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Este documento define el concepto de patrimonio según diferentes autores como Cabanellas, Capitant y Salvát. Explica que el patrimonio se compone de un activo (bienes) y un pasivo (deudas). También describe las características del patrimonio según la doctrina actual, como que es una entidad abstracta que incluye un saldo activo o pasivo y que puede dividirse en sectores sometidos a regímenes jurídicos diferentes. Finalmente, define los bienes como objetos materiales o derechos que pueden ser apropiados y
Este documento define el concepto de patrimonio según diferentes autores como Cabanellas, Capitant y Salvát. Explica que el patrimonio se compone de un activo (bienes) y un pasivo (deudas). También describe las características del patrimonio según la doctrina actual, como que es una entidad abstracta que incluye un saldo activo o pasivo y que puede dividirse en sectores sometidos a regímenes jurídicos diferentes. Finalmente, define los bienes como objetos materiales o derechos que pueden ser apropiados y
Este documento define el concepto de patrimonio según diferentes autores como Cabanellas, Capitant y Salvát. Explica que el patrimonio se compone de un activo (bienes) y un pasivo (deudas). También describe las características del patrimonio según la doctrina actual, como que es una entidad abstracta que incluye un saldo activo o pasivo y que puede dividirse en sectores sometidos a regímenes jurídicos diferentes. Finalmente, define los bienes como objetos materiales o derechos que pueden ser apropiados y
noción del patrimonio, debido a la estrecha vinculación que tiene con los derechos reales en general. NOCIÓN JURÍDICA CABANELLAS: Define el patrimonio como «El conjunto de bienes, créditos y derechos de una persona y su pasivo, deudas u obligaciones de índole económica. Hacienda o bienes que se heredan de los ascendientes. Bienes propios, adquiridos personalmente por cualquier título. Los bienes propios, espiritualizados antes y luego capitalizados y adscritos a un ordenamiento como título y renta para su ordenación» CAPITANT: « Es el conjunto de los derechos y de las cargas, apreciables en dinero, de que una misma persona puede ser titular u obligada y que constituye una universalidad jurídica. La palabra se emplea alguna vez para designar una masa de bienes que tiene una afectación especial; por ejemplo, una fundación» SALVAT: « El patrimonio se compone de un activo y un pasivo, el activo está formado por los bienes que posee la persona; el pasivo lo forman las cargas ( o deudas) que la gravan. Es el conjunto de bienes de una persona y de las cargas que la gravan». CARACTERISTICAS DEL PATRIMONIO De acuerdo a la concepción clásica. AUBRY y RAU son los expositores de esta teoría y plantean: 1. Sólo las personas pueden tener un patrimonio, pues son las únicas que se encuentran en aptitud de poseer bienes, gozar de derechos de crédito y contraer obligaciones. 2. Toda persona tiene necesariamente un patrimonio. Desde luego, puede suceder que carezca de bienes, y, por el contrario, este agobiada por deudas . El patrimonio, en suma, no importa forzosamente un valor positivo y se asimila, por lo tanto, a una bolsa que puede estar vacía como también llena de bienes y obligaciones 3. Cada persona no tiene sino un patrimonio. El patrimonio es uno, como la persona. La regla general es, pues, la unidad del patrimonio y sólo excepcionalmente puede sufrir determinadas restricciones establecidas por ley. 4. El patrimonio es inseparable de la persona. Por lo tanto y mientras ésta exista no podrá producirse su transmisión a favor de otra persona y lo único que cabe es enajenar los bienes que le están incorporados. 5. Como universalidad, es la consecuencia de la personalidad indisolublemente ligada a ella. TEORIA DEL PATRIMONIO SIN DUEÑO o PATRIMONIO OBJETIVO Sostenida por los alemanes. No puede identificarse el patrimonio con la personalidad. Los bienes en efecto entran y salen del patrimonio. En los créditos se constituyen y cancelan. Las obligaciones se contraen o extinguen, pero existirá siempre un saldo que podrá ser activo o pasivo. LA DOCTRINA ACTUAL: Las características del patrimonio son: 1.En una entidad abstracta, que comprende un activo y un pasivo reducibles a una suma de dinero. 2.Por ser abstracto, el patrimonio no puede identificarse con la persona, como erróneamente sostiene la teoría clásica. 3. Es divisible, pues cabe separarlo en sectores o compartimientos, sometiendo cada uno de ellos a un régimen jurídico diferente. 4.Es en principio inalienable, aunque como señalan PLANIOL y RIPERT , «este carácter recibe muchas restricciones que limitan su alcance». LOS BIENES Concepto.