eligió medicina
porque creyó que podría ver en un par de clases algunos cuantos virus y obtener un
Nobel, estamos perdidos. Observe lo siguiente:
El kilómetro (km), hectómetro (hm) y el decámetro (dam), son unidades más grandes
por lo tanto son sus múltiplos
82
¿Para qué utilizamos el metro?
El metro es empleado para medir el largo, ancho, y la altura de las cosas, es decir el me-
tro se utiliza para conocer longitudes.
Cómo convertir las unidades de longitud en una más grande o más pequeña?
Cada unidad de longitud es igual a 10 unidades de orden inmediato inferior, o también
cada unidad de un orden es 10 veces menor que la del orden inmediato superior.
Por ejemplo:
Pasar 50m a cm
Si queremos pasar de metros a centímetros tenemos que multiplicar (porque vamos a pasar
de una unidad mayor a otra menor) por la unidad seguida de dos ceros, ya que entre el me-
tro y el centímetro hay dos lugares de separación. 50 · 100 = 5.000cm
Para pasar de milímetros a metros tenemos que dividir (porque vamos a pasar de una
unidad menor a otra mayor) por la unidad seguida de tres ceros, ya que hay tres lugares
de separación.
4385 : 1000 = 4.385m
Bien, ahora ya tenemos todo preparado el terreno para medir virus y bacter.... NOOOO!
Concepto de micrón
Hoy aceptamos, sin oposición, que los organismos están formados por células. Hubo un largo
camino para llegar a esta conclusión, ya que el tamaño de la mayoría de las células es menor
que el poder de resolución del ojo humano, que es de aproximadamente 200 micras (0.2 mm).
Para poder ver las células se necesitó la invención de aparatos con mayor poder de reso-
lución que el ojo humano: el microscopio. Éstos usan la luz visible y lentes de cristal que
proporcionan los aumentos. Su poder de resolución máximo es de 0.2 micras, mil veces
mayor que el ojo humano. Pero incluso con el uso de los microscopios se tardó en llegar a
identificar a las células como las unidades que forman a todos los seres vivos, lo cual fue
debido fundamentalmente a la diversidad de formas y tamaños que presentan y también a
la mala calidad de las lentes que formaban parte de los primeros microscopios.
Tamaño celular
El tamaño de las células se expresa en micrómetros (µm). Como dijimos anteriormente,
un micrómetro o micra es la milésima parte de un milímetro. Una célula eucariota típica
mide en promedio 60 µm.
Pero hay células eucariotas que se escapan de las dimensiones más comunes y pueden ser
muy pequeñas, como los espermatozoides, cuya cabeza puede medir menos de 4 µm de
diámetro, mientras que otras como los huevos de algunas aves o reptiles pueden medir
más de 10 centímetros. Más pequeñas que las células eucariotas son las células procariotas
que suelen medir en torno a 1 o 2 µm de diámetro, siendo las más pequeñas los micoplas-
mas con dimensiones menores a 0.5 µm.
84
Recuerde, la célula es la unidad fundamental de los seres vivos, compuesta por nume-
rosas organelas. El conjunto de células se agrupan formando diferentes tejidos y estos
darán origen a los diferentes órganos.
Nuestros glóbulos rojos miden aproximadamente siete micrones, las células vegetales
alrededor de veinticinco micrones, un óvulo humano, doscientos micrones, una bacte-
ria, entre dos y tres micrones.
Proteínas
Las proteínas son las macromoléculas biológicas más abundantes, estando presentes
en todas las células y en todas las partes de la misma. Las proteínas también presentan
una gran variedad; en una sola célula se pueden encontrar miles de clases de proteínas
diferentes. Además, muestran una gran diversidad en cuanto a su función biológica,
pudiendo ser enzimas, hormonas, anticuerpos, transportadores celulares, receptores
celulares, antibióticos, etc.
Las proteínas son polímeros. Como todo polímero, las mismas están constituidas por
unidades repetidas denominadas monómeros: los aminoácidos. Todas las proteínas,
tanto si provienen de bacterias como de células eucariotas, están constituidas a partir
del mismo conjunto de 20 aminoácidos, unidos de forma covalente en secuencias linea-
les. Cada uno de estos aminoácidos tienen una cadena lateral propia que determina sus
propiedades químicas.
La estructura de las proteínas constituye el tema de este capítulo. Empezaremos con una
descripción de las propiedades químicas fundamentales de los aminoácidos para con-
tinuar con la explicación de cómo se unen dichos aminoácidos para formar proteínas.
El átomo de carbono α es, por lo tanto, un centro quiral. Debido al ordenamiento de los
enlaces alrededor del átomo del carbono α, los cuatro grupos diferentes pueden ocupar dos
ordenamientos diferentes en el espacio. Estas moléculas son imágenes especulares, no su-
perponibles entre sí (como las manos de una persona). Si bien existen distintas nomencla-
turas para especificar la configuración alrededor de un centro quiral (sistema DL o sistema
RS), es importante mencionar que casi todos los compuestos biológicos con centro quiral
se presentan en la naturaleza en una sola de sus formas estereoisómeras, sea D o L (R o S
dependiendo del sistema que se utilice). Los residuos aminoacídicos de las proteínas son
exclusivamente los de tipo L. Se han encontrado D-aminoácidos solamente en unos pocos
péptidos, generalmente pequeños, que incluyen algunos péptidos celulares bacterianos y
algunos antibióticos.
A los aminoácidos se les han asignado abreviaturas de tres letras y símbolos de una sola letra
(Figura 2) que se utilizan para indicar de manera abreviada la composición y secuencia de
aminoácidos en las proteínas.
Figura 2. Códigos en base a letras para identificar a los diferentes aminoácidos estándar.
88
Los aminoácidos se pueden clasificar según su grupo R. El tema se puede simplificar agru-
pando los aminoácidos en cinco clases principales basadas en las propiedades de sus gru-
pos R, en especial su polaridad, o tendencia a interaccionar con el agua a pH biológico
(cerca de pH 7,0). La polaridad de los grupos R varía enormemente desde totalmente
apolar o hidrofóbico (insoluble en agua) a altamente polar o hidrofílico (soluble en agua)
(Figura 3).
Los aminoácidos pueden actuar como ácidos y como bases. Cuando un aminoácido se
disuelve en agua, se encuentra en solución en forma de ion dipolar, pudiendo actuar como
ácido (donador de protones) o bien como una base (aceptor de protones) (Figura 4).
Figura 3. Los 20 aminoácidos estándar de las proteínas. Las fórmulas estructurales muestran
el estado de ionización que predomina a pH 7,0. Las partes no sombreadas son comunes
para todos los aminoácidos; las partes sombreadas son los grupos R.
La figura 4 nos muestra que a medida que cambia el pH de una solución se van obteniendo
distintas formas protonadas de los aminoácidos. Existen distintos puntos de pH para cada
aminoácido donde la pérdida y la ganancia de protones se encuentran en equilibrio, lo que
permite que el aminoácido en cuestión sea un buen buffer en ese pH en particular. Es impor-
tante mencionar que los grupos R de algunos aminoácidos pueden ionizarse y contribuyen
a las propiedades ácido-base del aminoácido.
Los aminoácidos son capaces de desempeñar otros roles en las células y en el organismo,
más allá de ser los monómeros de las proteínas. A continuación se muestran algunas de sus
funciones.
Los péptidos
Dos aminoácidos pueden unirse de forma covalente a través de un enlace peptídico, for-
mando un dipéptido. Este enlace se forma por la eliminación de un grupo hidróxilo del
grupo α-carboxilo de un aminoácido y un átomo de hidrógeno del grupo α-amino del otro
aminoácido (en forma de una molécula de agua, reacción denominada condensación) (Fi-
gura 5). La formación del enlace peptídico es un ejemplo de una reacción de condensación,
un tipo de reacción frecuente dentro de la célula. Se pueden unir tres aminoácidos mediante
dos enlaces peptídicos para formar un tripéptido, de manera similar, se pueden unir más
aminoácidos para dar tetra- y pentapéptidos. Cuando se unen unos pocos aminoácidos en-
tre sí, la estructura resultante es un oligopéptido. Cuando se unen muchos aminoácidos, el
producto es un polipéptido. Las proteínas pueden tener miles de residuos aminoacídicos.
Aunque a veces los términos “polipéptido” y “proteína” son intercambiables, las moléculas
nominadas polipéptidos tienen masas moleculares inferiores a 10.000 kDa.
90
Figura 5. Formación de un enlace peptídico por condensa-
ción y reacción de hidrólisis del enlace peptídico.
Las proteínas
Para las macromoléculas grandes tales como las proteínas, las tareas de describir y com-
prender la estructura se abordan en varios niveles de complejidad, ordenados en una es-
pecie de jerarquía conceptual. Se definen normalmente cuatro niveles de estructura en las
proteínas (Figura 6).
La estructura primaria es una descripción de todos los enlaces covalentes (principalmente
enlaces peptídicos y puentes disulfuro) que unen los aminoácidos de una cadena polipeptí-
dica. El elemento más importante de la estructura primaria es la secuencia de aminoácidos.
La secuencia de aminoácidos de una proteína está codificada en el ADN por la secuencia de
nucleótidos. Existe un sistema de conversión, llamado código genético, que se puede utilizar
para deducir la secuencia de aminoácidos a partir de la secuencia de nucleótidos del ADN.
La estructura secundaria se refiere a disposiciones particularmente estables de los aminoá-
cidos que dan lugar a patrones estructurales repetidos.
La estructura terciaria describe todos los aspectos del plegamiento tridimensional de un
polipéptido. Cuando una proteína posee dos o más subunidades polipeptídicas, su disposi-
ción en el espacio se denomina estructura cuaternaria.
Entre las interacciones químicas que estabilizan la conformación nativa se incluyen: los
puentes disulfuro, las interacciones iónicas y las interacciones débiles no covalentes (puen-
tes de hidrógeno e interacciones hidrofóbicas). Los enlaces covalentes individuales que
contribuyen a las conformaciones nativas de proteínas, tales como los puentes disulfuro
que unen partes separadas de una única cadena polipeptídica (o distintas cadenas poli-
peptídicas), son claramente mucho más fuertes que las interacciones débiles individuales.
Sin embargo, las interacciones débiles son las que predominan como fuerza estabilizadora
de la estructura de las proteínas debido a que son muy numerosas.
Las interacciones hidrofóbicas juegan un papel muy importante en la estabilización de la
conformación de las proteínas; el interior de una proteína suele ser un núcleo densamente
empaquetado de cadenas laterales hidrofóbicas de aminoácidos (lejos del contacto con
el agua). También, es importante que cualquier grupo polar o cargado del interior de la
proteína tenga cerca otros grupos adecuados para formar puentes de hidrógeno o interac-
ciones iónicas. Los grupos polares del exterior pueden formar puentes de hidrógeno con
el agua y ser solubles en ella (Figura 7).
Desde el punto de vista termodinámico esta favorecido el plegado de una proteína en un
medio acuoso ya que esto implica un mayor desorden (ΔS+) en las moléculas de agua.
92
Estructura secundaria
El término estructura secundaria se refiere a la conformación local de algunas partes del po-
lipéptido. Normalmente, la discusión de la estructura secundaria se centra en los patrones
de plegamiento regulares habituales de la cadena polipeptídica. Solo unas cuantas estructuras
secundarias son muy estables y están ampliamente distribuidas en las proteínas. Las más desta-
cables son las conformaciones de α-hélice y lamina β plegada que se describen a continuación.
La disposición más sencilla que podría asumir una cadena polipeptídica, teniendo en cuenta
la rigidez de sus enlaces peptídicos (y también la libertad de rotación de los demás enlaces), es
una estructura en hélice, denominada α-hélice. La rigidez del enlace peptídico viene determi-
nada por su carácter parcial de doble enlace, lo que implica que el enlace peptídico es co-planar
y presenta un dipolo. En esta estructura, el esqueleto polipéptido se encuentra compactamente
enrollado alrededor del eje imaginario longitudinal de la molécula, y los grupos R de los resi-
duos de aminoácidos sobresalen del esqueleto helicoidal (Figura 8).
R
R
R R
R
R R
R
R
R R R
R R R
94
interaccionales de la cadena polipeptídica se mantienen en su posición terciaria carac-
terística gracias a diferentes interacciones enlazantes débiles (y a veces mediante enlaces
covalentes tales como los puentes disulfuro) entre segmentos.
Figura 10. A) Estructura del cabello. En el cabello se observa una disposición de muchos filamentos
de α-queratina, formados por subestructuras como las desarrolladas en el esquema. B) Estructura
terciaria de la mioglobina. El esqueleto polipeptídico se muestra en una representación de cintas.
Algunas proteínas están formadas por dos o más cadenas polipeptídicas o subunidades,
que pueden ser idénticas o diferentes. La disposición de estas subunidades proteicas en
complejos tridimensionales es la estructura cuaternaria. Una proteína multisubunidad
se conoce como multímero. Las proteínas multímeras pueden tener de dos a cientos de
subunidades. Un multímero con solo unas pocas subunidades se denomina a menudo
oligómero. Si un multímero está constituido por varias subunidades diferentes, la es-
tructura global de la proteína puede ser asimétrica y bastante complicada. Sin embargo,
la mayoría de los multímeros tienen subunidades idénticas o grupos repetidos de su-
bunidades no idénticas, a menudo dispuestas simétricamente. La unidad de repetición
estructural en este tipo de proteína multimérica, tanto si es una sola subunidad o un
grupo de subunidades, se denomina protómero.
Se pueden dar asociaciones entre proteínas o de éstas con otras biomoléculas. A con-
tinuación solo daremos a conocer algunos ejemplos y como es la denominación de la
Todas las proteínas empiezan su existencia en un ribosoma como una secuencia lineal de
residuos de aminoácidos. Para alcanzar su conformación nativa, este polipéptido debe
plegarse durante y a continuación de la síntesis. La conformación nativa de una proteína
es solo marginalmente estable. Cambios modestos en el entorno de la proteína pueden
acarrear cambios estructurales que pueden afectar a la función.
Las estructuras proteicas han evolucionado para funcionar en entornos celulares concre-
tos. Condiciones diferentes a las de la célula pueden provocar cambios, grandes y peque-
ños en la estructura de la proteína. La pérdida de la estructura tridimensional suficiente
para originar la perdida de la función se denomina desnaturalización. El estado desnatu-
ralizado no se equipara necesariamente con el desplegamiento completo de la proteína y
la pérdida total de la conformación. En la mayoría de condiciones, las proteínas desnatu-
ralizadas existen en un conjunto de estados parcialmente plegados.
La desnaturalización de proteínas puede llevarse a cabo no solamente por acción del calor,
sino también por la acción de extremos de pH, ciertos disolventes orgánicos miscibles en
agua, como por ejemplo el alcohol o la acetona, solutos tales como la urea, el cloruro de
guanidinio, altas concentraciones salinas o detergentes. El tratamiento con cada uno de
estos agentes desnaturalizantes puede considerarse relativamente suave, en el sentido de
que no se rompen enlaces covalentes de la cadena polipeptídica. Los disolventes orgáni-
cos y los detergentes actúan rompiendo principalmente las interacciones hidrofóbicas que
forman el núcleo estable de las proteínas. Los extremos de pH alteran la carga neta de la
proteína, dando lugar a la aparición de repulsiones electroestáticas y a la destrucción de
algunos puentes de hidrógeno. La urea, el alcohol, el cloruro de guanidinio y las sales se-
cuestran el agua de la proteína. Los estados desnaturalizados obtenidos con estos diversos
tratamientos no son necesariamente equivalentes.
96
vueltas a condiciones en las que la conformación nativa es estable mediante un proceso
conocido como renaturalización.
Por último, es importante mencionar que no todas las proteínas, a medida que se sinteti-
zan en la célula, se pliegan espontáneamente. Para muchas el plegamiento esta facilitado
por la acción de proteínas especializadas. Las chaperonas moleculares son proteínas que
interaccionan con péptidos parcial o incorrectamente plegados, facilitando rutas de plega-
miento correctas o aportando microentornos en los que pueda tener lugar el plegamiento.
Las proteínas son moléculas dinámicas cuyas funciones dependen, de modo casi in-
variable, de las interacciones con otras moléculas. A continuación, se presentará un
cuadro que intenta resumir las múltiples funciones que presentan las proteínas, dando
en cada caso algunos pocos ejemplos de proteínas relacionadas con tal función. El abor-
daje de cada una de estas funciones excede el objetivo del presente capítulo.
Enzimas
Objetivos de aprendizaje
Al finalizar la lectura del siguiente capítulo, el estudiante será capaz de:
• Comprender el proceso de aceleración de las reacciones metabólicas gracias a la
participación de las enzimas.
• Relacionar el nombre dado a las enzimas y su función general en las reacciones
básicas del organismo.
• Realizar un cuadro con la clasificación enzimática según mecanismo de acción de
las mismas.
• Entender la diferencia entre enzimas simples y conjugadas.
• Diferenciar los factores que regulan la actividad enzimática (Km).
• Comprender el concepto y función de las isoenzimas en el organismo.
Un catalizador es un agente capaz de acelerar una reacción química, sin formar parte de
los productos ni consumirse en el proceso.
Según la teoría de las colisiones, para que dos sustratos (reactivos) reaccionen entre sí for-
mando un estado de transición y luego un producto, es menester que choquen en la orienta-
ción correcta y además con suficiente energía cinética (velocidad del impacto), algo bastante
improbable en un sistema gobernado por el azar! Un choque en una orientación poco ópti-
ma puede ser compensado, si la energía del impacto es lo suficientemente grande, llegando
de igual manera al estado de transición y luego resolviéndose a productos. La energía que
hay que suministrarle a los reactivos para iniciar la reacción y llevarlos al estado de transi-
ción es la energía de activación (Ea).
Los catalizadores aceleran las reacciones químicas, pues disminuyen la Ea. Los catalizadores
biológicos son las enzimas, la mayor parte son proteicas, aunque algunos tipos de ARN
tienen función catalítica (ribozimas).
La ventaja que ofrece una enzima, es que a través de un nicho (sitio activo) asiste a los reactivos
para que se posicionen correctamente, ahorrando parte de la energía y llegando más fácilmen-
te al estado de transición. Se evita de esta manera, un exceso de energía que eventualmente
compensaría la orientación poco adecuada entre los reactivos (disminución de Ea).
Las enzimas son más eficientes que la mayoría de los catalizadores inorgánicos (Pt, Pd, etc),
son altamente específicas pudiendo discriminar, incluso entre reactivos enantioméricos.
Además, las enzimas presentan multiples formas de regulación de su actividad (alosterismo,
modificación covalente, proteólisis, inhibición, etc).
Las enzimas suelen nombrarse agregando el sufijo “asa” al nombre del sustrato sobre el
cual actúan. Por ejemplo: la enzima amilasa cataliza una reacción sobre el sustrato almi-
dón. También suelen denominarse según el tipo de reacción catalizada, por ejemplo: las
deshidrogenasas y las descarboxilasas catalizan la sustracción de hidrógenos y carboxilo
del sustrato respectivamente. Algunas pocas enzimas tienen nombres arbitrarios.
100
Las enzimas se clasifican en seis familias según el tipo de reacción catalizada, con lo
cual la gran diversidad de reacciones bioquímicas pueden agruparse en estas categorías:
3) Hidrolasas: catalizan la ruptura de enlaces C-N; C-O; C-S y O-P por adición de
H2O (hidrólisis). Pertenece a este grupo la arginasa, que cataliza la hidrólisis de ar-
ginina para formar urea, la reacción es:
102
Naturaleza química
Coenzimas
Metaloenzimas
Zimógenos
Los denominados errores congénitos del metabolismo se deben usualmente a una falla
en la vía metabólica de cierto compuesto. En este caso una mutación genética conlleva
por ejemplo a la falta o cambio de un aminoácido en el sitio activo de la enzima modi-
ficando así su actividad.
Sistemas multienzimáticos
Catálisis enzimática
104
mando un complejo transitorio. Las eventuales modificaciones de la molécula durante
dicha unión son efímeras.
