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DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL

POSEEDOR
Existen varios supuestos al respecto:
1. Cuando la posesión se confunde con la
propiedad, identificándose en una misma
persona el poseedor con el propietario, los
derechos y las obligaciones de aquel son los de
éste.
2. Cuando el sujeto disfruta de un bien sin titulo
alguno, a través de una mera situación de hecho.
Este poseedor usa el bien, percibe sus frutos, goza
del beneficio del tiempo para adquirir el dominio y
tiene algún derecho para defender su posesión
legalmente, utilizando las acciones legalmente. Las
únicas obligaciones de este sujeto serian las de
restituir el bien a su propietario, planteada la
reivindicación, así como devolver los frutos
percibidos cuando hubiere actuado de mala fe.
3. En el segundo caso puede suceder que el
poseedor crea ser el propietario, por error. Esto
acontece en situaciones en que una persona posee
determinado bien bajo la convicción de que quien lo
enajenó es su propietario sin serlo. Los derechos
de este poseedor serán los anteriormente
señalados, gozando por consiguiente del bien,
defendiéndolo y haciendo suyos los frutos, pues
actúa de buena fe. (Art. 908 del Código Civil).
4. Cuando el poseedor se encontrara vinculado a la
propiedad a través de una relación jurídica de
usufructo, arrendamiento, en los que la posesión es
temporal. Es una regla general , que juega para toda
clase de poseedores, que éstos gozan de un
derecho común cual es el de la restitución o abono
de las mejoras. También es un derecho común el
defender la posesión por medios establecidos en la
ley y particularmente, por la fuerza y por la acciones
posesorias, y los interdictos (Art. 920 del C.C.)
PRESUNCIONES LEGALES
Se denomina presunción, en el Derecho, a una ficción
legal a través de la cual se establece que un hecho se
entiende probado. La mayoría de las presunciones
admiten prueba en contrario (Iuris Tantum) y otras
presunciones son absolutas (Iure et de Iure). Por ejemplo
se presume que todas las personas conocen el contenido
de las normas una vez publicadas en el diario El
Peruano. Las presunciones contenidas en nuestro código
civil respecto al derecho de posesión son las siguientes:
A) PRESUNCIÓN DE PROPIEDAD
“El poseedor es reputado propietario, mientras no se
pruebe lo contrario. Esta presunción no puede oponerla
el poseedor inmediato al poseedor mediato. Tampoco
Puede oponerse al propietario con derecho inscrito”
(Art. 912 C.C.)
Por ejemplo un inquilino no puede oponer la presunción
de propiedad a quien le arrendó el predio . El artículo
912 del C.C. a establecido en beneficio del poseedor
la presunción iuris tantum que lo tiene por propietario
B) PRESUNCIÓN DE ACCESORIEDAD
“La posesión de un bien hace presumir la
posesión de sus accesorios. La posesión de un
inmueble hace presumir la de los bienes muebles
que se hallen en él.” (Art. 913 C.C.)
Por ejemplo una persona alquila una vivienda y
se presume que es poseedora de las sillas,
muebles y otros artefactos que se encuentren en
la casa.
c) PRESUNCIÓN DE LA POSESIÓN DE
BUENA FE
“Se presume la buena fe del poseedor,
salvo prueba en contrario. La presunción a
que se refiere este artículo no favorece al
poseedor del bien inscrito a nombre de
otra persona” (Art. 914 C.C.)
La buena fe se presume siempre, al que afirma la
mala fe de un poseedor corresponde la prueba de
ese hecho; por lo tanto, la existencia de mala fe
requiere una declaración expresa de los jueces. La
buena fe es cuestión de hecho y de apreciación
sentenciadora. Sobre este punto la Legislación
señala que la buena fe dura mientras las
circunstancias permitan al poseedor creer que
posee legítimamente o, en todo caso, hasta que sea
citado en juicio, si la demanda resulta fundada.
D) PRESUNCIÓN DE CONTINUIDAD DE LA
POSESIÓN
“Si el poseedor actual prueba haber poseído
anteriormente, se presume que poseyó en el tiempo
intermedio, salvo prueba en contrario” (Art. 915 C.C.)