- Los bienes son el objeto de los Derechos Reales. Bien es toda entidad, material o inmaterial, que es considerada por la ley, en cuanto constituye o puede constituir objeto de relaciones jurídicas. Los bienes se distinguen de las cosas. Las cosas, en términos jurídicos, son los objetos materiales de valor económico que son susceptibles de ser apropiados, transferidos en el mercado y utilizados por las personas con la finalidad de satisfacer necesidades. El concepto de BIEN es más amplio; comprende a las cosas (bienes corporales) y a los derechos (bienes inmateriales). Este es el sentido de bien que utiliza el C.C. En Roma el concepto de cosa estuvo relacionado inicialmente con lo material, lo perceptible por los sentidos, aquello que era parte integrante del mundo físico. La noción de cosa partió de lo más elemental, de la comprobación de la realidad a través de los sentidos. Por eso en la Roma clásica se alude a res corporales. El desarrollo y la evolución de los conceptos jurídicos determinaron la necesidad de ampliar la idea de cosa a las res incorporales, aquellas perceptibles con la inteligencia. El Dr. Gustavo Palacio Pimentel , en su obra «Manual de Derecho Civil», manifiesta que: Cosa, en sentido lato, amplio es todo lo que tiene entidad corporal, o espiritual o artificial, real o abstracta y que tiene existencia. Cosa es todo lo que está en nuestro mundo exterior, exceptuando a las personas. Se trata de seres de los tres reinos de la naturaleza: animal, vegetal y mineral y todo aquello que es producto del trabajo del hombre. Serán bienes los objetos o cosas corporales o incorporales susceptibles de tener un valor y que pueden ser susceptibles de apropiación o de derechos. Por su parte, los derechos son bienes incorporales. En tal virtud, entre otros, se considera bien: el dinero, las mercancías, los predios, ganado, máquinas; luego el derecho de propiedad sobre una obra artística, literaria, científica, producto de la imaginación humana (propiedad intelectual, literaria, artística, industrial, patentes de invención). CARACTERÍSTICAS: 1. El bien es diferente al sujeto: La noción de bien se contrapone a la de persona, como sujeto de relaciones jurídicas. Las personas o su fuerza de trabajo (distinta a su resultado) no son bienes. Por el contrario, en la antigüedad las personas eran cosas. Es el caso de los esclavos en el Derecho Romano, que eran susceptibles de apropiación y que brindaban utilidad, en el sentido económico del término. 2. El bien es un concepto que tiene relevancia jurídica: Lo que es indiferente al ordenamiento legal no es bien. La relevancia jurídica, es decir, el interés, la impone la ley. 3. El bien proporciona utilidad: Los bienes deben ser útiles a los hombres en sus relaciones sociales. La utilidad puede ser de diversa índole, como material o moral. Para que los bienes sean útiles, deben ser susceptibles de apropiación. La luz solar, por ejemplo, no es jurídicamente un bien porque no puede ser apropiada. Si bien la luz solar es necesaria y útil, su regulación legal no brindaría utilidad alguna a los hombres en sus relaciones sociales. La posibilidad de apropiación está determinada por la naturaleza del objeto o por el mercado. Por su naturaleza, las estrellas no pueden ser apropiadas por el hombre. El aire atmosférico , en cambio, si puede ser objeto de apropiación, pero su abundancia hace que no exista interés económico en su aislamiento y posterior comercialización. Tampoco es un bien entonces. 4. Los bienes son susceptibles de apropiación, independientemente de que dicha apropiación actual: Su apropiación depende en gran medida no solo de la naturaleza misma de la entidad, sino del nivel de tecnología imperante. En la actualidad la energía eléctrica, la magnética y la calorífica son bienes en la medida en que son apropiables. 5. El tráfico de los bienes debe ser lícito: El tráfico debe estar permitido por el ordenamiento legal. Hay objetos cuyo tráfico está prohibido legalmente, que está fuera del comercio. Para que podamos hablar de bienes fuera del comercio, cualquier acto jurídico respecto del bien debe ser ineficaz. Una persona, por ejemplo, no puede ser objeto de tráfico. Cualquier acto jurídico respecto de ella no produciría efecto. En cambio, la comercialización de estupefacientes no implica necesariamente la ineficacia del acto (sin duda que origina una sanción penal). Por licitud del tráfico se refiere a lo primero. El mercado se encarga por lo general de determinar que objetos están fuera de comercio. Sin embargo, la licitud del tráfico puede estar dada por razones morales, religiosas o de otra índole. Es el caso de los órganos del cuerpo humano, respecto de los cuales existe sin duda un mercado, pero su comercialización está prohibida por ley. 6. Los bienes pueden ser futuros: Los bienes pueden no tener existencia presente. De hecho, el Código Civil permite la compraventa de bienes futuros (Art. 1352). 