Si una enzima E cataliza la transformación del sustrato S en el producto P, primero se
unen enzima y sustrato para formar el complejo ES, el cual luego se disocia en enzima y
producto. El proceso puede representarse de la siguiente manera:
Sitio activo
Para formar el complejo ES, el sustrato se fija a un lugar definido de la enzima. Esta región de
la enzima se conoce como sitio activo o catalítico y es donde se lleva a cabo la acción catalítica.
Representaciones muy esquemáticas del sitio activo de una enzima, tipos de interacciones.
106
Los estudios de cinética enzimática de Michaelis y Menten arrojaron importantes
contribuciones, una de ellas es la constante de Michaelis (Km).
La Km corresponde a la concentración de sustrato con la cual la velocidad de reac-
ción alcanza un valor igual a la mitad de la máxima. Ver figura debajo:
La Km tiene un valor fijo para cada enzima y sirve para caracterizarla. En las en-
zimas, el valor de Km guarda relación inversa con la afinidad de la enzima por el
sustrato. Por lo tanto a menor Km mayor afinidad de la enzima por el sustrato.
Inhibidores enzimáticos
Existen agentes químicos que inhiben la actividad catalítica. La inhibición puede ser
reversible o irreversible.
Inhibidores irreversibles: producen cambios permanentes en la enzima, con deterioro
definitivo de su capacidad catalítica. En este grupo, tenemos moléculas que por su se-
mejanza estructural con el sustrato, pueden ocupar el sitio activo de la enzima y trans-
formarse en productos. Estos productos forman uniones covalentes con la enzima y
bloquean irreversiblemente el sitio activo. Un ejemplo es la droga alopurinol, inhibidor
108
De esta manera a través de un regulador alostérico positivo, el sitio activo aumenta su
afinidad por el sustrato (disminuye el Km), con lo cual acelera la velocidad de reacción.
En contraste un regulador alostérico negativo disminuye la afinidad de la enzima por el
sustrato (aumenta el Km), con lo cual la reacción es más lenta o no ocurre.
Regulación por modificación covalente: muchas enzimas son reguladas por la adición
o remoción de grupos unidos covalentemente. Dentro de las modificaciones más habi-
tuales tenemos la fosforilación (adición de un grupo ortofosfórico mediante una quina-
sa a residuos de serina, treonina, tirosina, este proceso consume ATP) y defosforilación
de enzimas (remoción del grupo ortofosfórico mediante una fosfatasa, hidrólisis sin
consumo de ATP). Dependiendo de la enzima en cuestión, esta puede estar activa en su
forma fosforilada o defosforilada. Existen enzimas cuya actividad es modulada por la
unión covalente de otros grupos, por ejemplo: metilación, acetilación, etc.
Nota: Las proteínas quinasas y fosfatasas también pueden fosforilar y defosforilar los
hidratos de carbono y los lípidos.
Los mecanismos regulatorios anteriormente expuestos claramente cambian la actividad
enzimática y consecuentemente modifican el flujo de una vía metabólica.
Otros mecanismos de control del flujo metabólico es aumentar o reprimir la síntesis de
enzimas (mecanismo a nivel genético, que actúa más lento) y/o degradar las enzimas
mediante proteólisis (mecanismo irreversible).
Isoenzimas
En un organismo, y más aún en una célula, pueden existir enzimas diferentes que catali-
zan la misma reacción. Estas distintas formas moleculares de una enzima se denominan
isoenzimas. Tal es el caso de la hexoquinasa y glucoquinasa: que catalizan la reacción de
transferencia de un grupo fosfato desde el ATP a la glucosa para formar glucosa-6 fosfato.
Destecamos que estas isoenzimas se encuentran en diferentes órganos: la glucoquinasa es
exclusiva del hígado, mientras que la hexoquinasa está en tejidos extrahepáticos. Ambas
modificadas por genes distintos. Presentan distinta Km y además tienen mecanismos re-
gulatorios diferentes. Por ejemplo, la hexoquinasa tiene como regulador alostérico negati-
vo al producto de la reacción glucosa 6-fosfato, mientras la otra isoenzima no.
Consideraciones termodinámicas
110
Representación de una reacción enzimática irreversible.
En este caso, la enzima transforma los reactivos a producto y no puede volver a ge-
nerar a partir de los productos los reactivos. Este tipo de enzimas es insensible a las
concentraciones de reactivos y productos, es decir, por más que se aumente la cantidad
de producto, éste nunca será transformado nuevamente en reactivo, con lo cual no se
restablece un nuevo equilibrio. En otras palabras, los cambios en las concentraciones
de los sustratos tienen un efecto relativamente pequeño sobre la velocidad de una reac-
ción irreversible. Solo los cambios en la actividad de la enzima, por ejemplo, por medio
de reguladores alostéricos y/o modificación covalente pueden alterar esta velocidad en
grado significativo. Estas enzimas suelen estar ubicadas estratégicamente en las vías
metabólicas y por lo general son de las primeras en la vía. Existen vías metabólicas con
múltiples reacciones irreversibles, mayormente, todas ellas regulables y determinantes
de la direccionalidad de la ruta.
Introducción al metabolismo
Objetivos de aprendizaje
Al finalizar la lectura del siguiente capítulo, el estudiante será capaz de:
• Realizar un cuadro comparativo entre el anabolismo y el catabolismo.
• Interpretar los conceptos de óxido-reducción (Redox).
• Describir la estructura química y función de las principales coenzimas como el NADH,
NADPH y FADH2.
• Identificar al ATP como la principal moneda energética en los seres vivos.
• Describir diferentes mecanismos productores de ATP, diferenciando entre fosforilación
a nivel del sustrato y fosforilación oxidativa.
• Adquirir nociones de los distintos tipos de metabolismos energéticos.
Los seres vivos somos sistemas abiertos que intercambiamos permanentemente materia y
energía con el medioambiente que nos rodea. Parte de la materia que se incorpora con los
alimentos (donde están los nutrientes) se usa para construir nuestras biomoléculas. Un
porcentaje de la materia incorporada se oxida (parcial o totalmente) y esto nos permite
producir la moneda energética ATP, que representa energía química fácilmente utilizable
por todas las células.
La construcción de nuestras biomoléculas está determinada genéticamente. Esto explica
por qué al comer una lechuga o un cerdo, no desarrollamos ni hojas ni una cola en espiral.
Utilizamos los mismos ladrillitos (aminoácidos, lípidos y azúcares) pero la secuencia de
ordenamiento es distinta y eso viene determinado por los genes.
“El proceso por el cual las moléculas biológicas se degradan y sintetizan nuevamente forma
una compleja, aunque muy regulada, red de reacciones enzimáticas que dependen unas de
otras y que en su conjunto se conocen como la vida”. (Donald E. Nicholson)
Por otra parte, los iones y moléculas se reducen cuando ganan electrones (reacciones de dere-
cha a izquierda). Lo mismo ocurre para los átomos aunque no se muestre en la figura anterior.
Una molécula se oxida cuando gana oxígeno y/o gana dobles enlaces y/o pierde hi-
drógenos. Mientras la pérdida de oxígeno y/o pérdida de dobles enlaces y/o ganancia
de hidrógenos corresponde a la reducción de la molécula en cuestión.
Conviene destacar que oxidación y reducción siempre van acopladas, pues en toda re-
acción en la cual una sustancia se oxida, simultáneamente hay otra que se reduce. Los
electrones cedidos por una sustancia deben necesariamente ser captados por otra, pues
los electrones no pueden quedar libres. Por ello se habla de reacciones de oxidorreduc-
ción o redox.
114
Coenzimas NAD+ y FAD
Dos de los transportadores de electrones de alta energía más comunes en las células
son las coenzimas nicotinamida adenina dinucleótido (NAD+) y flavina adenina dinu-
cleótido (FAD). La porción nicotinamida del NAD+ (y su contraparte del NADP+) es el
sitio de la reducción reversible, que se produce formalmente como la transferencia de
un ión hidruro (H-; un protón con dos electrones) proveniente de la oxidación de los
nutrientes como se muestra en la siguiente figura:
Los electrones transportados por el FADH2 son energéticamente inferiores a los del
NADH, es por eso que rinden menos ATP (2 ATP por par de electrones aportados por
el FADH2 vs 3 ATP por par de electrones cedidos por el NADH).
El metabolismo oxidativo procede paso a paso (cada uno de estos pasos catalizado
por una enzima), por lo tanto, la energía que se libera puede recuperarse de una
forma controlada en cada paso exergónico del proceso global.
Estos “paquetes” de energía se conservan mediante la síntesis de unos pocos tipos de inter-
mediarios de “alta energía” cuya ulterior degradación exergónica conduce los procesos en-
dergónicos. Por consiguiente, estos intermediarios forman una especie de moneda energé-
tica, o energía útil, mediante la cual las reacciones que producen energía, como la oxidación
de la glucosa o de los ácidos grasos, “pagan por” los procesos que consumen energía (por
ejemplo, reacciones anabólicas y trabajo mecánico).
La principal moneda energética celular es la molécula de adenosina trifosfato (ATP).
116
Además del ATP, otros compuestos de “alta energía” son esenciales para el metabolismo
energético, en parte porque ayudan a mantener un nivel relativamente constante de
ATP celular (fosforilación a nivel del sustrato). El ATP se hidroliza y regenera continua-
mente. Una persona promedio, en reposo, consume y regenera la increíble cantidad de
40Kg de ATP/día y durante un ejercicio intenso, el gasto puede llegar a 1/2Kg de ATP/
minuto. Así como el ATP conduce a las reacciones endergónicas a través del proceso
exergónico de la transferencia del grupo fosforilo y de la hidrólisis del enlace fosfoanhí-
drido, el ATP puede regenerarse solo por medio del acoplamiento de su formación a un
proceso metabólico más exergónico.
Existen solo dos maneras de producir ATP, estos procesos se conocen como la fosfori-
lación a nivel del sustrato y la fosforilación oxidativa.
La fosforilación a nivel del sustrato ocurre cuando una enzima transfiere un grupo fos-
fato desde un compuesto de muy alta energía como lo son el fosfoenolpiruvato, el 1,3-bi-
fosfoglicerato y la fosfocreatina hasta el ADP de manera que genera ATP. Ejemplos de
este mecanismo productor de ATP se dan en la glucólisis y en la vía de los fosfágenos.
Metabolismo
El metabolismo, es el proceso global a través del cual los sistemas vivientes adquieren y uti-
lizan la energía libre para llevar a cabo sus diversas funciones, se divide usualmente en dos
partes:
1. Catabolismo, o degradación oxidativa, en la que los nutrientes se degradan para
generar energía química utilizable (ATP) y eventualmente poder reductor (NADPH).
2. Anabolismo, o biosíntesis reductiva, en la cual las biomoléculas se sintetizan a
partir de componentes más simples.
Los procesos exergónicos (catabólicos) y endergónicos (anabólicos) a menudo están
acoplados por medio de la síntesis de compuestos intermediarios de “alta energía” como
el adenosín trifosfato (ATP).
En general las vías catabólicas y anabólicas se relacionan de la siguiente manera:
Visión general del metabolismo. Los metabolitos complejos son degradados hasta sus uni-
dades monoméricas principalmente glucosa, aminoácidos, ácidos grasos y glicerol, y luego
118
al intermediario común acetil-CoA. El grupo acetilo se oxida a CO2 a través del ciclo de
Krebs con la reducción simultánea de NAD+ y FAD. La reoxidación de NADH y FADH2
a través de la cadena de transporte de electrones acoplado a la fosforilación oxidativa
produce H2O y ATP.
De la misma manera que un cheque se cambia por dinero en el banco, las coenzimas
reducidas NADH y FADH2 (cheque) se cambian en la mitocondria (banco) por la mo-
neda energética ATP (dinero).
A pesar de la increible variedad entre dadores y aceptores finales de electrones, que nos
ofrece la naturaleza, todas las formas de vida tienen en común la creación de un flujo
direccionado de electrones (corriente contínua), la formación de un gradiente electro-
químico y el accionar de la ATP sintetasa.
Tenga en cuenta que las ondas electromagnéticas extraterrestres (radiación solar) en forma
directa o indirecta sustentan gran parte de las formas de vida en este planeta (quimiorganó-
trofos y fotoautrotofos). Excepciones conocidas son los quimiolitótrofos y algunos quimior-
ganótrofos presentes en lugares con ausencia total de luz (cavernas, fondos marinos).
A los hidratos de carbono también se los conoce como carbohidratos, azúcares o glúcidos.
La glucosa, el almidón y la celulosa son carbohidratos. La glucosa y los almidones sirven como
fuente de energía para las células, en tanto que la celulosa es el componente estructural princi-
pal de las paredes que rodean a las células vegetales.
Monosacáridos
Los monosacáridos son azúcares sencillos, por lo general, tienen entre tres y siete áto-
mos de carbono. Los carbohidratos más sencillos son los azúcares de tres carbonos
(triosas), el gliceraldehído y la dihidroxiacetona son ejemplo de ellos. Ver figura debajo:
122
Se obtienen así las formas piranósicas y furanósicas para anillos de 6 y 5 átomos respectiva-
mente. En la conformación ciclada, aparece un nuevo carbono quiral, que recibe el nombre
de carbono anomérico y corresponde al carbono 1 del azúcar. La disposición del oxhidrilo
(OH) en torno a este carbono define las configuraciones alfa y beta. Si el OH en el C1, está
hacia arriba estamos hablando de un beta azúcar (en la figura, la ribosa y glucosa muestran
esta configuración), mientras que si el OH en el C1 está hacia abajo es un alfa azúcar (En la
figura, glucosa, galactosa y fructosa se corresponden con esta configuración).
Disacáridos
Los disacáridos consisten en dos moléculas de monosacárido. Un disacárido (“dos azúcares”)
consiste en dos monosacáridos unidos en forma covalente entre sí. En este caso, se habla de un
enlace O-glicosídico entre los monosacáridos (grupo funcional éter), por lo general entre el áto-
mo de carbono 1 de una molécula y el carbono 4 de la otra. Ejemplos de disacáridos son: la mal-
tosa (glucosa + glucosa, unión alfa 1-4) también llamada azúcar de malta; la sacarosa (glucosa +
fructosa, unión alfa 1-2) conocida como azúcar de mesa; la lactosa (glucosa + galactosa, enlace
beta 1-4), azúcar de la leche.
Polisacáridos
Estructura de los dos componentes del almidón; amilosa (lineal) y amilopectina (ramificado)
En los seres humanos y otros animales existen enzimas que hidrolizan las uniones (alfa
1-4 y alfa 1-6) del almidón. A diferencia de lo que ocurre con el almidón, los seres hu-
manos no pueden metabolizar la celulosa, ya que no poseen enzimas para romper los
124
enlaces glucosídicos beta 1-4 entre beta glucosas presentes en la celulosa.
El glucógeno es la forma en que se almacena la glucosa en los tejidos animales (hígado
y músculo esquelético principalmente). Se trata de un polisacárido muy ramificado y
más hidrosoluble que el almidón. Ver representación debajo:
La energía liberada en esta oxidación tiene dos componentes, por un lado energía quí-
mica facilmente utilizable por la célula “36 a 38 ATP” y por otro lado calor. Si bien este
último no sirve para generar trabajo, biosíntesis, etc. mantiene la temperatura del orga-
nismo. Los sistemas biológicos son altamente eficientes conservando una buena parte
de la energía química contenida en los nutrientes, bajo la forma de ATP.
En este proceso participan 10 enzimas diferentes que catalizan diez reacciones secuencia-
les, que podríamos dividir en tres etapas: a) conversión de glucosa en fructosa 1,6- bisfos-
fato, b) conversión de fructosa 1,6-bisfosfato en dos triosas fosfato (gliceraldehído 3-fosfa-
to y dihidroxiacetona fosfato) y c) transformación de gliceraldehído 3-fosfato en piruvato.
En la primera etapa se consumen dos ATPs, uno con la enzima hexoquinasa (o gluco-
quinasa, dependiendo del órgano en cuestión) y después de una reacción de isomeriza-
126
ción, se emplea el segundo ATP con la enzima fosfofructoquinasa 1 (FFK 1), reacciones
que dan origen a la fructosa 1,6-bisfosfato. Esta primera etapa es conocida como la fase
preparatoria de la glucólisis, ya que hasta este punto se consumió energía (en vez de
generarla). Estos dos ATPs, es el precio que hay que pagar para obtener una molécula
como la fructosa 1,6-bisfosfato donde la desestabilización producto de la repulsión en-
tre las cargas negativas de los grupos fosfato permite, mediante una enzima, la partición
de esta hexosa en dos triosas fosfato.
Se inicia la segunda etapa al convertirse la fructosa 1,6-bisfosfato en sustrato de la en-
zima aldolasa y cuyos productos son las dos triosas fosfato (gliceraldehído 3-fosfato
y dihidroxiacetona fosfato). A continuación se inicia la tercer etapa, que se caracteri-
za por la isomerización de la dihidroxiacetona fosfato a gliceraldehído 3-fosfato y al
finalizar esta reacción, contamos con dos moléculas de gliceraldehído 3-fosfato, que
servirán de sustrato para la formación de piruvato, uno por cada una de ellas (es decir
a partir de aquí todos los productos se multiplican x 2). Continúa la tercer etapa con el
requerimiento de la coenzima NAD+ y de un Pi (ortofosfato) para oxidar y fosforilar
al gliceraldehído 3-fosfato el cual se transforma en 1,3- bisfosfoglicerato más NADH
(coenzima reducida), la enzima participante es la gliceraldehído 3- fosfato deshidroge-
nasa. A partir de este producto recién formado y por acción de la enzima fosfoglicerato
quinasa se sintetiza y se libera la primer molécula de ATP y más adelante, en la reacción
catalizada por la piruvato quinasa, se forma la segunda molécula de ATP. Observe que
los dos ATPs que quedan como ganancia de la glucólisis, se obtienen por fosforilación
a nivel del sustrato.
El balance energético de la glucólisis, es por lo tanto 2 ATPs y los 2 equivalentes reducidos
(NADH).
Gran parte de los metabolitos de la glucólisis (desde 1,3- bisfosfoglicerato hasta piruva-
to) y el lactato son ácidos orgánicos, con lo cual liberan H+ acidificando el medio (baja
el pH), y esto trae como consecuencia los calambres musculares (los H+ compiten con
el calcio en la troponina).
Piruvato deshidrogenasa (descarboxilación oxidativa del piruvato)
Si bien el piruvato está más oxidado que la glucosa, éste todavía puede seguir oxidán-
dose. En presencia de oxígeno (aerobiosis), el piruvato es transportado hacia el interior
de la mitocondria (ingresa por un transportador específico), donde mediante una serie
de reacciones, se oxidará completamente a CO2, generando en ese proceso equivalentes
de reducción y ATP.
128
Tenga en cuenta que por molécula de glucosa (6C) se obtienen dos piruvatos (3C), con lo
cual los productos de la reacción que acabamos de ver se deben multiplicar x 2.
El ciclo de Krebs inicia con la condensación irreversible entre una molécula de acetato y
otra de oxalacetato. Esta reacción es catalizada por la enzima citrato sintasa y su producto
es el citrato. A partir del citrato, se despliegan una serie de reacciones (algunas de óxi-
do-reducción), que culminan con la generación de otra molécula de oxalacetato. El saldo
de una vuelta del ciclo de Krebs es: 3 NADH, 1 FADH2, 1 ATP, y 2 CO2. Recuerde que por
glucosa se generan dos Acetil-CoA, así que debe multiplicar todo x 2.
De lo expuesto en esta sección, está claro que el ciclo de Krebs tiene como función
netamente catabólica la oxidación total del acetato hasta 2 CO2 (independientemen-
te del origen de este acetato). Condición que convierte a este proceso enzimático en
la vía degradativa más importante para la generación de coenzimas reducidas.
Otra de las funciones del ciclo de Krebs, no menos importante, es su capacidad de co-
nectar los distintos metabolismos entre sí. Es decir, actúa como una “rotonda molecu-
lar” mediante la cual los metabolitos pueden ser transformados según las necesidades
de la célula. Mediante Krebs, los carbohidratos pueden ser convertidos en lípidos (lipogé-
nesis); algunos aminoácidos en carbohidratos (gluconeogénesis); algunos aminoácidos
en purinas y pirimidinas, etc. Todas estas transformaciones ponen en evidencia el rol ana-
bólico (biosíntesis) de Krebs.