Por ejemplo un propietario actual prueba que posee
el inmueble hace 12 años por lo que se presume que
durante todo ese tiempo hasta la fecha ha poseído el
inmueble, salvo que pruebe lo contrario.
EXTINCION DE LA POSESION
CAUSAS DE EXTINCION
Artículo 922: La posesión se extingue por:
1.Tradición
2.Abandono
3.Ejecución de resolución judicial
4.Destrucción total o pérdida del bien
1. Tradición.
Es el primer caso de extinción de la
posesión. La traditio o tradición,
derivación a su vez de tradere, significa
entregar. Supone la figura de la
adquisición derivada, esto es, la
existencia de una posesión anterior a la
que sigue otra posterior.
En términos simples, se podría resumir como la
entrega que se hace de un bien mueble o
inmueble, de una a otra persona.
La tradición supone una transmisión del bien
mueble o inmueble de mano en mano. Tiene
carácter bilateral ya que intervienen dos sujetos:
uno de ellos es el transmisor, denominado
transferente o tradens; el otro es el sujeto que
recibe, llamado adquirente o accipiens.
Debemos precisar que, tratándose de bienes
inmuebles, la tradición no requiere un acto
material, siendo suficiente que exista un
simple acuerdo, en virtud del cual el poseedor
entregue las llaves a otra persona para que la
posesión de éste último quede perfeccionada.
La tradición de bienes muebles, se materializa
por la entrega del bien (corpus).
2. Abandono
Respecto a esta causal de extinción de la
posesión, en doctrina existen posiciones
encontradas; algunos sostienen que para que
opere el abandono basta el hecho real de
abandonar la posesión del bien (elemento
objetivo); otros, por el contrario, argumentan
que es necesario que exista la voluntad de
abandonar (elemento subjetivo).
El profesor Arias Schreiber considera que: «no se
puede concebir la posesión de un bien, si su titular
libremente la rechaza. Quien hace abandono se
desprende del bien con la intención de no ejercitar
en los sucesivo ningún poder de hecho ni de
derecho; en el abandono se conjugan, por
consiguiente, los factores físico e intencional. El
acto de desprenderse del bien identifica al primer, la
voluntad de no ejercitar en los sucesivo el poder, al
segundo».
La posición que suscribimos es la del profesor
Max Arias Schreiber, pues consideramos que
para que se configure el abandono debe concurrir
la voluntad con el hecho físico, no debe
confundirse el abandono con la mera renuncia de
la posesión. Esta última no basta, por si sola,
para determinar la pérdida de aquella, es
imprescindible que esté acompañada por el
hecho material o físico de la desaprensiòn.
3. Ejecución de resolución judicial
Otra de las formas de extinción de la
posesión prevista en el artículo bajo
comentario, es la ejecución de una
resolución judicial.
Al respecto, para que una resolución
judicial pueda ser ejecutada, debe estar
firme, ello supone la existencia de un fallo
consentido o ejecutoriado (cosa juzgada)
que disponga el fin de la posesión.
4. Destrucción total o pérdida del bien
Respecto a la destrucción del bien, prevista como
causal de extinción de la posesión, se ha establecido
claramente que el bien tiene que destruirse en forma
total.
En un supuesto de destrucción parcial del bien, es
evidente que no se extinguirá la posesión, la cual se
conservará respecto de todo aquello que no se haya
destruido.
Raymundo Salvat, señala de una manera
ilustrativa que la extinción del bien poseído
puede producirse por dejar de existir
material o jurídicamente, señala tres
casos, como son:
1. Muerte de la cosa poseída si esta fuese
animada, como ocurre con los animales.
2. Destrucción total de ella, si fuese cosa
inanimada. Por ejemplo, destrucción de los
muebles de una casa, destrucción de una
casa, etc.
3. Transformación de una especie en otra,
es decir, en el caso de la especificación,
como ocurriría por ejemplo si con la lana
se hubiese hecho vestido.
Finalmente y respecto a la pérdida del
bien, se han omitido mencionar casos
importantes de pérdida de posesión, como
son el despojo, la usurpación, la
expropiación y la reivindicación.

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