7. Los bienes tienen valor económico: Los bienes, como objeto de los derechos reales, deben ser susceptibles de satisfacer un interés económico. Los derechos de la personalidad, como el derecho al honor o al nombre, son entidades jurídicas que no son capaces de constituir objeto de relaciones jurídicas de valoración económica. CLASIFICACION DOCTRINARIA DE LOS BIENES 1.Corporales e incorporales: Esta clasificación proviene del Derecho Romano. Los bienes corporales son los que tienen existencia tangible, ocupan una parte del espacio, por lo que pueden ser percibidos por los sentidos. Es el caso de un carro, una casa o un animal. Los bienes incorporales carecen de existencia corporal y son producto de la creación intelectual del hombre. Solo se pueden percibir intelectualmente. El ordenamiento jurídico valora como objeto de relaciones reales determinadas realidades carentes de existencia corporal. Estas realidades son los derechos , como el usufructo, o una concesión, o las obras literarias. Los créditos también pueden ser bienes, cuando se incorporan en una relación jurídico real. El Código Civil no clasifica los bienes en corporales e incorporales. Sin embargo, varias de sus disposiciones recogen el criterio de la materialidad. Es el caso de los artículos 884, 2088, 2089, 2090 y 2091. 2. Fungibles y no fungibles: Los bienes fungibles son aquellos que pueden ser sustituidos por otros a propósito del cumplimiento de la obligación. Estos bienes son iguales en su valor, peso o medida. Son equivalentes unos a otros, y por eso pueden ser reemplazados a la hora del pago. Ello ocurre por ejemplo con una cierta cantidad de papas. Los bienes no fungibles son los que no pueden reemplazarse por otros al momento del cumplimiento de la obligación, como por ejemplo una casa, un automóvil, un tractor. Salvo acuerdo de las partes (dación en pago o novación), la entrega de un bien distinto supondría incumplimiento. Al igual que con los bienes corporales e incorporales, el Código Civil no clasifica los bienes en fungibles y no fungibles. Sin embargo, el criterio de la fungibilidad está recogido en algunas de sus disposiciones, como son los artículos 1256, 1288, 1509 y 1923. 3. Bienes consumibles y no consumibles: Los bienes consumibles son los que se agotan con el primer uso. El concepto de consumo puede entenderse en sentido físico o jurídico. En sentido físico o material, el bien se acaba con el primer uso. Es el caso de las bebidas o de la leña cuando es utilizada. En lo jurídico el bien sale del patrimonio de la persona con el primer uso, como cuando se dispone el dinero. Los bienes no consumibles son los que no se consumen con el primer uso. Estos bienes pueden usarse de manera indefinida sin que el uso los destruya o altere sustancialmente. Por ejemplo, un terreno. Una aplicación práctica de la clasificación de los bienes en consumibles y no consumibles se presenta en el usufructo. El usufructo es un derecho que confiere a su titular, el usufructuario, las facultades de usar y disfrutar temporalmente de un bien ajeno, sin que se altere su sustancia. Al término del usufructo, el usufructuario debe devolver el bien. Por eso el usufructo solo puede recaer sobre bienes no consumibles (art. 999 del C.C.) El Código Civil tampoco recoge la clasificación de los bienes consumibles y no consumibles, pero varias de sus disposiciones se refieren al criterio de la consumibilidad. Ejemplos de ello son los artículos 999, 1026, 1223, 1396, 1648, 1728 y 1729. 4. Bienes muebles e inmuebles: Esta es la clasificación más importante y es la recogida por el Código Civil en los artículos 885 y 886. En su origen, la clasificación estaba referida a los bienes corporales o cosas. La clasificación se remonta al Derecho Romano. En aquella época las cosas se dividían en dos categorías: los muebles y los inmuebles. Los muebles eran las cosas que podían ser desplazadas de un lugar a otro. Los inmuebles eran las cosas que estaban inmovilizadas, que tenían una situación fija, arraigada. Los romanos distinguieron entre inmuebles por naturaleza, inmuebles por destinación e inmuebles por accesión. Los inmuebles por naturaleza eran los predios, los bienes raíces, naturalmente inmovilizados. Los inmuebles por destinación eran originalmente cosas muebles, que servían para la explotación de un predio. Jurídicamente quedaban inmovilizadas, por lo que se creó la ficción de considerarlas inmuebles. Los inmuebles por accesión, finalmente, también eran originalmente cosas muebles que se incorporaban materialmente a un predio. De alguna manera, los inmuebles por destinación del Derecho Romano son los accesorios que regula el artículo 888 y los inmuebles por accesión son las partes integrantes contempladas en el artículo 887 del Código Civil. La clasificación llegó al Perú, y el Código Civil de 1852 dividió las cosas en corporales e incorporales (artículo 454). Las cosas corporales podían ser muebles o inmuebles. Los muebles eran las cosas susceptibles de ser llevadas de un lugar a otro y los inmuebles las demás cosas (artículo 455). El C.C. de 1852 respetó pues el criterio de la movilidad para clasificar las cosas. El C.C. de 1936 se refirió a los bienes – y no a las cosas – y los clasificó también en muebles e inmuebles. El artículo 812 enumeró los bienes inmuebles y el artículo 819 los muebles, como lo hacen los artículos 885 y 886 del Código Civil de 1984. La clasificación adoptada por el C.C. de 1936 se apartó del criterio de la movilidad.