Una reacción anaplerótica se caracteriza por generar intermediarios del ciclo de Krebs.
Mientras toda reacción donde se consuman intermediarios del ciclo de Krebs, es una re-
acción cataplerótica. La principal reacción de llenado del ciclo de Krebs es la catalizada
por la Piruvato carboxilasa que transforma piruvato en oxalacetato (con gasto de CO2
y ATP). En tanto, la lanzadera de citrato, es un ejemplo de reacción de vaciado del ciclo
de Krebs, mediante esta lanzadera podemos disponer de acetil-CoA en citoplasma, esta
coenzima luego se emplea en la síntesis de ácidos grasos.
Este ciclo actúa tanto anabólicamente como catabólicamente, por lo tanto, es anfibólico.
Los 2 NADH de la glucólisis en aerobiosis (ver lanzaderas más adelante), los 2 NADH de la
descarboxilación oxidativa del piruvato, y los 6 NADH y los 2 FADH2 generados en el ciclo
de Krebs (por glucosa) son reoxidados por el sistema multienzimático transportador de elec-
trones (cadena de transporte de electrones, ubicado en la membrana mitocondrial interna),
estableciendo así un flujo de electrones, que son dirigidos hacia el O2 como aceptor final. Los
productos de este proceso son moléculas de agua y una gran cantidad de energía liberada, que
es utilizada para translocar protones desde la matriz hacia el espacio intermembrana mitocon-
drial. Luego estos protones (fuerza protón-motriz) se disipan a favor del gradiente pasando por
la ATP sintetasa, y en un mecanismo de rotación molecular genera la unión covalente entre un
ADP y un Pi obteniéndose así ATP (fosforilación oxidativa).
La cadena de transporte de electrones es una serie de cuatro complejos (I, II, III, IV) a través
de los cuales pasan los electrones. Los electrones son llevados del Complejo I y II al Comple-
jo III por la coenzima Q (ubiquinona, único componente no proteico) y del Complejo III al
Complejo IV por la proteína citocromo C. Los electrones del NADH mitocondrial son trans-
feridos al FMN, uno de los grupos prostéticos de la NADH-Q oxidorreductasa (Complejo I).
130
Posteriormente, los electrones se transfieren a un segundo tipo de grupo prostético dentro del
complejo I: el de las proteínas hierro-azufre y de aquí pasarán a la coenzima Q, que también
recibe electrones de la succinato-Q reductasa (Complejo II). A este complejo pertenece la en-
zima del ciclo de Krebs succinato deshidrogenasa que genera el FADH2, la cual cede sus elec-
trones a proteínas hierro-azufre del complejo II y de aquí a la coenzima Q para formar QH2.
La función del Complejo III identificado como Q-citocromo c oxidorreductasa es catalizar la
transferencia de electrones desde QH2 al citocromo c oxidado (cyt c). La etapa final de la ca-
dena transportadora de electrones consiste en la oxidación del cyt c reducido y la consiguiente
reducción del O2 a dos moléculas de H2O. Esta reacción es catalizada por la citocromo c oxi-
dasa (Complejo IV).
Fosforilación oxidativa
El flujo de H+ a favor del gradiente y a través de la ATP sintasa ocasiona una rotación
molecular en esta enzima, con la consecuente formación de ATP en la matriz mitocon-
drial (fosforilación oxidativa), según la siguiente reacción:
132
Rendimiento energético de la oxidación completa de la glucosa (CO2), se muestran los ATPs
correspondiente a cada etapa. El saldo correspondiente es 36 a 38 ATP, según lanzadera usada.
Metabolismo de Glucógeno
La glucógeno sintetasa solo forma enlaces alfa 1-4 entre glucosas, por lo que es necesa-
ria la participación de otra enzima para formar enlaces alfa 1-6, y de esta manera hacer
del glucógeno un polímero ramificado. La ramificación tiene lugar después de que un
cierto número de residuos de glucosa se hayan unido mediante enlaces alfa 1-4 por la
glucógeno sintetasa. La enzima ramificante transfiere un fragmento terminal de 6 ó 7
residuos de longitud, desde un extremo de al menos 11 residuos de longitud a un gru-
po hidróxilo situado en posición 6 de un residuo de glucosa del interior del polímero;
esta reacción crea dos extremos para que continue la acción de la glucógeno sintetasa.
Las ramificaciones son importantes porque aumentan la solubilidad del glucógeno y el
número de extremos a partir de los que se puede obtener glucosa 1-fosfato mediante la
glucogenólisis. Esta vía metabólica está estimulada en saciedad y la hormona que pro-
mueve la síntesis de glucógeno es la insulina. En la siguiente sección se muestra la figura
correspondiente a este metabolismo.
La glucógeno fosforilasa no es capaz de romper enlaces más allá de los puntos de rami-
ficación, ya que los enlaces glucosídicos alfa 1-6 no son susceptibles de escisión por la
fosforilasa. De hecho, la ruptura se detiene a los cuatro residuos de glucosa de un punto
de ramificación. Para eliminar la ramificación se requiere de una segunda enzima, la
glucantransferasa que cataliza dos reacciones. En primer lugar, tiene la actividad de
transferasa, en la que la enzima elimina tres residuos de glucosa restantes y transfiere
134
este trisacárido intacto al extremo de alguna otra ramificación externa. Esta transferen-
cia deja expuesto un solo residuo de glucosa unido por un enlace glucosídico alfa 1-6.
Este residuo se libera por la actividad glucosidasa que posee la misma enzima glucan-
transferasa, lo que da lugar a una molécula de glucosa libre y una estructura no ramifi-
cada de residuos de glucosa susceptible de ser fraccionado por la fosforilasa. La glucosa
1-fosfato producida por la fosforilasa debe convertirse a glucosa 6-fosfato para metabo-
lizarse mediante la glucólisis, reacción que es catalizada por la enzima fosfoglucomuta-
sa. El hígado es el único órgano que libera glucosa a sangre (mantiene la glucemia), ya
que posee la enzima glucosa 6 fosfatasa, responsable de remover el grupo fosfato de la
glucosa 6 fosfato. Esto no ocurre en músculo esquelético (ausencia de la fosfatasa), por
lo tanto el glucógeno de este órgano, es para consumo propio.
La fosforólisis del glucógeno es vital durante la actividad muscular anaeróbica y los in-
tervalos entre comidas. Esto libera glucosa para que puedan consumirla principalmente
el sistema nervioso central y el músculo esquelético. La degradación del glucógeno está
estimulada en ayuno y las hormonas implicadas son adrenalina (músculo) y glucagón
(hígado). En la siguiente figura se muestran la síntesis y degradación del glucógeno:
La glucosa es tan vital para el individuo, que si uno no la incorpora con la dieta, se
sintetiza en nuestro organismo a partir de otras moléculas (gluconeogénesis).
La mayoría de los órganos pueden metabolizar diversas fuentes de carbono para ge-
nerar energía. Sin embargo, el sistema nervioso central, necesita de glucosa casi como
única fuente de energía. Por consiguiente, las células animales deben ser capaces de sin-
tetizar glucosa a partir de otros precursores y también de mantener las concentraciones
sanguíneas de glucosa (glucemia) dentro de límites estrechos.
Es una vía degradativa oxidativa de la glucosa sin fines energéticos (no produce ATP), en
su lugar se obtiene NADPH y ribosa 5 fosfato.
En el siguiente cuadro se resumen los datos más relevantes de las vías metabólicas vistas
en este capítulo. Trate de asociar lo aprendido sobre regulación enzimática (remítase al
capítulo de enzimas) con los mecanismos regulatorios aquí comentados.
136
Cuadro comparativo de las vías metabólicas vistas en este capítulo.
A pesar de que los lípidos no tienen buena publicidad, son componentes esenciales para
nuestras células y el correcto funcionamiento del organismo. A lo largo del capítulo,
vamos a entender de qué manera se comportan, qué funciones cumplen, cómo se sin-
tetizan y se degradan.
En primer término estudiaremos a los ácidos grasos ya que estos son componentes es-
tructurales de la gran mayoría de los lípidos.
140
En general, en los seres vivos, el primer doble enlace aparece entre el carbono 9 y 10
contando desde el átomo de carbono carboxílico. En los AG poliinsaturados, es fre-
cuente que los dobles enlaces aparezcan cada tres carbonos. Los enlaces triples son poco
comunes en los lípidos biológicos.
Dependiendo del grado de insaturación y la longitud de la cadena hidrocarbonada va-
rían las propiedades físicas de los AG (por ejemplo: el punto de fusión, temperatura en
la cual se pasa del estado sólido al estado líquido).
A temperatura ambiente (25°C) los AG saturados desde 12:0 a 24:0 tienen consistencia
cérea, mientras que los AG insaturados de las mismas longitudes son líquidos oleosos.
En los seres vivos los enlaces dobles en general tienen la conformación “cis ”, esto ge-
nera una curvatura en la molécula y el empaquetamiento no es tan ordenado, de ahí
su mayor fluidez. Los AG saturados se empaquetan más eficientemente y además las
moléculas se atraen entre sí mediante fuerzas de London.
Los AG son moléculas anfipáticas, es decir, presentan una región polar o hidrofílica (el grupo
carboxilo) y una región no polar o hidrofóbica (la cadena hidrocarbonada). El carácter ácido y la
solubilidad en agua disminuyen en los AG a medida que aumenta la longitud de la cadena hidro-
carbonada. Solo los AG de cadena muy corta (por ejemplo, el ácido acético) son solubles en agua.
Los AG rara vez se encuentran libres, más bien forman parte estructural de la gran mayoría de
los lípidos.
Acilglicéridos
Se obtienen por esterificación de un glicerol con un AG (monoacilglicérido, MAG),
dos AG (diacilglicérido, DAG) y tres AG (triacilglicérido, TAG). Los TAG, también
conocidos como grasas neutras, son no polares e insolubles en agua. La siguiente figura
demuestra su estructura:
Son moléculas anfipáticas, con una cabeza polar y dos colas hidrofóbicas. En los gli-
cerofosfolípidos de membrana, la cabeza polar comprende al grupo ortofosfórico y al
aminoalcohol/aminoácido/polialcohol cíclico. Los ácidos grasos por lo general tienen
una longitud de 16 a 20 carbonos. Es frecuente que uno de los AG sea insaturado o po-
liinsaturado en conformación “cis ”.
Esfingolípidos
Tienen como estructura básica a la ceramida, que resulta de la unión de una esfingosina
(aminoalcohol de 18 carbonos) con un AG. La cabeza polar en este tipo de lípidos es
exactamente igual que en los glicerofosfolípidos. Uno de los esfingolípidos más impor-
tante es la esfingomielina.
Glicolípidos
Resultan de la unión de una ceramida con un monosacárido (cerebrósidos) u oligo-
sacárido (gangliósidos). Estos tipos de lípidos son muy abundantes en las membranas
plasmáticas de las células del SNC.
142
Esteroles
Son derivados del ciclopentanoperhidrofenantreno. El esterol más abundante en los
animales es el colesterol, que forma parte de las membranas de todas las células euca-
riotas y micoplasmas. Las plantas superiores contienen fitoesteroles. Los hongos contie-
nen esteroles del tipo ergosterol.
Lipoproteínas
Resultan de la asociación de distintos tipos de lípidos y proteínas. Es la forma en la que
se transportan los lípidos y vitaminas liposolubles en sangre. Pertenecen a esta cate-
goría: quilomicrón (único que transporta lípidos exógenos), VLDL, LDL (colesterol
malo), IDL y HDL (colesterol bueno).
Lípidos de almacenamiento
Los TAG (las grasas y los aceites) son utilizados casi universalmente como forma de
almacenamiento de energía en los seres vivos. Son la clase más abundante de lípidos.
Además ocupan menos espacio que el glucógeno y proporcionan seis veces más energía
Lípidos estructurales
Las membranas biológicas están conformadas por una bicapa lipídica que forma una
barrera para el paso de moléculas polares e iones. Los lípidos que la forman son todos
anfipáticos, por lo tanto aquí encontraremos a los: glicerofosfolípidos, glicolípidos,
esfingolípidos y esteroles.
Agregados lipídicos
Los lípidos estructurales que ya mencionamos, glicerofosfolípidos, esfingolípidos y este-
roles son prácticamente insolubles en agua. Cuando se mezclan con ésta, tienden a formar
estructuras para excluir al agua, disminuir la superficie expuesta a ésta y ser energética-
mente más estables, manteniendo la cohesión por uniones de tipo hidrofóbicas. De esta
manera, forman agregados lipídicos, que dependiendo de qué lípido se trate van a variar
su conformación. Hay tres tipos de agregados (liposoma, micela y bicapa lipídica):
144
La formación de micelas se ve favorecida cuando el fosfolípido tiene una forma cónica,
esto sucede cuando contiene solo un ácido graso formando la cola apolar. Estas cadenas
se ven secuestradas en el interior de la esfera, expulsando casi toda el agua. Las bicapas
se dan cuando la sección transversal del grupo de la cabeza y las colas son similares.
Esta estructura deja en contacto en sus laterales las colas apolares con el medio acuoso,
por lo que no son muy estables, y tienden a plegarse y formar liposomas, consiguiendo
máxima estabilidad.
Membranas biológicas
Las membranas biológicas tienen innumerables propiedades que las hacen sumamente
importantes para la existencia de los seres vivos. Son bicapas con un espesor de 5 a 8
nm. Definen los límites externos de las células y regulan el tráfico a través de ellas. En las
células eucariotas, forman parte de la gran mayoría de las organelas (algunas organelas
son no membranosas, por ejemplo, el ribosoma). Son flexibles, sellantes y permeables
frente a los compuestos hidrofóbicos, mientras selectivamente permeables a los solutos
polares (requieren de transportadores). Las membranas biológicas están compuestas
mayoritariamente por lípidos y proteínas, pero las proporciones de ambos varían con
cada tipo de membrana, lo que le da diferente funcionalidad y propiedades físicas.
146
Movimientos y distribución asimétrica de los fosfolípidos
Los fosfolípidos de membrana experimentan cuatro tipos de movimientos: difusión la-
teral (las moléculas pueden trasladarse lateralmente en el plano de la membrana, inter-
cambiando lugares con las moléculas vecinas), flexión, rotación y por último flip-flop
(este movimiento es el menos habitual y requiere de enzimas y gasto de ATP para poder
llevarse a cabo).
Metabolismo lipídico
Las células pueden obtener AG a partir de tres fuentes: grasas consumidas en la dieta,
grasas almacenadas en la propia célula y grasas sintetizadas en un órgano y que se ex-
portan a otro.
En el intestino delgado los TAG ingeridos en forma de partículas de grasa deben con-
vertirse en micelas microscópicas. Esta conversión la producen las sales biliares (deter-
gentes biológicos) que se intercalan entre las partículas de grasa y las solubilizan, ha-
ciéndolas accesibles a la acción de la lipasa pancreática que convierte a los TAG en DAG
y MAG, AG libres y glicerol. Así éstos se difunden a través de la membrana plasmática
de los enterocitos, que son las células que recubren el intestino, y luego son reconverti-
dos en TAG. Luego se empaquetan con colesterol y proteínas específicas y forman los
quilomicrones, listos para salir a la linfa.
La parte proteica de las lipoproteínas es reconocida por receptores de la membrana
plasmática, para luego ser internalizados en las células que los precisan. En los capilares
de los tejidos, la enzima extracelular lipoproteinlipasa hidroliza los TAG a AG y glicerol
para que puedan ser asimilados por los tejidos (si las células requieren de energía, en-
tonces oxidarán a los AG, mientras que si no requieren de energía serán reconvertidos a
TAG). En la figura se muestra el recorrido de los quilomicrones por el organismo.
Catabolismo lipídico
¿Cómo es que un TAG típico, al oxidarse completamente hasta CO2, rinde aproximada-
mente 400 ATPs? Para poder responder a esta pregunta debe comprender la siguiente
sección y además necesitará recordar la vía oxidativa central vista en los capítulos de
introducción al metabolismo y metabolismo de los hidratos de carbono.
En primer lugar, un TAG es hidrolizado por medio de la enzima lipasa hormona sen-
sible (LHS). A este proceso de hidrólisis de los lípidos se lo conoce con el nombre de
lipólisis, el saldo de estas reacciones es un glicerol y tres AG.
148
En la membrana mitocondrial externa, la primera enzima que participa es la acil-CoA
sintetasa, esta es responsable de activar a los AG adicionándoles un grupo CoA-SH.
Luego de que se forma el acil-CoA, éste se transporta a la matriz mitocondrial (por me-
dio de la lanzadera de carnitina) donde luego ocurrirá la beta-oxidación propiamente
dicha. Los AG de cadena corta y media no requieren de la lanzadera de carnitina, ya que
ingresan directamente a la matriz mitocondrial.
La β oxidación
El enlace –CH2-CH2- en los AG es relativamente estable. La secuencia de β-oxidación
es el mecanismo que tienen las células para desestabilizar y romper estos enlaces (me-
diante oxidación del carbono β) y aprovechar la energía que contienen cuando esta se
necesita. La beta-oxidación consta de cuatro reacciones enzimáticas que se repiten has-
ta la completa transformación del acil-CoA en moléculas de acetil-CoA.
El primer paso es una reacción redox y esta catalizada por la acil-CoA deshidrogenasa, generan-
do un doble enlace en la cadena hidrocarbonada (oxidación) y formando un FADH2 (reducido).
En el segundo paso, se adiciona agua al doble enlace previamente formado, catalizado
esto por la enoil-CoA hidratasa, y genera un grupo alcohol en el carbono beta.
En el tercer paso, se deshidrogena el compuesto anteriormente formado, esto se consi-
gue por la acción de la β hidroxiacil-CoA deshidrogenasa, interviniendo el NAD+ como
aceptor de los electrones que se liberan, esta también es una reacción redox.
El cuarto y último paso esta catalizado por la tiolasa, que cataliza la reacción entre la
molécula formada anteriormente con una nueva molécula de CoA-SH. Esta reacción
genera acetil-CoA y un acil-CoA (con dos carbonos menos respecto al original).
150
Para el caso de algunos ácidos grasos insaturados se requieren pasos adicionales para
entrar a la β-oxidación, ya que deben tener el doble enlace en el carbono β. Así se ne-
cesitará de una isomerasa para llegar al sustrato correcto (este tipo de AG no producirá
FADH2 en una de las vueltas).
Estos procesos deben estar sumamente regulados, de manera que solo ocurran cuando
se requiera de energía. En el hígado el acil-CoA formado en un principio en el citosol
puede tomar dos caminos: la β-oxidación o la conversión a TAG o fosfolípidos a car-
go de enzimas diferentes. La vía elegida depende de las necesidades metabólicas de la
célula (entrada de los acil-CoA a la mitocondria). El manolil-CoA, intermediario de
la síntesis de AG es un regulador alostérico negativo de la carnitina aciltransferasa 1
(lanzadera de carnitina), por lo tanto, a través de esta regulación, nuestras células se
aseguran la síntesis o la degradación del AG, nunca ambos procesos al mismo tiempo.
Cuerpos cetónicos
En ayunos prolongados o en diabéticos no controlados al haber intensa beta oxidación
se produce mucho acetil-CoA y coenzimas reducidas (NADH y FADH2). El acetil-CoA
no se combina con el oxalacetato ya que este está siendo en la gluconeogénesis. En
tanto, el NADH es un regulador alostérico negativo de varias de las enzimas deshidro-
genasas del ciclo de Krebs. Este gran aumento de acetil-CoA en la matriz mitocondrial
de los hepatocitos activa la cetogénesis (síntesis de cuerpos cetónicos). Los cuerpos
cetónicos son: la acetona, el acetoacetato y el D-β-hidroxibutirato. Los cuerpos cetó-
nicos son exportados a tejidos extra hepáticos, como músculo cardíaco y esquelético,
sistema nervioso central y corteza suprarrenal. En éstos, los cuerpos cetónicos pueden
ser reconvertidos en acetil-CoA (cetólisis) y entrar al ciclo de Krebs para dar coenzimas
reducidas y posteriormente energía (ATP). El sistema nervioso central, que consume
preferentemente glucosa como combustible, puede adaptarse al uso de estos compues-
tos en condiciones de inanición.
Las personas en condiciones de inanición y los diabéticos no sometidos a tratamiento o
descontrolados producen grandes cantidades de cuerpos cetónicos, por lo que contie-
nen grandes cantidades de los mismos en sangre.
Biosíntesis de lípidos
A continuación analizaremos el anabolismo o síntesis de los lípidos de importancia
biológica. La biosíntesis de estos compuestos está catalizada por enzimas diferentes a
las involucradas en su degradación y ocurren en distintos compartimientos celulares.
152
En cada ciclo, la cadena hidrocarbonada se alarga dos carbonos. Cuando el AG alcanza la lon-
gitud de 16 carbonos (16:0), éste abandona el complejo multienzimático ácido graso sintetasa.
Para que se produzca este proceso, se necesita un donante de electrones que es el NADPH y la
activación de los sustratos (que en la β-oxidación se daba por la unión a la CoA-SH) que está
dada por los grupos -SH del complejo multienzimático ácido graso sintetasa.
Al igual que la oxidación de los ácidos grasos, la biosíntesis está estrechamente regulada. La
reacción catalizada por la acetil-CoA carboxilasa es el paso limitante de la velocidad del proce-
so global, siendo esta enzima un importante sitio de regulación. La acetil-CoA carboxilasa es
activada alostericamente mediante citrato e inhibida alostericamente por AG de cadena larga.
El palmitato o ácido palmítico (16:0) puede dependiendo de las necesidades de la célula,
ser sustrato para una serie de reacciones llevadas a cabo por elongasas que alargan aún
más la cadena del AG obteniéndose así AG 18:0 o 20:0. Los AG, mediante desaturasas
puede sufrir una o varias desaturaciones (formación de dobles enlaces entre carbono y
carbono). Las elongaciones y desaturaciones ocurren en el retículo endoplásmico liso.
Como las células de los mamíferos no contienen las enzimas necesarias para incorporar
insaturaciones en las posiciones Omega 3 y 6, a los ácidos grasos linolénico (18:3 ω3) y
linoleico (18:2 ω6) se los considera esenciales. Recuerde que los eicosanoides, impor-
tantísimos para el normal funcionamiento del organismo, derivan de un AG ω6.
Biosíntesis de lípidos
Los ácidos grasos ingeridos o sintetizados por las vías metabólicas ya vistas tienen en
general dos destinos mayoritarios, la biosíntesis de TAG para el almacenamiento o la
incorporación a fosfolípidos de membrana. Tanto los TAG como los glicerofosfolípidos
que componen las membranas tienen precursores en común, el acil-CoA y el L-glicerol
3-fosfato. Los adipositos, celúlas que por excelencia sintetizan y almacenan lípidos, iróni-
camente no pueden utilizar el glicerol proveniente de la dieta debido a la falta de la enzima
glicerol quinasa. Por lo tanto fabrican su propio glicerol 3-fosfato a partir del precursor
glucolítico dihidroxiacetona fosfato (DHAP).
Los acil -CoA son for-
mados por la acil-CoA
sintetasa, la misma en-
zima que activa a los
ácidos grasos para la
β-oxidación. El proceso
de acilación del glicerol
3-fosfato esta catalizado
por las acil transferasas,
dando como producto
el diacilglicerol 3-fosfa-
to o ácido fosfatídico.
Biosíntesis de eicosanoides
Los eicosanoides derivan del ácido araquidónico, un ácido graso poliinsaturado de 20
carbonos (20:4 ω6). Las ciclooxigenasas (COX) catalizan la conversión del ácido araqui-
dónico en prostaglandinas y tromboxanos. Las ciclooxigenasas son inhibidas por los anti-
inflamatorios no esteroideos (AINE) como la aspirina. La lipooxigenasa (LOX) produce
los leucotrienos.
Los eicosanoides son potentes hormonas que regulan variedad de procesos importan-
tes: la reproducción, la inflamación, la fiebre, la coagulación, el dolor, etc.
154
El colesterol se forma a partir del acetil-CoA, tal como sucedía con los ácidos grasos,
pero el proceso es diferente. La HMGCoA reductasa es la principal enzima regulable en
la síntesis de colesterol. La misma es inhibida por fármacos como las estatinas.
La síntesis ocurre en el retículo endoplásmico liso de los hepatocitos con gasto de ATP
y equivalentes de reducción aportados por el NADPH.
Desde el hígado se exporta colesterol al resto de los tejidos como colesterol biliar, áci-
dos biliares o esteres de colesterol. El colesterol libre y sus ésteres se transportan en
sangre mediante las lipoproteínas (quilomicrones, VLDL, HDL, IDL y LDL), que como
ya discutimos, son complejos macromoleculares con proteínas específicas (apolipopro-
teínas). Cada lipoproteína tiene un tipo específico de apolipoproteína que la dirige a
determinados tejidos o activan enzimas que actúan sobre sus componentes. Las LDL,
por ejemplo, tienen a la apolipoproteína apoB100 que es reconocida por receptores de
LDL en las células que necesitan captar colesterol. La unión a estos receptores lleva a la
endocitosis de la lipoproteína para utilizar los lípidos que la conforman.
Todas las hormonas esteroideas, mensajeros muy importantes para diversas funciones
biológicas, derivan del colesterol.
Hormonas
Objetivos de aprendizaje
Al finalizar la lectura del siguiente capítulo, el estudiante será capaz de:
• Comprender que es una hormona y analizar su función como mensajero químico.
• Identificar los diferentes tipos de hormonas según su naturaleza química.
• Comprender la relación existente entre la composición química de las hormonas, su
solubilidad y su transporte en sangre.
• Describir que es un receptor, y saber dónde se ubican a nivel celular según el ligando
que corresponda.
• Comprender los mecanismos de control de la secreción hormonal.
• Distinguir las principales glándulas del organismo humano, las hormonas que sinte-
tizan y sus funciones.
• Saber cuál es la diferencia entre primer y segundo mensajero.
También son glándulas endocrinas, los riñones (al producir eritropoyetina), el intesti-
no, y otros órganos que producen hormonas que actúan a distancia.
158
Regulación de la secreción hormonal
La secreción hormonal por parte de las diferentes glándulas del sistema endócrino está
sujeta a un estricto control a través de mecanismos denominados de retroalimentación
o "Feedback”, cuya función es mantener el equilibrio del organismo (homeostasis). La
hipófisis, además de secretar algunas hormonas específicas, secreta hormonas tróficas,
que son hormonas que actúan sobre otras glándulas del sistema estimulando en ellas la
producción hormonal. La glándula hipófisis es sensible a las variaciones de concentra-
ción de algunas de las principales hormonas que circulan en la sangre, de tal forma que,
si la concentración de alguna de esas hormonas disminuye, la hipófisis aumentará la
secreción de hormonas estimuladoras o tróficas que actuarán sobre la glándula corres-
pondiente para nivelar el descenso (retroalimentación positiva). Lo contrario ocurrirá
si la concentración en sangre de alguna de esas hormonas fuese superior a lo normal,
entonces la hipófisis disminuirá la secreción de hormonas estimuladoras o tróficas (re-
troalimentación negativa). Observe la figura donde se muestra la regulación hormonal
por retroalimentación en la gametogénesis masculina.
Es importante destacar que además del control de la secreción hormonal por retroali-
mentación positiva y negativa, la liberación de estos mensajeros químicos está sometida
a variaciones periódicas que dependen de los cambios de estación, de las distintas eta-
pas del desarrollo y del envejecimiento, del ciclo diurno (circadiano) y del sueño.
a. Esteroides
Hormonas que se sintetizan a partir del colesterol, liposolubles por lo tanto de carácter
hidrofóbico. Una vez sintetizadas, no se almacenan, sino que difunden a través de las
membranas celulares, penetran en el líquido intersticial y, luego, a la circulación gene-
ral. Por ejemplo: glucocorticoides, aldosterona y andrógenos sintetizadas por la corteza
suprarrenal, estrógenos y progesterona sintetizadas por los ovarios, testosterona sinte-
tizada por los testículos.
160
La tiroglobulina es el precursor de las hormonas tiroideas, la triyodotironina (T3) y la
tiroxina (T4) (únicas hormonas conteniendo Iodo). Cuando se separan las hormonas
de la tiroglobulina, éstas se liberan a la circulación general. Son poco polares y atravie-
san las membranas por difusión. La mayoría de las hormonas tiroideas se unen a una
proteína transportadora, la globulina ligadora de tiroxina y de esta manera viajan en
sangre hasta llegar a los tejidos blancos.
Las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) se sintetizan en las células cromafines
de la médula suprarrenal. Estas hormonas se almacenan en vesículas preformadas, para
luego ser liberadas por exocitosis. Una vez que entran a la circulación general permane-
cen en el plasma en forma libre, eventualmente pueden unirse a otras moléculas.
c. Péptidos y proteínas:
La mayoría de las hormonas en el organismo son péptidos o proteínas. En general, los pép-
tidos están formados por una cadena conteniendo hasta 100 residuos aminoacídicos. Mien-
tras que sí la cadena supera los 100 residuos se la considera una proteína.
Las hormonas peptídicas y proteicas se sintetizan en el retículo endoplasmático rugoso de
las células endocrinas. En principio se forman proteínas de gran tamaño sin actividad bio-
lógica (pre-pro-hormona) y se escinden en el propio retículo endoplasmático dando lugar a
moléculas de menor tamaño (pro-hormona), las que pasan al aparato de Golgi y se encapsu-
lan formando vesículas secretoras. Las enzimas de las vesículas dividen a las pro-hormonas
y producen hormonas más pequeñas, con actividad biológica y fragmentos inactivos. Las
vesículas se almacenan en el citoplasma y muchas de ellas no se fusionan a la membrana
plasmática hasta que se necesite su secreción (exocitosis).
Recuerde, muchas hormonas al ser sintetizadas, son proteínas inactivos, que necesitan un pro-
ceso de clivaje y maduración para transformarse en verdaderos mensajeros capaces de trans-
portar la señal de una célula a otra.
162
• Proporcionar una reserva de hormona en la sangre que asegure concentraciones ade-
cuadas a medida que van actuando en sus receptores.
Las hormonas que circulan unidas a las proteínas no pueden acceder a sus células dia-
nas, para esto deben disociarse de las proteínas plasmáticas para adquirir actividad bio-
lógica. Solo las hormonas libres (es decir que no se encuentran unidas a otras molécu-
las), son capaces de interactuar con un receptor y cumplir con su función de mensajero.
Receptores de hormonas
Los receptores son proteínas/glicoproteínas de gran peso molecular. La unión de un
receptor a su respectivo ligando produce una respuesta celular. La célula diana posee
entre 2000 y 100000 receptores específicos para la acción de una hormona determinada.
Las hormonas pequeñas e hidrofóbicas atraviesan fácilmente las membranas biológi-
cas, entonces sus receptores estarán ubicados en el citosol o en el núcleo de las células.
En contraste, las hormonas grandes e hidrofílicas al no poder atravesar la membrana
plasmática requieren de receptores ubicados justamente en la superficie de dicha mem-
brana. El ligando extracelular (hormonas, factores de crecimiento, etc) es considerado
como el primer mensajero.
Comunicación Celular
Objetivos de aprendizaje
Al finalizar la lectura del siguiente capítulo, el estudiante será capaz de:
• Entender cuáles son los principales tipos de señalización.
• Conocer las características de los principales tipos de receptores.
• Familiarizarse con las principales vías de señalización.
• Conocer el rol de los segundos mensajeros más comunes.
• Saber cómo se desensibiliza un receptor.
La comunicación celular
Las células de los tejidos se comunican entre sí en forma constante, de esta manera pueden
coordinar su trabajo en equipo en forma coordinada y armónica desencadenando respues-
tas variadas a una multitud de señales, como migrar, diferenciarse, dividirse, etc.
Como mencionamos en el capítulo anterior, para que dos células se comuniquen entre sí,
tiene que haber una célula inductora que sintetice la señal y otra célula diana, blanco o in-
ducida que es quien recibe la señal. La distancia entre ambas células puede ser cercana o
distante. Esta forma de comunicación no es propia de las hormonas sino también compar-
tida con los factores de crecimiento, citoquinas, neurotransmisores, etc.
Las células utilizan diversos tipos de moléculas que, generalmente, ellas mismas
sintetizan, para enviarse señales, como proteínas, péptidos, aminoácidos, nucleó-
tidos, esteroides, derivados de ácidos grasos e incluso gases disueltos. Podemos
clasificar las formas señalización de la siguiente manera:
Este tipo de moléculas viajan por la sangre para ejercer una acción reguladora sobre
las células diana localizadas habitualmente a distancias considerables. Por ejemplo,
parte del páncreas es una glándula endocrina que produce insulina y glucagón, hor-
monas que regulan la glucemia.
• Señalización paracrina: en este caso, las células elaboran y secretan señales mo-
leculares hacia el medio extracelular, las que difunden y llegan a las células vecinas
sobre las que ejercerán su acción. Ejemplo: señalización mediada por el óxido nítrico
(NO) y eicosanoides.
• Señalización neuronal: las neuronas pueden enviar mensajes a través de largas dis-
tancias en forma rápida y específica hasta llegar a la célula diana. La información
se trasmite de dos maneras diferentes según el tipo de contacto o sinapsis entre una
célula presináptica y otra célula postsináptica:
168
Señalización Autocrina
Señalización Paracrina
Señalización Endocrina
Señalización Neuronal
170
EJEMPLOS DE MOLÉCULAS SEÑALIZADORAS
La célula diana es capaz de responder a los estímulos de una molécula señal, siempre
que esté presente un receptor específico para esa señal.
Mientras más pequeña e hidrofóbica sea una molécula, más fácilmente atravesará las
membranas biológicas, en tanto, mientras más grande e hidrofílica sea la molécula,
menor chance tendrá de atravesarlas y necesitará, en este caso, receptores en la super-
ficie celular.
Receptores intracelulares
Ciertos gases, actúan como mensajeros celulares, difunden fácilmente, desde la célula
que los producen y atraviesan la membrana plasmática de la célula diana para unirse
directamente a enzimas intracelulares sin requerir de receptores específicos. Es el caso
del óxido nítrico (NO) producido por las células del endotelio de los vasos sanguíneos,
señal que permite la relajación de las células del músculo liso del propio vaso y, por lo
tanto, la vasodilatación.
172
El NO difunde con facilidad la membrana de las células endoteliales de la estructura vascu-
lar que lo genera, e ingresa a las células musculares lisas vecinas, propias del vaso sanguíneo,
estimulando a la enzima guanilato ciclasa que producirá GMPc a partir de GTP. Esta señal
relaja a las células del músculo liso de las paredes del vaso, que se dilatan y aumenta el flujo
de sangre. Este es el mecanismo de acción de la nitroglicerina, usada para mejorar el aporte de
sangre al corazón en pacientes con distintas alteraciones de circulación intracardiaca.
Receptores de membrana
Estos receptores son específicos del sistema nervioso y de otras células con excitabilidad
como las células musculares. Están formados por asociaciones de proteínas que forman
un canal iónico a través de la membrana, el cual se abrirá cuando: se una a un neurotrans-
misor o al ligando correspondiente, cambie el voltaje de la célula o se estire la membrana
plasmática. Son receptores de neurotransmisores como: la acetilcolina, el glutamato y el
GABA (ácido gamma-amino-butírico). Son transductores muy rápidos de la señal, ya que
en pocos milisegundos son capaces de modificar el potencial de reposo de la membrana
plasmática, permitiendo la generación de corrientes iónicas que pueden ser conducidas
a lo largo del axón de una neurona. En síntesis, son receptores de respuesta rápida y de
corta duración.
Es así que, la unión del glutamato a sus receptores inotrópicos permite el paso de iones
Na+, K+ o Ca2+ produciendo una despolarización de la neurona (excitación), mientras
que el GABA da lugar al paso de iones Cl-, originando una hiperpolarización (inhibición).
174
B. Receptores metabotrópicos o acoplados a proteína G
Son los receptores más abundantes, producen respuestas lentas, pero la duración de sus
efectos es de largo plazo. La unión a un ligando permite la generación o degradación de se-
gundos mensajeros, produciendo cambios metabólicos o cambios en la expresión de los genes.
Estos receptores, atraviesan siete veces la membrana plasmática. Una parte de la cadena
proteica posee un dominio extracelular con unión a un ligando, otro dominio corresponde
a la porción transmembrana y el tercer dominio intracelular interacciona con una proteína
G, la que recibe su nombre por estar asociada a GTP (Guanosin trifosfato). Estas proteínas
tienen actividad GTPasa, son capaces de hidrolizar la molécula de GTP a GDP (Guanosin di
Fosfato), pasando de un estado activo a otro inactivo. Las proteínas G son heterotriméricas,
de gran tamaño y están formadas por 3 subunidades: alfa, beta y gamma que se encuentran
unidas entre sí y al GDP cuando están inactivas.
Cuando el receptor de membrana se une a un ligando, este cambia su conformación y la
proteína G se activa liberando GDP y aumentando su afinidad por GTP. De esta forma, se
disocian las subunidades beta-gama y alfa-GTP, siendo esta última capaz de interaccionar
con otros receptores de membrana amplificando la señal. Una vez cumplida la señalización,
las subunidades beta y gamma aumentan su afinidad por la subunidad alfa cargada con
GDP formándose nuevamente el heterotrímero, dejando el sistema en reposo nuevamente.
En esta vía se activará una enzima presente en la membrana plasmática denominada adeni-
lato ciclasa. Para que esto ocurra debe formarse previamente, un complejo ligando receptor
que activará la proteína G, y esta a su vez activará la adenilato ciclasa, la que rápidamente
producirá, a partir del ATP, el segundo mensajero AMP cíclico (AMPc).
176
La adrenalina estimula la degradación Un aumento del AMP cíclico intracelular
de glucógeno en la célula del músculo puede activar la transcripción genética.
esquelético
La vía de la fosfolipasa C
Una vez activada la fosfolipasa C propaga su señal por medio de la división de una mo-
lécula lipídica que forma parte de la membrana plasmática. Esta molécula es el fosfati-
dil inositol bifosfato (PIP2) que se encuentra en cantidades pequeñas en la hemicapa
interna de la membrana plasmática.
El DAG junto con el Ca2+ ayuda a reclutar y activar a la proteína quinasa C (PKC). Una
vez activada la PKC fosforila un grupo de proteínas intracelulares que varía de acuerdo
con el tipo celular. Un grupo de fosfatasas puede revertir el accionar de la PKC.
• Las células del músculo liso (células diana) reciben el estímulo de la molécula
señal (acetilcolina) y efectúan una respuesta (la contracción).
178
Importancia de la señal Ca2+ en las funciones biológicas
Debido a que el Ca2+ citosolico actúa como un segundo mensajero importante, la célula
debe controlar de manera cuidadosa su concentración citosólica. Estos mecanismos
de control se mantienen gracias a la acción de bombas incluidas en la membrana que
expulsan activamente al Ca2+ del citosol: hacia el retículo endoplasmático o a través de
la membrana plasmática fuera de la célula.
Las principales proteínas que regulan la captación, almacenaje y liberación de Ca2+ son
la calsecuestrina en el retículo endoplasmático y la calmodulina en el citosol. El retícu-
lo sarcoplásmico es el principal depósito de calcio intracelular en el músculo estriado
esquelético y cardíaco.
Cuando el IP3 origina valores citosólicos elevados de Ca2+, el exceso de iones se une a
la calmodulina. El complejo Ca2+ calmodulina activa un grupo de enzimas conocidas
como proteínas quinasas dependientes de Ca2+ calmodulina (quinasasCaM).
Las quinasas CaM poseen múltiples funciones reguladoras en las células como por ejemplo:
• Inicio de la glucogenólisis.
• Síntesis de catecolaminas.
• Contracción y relajación del músculo liso.
El receptor puede tener actividad enzimática por sí mismo o estar muy fuertemente
asociado a una enzima. En general son péptidos y están formados por una proteína in-
tegral que atraviesa una sola vez la membrana. Se conocen cinco tipos de receptores que
tienen diferentes actividades enzimáticas entre los que encontramos:
En este grupo se incluyen los receptores para un gran número de factores de crecimiento
epidérmico (EGF), factores de crecimiento plaquetario (PDGF), receptores para insulina
y muchos otros.
180
b. Receptores asociados a proteínas tirosina quinasas
Estos receptores no poseen un dominio catalítico citosólico (no son quinasas), pero
al unirse con sus ligandos activan a quinasas membranosas asociadas, que, a su vez,
fosforilan una serie de sustratos.
Las quinasas janus (Jak) son una familia de proteínas pertenecientes a las enzimas asocia-
das a receptores de citoquinas, que actúan activando a un grupo de proteínas citosólicas
denominadas STAT (señal de traducción y activador de la transcripción) que entonces
pueden ser translocadas al núcleo, donde se unen a regiones reguladoras del ADN y acti-
van la transcripción de algunos genes. Un grupo de fosfatasas revierten sus efectos.
Estos receptores están constituidos por una cadena polipeptídica con un dominio ex-
tracelular al cual se une el ligando, una hélice alfa transmembrana y un dominio citosó-
lico con actividad enzimática. La fijación del ligando estimula la ciclasa y genera GMP
cíclico en el citosol, que actúa como segundo mensajero. Pertenecen a esta categoría los
receptores para los péptidos natriuréticos atriales.
Desensibilización
Los efectos que las hormonas y neurotransmisores producen sobre los receptores de
la célula diana tienen un inicio casi instantáneo y también se apagan rápidamente.
Un ejemplo: todos percibimos que al entrar a un lugar poco iluminado, como un teatro
o cine, una vez iniciada la función, tenemos que esperar unos segundos o minutos para
poder ver con cierta claridad; igualmente, al entrar a un sitio con muy alta iluminación,
182
no logramos ver con precisión hasta pasados unos minutos. Estos ajustes en la sensibili-
dad a la luz ocurren en nuestra retina, en los conos y bastones, donde el receptor a la luz,
la rodopsina es fosforilada y desfosforilada.
Se sigue estudiando la regulación por fosforilación de los diversos receptores, las pro-
teínas quinasas que participan en la fosforilación, así como las fosfatasas que los defos-
forilan, los sitios específicos que son afectados (residuos de serina, treonina y tirosina),
así como los eventos moleculares que participan en el apagamiento de la señal y en su
recuperación.
Objetivos de aprendizaje
Al finalizar la lectura del siguiente capítulo, el estudiante será capaz de:
Ya hemos visto que las células se comunican entre sí respondiendo a distintos estímulos
bien en forma directa mediante contacto célula-célula o bien a distancia y a través del
sistema endócrino mediante mensajeros químicos de distinta naturaleza denominados
en forma general hormonas, del griego hormân: “poner en movimiento, excitar”. La
Existe otra vía mucho más rápida a través de la cual se puede transmitir información
a fin de regular las funciones del organismo. Esta “autopista de la información” está
constituida por el sistema nervioso. El sistema nervioso puede dividirse anatómica-
mente en sistema nervioso central formado por el encéfalo y la médula espinal, y el
sistema nervioso periférico compuesto por nervios, ganglios y receptores sensoriales.
Funcionalmente, el sistema nervioso se compone de su división autónoma, responsable
de coordinar y regular la actividad de órganos y sistemas en respuesta a estímulos ex-
ternos o internos manteniendo así la constancia del medio interno u homeostasis. Por
otra parte, el sistema nervioso somático se encargará de las funciones de la vida de rela-
ción, incluyendo a las funciones superiores del cerebro: memoria, aprendizaje, lenguaje,
emociones, motivación, etc., que operan cuando Ud. lee este capítulo y un servidor lo
escribe, por ejemplo.
En este preciso momento se propagan a través de sus nervios cientos de impulsos eléc-
tricos que viajan a velocidades que oscilan entre los 50 cm/s o 1.8 km/h para un axón
amielínico y 120 m/s o… ¡432 km/h para un axón mielinizado!1. Esto sería imposible
sin una propiedad de las células vivas: su excitabilidad eléctrica. En este capítulo nos
ocuparemos de entender esta propiedad asociada a las membranas biológicas y en par-
ticular a las células especializadas en la conducción del impulso nervioso: las neuronas.
Para hacerlo debemos entender primero cómo se genera el potencial de membrana.
El potencial de membrana
186
La concentración de Na+ es de 145 mM (milimolar) en el exterior celular versus 5 mM
en el interior, mientras que el K+ es 140 mM en el interior versus 5 mM en el exterior.
Sabemos que en ausencia de otros factores esta diferencia de concentración se equipara-
ría a ambos lados de la membrana por difusión de los iones hasta que las concentracio-
nes de Na+ y K+ fueran iguales en ambos compartimentos. Sin embargo, esta diferencia
de concentraciones es mantenida en forma activa por la bomba Na+/K+ ATPasa que
expulsa 3 iones Na+ al exterior celular y permite el ingreso de 2 iones K+ al interior con
gasto de 1 molécula de ATP. La actividad permanente de esta bomba es imprescindible
para la conducción del impulso nervioso, ya que mantiene un gradiente electroquímico
a ambos lados de la membrana.
Con respecto a los aniones, el Cl- es el anión más abundante en el medio extracelular,
mientras que las proteínas están cargadas negativamente debido al pH intracelular y
aportarán entonces cargas negativas en el interior celular. Además, los glicerofosfolípi-
dos fosfatidil-inositol y fosfatidil-serina, ambos cargados negativamente, se encuentran
dispuestos con sus cabezas polares mirando hacia el interior celular, o hemicapa interna
de la membrana plasmática. Por el contrario, los glicerofosfolípidos sin carga neta fos-
fatidil-etanolamina y fosfatidil-colina se encuentran en orientación opuesta, es decir
con sus cabezas polares apuntando hacia el medio extracelular. Esto atrae a los cationes
K+ a las proximidades de la cara interna y a los cationes Na+ extracelulares hacia la cara
externa de la membrana plasmática.
Este potencial tiene un voltaje negativo que oscila entre -50 y -90 mV (milivoltios) y se
lo denomina potencial de reposo debido a que es constante en una célula que no ha sido
efectivamente excitada.
Observe y comprenda la figura que se muestra más adelante en este capítulo en la que
se detallan los factores que operan para generar este gradiente electroquímico y po-
tencial de reposo. Estos son fundamentales para la conducción del impulso nervioso e
imprescindibles para la vida. Considere que dos tercios del ATP destinado al sistema
nervioso central se ocupan en mantener funcionando a la bomba de Na+/K+ ATPasa y
por tanto el potencial de membrana. Sin la actividad de esta bomba, los niveles de Na+ y
K+ a ambos lados de la membrana se equipararían en un nuevo equilibrio destruyendo
el gradiente electroquímico que permite el impulso nervioso2.
Observe y comprenda la figura donde se muestran los distintos tipos de canales iónicos.
De cualquier manera, esta apertura permite el paso de iones Na+ desde el exterior ce-
lular donde su concentración es mayor hacia el interior celular donde es menor, o sea a
favor de su gradiente de concentración. Además, las neuronas cuentan en su membrana
con un número similar de canales de K+ ionotrópicos o metabotrópicos que al abrirse
permitirán el egreso de K+ desde el interior hacia el exterior celular, nuevamente a favor
188
de su gradiente de concentración. Por último, también existen canales que movilizarán
Ca2+ y Cl- a favor de gradiente, o sea desde el exterior hacia el interior celular. Todos
estos canales participan en la transmisión del impulso nervioso. Veamos cómo.
-despolarización:
los canales de Na+ dependientes de voltaje se abren y los iones Na+ ingresan a la
célula desde el exterior a favor de su gradiente de concentración y esta se despola-
riza hasta lograr un voltaje de aproximadamente +40 mV. Diremos entonces que se
alcanzó el potencial de acción,
-repolarización:
el potencial de acción abre los canales de K+ dependientes de voltaje y entonces estos
iones salen de la célula a través de ellos hacia el medio extracelular polarizando nueva-
mente la membrana, pero hasta un equilibrio más negativo que el potencial de reposo
que es superior, en valor absoluto, a -70 mV. La membrana se encuentra entonces hi-
perpolarizada y la célula es refractaria a ser excitada nuevamente,
Hemos dicho que el impulso nervioso es unidireccional. Esto se debe a que los canales
de Na+ inducibles por voltaje tienen tres conformaciones distintas:
Es decir, una vez que los canales de Na+ inducibles por voltaje se abren y luego adoptan
su conformación inactiva, lo único que resta es que se abran los canales de Na+ que se
encuentran a continuación de los que ya han sido abiertos. De ahí que el impulso sea
unidireccional, desde el soma neuronal hacia telodendron.
Sinapsis
Las neuronas se comunican entre sí mediante una asociación íntima denominada sinap-
sis, del griego “unir-junto”5. Como resultado de la sinapsis una neurona le transmite
el impulso nervioso a otra. Durante la sinapsis la membrana de la neurona presináp-
tica se encuentra en íntima asociación con la membrana de la neurona postsináptica,
aunque sin tocarse entre sí, dejando un espacio entre ellas que se denomina hendidura
sináptica.
Las sinapsis pueden clasificarse según el tipo de conexión que establecen las neuro-
nas con otras neuronas y entonces diremos que son: -axodendríticas: entre axones
y dendritas, -axosomáticas: entre axones y somas, y -axoaxónicas: entre dos axones.
Desde el punto de vista funcional, las sinapsis pueden ser químicas o eléctricas. La
sinapsis química es la más evolucionada y requiere de neurotransmisores que son molé-
culas liberadas por exocitosis por la neurona presináptica a la hendidura sináptica y que
al unirse a receptores ionotrópicos o metabotrópicos presentes en la membrana de la
neurona postsináptica son capaces de permitir el paso de iones a través de ella mediante
la apertura de canales iónicos. Ejemplos típicos de neurotransmisores lo constituyen la
acetilcolina, abreviada ACh y el ácido γ-aminobutírico, abreviado GABA.
La sinapsis eléctrica se caracteriza por la transmisión del impulso nervioso sin inter-
mediar para ello neurotransmisores. El paso de iones se produce a través de uniones
intercelulares de tipo comunicante o gaps, del inglés “hueco”. A través de estas uniones
que permiten el paso de iones y pequeñas moléculas, los iones Na+ pasan desde una
célula a la otra, transmitiendo la despolarización de membrana a una célula vecina. Este
tipo de sinapsis más primitiva es especialmente relevante en la contracción del músculo
cardíaco. Los discos intercalares observados en el microscopio en cortes histológicos de
Los receptores nicotínicos son canales iónicos que al activarse por unión de ACh o nicoti-
na se abren permitiendo el paso de Na+ a favor de su gradiente de concentración y provo-
cando una despolarización de la membrana. Este tipo de sinapsis es por tanto excitatoria
y muy importante en la contracción del músculo esquelético y la unión neuro-muscular
(placa motora), en el sistema nervioso autónomo y el sistema nervioso central. Además,
permiten el paso de Ca2+ o K+, produciendo otros efectos biológicos como la liberación de
neurotransmisores o activación de vías de transducción de señales.
Cuando son activados en forma constante los receptores dejan de responder al estí-
mulo en un proceso conocido como desensibilización. La respuesta de los receptores
nicotínicos es modulada a través de PKA y PKC6 , que fosforilan los receptores y los
192
desensibilizan. Además, el propio ligando unido en forma prolongada puede inducir
cambios conformacionales en el receptor que lo inactivan. Esta es la causa de que la ex-
posición prolongada a un agonista requiera incrementar la dosis para generar el mismo
efecto biológico y la base de la dependencia química a un fármaco.
La velocidad de transmisión del impulso nervioso no es igual para todos los axones
y varía según su tipo, en particular si estos se encuentran o no mielinizados, es decir,
recubiertos o no por la banda de mielina. A los axones mielinizados se los denomina
mielínicos y a los que carecen de mielina amielínicos.
Estas células son las células de Schwann en el sistema nervioso periférico y los oligodendroci-
tos en el sistema nervioso central. En ambos casos, la vaina se forma por el enrollamiento de
la membrana plasmática alrededor del axón. La vaina de mielina es una innovación evolutiva
sumamente importante de los vertebrados. Considere que, en los invertebrados o los axones
amielínicos de los vertebrados, la propagación del potencial de acción ocurre a velocidades de
1m/s o menores. La vaina de mielina permite incrementar esa velocidad a cerca de 100 m/s sin
incrementar el diámetro axonal. Este incremento de cerca de dos órdenes de magnitud en la
velocidad de transmisión del impulso nervioso se debe a que la banda de mielina no recorre al
axón en forma completa, sino que presenta discontinuidades entre células de Schwann conti-
guas, llamadas nodos de Ranvier7. Esto permite la transmisión saltatoria del impulso nervioso,
o entre nodos de Ranvier contiguos, incrementando así su velocidad.
Al no poseer mielina, los pacientes con ALD reducen progresivamente la capacidad de lle-
var a cabo funciones del sistema nervioso somático que se compone de axones mielínicos
sin perjuicio del sistema autónomo, que posee axones amielínicos, produciendo pérdida
del habla, dificultades respiratorias y de deglución, mientras que las funciones “vegetativas”
permanecen inalteradas9.
Sintió dolor, que no es más que una respuesta fisiológica a un estímulo externo captado
por terminales nerviosas de receptores interoceptivos o exteroceptivos o en general no-
ciceptores presentes en la piel. Es decir, el dolor es información que se transmite por
neuronas sensitivas mediante impulsos eléctricos. Es un estímulo evolutivamente
seleccionado como mecanismo de preservación de la vida.
Para trasmitir este mensaje se tuvo que transducir la señal física, en este caso el extremo calor en
una diferencia de potencial eléctrico despolarizando la membrana plasmática de una neurona.
En general, todo estímulo que proviene de fuera o dentro del organismo y va hacia
el sistema nervioso central es una aferencia. En cambio, toda respuesta desde el sis-
tema nervioso central a músculos, órganos o glándulas es una eferencia.
194
Las eferencias pueden ser somáticas o viscerales. Un tipo especial de neurona sen-
sitiva denominada pseudomonopolar es responsable de conducir el estímulo hacia el
ganglio raquídeo y luego a la asta dorsal de la médula espinal, donde el impulso es trans-
ferido mediante sinapsis a otro tipo de neurona presente en la asta ventral de la médula:
la motoneurona o neurona motora. La motoneurona será la encargada de trasmitir este
impulso a la placa neuromuscular: asociación sináptica de una célula muscular con
terminales axónicos. La acción de la motoneurona constituye la eferencia somática en
este caso. Note que además aquí la sinapsis es entre neuronas y células musculares.
Además de este efecto inmediato sobre la contracción muscular, el Ca2+ liberado al cito-
plasma es un activador de la glucogenólisis muscular. Vemos entonces como se integran
la contracción muscular con la fosforólisis de glucógeno para la producción de energía11.
Como resultado de estos eventos moleculares, el alumno sacó la mano del fuego. De-
bido a que para que esto ocurra no fue necesario que la información se transmitiera al
cerebro, no tuvo que pensar para hacerlo (arco reflejo flexor). Es cierto que sin embargo
tiene consciencia de lo ocurrido, y esto se debe a que una interneurona transmitió a su
vez la información al cerebro.
Detallaremos ahora los eventos ocurridos durante la contracción del músculo estriado. La
unidad estructural y funcional de la fibra muscular es el sarcómero. El conjunto de sarcó-
meros forma las miofibrillas. Esta estructura es una “catedral molecular” tan exquisita que
su alto nivel de organización se pone de manifiesto a nivel microscópico y ultraestructu-
ral en forma de estriaciones. Estas estriaciones se producen por el ordenamiento de los
filamentos finos formados por una proteína globular, la actina y los filamentos gruesos
formados por una proteína fibrosa con cola y cabeza, la miosina. Primeramente, distin-
guimos dos bandas que producen las estriaciones visibles con el microscopio óptico:
-banda I:
donde sólo encontramos filamentos finos de actina,
-banda A:
donde se superponen los filamentos de actina y miosina.
- banda H:
solo encontramos filamentos gruesos de miosina,
- línea M:
separa la banda H en dos mitades iguales, y está formada por miomesina que une a
los filamentos gruesos entre sí,
- línea Z:
separa a la banda I en dos mitades iguales. Uno de sus componentes más importantes
es la alfa-actinina, que une los filamentos finos entre sí. La proteína distrofina, lla-
mada así por su correlación con la distrofia muscular de Duchenne, es otra proteína
del citoesqueleto que ancla la alfa-actinina a la membrana plasmática, transmitiendo
la contracción a la fibra muscular13.
196
-Troponina C (TnC):
une Ca2+ y sufre un cambio conformacional que permite la escisión de la troponina I (TnI),
-TnI:
cuando se une a la tropomiosina (TnT), hace que ésta bloquee los sitios de unión a
miosina presentes en los filamentos de actina,
-TnT:
al escindirse de la TnI, sufre un cambio conformacional que desbloquea los sitios de
unión a miosina en la actina.
Todo esto funciona como el “seguro” de un arma, sin cuya liberación previa no es posi-
ble el “disparo”, o la contracción muscular, aun cuando exista ATP disponible para que
ésta se produzca. Recordemos que para la liberación del Ca2+ intracelular es necesaria la
despolarización de la membrana que se inicia en la placa neuromuscular al transmitirse
un impulso nervioso. Es decir, en ausencia de un impulso nervioso, no existirá contrac-
ción muscular.
-hidrólisis de ATP:
la cabeza de miosina en contacto con la actina une ATP y lo hidroliza, pero el fosfato
(Pi) no se libera del complejo, sino que queda próximo como ADP+Pi; la miosina
está “energizada”,
Este ciclo se repite de nuevo con la entrada de una nueva molécula de ATP a la cabeza
de miosina. Si no existe un impulso nervioso o despolarización de la membrana, el Ca2+
reingresa al retículo endoplásmico mediante canales en su membrana que lo transpor-
tan en forma activa (gasto de ATP) y la TnI vuelve a unirse a la TnT, desplazándola y
cerrando los sitios de unión a actina.
Luego de la muerte clínica, el Ca2+ es liberado del retículo endoplásmico de las fibras
musculares y desbloquea los sitios de unión a la actina14. Se producen entonces tantos
ciclos de contracción como las reservas de ATP lo permitan, pero luego con el Ca2+ per-
manentemente unido a la TnI, y sin más ATP, la cabeza de miosina quedará anclada a
la actina, produciendo el efecto de rigidez cadavérica o rigor mortis, que ocurre a partir
de las 2-4 horas de producida la muerte y alcanza un efecto máximo a las 12 horas, para
luego desaparecer por la descomposición del tejido muscular. Este fenómeno gradual
tiene importancia forense, ya que permite estimar el tiempo de ocurrido el deceso.
198
Los insecticidas organofosforados como el malatión son inhibidores irreversibles de la
acetilcolinesterasa. Otros inhibidores de esta enzima pueden ser usados como tratamien-
to sintomático de la miastenia gravis, enfermedad autoinmune donde se generan autoan-
ticuerpos contra los receptores nicotínicos. La miastenia produce debilidad muscular pro-
gresiva debido a la neutralización de receptores en la placa motora. Al darse o bien una
sobredosis en estos pacientes o exposición general de las mucosas a estos compuestos, se
produce una crisis colinérgica, que causa espasmos en el músculo esquelético.
Integración neuro-endocrina
La división simpática es la rama más extensa del sistema nervioso autónomo. Se ubica ana-
tómicamente en todos los segmentos dorsales de la médula espinal y dos primeros lumbares,
en ganglios paravertebrales y prevertebrales y nervios raquídeos. Se compone de neuronas
preganglionares cuyos somas se encuentran en la médula espinal y que transmiten impul-
sos nerviosos a neuronas postganglionares situadas en los distintos ganglios. Es importante
destacar aquí que las eferencias viscerales del sistema nervioso autónomo simpático y para-
simpático implican a dos neuronas: la neurona preganglionar ubicada en la médula espinal,
y varias neuronas postganglionares situadas en los ganglios. Compare con las eferencias so-
máticas descritas anteriormente.
Los efectos del sistema simpático sobre el metabolismo preparan al organismo para
un esfuerzo muscular o una reacción que se asocia con la de huida o lucha, pero que
conviene relacionar más bien con la respuesta hacia todo aquello que es “extraño”
para el sistema nervioso y que constituye por tanto un estresor.
Sabiendo que los efectos de la inervación simpática son antagónicos con los efec-
tos de la inervación parasimpática, el alumno encontrará fácil enumerar los efectos
parasimpáticos sobre los distintos órganos. Entonces, la inervación parasimpática
producirá como neurotransmisor principal la ACh tanto en las neuronas pregan-
glionares como en las postganglionares, provocando como efectos principales:
-miosis: constricción de pupilas,
-aumento de la salivación,
-constricción de bronquios,
-estimulación de la digestión,
-bradicardia: disminución de la frecuencia cardíaca,
-contracción de la vejiga, micción,
-erección.
Hemos visto que los inhibidores de la acetilcolinesterasa causan crisis colinérgica cuyos síntomas
son precisamente los de la activación de la división parasimpática debido a la sobreestimulación de
los receptores muscarínicos colinérgicos. Drogas como la atropina o difenidramina que bloquean
a estos receptores pueden contrarrestar estos efectos, pero son incapaces de contrarrestar los espas-
mos musculares en el diafragma, cuya contracción depende de receptores colinérgicos nicotínicos
(ionotrópicos). Estudie la figura que muestra la disposición anatómica y los efectos sobre los distin-
tos órganos de la división simpática y parasimpática del sistema nervioso autónomo.
200
La división entérica16, formada por ganglios situados en los plexos mientéricos, cons-
tituye la tercera división del sistema nervioso autónomo. Aunque está conectada con el
sistema nervioso central a través de sus divisiones simpáticas y parasimpáticas, puede
actuar sola, regulando funciones digestivas e inmunológicas. Por todo esto a veces se la
llama “el segundo cerebro”.
Notas al pie:
Integración Metabólica
Objetivos de aprendizaje
Al finalizar la lectura del siguiente capítulo, el estudiante será capaz de:
• Comprender cuáles son las distintas vías productoras de ATP.
• Evidenciar cuál es el metabolismo de relevancia según el estado metabólico o tipo de
ejercicio que se esté realizando.
• Identificar cuáles son las moléculas no glucosídicas precursoras de la gluconeogénesis.
• Entender cómo se interrelacionan los distintos órganos con la finalidad de mantener la
homeostasis.
• Comprender las principales funciones de los cinco componentes esenciales para los
seres humanos.
• Comprender la regulación hormonal del metabolismo.
El músculo en reposo
Como las reservas de TAG a nivel muscular son casi inexistentes, la lipólisis (degrada-
ción de TAG) en tejido adiposo provee de ácidos grasos y glicerol. El glicerol se envía
al hígado ya que mediante la gluconeogénesis obtendremos glucosa. Por su parte, los
ácidos grasos son transportados por la sangre unidos a la albúmina.
El músculo en reposo degrada (oxida) preferentemente ácidos grasos. Esto le permite con-
servar el glucógeno, que será la principal fuente de energía en condiciones anaeróbicas.
Recordemos que esta reserva es muy limitada (aproximadamente 1/2 Kg entre músculo
e hígado) y además el glucógeno muscular es para consumo propio, mientras que el
glucógeno hepático se comparte con el resto de la economía.
La degradación de hidratos de carbono, si bien provee de menos energía que los lípidos
(4 Kcal/gr vs 9 Kcal/gr respectivamente), es un metabolismo más rápido y requiere de
menos oxígeno, con lo cual es preferible guardar glúcidos para ejercicios más intensos.
Al realizar una actividad física de alta intensidad y corta duración, esto es, un ejercicio
anaeróbico (ausencia de oxígeno) necesitamos rápidamente una gran cantidad de ATP,
por lo tanto, se activan metabolismos netamente anaeróbicos (reserva de ATP/vías de los
fosfágenos/glucólisis y fermentación homoláctica). ¡Ojo! Anaerobiosis no implica estar en
el fondo de la fosa de las Marianas (a 11.000 metros bajo el nivel del mar), es simplemente:
una carrera de 100 metros llanos o correr intensamente un colectivo, el 242 por ejemplo.
El músculo necesita una gran cantidad de ATP, puesto que cada movimiento en la cabeza
globular de la miosina (componente del sarcómero) requiere de la hidrólisis de ATP.
Nuestra fibra muscular recurre en primera instancia a las acotadas reservas de ATP,
luego a la vía de los fosfágenos (fosfocreatina) y de esta manera a través de fosforilación
a nivel del sustrato, generar rápidamente moléculas de ATP. Esta vía provee de energía
durante un intervalo muy corto de tiempo (en el rango de 1 a 4 segundos) y rápida-
mente se agota. La fosfocreatina se regenera a expensas de ATP en periodos de reposo
muscular.
208
En anaerobiosis la fermentación homoláctica mantiene operativa la glucólisis, con lo
cual por un tiempo nos aseguramos 2ATP/glucosa. Una consecuencia del uso intensivo
de esta vía en la cual participan varios ácidos orgánicos (ejemplo: lactato), es un descenso
del pH. Este fenómeno es responsable del calambre muscular (mecanismo de defensa que
evita que el músculo mediante apoptosis se suicide por falta de energía).
De esta manera se establece el ciclo de Cori, en el que se interrelacionan estos dos ór-
ganos (músculo-hígado). Esencialmente es un trueque de lactato por glucosa entre el
músculo y el hígado. Este ciclo permite mantener en funcionamiento el músculo bajo
condiciones anaeróbicas.
En una vía similar al ciclo de Cori, la alanina, en lugar de lactato, viaja desde el músculo
hacia el hígado (ciclo de la glucosa-alanina). En el músculo ciertas transaminasas utilizan
piruvato como su alfa-cetoácido sustrato, en lugar de alfa-cetoglutarato u oxalacetato.
210
El aminoácido producto, alanina, se libera al torrente sanguíneo y se transporta hasta el
hígado, donde experimenta una transaminación que origina nuevamente piruvato. Este
último es un sustrato para la gluconeogénesis, y la glucosa resultante puede devolverse
a los músculos para su degradación glucolítica.
El grupo amino transportado por la alanina finaliza en el amoníaco o en el aspartato (otra tran-
saminación), y puede emplearse para la biosíntesis de urea (que solo tiene lugar en el hígado).
Durante el ayuno otros tejidos también utilizan la glucosa que se forma en el hígado por
esta vía, rompiendo el ciclo. Como la alanina se origina a partir de la degradación de las
proteínas musculares, el músculo provee glucosa a otros tejidos, aún cuando no se lleva
a cabo la gluconeogénesis en este órgano.
Sin embargo, la pregunta que usted se debe estar haciendo en este momento es ¿Qué pasó con los
grupos aminos de los aminoácidos, puesto que la glucosa no tiene nitrógeno en su estructura?
Tenemos entonces estas dos moléculas que seguirán destinos completamente distintos.
Por un lado el alfa cetoglutarato se transforma mediante gluconeogénesis en glucosa
(aquí se gasta ATP). Esta glucosa posteriormente vuelve al músculo para proveer de
energía al mismo.
212
Por otra parte, el amoníaco o amonio (el amoníaco a pH fisiológico se comporta como
una base con lo cual se protona formando el catión amonio), que como ya se comentó,
es extremadamente tóxico. En primera instancia, es rápidamente combinado con bicar-
bonato y transformado en carbamoilfosfato mediante gasto de ATP (reacción cataliza-
da por la Carbamoil fosfo sintetasa 1, CPS 1).
Esta molécula muestra semejanza con media molécula de urea, sería hermoso para el
estudiante que en una nueva reacción se adicione otro amonio, pero la realidad es que
para incorporar el segundo nitrógeno en la molécula, se requiere del aspartato y de toda
una vuelta del ciclo de la urea.
En la molécula de urea identificamos dos grupos aminos, uno siempre proveniente del
aspartato, el otro proveniente de la glutamina o de la desaminación oxidativa del glu-
tamato. Por otra parte el dióxido de carbono (bicarbonato) proviene de la vía oxidativa
central, es decir el ciclo de Krebs.
Nótese que el grupo amino que se libera en la desaminación oxidativa del glutamato en el hepa-
tocito, antes estaba a nivel muscular formando parte de casi cualquiera de los 20 aminoácidos.
La urea es movilizada desde el hígado a la sangre, para luego ser filtrada y concentrada
en los riñones, donde finalmente se elimina con la orina. El ciclo de la urea nunca se
detiene, está exacerbado en ayunos prolongados y en dietas hiperproteicas.
Cabe mencionar que la amoniogénesis es uno de los mecanismos utilizados por el riñón
en su función de contribuir al equilibrio ácido-base.
Dato clínico: las transaminasas, por ejemplo GOT y GPT, son de implicancia médica
para referir tipo de daño celular.
Sea cual sea el aminoácido enviado desde el músculo al hígado (alanina, glutamato o gluta-
mina), la finalidad es: por un lado generar esqueletos carbonados (alfa cetoácidos) a nivel
hepático que son utilizados para generar glucosa mediante gluconeogénesis (ver figura en la
siguiente página). Por otro lado, de esta manera, estamos transportando grupos aminos que
son eliminados (catabolismo de los aminoácidos) del organismo en forma de urea.
Cabe mencionar que Krebs descubrió el ciclo que lleva su nombre y el ciclo de la urea.
Existe entre estos ciclos un permanente intercambio de metabolitos.
214
El músculo en actividad aeróbica
El cortisol (un glucocorticoide) tiene efecto supresor sobre el sistema inmune. Esto explica,
en parte, porque tenemos mayor tendencia a enfermarnos, luego de sucesos estresantes.
El tejido nervioso
El sistema nervioso central (SNC), pese a tener una masa menor al 2,5% del peso cor-
poral de un adulto normal, consume 20% del total de oxígeno utilizado por todo el
organismo en reposo. El SNC emplea preferentemente glucosa como combustible.
En condiciones de ayuno prolongado, el cerebro desarrolla capacidad para oxidar cuer-
pos cetónicos. El SNC depende del suministro de oxígeno y glucosa por vía sanguínea.
216
Del total de ATP generado por el SNC, aproximadamente 2/3 son empleados en mante-
ner el potencial de membrana (bomba de Na+/K+). El resto se utiliza en las biosíntesis,
principalmente, de neurotransmisores.
La siguiente figura muestra cómo se relacionan, desde el punto de vista metabólico, los
principales órganos en el ser humano.
Tips de estudio
Más de una vez te harán alguna de las siguientes preguntas: ¿Cuál es el nombre de la
enzima que cataliza tal reacción? ¿En qué organela ocurre tal vía metabólica? ¿En qué
órgano sucede dicha ruta metabólica?
Para acordarse el nombre de una enzima… pensá en el nombre del sustrato sobre el
cual actúa la enzima, el tipo de reacción que cataliza (una de las seis categorías ya estu-
diadas), y seguramente la terminación es en asa.
Si estás muy perdido, a nivel organela, recordá la mitocondria donde entre otras, suce-
den las siguientes vías metabólicas: la descarboxilación oxidativa del piruvato, el ciclo
de Krebs, la cadena respiratoria, la fosforilación oxidativa, parte del ciclo de la urea, la
beta oxidación, la cetogénesis y la cetólisis, parte de la gluconeogénesis (para todos los
sustratos no glucosídicos salvo el glicerol), varias reacciones de transaminación y la
desaminación oxidativa del glutamanto, etc. Participa además en la apoptosis, que es la
muerte celular programada.
218
Como dato curioso, te contamos que las mitocondrias se heredan de la madre. Además
mientras más atlético seas, mayor cantidad de mitocondrias y con más crestas tendrás
por célula muscular.
Menos mal que la célula eucariota primitiva, hace millones de años atrás, decidió per-
donarle la vida a la mitocondria luego de la fagocitosis (teoría endosimbionte). ¡Dónde
estaríamos sin nuestras mitocondrias!
Desde el punto de vista inmunológico, en este órgano se sintetizan las proteínas del
complemento, la proteína C reactiva, etc. Como si fuera poco, en el hígado se almace-
nan varios minerales (entre ellos el Fe) y vitaminas, y muchas funciones más.
¿Cuáles son los cinco nutrientes esenciales para los seres humanos?
El agua, los ácidos grasos y los aminoácidos esenciales han sido discutidos en distintos ca-
pítulos de este manual. Quedaría por describir brevemente a los micronutrientes que son
los minerales y las vitaminas (ambos nutrientes acalóricos). A grandes rasgos las vitaminas
actúan como cofactores enzimáticos y tienen efecto antioxidante (ver cuadro de vitaminas).
Si bien el oxígeno nos permite la vida, siendo el último aceptor de electrones en la cade-
na respiratoria, lamentablemente no siempre se reduce completamente a agua, genera
por lo tanto, especies reactivas del oxígeno (ROS), que tienen una terrible capacidad de
Por suerte, las células tienen sistemas antioxidantes, como son el glutatión entre otros, y
sistemas de reparación de daños. El aporte vitamínico ayuda a combatir las oxidaciones
ya que algunas vitaminas donan sus electrones para satisfacer a las ROS. Por otra parte,
las vitaminas permiten un óptimo funcionamiento de las vías metabólicas.
220
Edumed - Departamento de Ciencias de la Salud - UNLaM 221
A grandes rasgos los minerales cumplen las siguientes funciones: conforman la estruc-
tura ósea, son componente estructural de varias enzimas (incluso actuando como co-
factores enzimáticos), permiten el impulso nervioso, la contracción muscular, etc. (ver
cuadro minerales).
222
Edumed - Departamento de Ciencias de la Salud - UNLaM 223
224
Nota de los autores:
Estimados lectores, esperamos hayan disfrutado este manual. Una vez superado Edu-
med, le recomendamos “no utilice este manual para iniciar el fueguito para el asado”.
Consérvelo.. Retómelo… cuando lo considere necesario.
Seguramente encontrará nuevos datos en cada lectura (tal como el que ha leído a “El
Principito”). Amplíe conocimientos utilizando literatura idónea. Construya bases só-
lidas ¡Es la única manera de llegar al éxito! y por sobre todo ¡Construya un mundo un
poquito mejor!
BIBLIOGRAFÍA
¿Qué es la Psicología?
Responder a esta pregunta, no es tan simple como podría pensarse. No existe una definición
unánimemente aceptada sobre ¿Qué es la Psicología? Y esto es consecuencia de un debate
epistemológico1 que históricamente ha caracterizado la búsqueda de una identidad por parte
de la psicología. Este debate se refiere a las bases sobre las que se delimita la definición de su
objeto de estudio (es conceptual, abstracto, no empírico y no es suma de temas) y del método
adecuado para acceder al conocimiento de dicho objeto.
En la historia de la Psicología observamos que hay temas o problemas de los que se han ocupa-
do distintas escuelas psicológicas, pero las respuestas a estos varían de acuerdo con la perspec-
tiva epistemológica en que se sitúen los investigadores para definir el objeto de estudio.
Hacia finales del siglo XIX la Psicología se expandió, surgiendo nuevos campos de indagación en
el estudio de las conductas y procesos mentales. Estos avances permitieron una mayor especia-
lización dentro de la misma y la posibilidad de intercambiar aportes con otras ciencias, aunque
se produjo lo que podemos llamar como “equivalente académico de una crisis de identidad”,
generando como resultado que la psicología se redefina permanentemente. (Morris, 2005).
Desde siempre el ser humano se ha preguntado acerca de la conducta humana y los procesos
mentales. En el período de la Psicología Pre científica o filosófica se la entendía como el estudio
del alma (“Psijé”) y su método era la introspección simple.
Hacia finales del siglo XIX se produce la Primera ruptura Epistemológica2 ya que de la
mano del Positivismo y en el intento de desprenderse de la filosofía, se sientan las bases
de la “Nueva Psicología” constituyéndose como una disciplina científica formal. A par-
tir de la aplicación del método científico propone cambiar su objeto de estudio anterior
por la conciencia y utilizar como método la introspección experimental, que aunque
era experimental también era subjetivo, porque se basa en la información de los sujetos
que participaban en la experiencia.
230
Según esta teoría la conciencia está formada por un mosaico de elementos (fenómenos
elementales: sensaciones, sentimientos e imágenes), unidos entre sí por nexos asocia-
tivos. Para estudiar la vida psíquica se descomponían sus elementos más simples para
luego volver a reunirlos o asociarlos. Esto se llamó “elementalismo asociacionista”.
Según esta teoría la conciencia está formada por un mosaico de elementos (fenómenos
elementales: sensaciones, sentimientos e imágenes), unidos entre sí por nexos asocia-
tivos. Para estudiar la vida psíquica se descomponían sus elementos más simples para
luego volver a reunirlos o asociarlos. Esto se llamó “elementalismo asociacionista”.
Edward Bradford Titchener, discípulo de Wundt, estaba impresionado por los avances
en química y física logrados al analizar las moléculas y los átomos, y sostenía que los
psicólogos debían analizar las experiencias complejas en términos de sus componentes
más simples. “Por ejemplo, cuando la gente ve una banana de inmediato piensa: “Aquí
tenemos una fruta, algo para comer”, percepción que se basa en asociaciones con la
experiencia previa. Titchener buscaba los elementos fundamentales o “átomos” del pen-
samiento y descompuso la conciencia en tres elementos básicos (fenómenos elementa-
les): sensaciones físicas (lo que vemos), sentimientos (como el hecho de que las bananas
nos gusten o nos desagraden), e imágenes (recuerdos de otras bananas). Afirmaba que
incluso los pensamientos y sentimientos más complejos podían reducirse a esos ele-
mentos simples. Titchener consideraba que el papel de la psicología era identificar esos
elementos y demostrar cómo podían combinarse e integrarse” (Morris, 2005).
De la Psicología fundacional del siglo XIX, se pasa a los sistemas psicológicos contem-
poráneos (Psicoanálisis, Conductismo y Gestalt), dándose de esta manera la Segunda
ruptura Epistemológica, que a partir de principio del siglo XX, apunta a romper con
tres pilares de la Psicología científica: conciencia, introspección y elementalismo aso-
ciacionista.
Sigmund Freud, medico neurólogo, en sus comienzos centró sus estudios en el sistema
nervioso central y pasó muchos años realizando investigaciones en el laboratorio de
fisiología de la Universidad de Viena. Luego viajó a París donde comenzó a estudiar con
el Dr. Charcot, un neurólogo que utilizaba la hipnosis para tratar los trastornos nervio-
sos, estableciéndose tiempo después en Viena para la realización de su práctica privada.
Su trabajo con pacientes lo convenció de que muchas enfermedades nerviosas eran de
origen psicosexual más que fisiológico” (Morris, 2005).
La Teoría de Freud fue tan controvertida al inicio del siglo como lo había sido 25 años antes
la teoría de la evolución de Darwin ya que remite a las llamadas “Tres heridas narcisistas de
la humanidad”. La primer herida narcisista, se produce con la teoría Copernicana, luego
retomada por Galileo, tan fuertemente combatida en su época, ya la tierra no es el centro
del sistema solar. La segunda herida narcisista, tiene que ver con los postulados de la teo-
ría darwiniana en la que se sostiene que el hombre es una especie que ha evolucionado de
los simios y no puede ser pensada como producto de una creación divina sino que es un
eslabón más en la cadena evolutiva de los seres vivientes. Finalmente, la Tercer herida al
Narcisismo de la humanidad se produce cuando Freud descubre el Inconsciente, sumando
una “nueva decepción”, ya que el hombre no maneja los hilos de sus acciones y es ese “des-
conocido” Inconsciente quien nos gobierna y determina. (Bleger, 1986)
Sus escritos y conferencias atrajeron una considerable atención en Estados Unidos y en Eu-
ropa; y su obra tuvo un profundo impacto en las artes y la filosofía, tanto como en la psico-
logía. Asimismo, las teorías y los métodos de Freud inspiraron a discípulos y predecesores
que continuaron y continúan con el desarrollo de las mismas, generando aún acalorados e
interesantes debates.
Conductismo
232
Esta corriente tomaba como objeto solo las conductas observables y susceptibles de ser
estudiadas a través de la experimentación. Entendía las mismas como efectos (respues-
tas) a estímulos y consideraba que las experiencias mentales (pensamiento, sentimiento,
conciencia del yo) no son otra cosa que cambios fisiológicos en respuesta a la experien-
cia acumulada del condicionamiento.
Consideraba al bebé como una tabula rasa5 en el que todos los fenómenos psicológi-
cos, incluso las motivaciones inconscientes de que hablaba Freud son el resultado del
condicionamiento.
En una controvertida experiencia con un niño “el pequeño Albert” logró condicionar
una respuesta de temor. Cuando Albert jugaba desprevenido con una rata blanca do-
mesticada, simultáneamente él lo asustaba con el golpe de una barra de acero. Luego de
repetir la experiencia varias veces, con solo introducir la rata y sin ningún golpe, Albert
lloraba… Incluso más tarde, cualquier cosa blanca y peluda, como un conejo, o abrigo
generaba la misma respuesta.
Jones logró re-condicionar con éxito el temor a los conejos de un niño (no ocasionado
por un condicionamiento en el laboratorio) presentando el conejo a gran distancia y
acercándolo luego gradualmente mientras el niño estaba comiendo. Esta técnica cono-
cida como desensibilización, es similar a las empleadas en la actualidad por muchos
psicólogos clínicos cognitivos-conductuales.
Los estudios de Watson se encontraban influidos por Iván Pavlov (fisiólogo ruso) fun-
dador de la REFLEXOLOGÍA, quien con la conocida “experiencia del perro”, desarrolló
la teoría del Reflejo Condicionado. En ella, al presentar un plato de comida (estímulo
natural para la salivación), acompañaba con el sonido de una campanilla. Repitiendo
la experiencia varias veces, logró que sin presentar la comida y con solo el sonido de la
campanilla, se desencadenara la conducta de salivación. Esta forma de entrenamiento
fue llamada Condicionamiento (Teoría del Condicionamiento Clásico).
Esta corriente dominó la psicología académica en Estados Unidos hasta bien entrada la
década de 1960.
La Gestalt
234
En síntesis, su principal aporte fue “el descubrimiento de que los elementos de la rea-
lidad, no son entidades aisladas, sino que se hallan integrados en totalidades significa-
tivas, y el ser humano en contacto con la misma, capta en primer lugar las totalidades y
solo después, por un esfuerzo de abstracción y análisis, reconoce los elementos consti-
tuyentes del todo” (Morris, 2005). El tan conocido refrán “el todo es más que la suma de
sus partes” proviene de las ideas de esta escuela, siendo sus características fundamen-
tales ser “estructuralista, dinámica, ahistórica y anti empirista”.
Psicología humanista
Como no utiliza una metodología específica sino que toma técnicas de otras prácticas
(entrevistas individuales y grupales), en algunos ámbitos donde imperan otras corrien-
tes o escuelas no es totalmente aceptada. Dado que se interesa por el significado de la
vida, los valores y la ética, muchas personas la perciben como un movimiento cultural
y espiritual, más que como una rama de la ciencia.
Fundada por JEAN PIAGET (1896/1980). Doctor en Ciencias Naturales nacido en Ginebra.
En las experiencias que vive el niño, se presentan situaciones que debe resolver. A veces las
mismas requieren de la utilización de herramientas que posee y puede responder desde su
estructura, pero otras lo obligan a ensayar nuevas respuestas generando de este modo la
modificación de esa estructura más simple en otra de mayor nivel de complejidad.
236
A estos procesos constantes de la actividad inteligente, a partir de los que se produce la
reorganización y adaptación, Piaget las denominó “invariantes funcionales”. (Es seme-
jante a la que realiza el cuerpo humano con los alimentos). Cada asimilación y acomo-
dación implica un mayor desarrollo y el acceso a un esquema más complejo.
Para Piaget esta secuencia es invariable, pero entre niños de culturas diversas pueden
darse diferencias entre las edades de cada estadio.
En los años ’50 frente a las críticas al Conductismo por no ocuparse de los procesos
mentales superiores (pensamiento, memoria, conciencia, etc.) este movimiento entra
en crisis y la Psicología Cognitiva, con algunos de sus representantes como Miller, Ga-
llander, Pribram, Nisser, Bruner, recurre a otros campos disciplinarios (por fuera de la
Psicología) a fin de comprenderlos y explicarlos (Orsini, 1998).
Elabora teorías acerca del pensamiento racional y procesos mentales en su sentido más
amplio, tales como, pensamiento, sentimiento, aprendizaje, recuerdo, toma de decisio-
nes y juicios, entre otros; que se llevan a cabo para la resolución de situaciones.
Ya en la década del ’60, los psicólogos volvieron a investigar la conciencia, pero con
nuevos métodos, que incluyen tres grupos de técnicas:
1) La introspección
2) Los estudios experimentales
3) La construcción de modelos computacionales.
Tal como venimos desarrollando, la Psicología ha ido redefiniendo su objeto a través del
tiempo, y el Conductismo la define como el estudio de la conducta. La conducta es la
unidad de estudio, pero otras corrientes dentro de la psicología también se ocupan de
ella, aunque tomen aspectos diferentes para su análisis y comprensión.
Sin embargo, pensadores como Piaget, Pichón Rivière, Bleger y otros, adhieren a la idea del
hombre como unidad integrada (psicofísica y que se encuentra influido por su entorno), por
lo que han de ampliar esta conceptualización. Lagache, perteneciente a este segundo grupo
de las llamadas corrientes dinámicas que intentan integrar los aportes del conductismo y del
psicoanálisis, define a las conductas como “la totalidad de las reacciones del individuo”, es de-
cir, tanto las manifestaciones observables como aquellas que no lo son. Dirá de ellas que son “el
conjunto de respuestas significativas por las cuales un ser vivo en situación integra las tensiones
que amenazan la unidad y el equilibrio del organismo”. (Bleger, 1986)
El ser humano produce conductas, tanto observables como no observables, tales como los
procesos mentales. Pichón Rivière describe las mismas como pertenecientes a tres Áreas de la
Conducta, representadas como tres círculos concéntricos: Mente, Cuerpo y Mundo externo
Gráfico de Áreas de la Conducta. (Bleger, 1986)
240
Los aspectos del área de la mente son aquellos fenómenos psíquicos (Por ejemplo: soñar,
imaginar, sentir miedo, etc.).
Los del área del cuerpo, refieren a los fenómenos somáticos, tanto voluntarios como no
voluntarios (Por ejemplo: sonrojarse, sentir que el corazón palpita, etc.)
Las manifestaciones del área mundo externo, son aquellas que el individuo ejecuta ma-
nifiestamente interactuando con el medio exterior. (Por ejemplo: presentarse a rendir un
examen, huir frente al peligro, etc.)
El modelo creado por Pichón Rivière y desarrollado por Bleger, postula que estas tres
áreas coexisten generando simultáneamente conductas.
Puede ser que dada la naturaleza de la conducta, el tipo de personalidad de quien la de-
sarrolla o las circunstancias que la determinan, se produzca la predominancia de un área
sobre las demás.
Si bien se da la coexistencia entre áreas, puede suceder que expresen conductas que se
orientan en un mismo sentido, a lo que se llama coincidencia (Por ejemplo pienso en lo
que estudie, mi cuerpo se dispone en situación de examen y escribo lo que recuerdo).
Sin embargo puede suceder que las áreas expresen conductas ambivalentes o que divergen
en su sentido, lo que se define como contradicción (Por ejemplo: Me siento a escuchar la
clase, pero pienso en lo que voy a hacer el fin de semana. Contradicción entre áreas cuer-
po/ mundo externo y área de la mente).
Algunos de esos grandes campos o áreas son37: Clínico, Educacional, Laboral, Jurídico o
Forense, Social, Sanitario o Socio- Comunitario (Min. Ed. de la Nacion, 1985) Evolutiva o
del Desarrollo, Deporte, etc. (Min. Ed. de la Nacion, 1985)
Utiliza el método clínico, surgido como opción diferente al experimental, ya que mientras
el mismo buscaba leyes generales que explicaran los comportamientos, éste procuraba
encontrar las particularidades de las situaciones que definían el comportamiento pero en
su expresión individual.
Si de esa evaluación surge la necesidad, si indica comenzar con una psicoterapia. Como
las psicoterapias se enmarcan en las corrientes desarrolladas anteriormente en este texto,
pueden ser de diferente tipo: psicoanalítica, gestáltica, cognitivo conductual, sistémica,
etc. Y en base a ellas pueden ser focalizadas, breves, con objetivos limitados, etc.
El Campo Clínico es muy amplio por lo que se ha ido especificando cada vez más, por
ejemplo la Clínica con niños, la Clínica de adolescentes, la Clínica de las Adicciones, son
algunas de las especializaciones que van surgiendo.
La Psicología del Desarrollo o Evolutiva: Estudian las características propias de las di-
ferentes etapas del desarrollo del ser humano, así como los procesos que las definen, los
conflictos propios de cada momento del ciclo vital tanto en la normalidad como en su
presentación patológica, investiga en este campo y desde él aporta a los demás. Algunos
autores lo incluyen dentro del campo clínico, pero lo diferenciamos ya que posee caracte-
rísticas particulares que merecen ser identificadas.38
242
La Psicología Laboral: Es la aplicación de los conocimientos y métodos de la Psicología
en el ámbito del trabajo y contextos de producción. Algunos autores la incluyen dentro del
campo de la Psicología Institucional/Organizacional.
La Psicología Social: Analiza, explica y trabaja sobre los fenómenos que son simultánea-
mente psicológicos y sociales. Estudia los procesos, roles y vínculos que se establecen en
los diferentes grupos humanos e interviene en la resolución de conflictos que pudieran
surgir de ellos.
La Psicología del Deporte: refiere a los conocimientos que aportados por los otros campos,
se aplican al análisis de factores psicológicos y propuestas de mejora para el rendimiento de
deportistas en las diferentes disciplinas, tanto a nivel individual como de equipo.
A modo de conclusión…
El recorrido realizado en este módulo propone dar cuenta del surgimiento y desarro-
llo de la Psicología como ciencia, en su intento por comprender el funcionamiento del
psiquismo humano y sus efectos en los comportamientos, tanto en sus manifestaciones
observables como aquellas que no lo son. Hemos visto como fueron surgiendo algunas
de las principales corrientes, sus diferencias y los campos en los que se traduce el conoci-
miento alcanzado por los diferentes pensadores.
244
35. Concepción que fragmenta el objeto, para estudiar sus elementos por separado. Se opone a la
concepción molar, en que en los objetos pueden distinguirse partes, pero son estudiadas como un
todo; es decir en interrelación.
36. La noción de Conflicto psíquico desde la teoría freudiana y mecanismos de defensa serán desa-
rrollados en el siguiente módulo.
37. Resolución 343/09-Ministerio de Educación de la Nación - Educación Superior - ANEXO V.
ACTIVIDADES PROFESIONALES RESERVADAS A LOS TITULOS DE LICENCIADO EN PSI-
COLOGIA Y PSICOLOGO
38. Conceptos que serán ampliados en el módulo 3 de este material.
BIBLIOGRAFÍA
Benjamin, L. T. (2000). The psychology laboratory at the turn of the 20th century.
American Psychologist nº 55, 318–321.
Bleger, J. (1986). Psicologia de la Conducta. Buenos Aires: Paidos.
Blumenthal, A. L. (1975). A reappraisal of Wilhelm Wundt. American Psychologist
30, 1081–1088.
Canteros, J. (1998). Psicologia Modulo 3. UBA XXI. Buenos Aires: Eudeba.
Contreras, F. y. (2006). Psicología positiva: una nueva perspectiva. REVISTA
DIVERSITAS – PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 2, No. 2, 311-319.
Min. Ed. de la Nacion (1985).
Ministerio de Educacion de la Nacion. Res. nº 2447 (20 de septiembre de 1985).
Morris, C. M. (2005). INTRODUCCION A LA PSICOLOGÍA. Pearson.
Nación, M. d. (1985). Res. 343/09. anexo. Resolución 343/09-. Buenos Aires, Buenos
Aires, Argentina.
Orsini, L. B. (1998). Psicologia. Buenos Aires: a-Z.
Piaget, J. I. (2007). Psicologia del niño. Madrid: Morata.
Pozo, J. (1972). Teorías cognitivas del aprendizaje. Ed Morata. 1972. Buenos Aires:
Morata.
Rilling, M. (2000). John Watson’s paradoxical struggle to explain Freud. American
Psychologist nº 55, 301-312.
Saforcada, E. (2012). PSICOLOGÍA SANITARIA. PSIENCIA.REVISTA
LATINOAMERICANA DE CIENCIA PSICOLÓGICA 4(2) , 120-130.
Scaglia, H. (1998). Psicología Modulo 1. UBA XXI. Buenos Aires: Eudeba.
Teoría psicoanalítica
Tal como veníamos desarrollando en la clase anterior, la psicología como ciencia ha en-
frentado el desafío de definir los límites de un objeto de estudio que es una abstracción,
el Psiquismo.
El psiquismo como tal no es una entidad observable y por ende, requiere del desarrollo de
otros métodos a los propuestos por las corrientes surgidas en la primera época de la Psico-
logía Científica/Experimental. El método observacional y experimental, tomado de las
Ciencias Naturales, requiere de un recorte particular del objeto de estudio, permitiendo
solo el abordaje de los comportamientos/ procesos observables.
Es una teoría psicológica que supone una concepción de sujeto diferente a la de otras corrien-
tes. Su concepción introduce la dimensión de lo inconsciente como aquello que mueve al
hombre, más allá de que pueda dar cuenta de esto.
El Psicoanálisis es una teoría de la estructuración psíquica atravesada por tres conceptos centrales:
• el concepto de Inconsciente
• el concepto de Sexualidad
• el concepto de Transferencia2
Un modelo de psiquismo
248
Freud, en los inicios describe un aparato psíquico formado por tres sistemas: INCONS-
CIENTE, PRECONSCIENTE, CONSCIENTE. Más tarde complementa esta tópica con una
Segunda, en la que dirá que dentro de estos tres campos de límites imprecisos existen tres
instancias que actúan en distintos planos: el ELLO, el Yo y el SUPERYO (Talaferro, 1983).
A partir de las experiencias realizadas con el método de Hipnosis Freud logra probar la
hipótesis del Inconsciente. Reconoce un psiquismo dividido y un sector del mismo, que
guarda cierto material aparentemente olvidado y compara al Inconsciente con un tém-
pano de hielo en el que solo una mínima parte queda expuesto (lo consciente) mientras
que su mayor porción queda sumergida. (lo inconsciente)
En esta primera teoría, dirá que el aparato psíquico se encuentra formado por tres sis-
temas: INCONSCIENTE, PRECONSCIENTE, CONSCIENTE.
Estos tres sistemas, funcionan con reglas diferentes y tratan el material que guardan de
distinto modo. Entre ellos se ubican dos barreras que ordenan y regulan el material que
integra estos sectores del psiquismo.
Entre los Sistemas Preconsciente y Consciente, se ubica la Segunda Censura. Esta es mucho
más flexible y funciona a modo de filtro, regulando el pasaje de contenidos entre ambos.
El sistema inconsciente
El sistema preconsciente
Ubicado entre los Sistemas Inconsciente y Consciente, se integra por representaciones que
siendo “no conscientes” son susceptibles de serlo sin tener que vencer grandes resistencias para
ello. Toma además los datos de la realidad procedentes del Sistema Consciente y las representa-
ciones fonéticas a fin de ordenar y expresar los contenidos que provienen del primero.
El sistema consciente
Este sistema, como el Preconsciente funciona con las reglas del “proceso secundario”,
en que la causalidad lógica, temporalidad y coherencia son fundamentales para la orga-
nización y expresión de los contenidos o representaciones.
Luego del desarrollo de la Primer teoría de la organización Psíquica (1º Tópica) Freud la en-
tiende como insuficiente, para dar cuenta de los procesos que dan lugar a que ciertas repre-
sentaciones sean conflictivas para la vida consciente y que por lo tanto requieran ser tratadas
de modo particular y mantenidas en el Inconsciente a partir de la operación de la Represión.
Es así que complementa (no sustituye) esta primera teoría con la segunda en la que dis-
tingue tres instancias: ELLO, YO Y SUPERYO. (Freud S. , CLXVI "Nuevas Lecciones
introductorias al Psicoanálisis", 1981)
250
El ELLO, primera instancia del psiquismo y sede de las “pulsiones”7 , no funciona a partir
de las leyes lógicas sino que se rige por el “Principio del Placer”. Es decir, busca reproducir
experiencias de placer y suspender experiencias de dolor. La fuerza vital que lo gobierna,
denominada “Libido” 8 , dirige la conducta hacia la descarga o búsqueda de satisfacción, lo
que podría expresarse en el “Yo quiero…”.
El YO, es una parte del ello, modificada en el contacto con la realidad. Se rige por el “Prin-
cipio de Realidad”, que debe mediar entre los impulsos provenientes del Ello, los estímulos
procedentes del mundo externo y el Super Yo. Freud denomina a esta tarea “Triple vasallaje
del Yo” (Freud S. , CLXVI "Nuevas Lecciones introductorias al Psicoanálisis"9, 1981) y tiene
función reguladora contando para lograr el equilibrio, con los denominados “Mecanismos
de defensa” . Podría expresarse en el “Yo puedo…”.
El SUPERYO: Regido por el “Principio del Deber”. Es un desprendimiento del Yo, repre-
senta la parte normativa y se expresa en dos sentidos: la “Conciencia moral” (vertiente liga-
da a la prohibición) y el “Ideal del Yo” (el ideal al que debe tender). Colabora en la represión
de los impulsos procedentes del Ello y opera como “guardián” de los actos del sujeto. Podría
expresarse en el “Yo debo…”.
Freud plantea la Libido o energía Sexual como la energía con la que funciona el aparato
psíquico, describiendo al Ello como reservorio energético de la misma. Comprender los
alcances del término Libido, implica diferenciar los conceptos de Sexualidad y Genita-
lidad desde el punto de vista freudiano.
Sexualidad es la capacidad de dar, recibir y gozar del afecto, así como el placer que se
produce a partir de ello. Se inicia en el comienzo de la vida y atraviesa todas las etapas,
hasta el final de la misma. La Genitalidad, es solo una de las formas de placer y expre-
sión del afecto posible, que se inicia en la adolescencia ligada la corporalidad.
La Libido se expresa en dos tendencias básicas o pulsiones. La Pulsión de Vida (Eros10) que
se manifiesta en la necesidad de construcción y evolución, y la Pulsión de Muerte (Thána-
tos11) ligado al impulso agresivo o destructivo. Ambas interactúan y han de mantenerse en
equilibrio para permitir la resolución de situaciones cotidianas y adaptación del sujeto.
Sin embargo, la Pulsión, propia del funcionamiento humano es flexible, ya que da lugar a
múltiples objetos y formas de satisfacción, por ejemplo: el animal frente a la necesidad de
comer actúa según la memoria de su especie, el ser humano elige cuándo y cómo hacerlo,
no solo satisfaciendo la necesidad orgánica sino además procurando placer en su forma
de hacerlo. (Freud S. , CLXVI "Nuevas Lecciones introductorias al Psicoanálisis" , 1981)
Las Pulsiones son las fuerzas que manifiestan las tensiones procedentes del Ello, las que,
sobre la base de una necesidad orgánica, descubren un plus de placer, inaugurado en lo que
Freud denominara “etapas del desarrollo libidinal o etapas del desarrollo Psicosexual”.
Cada una de las etapas se encuentra asociada a una “zona erógena” que opera como
fuente de satisfacción, excepto en “el período de Latencia”. Los experiencias y satisfac-
ción de las mociones sexuales ligadas a las primeras tres etapas (denominadas además
pregenitales) y particularmente “la trama edípica” (Complejo de Edipo) quedan su-
mergidas en el plano inconsciente por la operación de la represión.
252
Sin embargo, estas primeras experiencias de placer, darán lugar a ciertas conductas de
gratificación ligadas a ellas y sentarán las bases de la genitalidad adulta.
Cuadro elaborado en base al texto de S. Freud “Tres ensayos para una teoria sexual” (1905).
Los Mecanismos de Defensa o conductas defensivas, son entonces recursos que posee
el Yo para restablecer el equilibrio homeostático, logrando un ajuste, pero sin resolver el
conflicto y son inconscientes. (Bleger, 1986).
• AISLAMIENTO: distancia afectiva con alguna idea o con el otro. Ej.: “una persona
que por atravesar una situación crítica se encuentra presente físicamente pero es como
si no estuviera…”
254
• ENSOÑACIÓN: frente a una situación de tensión o conflicto el sujeto se refugia
en la fantasía. Ej.: “El adolescente que fantasea con conquistar a la persona de sus
sueños…”
Frente a algún deseo o recuerdo de carácter traumático que genere conflicto al sujeto,
la Represión opera desligando “la representación” (que permanece inconsciente) del
afecto, que intenta expresarse de algún modo.
Las llamadas “Formaciones del Inconsciente”, son esas elaboraciones que a modo de
disfraz, permiten que las mociones pulsionales, logren atravesar la barrera de la repre-
sión buscando su descarga. (Freud S. , CLXVI "Nuevas Lecciones introductorias al Psi-
coanálisis" , 1981) y (Freud, Psicopatologia de la Vida cotidiana, 1981). A saber:
SUEÑOS: Freud los considera la vía regia para acceder al Inconsciente y se refiere a
ellos como cumplimiento de deseos. Para su análisis y comprensión dirá que es nece-
sario diferenciar el contenido manifiesto (relato del sueño), del contenido latente que
guarda el verdadero sentido del sueño (deseo) y que a través de las leyes de este sistema
logra enmascararse.
ACTOS FALLIDOS: Pueden ser lapsus de la palabra (oral o escrita) u olvidos, en los
que detrás de la intencionalidad consciente de una acción, se filtra el verdadero deseo/
sentimiento que busca expresarse, tomando la forma de un aparente equívoco.
Muchos son los autores que se preguntan acerca de las bases de la personalidad y los
comportamientos humanos. Freud atribuye a los primeros cinco años de vida el perío-
do de consolidación de los cimientos de la misma y dirá que es el resultado de la interac-
Los dos primeros no son modificables, pero si las experiencias de vida y el trabajo ana-
lítico posibilitarían la modificación de las tres series finales.
A modo de conclusión…
La Teoría Psicoanalítica desde sus inicios ha generado grande debates entre acérrimos
defensores de sus postulados y fervientes detractores. Sin embargo nadie puede negar
los efectos de sus desarrollos en la comprensión de los fenómenos psíquicos y su gran
influencia no solo en el campo de la Psicología, sino además en otras ciencias y artes.
256
Notas al pie:
1. Histeria: Tipo de Neurosis que presenta variados cuadros clínicos. Puede manifestarse como His-
teria de Conversión o Histeria de Angustia. En la primera el conflicto se expresa en síntomas cor-
porales, paroxísticos o duraderos. En la segunda la angustia se encuentra fijada a un determinado
objeto exterior.( fobia) (Laplanche, 1993).
2. Proceso en virtud del cual los deseos inconcientes se actualizan sobre ciertos objetos, dentro de
un determinado tipo de relación establecida con ellos y de un modo especial dentro de la relación
analítica .Se trata de una repetición de prototipos infantiles, vivida con un marcado sentimiento de
realidad (Laplanche, 1993)
3. La “Catarsis” o método de descarga, proponía al sujeto, que bajo estado de sugestión o trance hip-
nótico acceder a otros niveles de conciencia y de este modo a contenidos aparentemente olvidados
relacionados con la aparición de los síntomas. A través de él se trabaja la idea de expulsar del organis-
mo (purgar) los afectos patógenos. Al recuperar el estado de conciencia, luego del trance se producía
un notable alivio de los síntomas. Revivir los acontecimientos traumáticos permitía la abreacción de
los afectos ligados a ellos.
4. Con la mano sobre la frente del paciente -sin hipnosis- se lo apremiaba a recordar el elemento pa-
tógeno. Dado que esta técnica reforzaba las resistencias es reemplazado por el método de asociación
libre. (Laplanche, 429)
5. Eje central de la teoría psicoanalítica, en que la persona, siguiendo la premisa fundamental: “Ha-
ble…”, irá asociando ideas y permitiendo, previo vencimiento de las resistencias que puedan enlazar-
se contenidos aparentemente olvidados con los síntomas.
6. Sueños, síntomas, actos fallidos, etc.
7. Pulsión: Tendencia, fuerza energética que mueve al individuo hacia un fin. (Laplanche, 1993)
8. Libido: Energía sexual, desde la concepción freudiana (Laplanche, 1993)
9. Mecanismos de Defensa: Herramientas que utiliza el yo para regular el excedente de tensión del
aparato psíquico.
10. Del griego
11. Del griego
12. Del Alemán
13. Del Alemán
14. Energía Sexual
Tradicionalmente, se definía al Adulto como un ser Maduro para la vida. Si bien desde
el punto de vista físico podemos decir que es posible alcanzar la plenitud de las funcio-
nes orgánicas, ¿podemos decir que sucede lo mismo en los planos psicológico y social?
¿Existe algún momento de la vida en que podemos decir que el ser humano deja de
evolucionar en su modo de pensar, sentir y relacionarse consigo y con el mundo?
Caplan (1964) propone un modelo conceptual para poder comprender los factores que
inciden en el desarrollo de los individuos. El mismo, se basa en la idea de que para no
sufrir un padecimiento mental un individuo requiere de constantes, distintos y adecua-
dos aportes en las diversas etapas de su crecimiento.
260
Las tres dimensiones anteriores están sumamente entrelazadas. Asimismo, tenemos que
destacar que el individuo no es sólo un receptor pasivo de estos aportes, sino que también
modifica su entorno físico y social desde los primeros años, y como integrante de diversos
grupos, también puede influir en los aportes socioculturales.
El ser humano entonces atraviesa por múltiples circunstancias que lo llevan a modificar y
transformar sus estructuras y pautas de funcionamiento a lo largo de la vida. Este periodo
que se caracteriza por ser movilizador para la vida humana, lo vamos a denominar “Crisis”.
Etimológicamente, la palabra “crisis”, según la Real Academia Española, deriva del latín
crisis, y esta del griego Krísis, y tiene varios significados, por ejemplo:
1. Cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación.
Crisis de la adolescencia.
2. Intensificación brusca de los síntomas de una enfermedad. Crisis asmática, alérgi-
ca, epiléptica, de tos.
3. Situación mala o difícil. Un equipo de futbol en crisis.
Asimismo, resulta un “período transicional que representa tanto una oportunidad para
el desarrollo de la personalidad, como el peligro de una mayor vulnerabilidad a un
padecimiento mental, cuyo desenlace depende entre otras cosas, de la forma en que se
maneje la situación” (Caplan, 1964).
Podemos ubicar a la teoría de la crisis ya con Sigmund Freud (1895), cuando señalaba
la relación entre situaciones vitales presentes y una enfermedad de origen emocional.
En sus casos clínicos mostraba como se ligaba el origen y síntomas con una situación
conflictiva familiar o de otra índole en la vida del individuo, abriéndose la posibilidad
de entender el sentido biográfico de la enfermedad psíquica.
Años después, un discípulo de Freud, llamado Eric Erickson describió las crisis evoluti-
vas por las que pasa todo individuo a lo largo de su vida (Erikson, 1950)
“El desarrollo psicosocial procede según pasos críticos, siendo lo “crítico” una caracte-
rística de los cambios decisivos, de los momentos de elección entre el progreso y la re-
gresión, la integración y el retardo” (Erikson, 1950). Es un proceso donde es necesario,
comprender las situaciones por las que se atraviesa, adaptarse e ellas de forma creativa
Podemos situar dos tipos de crisis, las crisis vitales o evolutivas y las crisis incidenta-
les o accidentales.
Las crisis vitales o evolutivas son aquellas que pasamos todos los seres humanos nece-
sariamente para poder crecer y que implican el movimiento de una etapa a la siguiente
para ir logrando un nivel mayor de madurez e integración de la personalidad.
Las crisis incidentales o accidentales, son variables en todas las personas y hacen a la
particularidad de nuestra experiencia vital. Se desencadenan por sucesos imprevistos y
serán atravesadas según como las vivenciemos. Son por ejemplo: el fallecimiento de un
amigo, un cambio laboral, el nacimiento de un hijo, el casamiento, una ruptura de pare-
ja, etc. Se caracterizan porque frente a estas situaciones nos vemos ante la posibilidad de
realizar un cambio e implican una posibilidad de aprender. Asimismo, la significación
que tenga también se relaciona con la etapa evolutiva en la que nos encontremos y de
los recursos emocionales y psicológicos que fuimos desarrollando hasta ese momento.
Cuando los individuos se encuentran atravesando una crisis es posible que se produz-
can ciertas manifestaciones tales como: sentimientos de tensión, ansiedad, desamparo,
confusión, tristeza, desasosiego, e incluso algunos síntomas físicos.
Luego de este período de desestabilización generado por las crisis es esperable que se
produzca un estado de reorganización y adaptación. Cuando la crisis se resuelve de
forma positiva (aunque eso implique asumir una pérdida) se generan cambios que im-
plican el desarrollo de nuevas herramientas y condiciones, repercutiendo en una evo-
lución favorable.
Tal como veníamos diciendo, el tipo de crisis (en tanto sea predecible o no), el momen-
to en que se produce la misma, la comprensión cognitiva- emocional de la situación,
la fortaleza yoica, los recursos internos (mecanismos de defensa y adaptación), poseer
una red de apoyo (familiar y social) y los aspectos resilientes son factores fundamenta-
les que influirán en el modo de resolución de las crisis. (Raffo L, 2005)
262
• Confianza básica vs. desconfianza básica
Las primeras demostraciones de confianza están ligadas a como se desarrollan los procesos
fisiológicos básicos, como la alimentación, el tipo de sueño y la relación con sus intestinos,
dados por la madre y quienes están a su cuidado. Si estas experiencias son buenas, el bebe
ira aprendiendo y configurando una relación de confianza con el ambiente. De esta forma,
su primer logro social será su disposición a permitir que la madre se aleje de su lado sin ex-
perimentar una indebida ansiedad o rabia, porque aquélla se ha convertido en una certeza
interior así como en algo exterior previsible.
Coincide con la fase oral del desarrollo libidinal postulado por Freud.
Tanto Erikson como otros autores: Winicott y Bowly, describen aspectos fundamenta-
les que postulan la importancia de esta etapa y los vínculos primarios establecidos, para
el desarrollo ulterior del psiquismo y las relaciones con el entorno.
Tal como describe Erickson respecto al equilibrio esperable en la función materna como
propiciador del sentimiento de confianza, para Winicott una madre es suficientemente
buena cuando se adapta apropiadamente a las necesidades de su bebé y, por lo tanto, sus
respuestas son adecuadas (la mayor parte de las veces), a sus reales requerimientos. Es
decir, que no sea intrusiva, avasallando al niño, ni que no acuda a sus cuidados. Implica
que puede fallar algunas veces (porque no es perfecta), sin que esto dañe el desarrollo del
bebé y que esos errores (que en psicología llamamos “fallos”) incluso ayudan al niño a
descubrir que hay un más allá de su mamá.
Estos autores coinciden en que a partir de los vínculos primarios, se establecen las ma-
trices de relación con sí mismo y con el otro, repercutiendo tanto en el desarrollo psí-
quico como en las futuras relaciones interpersonales.
Esta etapa comienza aproximadamente a los 18 meses y continúa hasta los 3 años de
vida del niño.
Una vez superada la primer etapa de la vida, estamos ante un bebe que posee la cantidad
necesaria de confianza en el mundo exterior como para moverse por él explorando el
espacio, apoyado en el desarrollo motor que este momento de su vida supone.
Esta etapa se relaciona con el desarrollo muscular y del control de esfínteres, este proce-
so es progresivo y lento, lo que ocasiona que el niño sienta a veces vergüenza. Coincide
con la etapa Anal del desarrollo libidinal descripto por Freud.
Esta etapa va desde los 3 hasta los 5 años aproximadamente y se caracteriza por el desa-
rrollo de las capacidades de jugar, imaginar, establecer actividades con un alto nivel de
energía. Aquí el niño comienza a moverse con más libertad, tiene una mente inquieta
que le permite ser más curioso y comenzar a realizar preguntas acerca de la vida y es
más locuaz.
Esta etapa coincide con la etapa fálica de Freud, caracterizada por la existencia de fan-
tasías sexuales que se ubican en las connotaciones simbólicas expresadas en muchos de
sus actividades lúdicas y que despierta sentimientos de culpabilidad, ya que se despliega
la “trama edípica”.
Esta etapa abarca desde los cinco hasta los trece años aproximadamente coincide con
el inicio de la actividad preescolar y escolar, y se ingresa luego de haber resuelto en tan
solo 6 años tres crisis vitales. Coincide con el período de latencia descripto por Freud.
264
En esta etapa va a buscar el reconocimiento por medio de la producción de cosas y para
ello emprenderá el aprendizaje de nuevas habilidades y nuevas tareas. El “hacer” reem-
plazará a los caprichos y las ganas de jugar. Aquí comienza el interés de hacer con otros
y comienza a internalizar pautas de convivencia.
Esta etapa abarca desde los trece años hasta los veintiuno años aproximadamente (ado-
lescencia) y coincide con el desarrollo de la etapa genital citada por Freud.
Esta etapa abarca desde los veintiún años hasta los 35 años aproximadamente.
Una vez que el adolescente sabe quién es y comienza a proyectar acerca de su vida, ingresa a
una nueva etapa, la de la adultez joven, donde se desarrollará la capacidad de la “intimidad”.
El joven tendrá en sus manos la importante tarea de llevar a cabo lo que el adolescente
fantaseaba y planificó para su futuro.
Este primer periodo de la vida adulta se caracteriza por la cantidad de elecciones que
ha de realizar el ser humano y que son más estables y definitivas que las que realizó el
adolescente. En esta etapa surgen la necesidad y el deseo de elegir la actividad laboral, el
lugar de residencia, la pareja, el afianzamiento de las amistades, etc.
La intimidad implica la posibilidad de estar cerca de otro, no solo de una pareja sino tam-
bién con compañeros y amigos. Esto es posible ya que en esta nueva etapa él sabe quién
es, que quiere y no tiene el temor a perderse. Si por el contrario, ocurre que el individuo
evita asociarse con otros (por temor a la pérdida de su propia identidad) el peligro es el
“aislamiento”, originando actitudes de competencia, distanciamiento, sentimientos de re-
chazo y/o de desvalorización.
Esta etapa abarca desde los treinta y cinco años hasta los 60 años aproximadamente.
La Generatividad es una actitud de servicio hacia la evolución del ser humano, de la ge-
neración mayor con la más joven. “El hombre maduro necesita sentirse necesitado, y la
madurez necesita la guía y el aliento de aquello que ha producido y que debe cuidar. La
Generatividad, entonces, es en esencia la preocupación por establecer y guiar a la nueva
generación.” (Erikson, 1950).
Cuando esto no ocurre se da una regresión a la etapa anterior y ocurre una necesidad
de “pseudointimidad”, caracterizado por el acompañamiento de un sentimiento de es-
tancamiento en la vida y empobrecimiento personal.
Esta última etapa es fruto de las siete etapas anteriores. Aquí se ponen en juego como el
ser humano atravesó su vida, lo que determinará su nivel de integridad yoica o si cae en
la desesperación, frente a la idea de la finalización de la vida. En este caso ocurrirá un
distanciamiento social, un sentimiento de inutilidad ligado a que su cuerpo ya no res-
ponde como antes, sentimientos de desesperanza, preocupación por las enfermedades
y por la muerte.
La integridad yoica supone una integración emocional que implica la aceptación de esta
nueva etapa, y en ella, el deseo de sostener proyectos, de seguir adelante y que la idea de
la muerte no suponga una preocupación.
Llegando al final…
El recorrido realizado no pretende ser acabado, sino una aproximación a ciertos con-
tenidos básicos que representan aportes fundamentales de la Psicología para la for-
mación de futuros estudiantes de las Ciencias médicas.
266
BIBLIOGRAFÍA
•Benjamin, L. T. (2000). The psychology laboratory at the turn of the 20th century.
American Psychologist nº 55 , 318–321.
•Bleger, J. (1986). Psicologia de la Conducta. Buenos Aires: Paidos.
•Blumenthal, A. L. (1975). A reappraisal of Wilhelm Wundt. American Psychologist 30,
1081–1088.
•Canteros, J. (1998). Psicologia Modulo 3. UBA XXI. Buenos Aires: Eudeba.
•Caplan, G. (1964). Princiios de psiquiatria preventiva. Barcelona: Paidos Iberica.
•Contreras, F. y. (2006). Psicología positiva: una nueva perspectiva. REVISTA
DIVERSITAS – PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 2, No. 2 , 311-319.
•Erikson, E. (1950). Infancia y Sociedad. Buenos Aires: Ediciones Horme.
•Freud. Conferencias de Introducción al Psicoanálisis. Tomo XVI.
•Freud. El Yo y el ello.
•Freud. (1981). Psicopatologia de la Vida cotidiana. Madrid: Biblioteca Nueva.
• Freud. Tres ensayos para una teoría sexual.
• Freud, S. (1981). CLXVI "Nuevas Lecciones introductorias al Psicoanálisis" . Madrid:
Biblioteca Nueva.
•Freud, S. (1895). La neurastenia y la neurosis de angustia.
•Freud, S. (1973). Lecciones Introductorias al Psicoanálisis. Parte IIII. Lección XXIII.
Obras completas. Madrid: Biblioteca Nueva.
•Giddens, A. (1991). Sociologia. Madrid: Alianza.
•Laplanche, J. P. (1993). Diccionario de Psicoanalisis. Barcelona: Labor.
•Min. Ed. de la Nacion (1985).
•Ministerio de Educacion de la Nacion. Res. nº 2447 (20 de septiembre de 1985).
•Morris, C. M. (2005). INTRODUCCION A LA PSICOLOGÍA. Pearson.
•Nación, M. d. (1985). Res. 343/09. anexo. Resolución 343/09- . Buenos Aires, Buenos
Aires, Argentina.
•OPS. (1993). Manual de Crecimiento y desarrollo del Niño. 2da ed. . Washington: OPS.
•Orsini, L. B. (1998). Psicologia. Buenos Aires: a-Z.
•Piaget, J. I. (2007). Psicologia del niño. Madrid: Morata.
•Pozo, J. (1972). Teorías cognitivas del aprendizaje. Ed Morata. 1972. Buenos Aires:
Morata.
•Raffo L, S. (2005). Intervención en Crisis. Apuntes Departamento de Psiquiatría y
Salud Mental. Chile: Universidad de Chile.
•Rilling, M. (2000). John Watson’s paradoxical struggle to explain Freud. American
Psychologist nº 55 , 301-312.
•Saforcada, E. (2012). PSICOLOGÍA SANITARIA. PSIENCIA.REVISTA
LATINOAMERICANA DE CIENCIA PSICOLÓGICA 4(2) , 120-130.
•Scaglia, H. (1998). Psicología Modulo 1. UBA XXI. Buenos Aires: Eudeba.
•Slaikeu, K. (1988). INTERVENCION EN CRISIS: MANUAL PARA PRACTICA E
INVESTIGACION. Mexico DF: Manual Moderno.
•Talaferro, A. (1983). Curso Básico de Psicoanálisis. Capitulo 3. Paidos.
•Winnicott, D. W. (2009). Realidad y juego. . Buenos Aires: Horme-Paidós.
•Winnicott, D. W. (2009). Clínica psicoanalítica infantil. l . Buenos Aires: Horme-Paidós.